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Final:

"En el vasto mundo de posibilidades para unas vacaciones románticas, hay destinos que destacan por su capacidad para avivar la chispa del amor y crear recuerdos inolvidables para las parejas. Entre estos destinos, París, la Ciudad del Amor, se alza como un ícono indiscutible. Sus calles adoquinadas, la majestuosidad de la Torre Eiffel y los pintorescos paseos a lo largo del Sena ofrecen un telón de fondo idílico para el romance.

La voz del locutor estaba llena de energía y ansias de vender. 

"Si prefieres un entorno más exótico, las Maldivas se presentan como un paraíso en la Tierra, con sus bungalows sobre el agua y playas de arena blanca que se funden con el turquesa del océano Índico. La intimidad de una cabaña flotante y las puestas de sol en este rincón del mundo son experiencias que enamoran. Por otro lado, la magia de Venecia, con sus canales serpenteantes y arquitectura renacentista, es perfecta para parejas que buscan una escapada romántica. Recorrer la ciudad en una góndola mientras el gondolero canta canciones de amor es un cuadro que nunca se desvanecerá de la memoria. No se puede pasar por alto la seducción de las ciudades europeas como Florencia, con su riqueza artística y gastronómica, o Praga, con su arquitectura de cuento de hadas. Ambas destilan un ambiente romántico que transporta a las parejas a otro tiempo."

Sonrió un poco, imaginándolo. Los dos en un bote en medio del Canal de Venecia mientras un hombre con apenas suficiente ánimo les cantaría una canción en un idioma que no entenderían, pero pensarían que era algo romántico para asentar el ambiente mientras pasaban en medio de los turistas, a la vista de todos, sin poder hacer más que recostarse en una tabla incómoda con colchones mullidos al tiempo que se dejaban asar bajo los rayos del sol.

Sonaba increíblemente aburrido.

Lo que lo hacía perfecto.

Echando una mirada a su izquierda, él revisó los monitores con cuidado sin saber muy bien qué hacía cada cosa. Vio que el gotero caía a un buen ritmo y que su venoclisis estuviera conectada correctamente. Miró que las sábanas estuvieran bien puestas y que sus pies no sobresalieran por debajo, porque Charlie ya estaba comenzando a creer que Ryan lo hacía apropósito solo para levantarlo de la silla.

Buen intento.

Miró las pestañas presionadas sobre sus mejillas, descansado tranquilamente con un ritmo suave en su respiración. El cabello lo había estado peinando hacia atrás todos los días y también lavándolo con los mejores productos que pudo encontrar y ahora tenía un sutil aroma a lavanda que estaba seguro de que no le molestaría. Sonriendo, él soltó su tableta y se giró hacia él, buscando su mano libre antes de colocarla sobre su mejilla.

"El doctor dijo que solo es cuestión de tiempo antes de que despiertes. Será mejor que eso sea pronto. ¿Me escuchas?" Cerró los ojos, presionando los labios juntos, no dejando que el dolor en su pecho se extendiera más de lo necesario. "Estaré planeando nuestras vacaciones. Cualquier lugar que prefieras, haré una lista." Aspiró profundamente antes de mirarlo. Intentando apagar el vacío en el estómago que sentía cada vez que miraba los tubos que estaban conectados a su boca. "Venecia no estaría nada mal, tiene muchas amenidades si no te importa mojarte los pies un poco y la comida es sencillamente deliciosa. Aunque no estoy muy a favor de ir a Italia recientemente, ¿sabes?" Se rió suavemente, frotando su frente sobre los nudillos de Ryan. "¿Qué te parece Las Maldivas? Bastante privacidad en medio del mar, tanta como para hacer algunas cosas sucias en nuestra estancia y asustar a los vecinos. También podemos ir a un lugar frío donde tengamos que comer pescado desabrido todos los días. De hecho, no suena tan mal."

Hubo un suave golpe en la puerta y él apretó los labios antes de soltar su mano lentamente.

"Tengo que irme," dijo. Tomó una profunda respiración, poniéndose las manos sobre los ojos antes de dejar que una lágrima escapara. "Comenzarán el juicio hoy, pero John y Nick creen que estaré bien aunque sea un caso de asesinato. Además hay muchas pruebas de lo que pasó, también muchos testigos de que él comenzó todo. Fue en defensa propia y no hay evidencia que diga lo contrario, aunque ya sabes... mamá intentará hundirme con todas sus fuerzas. No se ha presentado en ninguna reunión ni ha hecho un comunicado oficial. Creo que salió del país, por eso solo su abogado habla con nosotros. Pero no hay problema, ¿verdad?" Bajó las manos antes de ponerse de pie. Se inclinó, colocando las manos suavemente a los lados de su cabeza sobre la almohada antes presionar los labios sobre su frente tibia. "Regresaré tan pronto como pueda, ¿de acuerdo? Te amo."

Dean lo estaba esperando afuera, y si su rostro decía algo, el hombre no lo mencionó. Y tampoco intentó crear una conversación en todo el camino hacia el juzgado. Era lo mejor. Charlie estaba inmensamente agradecido que él lo conociera tan bien como para no forzarlo a hablar.

No estaba de humor para ser amable.

Solo quería regresar al lado de Ryan y olvidar los problemas que existían fuera del hospital.

***

"Creo que todo está yendo de maravilla. Las pruebas y toda la evidencia de las cámaras del museo presentado de la investigación, apuntan que todo está a mi favor, eso es lo que Nick cree." Charlie tomó el brazo de Ryan y pasó el paño húmedo a lo largo del interior de su codo hasta su muñeca, teniendo particular cuidado entre sus dedos y haciéndose un recordatorio de traer un cortaúñas. "De cualquier manera, habrá otro juicio donde decidirán si seré considerado por asesinato en defensa propia o si lo hice como homicidio doloso." Sonrió con suavidad mientras volvía a humedecer el paño. "Realmente no hay manera en que hagan lo segundo, realmente fue en defensa propia. Así que no estoy preocupado por eso. En realidad ni siquiera pienso en el caso. Solo pienso en ti."

Dejó el paño en la bandeja y comenzó a peinar su cabello fuera de su rostro con lentitud, apreciando las pequeñas marcas de imperfección y sus pequeños lunares alrededor de sus ojos. Luego tomó algo de jabón y lo mezcló en una suave espuma antes de volver a mojar el paño. La barba estaba creciendo rápidamente en sus mejillas y algo en su garganta.

