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9

Golpes en la puerta lo hicieron regresar a sus sentidos. 

Sacó las manos del pantalón de Charlie y lo empujó con suavidad, ignorando el gruñido molesto que el otro hombre soltó cuando lo dejó sobre la cama y se puso de pie. Se limpió la boca, frunciendo el ceño antes de mirarlo.

"Arréglate," dijo.

Charlie se cruzó de brazos cuando se sentó en el borde de la cama. "No me digas qué hacer."

"¿Charlie?" Era la voz de Dean. "John encontró algo." Él fue a abrir. El guardaespaldas ni siquiera parpadeó cuando lo vio. Solo pasó y le dio una tablet a Charlie. "Según lo que pudo encontrar en las cámaras de seguridad, y preguntando en las calles, el sujeto que lo hizo no es más que un indigente." Dean se cruzó de brazos y los miró con una expresión cansada, casi aburrida. "Lo encontró unas calles más abajo y le preguntó sobre lo que pasó. Y su única respuesta fue que le pagaron por hacerlo."

"¿Así que la seguridad del edificio simplemente lo dejó entrar?" preguntó, frunciendo el ceño. "Mi hermano vive ahí. Y no espero que salga lastimado con todo esto solo por estar relacionado conmigo." Miró a Charlie seriamente y luego a Dean. "¿Qué dijo la administración?"

"El guardia de seguridad tomó una siesta." Dean apretó los labios en una tensa expresión. "Fue reportado. Dijeron que reforzarían la seguridad, así que no creo que deba preocuparte demasiado la seguridad de tu hermano en el edificio."

Charlie chasqueó los labios, haciendo lo que mirara. Los brillantes ojos azules lo estaban mirando fijamente. "Podría hacer que alguien lo vigile de lejos, sin que se de cuenta. Si te hace sentir mejor."

"Creo que es una buena idea," estuvo de acuerdo Dean. "No podemos confiar en Shawn, es demasiado impredecible. Si quieres que tu hermanito esté a salvo, será mejor mantener un ojo en él."

Ryan se dio la vuelta mientras se pasaba una mano por la cara. Esto era tan jodido. ¿No habría sido mejor solo vivir de las peleas? ¿Por qué tuvo que ser tan codicioso? Carajo. Asintió antes de darse la vuelta. "Está bien. Pero que no se de cuenta. No quiero que se preocupe, ¿de acuerdo?"

Dean asintió antes de tomar la tablet de las manos de Charlie. "Encontraré a un chico adecuado para el trabajo. Te lo haré saber." Agarró el pomo de la vuelta y miró a Charlie. "Así que... me tomaré unos días. Mis chicos te vigilarán mientras estén alrededor y yo manejaré todo desde lejos, pero no esperes verme." Le sonrió con diversión y luego dio un asentimiento hacia él. "Nos vemos," dijo y salió, cerrando la puerta con suavidad.

Ryan se quedó mirando la puerta fijamente, sintiendo la tensión en el cuarto. No quería mirarlo, si era honesto. Quería esconderse debajo de la cama, pero también quería besarlo y ensuciarlo mal, mal. Se mordió el labio inferior con fuerza y se dio la vuelta, solo para que una camiseta cayera en su rostro.

"Tomaré una ducha. ¿Quieres acompañarme?"

Charlie estaba desabotonándose el pantalón, ojos puestos en Ryan con intensidad. La sugerencia era un poco más que amabilidad inocente, con otras intenciones más viles. Sacudió la cabeza. "Tomé una ducha antes de salir," respondió, apretando la camisa en sus manos cuando Charlie lanzó los pantalones a la silla de madera al otro lado de la habitación. Vio los elegantes dedos envolverse alrededor del borde de la oscura ropa interior. Tiró lentamente de ella hacia abajo, y Ryan sintió que su respiración se atoró por un momento antes de levantar la vista.

Los ojos azules estaban oscuros y las pálidas mejillas estaban sonrojándose. Charlie asintió y dejó la ropa interior a un lado de la cama antes de hacer su camino hacia el baño. Ryan miró con atención el lindo trasero, las mejillas se veían tan suaves y bonitas, con unas suaves marcas rojas. Probablemente se moretearían con facilidad si era demasiado brusco, si eso fue el resultado de sus manos frotándolas.

