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CONFUSIÓN.

Me pasé el resto del día encerrado en la espaciosa habitación que me habían asignado en aquella enorme casa, tan parecida a un laberinto; estando metido todo el rato entre las sábanas blancas de seda, posiblemente francesa, sin la menor intención de salir a enfrentar la realidad. Esa dura verdad que por más que quisiera no podía apartar de mi cabeza. Y no era sólo por sentirme como un idiota al haber sido incapaz de descubrir la verdad antes, atrapado en un juego de gemelos, sino porque me hallaba preso de la confusión total.

Por un lado estaba Hyo Ri, la verdadera Hyo Ri, mi amor de toda la vida, una chica que parecía ser mucho más brava de lo que había pensado. Y por el otro lado, como si de una moneda se tratase, estaba Soo Bin. El, ahora sabía, dulce y amable gemelo varón.

¿Cómo enfrentar algo así? ¿Cómo decirle a...? ¿Cómo era que yo...?

Pero no tenía idea y no quería pensar en ello. Dolía demasiado.

Así que me encerré, negándome a ver a nadie, incluyendo a mis padres, quiénes estaban preocupados por mí, pero les dije que no debían hacerlo, que "eso" ya se me pasaría. Y tenía que hacerlo. No podía quedarme así por siempre, la boda sería pronto y yo tenía que casarme con Hyo Ri. Pero, ¿realmente tenía que hacerlo?

Pude escuchar como mis invitados se retiraban a sus habitaciones, comentando la cena, el paisaje, el clima y, por supuesto, mi ausencia. Ya sabía que esta no pasaría desapercibida. Aún así Hyo Ri no fue a buscarme ni una sola vez, claro que, ¿por qué lo haría? ¿Que éramos ella y yo realmente? Sólo un par de extraños. En cambio Soo Bin y yo...

Fue poco después de las once cuando unos gritos me hicieron levantar la cabeza de la almohada, mirando desconcertado hacia la puerta. No entendía lo que decían, pero la voz de Tae Hyun era perfectamente reconocible. Y seguida a esta no tardaron en escucharse las puertas de las habitaciones de aquel pasillo al abrirse, los suaves murmullos de mis compañeros.

Dudé un segundo, pero al final me levanté y salí también, siguiendo a la marcha que se dirigía al vestíbulo con curiosidad.

Me topé con Ji Min en el camino.

—¿Sabes qué pasa?

—Ni idea. Pareciera que Tae estuviese cantando.

Chasqueé la boca. Que fastidio con ese tipo. Sólo esperaba que su acto inoportuno no estuviese relacionado con Beom Gyu. Aunque algo me decía que era justamente así.

Llegamos al final del pasillo, justo a la parte que terminaba en el descansillo, aquel que daba directo al vestíbulo. Ahí se encontraba Tae Hyun, como era de esperarse, pero no estaba solo. El señor Lee, Beom Gyu y Soo Bin estaban con él, además de dos hombres que nunca antes había visto, ambos por detrás de los hermanos.

—¿Qué es lo que pasa? —inquirí, obteniendo al momento la atención de todos.

Tae Hyun cortó en seco su monólogo, el cual podría haber pasado por una plática amena con el señor Lee de no ser porque mi amigo hablaba a gritos. No entendía porque, ¿ese imbécil pretendía despertar a toda la casa? Pues lo había logrado.

—El señor Lee necesitaba ayuda con algo —se giró al momento Kang —y ha ido en busca de sus hijos para eso, me ofrecí a ayudar también pero no quiere que le ayude.

—No es necesario —respondió el hombre con una irritación evidente.

—Pero dijo que era importante —insistió Tae Hyun, ganándose otra mirada airada del hombre.

—Ya te ha dicho que no —intervine antes de que el señor Lee respondiese. —Todos deberíamos volver a dormir.

Y entonces noté algo muy curioso. Los dos hombres por detrás de los hermanos retrocedieron lentamente, si bien su cercanía con los dos chicos resultaba algo inquietante.

—Sí. Mañana habrá mucho que hacer —y el dueño de casa se volvió hacia sus hijos—. Descansen por ahora. Mañana hablamos.

Se alejó rumbo a una de las muchas salas. O tal vez a alguna de las dos bibliotecas grandes que había descubierto poseía la propiedad. Mis compañeros cuchichearon un rato más hasta que prácticamente los eché, momento en el cual Tae Hyun llegó al final de las escaleras, colocándose justo enfrente de Beom Gyu.

—¿Estás bien?

Y fue gracias a esto que me di cuenta de otra cosa: Beom Gyu estaba temblando. Mantenía el rostro hacia abajo, pero su cuerpo se estremecía de una forma apenas perceptible.