"Traeré la rasuradora mañana." Sus ojos se nublaron y su garganta se anudó mientras pasaba el paño sobre sus mejillas. "Apuesto a que se sentirá bien, ¿verdad?" Las lágrimas se desbordaron antes de que él pudiera contenerlas, y se inclinó hacia adelante, incapaz de contener su propio cuerpo. Ryan ni siquiera podía hacer algo tan simple, solo estaba postrado en esa cama por casi tres semanas y Charlie estaba comenzando a perderse. Su mente se volvía cada vez más frágil y débil, y él solo necesitaba ver los ojos de Ryan, los ojos del amor de su vida. Necesitaba sentir el tacto vivo y cálido de sus manos encima de su piel, asegurándole que todo estaba bien. Pero no era posible. Al menos todavía. Se limpió la nariz y los ojos antes de volver a tomar el paño, pasándolo sobre su frente con manos temblorosas que intentó ignorar y forzó una sonrisa. "Creo que te gustaría probar un nuevo champú, aunque lavanda te va bien. Intentemos algo de coco y vainilla esta vez. María dijo que podría lavarte el cabello mañana." María era la enfermera de Ryan, una mujer muy tranquila con una voz dulce que no lo perturbaría en su sueño. Era muy amable y comprendía que eran amantes, así que siempre les daba tiempo a solas. Charlie asintió para sí mismo. "Sí, haré eso."

***

"Sé que ella me odia, de verdad," dijo, frotándose la cabeza con las manos. Había un dolor de cabeza ahí que parecía estar yéndose hacia el lado de una migraña asquerosa. "Pero no creí que haría esto. La próxima semana tendré un juicio civil a pesar de que había sido absuelto de mi juicio penal. Por daños y perjuicios. Ella quiere todo el dinero, quiere las propiedades y quiere la empresa. Como si fuera a dejar que eso pase." Lo miró y tomó su mano en la suya. "Odio esto. Es... se está volviendo demasiado. A veces creo que debería solo... ir a prisión por un tiempo." Se giró por completo hacia él e inhaló. "Era mi hermano después de todo y yo lo asesiné. Yo... ah, yo fui quien puso la bala en su pecho. Tiene razones para estar tan molesta y para pedir una indemnización. Pero no se la merece, ¿verdad?"

Sonrió hacia él antes de besarle los nudillos. El dolor de cabeza ahora se sentía menos exigente.

"Sé que papá entiende, donde sea que esté, y se ha puesto de mi lado en todo esto. Sería incluso mejor si él te diera una mano. Para que despiertes," dijo. "Porque ha pasado casi un mes, Ryan, y te extraño terriblemente todos los días. Tengo la lista de vacaciones, planeé nuestro itinerario en al menos cinco locaciones. Todos son lugares calmos que no te agobiarán y tendremos privacidad. Gran énfasis en privacidad. Lo único que necesitas hacer es despertar y dejarme ver esos grandes ojos otra vez. Sé que puedes, lo sé. Te amo."

***

"Dylan parecía más emocionado hoy, ¿verdad?" Se humedeció los labios mientras se sentaba nuevamente en su silla después de haber despedido a Dylan y Drake. Dylan tenía clases y Drake trabajo, así que ambos pasaron a hacer su visita diaria rápidamente. A pesar de las gruesas bolsas oscuras bajo los ojos del chico, su mirada era más optimista de alguna manera. "¿Tal vez estás mejorando y él lo puede sentir?"

Charlie sonrió, cruzando sus piernas y apoyando una mejilla en una mano, sin apartar los ojos de él.

"Casi podría jurar que hay más color en tu piel estos días. El tratamiento debe estar haciendo efecto. Finalmente." Se frotó el puente de la nariz y exhaló lentamente. "El juicio será mañana y se supone que debo ir con Nick en algún momento del día, pero no quiero. Prefiero estar aquí. Es más interesante verte todos los días. Incluso mejor si pudieras decirme que estoy siendo patético. Sé que te haría más caso a ti que a Dean o Tyler." Se inclinó hacia un lado y buscó en su bolso un libro. "Estuve buscando este libro por un tiempo, en realidad no estaba seguro de si encontraría algo similar pero lo hice. Y sí existe. Se llama Acompañar a un Ser Querido en Coma. Creo que me ayudará un poco a comprender mejor la situación y a no sentirme tan miserable todos los días." Se rió ente dientes y levantó la primera página. "Te lo leeré, así no pasaremos todo el día hablando de que debería ser yo quien esté en esa cama y no tu." Se aclaró la garganta y comenzó a pasar las hojas hasta llegar a la dedicatoria. "Para Saul. Han pasado... 9 años, pero te sigo esperando como el primer día." Charlie tragó con fuerza y pasó rápidamente la página cuando se corazón se estrujó. Su nariz le picó y él se sacudió antes de buscar la siguiente página. "Espero que Saul haya despertado," dijo incómodamente. "Nueve años es demasiado tiempo. Es bueno que ese no vaya a ser tu caso, ¿verdad? Estarás despertando dentro de poco."

Una lágrima caliente se deslizó sobre su mejilla y él la secó rápidamente.

No había una razón para ponerse sentimental.

Lo miró fijamente, estirando los labios.

"Espero no aburrirte. ¿Debería comenzar?"

***

"No estuvo tan mal," dijo, jugando los dos dedos de Ryan. "Pero ella estuvo ahí y fue... no lo sé. Me sentía extraño. No me sentí así cuando ella no estuvo en las audiencias pasadas, tal vez porque no podía verla. Pero ahora que lo hizo, volví a sentirme como ese niño pequeño que veía a su mamá darle atención a su otro hijo. Me sentí vacío y enfermo." Sacudió la cabeza. "Fue muy extraño. De cualquier forma, el caso no parece ir a algo más serio. De hecho podrían arrestarla simplemente por regresar al país después de que soltáramos los videos y audios de ella en el pasado. Cruzo los dedos por eso. Sería bueno que terminara en la cárcel de una buena vez, pero su esposo probablemente meta la mano al fuego por salvarla. Escuché que ese día no escapó, sino que fue por su equipo para llevársela del país, así que ella no estuvo cuando Shawn se volcó hacia nosotros."

Frunció el ceño, pasando los dedos a lo largo de su brazo. No lo estaba imaginando, su piel se sentía muy caliente. Charlie lo observó con cuidado. 

"¿Ryan?" Su corazón saltando contra su pecho ansioso. Estaba muy quieto pero su rostro estaba humedecido por el sudor. Cuando un movimiento lo sorprendió, Charlie saltó de la silla. "Te moviste. Mierda. No estoy enloqueciendo, ¿verdad?"