Charlie entró al baño, pero no cerró la puerta. Ryan se quedó en medio de la habitación, intentando encontrar su mente, hasta que escuchó que la regadera era encendida. Apretó los dientes y dejó la camisa sobre la silla, encima del pantalón, antes de ir al pequeño bar que estaba al fondo de la cabaña.

Tomó una botella de whiskey y se sirvió un poco. Solo para dejar la tensión a un lado. Esto iba a pasar. Realmente, iba a pasar y era mejor que solo lo comenzara a digerir, porque era tanto su asunto como el de Charlie. Ambos eran adultos y podían lidiar con esto. Así que no había una razón para que estuviera sintiéndose extraño. Siseó cuando el líquido bajó por su garganta. Mmm. Eso era lo que necesitaba.

"¿Puedes servirme uno también?"

La voz de Charlie lo sorprendió un poco. Asintió y tomó otra copa. "¿Qué quieres tomar?"

"Lo que sea que hayas bebido."

"¿Whiskey?"

"Mhm," sonaba justo detrás de él. Ryan tragó con fuerza mientras servía otro poco para Charlie. Frías manos se colaron por debajo de su camisa, frotando su abdomen y pecho mientras que lo sentía presionándose contra su espalda. "No lo había notado, pero estás usando mi perfume."

"Me dijiste que lo usara cuando salía contigo," respondió, levantando la cabeza para mirar por encima de su hombro. Solo podía ver la cima del cabello negro. Se estremeció cuando Charlie apretó uno de sus pezones con suavidad, la otra mano se deslizó más al sur, metiéndose en el espacio de su ropa interior y piel. Se mordió el labio, jadeando cuando un brote de excitación lo recorrió como una corriente eléctrica. "¿No vas a tomar el whiskey?"

"¿Qué?" Charlie mordió su hombro con suavidad, levantando la vista para mirarlo. Solo estaba usando una toalla blanca alrededor de las caderas, por lo que podía ver. Sonrió abiertamente, ojos brillantes mientras que su mano acunaba su pene y comenzaba a frotarlo lentamente. "Oh. Puedes tomarlo y me das un poco."

Frunció el ceño. "¿Cómo?"

"Solo ponlo en tu boca." Sacó sus manos fuera de Ryan y luego lo hizo girar cuando vació la copa. "Eso es. Buen chico." Charlie tomó sus mejillas y lo tiró hacia abajo antes de pasar la lengua sobre sus labios. Ryan frunció el ceño, pero luego comprendió. Juntó sus labios y esperó hasta que Charlie estuvo listo y luego lo besó abiertamente. La verdad, no le pudo importar menos que sus pechos y ropa terminaran manchados con el líquido. Cuando sus lenguas se tocaron, fue como si algo se hubiera soltado dentro de él. Tomó el borde de la toalla y la tiró a un lado, antes tomarlo por debajo de las piernas y levantarlo, haciendo que envolviera las piernas alrededor de su cintura. "Vamos a la cama, Ryan," Charlie jadeó cuando se separaron, sus brazos alrededor de su cuello.

"¿Por qué? Podemos hacerlo justo aquí."

Él se rió, ojos en su boca antes de besarlo profundamente, manos enredadas en su cabello, tirándolo más cerca. Estaba siendo completamente absorbido por Charlie, y su boca hábil, que parecía querer sacarle un orgasmo solo con besos. "Sé que podemos, pero no quiero apresurar esto. Vamos a la cama, será más divertido."

"¿Tienes los condones?" preguntó, jadeando. Charlie asintió y señaló su maleta. "De acuerdo."

Lo dejó sobre la cama antes de ir por los condones. Pero no pudo apartar la mirada de él tan rápido. Charlie tenía un muy lindo cuerpo, no tan definido, pero ligeramente muscular en todas las partes correctas. El cabello negro, húmedo, cayendo sobre las sábanas blancas. Y el ligero sonrojo por todo su cuerpo. Ni siquiera iba a pensar en que el chico tenía un pene bonito. Una gorda cabeza oscura que no le importaría tener en su boca. Incluso sus bolas se veían bonitas. Lo miró a la cara y se sorprendió de encontrarlo con un ceño fruncido.

