15
Una semana había transcurrido desde aquel incidente, los detectives se marcharon cuando interrogaron a las personas con mayor relación a Mackenzie, aún no se sabe quién puede ser el asesino, no hay huellas en el cuerpo, ni cabello, ni sangre entre sus uñas como un intento en defenderse de su agresor, nada, es como si el cuerpo hubiera muerto por causa natural y de la nada cayó, porque ni en la soga habían huellas, todo estaba muy bien calculado, pues el asesino era demasiado inteligente.
No pudieron faltar los volantes con una foto del rostro de Mackenzie, buscando pistas de los posibles incriminados, sus padres peleaban por encontrarlo, pero ambos sabemos que jamás tendrán éxito y darán por cerrado el caso.
Arleth aún estaba acostumbrándose en guardar el secreto, ya no la habían vuelto a interrogar, sus nervios permanecían tranquilos, actuaba con total naturalidad que hasta ella misma se asombraba.
El rostro de Charlotte lucía un muy bonito maquillaje, el cuál resaltaba mucho sus ojos en color avellana, sus pómulos en tono coral provocaban un brillo especial en ella, solo le hacía falta el labial en tono vino para complementar su look, cuando Arleth llegó tarareando una canción, chilló cuando vio todo aquel cosmético sobre el comedor, se acercó velozmente hacia su madre, tocando sus sombras con uno de sus dedos.
—Que bello mami —sonrió al ver el rostro de su madre, se veía muy bonita con aquella sombra en tonos oscuros sobre sus párpados —.¿Saldrás algún lado?
—Tu padre y yo iremos a una cena por parte de su trabajo, es el aniversario de la empresa, y ya sabes cómo es el festín —Charlotte limpiaba los excesos de labial por fuera de su labio inferior.
—¿Nosotras también iremos? —Arleth preguntó emocionada.
—No, ¿recuerdas lo que pasó la última vez? —Charlotte depositó el espejo que usaba sobre la mesa.
—Sí, papá se emborrachó hasta no poder ponerse de pie.
—¡Arleth! —Charlotte se puso colorada de las mejillas, más de lo que el maquillaje había hecho —.Cuando corriste por el pasillo y te echaste todo el ponche encima, la vergüenza que tuvimos que pasar, porque no solo te caíste tú, sino que te llevaste de corbata a la esposa del dueño de la empresa.
—Pero papá se tambaleaba y contaba chistes sin sentido —murmuró ella, se cruzó de brazos haciendo un tierno puchero.
—Aún así no irás, te quedarás a cuidar a tu hermano, si se despierta solo ponle un poco de leche en su vaso favorito y volverá a caer dormido.
Arleth asintió no muy conforme con la decisión tomada por Charlotte.
—¿Nos quedaremos solos? —su madre se puso de pie, colocándose los zapatos de tacón en color plata.
—Si, no tardaremos mucho, tal vez nos quedaremos solo un par de horas, tu solo duerme, o puedes ver la tele, pero no te desveles, pues mañana tienes que ir a clases.
—Bien.
—Te veo más tarde, cuida a tu hermano —Charlotte le dio un pequeño beso en la frente, su esposo bajó por las escaleras, también despidiéndose de su hija.
Arleth sonrió cuando escuchó que el auto arrancó, tomó el maquillaje de su madre y el espejo redondo, se sentó en la silla que antes ocupaba Charlotte, tomó una sombra en color morado de la paleta de sombras, la puso sobre su párpado, sonrió cuando su ojo quedó maquillado, procedió a hacer lo mismo con el otro, no quedó de lo mejor pues uno tenía más pigmentación que el otro, tomó la brocha redonda, golpeándola contra el rubor, se la llevó al rostro, intentando darles un poco-demasiado de color a sus mejillas.
Elisa bajó las escaleras, se rió cuando la vio maquillándose los labios, Arleth la miró mal.
—¿Y ahora tú qué haces? —Elisa le arrebató el labial, inspeccionándolo para después arrojarlo a la mesa.
—¡Oye! —Arleth protestó —.Estoy poniéndome bonita, como lo hace Charlotte, ¿crees que así le guste a Damián?
—Yo creo que saldrá corriendo —Elisa se burló. Arleth lucía a punto de llorar, a lo que su hermana solo bufó —.Tú no necesitas de todo esto, así eres bonita.
—Pero es que Taissa así se maquilla, como mamá, y a Damián le gusta.
—¿Quién te dijo que le gustaba?.
—Los vi Elisa, vi como ambos andaban de acaramelados, tanto que hasta asco me dio —Arleth se talló los labios con la palma de su mano quitándose el labial.
—Número uno, deja de acercarte a él, ya te dije que yo lo vi primero, por lo tanto es mío y número dos, pronto me encargaré de Taissa.
—Pero, hermanita, también me gusta —protestó su gemela, tallándose los ojos con los dedos.
—Y yo te digo que te alejes de él.
—¿Y cuándo es pronto? —Elisa se cruzó de brazos molesta, odiaba cuando su hermana se entrometía en sus asuntos.
—Eso no te compete —Arlth gruñó enfadada.
—A veces cómo te detesto.
Salió corriendo hacia su habitación, azotando la puerta de esta misma, Elisa solo rodó los ojos, ante el comportamiento de su hermana.
Después de cinco minutos entró a su habitación, en ese lapso de tiempo (en lo que a su hermana se le bajaba el enojo) meditó sobre lo que haría en contra de Taissa, tal vez le haría una travesura, o incluso podría aventarle un poco de ácido a su rostro para que se le deformara y así ya no fuera bonita.
—Y ahora, ¿qué estás haciendo? —Elisa preguntó cuando observó a su hermana mirándose el cuerpo de diferentes ángulos.
—¿Por qué aún tengo cuerpo de niña? —Arleth preguntó, desasiéndose de su listón y arrojándolo hacia el tocador.
—¿Será porque aún eres una niña? —Elisa se adentró, caminando hacia su cama, tomó la colcha de color morado, preparando su cama para dormir.
—Pero, ya no quiero ser una —Arleth se quitó rápidamente su vestido, arrojándolo contra la pared.
Elisa la miró con el ceño fruncido, todo esto es por culpa de Taissa, maldita desgraciada, miró a su hermana que sacaba todos sus vestidos y los arrojaba al suelo, bien, esto ya no era del todo normal.
—Arleth, ¿qué haces? —corrió hacia ella, la sujetó por los hombros, deteniendo aquella azaña.
—¿Por qué yo no puedo ser cómo ella?, hermanita —se abrazó a ella, llorando y temblando —.No sabes como la detesto.
Se separó, sorbió su nariz para después murmurar.
—Mátala
Tengo pensado en hacer un maratón, pero no sé si lo subiría al finalizar esta semana, tal vez la próxima o el mes que viene, ya ni se sabe conmigo.
Tengo sueño, bye
–Jocelyn 🤣✌🏻
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