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capítulo dieciséis.

Su teléfono sonó dos segundos después de su confesión, ni siquiera le había dado tiempo a su amiga de reaccionar. Iba a apagarlo y hacerlo a un lado para poder hablar tranquilamente con la menor, pero cuando vio el nombre en pantalla de quién la estaba llamando tuvo que contestar.

-¿Soyeon? -Tal vez era idea suya, pero los ojos de Shuhua parecían haberse vuelto más curiosos. Se sintió acorralada, aún sabiendo que la menor no la juzgaba, no podía soportar su mirada. Se puso de pie y empezó a dar pasos inciertos por el comedor mientras oía a la mayor hablar del otro lado de la línea. -Sí, está todo bien, siento haberme ido sin avisar... Shuhua me llamó y tuve que venir.

Aunque se había dado media vuelta y no miraba en dirección a su mejor amiga, podía sentir a la menor haciendo una mueca de disgusto. Sabía perfectamente qué debía estar pasando por la cabeza de Shuhua, no había que conocerla demasiado para saber que desaprobaba todas las mentiras, incluso las piadosas.

-Si, ya estamos bien. -Respondió con inseguridad. Si la menor no dudó en consolarla después de haberla estado ignorando por varios días, debía significar algo. -Claro, más tarde te llamo para quedar. Nos vemos, unnie.

Y cortó.

Al voltear, los ojos de Shuhua la estaban regañando.

-¿Por qué le mientes? -Preguntó sin más. -¿No te castigué lo suficiente?

Yuqi no pudo evitar sonreír mientras volvía a su asiento.

-¿Fue eso, un castigo? Pensé que estabas siendo orgullosa. -Medio bromeó medio dijo en serio.

-Estoy hablando en serio, Yuqi. Entiendo por qué me mentiste a mi, más o menos, pero ahora no veo una razón para que le mientas a Soyeon.

-¿Y qué debía decirle, Shu? ¿"Perdón por irme sin avisar, es que tuve el gay panic más grande de mi vida después de tener sexo contigo"?

Los ojos de Shuhua se abrieron ampliamente, mostrando una genuina sorpresa en su expresión.

-¿Tuviste sexo con Soyeon? -Yuqi asintió. -¡¿Tuviste sexo con Soyeon?! ¡Yo ni siquiera besé a Jinjin!

-Bueno... yo llevaba un algún tiempo con Soyeon. -Dijo tímidamente, no sabía que tan bien iba a tomarse su amiga la información revelada. -Fuimos de a poco. Vamos de a poco, en realidad, ni siquiera tenemos un título.

-Yuqi, si yo tengo sexo con alguien es muy probable que vayamos de a poco. Pero tratándose de ti, es algo más serio.

Y tenía razón, aunque la mayor odiara admitirlo. No es que no creyera que podía tenerse relaciones sexuales sin un lazo afectivo, pero en su caso era prácticamente imposible.

Y lo que odiaba aún más admitir era que estaba sintiendo algo por Soyeon, algo serio. De lo contrario, nunca le hubiera cedido su cuerpo a la mayor.

-Ella terminó una relación hace poco y eso, yo respeto sus tiempos.

-Esa es tu mierda para evitar la cosa gay.

-¡Shuhua! -Renegó la mayor, en parte por el vocabulario de su amiga y en parte por lo que la estaba acusando.

-¿Qué? -Preguntó ingenua, como si no supiera realmente qué de lo que acababa de decir había molestado a su amiga. -Es la verdad. Seguro que Soyeon nunca te dijo "vamos a dar pasitos de bebés hasta que supere a mi ex y podamos tener una relación como dos adultos".

Yuqi tragó en seco. Bien, su amiga tenía un punto. Uno demasiado bueno.

A la mierda, su amiga tenía razón.

-No es fácil para mí. ¿De acuerdo? A penas lo estoy aceptando.

