UNA PELEA.
Miré el atardecer por la ventana del comedor, este vaciándose lentamente mientras mis amigos y los invitados de los Lee seguían a los dueños de casa a dar un tour por los alrededores. Yo había declinado la oferta, pero Ji Min había ido con ellos muy emocionado, con mi cámara colgando de su cuello. Parecía que su idea de hacer un álbum antes de mi boda seguía en pie.
Sonreí, pero no dejé de mirar por la ventana hasta quedarme solo, pensando en Hyo Ri. Y en lo que me había dicho. Tae Hyun y Beom Gyu.
No podía evitar pensar en lo que Eun Bi me había dicho sobre los Lee, pero el que Beom Gyu estuviese "acariciándose" con Kang no lo hacia gay, ¿verdad? Que ingenuo, pensé entonces, como si fuese tan común que dos hombres que acababan de conocerse se metieran mano... Era obvia la verdad, Beom Gyu tenía algún tipo de "desviación". ¿Y Tae Hyun? Nunca había escuchado nada parecido antes, pero no era algo que, siendo sincero, me extrañara demasiado. Tae Hyun tenía fama de lanzarse sobre todo lo que se moviera frente a él, si bien yo creía que sólo cuando eran chicas. Ya veía que no.
Decidí ir a mi habitación a descansar un momento, incluso tal vez a tomar un baño, sin dejar de pensar en Hyo Ri. Su pregunta sobre si yo la querría igual si fuese un chico me había parecido extraña, pero supuse que tenia que ver con el hecho de descubrir que Beom Gyu... lo que fuera. Decidí no meterme en ese asunto, de todas formas una vez me hubiese casado con Hyo Ri nos iríamos de ahí y no tendríamos que ver a su familia si ella no quería.
Ví a Beom Gyu bajar por las escaleras, pero no pareció haberme visto, la mirada fija en el suelo para después perderse en una de las muchas salas con las que contaba la casa. ¿Vendría de ver a Hyo Ri? Lo cierto era que más que un baño o algo de descanso quería verla, pero no terminaba de animarme a ir a verla a su habitación. Siendo sólo prometidos y no esposos aún me parecía incorrecto.
Pero entonces la ví bajar a ella también, una sonrisa apareció automáticamente en mi rostro y ya iba a llamarla y hacerme notar cuando vi que alguien venía detrás de ella. Huening Kai. Su profesor de piano.
Apreté los dientes. ¿Por qué venía detrás de ella? Y la horrible idea que que hubiese estado en su habitación se hizo presente en mi cabeza. ¿Por qué él...? ¿Con que derecho...?
Y entonces Hyo Ri tropezó con la alfombra. No supe ni siquiera como lo hizo, pese a no quitarle los ojos de encima no supe como terminó ingeniándoselas para caer de rodillas y derribar un florero alto de porcelana que descansaba sobre un pequeño taburete. Se rompió en mil pedazos apenas toco la misma alfombra que había hecho tropezar a mi prometida.
La risa de Huening Kai fue lo primero en escucharse.
—Que torpe eres —lo escuché burlarse y acercarse a ella.
—No me fijé.
Murmuró Hyo Ri y Huening Kai la sujetó por la cintura, levantándola, con su rostro demasiado cerca.
—La alfombra se enredo en tus pies, ¿verdad?
—Cállate.
Huening Kai rió de nuevo y pasó una mano por el cuello de Hyo Ri, haciéndole suaves cosquillas. No tuve que mirar más, en menos de cinco segundos ya estaba ahí, arrebatándole a mi prometida de sus brazos.
—Yo me haré cargo —repliqué ante la mirada asesina que me lanzó.
—¿Yeon Jun?
Hyo Ri me miraba con sorpresa, sus manos alrededor de mi cuello, muy cerca de mí. Y era así como debía ser. Conmigo, no con él.
—¿Estás bien? ¿No te hiciste daño?
—No. Estoy bien.
—Siempre le pasan ese tipo de cosas —dijo Huening Kai —es muy torpe y distraído.
Fruncí el ceño, sintiendo las manos de Hyo Ri apretar mi cuello con fuerza. Y no me extrañaba, las palabras de ese idiota también me habían molestado, pero antes de poder decirle algunas cuantas cosas Beom Gyu y Tae Hyun salieron de alguna parte. Levanté una ceja al notar que venían juntos.
—¿Qué pasó? —se interesó Beom Gyu de inmediato, viendo el florero roto.
—Un pequeño accidente —dije, sin soltar a mi prometida, pero ella se apartó un poco para mirar a su hermano.
—Me tropecé con la alfombra —confesó, con las mejillas rojas a causa de la vergüenza. Incluso así era adorable.
—¿Te lastimaste?
—No.
Pero Beom Gyu no le creyó y sin más la apartó de mis brazos. Siendo él lo permití, aun si no pude dejar de fruncir el ceño.
—Ven, te revisaré.
Y se fueron rumbo a la cocina. Pensé en seguirlos, pero al ver que Huening Kai también se marchaba (aunque él seguramente rumbo al salón de música), decidí que era hora de dejarle las cosas muy claras a ese tipo. Sin embargo cuando iba a seguirlo Tae Hyun se interpuso.
—Te ves tenso, Yeon. ¿El maestrito te pone nervioso? —se burló.
—No es tu asunto —murmuré, sintiendome frustrado por todas las cosas que pasaban y que yo no podía controlar—. Aunque si hablamos de poner nervioso a alguien creo que Beom Gyu lo hace bien, ¿no?
Creí que lo negaría, pero Tae empezó a reír.
—¿Soy tan obvio? ¿O acaso tú nos viste hace un momento en...?
—¿Qué? ¿Estaban haciendo algo? —no pude evitar indignarme—. Es la casa de los padres de Hyo Ri.
—Sólo nos besamos. No hagas un drama.
—Querrás decir que tú lo besaste.
—Quizás, pero él no se resistió —Tae Hyun seguía sonriendo, ni un poco avergonzado por lo que hacia. Y con un hombre además —me dejó meterle la lengua, así que...
—No quiero saberlo.
Le corté, encaminándome de nuevo al salón de música, pero Tae Hyun me detuvo una vez mas, acercándose a mí para susurrar unas pocas palabras:
—Planeo meterme en su habitación esta noche.
Negué con la cabeza, inconforme. Una cosa era un ligue de una noche, algo que podrías pescar en un bar, como él acostumbraba hacer; y otra cosa era liarse con alguien en una boda, en la casa de sus estrictos padres. Tae Hyun estaba mal de la cabeza.
La suave música del piano se escuchaba desde el pasillo. Apreté los puños, molesto al escucharla. Aunque ese tipo me cayera en la punta del pie no podía negar que tocaba bien. Y ese talento musical que compartía con Hyo Ri no me gustaba para nada, era algo que los unía.
Entré al salón de música sin llamar. Huening Kai interrumpió la melodía al escucharme, volviendo el rostro y sonriendo de una forma que consideré burlona.
—¿Necesitas algo, Choi Yeon Jun?
—Creo que sabes lo que necesito.
—Que me aleje de Hyo Ri, supongo.
—Que bueno que lo entiendas.
No habría creído que fuera tan fácil. Y no lo era, lo supe por su estúpida sonrisa burlona.
—¿Y si es ella la que no quiere alejarse de mí?
—Claro que quiere.
—¿Se lo has ordenado ya?
Dejé escapar el aire acumulado en mis pulmones con cuidado, esforzándome en mantener la cabeza fría.
—No tengo que ordenarle nada. Ella no te quiere cerca y ya.
Me di la vuelta para salir.
—Deberías mejor ordenarselo. Vas a ser su esposo, ¿no? Pero hazlo mañana.
Me giré de nuevo, furioso, viéndolo sonreír divertido, como si acaso él supiese algo que yo no.