Sostuvo su mano con delicadeza. Conteniendo el aliento. Vamos, sé que tu puedes, amor. Vamos. Vamos. Vamos.

No se movieron sus dedos, sino que toda su mano y Charlie no podía creerlo. Estaba completamente atónito. Finalmente toda esa ansiedad que lo había estado consumiendo comenzó a convertirse en esperanza y...

Los monitores estallaron. Charlie estaba confundido por unos minutos, mirando los monitores justo antes de que Ryan comenzara a moverse completo. Demasiado brusco y muy antinatural. 

"¿Ryan?" dijo en un murmullo.

Las puertas se abrieron de par en par y una doctora junto con María entraron. El doctor tomó una mesa con unos cables y una máquina extraña, pero que no podía confundir. 

"Tienes que salir, querido," dijo María, empujándolo lentamente hacia las puertas. "Juro que hablaré contigo después, pero en este momento no debes estar aquí."

"¿Qué le pasa?" María apretó los labios y Charlie volvió a mirar cuando más enfermeros entraron y la doctora comenzó a gritar indicaciones. Rompieron la bata de Ryan y comenzaron a colocar cosas en su pecho. "¿Qué le están haciendo?"

"Maldición. ¿Dean? ¡Dean!"

Charlie la miró cuando brazos tiraron de él hasta que estuvo afuera de la habitación. "Dime qué está pasando."

Los ojos de María eran suaves, llenos de algo parecido a piedad y lástima. "Está teniendo un paro respiratorio," ella respondió lentamente. "Es muy común. De hecho lo estábamos esperando. La infección en su pulmón es demasiado grave y no ha sanado del todo, aunque su cuerpo lo está tomando de la mejor manera posible. No puedo asegurarte, ni mucho menos prometerte algo, cariño, pero lo único que puedo decirte es que trabajamos para hacer lo mejor que está en nuestras manos." Ella le dio una cálida mirada. "Ryan está luchando todos los días y su cuerpo es fuerte. Ten fe. ¿Sí? Solo ten fe."

Ella le dio una sonrisa apretada antes de darse la vuelta y entrar a la habitación, cerrando las puertas detrás.

Charlie no estaba seguro de qué sentía. Todo su cuerpo estaba muy quieto y su mente... estaba llena de todo, de tantas cosas que no podía procesarlo correctamente. Y sabía que era extraño, porque podía sentir que Dean estaba hablando con él, llevándoselo a alguna parte del hospital y él no lo estaba asimilando. De hecho no estaba seguro de que esto no fuera un sueño.

Tenía que ser, ¿verdad?

Una risa histérica salió de sus labios.

No estaba mirando a nada en particular hasta que Dean se puso en su campo de visión.

"Iremos a casa por esta noche," dijo en un tono que no daba lugar a discusiones. Lo estaba llevando hacia afuera. "Y te prepararé una comida decente."

"¿De qué hablas?" Lo empujó, golpeándolo con fuerza, pero Dean solo gruñó y envolvió los brazos a su alrededor con fuerza. "¡Suéltame, maldición! Ryan me necesita, déjame ir ahora. Mierda, quítate."

"Tyler vendrá y se quedará con él. Tú irás a casa y dormirás aunque tenga que golpearte para que eso pase, y en serio, Charlie, no me obligues a golpearte." Cuando lo miró se sorprendió de ver que sus ojos estaban rojos y húmedos, su labio inferior un poco tembloroso, y en todos los años que tenían de conocerse, Charlie jamás lo vio soltar una sola lágrima o verse a punto a quebrarse. "Por favor, vamos a casa. Regresaremos por la mañana. Yo me encargaré de hablar con su hermano y contarle la situación."

Charlie no luchó más. Sabía que era un desastre y sabía que era necesario. Todavía no estaba tan demente. 

Y su shock duró apenas un poco más.

De camino a la mansión, él solo se rompió y lloró, maldiciendo y gritando sin sentido. Pero oh... si eso no se sintió tan bien. Aunque después de su estallido de emociones estaba exhausto cuando llegó a la habitación. Se tomó las pastillas que Dean se pasó sin protestar después de comer la cena que mencionó. Tomó una ducha y luego se fue a la cama, donde lloró hasta que las pastillas lo hicieron dormirse.

Soñó con Ryan.

Soñó que tenían una vida feliz.

Soñó en su boda y rosas blancas por todas partes.

Soñó que él despertaba.

***

"La verdad prefiero verte miserable en esa silla de hospital a esto."

La voz de Tyler lo hizo gruñir. Él estrelló su vaso contra la barra, haciéndole señas al bartender. "Dame otro par de estos," le dijo, sin moverse. "¿Qué haces aquí? Se supone que debes estar cuidándolo en el hospital, no haciendo de mi niñera."

Sabía que nadie lo dejaría solo, y que Dean debería estar con Ryan, pero todavía tenía que encontrar excusas para estar solo.

"Bueno, es casi lo mismo." Tyler se arrastró hasta estar sentado en la silla a su lado. Charlie sacudió la cabeza, presionando los labios juntos como señal de que no iba a hablar. Pero el bastardo era insistente y necio. "Antes de ir al museo, Ryan me hizo prometerle que te cuidaría en caso de que algo saliera mal. Que sería tu sombra y te mantendría fuera de peligro. Hasta ahora no había sido un problema, eres bastante tranquilo y extraño, pero no hay nada mejor que ahogar las penas en alcohol, ¿verdad?" dijo cuando sus tragos llegaron. Él se tomó uno de golpe y exhaló el ardor entre los dientes. "Y como estás intentando hacerte daño, necesito estar cerca."

"No estoy haciéndome daño."

"¿Ah, sí? Entonces dime por qué viniste conduciendo y estás tomando tragos con 58% de alcohol como si fuera agua. Dean dijo que nunca conduces y que tomaste un auto sin avisar. Dime, soy todo oídos."

Mirando el segundo trago, él sacudió la cabeza. "No es tu asunto."