Negó lentamente con la cabeza, ante lo cual Tae Hyun lo rodeó con sus brazos, atrayéndole hacia él con fuerza. Vi como en un principio el hermano mayor se resistía hasta finalmente rodearle a su vez, ocultando su rostro en el pecho de Kang. Y sin más se puso a llorar, un llanto tan suave que era apenas posible escucharle gracias al silencio que se había apoderado del lugar.

Quedé estático. Jamás habría imaginado ver algo así. El antipático Beom Gyu...

Fue entonces que mis ojos se dirigieron hacia Soo Bin, quién miraba a su hermano, pero sin atreverse a tocarlo.

—Beom Gyu —murmuró.

—Yo me quedaré con él —repuso Tae Hyun con voz suave.

Ví a Soo Bin asentir antes de dirigirse hacia las escaleras, en donde se detuvo, con nuestras miradas encontrándose. Y sentí mi corazón latir con fuerza.

¿Qué había pasado ahí? ¿Por qué Tae Hyun había actuado así? Como si deseara llamar la atención a como diera lugar...

Soo Bin me dedicó un leve movimiento de cabeza y siguió el recorrido. Vacilé, pero al final decidí ir tras él, dispuesto a interrogarle sobre lo ocurrido. No tardé nada en encontrarle. Se había detenido en el pasillo, con el rostro hacia la pared, dándome la espalda. Y cuando me acerqué observé como su cuerpo sufría leves espasmos. Y un llanto igual de suave que el de su hermano parecía salir de él.

Temblaba y lloraba, pero, ¿por qué?

Mi cuerpo reaccionó mucho antes de que mi mente pudiese terminar de procesar la información. Mis brazos en torno al pequeño cuerpo de Soo Bin, sintiendo como se tensaba unos segundos antes de reconocer mi tacto y relajarse, porque ya otras veces lo había tenido entre mis brazos.

Lo estreché con fuerza, pero él no volvió el rostro y yo tampoco le obligué a hacerlo. Sintiendo en cambio cada uno de los temblores asustados de su cuerpo. Sintiendo esa fragilidad que ya antes había notado.

Poco a poco su cuerpo fue relajándose, aún si ninguno de los dos dijo una palabra. Hasta que él mismo se apartó, mirándome con los ojos levemente enrojecidos. Quise decirle algo. Tal vez pedirle que habláramos sobre todo lo que había pasado desde que había llegado a esa casa, pero al final mi voz se perdió entre mi indecisión y mi confusión.

—Lo siento —murmuró Soo Bin y apartó la mirada—. Buenas noches.

Y sin que me animase del todo a detenerle se fue por el pasillo, a paso rápido, aunque sin llegar a correr. Y me vi con el corazón latiendo sin control, con la sensación de tenerlo cerca aún en mis brazos, con su calidez. Pero con todo no me sentía capaz de aceptar la verdad. Porque él... nosotros... éramos hombres.

Esa noche apenas y pude dormir, removiéndome en la cama una y otra vez. Pero no fue sino hasta el amanecer, cuando decidí levantarme y bajar a desayunar que caí en la cuenta de que en toda esa noche sólo había pensado en Soo Bin y ni una sola vez en Hyo Ri, a quién se suponía yo amaba desde la primera vez que la vi, en aquella obra infantil.

Negué internamente, preso de la misma confusión. Tal vez debería quedarme ese día también en cama, evitar a los Lee tanto como pudiese. Pero en cuanto me crucé con Tae Hyun en el pasillo todo eso se me borró de golpe, recordando la "escena nocturna" de mi amigo. Tae Hyun me sonrió de una forma nada natural en él y lo tomé del brazo, arrastrándolo hasta mi habitación.

—Oye, calma. No sabía que también le hacías a los chicos —se burló cuando lo empujé contra la cama—. ¿Hace cuanto que me amas?

—Déjate de tonterías —repliqué con molestia —y hablame de anoche.

—¿Anoche? Ah, te refieres a Beom Gyu y yo, pues me lo llevé a su habitación y...

—No hablo de eso. Sino de lo otro. ¿Por qué estabas gritando?

Tae Hyun dejó de reír, con su expresión volviéndose seria mientras se levantaba.

—Yeon Jun, ¿qué tanto... quieres casarte con Hyo Ri?

Su pregunta me tomó por sorpresa, pues no veía a que venía en todo caso.

—Es... como siempre —balbuceé, porque ni siquiera yo sabía eso.

Tae Hyun se acercó a la ventana, mirando hacia afuera con una mueca de reflexión, como si estuviese pensado muy bien lo que iba a decir.

