~Hace 520 años.~

En una mansión antigua, estaba un hombre albino en uno de los grandes pasillos del lugar, su ropa era elegante, un traje negro con zapatos del mismo color y una capa colgando sus hombros, su largo cabello albino con puntas rosas estaba suelto, sus ojos eran rojos casi fucsias, tenia un porte tranquilo y amable, ante la vista de muchos, pero era una persona con un pasado oscuro que planeaba todo a corde a su conveniencia. Sin importarle los sentimientos de los demas.

-karlheinz sama -escucho a la sirvienta de la mansión llamarle, el hombre la miro de reojo y ella hizo una reverencia- beatrix sama, tuvo gemelos, felicidades señor -felicito la mujer, él solo sonrio mostrando sus colmillos y desapareció de allí con elegancia.

Apareció en el cuarto bordo de su segunda esposa, beatrix shindou ahora beatrix sakamaki. Ella quedo al cuidado de su tío hace años cuando sus padres murieron a manos de cazadores, cuando asistieron a un baile ella se encontró con el rey y él se intereso en ella al momento de saber sobre sus orígenes.

Su madre; mitad humana mitad vampiro. Su padre; un demonio completo. Y ella; una vampiresa noble, ante sus orígenes sus hijos de seguro heredarían sangre demoníaca y humana.

Luego de 1 mes de casados, ella se entero que estaba embarazada.

El albino miro a su segunda esposa, su vestido rojo con bordo y su cabello recogido, no demostraba haber estado en un parto solo estaba tranquila y seria mirando con suavidad a los pequeños ante ella, los cuales estaban durmiendo en una cuna los dos juntos.

-beatrix -la llamo con una sonrisa gatuna, ella lo miro con su característica seriedad y él se acerco a ella- felicidades -dijo observando a sus hijos, ella sonrio levemente y asintió.

-es el mayor -dijo mirando al pequeño rubio del lado derecho, el albino sonrio aun mas y lo tomo en brazos mientras ella tomaba en brazos al bebé del lado izquierdo.

-asi que dos niños -comento mirando al bebé en brazos de beatrix.

-en realidad....-ella empezó a hablar mientras miraba al bebé en sus brazos- es una niña -susurro con una sonrisa libre mirando con amor a su hija.

El albino abrió sus ojos en shok y luego sonrio rapidamente, observo a su hijo y luego a su hija, sin embargo ante la sabana celeste elevo una ceja curioso.

A las niñas no se le ponía ropa rosa?.

-cuando la sirvienta la envolvió en el color rosa, ella comenzó a llorar asi que le puse el mismo color que su hermano y se tranquilizo -contó al entender la curiosidad de su esposo.

-mmm que interesante -murmuro viendo a su hija.

Desde bebé demostrando lo que le desagradaba, que princesa tan interesante.

-el mayor sera shu -lo nombro mientras los dos esposos cambiaban de bebés y el albino pincho suavemente con su dedo la mejilla de su hija- ella sera.....alice -susurro a curiosidad de su esposa.

Shu: deriva de una voz egipcia que significa "aire". Según la mitología egipcia, Shu es una deidad cósmica la cual personifica el aire atmosférico y la luz.

Alice: hace referencia a una ninfa (Divinidad menor de la mitología grecolatina que habitaba en las fuentes, los bosques, las montañas o los ríos) espléndida por su pureza y sinceridad.

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Los meses pasaron y karlheinz iba a visitar a sus primogénitos cada 4 días, casi siempre estaba con alice, la cual era tranquila igual que su hermano. Hasta que un día la primer esposa del rey llego a la mansión, la mujer rubia sabia sobre ella, pero al parecer cordelia no sabia la verdad.

La bella mujer oji verde sonrio amable a la rubia que le devolvio la sonrisa, pero mas leve, luego la vampiresa observo a los dos pequeño en la cuna al lado de la mujer rubia, se arrimo a verlos y sonrio con falsedad.

A ella no le gustaban los niños pero si era conocida de su amado esposo debía de ser amable.