"¿Quieres morir? ¿Un pequeño paro hace tres días te asustó tanto que quieres morirte antes que tu amor? Eres más débil de lo que pensé." Tyler se rió y Charlie estaba a punto de lanzarle el vaso a la cara. Era tan molesto. "No entiendo el interés de Ryan, tal vez él ve algo que yo no. Pero todo lo que veo es a un chico que ha crecido sin saber qué hacer, demasiado asustado como para ponerse los huevos en su lugar y arreglar el nombre de su familia de una buena vez. Un chiquillo que apenas puede soportar un poco en dolor a cambio de una gran recompensa. Eres un desastre." Tyler le arrebató el trago y él se lo tomó. Charlie lo miró. "Sabes que puedes ganar. Sabes que puedes ser el alcalde limpiamente porque eres el niño bonito de los Baldwin, pero te asusta. Te da miedo la responsabilidad, tienes miedo de no llegarle a los talones a tu padre."

"¿Y eso qué?" gruñó, pidiendo otra ronda de tragos. "Ser político nunca ha sido mi sueño. No es algo que me interese. Por todo lo que sé, esta ciudad se puede caer en pedazos."

"¿Esperas que me crea eso? Pura mierda. Sé más de todos ustedes de lo que probablemente imaginen, y sé que lo querías. ¿No es así? Ibas a seguir los pasos de tu padre y del linaje entero de tu apellido y ser un político. Tú y yo, el resto del mundo, sabe que tienes la ventaja porque eres todo lo opuesto a tu hermano y ya ganaste dos juicios. Tus manos están tan limpias como pueden estar y tu madre está a unas semanas de ser arrestada."

Charlie sacudió la cabeza. "No estoy muy seguro de que eso vaya a pasar." Hablando del último punto. 

"Entonces, si pasa, ¿lo considerarías?"

"No."

"Bueno, no importa lo que digas ahora. Hay un nuevo alcalde electo, así que todavía tienes cuatro años para planear una estrategia." Dean tomó el trago que le trajeron y lo meció en círculos. "Dean te apoyará y necesitarás un equipo completo detrás de ti que te brinde protección. Ya sabes, a pesar de ser lo que somos, no hacemos nada ilegal y nuestro servicio está perfectamente ajustado al margen de las leyes. Además tienes a un miembro de la policía de tu lado, que te besaría los pies si lo dejaras, claro, entre otras cosas más. Tu abogado es malditamente bueno e inteligente y tu secretaria a veces llama preguntando por ti. No tienes una razón para no hacerlo, Charlie."

Quitándole el trago de la mano, él se lo bebió y se inclinó sobre la barra, presionando la frente contra la fría madera. "No sabes de qué estás hablando."

"Bien. No es algo que tengas que decidir esta noche, así que podemos cambiar el tema."

"¿Por qué no solo te vas y me dejas solo?"

Tyler chasqueó la lengua. "Porque odio verte sufriendo como si Ryan estuviese muerto. Es más molesto que triste, pensándolo mejor."

"Casi muere. Por mi culpa."

"Mhm. ¿Qué estabas haciendo cuando le dispararon?" Parpadeó y miró hacia Tyler cuando el hombre usó un tono neutro que lo rascó de mala manera. Él estaba masticando una aceituna del nuevo trago que tenía en las manos. "Dijiste que le disparaste a Shawn antes de que él rematara a Ryan, pero... ¿dónde estabas?"

"No había nadie que nos ayudara," dijo, negándose a cerrar los ojos y revivir esa noche, así que lo contó tan impersonal como pudo. "Sabía que John estaba por alguna parte, pero ya debes saber que tu equipo se movió cuando escucharon disparos dentro del museo, así que estábamos solos. Ya conocía esa mirada en Shawn, sabía de qué sería capaz y yo no creí que podría..." Exhaló lentamente. "Encontré a John y le dije lo que estaba pasando, pero me adelanté y entonces vi lo que estaba pasando. No lo pensé, ni siquiera dije nada, solo apunté y lo siguiente que recuerdo es que tenía a mi hermano tirado en un charco de sangre y a Ryan inconsciente, desangrándose hasta que John llegó."

"Ya veo. Pensé que sería mejor que nos encargáramos de los hombres de Shawn antes de que los alcanzaran y los persiguieran, pero después me di cuenta de que fue un enorme error. Para cuando Dean y yo salimos, se estaban llevando a Ryan en la ambulancia y tú estabas llorando como una magdalena mientras peleabas con los paramédicos para que te dejaran subir." Tyler tomó un sorbo de su copa con una mirada lejana. "Lo siento por eso. Debí hacer mejor mi trabajo."

Charlie se enderezó. "No, está bien. Yo jamás debí involucrar a alguien más en todo esto. Es mi culpa por ser codicioso y querer vivir una vida que no podía tener." Se cubrió el rostro con una mano. "¿Qué voy a hacer si no despierta? ¿Cómo voy a mirar a su hermano a los ojos, o a su mejor amigo? Ryan es tan preciado por ellos y yo lo arruiné, yo le causé esto."

"Oye, tranquilo. No quiero una escena, así que deja de llorar."

"Vete a la mierda, puedo llorar si quiero." Se quitó la mano de la cara y lo miró. Tyler estaba mirándolo con una pequeña sonrisa. "¿Qué?" gruñó.

"Nada. Creo que comienzo a ver lo que Ryan ve." Tyler le pasó un trago de lo mismo que había estado tomando antes y Charlie lo tragó de inmediato. "Tal vez tienes razón. Si no te hubieras metido en su vida, él jamás habría pasado por lo que está pasando. Es cierto. Pero si no lo hubieras encontrado, él seguiría peleando en un agujero de mala muerte donde ganaba apenas lo necesario para vivir de migajas, viviendo en un apartamento que colapsaría con cualquier golpe. Su hermano, probablemente ni siquiera estaría estudiando ahora tan cómodamente como lo hace. Tienen un lugar decente donde vivir y el hombre se enamoró. Como un idiota." Tyler sacudió la cabeza. "Le dije que era una mala idea, pero es más fácil ser el que da consejos que el que debe escucharlos."

"¿Intentas decir que a pesar de que está en coma, tiene una buena vida?"

Él se encogió de hombros. "Es una manera de decirlo."

"Estoy tan agradecido de que no seas un terapeuta. Apestas dando consejos."

"Por eso trabajo con las manos."

Con la cabeza comenzando a darle vueltas, Charlie se giró y se puso de pie antes de pagar. "Me voy. Si me vas a llevar, hazlo ahora."

"Está bien. Recogeré tu auto mañana."

"Como sea."

Tyler caminó detrás de él hasta que salieron del bar, la mirada divertida en su rostro mientras Charlie estaba trastabillando era increíblemente molesta. Pero su risa cuando intentó saltar a la camioneta y falló por mucho, fue peor. 

