Finalmente cuando abrió los ojos esa mañana, una sonrisa se dibujó en sus labios mientras frotaba su cara contra la suave almohada que apreciaba tanto. Miró hacia la ventana de su habitación, mirando las hojas del árbol de manzana que él mismo sembró hacía tiempo. Siempre sentía esa ola de orgullo recorrerlo cuando miraba lo saludable y grande que era. Podía ir y tomar algunas ahora mismo y dárselas a Ma.

Se quejó al levantarse. Era sábado, lo que significaba que estaría libre hoy y mañana. Rascó su cabeza perezosamente en su camino al baño. Tomó una ducha rápida y se cepilló los dientes mientras intentaba afeitarse al mismo tiempo. Tuvo un par de cortadas, pero nada que no pudiera curarse pronto. 

Después de vestirse, tomó una pequeña cesta y salió a recoger un par de manzanas antes de ir a la casa de la familia. Justo antes de entrar por el jardín, un ladrido llamó su atención. Se dirigió al granero, escuchando con cuidado. Se asomó por la puerta y levantó las cejas antes de cruzarse de brazos.

"Por favor, solo siéntate. Es bastante sencillo." Grayson dio un paso atrás y le enseñó a Bennie algo que parecía ser un trozo de carne seca. Señaló el suelo. "Siéntate."

Bennie lo miró, su gran lengua afuera sin comprender una sola palabra de lo que le estaban diciendo. Le ladró a Grayson y se alejó lentamente por la parte trasera del establo. Se rió entre dientes lo que llamó la atención de Grayson. El hombre asintió caminando hacia él. 

"Sí, ríete."

Se encogió de hombros. "Bennie es demasiado viejo para aprender trucos," dijo.

"No lo creo. He visto perros más viejos que él aprender órdenes sencillas." Levantó una rubia ceja y sonrió de lado. "Créeme, vi suficientes videos anoche." Le tendió el trozo de carne seca. "¿Quieres?"

Miró la cosa con escepticismo. "¿Estuvo en el hocico del perro?"

"No. Bennie solo se comió el resto del paquete." Presionó los labios con fuerza antes de rodar los ojos y darle una mordida a la carne. "¿Ves? Está bien. Ahora abre la boca."

Frunció el ceño. "¿Por qué querría?"

"¿Puedes solo abrir la boca?" Cuando negó, Grayson se acercó a él, sosteniendo su mandíbula abierta antes de deslizar el trozo de carne dentro de su boca. "¿Está buena?"

"Sí," dijo entre dientes. Grayson todavía seguía sosteniendo su mandíbula mientras él masticaba. Sus ojos estaban muy fijos en su boca al punto de ponerlo ligeramente incómodo. Los claros ojos verdes miraron sus ojos por un firme momento antes de soltar su mandíbula y dar un paso atrás. "¿Qué?" preguntó cuando Grayson volvió a mirarlo a la cara con una rara expresión.

El hombre sacudió la cabeza y miró a otra parte. "Solo estaba pensando. Necesito... ¿Quieres salir esta noche?" Se pasó una mano por el cuello, con una muy masculina posición que lo hizo detenerse por un momento, sin prestar atención a lo que él le estaba diciendo.

Vamos, por favor. Jamie era gay. Y estaba profundamente atraído hacia los hombres calientes y guapos. Grayson era todo eso junto. Ese día en el callejón cuando lo vio manosearse con la mujer, él realmente quiso estar en el lugar de ella y chupársela. Solo estuvo fantaseando mientras pretendía que le gustaba el pequeño pene del hombre que conoció esa noche, tenía que conseguir ponerse duro si quería tener sexo esa noche. Así que un rubio, con un buen cuerpo, duro y abultado en las zonas correctas, con manos grandes y finos labios, se veía como una buena fantasía en ese momento.

