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Dedicado para:
@Yamilex3223
Aquí uno dando señales de vida, casual, espero no se hayan olvidado de que va la historia xd.
Disfruten la lectura.
—Hay Dios, hay Dios, hay Dios —Arleth no paraba de repetir aquellas palabras mientras caminaba en círculos, ya comenzaba a entrar en un ataque de pánico.
—¿Puedes parar? —Elisa vociferó masajeándose las sienes.
—Pero...¿estás consciente de la gravedad del problema? —su hermanita se paró en seco, enfrentándola con el ceño fruncido —.Acabas de asesinar a Mackenzie.
—No es tan grave —se encogió de hombros.
—¡¿Qué no es tan grave?! —Arleth se llevó su mano temblorosa a la boca mordiendo un poco sus uñas.
—Relájate, nadie sabrá que fuimos nosotras —Elisa sonrió con sorna —.Fue divertido, debiste de a ver visto su cara de pánico, no podía parar de reírme.
La pequeña soltó unas carcajadas, llevándose el brazo a su estómago y dejándose caer en su propia cama.
Y claro, como no olvidar el espantoso suceso, pues después de que el cuerpo de la joven cayera muerto, todos los alumnos salieron corriendo, un maestro llamó a la policía con desesperación mientras los demás profesores auxiliaban a la directora inconsciente.
Arleth aún recuerda esa espantosa sensación al ver a Mack colgada, sin ningún signo de vida, al rostro de Dalila sonriente pues la joven había ayudado en aquel suceso y ni de hablar de las mejores amigas de Mackenzie, que lloraban y no dejaban de temblar. Charlotte llegó a los minutos que comenzaron a llamar a los padres de los alumnos, asustada, abrazando a Arleth.
—Solo gritaba, ¡no, Arleth, por favor, perdóname, no me hagas daño! —Elisa volvió a soltar otra carcajada —.Ella creía que yo era tú.
—¿Nunca le dijiste que eras tú? —Elisa se sentó, dejando de reír para enseguida negar con la cabeza—.¿Por qué?
—Ella te hizo daño, era justo que ella creyera que eras tú.
—Pero, ¿por qué Dalila se involucró? —Arleth frunció los labios.
—Ella es experta en esto, así que fue de gran ayuda.
***
A los tres días después de lo sucedido las clases tomaron su curso normal, los detectives transitaban entre los pasillos, observando con detenimiento a todos los alumnos, buscando pistas que los llevara a un sospechoso, Arleth se encontraba en la cafetería, observando a los detectives con atención, sentada junto con Clarissa, la nombrada comía muy gustosa su sándwich.
—Arleth, cálmate, si sigues observándolos con atención y nerviosismo pensaran que eres una sospechosa —Clary dio un enorme mordisco a su emparedado. Los señores se marcharon hacia la oficina de la directora del plantel.
—¿Cómo puedes estar tan tranquila? —la castaña la observó, Clary se encogió de hombros.
—Ella se lo buscó, o ¿me equivoco?
Arleth iba a contestar, pero la mano de la directora posada en su hombro la interrumpió, se giró hacia la mujer.
—Arleth, los detectives quieren hablar contigo —la nombrada asintió con la cabeza, los nervios se hicieron presente de nuevo en su sistema. Le dijo a su amiga que volvía pronto, esta asintió, se puso en pie, siguiendo por un costado a la directora.
Al llegar a la dirección, la puerta se abrió saliendo una de las mejores amigas de Mackenzie, era Tamara, la rubia, le dio una mirada de soslayo, rozando hombro contra hombro. La pequeña castaña se adentró a la oficina encontrándose con dos detectives, uno sentado en la silla habitual de la superior y otro de pie a su costado, caminó a pasos lentos hacia ellos, uno de los detectives le señaló la silla de enfrente, indicándole con un gesto que tomara asiento, dio un pequeño salto cuando la directora cerró la puerta.
—Hola Arleth —saludó el detective más grande edad, su rostro adornaba una corta barba de candado, su pelo lucia bien arreglado —.Ya sabes por qué estamos aquí.
Ella tragó duro, asintiendo con la cabeza en silencio.
