III
Todos estaban ante el cuarto de la mujer mas vil del planeta, yui fue la primera en abrir la puerta, al entrar ella se dirigió al cuadro y lo miro.
-es ese -susurro mirando el cuadro, los demas hermanos se quedaron en silencio y yui los miro para luego quedar sorprendida.
Los ojos de todos ellos reflejaba tristeza, menos reiji que lo sabia disimular, no se llevaba bien con su hermana pero tenían una leve relación, el que mas mostraba dolor era shu. El cual camino hacia el cuadro y con cuidado toco el rostro de su gemela.
-cómo no pudimos verlo antes? -pregunto subaru mirando a reiji, el cual agarro la tela bordo del suelo.
-Tiene un leve poder demoníaco, al parecer esa mujer puso un hechizo sobre la tela que provocaba que ninguno de nosotros pudiera ver el cuadro -comento al sentir el leve poder en la tela.
-esa maldita -susurro ayato con odio.
Aun asi los 5, menos shu que seguía mirando el cuadro con nostalgia, miraron a la humana con seriedad, estaba mas que claro que ella tenia algo que ver con cordelia.
Desde hace días su sangre estaba mas dulce y richter estaba rondando por la mansión asi que lo mas seguro es que tenia que ver con cordelia.
-h-hay una caja detrás del cuadro -contó con nerviosismo, shu saco el cuadro con cuidado y los demas vieron la caja verde con curiosidad.
-asi que ya estuviste aquí -miro fríamente el segundo hermano a la oji rosa que se encogió de miedo.
-tch, es el diario enfermizo de esa mujer -refunfuño ayato al leer algunas paginas del libro, de seguro hablaba de todo lo que hizo y todo el "amor" que le tenia a alice.
Esa mujer era un enferma.
Todos ellos se daban cuenta del "amor" enfermizo que tenia cordelia por alice, desde niños lo supieron y les desagradaba.
-hay algo mas -comento el "tercer" hermano mirando el agujero, metió su mano y presiono un botón que estaba oculto en la esquina del agujero, al alejar su mano todos escucharon como algo se abrió tras la puerta y esa pared se hizo hacia un costado dándole paso a todos ellos a una habitacion oscura.
Con cautela entraron y kanato toco un interruptor, al encender las luces vieron con sorpresa la habitacion si ventanas y los miles de cuadros que había en ese lugar, era como una sala de pinturas, pero de pinturas de alice.
Cada una de ellas reflejaba la belleza de la princesa.
-entonces ese cuadro lo hizo esa mujer -comento kanato mirando el cuadro en manos de shu.
-esa mujer si que estaba verdaderamente enferma -chasqueo la lengua subaru pero su mirada era nostálgica.
-ahora que recuerdo -susurro kanato llamando la atencion de los demas, éste se acerco a uno de los cuadros que reflejaba a alice.
Una alice pequeña de 8 años, con un hermoso vestido blanco, su cabello largo y suelto con un lirio a un lado, su sonrisa brillante y mirando el cielo con alegría.
-cuando esa mujer pidio ayuda a laito murmuro algo asi como.....debo encontrar a mi tesoro -dijo con un aura sombría y dejando sorprendidos a los hermanos.
Yui se estremeció ante sus palabras, eran seres que asesinaron a sus madres.
-pero alice chan...bueno......eso -dijo incomodo laito- fue antes de que esa mujer muriera -comento confuso.
-ella esta viva -dijo shu rápido y mirando a sus hermanos, los cuales se miraron entre todos y la duda surgió en sus mentes.
Era posible que su hermana este viva?.
Si era asi, en dónde estaba?.
La tierra estaba destruida, los edificios a punto de caer, muros cubriendo el único lugar que no estaba destruido, afuera de los muros personas vestidas de negro vigilando el perímetro con cautela, dentro de los muros a lo lejos se veian mansiones y edificios al estilo antiguo, un poco mas lejos se veía una academia junto a los dormitorios de los estudiantes.
Era el territorio de los soldados del ejercito demoníaco imperial japonés.
Por unos pasillos se escuchaba el sonido de unos tacos resonar, botas negras con tacos estaban ante la vista, su caminar era elegante y tranquilo.
-vamos yuu kun debes estar feliz ahora somos parte del ejercito -se escucho al voz alegre y suave de un chico.
-es cierto, conseguiste lo que querías -apoyo una fémina con voz divertida.
-tch, cállense!, shinoa dime dónde esta guren, debo de ser mas fuerte! -exigió una voz arrogante.
La persona suspiro y abrió la puerta de golpe llamando la atencion de los tres en la enfermería.
-quién es? -susurro el joven de 16 años de cabello marrón, ojos verdes y aura inocente; yoichi saotome, la joven shinoa hiragi sonrio no con diversión sino con alegría de ver a esa persona, esa mujer.
-siempre dando problemas, yuu -reprocho la mujer entrando a la habitacion y cerrando la puerta tras si, camino hasta el nombrado, yuichiro hyakuya. El cual miro para otro lado apenado.
-tch.....sabes que quiero ser mas fuerte -susurro sonrojado.
-bueno nosotros nos vamos!, luego nos vemos yuu, sensei -dijo shinoa agarrando del brazo a yoichi y saliendo los dos de allí.
-quién es ella?- volvió a preguntar el peli marrón con curiosidad mientras veía por ultima vez a la mujer.
-es una de las mejores maestras, una de las segundas teniente del ejercito, mi antigua maestra y......uff -suspiro cansada mientras los dos caminaban fuera del hospital.
-y? -miro curioso a su nueva amiga.
-y mi futura hermana, futura esposa de uno de mis hermanos, Alice Hyakuya -finalizo yéndose hacia su hogar y dejando sorprendido a yoichi.
-a-alice hyakuya?! -exclamo en shok, la mejor soldado élite, el famoso rayo azul, estuvo frente a él- hyakuya?, acaso es familiar de yuu kun -susurro curiosos, pero ellos dos no se parecían en nada.
Qué era alice de yuu?.
.
.
.
.
.
-cuántas veces te he dicho que no hagas las cosas solo? -golpeo su frente suavemente la bella rubia, tenia su traje azul casi negro con verde, su traje hacia lucir su cuerpo esbelto y hermoso, a pesar de los años su belleza no se destruía. Ella prefería usar pantalones en vez de una falda igual que su amiga mito.
-ya lose, el baka de guren me envió a la academia por ese motivo, aunque ahora logre entrar al ejercito! -dijo alegre y sonriendo a la bella rubia frente a sus ojos, la cual suspiro preocupada sentándose a su lado y acaricio su cabello.
Él sonrio ante su caricia y la observo, el viento de la ventana hizo bailar el cabello largo y atado a una coleta de la bella rubia ante sus ojos que aparentaba 19 años o menos.
-lamento haberte preocupado alice -susurro.
-estamos solos -susurro sonriendo suavemente, él sonrio y cerro sus ojos mostrando sus dientes.
-me da gusto volver a verte ka san! .-
Sí, yuichiro hyakuya era hijo de alice hyakuya, mejor dicho alice sakamaki.
See you....
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro