MOMENTO CRUCIAL.
El rostro del señor Lee lucía demacrado, como si hubiese pasado una larga temporada encerrado en algún sitio. Parecía un prófugo que recién había escapado de prisión.
—Papá...
Empezó Beom Gyu con cautela, mirando directamente hacia la botella que el hombre llevaba en sus manos. Y entendí algo. El olor de hacia un rato. La botella estaba vacía.
Quise decir algo, prevenir a los demás sobre lo que, a mi parecer, era algo evidente, pero no pude ni siquiera articular palabra alguna. Hyo Ri arrebatando cualquier posibilidad.
—Te ves fatal, padre —su voz era suave y dulce, pero sus palabras en cambio eran burlonas y frías—. Parece que la miseria no te sienta muy bien, ¿no? Deberías acostumbrarte, muy pronto será así por siempre —la gemela soltó una suave risa—. Te lo dije. No me casaré y tú nunca tendrás el dinero de los Choi. Nunca...
—Tú —el hombre había reaccionado dando un salto—. ¡Siempre tú!
E intentó llegar hasta ella, siendo impedido en el acto por Beom Gyu, quién se aseguró de cubrir no sólo a Hyo Ri, sino también a Soo Bin con su cuerpo.
—No —la voz del mayor sonaba diferente a lo habitual. Sonaba dura. Autoritaria—. Nunca más dejaré que vuelvas a tocar a ninguno de mis hermanos.
—¿Es que el mariquita se volvió valiente? —escupió el hombre con rabia a la vez que arrojaba la botella a un lado, esta rebotó en el piso. Tenía razón. Se hallaba vacía—. Desde cuando, ¿eh? ¿Desde que te revuelcas con ese?
Y señaló despectivamente a Tae Hyun, el cual estaba de pie junto a mí, presenciando la escena con el ceño fruncido. Parecía que mi amigo se había dado cuenta de lo mismo que yo por la manera en que sus ojos miraban la botella vacía en el piso. Y por la forma en que después pasó a hacerlo con el viejo supe que también había adivinado la otra cosa y era que el señor Lee estaba ebrio.
—Papá...
El rostro de Beom Gyu había palidecido.
—De nuevo pensaste que no lo sabía, ¿no? ¿Que tan estúpido puedes ser, asqueroso homosexual hijo de...?
No pudo terminar sus horribles palabras. El puño certero de Tae Hyun se había instalado directamente en la mandíbula del hombre, haciéndole caer hacia atrás.
—Joder, ¿era que nadie iba a hacerle callar?
Se acercó a los hermanos, tomando la mano de Beom Gyu con fuerza, aquel acto me bastó para entender la verdad completa, recordando las palabras de mi amigo. Y su error en ellas. Porque él no se estaba enamorando de Beom Gyu, él ya estaba enamorado de Beom Gyu. Y por la forma en que el otro le miraba, entre agradecido y cohibido supe que era correspondido.
—Bien hecho —felicitó Hyo Ri, oculta detrás de Soo Bin, con sus manos en torno a sus hombros —se lo merecía ese bastardo.
Y sin más la gemela se desmayó, estando a punto de llevarse a Soo Bin con ella. Logré frenar la caída de ambos, sujetando a la chica por la cintura. Si bien a Soo Bin parecía serle indiferente haber estado a punto de caer. Tenía sus grandes ojos fijos en Hyo Ri. Y el pánico se dibujaba en ellos. Pánico que me dejó ver cuando me miró.
—Hyo Ri.
La llamó entonces, intentando quitármela, pero Yoon Gi se acercó cojeando.
—Ha perdido mucha sangre —murmuró —debemos llevarla al hospital.
Soo Bin asintió de forma desesperada, continuando con su intento de arrebatarmela de los brazos, pero no le dejé.
—Yo la llevaré.
Fue justo entonces que el señor Lee comenzó a reír abiertamente. Todos los ahí presentes nos volvimos de golpe. Era un sonido de verdad siniestro, de alguna forma me hizo recordar una vieja película de terror que había visto en mi infancia.
—¿Creen que se irán así... como así?
—Claro que nos vamos —replicó Beom Gyu, mirándole de frente, con su mano entrelazada con la de Tae Hyun.
Soo Bin me miró con los ojos brillantes, la desesperación saltando en ellos. El miedo de que algo le ocurriera a su gemela. Y supe que no podía dejar que eso pasara. Si Hyo Ri moría el daño en Soo Bin sería irreparable.
—No perdamos más tiempo —decidí, echando a andar con la gemela entre mis brazos —vámonos de aquí.
Sentí como me seguían, aunque no me volví a comprobarlo. El auto de Tae Hyun era lo suficientemente veloz para llevarla, pero, ¿que tan lejos estaba el hospital de esa casa oculta del mundo?