No había esperado que sus miradas se conectaran, pero cuando lo miró mientras la mujer lo acariciaba, Jamie sintió un golpe de adrenalina y excitación en el instante que casi hizo que se corriera. Su corazón se volvió loco, golpeando contra su pecho con fuerza mientras su erección se ponía incómoda. Casi le había dado una señal para que lo siguiera mientras despedía al tipo del pene suave. Pero después las cosas se pusieron raras con los otros dos y el tipo al que estaba chupando se asustó y se fue de inmediato. 

No pensó que sería el sobrino que Ma y Pa estaban esperando con tantas ansias. Así que fue incómodo su primer encuentro. Estaba ligeramente asustado también. Mierda, claro que se asustó. Pa y Ma se enojarían con él y tal vez incluso lo iban a echar. Los amaba a ambos como si fueran sus padres, no soportaría ver una mirada de decepción en su rostro mientras lo miraban.

Así que actuó de la peor manera posible al saber que Grayson lo reconoció, solo para descubrir que era un buen tipo que no lo juzgaba. ¿Por qué tenía que ser el hombre más sexy que alguna vez conoció? No era ciego, podía ver y apreciar el cuerpo del otro hombre, pero sabía que no debía cruzar sus límites. Grayson era la única persona a la que podía decirle lo que pensaba.

Solo llevaba una delgada camiseta blanca que de alguna manera hacía que casi pudiera ver lo que estaba por debajo. Se sacudió mentalmente, apartando la mirada del amplio pecho antes de verlo a los ojos. Grayson se veía un poco acalorado.

"Así que pensé que sería bueno ir ahí." Se pasó una mano por la mandíbula. "Lo revisé en línea, parece seguro."

¿Seguro?

"Oh." Hablaba de que sería seguro para él ir. "Está bien. De todas formas ha pasado una semana desde que salimos a beber con los chicos." Miró hacia la casa y luego a las manzanas en su canasta. Grayson le dijo que solo lo acompañó a casa y luego se fue a dormir. Estaba agradecido con él, había necesitado una noche así desde hace mucho tiempo. "De acuerdo. No hay nada en particular que hacer hoy, así que podemos salir más tarde."

"¿A las ocho está bien?" Metió las manos dentro de los bolsillos delanteros. "No es un camino largo, pero no tengo ganas de estar sobrio." Sonrió de lado antes de mirar el reloj negro sobre su muñeca. "Oh, tengo que irme. Hay una llamada que necesito atender." Tomó el paquete vacío de carne seca del piso y lo estrujó en sus manos. "¿Recuerdas a Ben?"

Asintió. "Es tu amigo."

"Sí. Está preparando su boda y quiere que vea unas cosas por él." Sacudió la cabeza. "Como si supiera algo sobre bodas."

Sonrió antes de comenzar a seguirlo mientras caminaba hacia la casa. "Probablemente solo quiere tu punto de vista de las cosas."

"Supongo."

Fueron por la parte trasera y casi chocaron con Qwin cuando dieron la vuelta por la esquina de la casa. Grayson frenó de golpe, haciendo que se golpeara la nariz contra su hombro. "Ah, mierda," dijo, frotándose la nariz antes de parpadear hacia Qwin.

Sus bonitos ojos miraran con casi pánico a Grayson. "Lo siento. No los escuché venir." Miró detrás de Grayson y sonrió. "Hola, Jamie. ¿Qué tal? No te he visto estos días."

Luchando contra el fuerte sonrojo que amenazaba, le sonrió. "Hola, Qwin. Estuve ocupado con los caballos y el nuevo domador." Apretó las manos en puños, todavía medio escondido detrás de Grayson. "¿Estás bien?"

"Sí. Estaba buscando a Lucy, pero todavía está durmiendo." 

"Es su día libre, supongo que está cansada," dijo Grayson. 

"Eso creo." Se pasó una mano por el cuello antes de reírse nerviosamente. Su sonrisa era tan bonita. Jamie podía mirarla todo el día y decir que era la más hermosa en el mundo. Dios. Apartó la mirada por un momento. "Quería invitarla a salir, sabes."

Levantó la cabeza. 

