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🦷Capítulo 29: O es facil o simplemente no será🦷

Le dolía la cabeza, y se sentía tremendamente idiota gracias a un niño. Minghao literalmente le dijo que dejara de llorar y se volviera un adulto, algo similar a lo que le dijo Seungcheol cuando lo dejó, y en ambas ocasiones Jeonghan los escuchó, de hecho, fue la única manera en la que pudo escucharlos. Claro que quería dejar de sentirse estúpido y comenzar a trabajar, pero se sentía un inútil e idiota solo por Jihoon. 

Justo el día después de ver a Minghao se sintió como tener resaca, tuvo que levantarse del colchón y mirarse al espejo para ver que era un desastre, y se burló de si mismo ¿Porque estaba siendo un idiota tan evidente? No podía ser así, por lo que se duchó y se arregló para reacomodarse a él y a sus ideas, no quería pensar mucho asi que solo miró el reloj para comprobar la hora, y llegaba tarde al trabajo ¿Que iba a hacer? Se burló a si mismo con su propia respuesta; solo irse a trabajar, no tenía que ser mucha ciencia. Solo terminó de vestirse y se fue al trabajo. 

Todas las personas en el tren parecían cansadas y aburridas, nada interesante que ver más que los trabajadores sosteniendose para no caerse como un domino, los ojos de Jeonghan sintiéndose aburridos mientras recorrían el panorama, hasta que llegó a un par de niños que miraban fascinados la ciudad mañanera y apuntaban a los edificios. 

—¡Allí trabaja papá!— gritó la niña apuntando el edificio de LuminA.

La madre rió.

—No, papá no trabaja allí, el edificio de papá  es más pequeño…

—Pero yo quiero que sea allí— Dijo el niño quien era aun más joven que la niña. —Quiero ir allí. 

Jeonghan miró a LuminA. 

Ese edificio había Sido del padre de Seungcheol, antes no se llamaba LuminA, de hecho, antes se veía un poco más viejo y aburrido como otros edificios, fue Seungcheol el que lo hizo vistoso y colocó su nombre en alto. Pero aun así era el mismo edificio. El mismo edificio donde conoció al señor Choi. 

Miró de nuevo a los niños y un bebé lo estaba mirando de vuelta, la madre lo llevaba en brazos y no estaba prestándole mucha atención porque sus hijos casi se lanzaban por la ventana. ¿Cuantos hijos tenía esta mujer?

Él fue hijo único. Porque su madre no había tenido mucho tiempo o fuerzas para tener otro, y podía apostar que Jihoon tambien era hijo único. Nunca le preguntó correctamente, pero la idea de pensar que él fue abandonado era muy latente. Después de todo los niños alfas y omegas eran abandonados todo el tiempo. O algunos ni siquiera nacían. 

Le hizo una mueca graciosa al bebé y este comenzó a reírse. Jeonghan sonrió. 

Los bebés eran lindos.

Llegó a su estación y salió del tren, despidiéndose del bebé que trataba de hablarle, solo allí la mujer se acordó de su propio hijo y lo sostuvo con más fuerza porque se inclinó para lanzarse de sus brazos, y los niños que miraban las ventanas al girar cayeron de los asientos. 

Ser padre debía ser tarea difícil, contuvo la risa y siguió caminando. Aun así ¿Los niños no eran un poco lindos? Nunca pensó en hijos precisamente, o si lo hizo, cuando era más joven justo antes de conocer al señor Choi, Jeonghan deseaba tener hijos. Quizás solo uno o dos, porque los bebés eran lindos, como su bebé panda que ahora debería estar muriendo de hambre. Apostaba que Jihoon no cuidaría más de ella. 

LLevó una mano a su cabeza tratando de contener el dolor, pero era inútil, se quedaría con él todo el día. Aun si tomaba algo, aun si se quedaba en casa o intentaba dormir, no había nada que pudiera hacer que el dolor se fuera, solo Jihoon. Y necesitar a alguien era una mierda. 

Supuso que ser necesitado tambien lo era. 

Jihoon ahora era libre de él ¿No era eso lo que Jeonghan quería? Liberar al chico joven para que este no se tropezar con Jeonghan. No importaba si no podía ayudarle a ser un Omega, al final del día Jihoon seguiría su propia vida y Jeonghan quedaría como un mal recuerdo. 

