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14

No esperaba despertar tan temprano la mañana siguiente, pero el frío estaba comenzando a ponerse pesado. Miró alrededor por un momento, recordando que estaba en una cabaña en medio de las montañas. Se frotó el rostro antes de voltear la cabeza y ver un desastre oscuro de cabello sobre la almohada a su lado. Estaba dándole la espalda, así que solo podía ver su nuca desnuda y la gruesa sudadera que Jamie se había puesto en la noche antes de dormir.

Se estiró antes de salir de la cama y revisar la chimenea, después decidió ir por más leña. Se paseó por le cuarto hasta el baño para hacer sus cosas antes de abrigarse adecuadamente para salir de la cabaña. Inmediatamente una fría brisa lo golpeó en el rostro haciéndolo dudar en si era una buena idea.

"Es esto," murmuró para sí mismo, estirándose para tomar un trozo seco de árbol y colocarlo sobre el bloque más grueso. "O morir congelado." Solo era cuestión de cortar, ¿cierto? Agarró el hacha con ambas manos, dándose cuenta de que era más pesada de lo que pensó. La levantó y meció hacia atrás antes de golpear hacia abajo con todas sus fuerzas. "¿Qué demon-?" El hacha solo golpeó la madera y saltó a un lado, sin dejar más que un golpe sobre el tronco.

Eso duró un largo rato antes de que finalmente lograra hacer una raya. ¿Por qué era tan complicado? Se veía sencillo en la televisión. Maldiciendo, tiró el hacha a un lado y se puso las manos sobre las caderas para tomar aliento. ¿Qué estaba haciendo mal?

La puerta se abrió un momento después. Un adormilado Jamie salió, frotando el cabello con pereza. "¿Qué haces?" preguntó, acercándose a él. Llevaba su cazadora encima. Se rió mirando el hacha a un lado. "¿Intentabas cortar leña? Debí hacerlo anoche, pero realmente no quería salir."

"¿Sabes hacerlo?" le preguntó. "He estado intentando cortar este pedazo desde que desperté."

"Es todo acerca de la técnica," respondió, agachándose para tomar el hacha. Lo miró a los ojos. "Me despertaron tus maldiciones, así que tenía curiosidad de qué estabas haciendo. Pudiste realmente haberte lastimado por esto. Debiste despertarme."

Se encogió de hombros. "Te veías muy relajado." Jamie solo sacudió la cabeza, inclinándose para arreglar el tronco. "Pensé que necesitabas descansar más."

"Está bien." Levantó la cabeza, su mirada a lo lejos mientras una pequeña sonrisa se estiraba en sus labios. "Estoy relajado, es todo."

"Sí, yo también." No estaba seguro de hablar sobre lo que hicieron ayer o no. Usualmente solo bromeaban sobre ese tipo de cosas, pero ayer no fue solo una pequeña cosa. Grayson realmente había amado hacerlo. Era una de esas veces que seguirían repitiéndose en su cabeza en un momento inoportuno o en sus sueños. Había sido realmente bueno, y Jamie era tan receptivo y dispuesto. Tragó con fuerza y se hizo a un lado cuando Jamie levantó el hacha y cortó el tronco a la mitad de un solo golpe, como un profesional. Levantó las cejas, un poco sorprendido. "¿Cómo hiciste eso?"

"Es fácil. Te lo dije, solo es la técnica." Volvió a levantar el hacha, cortando el mismo tronco en un pedazo más pequeño. "Técnica."

"Bien. Tú sigue con eso." Le dio la vuelta, metiendo las manos dentro de los bolsillos del pantalón para evitar tocarlo al pasar a su lado. "Haré el desayuno para ambos."

"De acuerdo."

Entró a la cabaña y dejó salir un pesado y largo suspiro antes de comenzar a tomar cosas para preparar el desayuno mientras se sumía en sus pensamientos. Había tenido la vaga idea, que ahora sonaba estúpida, de que una vez que lo hiciera con Jamie, su mente iba a volver a la normalidad y finalmente dejaría a un lado esa obsesión extraña que tenía hacia el otro hombre. Pero no había pasado todavía. Quería pasar los brazos a su alrededor y caminar de esa manera alrededor. Era ridículo e infantil, pero la imagen de Jamie riéndose y llamándolo tonto hacía que su corazón se contrajera.

