28
Tenía un plan.
O tal vez no.
Solo estaba seguro de que debía comenzar a dar el primer paso. Grayson hizo suficiente en el pasado, muchas veces, y fue quien inició todo este enredo. Pero después de pasar toda la noche pensándolo, llegó a la realización de que era no había otra cosa que hacer. No podía esperar a que Grayson lo intentara otra vez porque había una gran posibilidad de que él no quisiera.
No lo culpaba.
Grayson le dijo que no tenía que culparse por algo que ambos habían hecho, pero el peso caía más sobre él por haberse comportado como un idiota insensible y egoísta.
Estaba tan nublado en su obsesión con un hombre que lo veía como a un hermano, que ignoró todos los sentimientos que habían comenzando a crecer dentro de él hacia el hombre que lo quería.
Entonces para la mañana del 31 cuando Grayson regresó de entrenar, salió por un rato y compró algunas cosas. No tenía grandes expectativas de crear el ambiente para la noche. Era fin de año de cualquier manera y todavía quería celebrar. Aunque su sistema todavía estuviera decayendo lentamente, haría que valiera la pena.
Para cuando regresó, Grayson abrió la puerta con una mirada adormilada, una marca a un lado de su rostro donde probablemente estaba durmiendo. Casi se inclinó hacia él y le dio un beso, pero se detuvo cuando su cuerpo se tensó. ¿Qué demonios? Pero habría sido agradable. Grayson se vería adorable cuando estaba así.
Lo vio frotarse el cuello mientras miraba las bolsas en sus manos.
"¿Qué es eso?"
Lo siguió hasta la cocina mientras arrastraba los pies. Sonrió mientras dejaba las bolsas en la mesa de granito. "Ya sabes, es el último día del año." Se encogió de hombros y apartó la mirada de él para ver las botellas de champaña. "Usualmente me gusta celebrar que un año más pasó. Champaña, cidra, cerveza. La verdad no es importante. Es solo agradable."
Grayson asintió y se cruzó de brazos.
"Supongo que todos lo hacemos."
"Entonces, ¿tienes planes para la noche?" Metió las manos dentro de los bolsillos de la cazadora y lo miró, sintiéndose nervioso.
"En realidad, no." Se pasó una mano por las mejillas, un leve rastrojo de barba sobre su rostro, sus ojos mirándolo con una extraña expresión que no podía identificar. "Tal vez visitar a Ben, pero no estoy seguro todavía. Quizás él y Neil vengan un rato. Y mis padres no están en el país."
Claro.
"Bien." Lo miró con los labios presionados, inquieto e incómodo con la mirada plana que Grayson tenía en los ojos. "¿Te gustaría celebrar conmigo?" Se rió intentando romper la incómoda tensión. "No tienes que hacerlo si no quieres."
"Estaba intentando dejar el alcohol a un lado, honestamente." Suspiró y volvió a mirar las bolsas antes de mirarlo a él. "Pero supongo que puedo hacer una excepción teniendo en cuenta que es el último día del año."
Su cuerpo se relajó y sonrió lleno de esperanza. "¿En serio?"
Grayson solamente asintió.
"Genial."
Por el resto del día no hablaron mucho. Grayson solo dio vueltas por su apartamento, limpiando con audífonos en los oídos. Así que no había mucho que pudiera hacer para llamar su atención, claro, podría solo destruir esas cosas. O... podría usar su cuerpo. Grayson era un poco débil ante él desnudo, eso era bastante obvio. Así que, ¿por qué no?
Entonces cuando él estaba limpiando en la cocina, vio su oportunidad. Tomó un baño. Desordenó su cabello frente al enorme espejo y salió a la habitación con la toalla colgando a su lado. La puerta estaba abierta y él sabía que Grayson estaba cerca porque podía escuchar los pasos en el piso más y más cerca. Su corazón estaba latiendo por la emoción, quizás algo de adrenalina por aquí y por allá, pero nada malo.
Estaba sonriendo cuando se dio cuenta de lo que estaba pasando. Sonriendo como un lunático.
Agh, al carajo.
No le importaba lo que tenía que hacer para tener al hombre de regreso.
Así que tomó su celular y lo revisó mientras se pasaba la toalla por el cuerpo, fingiendo que lo hacía distraídamente. No levantó la cabeza de inmediato, esperó hasta el momento correcto. Una maldición brusca hizo que levantara la mirada. Grayson lo estaba mirando desde afuera de su puerta. Su ceño fruncido, pero no parecía querer apartar la mirada de él. De hecho, parecía que no podía ni siquiera hablar.
"Puedes cerrar la puerta, sabes," dijo."