"¿Qué pasa?"

"Quítate la ropa. Quiero ver y tocar."

Sonrió antes de asentir. Hizo todo lo mejor posible por no parecer tan torpe, incluso mientras se quitaba las medias. Se miró a sí mismo una vez estuvo completamente desnudo, palmeando su propia erección mientras veía a Charlie. Lo vio tensar la mandíbula, su mano envolviéndose alrededor de su erección mientras lo veía fijamente, lamiéndose los labios. 

"Eres caliente," dijo antes de gemir con suavidad y dejarse caer de espaldas sobre la cama, su mano se apretó en su erección, deteniéndose. "Date prisa y trae esos condones."

"No me digas que ya vas a correrte," murmuró mientras iba hacia la maleta y comenzaba a buscar. "Eso sería un poco decepcionante."

"Cierra la boca. No soy un adolescente. Me han dicho que soy muy bueno en el sexo, para tu información."

Sonrió de medio lado, escuchando la irritación en la voz de Charlie. Cuando tuvo todo lo que necesitaban, regresó con él y las dejó a un lado en la cama. Charlie se humedeció los labios, mirándolo fijamente. Ryan se acostó a su lado, mirándolo fijamente. Deslizó una mano sobre el plano pecho y abdomen, disfrutando del ligero estremecimiento que recorrió a Charlie. 

"¿Qué quieres hacer?" preguntó antes de inclinarse y besar el pezón que estaba a unos centímetros de su cara. Lo molestó con la punta de la lengua antes de chuparlo en su boca. Charlie jadeó antes de meter una mano en su cabello y presionarlo más cerca de su pecho. Lo miró y soltó el pezón. "¿Hay algo en especial que quieras intentar?"

Charlie se inclinó hasta que sus bocas se encontraron. Le dio un sucio beso, húmedo y profundo que lo dejó jadeando cuando se separaron. "¿Qué tan bien puedes chuparla?"

Se rió entre dientes. Sus bocas rozándose cuando habló. "Pruébame."

Con una sonrisa traviesa, Charlie se movió, tan rápido que Ryan apenas pudo comprender cómo lo hizo. Pero de un momento a otro, Charlie estaba sentado sobre su pecho, una de sus manos sosteniendo las de Ryan por encima de su cabeza, y su pene balanceándose duro y rojo frente a su cara. La cara de Charlie brillaba con emoción. 

Ryan levantó una ceja, tirando suavemente de sus muñecas, pero estaban atadas en un firme agarre.

"¿Estás en esto?" Lo miró  fijamente antes de chasquear la lengua. "¿Por qué pregunto? Te ves como el tipo de persona que está en eso."

"No he intentando nada demasiado hardcore." Charlie se encogió de hombros. "Solo cosas sencillas, comunes, para tener sexo divertido."

"Ya veo." Bajó la mirada al pene moviéndose frente a él antes de lamerse los labios. "¿Vas a ponerlo en mi boca o esperas que me rompa el cuello intentándolo?"

Charlie se rió, pero se movió, usando su mano libre para guiar la gorda punta de su pene a su boca. Ryan gimió cuando el sabor explotó en su paladar y su boca se llenaba. Charlie maldijo con la mandíbula tensa, mirándolo con tanta intensidad que Ryan sintió que su pene saltó cuando vio la expresión en su rostro comenzar a desesperarse. Ahuecó sus mejillas y lo llevó un poco más profundo antes de sacarlo y comenzar a mover la cabeza hacia arriba y abajo, chupando y lamiendo alrededor, bajando con húmedos besos hasta la base donde chupó y mordió con suavidad el espacio entre las duras bolas.  