Llegó a su trabajo y cainó hasta su oficina escuchando a Suni hablar de fondo. Todo estaba en orden, todo funcionaba bien y Jeonghan…

Jeonghan estaba deseando que Jihoon muriera. 

“Poco más que un animal” 

¿Dolía ser un licántropo? ¿Dolía como enfermedad? ¿En el cuerpo? ¿Cuál era la razón por la que Jihoon se odiaba tanto? Conocía demasiado poco la licantropia como para dar su propio juicio, incluso cuando lo buscó en internet la información que obtuvo era escasa. Nadie quería saber de la licantropia más allá como algo de lo que temer y protegerse, más allá de las leyendas o los cuentos. Si estoy estaba lastimando a Jihoon ¿No era mejor que se muriera?

Si Jihoon moría no tenía que sufrir más. Eso era lo que todos decían. 

“Al menos ya no sufre”

La licantropia tendría que ser una enfermedad terminal. Algo que acabara con la vida del individuo rápidamente. 

La puerta se abrió sin que tocaran y Jeonghan miró casi con desinterés. El hombre que entró no parecía un aburrido empresario o un empleado, tenía la ropa desalineada y vestía como si fuera un pandillero o algo así. 

—Este lugar huele a mierda…

El hombre se dejó caer en el asiento frente a Jeonghan. ¿Cuantas personas podían pasar sin permiso? Sonrió mirando como Suni temblaba en la puerta, ella parecía un poco asustada. Entonces no podía ser bueno, le pidió a Suni que cerrara la puerta por cualquier cosa. Ella le hizo caso y Jeonghan se inclinó sobre su escritorio mirando al hombre. Quizás tenía la edad del Sr. Choi. 

—Hola ¿En que puedo ayudarte?

El hombre lo miró como si Jeonghan fuera una cosa, algo molesto en su camino. 

—Este edificio está en mi terreno. 

¿Terreno? Oh, ahora lo entendía mejor. 

—¿Quien te pagó? Para venir a intimidarme… 

El hombre se burló. 

—Bien, no eres tan idiota al parecer. 

Como si el caldo de pescado y el corte de luz no fueran suficientes. Este hombre había llegado con toda la intención de hacer valer el pago que le dieron, Jeonghan no podía ser un idiota. 

—Me asegure de que esta calle no le “perteneciera” a nadie cuando llegue. 

—Pues yo llegue ahora, y ahora es mia. 

Ah. Jeonghan quería golpear su cabeza contra el escritorio con tal de hacer que el dolor se fuera ¿Que iba a hacer ahora? Si este tipo había sido pagado no  importaba cuanto intentara librarse esta vez, el hombre regresaría, si es que conseguía irse. Probablemente Jeonghan se libraría ofreciéndole una suma mayor, pero siempre había el riesgo de que volviera hasta que Jeonghan no pudiera pagar más. 

No deshizo su sonrisa en ningún momento y suspiró. 

—¿Cuanto quieres?

Preguntó solo para evaluar la situación más a fondo. 

—Olvidalo, no podrás pagarlo. 

El hombre sacó un cigarrillo y lo encendió apestando toda su oficina a humo. Bien, Jeonghan  se cruzó de brazos y se recostó un poco sobre su silla. Si llamaba a Seungcheol… ¿Que haría? ¿Endeudarse más? Seungcheol no iba a meter las manos por él en esto… entonces… Si no podía pagarlo con dinero. 

Exhaló una pequeña risa ¿En serio estaba pensando en eso? ¿Incluso después de hablar con Minghao? Era patético, incluso cuando Jeonghan pensó que podía cambiarlo a la primer oportunidad iba y lo hacia de nuevo, sin pensar en otras soluciones. Era absurdo. Tenía que haber otra forma de salir de la situación, una que no implicara mover todo su edificio ni asustar a sus empleados. La policia era un chiste, si la persona que le había pagado a este tipo era capaz de darle una suma significativa entonces no serviría de nada buscar a la policía. 

Jeonghan le sonrió.

—Dame un par de días. Apuesto que la persona que te pagó puede esperar, dame una cantidad y podré pagarte al menos una vez. 