Jamie apretó los labios y deslizó la toalla frente a él, cubriendo sus partes nobles. "Lo siento. No me di cuenta." Dejó su celular a un lado y envolvió su cintura dentro de la toalla mientras lo miraba. Puso su cara más inocente. "Realmente lo siento. Supongo que es solo incómodo," murmuró antes de reírse entre dientes. "Creo que solo me siento cómodo a tu alrededor y olvido que ya... no estamos juntos."
Grayson bufó. Se cruzó de brazos y lo miró con una expresión desconfiada.
"¿Qué estás haciendo?"
"¿Huh?"
"No soy tan tonto," dijo antes de presionar los labios con fuerza. Sus ojos recorrieron su cuerpo lentamente sin vergüenza antes de volver a ver sus ojos. "Estuve contigo el suficiente tiempo como para saber que tramas algo." Se lamió los labios antes de sonreír ampliamente sin diversión, más como burlón. "Y si vas por ahí mostrando tu cuerpo, por supuesto voy a mirar. Pero cualesquiera que sean tus intenciones, déjalo."
"¿No puede un hombre arrepentirse de lo que hizo?"
Grayson lo miró fijamente un momento antes de inclinar la cabeza hacia un lado.
"¿Te arrepientes?"
Tomó asiento sobre la cama y lo miró. Quería que supiera y se diera cuenta de que estaba siendo honesto. "De todo lo que pasó entre nosotros, la única cosa de la que me arrepiento es de haberte lastimado múltiples veces. Mi cabeza estaba en otra parte, así que no noté lo que hacías por mi. Solo pensé que estarías ahí siempre y de un momento a otro, no fue así." Se pasó una mano por el cuello y exhaló, dejando salir el nerviosismo. "Debí ser mucho más honesto y darme cuenta de lo que estaba comenzando a sentir por ti. No sé, quizás lo sentí desde mucho antes. Pero dicen que no te das cuenta de lo que tienes hasta lo pierdes." Grayson lo miró en silencio, labios apretados y una mirada que decía que continuara. "Perderte, me hizo darme cuenta de cuánto te necesitaba."
"¿Qué pasa con Qwin?" Lo miró duramente mientras hablaba. "La persona a la que has amado por años."
Se encogió de hombros.
"¿Qué hay con él?"
Grayson frunció el ceño, viéndose molesto. "Va a casarse y tener un hijo con Lucy. ¿Cómo te hace sentir eso?"
"De hecho, estuve ahí cuando pidió la mano de Lucy." Pensó en ese momento otra vez y se dio cuenta de algo. Se rió de sí mismo. "Ni siquiera había pensando en eso. Estaba demasiado preocupado por alguien más." Lo miró a los ojos y sonrió con suavidad. "Estoy feliz por ellos. Y lo digo en serio."
"Ya escuché eso antes." Hizo una mueca antes de aspirar y exhalar con frustración. "¿Por qué iba a creerlo?"
"Puedes preguntarle a Ma." Su rostro se contrajo al recordar su última conversación con Ma. No quería pensar en eso, para ser honestos. "Estaba sintiéndome como un gran trozo de mierda, intentando convencerme de que había sido lo mejor y que estarías mejor sin mi. Pero solo me estaba mintiendo y mi cuerpo estaba pagando las consecuencias de mi estupidez."
"¿Lo merecías?"
No tenía ninguna expresión en particular, solo parecía estar realmente curioso por su respuesta.
Jamie apretó los labios antes de asentir.
"Sí."
"Bien." Asintió con firmeza, luciendo satisfecho. "Está bien. Te perdono."
Se rió.
"Pensé que habías dicho que la culpa era de ambos."
Grayson solo se encogió de hombros. "Todavía me lastimaste. Mi parte de la culpa fue por intentar forzarte a salir conmigo, lo que solo debió llegar con el tiempo, si llegabas a sentir lo mismo. Entonces, lo siento por eso."
Sonrió, sintiendo que algo del peso se deslizó fuera de sus hombros. "¿Estamos bien ahora?"
"Somos adultos, lo correcto sería solo seguir adelante, ¿no crees?"
"Supongo. Pero, ¿realmente se acabó?" Se puso de pie y caminó hacia él. "Realmente lo siento. Lo digo en serio. Lamento haberte lastimado y ser tan egoísta, pero, por favor, no hagas que lo nuestro termine aquí. Me pondré de rodillas si es necesario."
Grayson sonrió con malicia.
"Eso sería divertido." Se rió un poco antes de exhalar. "Pero no es necesario. Solo... solo tomémonos un tiempo antes de regresar a esa parte de nuestra relación, ¿de acuerdo? No fue mucho mejor para mi después de salir de ahí. Estuve fumando y bebiendo por días hasta que Ben me sacó de aquí." Apartó la mirada, su mandíbula tensa con algo de molestia. "Y para ser honestos, todavía duele un poco. Así que quizás deberíamos solo tomarlo con calma y comenzar desde cero, siendo honestos, y decir lo que pensamos antes de que volvamos a lastimarnos otra vez."