Un gemido roto llenó el aire, luego fueron más, maldiciones y los húmedos sonidos que estaba haciendo con su boca. Charlie llevó la cabeza hacia atrás, soltó sus manos y apoyó los brazos sobre la cama antes de comenzar a mecerse contra su garganta. Ryan casi cero reflejos nauseosos, así que lo dejó, cerrando los ojos y poniendo las manos en su trasero cuando Charlie comenzó a perderse. Presionó un dedo seco sobre el agujero en medio de sus mejillas y lo frotó mientras lo dejaba joder su garganta a su gusto.

Antes de que pudiera decir algo, Charlie se retiró, sentándose sobre su pecho. Envolvió una mano alrededor de su pene y se masturbó solo un par de veces antes de que se corriera, todo sobre su pecho y algo en su rostro.

Ryan dejó caer la cabeza sobre la cama, cerrando los ojos mientras regulaba su respiración. Su garganta se sentía rara y estaba seguro de que mañana iba a hablar raro, pero estaba bien. Había pasado tanto tiempo desde que tuvo sexo así que en realidad no le importaba que para el día siguiente terminara gratamente adolorido.

Sintió a Charlie bajar de su pecho, moviéndose sobre la cama antes de que una húmeda y ansiosa boca lo engullera sin previo aviso. Gimió mientras se sentaba, abriendo los ojos para ver a Charlie de rodillas en el piso, chupando su pene con entusiasmo, tan apretado, joder, tan bueno.

Puso una mano sobre el cabello negro, echándolo a un lado para poder ver su rostro sonrojado y ojos húmedos cuando intentaba llevarlo más profundo, pero las nauseas lo hacían detenerse. Ryan sonrió, pasando la otra mano sobre su mejilla sonrojada y caliente. "No te sobre esfuerces. Te dolerá la mandíbula y su garganta estará sensible mañana."

Charlie lo miró antes de sacarlo de su boca, limpiándose la saliva de la boca. "Déjame hacer mi trabajo. Jamás me he quejado del sexo y de cómo se siente mi cuerpo después." Lo tomó en una mano, masturbándolo en un apretado puño mientras lo veía a los ojos. "¿No te gusta?"

"Lo estás haciendo perfecto," murmuró, frotando la mandíbula antes de pasar un dedo sobre los hinchados y rojos labios por chuparlo. "Solo pensaba que mañana hablarás divertido."

"Está bien. Eso lo resolveré mañana." Tomó una profunda respiración y miró su pene antes de verlo a él. "¿Por qué no usas esto? Es... es hermoso, es grueso y largo. Apenas me cabe en la boca."

Ryan sacudió la cabeza, sintiendo que su rostro se calentaba. "Por favor, para..."

"Oh, vamos. No puedes estar realmente avergonzado." Charlie le dio un besito a la punta antes de ponerse de pie y sentarse sobre sus piernas, sus brazos alrededor de su cuello mientras sonreía. "Me corrí en tu cara y te la acabo de chupar, pero hablar de lo hermoso que es tu pene te avergüenza. Eres raro, Ryan." Charlie se rió entre dientes, inclinándose para darle un suave beso en la mejilla, su aliento caliente sobre su oído. "No puedo esperar a que esté dentro de mi," susurró.

Ryan gruñó. "Tienes una boca sucia."

"¿No te gusta?" Charlie besó sus labios castamente antes de lamerlos con su lengua hasta que Ryan se abrió para él. Gimió contra su boca cuando chupó la traviesa lengua. "A todos les gusta."

"Yo no hablo sucio," respondió. Buscó a tientas un condón y el lubricante mientras se besaban. "Pero me gustan los sonidos del sexo." Parpadeó lentamente, sus ojos buscando los de Charlie, oscuros por el placer. "Soy un poco ruidoso."

Charlie lo miró fijamente por un momento antes de sonreír. "Nos vamos a entender muy bien," dijo. Ryan se las arregló para ponerse el condón y abrió el paquete de lubricante con ayuda de Charlie, antes de poner algo sobre su pene y lo demás lo usó para estirarlo. "No me gustan los chicos silenciosos. Hacen el sexo aburrido. Ugh..." Se mordió el labio con fuerza, ojos cerrados. "Está bien. Puedes añadir otro. Te prometo que estoy bien." Abrió los ojos y lo besó suavemente en los labios antes de dejar caer la cabeza sobre su hombro y sacar su trasero un poco más cuando Ryan añadió otro dedo y comenzó a abrirlos y moverlos. "Sí. Incluso tus dedos son gruesos. Ya lo sabía, pero sentirlos es... diferente."