"Está bien, ya fue suficiente. Te conseguiré algo para que se te quite la borrachera. Al menos un poco," dijo, mientras le ayudaba a subir. Le colocó el cinturón y luego cerró la puerta para ir al otro lado y encender el auto. Charlie cerró los ojos, presionando la cabeza en el asiento. Todo daba vueltas. Sintió cuando salieron del lugar y también tuvo que escuchar una terrible música de rock por unos largos minutos antes de que él volviera a detenerse. Charlie no estaba dormido, y tampoco se sentía soñoliento, pero mantener los ojos cerrados se sentía como una buena idea. "No hay manera de que te dejen entrar al hospital en este estado."

La puerta golpeó y él abrió los ojos, mirando el letrero brillante de la farmacia. Tyler no se tardó demasiado, y regresó con un vaso de café negro, unas botellas de electrolitos y una de jugo de naranja. Charlie las sostuvo confundido cuando Tyler arrancó sin decir una palabra.

"¿Vamos al hospital?" se las arregló para preguntar mientras abría la botella de jugo. Tyler tarareó y golpeó los dedos en el manubrio. Charlie se tragó la mitad del jugo y luchó con mantener los ojos enfocados en Tyler. "¿Por qué?"

Él lo miró de reojo antes de encogerse de hombros. 

"Despertó."

La sencillez de su respuesta lo puso más sobrio que cualquier otra cosa. Charlie se atragantó y se sentó derecho, casi regando el café sobre sí mismo. "¿Qué?" Su cabeza palpitó y él gruñó. "Mierda," dijo, terminándose el jugo sin quitarle los ojos de encima. "¿Puedes hablar? Realmente..." su pecho se estrujó y sus ojos se humedecieron. "¿Realmente despertó? ¿Cómo? ¿Cuándo?"

"Hace unas horas," Tyler respondió, más suave. "Nadie podía comunicarse contigo porque dejaste tu teléfono, así que pasamos un tiempo rastreándote hasta el bar. Dean fue quien me lo dijo, que él despertó. Así que como no podíamos encontrarte, Dean llamó a Dylan en su lugar y él está con Ryan ahora." El trayecto al hospital no era tan largo, así que en pocos minutos estaban estacionándose y Charlie estaba listo para saltar la de camioneta, pero Tyler lo detuvo. Sus ojos tenían un toque divertido todavía, pero no tan burlones. Como si estuviera feliz. "Termina todo eso primero. Apestas a alcohol y te ves como la mierda." 

"Después del paro no creí..." Inhaló con fuerza sintiendo su nariz picar y sus ojos brotar lágrimas, su voz estaba tan inestable y chillona, pero no le importaba. Lloró desconsoladamente mientras Tyler lo obligaba a terminar la botella de electrolitos y el café. "Pensé que lo perdería, pensé que viviría por siempre con la culpa de haber perdido a la persona que más amo. Dios, no lo puedo creer. ¿Estás seguro?"

"Pareces un niño llorando, eres un desastre." Tyler se rió antes de asentir. "Está completamente despierto. Aunque no sé en qué estado porque pasé dos horas buscando tu trasero borracho. Pero ya sabes, sus pulmones están delicados. Y no sé mucho de medicina pero necesitará descanso." Él lo miró a los ojos antes de buscar en sus bolsillos. "Necesitas estar más presentable," dijo antes de pasar un cepillo por su cabello. Charlie todavía estaba lloriqueando, sin poder creerlo. Tal vez el alcohol en su sangre lo estaba poniendo más sensible, pero se sentía como si le estuvieran dando otro aliento, como si la presión que había sentido por más de un mes se hubiera disipado y él al fin podía respirar. "¿Te sientes mejor?"

Asintió lentamente, limpiándose la nariz.

"¿Puedo ir a verlo ahora?"

"Eso creo, solo no te apresures. O alguien notará el estado en el que estás. Vamos," dijo antes de bajar de la camioneta. "Te escoltaré personalmente hasta su habitación."

Charlie se bajó cuando Tyler le abrió la puerta, todavía tembloroso y con los ojos nublados por las lágrimas. "Solo di que también quieres verlo."

Lo escuchó reír. "Sí, supongo que sí."

Tyler lo llevó directamente hacia el ascensor mientras Charlie se masticaba las uñas.

¿Estaba soñando? Era posible después de beber tanto. Y había buscado el bar apenas regresó de su reunión con Nick sobre el asunto de su madre y la demanda que levantarían en su nombre si la ciudad no se encargaba de enviarla a prisión. Eso por una parte. Por el otro lado, estaba completamente perdido y a pesar de que tenía personas que se preocupaban por él a su alrededor, lo que sintió ese día, el recuerdo del cuerpo de Ryan convulsionando y el pensamiento de perderlo, habían sido demasiado. 

Las puertas se abrieron y él lo siguió, apresurando sus pasos mientras buscaba el número de su puerta. Dean estaba sentado en una silla afuera con los brazos cruzados y los ojos cerrados, pero los abrió apenas ellos se acercaron y se puso de pie. El alivio en su rostro era tan palpable y genuino que Charlie sintió una ola de afecto hacia el hombre. 

"Está bien," dijo, tomándole el brazo para llevarlo hacia las sillas. Charlie asintió, pero sus ojos estaban fijos en la puerta. "Decidí darle algo de tiempo con su hermano y Drake. Llevan como una hora ahí, y estoy seguro de que escuché a alguien llorar." Dean sonrió con suavidad. Tyler se paró al lado de la puerta con las manos hacia atrás, como si la estuviera resguardando. "Y después tendremos una conversación tú yo. Entiendes por qué, ¿no?"

Apretó los labios. "Tyler fue por mi," dijo en su defensa, pero la mirada entrecerrada de Dean no se suavizó.

"Aún así, fue increíblemente irresponsable. Tienes suerte. Es como si Ryan te estuviera protegiendo porque juro que iba a encerrarte si no tenías un accidente."

Charlie sonrió, sintiendo las mejillas caliente. Sí. Ryan probablemente lo hizo a propósito. Escuchando a medias el regaño de Dean, él reclinó la cabeza, presionándola contra la fría pared del hospital, dejando que su cabeza se aclarara un poco. Se sentía vivo, más o menos, sin contar el mareo que tenía. Pero... sonrió ampliamente sin contenerse, Ryan estaba despierto. ¿Qué más podía pedir en esta vida? Cualesquiera que fueran los cuidados, se encargaría de pagarle a los mejores doctores del mundo para que lo trataran, pero Ryan mejoraría por completo y eso era una promesa. Su vida no era algo que se tomaría con calma de ahora en adelante.