—Solo haces perder el tiempo.

—¿Prefieres quedarte con ese único pago?

—A como yo lo veo tienes posibilidad… si no consigo lo que pides para la siguiente vez que vengas podrás hacer lo que gustes. 

El hombre lo miró como si no le creyera, y Jeonghan volvió a sonreir sin saber que más hacer. Pero hubo algo, un pequeño gesto donde alzó la ceja y le dio una mirada bastante conocida. Por primera vez deseó que este hombre no le pusiera las cosas faciles. No quería recaer en lo mismo, fallando la promesa mental que se hizo a si mismo. 

Minghao le había lanzado un periódico en la cara y le había dicho que se pusiera a trabajar, y él tenía razón, Jeonghan tenía que trabajar, no irse por un camino que él mismo se abrió para hacerse las cosas faciles. 

La mirada que le recorrió le causó un escalofrío. 

—Bien. Tu ganas.— El hombre le sonrió burlándose de él. —No te preocupes por darme una tarjeta de presentación, se muy bien donde vives. No intentes esconderte. ¡Volveré en dos semanas!

El hombre se puso de pie y se fue, dejando que Jeonghan respirara por fin y el dolor volviera brotar en la parte frontal de su cabeza. 

Cuando la puerta se azotó y los pasos dejaron de escucharse en el pasillo miró de nuevo y Suni estaba allí. Ella aun parecía temblar. 

—Jeonghan…

—Lo sé.— Suspiró. 

—Tienes a alguien más…

Alzó la vista y el estúpido del papel se asomó. Jeonghan sonrió haciendolo pasar, y Suni solo cerró la puerta como si ella supiera. El hombre seguía viéndose tan patético como siempre. 

—Justo quería verlo hoy.— Mintió pero mantuvo su sonrisa. —Quería hablar sobre costos… 

Bien, iba a doler en su bolsillo. 

Habló con el idiota del papel hasta que este comprendió que Jeonghan iba a pagar el precio anterior con tal de no volverse a acostar con él, incluso cuando el tipo le dijo se subir los precios sobre razones absurdas, incluso allí se mantuvo firme y le dijo que buscaría otro distribuidor. 

El hombre había sido insistente, hasta le dijo que se había enamorado de él en un afán de manipularlo, le dijo tambien que le daría lo que Jeonghan pidiera y se ofreció a pagar otro tipo de cosas. Fue patético, y constantemente el hombre estaba arrepintiendo se y replanteando sus palabras de acuerdo a cada reacción de Jeonghan, cuando llegó la noche el hombre decidió rendirse y decirle que regresaría. 

Fue un día agotador. 

Y tuvo que hacer lo mismo a lo largo de la semana, hablar de precios justos porque Jeonghan había decidido jugar correctamente. Se odiaba a si mismo por hacerse las cosas más difíciles. 

“No difíciles, sino justas”

Justas… lo odiaba tanto. 

No solo estaba pagando el precio justo por sus cosas, sino que tambien debía juntar dinero para pagarle al hombre que le mandó un mensaje con su “cantidad deseada” Jeonghan ni siquiera sabía de donde había sacado su numero de teléfono, pero si sabía donde vivía entonces eso era nada.

¿Como iba a pagar? Vendió un par de cosas, recortó costos en su empresa y estaba pensando en despedir a algunos empleados pero no quería hacerlo. Si conseguía otro trabajo y le dejaba el puesto a Suni… tendría que pagarle más pero Jeonghan tendría tiempo para hacer otras cosas. 

Estaba tan preocupado que su cabello comenzaría a caer. 

Si le pedía otro préstamo a Seungcheol…No, Seungcheol se lo comería vivo si le pedía más dinero. ¿Entonces?

Si dejaba su departamento y conseguía uno más barato…

Podía moverse a la casa de sus padres, estaba vacia y vieja pero al menos no estaría en la calle. 

Por suerte el dolor de cabeza había desaparecido. 

—¿El chico solo se fue?— Preguntó Seungcheol y Jeonghan asintió. —Pensé que te afectaría más. Parecía que te gustaba. 

—¿Parece que no me afectó?

—No, de hecho pensé que había vuelto. Te vez bien. 

—¿Bien?