—Creo que los Lee ocultan algo —lo escuché con atención—. Anoche...

—¿Anoche qué?

—¿Viste a esos hombres detrás de Beom Gyu y Soo Bin?

—Los ví. No tengo idea de quiénes eran. Tal vez invitados de los Lee.

Pero Tae Hyun negó con la cabeza, girándose hacia mí.

—Puedes creer que estoy loco, pero te juro que vi como esos hombres sujetaban a Beom Gyu y a su hermano, los empujaban como si pretendieran obligarlos ir a algún sitio —abrí la boca para decir algo, pero Tae Hyun fue más rápido —y que me encierren si no ví una mirada asesina en el rostro de su padre cuando los interrumpí.

—Tae Hyun...

—Iba a hacer algo, pero los ojos de Beom Gyu estaban fijos en mí. ¿Y sabes lo que ví? Miedo, no, terror. Creo que él pensó lo mismo que yo, que su padre sería capaz de matarme para ocultar lo que fuese que estuviesen haciendo. Así que empecé a hablar a gritos. Si había más gente no sería capaz de hacer nada —mi amigo se mordió el labio inferior —pero Yeon Jun, estoy seguro que el hombre pretendía hacerles daño.

Yo también lo estaba. Había pensado anteriormente que sus hijos eran niños maltratados; y no podía olvidar aquella vez en que le había visto agitar a Hyo Ri, es decir a Soo Bin, con dureza.

—¿Dónde esta Beom Gyu? —hablé entonces, pensando en ir yo mismo a interrogarle.

—No tengo ni idea —y Kang se dejó caer en la cama de nuevo —me quedé anoche con él en su habitación, pero en la mañana ya no estaba —rió de una forma horrible—. ¿Quieres saber otra cosa? Quería golpear al viejo, pero los ojos de Beom Gyu me lo impidieron —mi amigo tomó una almohada y se cubrió el rostro, como si estuviese avergonzado—. Creo que me estoy enamorando de él.

No supe que decir ante su confesión tan repentina. Porque a esas alturas ya no sabía que era eso de "enamorarse". Había creído estarlo de Hyo Ri, pero ahora... tenía mis dudas.

—Tae Hyun —susurré —yo te creo.

Y me marché, dejándole solo para que pensara muy bien las cosas. Para que considerara si eso que sentía era amor o simple atracción.

Busqué a Beom Gyu por la casa, pero no le hallé. Y pronto caí en la cuenta de que tampoco veía a Soo Bin ni a Hyo Ri por ningún lado. Y tampoco a su primo Yoon Gi.

Recordé las palabras del señor Lee asegurando que hablarían al día siguiente me hicieron sufrir un espasmo, sintiendo como mi pulso se aceleraba.

Corrí entonces a la sala, dónde la señora Lee se exhibía como una brillante ama de casa.

—Señora Lee, ¿ha visto a Hyo Ri?

Su deslumbrante sonrisa vaciló un segundo.

—Se encuentra en su habitación —dijo al fin —pero no se siente bien y sería preferible que no la molestasen por un rato.

Pero era evidente que mentía. Aún así fui capaz de esbozar un amplia sonrisa y asegurarle que no lo haría, que la dejaría tranquila, recibiendo una encantadora sonrisa por respuesta. Abandoné la sala entonces, dirigiéndome a la habitación de mi prometida. Nunca había ido ahí antes, pero sabía exactamente donde estaba.

No me sorprendió hallar la puerta cerrada. Golpeé esta con los nudillos.

—¿Quién es? —saltó al momento la voz de Hyo Ri.

—Soy Yeon Jun. ¿Me permites entrar?

—No.

La respuesta fue fría y tajante, pero antes de animarme a responder escuché otra voz, igual de suave, aunque con una entonación diferente.

—Dejalo entrar.

Soo Bin. Estaba ahí con ella. Y la sola idea de verlo hizo latir a mi corazón, provocando que las palmas de mis manos se humedecieran y me sintiera a punto de escapar. Cosa que no hice, no cuando Hyo Ri abrió la puerta y nos encontramos cara a cara, dándome cuenta de que ella todavía me gustaba un poco, pero bastandome una mirada al interior de su habitación, dónde se hallaban Beom Gyu y Soo Bin, para saber que el gemelo varón me gustaba mucho más.

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¡¡Al fin aceptó que le gusta Soobin!! ¿Les gustaron los capitulos?

En mi país es día de muertos, no sé en los suyos pero para cuando sea en su país, espero tengan un lindo día para que visiten a sus seres queridos que están en el más allá. ❤  En el transcurso del día actualizaré las otras historias. 💖

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