Observé entonces a Hyo Ri en mis brazos, su cabeza recargada en mí. La sangre resbalando lentamente por su frente pese al trozo de tela que había utilizado para intentar detener la hemorragia. No era médico ni mucho menos, pero fui capaz de darme cuenta que su estado era delicado. Y que además aquello no tenía nada de accidente ni exceso de fuerza. No, era evidente que a la gemela habían intentado matarla. Y, pese a lo horrible que sonaba, no creía que fuese sólo cosa del padre.
La madre lloraba en el jardín por algo, ¿verdad?
—¡Hyo Ri!
Me hizo dar un salto la voz de Huening Kai, el profesor de piano. Su rostro se veía sudoroso y su camiseta estaba desabrochada.
Me detuve frente a él, pese a todo sintiéndome algo irritado, pero el chico sólo soltó unas cuantas palabras antes de quitarme a la chica de mis brazos y largarse corriendo por el pasillo.
—Hay un incendio en el ala sur. Están evacuando la casa.
Bastaron estas palabras para que Beom Gyu se adelantara.
—Mierda.
Y sin más echó a correr detrás de ellos, con Tae Hyun pisándole los talones. Sentí entonces los dedos tibios de Soo Bin rozar mi mano. El miedo en sus ojos seguía ahí, miedo de que todo saliera mal... Pero yo no iba a permitir que eso pasará.
Lo rodeé con mis brazos, siendo consciente del peligro y de que debíamos salir pronto de ahí, pero antes tenía que dejarle muy claro que todo iría bien.
—Yeon Jun.
Le oí susurrar mi nombre, sintiendo una vez más su tibieza y comprendiendo el porque de ella. Era la sangre de su hermana gemela, la misma sangre que corría por sus venas.
—Todo estará bien —repliqué, besando sus labios un segundo.
—Pero...
—Confía en mí, Binnie.
Asintió despacio, rodeando mi cintura con sus brazos. Y noté lo surrealista de todo. Estaba abrazado al hermano gemelo de la que siempre creí sería la mujer de mi vida; y no sólo eso sino que además había descubierto que me había enamorado de él. Y todo ello mientras la casa de su familia se incendiaba.
Fue el recuerdo del peligro tan real en el que nos hallábamos el que me hizo reaccionar, separando a Soo Bin un poco de mi cuerpo.
—Debemos salir de aquí.
Apenas había pronunciado esas palabras cuando la helada voz del señor Lee nos llegó de nuevo.
—Así que... ¿ustedes también?
Tanto Soo Bin como yo nos volvimos. Y, pese a lo poco que conocía a Hyo Ri, no pude evitar imaginar cual sería su respuesta ante esa pregunta, cuestionándome a mi mismo si valdría la pena hacerlo en su lugar.
No hubo la menor oportunidad. No cuando los dos observamos al enloquecido hombre apuntarnos con un arma. Una que nadie sabía poseyera.
Sin perder un segundo cubrí a Soo Bin con mi cuerpo, mirando la expresión ebria y malvada del hombre. Estuve seguro que aún si estuviese sobrio su actuar sería exactamente el mismo.
—Por eso... por eso... —murmuró, su mano temblaba, aunque sin dejar de apuntarnos.
—Baje el arma, señor Lee.
Pedí en voz baja, dando un paso hacia él y sintiendo las manos de Soo Bin aferrarse a mi camisa, frenándome para impedirme seguir avanzando. Aunque yo no pensaba hacerlo, pero tenía que encontrar la forma de frenar esa situación. Tenía que proteger a Soo Bin.
—El honor de mi familia... —murmuró —destruido. Sin dinero, con dos hijos maricas y una hija puta...
—¡Hyo Ro no es ninguna puta! —exclamó Soo Bin, con su cuerpo muy pegado al mío. —¡No hables así de ella!
El viejo levantó el arma un poco más. Y sonrió. Fue aún mas aterrador que la imagen misma del arma. Y supe que no había sido el único en notarlo cuando Soo Bin dio un gritito detrás de mí, sus uñas casi se enterraron en mi piel.
—Debería matarlos a ambos.
Su pulgar se movió directo al gatillo.
El sonido de la detonación casi me ensordece, seguido por los gritos de Soo Bin, su voz llamándome, su llanto suave. ¿Qué pasaba? ¿Me había disparado a mí? ¿O había sido a él? Pero cuando me volví hacía el frente lo ví.
El cuerpo sin vida del señor Lee. A unos pocos metros de nosotros. Y justo detrás de él se encontraba la madre de los gemelos, la señora Lee, sosteniendo entre sus dos manos una escopeta.
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¿Les gustó el capitulo? Este es uno de mis capitulos favoritos porque al fin le dieron un golpe al señor Lee!! 👌🏻
¿Quiéren otro capitulo? 🤔 Si es así, más tarde subiré otro capitulo y de ahí solo quedarían dos más y se terminó la historia. :"(
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