Jeonghan estaba nadando en estrés y desesperación, no podía verse bien, ni siquiera estaba comiendo porque estaba demasiado ocupado como para hacerlo, y su departamento era un desastre, no había forma en la que se viera bien. Se sentía como una mierda asi que tenía que sentirse así. 

—Si, me recuerda a cuando estábamos juntos.— Seungcheol se sentó en su escritorio. —Cuando llegaba del trabajo y te encontraba dormido en el sillón. Me encantaba verte así. Pensaba que era una buena forma de llegar a casa. 

Oh. 

—Si, te gustaba tanto que me dejaste por eso. 

—No te deje por eso. Solo quería que tuvieras tus propios sueños y metas… que no fueras…

—¿Que no fuera como tu madre?

—Ella es miserable, Han, no quería que te pasara lo mismo. 

—Que amable. 

—Creeme, es mejor así. 

Si, era mejor así. Golpeó su frente contra el escritorio. 

El idiota de Jihoon no había llamado. Jeonghan tampoco lo buscó.

Era mejor así, pensó. 

🦷

Consiguió el dinero para pagarle al estúpido hombre de quien no sabía el nombre, no dejaba de pensar en ello, mientras no podía dormir, por suerte Dino tampoco podía y había comenzado live hablando de cosas varias. Estaba en cama viendolo desde su celular hasta que la notificación apareció en la parte de arriba. 

Su bebé panda Jiwoo había muerto. 

Se sentó con sorpresa y revisó la aplicación, al parecer Jihoon la había dejado morir. ¿Porque se sentía tan mal por un panda ficticio? De pronto se sentía mucho más triste ahora que por sus otros bebés pandas que Seungcheol dejó morir antes. No había razones para ponerse triste… pero si las había. 

Jihoon había cuidado bien de su bebé hasta ahora… dejarlo morir significaba que había desinstalado la aplicación… y de alguna forma se sentía como si terminara con Jeonghan, como si ese pequeño hilo que aun los conectaba por fin se hubiera roto. Y era absurdo. Jeonghan había usado al bebé panda para darle un mensaje a Jihoon, y ahora este se lo regresaba así.

Pensó en llamarlo. No lo hizo. 

Mandó un mensaje. 

“Por favor, ven”

El mensaje llegó y fue visto. No hubo respuesta.

“Quiero hablar…”

El siguiente mensaje… no llegó. Jihoon solo bloqueó su numero. 

Todo ese tiempo había tenido la pequeña esperanza de que volviera a buscarlo, pero no lo haría. Jihoon había terminado. Llevó ambas manos a su pecho y apretó allí encogiéndose. Dolía. El dolor de cabeza se había ido por completo, pero ahora le dolía el pecho. 

Se puso de pie y apenas se vistió corrió a la puerta, quería ver a Jihoon, no sabría que iba a decirle pero tenía que verlo, llegó hasta la puerta y trató de abrirla de prisa, podía llegar pronto si…

Gritó y dio varios pasos atrás. 

—Escuche que conseguiste el dinero.

Este hombre… Jeonghan llevó su cabello hacia atrás porque había cubierto sus ojos. No esperaba encontrarlo allí. Aun faltaban dos días para las dos semanas. 

—¿Que haces aqui tan pronto?

—Escuche que conseguiste el dinero.— Repitió entrando al departamento y cerrando la puerta detrás suyo. —Para tu mala suerte… me ofrecieron el doble, tenías razón. 

—Bien, entonces hagámoslo de nuevo, te ofrezco de nuevo el doble.

Intentó darle la vuelta y salir, pero el hombre lo detuvo tomándolo del brazo, jaló a Jeonghan hasta una pared. 

—Escuche rumores sobre ti… Si son ciertos podría darte una prorroga más larga…

¿Porque no había nacido como una persona normal? Con abuelos normales y con una familia normal, no, su madre tuvo que enfermar y morir cuando apenas era un niño, y su padre la había seguido tan solo un año después por depresión. Los odiaba un poco. De haber seguido vivios quizás Jeonghan no habría hecho toda la mierda que tuvo que hacer. O al menos deseó no haber conocido al Sr.Choi. 