Se sentía fuera de su zona de confort. Había pasado mucho, mucho tiempo desde que se sintió atraído hacia alguien de esta forma. Tenía casi treinta, estas emociones ridículas eran para los más jóvenes. Un hombre de su edad podía saber qué quería hacer en un momento como este, pero no tenía idea de qué hacer.

Por una parte, decirle a Jamie. Quizás podía darle una oportunidad y aceptar salir con él de una manera que no fuera solo como amigos. Pero Jamie solo lo veía como eso, nada más. Todavía seguía enamorado de Qwin, aunque el otro hombre probablemente estuviera en una relación con Lucy.

Todo esto era estúpido y sería mejor si lo olvidara, pero parecía no poder dejar de pensar en eso a cada momento.

Estaba terminando de colocar los huevos en los platos cuando la puerta se abrió y Jamie entró cargando una pila de leña sobre su hombro antes de ir a acomodarla en la chimenea. Después de eso se giró, el rostro ligeramente rojo haciéndolo ver divertido. Comieron mientras Jamie le contaba sobre el final de la temporada de beisbol. Estaba escuchándolo a medias, su cabeza llena de diferentes formas de seguir con esto. Él podía hacerlo. Solo era sexo al final de día y ambos lo disfrutaban. ¿Para qué hacer todo raro por sentimientos tontos que pasarían en algún momento?

Levantó la cabeza para mirarlo mientras él seguía hablando. Eran amigos y además de Ben, consideraba a Jamie uno muy cercano. Podía hablar de cualquier cosa con él, por más rara que fuera, y él solo lo escucharía. ¿Qué más podía pedir? Las relaciones nunca se le daban, así que aunque lo intentaran, él lo arruinaría todo entre los dos. Suspiró lentamente antes de aceptarlo. Era mejor así.

"¿Quieres intentar pescar?" Jamie le preguntó más tarde mientras lavaba los platos. "Podríamos intentar pescar nuestra cena."

Asintió. "Suena bien."

Tomaron las cañas y las llevaron consigo hasta el muelle, donde se sentaron y las prepararon en silencio antes de tirarlas tan lejos como pudieron. Jamie exhaló con fuerza, metiendo el mango de la caña entre sus piernas antes de frotarse las manos. "¿No es una vista única?"

Grayson miró a lo lejos, las blancas montañas borrosas a lo lejos y el contraste del agua con los alrededores. "Lo es. Puedo ver por qué te gusta tanto venir aquí." Sonrió. "Es algo que jamás verás en la ciudad."

"Pensé que te gustaba la ciudad. No te veías muy emocionado cuando llegaste aquí."

"Eso es cierto, en parte." Se rascó la nariz antes de chasquear la lengua. "Ambos lugares son diferentes. Y tienen buenas cosas, pero no diré que no extraño el café de mi cafetería favorita." Sonrió para sí mismo sin apartar la vista de las montañas. "Pero aquí todo es tranquilo, como si el tiempo pasara más lento. Probablemente es porque no paso todo el día en la oficina como lo hacía. Pero no está tan mal... mientras encuentre cosas que hacer."

Jamie asintió. "Creo que me volvería loco si viviera en la ciudad. He ido algunas veces, pero no es nada para mi."

"¿Creciste aquí toda tu vida?"

"No exactamente en este lugar, pero sí." Lo miró de reojo antes de encogerse de hombros cuando Grayson lo miró fijamente. "No he hablado de mi pasado con nadie. ¿Realmente me harás hablar sobre eso?" Se rió entre dientes, pero podía ver cómo su cuerpo se había tensado.

"Si no te sientes cómodo con eso, está bien." Tragó saliva antes de suspirar. "No tengo una buena relación con mi padre. Mi mamá dice que es porque ambos somos iguales, pero la verdad es que jamás he podido sentir esa familiaridad con él. A veces se siente como si solo fuera mi jefe." No sabía por qué estaba diciendo estas cosas de la nada. Jamie no le había preguntado. "Creo que le habría gustado tener otro hijo, pero solo fui yo al final. Siempre hubo algo que no le gustaba, no importaba lo bueno que fuera en eso. Y en algún punto dejó de importarme lo que pensara sobre mí y comencé a vivir a mi modo. Eso solo nos llevó a más discusiones a través de los años."