—Verás él es el oficial Lee —señalo al hombre de atrás como de unos 35 años, con rasgos asiáticos -.Yo soy Walker, somos agentes del FBI, estamos recolectando evidencia para encontrar al asesino de la señorita Mackenzie Allen, te haremos unas cuantas preguntas, no tienes porque estar nerviosa, debes de contestarnos con la verdad, ¿de acuerdo?.
—Está bien —Arleth les mostró una pequeña sonrisa.
—Excelente, verás —el oficial Walker sacó una grabadora de su bolsillo, colocándola encima de la mesa —.Esta pequeña grabadora estará encendida en el transcurso del interrogatorio, es para no perder ningún detalle, ¿tienes algún problema con ello?
—No.
—Entonces, comencemos —le mostró una sonrisa sincera, para que ella no se asustara y confié en él —.¿Mackenzie era tu compañera?
—Si.
—¿Convivías con ella?, ¿te llevabas bien con ella? —el oficial Walker se recargó en el asiento, llevándose su mano hacia su boca, acariciando su labio inferior con sus dedos.
Arleth mantenía la mirada sobre la mesa, analizando su respuesta, si decía que no, tal vez los detectives comenzarían hacer preguntas del por qué, después llegarían a la conclusión que ella sería una sospechosa debido a la mala relación entre ellas.
—No, pero tampoco no nos llevábamos mal entre nosotras —Arleth levantó la mirada, sonriéndole con inocencia.
—¿Conoces a alguien que tuviera problemas con Mackenzie?, no lo sé ¿un compañero del colegio, un amigo tuyo?.
De repente le llegó a la mente la imagen de Dalila, sonriendo con sorna hacia el cuerpo de Mackenzie, ella solo lo hizo por ayudar a su hermana, no porque tuviera problemas con Mackenzie, pues la joven era casi cuatro años más grande que las gemelas y Mack entonces no tendría porque haber tenido un conflicto, o bueno eso creía ella.
—No —negó con la cabeza.
—¿Viste algo sospechoso antes de que todo el plantel se reuniera en las canchas? —él oficial Lee se mantenía al margen, observando con detenimiento a Arleth.
Se mantuvo pensativa unos cuantos segundos —Si, ella pidió permiso para ir al baño unos 10 o 15 minutos antes de que la asamblea comenzara, pensé que estaría ahí, pero no la encontré —el oficial asintió —.Y a todo esto, ¿yo que tengo que ver con ella?, digo, yo no conversaba con ella, no puedo serles de mucha ayuda.
—Arleth, aquí todos son sospechosos, además la señorita Tamara mencionó algo sobre ti y la víctima, algo como que no se llevaban del todo bien.
Maldita, pensó.
—Entonces en ese caso, ella se equivoca, las que no tenían buena relación eran ellas.
—¿A qué te refieres? —Walker juntó sus manos sobre la mesa, interesándose más en lo que decía la chiquilla.
—Bueno, se supone que eran las mejore amigas, pero entre ellas eran hipócritas, Mackenzie las maltrataba, las humillaba, digo, cualquiera que recibiera esos tratos en su sano juicio atentaría contra su vida —Arleth le brindó una sonrisa tierna.
Rayos ¿de dónde había salido toda esa valentía para mentir tan descaradamente?, aunque en cierta parte tenía razón.
—Pero Tamara dijo que se querían como hermanas —el oficial se rascó su barba pensativo.
—Cualquiera puede mentir al verse enrollado en una situación como esta, sabe, debería de interrogar también a Chelsie, la otra mejor amiga —Arleth hizo comillas con los dedos en la frase mejor amiga.
—Si, debería —pensó unos cuantos segundos en las palabras de la chiquilla —.Gracias por tu aportación, puedes irte Arleth.
—No hay de que detectives —la niña se levantó de su asiento, planchándose el vestido de la parte de atrás, les brindó una última sonrisa antes de irse.
—¿Usted cree en sus palabras? —el detective Lee se le acercó una vez que Arleth hubo abandonado la sala.
—Se ve que dice la verdad.