Sintió las manos del hombre sobre su cadera y apretó los labios. No le dolía la cabeza, pero el simple tacto lo había hecho molestarse, Jeonghan no quería volver a eso. Estaba pensando en Minghao. 

Cada que se le había presentado la posibilidad había pensado en Minghao y lo que le había dicho… pensaba en Jihoon, y siempre alzó la cabeza y se negó. Aun cuando lo amenazaron con cobrarle el doble Jeonghan insistió. No debía recaer en lo mismo. Colocó una mano en el hombro del hombre e intentó apartarlo. 

—Esos rumores son viejos.

—¿Estás seguro de eso?— El hombre sonrió acercándose aun más, hasta que Jeonghan apenas podía respirar aire limpio. —Ya me pagaron la primera parte, podría considerar dejar ir la segunda…No solo por una vez, claro. Piénsalo bien, no solo te librarías de mi. Podrías librarte tambien de cualquier otra persona que manden para reemplazar mi lugar… acepto muchos métodos de pago. 

Ah. Sonrió un poco. Esto parecía facil. 

No era culpa de Jeonghan, esto salía por completo de sus manos. Este hombre tenía un punto, aun si Jeonghan conseguía pagarle a él ¿Cuanto tiempo hasta que mandaran a alguien más? Quizás días, la persona que había pagado era capaz de doblarle la cantidad fácilmente… entonces era comprensible si Jeonghan aceptaba. 

—Si aceptas cualquier método de pago entonces puedes darme una prorroga más larga. 

El hombre soltó una risa corta. 

—¿Seguro que tomaras esa decisión? Estoy siendo amable. Si hubieran mandado a alguien más ni siquiera tratarían de convencerte. Piénsalo bien ¿No es mejor tener un aliado?

Si. Era mejor. 

Apartó un poco el rostro mirando la puerta. 

Era mejor. 

Era más facil. 

El sr.Choi siempre le había dicho que ni siquiera lo intentara. Si no era facil entonces simplemente no sería. Ese hombre… Quería callar la voz de Minghao en su cabeza. Como si ese chiquillo tonto se hubiera vuelto parte de su conciencia y quisiera que hiciera lo correcto, pero la verdad era que Minghao apenas era un niño, demasiado inconsciente de la realidad, de que las cosas no se medían por una vara sino que estaban desequilibradas en el mundo. 

Minghao se daría golpes contra la vida hasta que entendiera que las cosas no eran tan faciles como para dividirse entre lo bueno y lo malo. 

Y Jeonghan tambien debía aceptarlo.

Por un momento pensó que podía ser mejor persona de lo que realmente era. 

El Sr.Choi había Sido un idiota, pero siempre le habló con la verdad, no era necesario mentir. 

Jeonghan recordó el frio que sintió en la enorme oficina de ese hombre. Estaba desnudo, su cabello largo apenas le cubría el rostro porque estaba avergonzado por él. Expuesto. 

“Así es más facil.” Fue lo que le dijo. Y Jeonghan asintió. 

Esta vez.. Le sonrió al hombre.

¿Realmente era más facil? Lo besó ignorando sus propios pensamientos y dejó que las manos del tipo lo tomaran hasta lastimarlo, no le importaba, era el camino más facil, era solucionar el gran problema que lo dejaba sin dormir, si solo cedía a él ¿Que podría pasar? Jihoon no iba a volver, aunque Jeonghan fuera a buscarlo él no lo aceptaría de vuelta. 

Era gracioso, incluso si se convirtiera en un Omega Jeonghan simplemente haría lo mismo, era un circulo vicioso al que estaba condenado. 

Simplemente era mejor. Aun asi… No lo llevó a la cama porque Jihoon odiaría el aroma en las sabanas sin importar cuanto las lavase.

Se mantuvo allí a pocos metros de la puerta, como si pudiera escapar en cualquier momento, pero no podía, era una idea absurda, y más sabiendo que fue el mismo Jeonghan quien se lanzó a él. Aunque era como lanzarse de un jodido puente. Se burló de si mismo convenciendose de que no era tan malo. 

No era malo. Era facil. 

¿Entonces porque le estaba costando tanto? Apenas podía respirar mientras sentía las manos calientes de ese hombre, quería apartarse de él y cubrirse, quería… alzó la mirada para verlo, de nuevo hacia arriba, y ese hombre lo giró de golpe, sin importarle, como si no le interesara ni siquiera verlo al rostro.  