Grayson asintió lentamente. "¿Te gusta Lucy?"

"Amo a Lucy." Su rostro se sonrojó con fuerza. Jamie sintió una fea emoción en la boca del estómago mientras veía lo feliz que Qwin lucía. "Pero es difícil invitarla a salir porque siempre está ocupada. Pero no me voy a rendir." Sonrió abiertamente antes de rodearlos y caminar de espaldas. "Será mi novia."

Lo vieron irse trotando hacia el campo con una sonrisa en la cara. Jamie exhaló lentamente, mirándolo irse. No debía sentirse así. Era lo más seguro que Qwin encontraría a una chica que le gustara en cualquier momento, pero dolía todavía. Era tan estúpido.

Una mano en su espalda lo hizo sacudirse. Miró a Grayson. El hombre no dijo nada, solo le dio una suave sonrisa y frotó su espalda. "¿Estás bien?" preguntó un momento después.

"No es que hubiera esperado que él realmente me quisiera, pero sigue siendo molesto." Se frotó el pecho, sintiendo un calor incómodo provenir desde dentro. Se encogió de hombros, sus ojos encontrándose con los de Grayson. "Pero necesito olvidarlo en algún punto."

La mandíbula de Grayson se tensó, su mano sobre la espalda se detuvo. "No pongas esa cara." Cerró los ojos y exhaló con fuerza. "No me gusta."

Jamie lo miró confundido. "¿Por qué?"

"No lo sé." Abrió los ojos y lo miró fijamente. "Soy un hombre adulto, no tengo ganas de lidiar con emociones estúpidas ahora mismo." Miró a otra parte, luciendo molesto. Jamie no debió pensar que se veía caliente cuando estaba enojado. Tragó con fuerza mirándolo fijamente cuando Grayson envolvió su mano en su cadera. "Escucha, no quiero que te asustes con lo que voy a decirte, ¿de acuerdo?"

"De acuerdo."

Grayson se pasó una mano por el cabello sin soltar su cadera. "He estado..." Se veía increíblemente incómodo. "No sé qué quiero de ti." Se encogió de hombros, dándole una sincera mirada. "He tenido erecciones con solo mirarte, así que no sé qué es lo que eso signifique. Objetivamente hablando, no eres mi tipo. Ni siquiera eres una mujer, pero a mi cuerpo no parece importarle eso porque la otra noche me masturbé pensando en ti y esa noche." Se pasó una mano por la cara sin apartar la vista de él. "Es confuso y no quiero solo pretender que no me siento así contigo porque me hace sentir como un imbécil."

Jamie lo miró sin saber qué decir. Abrió la boca y la cerró sin estar seguro de cómo responder. 

"He estado con hombres que dicen ser heterosexuales, pero terminan metiendo su pene en mi boca de cualquier forma." No sabía a donde estaba yendo con eso. Se sentía un poco alagado, debía admitir. "No me disgusta, si es lo que crees. Está bien."

Grayson frunció el ceño hacia él antes de empujarlo hacia el granero otra vez. Jamie lo dejó, sintiendo que su corazón comenzaba a latir con la fuerza de un caballo. Lo llevó a un espacio que estaba casi cerrado. Su espalda chocó contra la madera cuando Grayson lo rodeó con sus brazos, mirándolo a los ojos. "¿Cómo puedes estar bien con algo así?"

"Quería chupártela esa vez," dijo sin rodeos, si eso era lo que estaban haciendo. Grayson miró sus labios mientras hablaba. Un mechón de cabello rubio cayó sobre su frente, haciéndolo lucir peligroso. Estaba medio duro. "Estaba dispuesto a tener sexo contigo esa vez. No estamos en diferente circunstancias aquí."

"¿Te gusto?"

Jamie se encogió de hombros. "Me pareces atractivo."

"Sabes, ambos necesitamos salir esta noche y solo seguir por donde estábamos." Se pasó una mano por el cabello, dando un paso atrás. "No quiero que las cosas se pongan raras entre los dos. Tú encontrarás un hombre en el bar y yo una mujer, y sacaremos esta cosa de dentro de nosotros."