-cómo se llaman? -pregunto sin interés a la mujer rubia que al mirar a los gemelos sonrio de verdad.

-el mayor, shu y la menor, alice -contesto viendo a los gemelos que dormían plácidamente.

-que lindos -susurro diciendo al verdad, esos mocosos eran lindos.

El albino que observo todo con una sonrisa divertida, se acerco a su primer esposa y poso su mano en el hombro de la oji verde para llamar su atencion, cordelia lo miro curiosa y él se acerco a beatrix.

-cordelia, ella es mi segunda esposa beatrix sakamaki y ellos son mis hijos, mis primogénitos -los presento a los tres a shok de cordelia.

-qué? -logro susurrar aun en shok, luego observo con odio a la mujer rubia que la miraba serena- "solo se quería burlar de mi" -fue el pensamiento absurdo de la mujer- karl, soy tu esposa, si esperabas podría haberte dado hijos, acaso no soy suficiente?! -grito con enojo.

Mmmm!

Se escucho el quejido de uno de los bebés, los tres miraron a los gemelos y el mayor fue quien se quejo, tenia pequeñas lagrimas en sus ojos y la segunda estaba haciendo un puchero a punto de llorar al sentir a su gemelo molesto.

Heinz frunció el ceño al ver las lagrimas próximas de su hija y dejo fluir su aura haciendo que cordelia se encoja de miedo.

-cordelia, no puedo esperar para tener hijos, un rey debe de tener mas de una esposa y lo sabes, todo sea para que las generaciones futuras sean fuertes e invencibles, no tienes derecho de reclamar nada -dijo con sus ojos brillando color rojo, ella solo bajo la cabeza y luego miro de reojo con odio a los gemelos.

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El tiempo volvió a pasar y beatrix tuvo a su tercer hijo; reiji (niño cortés). Luego cordelia tuvo trillizos, laito (luz), kanato (gobernante) y ayato (ser alegre y orgulloso). Por interés de cordelia, al ver que los ojos de ayato tenían esa mirada rebelde como ella decidió que él seria el mayor y el próximo rey. Finalmente el albino se volvió a casar con un pariente lejano a corde a sus planes de tener un hijo proveniente de un incesto, su tercer esposa; christa, el ultimo hermano; subaru (estrella nocturna).

Todos ellos nacieron a corde a los planes de su padre.

Cuando hubo una reunión entre las 3 esposas, menos sus hijos que quedaron en la mansión de cada una de ellas, al momento en que el rey y la segunda esposa quedaron solos, el albino le dijo a la rubia que su hija seria la próxima reina de los vampiros y que se casaría con el próximo heredero al trono.

Esa charla fue escuchada por cordelia, que allí ideo un plan, casar a su tercer hijo con la hija de su amado.

En esa reunión christa se dio cuenta que solo fue utilizada para los planes del rey y que él no la amaba, en ese momento, solo por dependencia de su incestuoso amor por su primo, cayo en la locura y subaru quedo a cuidado de las sirvientas. Ese acto fue una victoria para cordelia, con preocupación fingida espero algunos años y convenció a karl de que encierre a la albina en una torre para no poner en peligro a subaru o alguno de los demas niños.

Ya que todos ellos vivían en un mismo terreno solo que en diferente mansión y unos cuantos metros alejados.

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Habían pasado años desde el nacimiento de los gemelos, los dos ya tenían 5 años, reiji 4, los trillizos 3 y subaru 2 años.

Ninguno se conocía, pero a pesar de su corta edad sabian de la existencia de las esposas de sus padres y sus demas hermanos, claro que eso lo entendían los 3 mayores ya que los demas aun eran muy pequeños.

Esa tarde, alice se pudo liberar de su madre que estaba enseñando modales a su hijo mayor mientras que reiji leía un libro, su pequeño hermano que desde bebé fue ignorado por su madre solo por el hecho de que cordelia la asechaba cada día y la rubia se sumió en un intensa obsesión para que shu sea el perfecto heredero.

Aun asi, alice amaba a su madre, era la única que tenia y que la protegía por las noches.