"¿No se hablan?"

Meció la cabeza. "Si es necesario, sí. Pero mi mamá sigue intentando que mejoremos nuestra relación sin saber cuán rota está."

"No puedo decir nada porque no lo conozco," Jamie murmuró un momento después con un tono tranquilo y calmado. "Los padres siempre tendrán ideas diferentes sobre nosotros." Asintió lentamente antes de girar el rostro para mirarlo. Había algo nostálgico en la mirada de Jamie que lo puso nervioso. "No he visto a los míos en años. Probablemente se olvidaron de mi a este punto," se rió, pero no sonaba particularmente divertido, sino todo lo contrario. "¿Recuerdas que te dije sobre mi primera vez?"

"Sí, lo recuerdo. Fue en la escuela."

Jamie asintió. "Uno de esos días, después de salir de clases, creí que sería una mejor idea ir a mi casa, dado que mis padres trabajaban y tendríamos más privacidad. Pero, por supuesto, ese día mi papá llegó temprano y cuando entró a mi habitación, nos vio haciéndolo." Levantó la cabeza y suspiró pesadamente, sin mirar a un lugar específico. "El otro chico huyó antes de que mi papá pudiera atraparlo, pero yo me quedé ahí y recibí toda su ira. Pensé que iba a morir ese día." Sacudió la cabeza, con una temblorosa sonrisa en los labios. "Mi mamá pensó lo mismo que mi papá, y lo dejó seguir golpeándome hasta que me hiciera un hombre de verdad. Nunca ocultó lo mucho que le desagradaba, ni cuánto desearía que hubiera muerto. No podía solo quedarme ahí, así que después de un tiempo me fui y jamás regresé."

Grayson estaba molesto. Tan enojado que sus dientes dolían de lo apretado que estaba mordiéndolos. "¿Cómo terminaste en el rancho?"

"Tomé el primer autobús que vi y me dormí en algún punto. El conductor me despertó al llegar a la última parada. Que fue ese lugar. Hice trabajos por ahí y por allá, buscando algo de dinero para comer y poder pagar una habitación en un motel hasta que un día mientras trabajaba en una de las tiendas agrícolas, un hombre llegó, diciendo que necesitaban encontrar hombres para trabajar en un sembradío." Sonrió, esta vez más animado. "Ese hombre era Pa. Me dio el trabajo y después de terminar, me preguntó donde estaba mi familia. Le dije que era huérfano."

"Espera," lo detuvo un momento mientras pensaba. "¿Qué edad tenías?"

"Diecisiete."

"De acuerdo."

"Entonces, me ofreció una habitación dado que el verano se acercaba y necesitarían más ayuda. Así que el tiempo pasó, y pasó, y pasó. Pa y Ma me abrieron las puerta, tratándome como un hijo e incluso se ofrecieron a darme su apellido, pero no podía. Estaba demasiado avergonzado y agradecido con todo, pero no podía aprovecharme de ellos cuando les había dicho una mentira todo este tiempo."

Grayson suspiró y estiró una mano para pasarla por su espalda, intentando consolarlo de alguna manera. "Está bien. Hiciste lo que tenías que hacer para sobrevivir."

"Sigue siendo una mentira," dijo en voz baja. "No me gusta mentirles porque han sido tan buenos conmigo. Pero..."

"Tienes miedo de que hagan lo mismo que tus padres hicieron," murmuró.

Jamie solo asintió. "Sé que son buenas personas y tienen un noble corazón, pero creo que no lo soportaría si ellos me miraran con decepción." Levantó la cabeza, dándole una mirada cansada. "Pero odio mentirles."

