Draco Malfoy caminaba tranquilamente por el pasillo cuando una mano le arrastró dentro de un aula.

-¿¡Qué mierdas Weasley!?

Le gritó a Ron, el cual le miraba avergonzado.

-Malfoy, necesito hablar contigo, por favor.

Draco alzó una ceja y miró al pelirrojo con superioridad.

-Tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo con alguien como tú.

Y dicho esto se dio la vuelta dispuesto a irse, pero la voz del pelirrojo volvió a detenerle.

-Malfoy, por favor, de verdad que necesito tu ayuda.

Draco se detuvo y miró al pelirrojo. Parecía estar completamente desesperado, algo en el le hizo apiadarse de él. Culpaba a Harry por eso.

-Está bien, pero que sea rápido, y me debes una Weasley.

Declaró sentándose en una silla dispuesto a escuchar lo que el chico tenía que decir.

Ron miró sonrojado a los lados y luego suspiró tomando el valor para hablar.

-Malfoy, eres el único chico gay que conozco que ha salido del armario.

Draco le miró suspicaz, preguntándose que demonios quería el pelirrojo.

-Lo siento Weasley pero no estoy interesado, tengo novio y es tu mejor amigo.

Ron abrió los ojos con sorpresa y se apresuró a negar todavía más rojo.

-¡No es nada de eso!

-¿Y entonces por qué no le preguntas a Harry?

A estas alturas la curiosidad comenzó a aflorar en el Slytherin.

-Yo... Harry es bisexual, no sería lo mismo.

Draco abrió los ojos sorprendido, el rubio había atado cabos.

-¿¡Eres gay Weasley!?

Ron se apresuró a tapar la boca del rubio con un gesto brusco.

-¡Cállate! Lo único que quiero saber es como lo hiciste para contárselo a tu familia, pero veo que ha sido un error.

Totalmente avergonzado, Ron se dispuso a salir de la sala, pero la voz de Draco le hizo detenerse.

-Ten confianza.

Ron se giró, sorprendido porque Malfoy se hubiera dignado a contestar.

-Mira Weasley, que conste que sólo hago esto porque eres amigo de Harry. Pero tienes que estar seguro de ti mismo, te digan lo que te digan tu seguirás siendo el mismo, no dudes de ello.

Ron asintió comprendiendo lo que decía el rubio.

-¿Y por qué quieres salir del armario así de repente?

Ron se volvió a sentar en la silla frente a Draco.

Él le había ayudado, así que pensó que quizás pudiera aconsejarle sobre esto también.

-Lo que te voy a contar no saldrá de esta sala, ¿entendido Malfoy?

Draco alzó las manos y sonrió al pelirrojo.

-Entendido Weasley, ahora cuenta.

Ron se removió el pelo incómodo, nunca, pero nunca se imaginó que acabaría hablando de amores con Draco Malfoy.

-Me gusta alguien, y me encantaría pedirle una cita para ir a Hogsmade, pero tres de mis hermanos estudian aquí, y no son lo que se dice discretos, así que prefiero contarlo yo antes.

Draco alzó las cejas sorprendido, nunca, en sus más locos sueños se pudo imaginar que Ronald Weasley estaría hablando con el de amores.

-¿Y quién te gusta?

Ron se cruzó de brazos, rojo como un tomate.

-No pienso decírtelo Malfoy.

Draco sonrió, sabía que el Gryffindor era tan torpe que si le molestaba un poco acabaría delatandose.

-¿Por qué? ¿Le conozco?

Aplaudió divertido ante el silencio del pelirrojo.

-¡Le conozco! ¿Es de Slytherin?

Ron se encogió avergonzado en su silla provocando que Draco soltara una carcajada.

-Bueno si es de Slytherin solo puedo ser yo, lo cual es imposible o....

Ron suspiró derrotado, sabiendo que el rubio ya había descubierto sus sentimientos hacia cierto chico.

-¿Vas a pedirle una cita a Blasie Zabini?

El pelirrojo de levantó de la silla intentando dejar la vergüenza de lado y asintió decidido.

Una sonrisa traviesa se apoderó del rostro del rubio y se levantó para agarrar el brazo de Ron y comenzar a arrastrarle hacia la sala común de Gryffindor.

-Blaise es un Slytherin así que no caerá así como así, vamos con Harry, el te contará como lo hizo conmigo y Zabini no podrá resistirse a ti.