—¿Mañana?
—No me hagas caso. Deberías ir a buscar a tu chica. No sea que te la vayan a robar —y bajó un poco la voz —yo me la robaría.
—¿Qué dijiste?
—No te exaltes, Choi —y se acercó a mí, ya sin sonreír —pero creo que es algo obvio. Y me alegro que decidieras hablar de una vez. Me gusta Hyo Ri, yo la entiendo de una forma en la que tú jamás podrías. Deberías entenderlo y hacerte a un lado. O si tanto quieres pertenecer a la familia cásate con Soo Bin, al fin y al cabo son gemelos, así que...
No le dejé continuar con sus estupideces, mi puño dando de lleno en su rostro, haciéndolo retroceder y chocar con el piano a su espalda. Huening Kai levantó el rostro, con la boca escupiendo sangre; y se lanzó contra mí.
No sé cuanto duró esa estúpida e inútil pelea hasta que sentí unos delgados brazos rodearme; sin embargo estaba tan cabreado que sin pensarlo siquiera aparté ese contacto de un manotazo, topandome con la horrible verdad: Hyo Ri tirada en el piso, mirándome con los ojos muy abiertos, mientras que Tae Hyun sujetaba a Huening Kai para apartarlo de mí.
—Perdón, yo... —empecé, aterrado.
Le había ¿pegado? ¿Le había puesto una mano encima?
—Mira lo que has hecho, imbécil —gruñó Huening Kai—. A lo mejor lo lastimaste.
—Basta, Kai.
Beom Gyu había entrado ahora, mirando la escena mientras que Hyo Ri se levantaba, me lanzó una mirada y después se acercó a Huening Kai. Sentí como mi corazón se destruía un poco. ¿Era que ella...?
—No vuelvas a ponerle una mano encima a Yeon Jun —su voz sonó diferente a lo habitual, dura, un tono que jamás le había escuchado —o me olvidaré de nuestra amistad.
—Soo...
Pero Hyo Ri le dio la espalda, me tomó de la mano y tiró de mi rumbo a la salida. La seguí sin poner resistencia. Estaba sorprendido. No, sorprendido era quedarse corto. Estaba impactado.
Hyo Ri se detuvo entonces, quedando frente a una puerta que ya conocía. Su biblioteca especial, donde se suponía nadie podía entrar. Abrió la puerta y entró.
Dudé, hasta que ella misma me jaló al interior. Me quedé sorprendido por esa acción, pero aún más al mirar el interior. Era hermoso, lleno de libros, algunas butacas, pequeña esculturas y un enorme espejo de cuerpo entero.
—Déjame curarte —dijo entonces.
—Hyo Ri —le detuve de las manos —perdóname, no quise...
—Lo sé —esbozó una sonrisa —y sobre Huening Kai, bueno, a veces también me saca de quicio —llevó un dedo a mis labios —se te hincharán.
Se lamentó. Y se me ocurrió algo.
—Seguro podrían curarse con un beso mágico.
La vi enrojecer un poco.
—No tengo de esos.
—Podríamos probar.
Hyo Ri bajó la vista. Pensé en desistir entonces, no debía empujar tanto. No cuando cada vez recibía más confirmaciones de que lo nuestro era real. No sólo un invento de mi cabeza.
—Está bien.
Volvió a sorprenderme con su respuesta y me incline un poco hacia ella, dándole tiempo a arrepentirse, pero no lo hizo, en lugar de eso cerró los ojos.
Sonreí y esta vez fui yo quién la besó. Y no fue sólo un roce dulce como el anterior. Este fue un beso de verdad, uno que sabía ninguno de los dos podría olvidar nunca. Un beso que iba a marcarme para siempre, aunque yo aún no imaginaba cuanto.
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Sí, al fin actualización de esta historia, lo siento, espero este fin de semana ponerme al corriente editando los capitulos. 🤧
¡¡Espero que les guste el capitulo!! (1/2)
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