Grayson deslizó su mano por la espalda de Jamie hasta su cuello, presionándolo suavemente mientras lo veía a los ojos. "Tú ganas la historia más triste," dijo. Jamie bufó una risa mientras sacudía la cabeza. Grayson sonrió suavemente, agradecido de que su expresión hubiera cambiado. "Pienso que puedes hacer lo que quieras, si eso te hace sentir seguro. Mientras no le hagas daño a nadie... no veo por qué no puedas seguir de la forma en la que estás. Claro, la verdad hace que uno de sienta más liviano, pero a veces es mejor guardarse algunas cosas." Tragó con fuerza mientras miraba a los ojos pálidos de Jamie, sintiendo el pulso sobre su cuello estallar, su cabeza comenzó a palpitar mientras frotaba los dedos sobre la nuca de Jamie. "Me gustas."

Jamie parpadeó hacia él. "También me gustas. Eres un gran sujeto, sé que tuvimos un inicio difícil, pero-"

"No." Cerró los ojos por un momento antes de tomar una profunda respiración y volver a mirarlo. "Me gustas. No como un amigo. Estoy... atraído hacia ti."

Jamie lo miró fijamente por un largo momento que solo hizo que su barrera de confianza comenzara a desmoronarse mientras el otro hombre lo miraba en silencio. Lentamente, soltó su cuello y usó ambas manos para sostener la caña de pescar mientras sentía la mirada del hombre en él.

"No tienes que decir nada, está bien. Deja de intentar buscar palabras," dijo, riendo un poco, intentando aliviar el ambiente. Jamie no dijo nada. Grayson se aclaró la garganta con la mirada fija en el agua. "Solo sentí la necesidad de decirlo, pero probablemente no sea nada que no vaya a pasar. Digo, eres la única persona con la que he tenido contacto físico semanas. Mi cerebro está siendo estúpido."

Estaba comenzando a divagar. Apretó los labios y le dio una mirada a Jamie.

"Yo... sabes que estoy enamorado de Qwin. No pensé que esto..." Apartó la mirada y suspiró. "Me siento halagado, en serio, pero..."

Lo cortó antes de que continuara. "Detente ahí. Está bien. Lo entiendo perfectamente, de verdad. No tiene que volver esto entre nosotros raro, ¿de acuerdo?" Lo miró, sonriendo antes de empujarlo con su hombro. "No creas que iré tras de ti como un cachorro perdido. Solo tenía que sacarlo de mi."

"¿Estás seguro?" Jamie se inclinó cerca de él, mirando en sus ojos, buscando algo. "No quiero hacer algo que vaya a lastimarte."

"No te preocupes por eso. Solo sexo," dijo, encogiéndose de hombros. "Si estás de acuerdo, podemos seguir de esta manera hasta que se vuelva aburrido o ambos encontremos a alguien más. Además, me iré en algún momento, así que solo disfrutémoslo hasta entonces."

Jamie lo miró sin verse seguro todavía. "¿De verdad está bien para ti?"

"Está bien para mi si está bien para ti."

"Ah, hombre." Jamie sacudió la cabeza con una sonrisa abierta que hacía que sus ojos se hicieran pequeños. "Dices las cosas con tanta tranquilidad que es difícil tomarlas en serio." Se humedeció los labios antes de mirarlo. "¿Estás seguro de que está bien, Grayson? Podemos detenernos aquí y seguir siendo amigos, iremos a bares y todos estos lugares a los que quieras ir. Y está bien para mi. Sabes que tu amistad es importante para mi, ¿cierto?" Sus ojos se llenaron de seriedad mientras estiraba una mano para sostener la suya, apretándola con fuerza. "Es la primera vez que soy tan abierto sobre mi vida con alguien y me gusta. No quiero perderlo."

Tragando con fuerza, Grayson asintió. "Lo entiendo. En serio está bien. Veámoslo de esta manera," dijo, todavía sosteniéndole la mano, rústica y dura. "Si no estuviera atraído hacia ti, no habría hecho nada de lo que pasó ayer." Frunció el ceño y miró adelante. "Quizás solo estoy leyendo demasiado en esto. Sí, debe ser eso. Me freíste el cerebro ayer."