Parpadeando, metió una mano en su pantalón y buscó en él hasta que sintió el borde frío y redondo de su anillo. Lo cuidaba más que su vida y lo llevaba a todas partes desde que Ryan no podía usarlo mientras estaba hospitalizado. Los últimos días se había sentido culpable por tenerlo, pero no más. Lo deslizó en su dedo lentamente, sin importarle que le quedara un poco grande, miró el brillo contra la luz y el engravado en él. Frotó los dedos en él y lo besó antes de presionarlo contra su frente.

Tenía que conseguir otro. Mejor aún, conseguiría uno a juego nuevo para su boda. Porque, maldición, si ellos no iban a casarse.

El sonido de la puerta abriéndose lo hizo saltar de la silla. 

Dylan lo miró directamente, con los ojos rojos y húmedos, pero sonriendo temblorosamente. Se estrelló contra él antes de que pudiera recibirlo y lo sintió temblar mientras lo apretaba con fuerza.

"Está despierto," él dijo antes de separarse. Se limpió la nariz con el borde de su suéter y asintió, señalando dentro. Sus ojos brillaban con malicia. "Quiere verte."

Drake también estaba sonriendo, igual de emocional que Dylan, ojos rojos y llenos de lágrimas. "Será mejor que te des prisa antes de que sus medicamentos hagan efecto."

Asintió con torpeza, adelantándose, sintiendo el pecho apretado. Eran nervios. Mierda, estaba nervioso y todavía sin poder creerlo. Tyler le abrió la puerta y le dio un guiño antes de que Charlie entrara. Las luces brillaban demasiado, tanto que quiso disminuirlas un poco para que no le molestara, pero no pudo concentrarse en nada después de encontrarse ese dulce par de ojos mirándolo en silencio.

Charlie soltó un sonido extraño, sintiendo que sus ojos se nublaban nuevamente. Él se arrastró hasta la cama y en contra de todos sus deseos de lanzarse sobre él y llorar libremente, se detuvo en el borde de la cama. Buscó su mano rápidamente y entrelazó sus dedos, soltando un gimoteo horrendo cuando sintió la calidez de su mano apretarlo de vuelta. 

"Te extrañé tanto," dijo entre hipidos, limpiándose los ojos con el otro brazo para verlo. Ryan tenía una mirada cansada y todavía tenía los tubos conectados a su boca. Aunque eso no pudo contener la sonrisa que él tenía. Charlie sollozó, riendo mientras veía los ojos de Ryan brillar a través del cansancio. "¿Sabes el susto que me llevé? Nunca jamás." Se inclinó hacia él, presionando su frente contra la de él, mirándolo fijamente. Ryan se veía hermoso, vivo. Tan vivo. "Nunca volverás a ponerte en peligro. Nos iremos del país y te haré olvidar que todo esto pasó. ¿Lo entiendes?" Él meció la cabeza lentamente. Charlie sonrió. "Te amo. Dios, te amo tanto." 

Recibió un apretón de regreso antes de que él lo soltara. Charlie lo vio cuando él señaló la silla. "¿Quieres que me siente?" Arrastró la silla cerca y lo hizo cuando él asintió. "Bien. Aunque estoy demasiado energético ahora mismo como para contenerme."

Ryan levantó el brazo, moviéndolo con tensión hacia él y le tocó los labios antes de arrugar la nariz. "Lo siento. Estuve..." Presionó los labios juntos y se inclinó hacia la cama. Ryan colocó la mano sobre su mejilla, acariciándolo con suavidad. "Habrá mucho tiempo para contarte. Tenemos mucho tiempo por delante," dijo, apoyándose sin fuerza en su toque. "¿Cómo te sientes? ¿Hay algo que quieras? Lo que sea lo conseguiré."

Un dedo largo lo señaló. 

Charlie sintió su rostro calentarse, y una sonrisa extenderse en su rostro. "No seas tonto. Sabes de lo que hablo. Y estoy aquí para ti. Siempre." Sostuvo su mano con delicadeza y luego presionó los labios sobre sus nudillos. "Lamento no haber estado aquí cuando despertaste. Lo siento, yo solo... no, no es una excusa. Hablemos después, cuando ya no tengas los tubos puestos, ¿de acuerdo?" Suspiró cuando él asintió. "Me muero por escuchar tu voz. Es... es algo que espero con ansias. Aunque poder ver tus ojos nuevamente es suficiente para ponerme débil. Todavía no puedo creerlo."

Había algo de confusión en sus ojos, Charlie se hacía una idea. María le dijo que incluso cuando él despertara, Ryan no sentiría que habían pasado más de unas horas, y que era importante recordar que tenía que explicarle todo con claridad y paciencia porque la desorientación podía llegar a ser peligrosa y Ryan podría caer en un cuadro de paranoia. 

Todo él se veía bien, sus dedos de los pies estaban fuera de la sábana así que podía ver bien que los estaba moviendo, su otro brazo estaba quieto por la venoclisis y el otro estaba cálido y agradable, tocándolo. Su garganta iba a doler increíblemente, según María, pero todo eso sería parte del tratamiento.

Él estaría bien.

"T-t-t-tee a-ammmo."

Charlie levantó la cabeza. La punta de los labios resecos de Ryan se levantaron y él tocó el espacio sobre su pecho donde estaba su corazón. Sintiendo las lágrimas sobre su mejilla, Charlie asintió, presionando su rostro contra su brazo y besándole la piel tibia. 

"También te amo."

***

Se pasó una mano por el rostro, mirando nuevamente el frasco de pastillas que había estado mirando por la pasada media hora. No quería tomarlos. Ya estaba harto de sentirse tonto y drogado todo el tiempo, ni siquiera podía beber una gota de cerveza o quedaría tan alto como una cometa gracias a los antibióticos. Pero mierda... echó un vistazo hacia el dormitorio y suspiró antes de abrir el frasco y lanzar una pastilla a su boca para bajarlo con algo de su jugo de manzana. 

Incluso si le hacían sentir como un pelele, él tenía que tomarlos. Charlie lo regañaría por ello y peor aún, iba a preocuparse de que no siguiera el tratamiento, luego se culparía y ellos tendrían una discusión.

Pero...

