Aviso: Este one-shot transcurre en mismo mundo que el último de Linny, de echo es el mismo día.

Harry estaba sentado en su mesa mirando como las parejas bailaban.

Observó como Ginny y Luna danzaban con ese ritmo tan peculiar que la rubia tenía y sonrió. Estaba realmente feliz por sus amigas.

Su asiento de al lado fue ocupado por su mejor amigo, quien le extendió una copa y le dio un trago largo a la suya, aparentando estar exhausto.

-No me puedo creer que de verdad estén aquí.

Harry miró hacia donde su amigo señalaba.

Molly y Arthur charlaban tranquilamente entre ellos mientras que George lo observaba todo con una débil sonrisa.

-Por lo menos han venido.

Ron suspiró y se llevó la mano a la cabeza.

-Ya.... Sólo espero que no la caguen, no quiero volver a ver a Ginny así de triste, me hace sentir inútil.

Harry apoyó su mano en el hombro de su mejor amigo, dando un apretón reconfortante.

-Eres un buen hermano Ron y eso Ginny lo sabe.

El pelirrojo le dedicó una pequeña sonrisa.

-¿Se sabe algo de el hurón?

Dijo con un tono burlón mientras se recostada en la silla.

Harry suspiró recordando al rubio, cuanto le echaba de menos.

-Me escribió ayer para decirme que no volverá en otra semana, al parecer los negocios de su familia son más complicados de lo que esperaba.

Ron le miró con pena, iba a añadir algo, pero Hermione se sentó junto a ellos.

-Estoy exhausta, recordarme que no vuelva a planear una boda.

Los tres soltaron unas pequeñas risas.

Pero Hermione miró con curiosidad a sus amigos.

-¿Y esas caras tan largas?

Ron se encogió de hombros.

-Harry, que echa de menos a su novio y como yo estoy más solo que la una le acompaño en el sentimiento.

Hermione hizo una mueca y miró a Harry.

-Antes de que te des cuenta habrá vuelto Harry, y seguro que te trae algún regalo.

Ron asintió, de pronto entusiasmado.

-Si, como queso francés o cruasánes o algo así.

La chica rodó los ojos.

-¿Solo piensas en comida?

El pelirrojo volvió a encogerse de hombros.

-Si pienso en amor me deprimo.

Hermione le miró algo cansada.

-Pues tengo la solución, ve a la barra e invita a Zabini a una copa, Pansy me ha dicho que está igual de solo que tú.

Ron protestó unos segundos, pero acabó haciendo caso a su amiga y se marchó en dirección a la barra.

-Y allí va, me pregunto cuanto tardará en espantarle.

Una morena apareció tras ellos, sobresaltado a ambos.

-¡Pansy, no digas esas cosas!

Ante el reclamo de su novia, Pansy soltó una carcajada.

-Lo decía por Blasie gatita.

Y dicho esto se sentó en el regazo de la castaña.

Harry suspiró incómodo antes de apurar su copa y marcharse a tomar aire, no quería ser el mal del tercio.

Cuando salió se quedó contemplando las estrellas, sintiéndose más tranquilo.

-Vaya locura de día.

Harry sonrió a Ginny y a Luna, quienes se acercaron a él tomadas de las manos.

Ambas chicas suspiraron e imitaron su acción, mirando a las estrellas.

-¿Sabes Harry? Siempre has sido una persona muy importante en nuestras vidas.

El moreno miró confuso a Luna. No se esperaba un comentario como ese.

-Te hiciste mi amigo sin importar lo que el resto dijera de mi.

Luna soltó a Ginny y entrelazó su brazo con el de Harry.

-Has sido un hermano mayor para mí y me has apoyado siempre.

Ginny imitó la acción de su esposa.

De un momento a otro, Harry se encontró entre las dos, siendo guiado por el bosque que había cerca de la carpa.

Cuando llegaron a un claro y las chicas se detuvieron, Harry miró asombrado el lugar.

El claro estaba cubierto por pequeñas flores, todas de distintos colores, y un montón de pequeñas linternas colgaban de los árboles de alrededor.

-Chicas, ¿qué es todo esto?

Sus amigas le sonrieron y soltaron sus brazos.

-Queríamos darte un regalo para agradecerte tu amistad.

Declaró la rubia con una tierna sonrisa.

Harry, aún más confuso que antes, miró a su alrededor impresionado.

-¿Todo esto lo habéis hecho vosotras?

-Tuvieron algo de ayuda.

Harry se giró rápidamente al reconocer la voz.

Draco Malfoy le sonrió desde el otro lado del claro.

Harry no lo podía creer, estaba allí.

-¿Draco? Pero me dijiste que no ibas a volver...

El rubio sonrió divertido.

-Siempre te digo que no te creas todo lo que escuchas Potter, pero nunca me haces caso.

El rubio avanzó a paso lento hacia él, pero Harry no quería esperar.

Corrió hacia él y le envolvió en un fuerte abrazo.

Draco correspondió soltando una pequeña risa.

-Ya sabía yo que no podías vivir sin mi.

Harry le miró con el ceño fruncido.

-Cuatro meses, ¡cuatro meses te has ido, idiota!

El rubio sonrió y besó su frente.

-Y he querido volver todos y cada uno de los días que he estado allí. Pero no vengo a hablar de eso.

Harry le miró aún más confuso.

-Vengo a pedirte una cosa Potter.

Se separó un poco de él agarrando sus manos.

-Verás, cuando le dije a la comadreja menor que no podría ir a su boda me mandó un vocifeador, le contesté con otro y al final acabamos intercambiado cartas.

Harry miró atrás suyo, buscando encontrar a Ginny, pero Luna y ella ya no estaban.

-La cosa es que me acabó contando sus planes de boda y me dio envidia.

Draco le sonrió.

-No soy muy romántico y sabes que no se me dan bien estas cosas, así que como te rías te mato.

Harry alzó una ceja cuando vio a Draco sacarse una caja del bolsillo.

-¿Te casas conmigo Harry?

El nombrado asintió feliz y besó los labios de su pareja.

Cuando se separaron Harry se sobresaltó.

Los invitado de la boda de sus amigas salieron desde los árboles aplaudiendo.

Harry miró con una sonrisa a Luna y a Ginny.

-Gracias.

Lo artículo con sus labios, pues con el sonido de los aplausos era muy probable que no le oyeran.

Pero, afortunadamente ambas entendieron, pues le dedicaron dos radiantes sonrisas mientras que Ginny alzaba el pulgar.

Pansy y Hermione se acercaron a ellos, y mientras la castaña abrazaba a Harry y le felicitaba, Pansy se acercó a su amigo.

-¿No se supone que tenías que haberte arrodillado y todo eso?

Draco le dedicó una sonrisa burlona.

-Querida Pansy, ya deberías saber que yo no me arrodillo ante nadie.