¿Hasta ese punto había llegado? Quería reírse. 

Sintió la mano del hombre en su boca y quería reírse más fuerte. Ni siquiera su voz. 

Nada. 

Jeonghan era…

Cerró los ojos convenciendose de que no era tan malo. Aun si lloraba un poco ¿No era eso lo que había hecho la primera vez? Solo lloró en silencio. Y después no volvió a llorar, hasta ese día. 

Solo sería como la primera vez para repetir de nuevo ese circulo. 

Al menos miraba la puerta. Era mejor que mirar hacia arriba. 

Tambien era una mejor forma de dejar a Jihoon, porque Jeonghan no podía verlo de nuevo después de recaer inútilmente. 

Solo iba a olvidarlo. 

Respiró profundo el aroma conocido. 

—¡No…!

Intentó apartarse para cerrar la puerta, estaba seguro de que era él, y si lo veía así… El hombre lo tomó. 

—¡Hey! ¡No te muevas así…!

—¡La puerta!

Cayó de rodillas intentando cerrarla, no podía dejar que Jihoon lo viera. Si Jihoon lo veía Jeonghan iba a… La puerta se abrió, así que dejó de intentar huir. Solo lo miró desde el suelo como aquella noche. 

No quería verlo así. No quería que Jihoon lo viera así, y sus pequeños ojos enfocaron a Jeonghan con esa mirada distante, y después miraron al hombre, pasó en un segundo. 

Quería desaparecer.

—Ah… Por eso olía tan mal.— Habló Jihoon y Jeonghan se encogió tratando de ocultar su cara. Jihoon se inclinó a Jeonghan como si no le interesaran las groserías e insultos que estaba soltando el hombre. —Deja de llamarme, estás poniéndome nervioso. 

—Lo…siento…

Jihoon colocó una mano en su mejilla. Eso calmó el corazón de Jeonghan, aunque le apenó que sus mejillas siguieran húmedas por el llanto. 

—Apestas. 

Casi gritó cuando el hombre golpeó a Jihoon, lo había olvidado por completo así que no esperaba que lo hiciera, y justo cuando estuvo a punto de levantarse… El grito y después la maldición hicieron que Jeonghan se quedara quieto. 

La sangre cayó al suelo, y aunque Jihoon escupió la sangre no era suya. 

Le había arrancado dos dedos de una mordida. La mano del hombre sangrando sin detenerse. Y Justo antes de que el hombre pudiera sacar algun arma Jihoon lo tomó del cuello y le alzó la cabeza, como si fuera a morderlo allí.

—¡Jihoon!— Se lanzó para evitar que lo hiciera, empujó al hombre quien cayó de espaldas y sostuvo su mano contra los dientes de Jihoon, él no mordió pero tenía sangre cayendo de su boca. —Esta bien… él se irá.

No necesitó mirar de nuevo al hombre para avisarle, este solo huyó dejando el departamento en silencio. 

Jeonghan respiró profundo el perfume de Jihoon, pero no se movió, mantuvo su mano en el mismo lugar. 

¿Esto era parte de la licantropia?

Jihoon lo abrazó de pronto apartando la mano de Jeonghan, y Jeonghan sintió sus piernas fallar cayendo un poco, Jihoon lo sostuvo, él lo abrazó y se deslizó hasta el suelo sin soltarlo. 

Por primera vez en días se sintió bien. Respiró profundo. 

—Lo siento…— Balbuceó. —Yo quería…

—Callate. 

—Yo quería dejar de hacerlo…

—Callate, Jeonghan. 

—Lo siento…— Comenzó a llorar. —Aun si no soy un Omega… quedate conmigo…

Jihoon lo abrazó con más fuerza. 

—Deja de hablar.

—Por favor…

El dolor en su cuello fue confuso. Estaba seguro de que Jihoon lo había mordido, pero no tenía miedo de él. De pronto solo quería llorar y ser abrazado. 

No importaba si Jihoon lo mordía o lo lastimada, Jeonghan iba a aceptarlo solo por él. 

Lo abrazó hasta que el dolor se extendió por su cuerpo, pero aun así se sentía bien. 

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