Ya habían pasado tres meses desde que despertó y su cuerpo estaba de regreso a la normalidad en casi todo sentido, aunque su pulmón no estaba particularmente sanado por completo. Le habían dicho que tardaría un tiempo, probablemente meses y meses de tratamiento y constantes visitas médicas y exámenes para comprobar que su pulmón estaba en buen camino. Sabía que no tenía que ser tan reacio a ello, pero todavía le hacía sentir bastante inútil. Al menos podía entrenar, excepto por correr, y tampoco podía sofocarse demasiado de manera que se agitara o su preciado pulmón le daría una patada en el culo.

Estaba bien con lo de ejercitarse ligeramente, pero su salud no estaba solo ligada a eso. 

Hacía que tener sexo fuera una odisea. 

Especialmente cuando estaban en ello, en el mejor momento... y su tos se desataba. Era terrible tener que ver a Charlie apresurarse a buscar sus medicamentos y encender los humidificadores mientras él intentaba recuperar el aliento. En realidad, mirando alrededor, estaba seguro de que la casa entera estaba llena de ellos por todas las esquinas. Quería quejarse, pero el olor era agradable y le ayudaba en gran cantidad. Así que solo podía gruñir y aceptarlo. También era vergonzoso, terriblemente, aunque Charlie le dijera que no importaba. Habían tenido más situaciones incómodas que placenteras desde que tuvieron el permiso de su doctora de realizar actividades ligeramente más agotadoras.

Recibieron una mirada de reproche y una advertencia sobre no excederse en esas actividades. Pero ella era bastante menos estricta que María, quien a veces le enviaba mensajes solo para revisar. Ryan había escuchado mucho sobre ella mientras pasaba los primeros días despierto en el hospital y lo mucho que la mujer había hecho por él mientras estaba en coma, y no solo por él, sino también por Charlie.

Ryan estaba eternamente agradecido.

Y por eso sabía que tenían que enviarle una invitación, también.

Preparó algo de café mientras abría las cortinas. Lo bueno de esta casa era que estaba en la cima de una colina con vista a un lago abajo. Estaban rodeados de árboles, lo que brindaba mucha sombra y también creaba un aspecto de intimidad en el que solo estaban ellos dos en kilómetros a la redonda. Miró al patio trasero mientras limpiaba los trastes de la noche anterior. Tenía que recortar el pasto, pero primero tendría que limpiar y dar de comer a sus animales.

Charlie todavía no despertaba cuando él se cambió y fue hacia los establos para alimentar a sus cabras. ¿Por qué demonios tenían dos cabras tan molestas como nada en este mundo? Dios sabía. Su novio le dijo que las quería porque le daban vida a la propiedad y él solo estuvo de acuerdo porque eso era lo que Charlie quería. Sus sonidos y todas las cosas que habían destrozado eran solo una pequeña parte del trabajo que representaba cuidarlas, su mierda era otro asunto. 

Pero, hey, ¿alguna vez había tenido flores tan vivas? Nop. Eran un maravilloso fertilizante. Al menos cuando no intentaban comérselas.

¿Qué sabían ellos dos sobre el campo?

Las gallinas y los patos estaban bien, ellas no eran demasiado trabajo, eran sencillos de cuidar. Pero A y B, como las llamaba, eran como dos niños hiperactivos. Cada sonido extraño que escuchaba lo tenía girando en sus tobillos para revisar qué sería lo próximo en su lista de reparaciones. 

Aunque olvidando todo eso, eran lindas cuando estaban comiendo. Ryan las acarició lentamente, sabiendo que ellas no eran muy fanáticas del tacto, pero su pelaje era interesante, áspero y grueso, lo que le hacía querer seguir acariciándolas por un largo rato. Pero el sol comenzaba a ponerse y ellos tenían planes para hoy.

Tenían que ir a la ciudad, Charlie tenía que visitar su oficina y Ryan se quedaría con Dee y Drake mientras tanto. Además, tenían que visitar la tienda de catálogos para elegir sus invitaciones y contratar un servicio especial que se encargara de todos los detalles importantes para el gran día. Además había un comprador interesado en la mansión y Charlie quería hablar con él en persona y asegurarse de que la propiedad no iba a ser dañada en lo absoluto, pero por lo que Ryan sabía, era una gran familia que estaba buscando un sitio adecuado para asentarse como los nuevos del barrio. Era exactamente el tipo de comprador que Charlie estaba buscando, y cabe destacar que había rechazado varias ofertas ya.

Terminó de alimentar a las gallinas y los patos antes de limpiar el establo de las cabras, luego se dirigió de regreso a la casa para tomar una baño en la ducha de la habitación de invitados. Tomó un juego de pantalones flojos y se dirigió a la cocina para terminar con el desayuno.

Estaba en medio de girar unos panqueques cuando un par de brazos se deslizaron alrededor de su cintura. Ryan sonrió antes de sacar el panqueque y añadir más masa. 

"Buenos días," dijo.

"Sí." Besos lentos y perezoso llenaron su cuello y hombros. "Buenos días a ti también. ¿Despertaste hace mucho? ¿Tomaste tus medicamentos?"

"Sí, y sí." 

"Muy bien."

"¿Estás orgulloso de mi?"

"Todos los días."

Mordiéndose el labio, Ryan se dio la vuelta en sus brazos antes de presionar la cadera en la encimera y rodearlo con sus brazos. Charlie todavía tenía el rostro hinchado de dormir y sus labios estaban partidos, y se veía hermoso. Ryan suspiró, inclinándose hacia él para besarlo lentamente. Lo que hizo a su corazón saltar, fue la sonrisa de Charlie en medio del beso mientras lo sostenía tiernamente. Ryan estaba imposiblemente más enamorado de este hombre que dolía físicamente.

Cuando se separaron, él se recostó contra su pecho con suavidad y Ryan colocó el mentón encima de su cabello desordenado.

"¿Estás listo para hoy?" le preguntó.

"Sí. No mucho por el trabajo, sino por las invitaciones. Estuve mirando algunos modelos en línea y tengo algunas ideas, te los enseñaré mientras desayunamos, ¿bien?"

Asintió, aunque sabía que lo dejaría escoger la que él quisiera y probablemente ya tenía una en mente. "Seguro," dijo y volvió al desayuno para terminar. 

Charlie regresó con su tableta y le mostró los modelos mientras desayunaban. "Deben ser al menos cincuenta," él dijo tomando un sorbo de su café. Ryan levantó una ceja. "Conozco a muchas personas y estoy haciendo espacio para ti o si Dylan quiere invitar a sus amigos. De todas formas, tenemos que apresurarnos, así nadie inventará una excusa para no ir."