Besó la línea de su cuello, de ese hermoso cuello de cisne, tan elegante y pálido, apenas conteniendo las ganas de dejar marcas en la lechosa piel. Charlie jadeó cuando añadió un tercer dedo, gimoteando cuando él golpeó su próstata. Se aferró a Ryan con fuerza, sus uñas enterrándose en su espalda.

"¿Está bien así?"

"Sí." Charlie levantó la cabeza y buscó su boca de inmediato, besándolo lánguido y perezoso. "Jódeme, Ryan. Ahora."

"¿Cómo me quieres?" Pasó una mano sobre el rostro de Charlie, tomando su mentón para que lo mirara. Estaba tan ido solo por sus dedos que era adorable. Le mordió el labio con un poco de fuerza. "Hey, responde."

Charlie se movió de encima de él y se colocó sobre la cama de manos y rodillas. Separó las piernas y dejó que la parte superior de su cuerpo reposara contra la cama, mirándolo por encima del hombro. Ryan estuvo tan jodidamente cerca de llegar. Mierda. Él era tan caliente.

Se movió sobre él en un segundo, besando su espalda con suavidad, acariciando el hermoso arco que tenía en esa posición. Su dulce piel. Ryan presionó la nariz en el medio de la espalda de Charlie, respirándolo profundamente antes de lamer un camino hasta la nuca. Chupó y mordió en la suave piel, escuchando los suspiros de Charlie con deleite. Bajó por su espalda, deteniéndose brevemente en la cima de sus nalgas. Chupó una marca en cada una, mordió y las besó. Era tan suave que no podía contenerse, apretándolas en sus manos antes de acariciarlas con delicadeza. 

Charlie se quejó, mordiéndose el labio inferior con fuerza, ojos húmedos, mirándolo fijamente. Ryan pasó la lengua justo por encima de su agujero, manteniendo el contacto visual. Charlie gimió, roto y necesitado, empujándose hacia su lengua. Así que lo volvió a hacer, chupando y lamiendo alrededor, solo por puro placer propio. Ya estaba estirado, palpitando a la espera de algo más grande y grueso.

"Te daré lo que quieres en un momento," dijo antes de hundir la punta de la lengua en el agujero. Charlie se estremeció, su espalda tensándose y sonidos desesperados saliendo de su boca mientras Ryan lo jodía con su lengua. Charlie maldijo y se tensó con fuerza, haciendo que se detuviera. Ryan lo miró, viendo la expresión de Charlie con cuidado antes de sonreír y besar su trasero con delicadeza. "Está bien. Puede hacerte correr una tercera vez."

Se acarició un par de veces antes de moverse más cerca, sus piernas encerrando a las de Charlie cuando se presionó contra la tierna entrada. No pudo apartar la mirada, fascinado con lo obsceno que se veía estirando el agujero de Charlie tan suciamente. No debería estar tan excitado solo por esto, pero era como darle vida a una fantasía muy personal. Ni siquiera había llegado a comprender cuánto había deseado esto. 

Tan ansioso de cogerse a su jefe que su mente no estaba en su lugar.

Nunca fue tan brusco con sus parejas, ni estuvo tan desesperado de joder. Pero estaba flotando en una puta nube, completamente fuera de sus sentidos, jodiendo a Charlie como un animal. Debió parar y preguntarle si era demasiado, pero los gemidos y los sonidos húmedos, le dijeron que todo estaba bien. Charlie se apoyó en sus brazos, estirando una mano hacia atrás para tirar de él y chocar sus bocas en un beso desordenado, húmedo y torpe que fue más excitante de lo que debió ser. 