—Pues, yo no me confiaría mucho, digo, al principio se notó algo nerviosa, pero en el momento que le dijo sobre lo que la otra niña había dicho, su semblante cambió, como en un flash volviéndose un poco fría, eliminando por completo su nerviosismo
—No lo sé, en cierta parte no creo que ella haya hecho algo como eso, pero aún así no hay que descartarla.
Arleth salió corriendo hacia el baño, respirando agitadamente, empapó un poco sus manos, para después llevarlas a su rostro, aún podía sentir su corazón acelerado y esa sensación de adrenalina correr por sus venas. Se miró al espejo, soltó un sollozo al ver la gravedad del asunto, no sabría con cierta medida si podría seguir con su mentira, por el momento puede que los detectives se la creyeron, pero aún así, puede que sigan insistiendo y ella ya no podría más, no le agradaban las mentiras, pero tampoco quiere que su hermana vaya a una correccional.
Elisa se posó a sus espaldas observándola con detenimiento, su gemela se giró lanzándose a ella, abrazándola, comenzando a llorar.
—Hey, ¿qué ocurre? —la rodeó con sus brazos.
—Yo, me interrogaron Elisa —sorbió su nariz, la nombrada se separó tomándola por los hombros escrutándola con la mirada.
—¿Dijiste la verdad? —Arleth negó con la cabeza, secando sus lágrimas con el dorso de su mano.
—No, tuve que mentir —Elisa soltó todo el aire retenido por sus pulmones.
—Eso está bien —le mostró una pequeña sonrisa.
—No, sabes que odio las mentiras, todo se complicó cuando Tamara dijo que Mackenzie y yo nos llevábamos mal.
—¿Qué ella dijo, qué?
—Si, Tamara les platicó que Mack me maltrataba, los oficiales lo tomaron a eso como una hipótesis de una venganza por parte mía. Les dije que eso no era cierto, que nosotras ni nos hablábamos, que ellas eran las hipócritas, que la pelirroja las maltrataba y que cualquiera que recibiera esos tratos desearían matarla.
—Pero si no mentiste hermanita, la mataste porque ella te maltrataba.
—Pero yo no lo hice.
—Shh, es como si tú lo hubieras hecho, solo que ahora les volteaste la tortilla.
No, ella no lo hizo, no es una asesina, todo esto es culpa de su hermana.
Elisa la volvió a abrazar —Además no debes por qué preocuparte, si no quedaron huellas, fue un trabajo bastante limpio a decir verdad.
—¿Segura? —Elisa se separó indignada.
—¿Me crees tan tonta para cometer semejante error? —Arleth negó con la cabeza —.Ahora debo de pensar en una manera de deshacerme de Tamara.
—No, Elisa, ya no lo hagas, eso no está bien.
—Ella quiso incriminarte, ahora tiene que pagar.
—No, si lo haces, ahora si los detectives sospecharan de nosotras, porque que coincidencia que después desaparece la mejor amiga cuando yo dije todo eso.
—Tienes razón, bueno, entonces todo a su tiempo.
La campana sonó anunciando el cambio de clase, Arleth ya había perdido parte de su descanso, después perdió todo una clase, ya no quería seguir faltando.
—Debo irme Elisa —su hermanita se volvió a mojar la cara intentando eliminar cualquier rastro de lagrimas y ojos rojos —.Te veo en la salida.
Arleth salió del baño dejando a Elisa sola.
Ella caminaba entre los pasillos, apresurándose para tomar su clase, cuando divisó a Damián besándose con Taissa, metiéndole las manos por debajo de la camiseta, acariciándole el abdomen, sintió su sangre hervir ante tal escena, la del pelo teñido soltaba risas por las cosquillas que le provocaba su amigo en el estómago.
Pero su campo de visión se vio tapado por la cantidad de alumnos de grados superiores saliendo de sus aulas, Arleth apretó sus manos en puños.
Elisa tenía que hacer algo y pronto.
Hay como amo a mis niñas. 💚
Cualquier error ortográfico, será editado después.
Tengo mucho sueño, y mañana tengo colegio :'v, bye.
Nos leemos pronto.
–Jocelyn 🤣✌🏻
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