Asintió mientras daba un paso atrás. "Suena bien para mi."
"Mhm." Grayson dio un paso atrás y metió las manos en los bolsillos del pantalón. "¿Y qué estabas intentando hacer hace un momento?"
Sonrió tensamente. "¿Usar mi cuerpo para llamar tu atención? Lo siento si eso pareció muy desesperado."
"Mm. No, está bien." Miró alrededor de la habitación un poco más antes de darse la vuelta, pero todavía lo escuchó hablar cuando se marchó. "Por supuesto que voy a mirar."
Sonrió divertido.
Bueno, al menos eso había funcionado.
Todavía tenía conquistarlo.
Pero al menos, ahora, veía una luz al final del túnel. Y era todo lo que podía pedir.
***
Jamie se ofreció a preparar la cena para ambos cuando Grayson decidió que se quedaría en casa simplemente.
Los días de festejar como un idiota terminaron hace mucho tiempo. Ahora solo podía pedir la tranquilidad y calidez de su hogar y mirar los fuegos artificiales desde su balcón o desde los ventanales del apartamento. Con el frío que hacía afuera, no tenía muchas ganas de estar ahí.
Así que mientras el otro hombre tomaba posesión de su cocina, él estaba frente al televisor mirando una película de comedia, una copa de ponche de huevo en una mano y un plato de galletas saladas en la mesita frente a él. El timbre sonó un rato después, y no tenía que adivinar quién era.
"¿Así que solo te quedarás aquí?" Ben le sonrió desde alguna parte dentro de la gruesa bufanda que tenía alrededor del cuello. Sus ojos brillaban un poco y estaba sonrojado pero podría ser por el frío o por alcohol. "¿No quieres ir con nosotros a un lugar?"
Neil asintió detrás de su prometido. "Iremos al centro a esperar el conteo."
"Será divertido."
"Gracias por la invitación, pero no estoy solo."
Ben frunció el ceño. "¿Trajiste a alguien a casa?"
"Digamos que fue un invitado inesperado." Miró hacia atrás antes de inclinarse hacia ellos para susurrar. "Jamie está aquí."
Neil solo levantó las cejas.
Ben lo miró como si le hubiera crecido otra cabeza. "¿Por qué?"
Solo pudo encogerse de hombros. Era algo difícil de explicar solo así. Ellos eran los únicos que podían entender lo que habían pasado y el significado de su conversación.
"¿Están intentándolo otra vez?" Ben asintió lentamente antes de sonreír débilmente. "¿Estás seguro de esto, Grayson?"
"No creo que pueda responder tan fácilmente, pero yo todavía... lo amo." Apartó al mirada de él cuando se rostro se calentó. "Podríamos reunirnos un día de estos, si está bien para ustedes."
Neil le sonrió. "¿Una cita doble?"
Ben todavía no parecía muy convencido, pero asintió y lo tiró hacia un abrazo. "Solo quiero que seas feliz." Lo apretó con fuerza contra su cuerpo y exhaló. "Quiero conocerlo antes de la boda, así que sí. Podría ser la próxima semana."
"Te enviaré un mensaje."
"Ten una buena noche."
Después de que se fueran, cerró la puerta con cuidado y se apoyó en ella. La conversación que había tenido más temprano con Jamie lo sacudió más de lo que pretendía. Su cuerpo entero había estado tan tenso que pensó que le daría un calambre en cualquier momento. Todavía quería estar con él, tan estúpido y tonto como era, sentía que podían hacerlo. Una relación para ambos que funcionara.
Era una bonita fantasía en su cabeza.
Se sorprendió cuando Jamie llegó frente a él. Tenía puesto un delantal que no sabía que guardaba.
"¿Estás bien?"
"Sí," respondió con la vista puesta en el delantal. "¿Yo tenía eso?"
Jamie asintió con una sonrisa. "Lo encontré al fondo del almacén." Levantó los brazos. "¿Cómo se ve?"
Exhaló una risa, su interior cálido de pronto. "Se ve bien en ti."
"La comida estará lista en un momento." Jamie se humedeció los labios, sus pálidos ojos mirando su rostro con atención. "¿Seguro que estás bien?"
Asintió lentamente y se separó de la puerta. "Ben vino a hacer una corta visita. Quiere reunirse con nosotros la próxima semana. ¿Estás bien con eso?"
Parecía un poco reticente después de que preguntara, pero aceptó. "Podemos hacer eso. He escuchado mucho de él, sería agradable conocernos en persona. No lo culparía si él decide revocar la invitación a su boda." Se rió nerviosamente mientras se pasaba una mano por el cabello. "Está bien."