Ryan se corrió primero, mordiendo el hombro de Charlie con fuerza, empujándose tan profundo en él como si estuviera corriéndose dentro de Charlie y no en el condón. No podía pensar claramente, era obvio que había comenzando a delirar en algún momento. Charlie se dejó caer sobre la cama, respirando agitadamente. Ryan se tomó un momento para sí mismo antes de deslizar su mano por debajo del hombre, envolviéndola alrededor de la erección. Charlie gimoteó, sus manos apretando el cobertor de la cama mientras su rostro se volvía un desastre. Boca entre abierta, gimiendo en alto, ojos fuertemente cerrados mientras se sus caderas se movían contra los movimientos de su mano.

"Vamos, puedes hacerlo," susurró contra su nuca, dejando suaves besos en la húmeda piel. "Dame otro más, amor. Lo estás haciendo muy bien."

Charlie apretó los dientes cuando soltó un gruñido débil antes de que su mano se llenara del líquido caliente. Ryan sonrió, llenando de besos el cuello de Charlie. 

"Pesas."

"Oh. Lo siento." Se movió de encima de él, saliendo con cuidado antes de quitarse el condón y atarlo. Lo dejó en el piso, diciéndose que tenía que recordar tirarlo a la basura. Quizá al inodoro. No quería que el personal de limpieza encontrara un condón lleno en la canasta de basura. Sería vergonzoso. Giró la cabeza para verlo cuando Charlie se giró. "¿Estás bien?"

El hombre parpadeó, la vista en el techo, con ojos muy abiertos. "Eso creo. Aunque me arde la espalda. ¿Pensabas quitarme un pedazo de piel?" Le lanzó una almohada a la cara antes de sonreír y sentarse en la cama. "Estuvo bien," dijo.

Ryan sonrió mientras asentía, mirando los labios muy hinchados de Charlie. "Bastante bien, diría. Te corriste tres veces."

"Ugh. Me recordarás por siempre, ¿verdad?" Charlie sacudió la cabeza con una pequeña sonrisa. Después se estiró hacia él. Ryan lo besó con suavidad, teniendo cuidado con su boca lastimada, pero profundo y bueno. Casi tan bueno como un cigarrillo después del sexo. "Hay una gran bañera justo ahí. Me pareció incluso ver unas bombas de baño y unas velas aromáticas," dijo contra su boca. Ryan asintió con suavidad, escuchándolo hablar mientras sus bocas se rozaban de una manera que hacía que su estómago se contrajera. "¿Qué dices si pedimos la cena y esperamos en la bañera hasta que llegue?"

"Suena bien." Acunó una de sus mejillas y lo jaló a otro beso perezoso y lento, sin ser brusco. Chupó su lengua lentamente, tragándose el jadeo de Charlie. "Haz eso."

El aroma del baño, tenía que admitir, era encantador. Después de hundirse en la tibia agua morada, gracias a la bomba de baño que Charlie lanzó, se sentía tan relajado y suelto que podría quedarse dormido en el agua. Con suerte, Charlie lo rescataría o lo dejaría morir ahí. La vela aromática era frutal, al igual que la bomba, así que estaba inundado del dulce aroma por todo el cuarto.

"La cena vendrá en un rato."

Abrió los ojos para mirarlo. Charlie se sentó con cuidado, del otro lado de la bañara. No podía decir que sus piernas estaban cómodas y las de Charlie tampoco lo estaban. Así que tomó las piernas que se incrustaban en sus costillas y las subió a sus hombros, acomodando las suyas propias para no molestar a Charlie. Él se rió después de hundir la cabeza en el agua y luego sacarla, tirando del cabello hacia atrás.

"¿Entonces, qué dices?" Charlie apoyó los brazos en los bordes de la bañera, mirándolo con una sonrisa. "¿Cómo estuvo?"

Ryan frunció el ceño, sus manos frotando las pantorrillas de Charlie. "Realmente no esperas que le de una calificación a lo que hicimos?" 

"Nop. Me refiero a nuestra química." Charlie los señaló a los dos. "No se sintió incómodo o forzado."

"¿Pensaba que lo sería?"

"Dios, no." Sacudió la cabeza mientras jugaba con el agua. "Pero, ya sabes... esa cosa."