"No creo que alguien desee faltar," dijo con humor, mirando los estilos de las invitaciones y sus sobres a juego. "Si invitas a John..."

"Oh, vamos. Claro que lo voy a invitar."

"Entonces escupiré en su tarjeta. Él pensará que son lágrimas de todas formas." Recibió un golpe en el pie por debajo de la mesa y él se rió. "Estoy bromeando, pero quiero ir a dársela yo mismo. No puedo perderme su expresión."

Charlie sacudió la cabeza. "Déjalo en paz. Está a punto de ser promovido a teniente por su trabajo de desmantelamiento de la mafia que corría la ciudad y todos los que estaban involucrados con ello. Tienes que respetarlo."

"Podría ser el siguiente presidente y no lo haría."

"John, Tyler y su equipo, Dean, Dylan y Drake... son los principales."

"María."

"Claro, María también." Ryan lo miró y chasqueó los labios, recordando su conversación con la secretaria de Charlie. "Piper dijo que llevaría a su novio, así que ellos también. Es todo lo que se me ocurre." Lo escuchó murmurar más nombres que no recordaba y algo como que tenía amigos con los que volver a contactar. Ryan sonrió, apoyando su mentón sobre la mano mientras él contaba con los dedos. "Creo que pensaré más en la luna de miel."

Charlie sonrió, dándole una mirada conocedora. "Solo piensas en sexo."

"Uh, eso no es cierto."

"¿Hum?" Un pie se deslizó por debajo de la mesa hacia su entrepierna y presionó en ella, sacándole un suspiro. Charlie se burló. "Anoche no fue suficiente. Nunca es suficiente." Él miró el reloj de la cocina antes de ladear la cabeza. "Te daría una mano, pero ya estoy llegando tarde." Él llevó sus platos al lavaplatos antes de darse la vuelta y acercarse a él. Le dio un beso en la mejilla con una mano frotándole la espalda. "Tendrás que esperar hasta que regresemos a casa."

"Pero será un día largo," protestó, girándose y buscando sus labios. Charlie soltó un sonido bajo, metiendo las manos en su cabello, y él deslizó las manos dentro de sus pantalones de pijama, apretando sus nalgas gentilmente. Dios. Estuvo dentro de ellas la noche anterior, pero ya quería más. Al diablo no excederse, necesitaba joderlo rápido y profundo hasta que los dos estuvieran saciados. "Tal vez mientras tomas una ducha..."

"Imposible," él dijo y lo besó rápidamente antes de alejarse. "Pero buen intento."

Haciendo una mueca, él fue a la habitación y se vistió mientras Charlie se duchaba y después de terminar recibió un mensaje de Piper. Sonrió, sentándose en la cama hasta que Charlie salió medio vestido con el cabello húmedo.

"Están entregando el escritorio," le dijo.

Charlie lo miró fijamente por un momento. "Oh. ¿Le quitaron el polvo a ese viejo mueble?"

"Sí. Piper lo envió." Le mostró una foto de los hombres que Charlie contrató para darle mantenimiento al escritorio y la vieja silla de su padre. Hace dos semanas, después de pensarlo por varios días, Charlie decidió que estaba listo para tomar asiento y usar el espacio que una vez fue de su padre. y fue cuando descubrieron que por el tiempo que pasó sin ser utilizado, tenía algunos daños en la madera que podía ser reparables. Habían encontrado un equipo que se encargaba de ello y lo enviaron. "Está listo para ti."

"Supongo que sí. ¿Es normal que esté nervioso?"

"Por supuesto."

Charlie asintió tensamente, luciendo acalorado. 

"Claro."

Ryan solo le sonrió, sintiéndose orgulloso de él. Charlie había pasado un tanto por mucho tiempo, pero algo como sentarse en la silla de su difunto padre todavía lo ponía de los nervios. Pero saber que él seguía dispuesto a hacerlo era lo mejor de todo.

"Te amo," dijo sin ninguna intención, solo porque lo sentía completamente. Charlie lo miró fijamente mientras se ponía la corbata y se rió después. Ryan sonrió, poniéndose de pie. "¿Qué?"

"De la nada," dijo entre risas. Ryan lo atrapó en sus brazos, teniendo cuidado de no arrugar su camisa. "Eres tan romántico a veces."

"Dímelo de regreso, vamos." Charlie sacudió la cabeza y apretó los labios. Ryan comenzó a besarle el rostro por todas partes, sintiendo como se retorcía intentando escapar. "No puedo esperar para casarme contigo," dijo. Él se quedó quieto, mirándolo con los ojos más brillantes y bonitos que alguna vez vio. Llenos de afecto y cariño. "De despertarme cada mañana a tu lado y saber que eres mi marido. Dime que me amas."

Charlie le rodeó el cuello con las manos, presionando sus rostros juntos. Tenía una enorme y preciosa sonrisa, la más hermosa del mundo. "Te amo más a que a nada en este mundo," dijo, presionando sus labios juntos en un beso inocente. "Eres lo mejor que tengo en la vida y tampoco puedo esperar. ¿Deberíamos solo apresurar la boda?" Charlie tomó su mano izquierda donde tenía el anillo y lo besó. "No creo que pueda esperar cuatro meses."

"Nadie querrá encargarse de las preparaciones," dijo, aunque seguía sonriendo. Buscó la mano de Charlie, a su anillo y lo besó también. "Pero qué importa, estoy seguro de que aceptarán el dinero de todas formas."

"Sí. Las ventajas de tener un novio rico."

Ryan se mordió el labio. "Marido."

"Oh, sí. Tu marido."

Y si ellos adelantaron la boda para el siguiente mes, bueno... era su asunto. 

* * FIN * *

Uff.

Bueno, bueno.

Llegamos aquí, ¿eh? Ha sido un largo tiempo, probablemente más del que debió ser, pero estoy bien con lo que resultó. A pesar de que las historias extensas son un poco drenantes, siempre son un agradable desafío. 

Quiero agradecerles a todos por su paciencia y por todo el cariño que le dieron a esta historia. 

No tengo mucho que decir, probablemente porque ya hay otras historias más cortas en las que estoy trabajando y mi mente está en ello, así que espero que no tomen mis pequeñas palabras con desagradecimiento. Les agradezco infinitamente por todo 

Pero sé que nos volveremos a encontrar en otra historia.

Eso sería todo.

Nuevamente, gracias. 

Y nos leemos pronto xx

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