Teddy Lupin se encontraba en la mansión Malfoy.

Cuando la guerra acabó Narcissa y Andromeda retomaron su relación, así que Teddy siempre tuvo contacto con la familia Malfoy.

Y más aún desde que su abuela murió. Narcissa, Draco y Scorpius le habían prácticamente adoptado.

Ese día tomaba el té tranquilamente con su tío y su tía abuela.

Scorpius estaba en la casa de los Potter, junto con Albus.

-Entonces... ¿La poción crece huesos lleva moco de troll?

Draco asintió ante la pregunta de su sobrino y este puso cara de asco.

-Por eso sabe tan mal Edward.

Teddy rodó los ojos y volvió su pelo rojo.

-No me llames así tío Draco, sabes que no me gusta.

El rubio le miró burlón.

-Pero es tu nombre.

Ante la burla de su tío, Teddy se transformó en él.

-Mirarme, soy Draco Malfoy, se me dan bien las pociones, pero nada más.

Draco alzó una ceja.

-¿Eso es todo? Como se nota que eres Hufflepuff.

Narcissa bebió de su té divertida, observando la escena que tenía delante.

Teddy ahora se había levantado y hacía bailes ridículos, aún en el cuerpo de Draco mientras que este le ordenaba que se detuviera.

-¡Ya estamos en casa!

Scorpius y Albus entraron al salón sin detenerse mucho a mirar. Estaban más que acostumbrados a las burlas de Teddy hacia Draco.

Pero esta vez no venían solos.

Harry se quedó paralizado en la puerta del salón.

Había dos Dracos, uno bailando como nunca pensó que le vería y otro que comenzaba a sacar la varita.

-Esto... ¿Hola?

Todas las personas de la sala se giraron rápidamente hacia él.

Draco, avergonzado, aprovechó la distracción de su sobrino para mandarlo a volar.

Teddy sobrevoló toda la sala y aterrizó, ya con su forma, en uno de los sillones.

-¡Padrino!

Harry soltó una pequeña risa, comprendiendo la situación.

-Hola, lamento molestar, pero necesito discutir unos asuntos del ministerio con el señor Malfoy.

Draco se levantó del sofá con cara de pocos amigos.

-¿Qué quieren ahora los aurores Potter? Pensé que ya hacía tiempo que quedó clara mi inocencia.

Harry se removió incómodo ante la intensa mirada de el rubio frente a él, llevaba bastante tiempo sin verle.

Teddy, volviéndose a sentar en el sofá notó la incomodidad de su padrino.

-Necesitamos consejo, con una poción.

Draco alzó las cejas incrédulo.

-¿Y por qué no se lo pedís a él profesor de pociones de Howarts?

El elegido miró a los lados nervioso, no sabía que contestar.

Para su suerte Teddy se levantó y rodeó a Draco por los hombros.

-Vamos tío, no te hagas de rogar, solo quiere ayuda.

Draco bufó y a regañadientes se dirigió hacia Harry.

-Sígueme Potter, hablaremos en mi despacho.

Y dicho esto ambos hombres abandonaron la sala, dejando a un Teddy confuso tras ellos.

El joven se giró sorprendido al escuchar la risa de Narcissa.

-¿De qué te ríes Cissy? ¿Sabes lo que ocurre con esos dos?

Narcissa le indicó que se sentara junto a ella y eso hizo.

La mujer tenía una divertida sonrisa en su cara.

-¿Tu padrino nunca te ha hablado de Draco?

Teddy intentó hacer memoria, aún más confuso que antes.

-Me dijo que fueron enemigos en el colegio.

La mujer frente a él soltó una risa de nuevo.

El más joven miró a Narcissa, esta vez desesperado por obtener algo más de información.

La nombrada se dio cuenta de la impaciencia del chico así que, tomando un sorbo más de té se dispuso a hablar.

-Cuando ambos entraron a Hogwarts, en su primer año, en todas las cartas que nos mandaba Draco mencionaba a Harry. Decía que le odiaba pero luego, su descripción de como le brillaban sus “asquerosos” ojos ocupaba media carta.

Teddy escupió un poco del té, y Narcissa le dio unos ligeros golpes en la espalda cuando comenzó a toser.

-Entonces, ¿al tío Draco le gustaba Harry?

Dijo una vez se hubo recuperado.

-Sí, y sus sentimientos acabaron siendo correspondidos, en su cuarto año comenzaron una relación, en secreto, obviamente, pero no hay nada que puedas ocultarle a una madre.

El metamorfomago sonrió, a pensando en su madre y deseando que ella estuviera aquí.

Su cabello se volvió rosa chicle, como ocurría cada vez que pensaba en alguno de sus padres, pero sacudió la cabeza rápidamente y sacó esos pensamientos de su cabeza.

-¿Y que pasó? ¿Por qué ahora se odian?

Narcissa acarició el cabello rosa del chico con cariño, sabiendo lo que este significaba, y se dispuso a seguir con su historia.

-Tuvieron que dejar su relación cuando Quien tú sabes obligó a Draco a convertirse en mortífago. Él nunca me contó nada, pero asumo que no acabaron en buenos términos.

Teddy bajó la cabeza sintiendo pena por ambos.

-Será mejor que los acompañe entonces, no quiero que se maten entre ellos.

Y se fue de la sala antes de que a Narcissa le diera tiempo a detenerle.

La mujer sonrió y bebió de su té, al menos esto confirmaría sus sospechas.

Cuando Teddy abrió la puerta del despacho de su tío se quedó paralizado.

De todos los escenarios que esperaba encontrarse, Harry abrazando a su tío mientras ambos se besaban no era uno de ellos.

Los hombres se separaron rápidamente y observaron con pánico al estupefacto chico frente a ellos.

-Edward....

Comenzó Draco, acercándose lentamente a él.

Pero para su sorpresa, una sonrisa se formó en la cara del chico.

-Enhorabuena, me alegro de que hayáis retomado vuestra relación, pero no deberías ocultaros, no ahora.

Y se fue, dejando a un Draco sorprendido observando el lugar por el que su sobrino acababa de salir.

Sintió como unos brazos abrazaban su cintura y la cabeza de Harry se apoyaba en su hombro.

-Teddy tiene razón ¿Qué opinas? ¿Lo hacemos público?

Dicho esto comenzó a dejar besos en el cuello del rubio, intentando convencerle.

Draco rodó los ojos divertido y se giró a besar a su novio.

-Lo que tu digas Potter.

¡Hola!
Me paso por aquí para agradecer todo el apoyo que tiene esta historia. ¡Sois geniales! ❤️

También voy a hacer un poco de spam xd, he publicado nueva historia de Harry Potter la primera parte ya está en mi perfil, por si alguien la quiere leer.