Sonaba como una buena idea.

"Está bien."

"Bien." Se empujó lejos de él y asintió mientras caminaba hacia la salida. "A las ocho."

Jamie miró fijamente al otro lado del establo y dejó salir una larga respiración. Mm. Tenía un mal presentimiento, pero, por ahora, lo dejaría pasar. No estaba seguro de toda esta situación. Grayson parecía bastante confundido. Caminó lentamente hacia la casa mientras pensaba. Lo gracioso era, que él también se sentía confundido. No tenía idea de qué hacer.

***

Apenas estaba prestándole atención a Ben mientras él hablaba de los cubiertos de plata que pondrían sobre las mesas para los invitados. Levantó un catálogo y señaló sus favoritos. Grayson tuvo que detenerlo ahí antes de que comenzara a emocionarse más.

"Creo que metí la pata," dijo, frotándose el rostro con las manos.

"¿Huh? ¿De qué hablas?" Ben miró el catálogo y luego a él. "Plata o bañados en oro, Grayson, no es tan difícil."

"Plata," dijo. "Hablo de Jamie."

"Oh." Bajó el catálogo, sus ojos llenos de interés. "¿Qué hiciste?"

Gruñó. "No lo sé. Algo que no debí."

"Espera, espera, espera. ¿Te gusta? ¿Le dijiste que te gusta?"

Miró la pantalla y sacudió la cabeza. "No."

"¿Le dijiste que te lo quieres coger?" Ben abrió la boca con sorpresa, sus ojos también se abrieron con sorpresa, pero después asintió. "Waoh. Ah, esto es... vaya. No sabía que te sentías atraído por hombres. Es nuevo."

"No me gustan los hombres. Esa es lo cosa. Jamie es solo..." Era extrañamente sensual de alguna manera y no fue suficiente con un simple vistazo para darse cuenta de que lo que sentía hacia el hombre era deseo. Quería hacérselo. "No puedo dejar de mirar sus labios." Se humedeció los labios y se pasó la mano por ellos, pensando en los gruesos y rojos que estaban hace un momento. Quiso tanto meter su lengua en su boca y descubrir cómo sabían. Quería chuparlos y morderlos hasta ver qué tan rojos se ponían. "Pero no quiero arruinar esto porque realmente me gusta pasar tiempo a su lado. Es divertido... a veces."

Cuando miró a la pantalla, Ben tenía una enorme sonrisa, ruborizado como un tonto mientras lo miraba fijamente. "Oh, Dios. Grayson." Se rió antes de cubrirse el rostro. "Esto es lindo, en realidad."

"No lo es. Estoy confundido y me molesta. No soy un adolescente, debería solo saber qué quiero hacer."

"Pero no quieres lastimarlo." Ben apoyó la mandíbula sobre su mano y suspiró. "Es considerado de ti que pongas sus emociones antes que las tuyas."

"Le dije que fuéramos a un bar esta noche y que tuviéramos sexo con otras personas." Sacudió la cabeza con fuerza. "Solo estoy frustrado. No he tenido sexo en un poco más de un mes. Eso es todo."

"Mmm. ¿De verdad crees que es eso?" Ben apretó los labios. "De todas las personas, ese sujeto es quien puso tu cosita dura. Piénsalo un poco."

"Me agrada," dijo, un poco más calmado. "Quiero seguir siendo su amigo."

Ben entrecerró los ojos. "¿Qué tan mal lo tienes?"

"Me masturbé el otro día pensando en él."

La fija mirada de Ben lo puso incómodo. 

"Sé que pueden encontrar una manera de solucionarlo."

"No estoy seguro. Además, le rompieron el corazón hoy. Sentí que me estaba aprovechando un poco de eso."

"Esas cosas duelen. Si está vulnerable, será mejor que mantengas tus sucias manos de él. Solo está ahí para él por mientras hasta que él sepa qué hacer."