Frunció el ceño.
"Ben no lo haría. Es un buen tipo, pero supongo que solo se preocupa por mi." Le dio una pequeña sonrisa para intentar tranquilizarlo. "No se comportará como un simio contigo, no te preocupes. Solo sé tú mismo. ¿Todavía mantienes lo que dijiste hace un rato?"
"Dios, realmente te lastimé." Antes de poder reaccionar, tenía a Jamie rodeando sus hombros con un fuerte abrazo. Dudó un poco antes de envolverlo con sus brazos, apoyándose de él. Mierda, esto se sentía tan bien. Sus ojos se cerraron por inercia, tomando el calor de su cuerpo, tal vez buscando algo de confort también. "Haré que esto funcione para nosotros, Grayson," susurró contra su cabeza. "Puedes patearme lejos si lo arruino. Pero te aseguro que no será necesario."
"Tampoco quiero arruinarlo," murmuró mientras lo apretaba contra él. "En serio te patearé en tu gordo trasero."
Jamie se rió.
"Está bien."
La cena fue tranquila, con algunas conversaciones que surgieron de la conversación principal. No fue incómodo, no fue tenso, no fue forzado. Se sintió como una cita, como ese tipo de cita en que conoces por primera vez a una persona y te das cuenta de que completamente todo lo que buscas, y hay una conexión instantánea entre ambos.
Sintió que conoció un poco más sobre James Tater en una cena que en todo el tiempo en el que estuvieron juntos. Quizás fue porque Jamie se abrió hacia él y lo dejó hacer todas las preguntas que le vinieron a la cabeza. Contestó todas y cada una de ellas con sinceridad. Incluso cuando le preguntó sobre sus sentimientos hacia Qwin.
"Realmente no sé por qué pasé tanto tiempo obsesionado con la idea de estar enamorado de él." Balanceó su champaña en su mano antes de dejarla sobre la mesa. "Quizás porque fue la única persona que me atrajo y me trató bien, me dio un poco atención. Y comencé a fantasear tener una relación con él. Pero... no sé si realmente lo amé." Frunció el ceño y se pasó una mano por el cabello. "Creo que me molestó saber lo del bebé porque se sintió como si esa fantasía estuviera volviéndose más inalcanzable. Pero no porque estuviera celoso." Levantó las cejas y lo miró. "Bueno, quizás cuando me enteré de su relación, sí. Pero no más. Es como si todo eso se hubiera evaporado en el aire de pronto."
Se rió, pero estaba increíblemente sacudido.
"¿Qué pasa si dejas de sentir algo por mi también?"
Él lo miró con dolor. "No son las mismas situaciones. Lo que siento por ti, no es la mitad de lo que llegué a sentir por Qwin. Es más real, más doloroso. Es algo por lo que estoy dispuesto a luchar. Jamás llegué a pensar en pelear por su amor. Pero el pensamiento de ti estando con alguien más... me hace enojar." Frunció el ceño, sus ojos perdiendo el calor. "Creo que podría cortar tu bolas, en realidad."
Eso no debió hacerlo sentir feliz y satisfecho, sonriendo como un tonto.
De verdad era un grandísimo idiota.
Terminaron su cena y fueron a la sala, la botella de champaña por la mitad y esperaron hasta que fuera la medianoche para brindar otra vez y desear por un año con buenos deseos, buenas oportunidades y algo de esperanza. Lo miró mientras el conteo comenzaba desde diez. Realmente quería todo de esto, de ambos. Deseaba y añoraba tal cosa con tanta fuerza que podría solo desvanecerse si no funcionaba.
Estaba en medio de sus pensamientos cuando Jamie volteó a mirarlo.
5...
Sus labios se estiraron en una pequeña y reservada sonrisa que transmitía sus emociones. Carajo, casi podía sentirlas él mismo desde dentro de su cuerpo.
4...
Levantó su mano y la frotó suavemente sobre su rostro, sintiendo una particular calidez recorrerlo.
3...
Este era el verdadero sentimiento del amor.
2...
Te amo.
1...
Presionaron sus labios con suavidad. No fue nada agresivo ni duro, ni brusco, ni siquiera abrieron sus bocas. Fue el beso más inocente y amoroso que alguna vez tuvo. No había necesidad de volverlo más intenso. El simple hecho de volver a besarlo tan dulcemente era suficiente para hacer sentir a su corazón completo.
Era la sensación más intoxicante y poderosa que alguna vez lo recorrió.
Pero, oh, tan bueno.
***
Fin
Ah, se la creyeron.
Todavía faltan 3 capítulos. Así que disfrutemos y seamos felices hasta entonces. Sin más que decir, nos leemos pronto xx
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