Riéndose, Jamie asintió, dejando ir su mano. "Está bien. Pensé que me había enamorado después de mi primera vez. Leí en algún lugar que las primeras experiencias dejan una huella en nosotros." Se pasó una mano por la mejilla, donde estaba comenzando a crecer un rastro de barba oscura. "Bien."

"Bien," repitió, mirando hacia adelante, sintiéndose de alguna manera más liviano en su propia piel. Sonrió con suavidad mirando hacia las montañas. "Entonces, también te atraigo."

"Eh." Jamie apretó los labios antes de mirarlo y encogerse de hombros. "Eres atractivo, si eso es lo que quieres escuchar. Muchos de los tipos con los que me he metido, dicen no ser gay, pero si te vieran, probablemente correrían a chupártela." Se rió con una mirada pensativa. "¿Lo intentarías con otros tipos?"

"Dios, no." Sacudió la cabeza firmemente mientras Jamie se reía. "Sigo siendo heterosexual," dijo, remarcando la palabra, aunque se sentía un poco vacía a su pesar.

"Vamos, piénsalo un poco. Imagina a Qwin. Él es sexy, ¿no puedes imaginarte haciéndolo con él?"

Solo para complacerlo, intentó imaginarlo. Qwin no se veía mal, parecía tener un buen cuerpo debajo de la ropa. Ojos oscuros, cabello igual de oscuro y desordenado, piel pálida. Eran de la misma altura, pero él era más amplio que el otro hombre por varias libras, incluso Jamie era más musculoso que Qwin. No podía ver cómo podría arreglárselas para ponerse duro con el hombre. No tenía las curvas adecuadas. Jamie tenía una piel suave y bronceada deliciosamente por el sol del verano. La curva de su trasero era hermosa, sus gruesas piernas musculosas y tan agradables al toque, su estómago ligeramente marcado, pero tan sexy y su pecho... había puesto ambas manos sobre él y lo estrujó. Era tan suave como pensó, además sus pezones eran tan sensibles...

Jamie lo empujó con suavidad.

"Estás duro." Lo miró cuando Jamie habló, sus ojos muy abiertos, mirándolo fijamente. "¿Por Qwin?"

Parpadeando lejos de su ensoñación, Grayson estiró la mano para ponerla detrás del cuello de Jamie. "No estaba pensando en Qwin," dijo antes de presionar sus bocas juntas y chupar su lengua dentro de su boca, tragándose el gemido de Jamie con ansias. "Sé que viniste aquí para relajarte, pero realmente quiero hacerlo justo ahora."

"¿Estabas pensando en hacerlo con Qwin?" Jamie tenía el ceño fruncido cuando se alejó del beso.

"¿Qué? No" Hizo una mueca cuando recordó a Qwin. "No hay nada que me guste de él." Se hizo hacia atrás para mirarlo a los ojos cuando vio la expresión confundida en el rostro de Jamie. "Estaba pensando en ti. En tu cuerpo." Cerró los ojos, sintiendo su pene pulsar mientras recordaba el día de ayer. Se movió más cerca de él, enterrando el rostro en el cuello de Jamie. "Solo pienso en lo bien que se sintió estar dentro de ti."

"Demonios."

"¿Hmm?"

Jamie se estremeció, haciendo que Grayson lo mirara. Tenía la cara roja y los ojos húmedos. Oh, joder. Estaba excitado también. Una mirada abajo lo confirmó, había una gran tienda en los pantalones. Puso la mano encima del bulto, dándole un suave masaje mientras pasaba los labios a lo largo de su mandíbula y chupaba una marca ahí. Riéndose, Jamie se movió hasta que estuvo de pie sobre la madera. Grayson lo miró hacia arriba.

"Eres peligroso," Jamie murmuró entre dientes mientras recogía su caña. "Solo..." tragó con fuerza y señaló la cabaña. "Recojamos esto y vayamos allá."

Grayson sonrió para sí mismo, recogiendo el hilo antes de ponerse de pie. Tomó ambas cañas y las dejó a un lado antes de tomar a Jamie y subirlo encima de su hombro para llevarlo hacia la cabaña. La verdad, no estaba seguro de poder, Jamie no era peso ligero, pero pudo hacerlo, escuchando la risa del otro hombre cuando pasaron el marco de la puerta y la cerró. Lo llevó hacia la cama y lo tiró en ella antes de comenzar a quitarse la ropa.