"¿Esa cosa?" Lo pensó un poco antes de preguntarse si Charlie hablaba de su "acuerdo" para esto. Apretó los labios y se encogió de hombros. "Si funciona y se siente bien para ambos, no veo el problema." Charlie asintió con una mirada pensativa. Ryan exhaló entre dientes mientras pasaba los dedos sobre la parte interior de sus muslos. "¿Quieres salir después de cenar? Parece agradable afuera."

Charlie lo miró antes de sonreír de medio lado. "¿Iremos a una cita?"

"Estamos aquí de vacaciones, ¿no es así? Creo que podemos tener un poco de diversión entonces. Incluso Dean se está tomando su tiempo para relajarse y hay hombres vigilando el lugar, no veo por qué no." Le dio una suave sonrisa. "Vamos, creo que mencionaste algo de tragos en la playa. Me siento con ganas de eso."

Charlie asintió. "¿No es porque te sientes culpable, verdad?" Su expresión se tensó, apenas suficiente como para notarlo, pero pudo verlo en sus ojos.

Ryan lo miró con un ceño fruncido antes de moverse. Se metió entre sus piernas, inclinándose hasta estar un poco por encima de él, casi sentado sobre sus piernas. Lo besó profundamente, mirándolo fijamente. Charlie tampoco cerró los ojos mientras se besaban. No sabía cómo darle una mejor respuesta que esa. Lo que había hecho, lo hizo porque quería. 

"Quiero hacerlo solo porque me siento bien," dijo contra su boca. Charlie lo miró profundamente, escuchándolo. Ryan apretó los labios. "Vamos explorar el lugar. Tampoco sé nada de mi hermano."

Charlie envolvió una mano en su cuello, estirando la cabeza hacia atrás. "Déjalo ser. Está con Drake. Estoy seguro de que Dean ya le avisó a su equipo sobre Dylan, así que solo dale su espacio al chico."

"Lo sé. Lo intento. Pero es mi hermanito, y me preocupo por él."

"Y te aseguro que él se preocupa por ti de la misma manera, pero no vigila cada paso que das."

Gruñó, dejándose caer sobre las piernas de Charlie. A él no pareció importarle aunque sabía que era bastante pesado. Y Charlie tenía razón. Dee probablemente solo quería algo de independencia y tiempo para crecer, para sus amigos, para lo que quisiera. No podía seguir tratándolo como a un niño, no más. Se estaba convirtiendo en un hombre. 

Suspiró con fuerza antes de mirarlo.

"¿No tienes dolor? Fui más brusco de lo que quería ser. Lo siento."

"Todo está bastante bien," él respondió con una mirada cansada. "Pero mi espalda arde, de verdad. ¿Que le hiciste?"

"Mordí, lo siento. Te pondré pomada."

Charlie asintió y le dio un beso lento, solo tuvieron que separarse cuando alguien llamó a la puerta, diciendo que la cena estaba lista. Le tendió una mano y le ayudó a salir antes de ponerse una de las batas de baño que estaban colgadas para ir por la cena.

Cuando terminaron, le vistieron y salieron. Su piel se estremeció gratamente cuando la brisa lo golpeó. Olía al mar y comida marina, lo que no debió ser tan agradable. Charlie tomó su mano y lo guio al lugar donde estaban presentando un espectáculo de baile. Tomaron asiento en la fila del fondo, pero iba a mentir si decía que había prestado atención a una sola cosa en todo el lugar que no fuera Charlie. 

No deberían estar besándose de la forma tan inapropiada en que lo estaban haciendo mientras estaban rodeados de personas. Pero, joder... la imagen de ellos haciéndolo estaba tan fresca en su mente. Fue tan jodidamente bueno. "Debimos quedarnos en la cabaña," gruñó sobre su boca cuando Charlie deslizó una mano y apretó su erección por encima de la ropa. Ryan miró alrededor, asustado de que alguien los estuviera mirando. Pero el lugar en donde estaban era oscuro y toda la atención de las personas estaba en el escenario. "Ah, detente..."

"Vamos a regresar." Charlie susurró sobre su mandíbula, bajando hasta su garganta donde besó y lamió una línea hasta la cima de su pecho, donde tenía los botones sueltos. Frotó la mano sobre su erección antes de darle un apretón y mordió su manzana de Adán antes de besarla. "Quiero hacerlo en la arena."

