–¡YoonJi! ¡No dejes encerrado a YoonGi con el cesto de ropa!– regaño la madre de los pequeños

Ambos bebés tenían un año y medio de nacidos y a pesar de que compartieron utero en algun momento eran completamente diferentes

YoonJi

La gemela mayor era inquieta, curiosa y algo malévola

Le gustaba tomar los muñecos de superhéroes de su hermano mayor GeumJae, solía ser ruidosa al llorar y se enojaba cuando su madre le ponía moños o vestidos muy femeninos

Le gustaba quitarse los zapatos y esconderse bajo el escritorio en el despacho de su padre

Por otro lado estaba...

YoonGi

A diferencia de su hermana, YoonGi era muy calmado, dormía la mayoría del tiempo, se la pasaba jugando son sus peluches en silencio, si lo dejaban en el sillón de ahí no se movía

Le gustaba dormir en el regazo de su hermano

Lloraba solo cuando tenía hambre o se había hecho popo en el pañal

Para ser un bebé era muy aseado

En una ocasión su madre creyó que estaba muerto ya que se había quedado dormido debajo de la mesa

Pero independientemente de todo, la casa Min era un núcleo familiar lleno de amor y cariño

A YoonJi le gustaba mucho jugar con YoonGi, a veces ni siquiera dejaba que GeumJae se le acercara porque no quería que se lo llevara lejos

YoonJi rápidamente aprendió a tambalearse usando sólo sus piernas y gracias a eso, lograba llegar a la cuna de YoonGi y dormían juntos

YoonJi y YoonGi eran inseparables