"Prometo que prepararé un buen almuerzo para ambos," dijo mirando mientras Jamie se desvestía y quedaba en la gloria de su desnudez. Grayson se detuvo un momento para mirarlo completamente. "Tu cuerpo es realmente hermoso," murmuró sin darse cuenta de que lo dijo en voz alta hasta que vio a Jamie sonrojarse con fuerza. Se rió nerviosamente y se apresuró a quitarse los zapatos antes de subir a la cama. Se sentía repentinamente tímido por alguna razón. "¿Cómo prefieres hacerlo?" preguntó mientras pasaba una mano sobre la espalda de Jamie, sintiendo cada curva y ondulación hasta llegar a la hermosa curva de su trasero de burbuja. Tiró de él más cerca, ambos sobre sus costados para cuando se movieron. Tiró de una de las piernas de Jamie sobre las suyas y acarició la línea de su pierna hasta su trasera antes de apretarlo con fuerza. "Haré lo que quieras," dijo, bajando el rostro para meter uno de los dulces pezones en su boca y chupar lentamente, escuchando el suspiro de Jamie antes de que una mano sostuviera su nuca.

"Hazlo así."

Con algo de lubricante lo preparó apenas lo suficiente para sentirse bien consigo mismo, pero Jamie estaba pidiéndole ir rápido. Reunió la fuerza suficiente para conseguir un condón antes de deslizarse dentro de él. La posición lo hacía tan bueno, tan íntimo y apretado. Jamie gemía con cada embestida dentro de él, casi succionándolo más profundo, tan codicioso por más. Grayson estableció un ritmo lento, pero profundo que los puso a los en un estado de excitación tan alto que apenas podía abrir los ojos por miedo a dejar de sentirse tan envuelto por el cuerpo del otro hombre. ¿Cómo se sentía tan bien?

Enterró los dientes en el hombro de Jamie cuando éste se corrió, apretándolo con fuerza hasta casi ser demasiado para su cordura, apenas jadeando un gemido cuando también se corrió. Lo sostuvo con fuerza, su rostro enterrado en su cuello mientras luchaba por respirar regularmente. Jamie lo estaba abrazando contra su pecho sin intenciones de soltarlo, y Grayson jamás se sintió tan bien al acurrucarse con alguien después del sexo. Quería seguir sosteniéndolo así, y joderlo otra y otra y otra vez hasta que ambos no pudieran más.

Esos pensamientos eran los que lo asustaban por momentos. Era obsesión, se dijo. Estaba obsesionado con el cuerpo del hombre en sus brazos.

"¿Crees que puedes mantenerme en la cama todo el tiempo? Tengo cosas que quiero hacer," dijo, su mano deslizándose sobre su espalda, dándole cosquillas.

"Solo disfrutemos del tiempo aquí mientras tanto." Parpadeó lentamente antes de abrir los ojos, recordando que todavía seguía dentro de él, pero la verdad no tenía ganas de salir de él. Se sentía cálido y agradable. Lo haría si Jamie se lo pedía. "¿Qué le ves a Qwin?"

"¿Mm? ¿A Qwin?"

"Sí," dijo, frunciendo el ceño mientras recostaba la cabeza sobre su pecho y envolvía el brazo alrededor de su cintura perezosamente. "¿Qué tiene que te gusta tanto?"

En serio no podía entenderlo. Qwin no era nada especial desde su punto de vista. Parecía un sujeto común.

"No lo sé. Quizás es solo porque me trató bien desde que nos conocimos. Él siempre ha sido amable conmigo y me trata más suave que a los demás hombres." Se encogió de hombros. "Es sexy a su modo, también atento y cariñoso. Si pasaras más tiempo cerca de él lo comprenderías. Es un buen hombre también."

"¿Eso es todo?" Frunció el ceño, sin poder comprenderlo todavía. "Si tuvieras una oportunidad, tan mínima como fuera, con él, ¿lo invitarías a salir?"