"Espera."

Se encontró con dos pares de ojos fijos en ellos desde el otro lado del escenario. Dee lo miraba con la boca abierta y Drake se veía como si estuviera conteniendo las ganas de reírse. El rubio le cubrió los ojos a Dee y sacudió la cabeza. Le murmuró algo a Dee antes de mirarlos otra vez. Dee hizo una mueca cuando Drake le quitó la mano de los ojos.

"Mierda."

Miró a Charlie y suspiró. "Sí. Mierda." 

Drake le dijo que se encontraran abajo con una seña. Ryan no había estado así de avergonzado en todos sus años. Se sentía como un adolescente atrapado por su madre mientras veía porno. "Vamos," Charlie dijo mientras bajaban las escaleras para encontrarse con los otros dos. "Las parejas son vergonzosas y hacen cosas vergonzosas. Dylan probablemente esté tan incómodo como tu."

"Debí mantener la cabeza fría," dijo, ignorando lo que Charlie acaba de decir. "Pero eres una maldita distracción."

Charlie tuvo el coraje de sonreír orgullosamente antes de darle un beso rápido en la mejilla. "Me siento halagado."

Dee estaba sonrojado, evitando mirarlo. Ryan quería esconderse debajo de una roca y desaparecer para siempre. Como si pudiera sentir su incomodidad, Charlie enroscó su brazo con el de Dee y caminaron frente a ellos, conversando animadamente. Drake lo miró fijamente antes de dejar escapar una risa. Le dio una palmada en el hombro y sonrió con ojos húmedos.

"No sabía que eras tal perro cachondo, amigo." Se colgó de su hombro y lo hizo caminar, varios pasos detrás del par. "Es la primera vez que te veo ser tan... abierto en una relación. Realmente vas en serio con él, ¿no es así?"

"Déjalo," dijo. "Solo fue el momento. No hemos pasado mucho tiempo juntos últimamente." La mentira salió más fácil de lo que debió. "¿Dee dijo algo?"

Drake se rió en voz alta. "Dijo que estaría traumatizado por el resto de su vida. No lo culpo. No todos los días vez a su hermano mayor teniendo sexo en público."

"No tuvimos sexo en público."

"El chico iba a hacerte correr en los pantalones, cierra la boca." Le dio un suave empujón antes de separarse y meter las manos en los bolsillos del pantalón. Ahora que se daba cuenta, Drake y Dee se habían cambiado de ropa. Solo, ¿cuánto tiempo pasó mientras él y Charlie estaban en la habitación? "Parece de alto mantenimiento."

Frunció el ceño. "¿Alto mantenimiento?"

"Seh. Ya sabes, los bonitos siempre llaman más la atención."

"Sé que lo quiere decir." Miró la parte trasera de la cabeza de Charlie y lo pensó un poco antes de sacudir la cabeza. "Deja de meter cosas en mi cabeza."

"Lo siento. Solo decía. A Dee le agrada."

"A Dee le gusta todo el mundo."

Charlie se detuvo y comenzó a hablar con uno de los trabajadores. No lo logró escuchar una palabra, pero vio al hombre mayor asentir antes de que Charlie los mirara con una enorme sonrisa y ojos brillantes. "¡Tenemos un bar personal en una piscina privada frente al mar!"

Drake gimió.

"También me agrada tu novio, Ryan."

Charlie se acercó a él, envolviendo los brazos alrededor de su cuello. Ryan los sostuvo de la cadera por puro instinto, mirando la expresión contenta en su rostro. "Podemos beber hasta vomitar." 

Ryan lo miró fijamente, sin darse cuenta de que tenía una sonrisa tonta en el rostro antes de inclinarse para darle un suave beso en los labios. "Suena como un buen plan."

Iban a pasarla bien esta noche. 

Sin remordimientos. 

Sin pensar demasiado.

Solo diversión.

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Holaaaaa. Parte 9 lista!!! Perdón por la espera. Estoy intentando sacar tanto tiempo como me es posible para actualizar. Solo ténganme un poco de paciencia. La próxima historia en actualizar será la Ian y Theo. Nos leemos pronto xx

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