La pequeña princesa corrió libre sin darse cuenta que se alejo de la mansión y se adentro en otro territorio, ella con una sonrisa alegre y con su bello vestido blanco al viento miro el jardín.

-rosas negras -susurro curiosa y alegre corriendo hacia ellas, hasta que tropezó y se cayo.

-niña!, qué haces aquí!? -pregunto una voz femenina, fría y arrogante, la rubia se levanto con cuidado y sacudió su vestido, miro con una sonrisa alegre a la mujer que la miraba sorprendida y curiosa.

-soy alice!, mucho gusto! -saludo alegre y sonriendo con inocencia, esa sonrisa que cautivo por completo a la vampiresa.

-alice -susurro volviendo a la realidad y viendo con desagrado al calco inocente de la mujer que ella odiaba.

-ne ne onee chan! -galoneo su vestido para llamar la atencion de la mayor que la miro curiosa ante su llamado- tienes unos ojos muy bonitos y tu cabello es muy largo, me gusta! -elogio alegre y sincera.

Su sorpresa fue clara pero luego sonrio al creer anteriormente que esa niña por solo su apariencia seria igual de fría que su madre, esa niña era una caja de sorpresas.

Era un tesoro.

-ven pequeña, comeremos algunos dulces y luego te llevare con tu madre -dijo tomando suavemente la mano de la niña y pronunciando madre con desagrado.

-hai! -contesto alegre.

~Mientras tanto en la otra mansión.~

El rey que había llegado hace unos minutos, fue hacia donde estaba su segunda esposa con sus dos hijos varones, los tres estaban en el patio.

-mi querida esposa -dijo con alegría falsa, sus hijos lo miraron neutrales igual que su madre- "mm son iguales" -pensó sonriente- y mi princesa? -pregunto buscándola con la mirada.

Reiji solo se ajusto los lentes y shu frunció levemente el ceño, era muy celoso y posesivo con su gemela.

-estaba..

Antes de seguir hablando beatrix, la niñera de alice llego corriendo hacia ellos.

-beatrix sama!, alice sama desapareció! -dijo asustada, hasta que se dio cuenta de la presencia del rey y tembló asustada ante la mirada asesina del albino.

-no debe de haber ido lejos -dijo beatrix parándose apurada seguida de shu, ella estaba tratando de mantener la calma pero se notaba que estaba preocupada.

-llévate a los niños a su cuarto -ordeno el rey a un mayordomo que apareció y asintió guiando a los dos niños hacia adentro de la mansión.

-l-lo siento rey -chillo la sirvienta poniéndose de rodillas ante el albino.

-asi que fue su culpa -dijo una voz divertida, los tres miraron a cordelia que tenia en brazos a alice, la cual estaba mirando curiosa la escena.

-cordelia -frunció el ceño beatrix al ver a su hija en sus brazos.

-oh querido, vi a mi querida hijastra sola y decidí pasar tiempo con ella, espero que no les haya molestado -dijo sonriendo falsamente y dejando amargamente a la niña en el suelo.

-papá! -chillo corriendo hacia su padre y abrazando su pierna, él sonrio y ella elevo su rostro sonriendo le con los ojos cerrados.

-alice, no debes de irte tan lejos -regaño el rey mientras la alzaba, ella lo miro curiosa y asintio con pena.

-hai -susurro triste, su padre solo acaricio su mejilla y la bajo, ella aun asi sonrio y miro a cordelia, se acerco a ella e hizo una reverencia- gracias por cuidarme onee chan! -agradeció sonriente.

Cordelia sonrio sonrojada y acaricio el cabello de la niña.

-espero volver a tomar el té contigo pequeño tesoro -sonrio aun sonrojada y la niña solo siguio sonriendo.

Sin saber que con esa sonrisa cautivo el amor enfermizo de la vampiresa ante ella.

En cuanto a sus padres, karl solo ignoro ese acto de cordelia y miro a su hija, beatrix noto el sonrojo de cordelia y la miro con desagrado.

No la quería cerca de su hija, era un hecho.

See you....