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VI

Al final, solo habían dormido.

Tony había tocado el colchón de la cama y habia caído rendido durmiéndose inmediatamente. Él no había estado mejor, ya que también se había sentido agotado.

La mañana siguiente, él se había despertado primero y había tenido que ducharse para irse a sus clases de ese día. Tony aún estaba dormido cuando partió por lo que le había dejado una nota en la mesita de noche.

Almorzó con Gwen y Harry, mientras recolectaban información para un nuevo proyecto que les habían dejado. Cuando terminó todas sus clases se dirigió a su departamento y hasta entonces notó que tenía un mensaje de Tony.

Tony;

"Gracias por pasar la noche conmigo, y aunque me hubiese gustado despertar a tu lado, fue muy dulce de tu parte.

Te espero mañana en la tarde para trabajar en el proyecto que tenemos pendiente.

Xoxo."

Sonrió cuando terminó de leer el mensaje y le contestó rápido. Luego decidió irse a dormir.

Mañana le esperaba un gran día.

—Dios mío —gimió, dejándose caer en el sofá de la mansión de Tony.

Habían estado trabajando por horas y el cansancio que sentía era terrible. Había asistido a todas sus clases y luego se había dirigido a la mansión de Tony sintiéndose nervioso. Había tenido miedo de decepcionar a Tony, pero no lo había hecho.

Habían trabajado codo a codo.

Su mente era realmente una joya así como la de Tony y eso le había ayudado a seguirle el paso.

—Dios es de todos —Tony comentó burlón.

Él rodó los ojos.

Tony apartó sus piernas y se sentó en el mismo sofá que él habiendo más en toda la sala, luego las colocó sobre su regazo.

—¿crees que avanzamos bastante?

Tony asintió dejando caer su cabeza contra el respaldo del sofá.

—Mucho, eres realmente inteligente, cariño. Lo hiciste muy bien.

No le gustó lo bien que esas simples palabras lo hicieron sentir.          

—Gracias —dejó escapar un suspiro.

Los dedos de Tony toquetearon sus tobillos desnudos, se había quitado los zapatos y doblado el jeans, eso hizo que se sintiera nervioso y removiera el pie.

—¿Sientes cosquillas? —Tony preguntó.

—¿Qué quieres hacer?

Tony no le respondió, simplemente siguió trazando los dedos sobre su piel.

Él se sentó y miró directamente a los ojos del mayor.

—Quiero besarte —Tony murmuró.

Él sintió su corazón agitarse con vehemencia.

—¿Por qué no lo haces?

—¿Tú quieres que te bese?

No contestó con palabras, simplemente se inclinó hacia Tony y capturó sus labios en un beso ardiente y pasional.

La lengua de Tony invadió la suya con rapidez.

Ni siquiera se dio cuenta en qué momento quedó sentando sobre el regazo del mayor, lo único que procesó fueron las manos de Tony amasando su trasero y frotándose contra su erección.

Se separó del beso tratando de recuperar oxígeno. Sentía el cuerpo caliente y deseaba que Tony lo tocara más sin la ropa de por medio.

—Tócame —él ordenó, guiando las manos de Tony bajo su playera.

El mayor no se hizo del rogar y acarició su espalda. Él le quitó la camisa a Tony, los dedos del mayor desabrocharon su jeans y trataron de quitárselo.

—Quitátelo —Tony ordenó, él obedeció y volvió a regazo del mayor cuando se lo quitó.

Las manos de Tony tocaron sus muslos con tanta suavidad que lo hizo retorcerse de gusto, luego subieron por su espalda y quitaron su playera dejándolo solo el ropa interior.

—Tony —gimió largamente cuando los labios del mayor se cerraron sobre sus pezones, por lo que tomó el cabello de este y lo jaló un poco.

Los labios de Tony trabajaron con sus pezones durante algunos minutos, poniéndolos sensibles y endureciéndolos por completo.

El mayor volvió a sus labios mientras seguía tocando toda la piel que pudiera. Había un leve sabor al whiskey que Tony se había tomado minutos antes en su boca.

Tony dejó una nueva mordida sobre la que le había hecho el día anterior. Él gimió profundamente por lo caliente que eso era.

Los labios de Tony dejaron besos húmedos desde su cuello hasta su abdomen. A punto de besar sobre la tela de su bóxer.

—Señor, tiene una llamada entrante de la señorita Potts —la voz de la IA los interrumpió.

Tony se separó de su abdomen y maldijo.
Él suspiró recostando su barbilla en el hombro del mayor.

—Conéctala, nena. No quiero que me haga drama más tarde o mañana —una mano de Tony se deslizó desde su espalda hasta su vientre, acariciándolo con delicadeza.

—¿Tony? ¿Estás ocupado? —el mayor lo miró, él negó con la cabeza.

—No, Pepper, pero si lo estaré pronto, ¿qué es lo que deseas?

Suspiró cuando los dedos de Tony acariciaron el dobladillo de su bóxer, jugando con el.

—Tony, tienes una reunión con el presidente de la república mañana y espero que no se te olvide, es muy importante.

Notó que un par de arrugas se formaban en el rostro de Tony cuando frunció el ceño.

—Eso no estaba en mi agenda, ¿para qué se supone que me reúna con el viejo?

Se rió con suavidad ante lo dicho por el mayor. Tony le sonrió.

—Tony —Pepper regañó —. Es probable que quiera hablar sobre la organización. Recuerda que nuestro último proyecto intervino con sus planes y no estaba muy contento.

El mayor se quejó, fastidiado. Mientras seguía acariciando el borde de su bóxer, tentándolo.

—Que se joda, Pepper, ¿puedo mandar a Loki? Tal vez nos hace el favor y se deshace de él.

Se escuchó un suspiro del otro lado de la línea. Peter se imaginó lo mucho que le costaba a Pepper tratar con Tony.

Tony dejó un beso suave en su cuello. Él se mordió los labios para no gemir.

Siempre había sido muy sensible y muy ruidoso.

—No, Tony. Trump te espera a ti, así que por favor no olvides que tienes que ir y por favor, no mandes a ningún otro miembro del equipo por ti.

Sin decir nada más, la llamada se cortó.

Tony hizo una mueca, pero aún así seguía pareciendo feliz.

—¿Vas a ir, verdad?

Tony le sonrió.

—Tendré qué. Aunque no me guste, el viejo es el presidente. No me queda de otra por el momento.

—Uh.

Se quedaron en silencio durante unos minutos. No se sentía incómodo, ni siquiera porque Tony seguía acariciando su vientre y jugando con el borde de su bóxer.

—¿Quieres seguir?

La pregunta de Tony lo hizo suspirar.

—Creo que me enfríe un poco.

La sonrisa de Tony le hizo saber que también se había enfriado.

—Entonces podemos dejarlo para después, Bruce y Steve vendrán pronto —asintió de acuerdo, aún así no se levantó del regazo de Tony.

Se sentía tan cómodo que le gustaría pasar más tiempo así.

—¿Podemos solo besarnos?

Tony no le contestó, en lugar de ello lo besó. 

Ya se vestiría de nuevo en unos minutos.

Algo corto porque en el otro estoy integrando un par de personajes más.

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