Sonrió, cruzándose de brazos. "Jamie es cualquier cosa menos inocente, puedo decirte eso." Le había dicho que había querido chupársela esa noche, sin titubear, sin romper el contacto visual. Era un descarado. Su sonrisa se amplió. "No tiene porqué afectar nuestra amistad. Solo tenía que decirlo antes de estallar en cualquier momento."

"Bien. Sé que puedo confiar en ti." Ben le sonrió. "Ahora, ¿podemos regresar a mi problema? Sé que la boda será a inicios del próximo año, pero todavía me gusta revisar las cosas con anticipación." Estaban a mitades de noviembre, el clima comenzaba a volver más agradable de día y las fiestas se acercaban. Ben quería esperar a que todo pasara antes de poder centrarse en su boda. "Neil y yo pensamos que sería lindo elegir el traje del otro. Lo haremos el próximo mes."

"¿Usarás blanco?"

"No lo creo. Neil se ve mejor de blanco que yo." Chaqueó los labios. "Aunque no me negaría a usarlo.  Pero creo que solo usaré negro."

Asintió y siguió dando su opinión de las cosa. Eso duró un buen par de horas. Incluso tomó el almuerzo con él mientras miraban el lugar que apartarían para la boda y después la luna de miel. 

***

Se encontraron a las afueras de la casa. Había llamado un Uber que los pudiera llevar hasta las afueras del pueblo, un bar en el camino, cerca de la ciudad. Habían hoteles cerca así que estarían bien. Se volverían a reunir la mañana siguiente y regresarían al rancho después de pasar una buena noche. Ese era el plan.

Jamie se ajustó la chaqueta de mezclilla y revisó su cabello contra la ventana afuera del bar. Cuando lo miró, sus ojos estaban brillando. "¿Qué tal?"

Grayson pasó los ojos de la punta de sus botas, pantalones vaqueros ajustados a sus musculosas piernas, una camiseta negra simple dentro de la chaqueta y el cabello peinado hacia abajo. Su rostro se veía suave, limpio y brillante. "Se ve bien."

Jamie asintió y lo revisó también a él. "Te ves bien también." Solo llevaba una camisa negra y pantalones negros con sus zapatos de vestir, también negros. "¿Deberíamos entrar?" Señaló la entrada del bar. Ruidosa y colorida, con personas alrededor. Se veía bastante lleno.

"Vamos."

Fue tan familiar como esperó. No era un gran fiestero, pero le gustaba estar en bares y pasar el rato con amigos. Las cosas siempre se ponían interesantes ahí y era un buen ambiente solamente. Jamie abrió los ojos cuando fue empujado entre los cuerpos, pero se enderezó a tiempo antes de mirarlo. "Esto es una locura."

"¿Nunca fuiste a un lugar como este?" Prácticamente tuvo que gritar para poder escuchar su propia voz. 

Jamie sacudió la cabeza con una sonrisa mientras miraba a alrededor. "Solo fui a lugares cerca del rancho porque usaba la camioneta," respondió.

Ambos se apoyaron contra la barra, mirando a la multitud. Ese era un show sucio. Ahora veía porqué el lugar tenía tantas estrellas y decían que era el mejor lugar en el que estar si querías pasar una buena noche. Habían parejas, tríos, en todas las esquinas y algo como un espectáculo de strippers sucediendo al mismo tiempo. 

Grayson apartó la vista para mirar a Jamie. Los ojos del hombre estaban fijas en el hombre sobre el escenario que acababa de quitarse la camisa de policía. Se lamió los labios y sonrió antes de mirarlo. "Me gusta aquí."

"Eso es todo. Divirtámonos esta noche."

Pidieron dos shots de vodka, chocaron los vasos y los tragaron de un golpe.

Iban a disfrutar esta noche.

***

Holaaaaa. Estamos cerca del final del 4to libro de los osos, así que las actualizaciones aquí se volverán más frecuentes. Gracias por todo. Nos leemos pronto!!!