-Esta bien, entiendo. -Pero no lo hacía, para Shuhua había sido sencillo aceptar su sexualidad. A demás, nunca había notado la homofobia interiorizada de su amiga, jamás hubiera esperado que ante una inclinación homosexual reaccionara de esa forma. Se acercó hasta la mayor y la abrazó, tal vez no podía entenderla, pero encontraría la forma de acompañarla. -Vamos a resolver esto, paso a paso. ¿Si? Pero debes hablar con Soyeon y explicarle, ella no se merece atarse a algo que todavía no puede ser.

La mayor asintió insegura, en realidad tenía demasiado miedo de hablar sobre el tema con Soyeon. No iba a ser tan tonta para negarlo, claramente sentía un gran miedo a perderla. ¿Y si la dejaba, si dejaba atrás lo que sea que ambas tenían? Porque vamos, Soyeon no lo tuvo fácil, pero actualmente era una mujer queer-orgullosa e independiente, podía formar pareja con cualquier chica que estuviese a la altura, una que no quisiera llorar cada vez que pensara en sus padres, o en su homosexualidad.

Pero Shuhua tenía razón, por más que quisiera no era justo atar a Soyeon a algo incierto. Yuqi no podía ofrecerle nada más que algo casual y momentáneo, al menos no por el momento. Y ella ya había mentido demasiado.

-Voy a hablar con ella en cuanto la vea, la prometo.

Shuhua acarició el largo cabello de su amiga en señal de apoyo. La menor no estaba mejor que cuando la encontró llorando, realmente no sabía que hacer para ayudar a la chica que tenía en brazos. Solo podía pensar en Soojin y en como su Jinjin sí daría un buen consejo, uno inteligente y sensato, pero viendo que se trataba de algo tan personal como la sexualidad de su mejor amiga sabía que no podía decirle no una sola palabra.

(...)

Miyeon observaba el bar con curiosidad. Le llamaba la atención lo diferente que era a los bares que ella solía transcurrir habitualmente. No solo lo diferenciaba que este estaba habitado solamente por parejas heterosexuales, sino que hasta la iluminación y el tipo de música eran muy diferentes.

Incluso cuando iba solo a beber un par de copas, Miyeon amaba las luces de neón de diversos colores, como a veces formaban algunas banderas con ellas y otras solo eran frases significativas como "pride is political"*, pero más allá de eso, era más divertido entrar a un lugar con una iluminación de diversos y llamativos colores que a uno que tenía una iluminación más baja que la de su habitación.

Y la música, agh. Miyeon no soportaba tener que oír como de fondo sonaba un tipo hablando sobre el trasero de una mujer. ¿Tanto era pedir una canción pop ruidosa con una letra comercial pero incluso más significa que esa? Definitivamente aquel bar estaba hecho por heterosexuales, para heterosexuales, pero si la menor la había citado allí debía ser por algo.

Se pidió una cerveza cuando pasaron cerca de quince minutos y la otra chica no daba señales, Miyeon empezaba a preguntarse si se había arrepentido o si ella se había confundido y tal vez la estaban esperando en algún bar glamoroso y muy homosexual de la ciudad. Pero justo cuando estaba acabando su bebida, su inconfundible voz se hizo oír.

-Siento llegar tarde, unnie. -La chica tomó asiento a su lado. Podía oírse su respiración agitada, no había que ser un genio para saber que había corrido las últimas cuadras hasta llegar al bar.

-Descuida, no pasa nada. -La mayor le sonrió con sinceridad, fue un gesto reconfortante para la menor. -¿Quieres una cerveza? Digo, me citaste a un bar para algo. ¿No?

-Esto no es una cita. -Se apresuró a decir, ante la chispa de desilusión en los ojos de la mayor se arrepintió más rápido de lo que había hablado. -...pero, sí, una cerveza estaría bien.

Con un gesto Miyeon llamó al barman y pidió una cerveza para ambas. Sí, otra para ella también. No iba a ponerse ebria por dos tragos. ¿Verdad?

Bebieron un rato en silencio, no estaba mal pese a que Miyeon seguía sintiendo que no debían estar en ese bar, su silencio no fue incomodo hasta que otra vez la menor empezó a preguntarse por qué quiso verla, qué tenía para decirle que era tan importante que no pudo decírselo por texto.

