Pansy buscaba por todos lados a su novia Hermione.

Sí, Hermione Granger y Pansy Parkinson eran novias.

Todo empezó en el Halloween de su primer año, cuando por su necesidad de ir al baño se encontró a la castaña allí.

Ambas niñas hablaron de lo que le había ocurrido a la Gryffindor y gritaron mucho cuando vieron al troll.

Aquel día Hermione también se hizo amiga de Harry y de Ron, porque hay experiencias que no puedes pasar sin unirte con una persona.

Pero Pansy no, Pansy estaba por encima de eso. En el mismo momento en el que Hermione le contó lo que Weasley le había dicho Pansy se juró no perdonarlo nunca, incluso si Hermione lo hacía.

Por algo ella era Slytherin, no se dejaba pisotear, ni que pisaran a sus amigos, y mucho menos el idiota de Weasley.

Y por el mismo motivo, decidió pedirle salir en su cuarto año.

Aún recordaba como Draco la ayudó a subir a un árbol, diciendo que si a él no le había funcionado, tenía que funcionar con ella.

En todo eso pensaba mientras se dirigía a la biblioteca, donde suponía que estaba la castaña.

Y es que hoy les tocaba hacer la guardia nocturna como prefectas, y ella no se había presentado, preocupando a la Slytherin.

Su inquietud no hizo más que aumentar cuando fue a la sala común de Gryffindor y Potter le dijo que no la veía desde la cena.

Una vez en la biblioteca sonrió al ver una pequeña luz encendida en una de las mesas, esa solo podía ser Hermione.

Cuando se acercó y la vio deshizo su sonrisa.

Hermione parecía a punto de ponerse a llorar del estrés mientras revisaba unos apuntes de pociones.

-¿Hermione?

La chica levantó la cabeza al escuchar la voz de Pansy.

-Hola Pansy.

La nombrada se acercó a su novia, quien parecía no haber dormido en bastante tiempo.

La morena se sentó en su regazo y la dio un pequeño beso, intentando distraerla de su tarea.

-Herms, cariño, es muy tarde para estar en la biblioteca.

Pero al contrario de lo que esperaba, Hermione la apartó suavemente y volvió a sus apuntes.

-No entiendo el proceso de creación d esta poción, y la clase es mañana.

Pansy alzó una ceja sorprendida, ahora entendía por qué su novia siempre lo sabía todo en clase.

-Hermione, no importa, lo averiguaras mañana en la clase.

La castaña negó con la cabeza.

-No, necesito saberlo.

Pansy negó con la cabeza y agarró sus apuntes, causando que la castaña se levantara ansiosa, intentando recuperarlos.

-¡Devuélvemelos Pansy!

La Slytherin negó con la cabeza.

-Tienes que irte a dormir, mañana lo descubrirás, igual que el resto de alumnos, yo no lo sé antes de clase y me va bastante bien.

Hermione dejó de dar saltos y se sentó en la silla mirando a la chica frente a ella con vergüenza.

-Pero... Tú eres tú, eres genial, pero yo...

Pansy se agachó a su altura y colocó las manos en sus mejillas, acariciandolas con los pulgares.

-Tú eres Hermione Granger, la bruja más brillante de tu generación.

La chica negó con la cabeza frustrada y miró a los ojos de su novia.

-Yo solo soy la mejor porque me quedo hasta tarde haciendo cosas como esta, si alguien más lo hiciera sería mejor que yo.

La Slytherin suspiró. ¿Cómo una chica tan genial como ella podía tener la autoestima tan baja?

-Escúchame bien. Hermione Granger, ¿tú sabes quien soy yo?

Hermione la miró confusa, pero aún así contestó.

-Pansy Parkinson.

-Exacto, y Pansy Parkinson sólo sale con gente genial. Tú Hermione Jean Granger eres más que suficiente, eres jodidamente perfecta.

Unas lágrimas cayeron por los ojos de la castaña, que abrazó a su novia con fuerza.

-Te quiero mucho Pansy.

La morena correspondió al abrazo y besó sus cabellos.

-Yo también, y recuerda siempre, que eres perfecta, pase lo que pase.

Ambas pasaron un rato abrazadas, pero terminaron separándose.

-Te acompaño a tu sala común.

Propuso Pansy.

Pero Hermione negó con la cabeza y entrelazó sus manos.

-No, quiero dormir contigo.

La morena la miró confusa.

-Pero yo no puedo ir a tu sala común, y tú a la mía tampoco.

Hermione negó con la cabeza, con una sonrisa.

-¿Has oído hablar de la sala de los menesteres?

                                ***

Pansy miraba con una sonrisa a su novia, quien se había quedado dormida frente a ella en la cama que ambas compartían esa noche.

Apartó un par de pelos de su cara y acarició su mejilla.

-Eres perfecta Granger.