Jamie murmuró por un momento como si lo estuviera pensando antes de chasquear los labios. "No lo sé. Creo que jamás lo he pensado... no lo sé." Jamie se movió un poco, pero no se quejó ni nada, solo se acomodó mejor sobre su costado. "¿Qué pasa contigo? Todavía recuerdo esa conversación que tuviste. ¿Estabas comprometido?"

"No," dijo de inmediato. Se movió haciendo que finalmente su pene saliera de Jamie. Se quitó el condón y lo lanzó en el cesto de la basura antes de acostarse sobre su espalda y pasar los brazos detrás de la cabeza. Era la primera vez que pensaba en Emma después de tanto tiempo. ¿Qué diría ella si lo viera en este momento? "No era nada serio y ella lo sabía, pero quería que lo fuera. Al parecer le di un anillo, pero no puedo recordarlo."

"Dime que no solo la dejaste así antes de irte."

Grayson se dio la vuelta para mirarlo. "He cambiado desde entonces. Ahora... me parece que fue muy frío. Pude haberlo hecho mejor." Arrugó la nariz pensando en su apartamento. ¿Ella no estaba tan enojada como para hacer algo ahí, verdad? "En cualquier caso, estoy seguro de que ella se estaba viendo con otros tipos cuando yo estaba en el trabajo."

"¿Vivían juntos?"

Asintió. "Al menos en el mismo lugar. Teníamos sexo de vez en cuando, pero eso era todo."

"¿Por cuánto tiempo?"

"Unos cuatro años," murmuró, mirando la expresión de Jamie antes de suspirar. "Lo sé. Y lo corté por una llamada. Soy un imbécil, estoy consciente de ello."

"Diablos. Creo que yo te odiaría."

Sonrió, mirándolo. "¿Sí? ¿Ni siquiera me darías otra oportunidad después de enmendar mis errores?" Se humedeció los labios, mirando la curva de su pecho hacia su abdomen. "Las personas cambian todo el tiempo."

"No si me terminaras por teléfono después de cuatro años." Lo miró como si estuviera loco. "Probablemente se sintió como basura después de eso."

"No la conociste," dijo mientras estiraba una mano para acariciar su abdomen lentamente, sintiendo el movimiento que hizo cuando se estremeció. "Ella estará bien." Se mordió el labio, levantando la mirada para encontrarse con la de Jamie antes de inclinarse sobre él, besando su estómago con besos húmedos. "¿Por qué estoy tan obsesionado con tu cuerpo?" preguntó, deslizando sus manos de arriba a abajo en su cuerpo, metiéndose entre sus piernas mientras recorría sus labios sobre su pecho y hombros sin poder detenerse. "Nunca antes... pero tú..." Jamie jadeó cuando Grayson deslizó las manos por su espalda, presionándose contra él, chupando marcas sobre el pecho del hombre, su abdomen y ombligo, inhalando profundamente. Estaba volviéndose loco. Pero quería estar en él otra vez.

Jamie le pasó un condón, mirándolo con ojos húmedos y brillantes, su pene duro descansando contra el muslo mientras lo miraba fijamente. "Hazlo," murmuró en voz baja, sosteniendo su cabeza antes de besarlo profundamente.

Por supuesto que lo hizo. Le dio la vuelta, poniendo una almohada bajo sus caderas antes de deslizarse dentro de él, envolviéndolo apretadamente contra su pecho, besando marcas sobre sus hombros y nuca, escuchando la respiración pesada de Jamie y sus sollozos cada vez que golpeaba sus caderas juntas. Fue un paseo lento que ambos estaban disfrutando. Jamie se volvió suave y maleable debajo de él y Grayson sintió que haría lo que el hombre le pidiera, mientras pudiera seguir sintiendo esto.

Se recordó no pensar más en esto más allá de buena química sexual, pero oh, cómo deseaba permanecer así con él por horas. Escuchándolo gemir con voz rota y grave mientras lo tomaba tan bien dentro de él.

Iba a perder la cabeza por este hombre.

Y eso no era nada bueno.

***

Holaaaaa. Parte 14 lista. Gracias por todo. No hay mucho que decir, pero que son una de mis parejas fav. La química... intocable. Nos leemos pronto xx

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