Cosa que le sorprendió aun más, ya que hasta donde ella sabía, la había bloqueado de todos los medios existentes.

-No puedo más. -Soltó cuando de un solo trago acabó por vaciar el vaso. -Si es demasiado malo, solo sueltalo y ya, puedo soportarlo.

-Creo que tienes oportunidad de volver con Soyeon. -Respondió ni bien la mayor mostró su impaciencia y descontento, pero decirlo le había costado mucho más de lo demostrado.

-¿De verdad? -Preguntó Miyeon para asegurarse. Su cerebro parecía trabajar más lento de lo normal, no estaba ebria, pero de haber estado en un estado puro de sobriedad no lo hubiera dudado. Sabía que Soyeon no había dejado de quererla, después de todo fue ella quién rompió la relación y no al revés.

-Sí, por eso vine a pedirte que te alejes de ella. En serio, unnie, por fav..-

-Tú no puedes decirme qué hacer. -Le cortó Miyeon, se sentía tan molesta que no se preocupó del mal tono que empleó. -Minnie, deja de ser una maldita injusta. Sabes que no voy a lastimarla de nuevo, sabes que de tener otra oportunidad voy hacer las cosas bien. No me digas que temes que la hiera porque son idioteces.

-Tienes razón. -Miyeon no pudo ocultar su sorpresa y Minnie solo quería sonreír por lo tierna que se veía con sus ojos amplios y perdidos. -No quiero que no vuelvas con Soyeon porque tema que vayas a herirla. No quiero que vuelvas con ella, por mí.

-¿Q-qué?

Miyeon no supo en que momento una mano había empezado a sostener su nuca, mucho menos sabía desde cuando el aliento de la menor se mezclaba con los suyos. Involuntariamente sus ojos bajaron hasta los labios de Minnie y... maldita sea. Minnie tenía lindos labios, pero ahora usaba un brillo labial que los hacía ver más apetitosos de lo normal. ¿Se lo estaba haciendo apropósito?

-Minnie, yo... -Tuvo que cerrar los ojos, sabía que de seguir viendo acabaría cediendo a la tentación. -Fue una sola vez, no se supone que debas pensar así.

-Miyeon, deja de mentirte. -Habló en un susurro antes de besar sutilmente cerca de la comisura de sus labios. El corazón de la mayor empezó a bombear tan fuerte que tuvo el tonto temor que la menor pudiera oír sus latidos. -De verdad, unnie. ¿Tan segura estás de que quieres volver con Soyeon? Ni siquiera estás ebria y ya quieres ceder a mí.

La castaña jadeó en respuesta. No tenía idea de qué tenía la extranjera que la hacía sentir tan atraída a ella, haberse acostado el pasado había sido un error, porque ahora su cuerpo y mente parecían reaccionar ante la mínima insinuación que le hiciera, aún cuando en su corazón seguía estando Soyeon.

-Voy a besarte. -Advirtió Minnie, su voz sonaba bastante serena sin embargo. -Si no lo quieres, no vas a corresponderme.

Y sin más, los labios de Minnie estuvieron sobre los suyos.

Fue vergonzosa la rapidez con la que los labios de Miyeon reaccionaron, como no solo estaba tomando lo que la menor le ofrecía sino que a demás trataba de seguirle el ritmo, porque ella quería besarla también.

Hubieran seguido hasta llevarlo más lejos, pero entonces el ruido de alguien aclarando su garganta las hizo separarse casi abruptamente.

Era un tipo de traje, su expresión era tímida y apenada, claramente un empleado del lugar.

-Disculpen, chicas, debo pedirles que se retiren.

Solo les tomó un segundo a ambas para percatarse que habían llamado la atención de varias personas. Atención negativa, por supuesto.

♡♡♡

Siento que todo lo que hago es muy predecible y cliché, perd0n):


*

"pride is political" (el orgullo es política), es un eslogan queer que básicamente se refiere a que el orgullo lgbt no es solo aceptar la sexualidad/identidad de uno y salir a desfilar con la bandera de arcoíris sin vergüenza, también es pedir por nuestros derechos.

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