4
A la mañana siguiente cuando despertó fue de inmediato por una ducha. Se vistió como normalmente lo hacía y luego fue a la sala. Dee estaba regado sobre el sofá más grande, ojos cerrados y labios entreabiertos, roncando suavemente. Drake estaba dormido en el piso, con un cojín bajo su cabeza y sus pantalones no estaban a la vista. Murmuraba algo sobre comida que no podía entender por completo.
Después de llegar del evento con Charlie, los chicos comenzaron a beber como si no hubiera mañana. Habría sido divertido si también se les hubiese unido, pero tenía que ir al trabajo al día siguiente. Así que solo los acompañó por un rato y comió con ellos antes de irse a la cama, dejando a los dos con la fiesta.
Se tomó el tiempo de comenzar a recoger cosas alrededor del apartamento mientras pensaba en la noche anterior. No estuvo mal. De hecho, la única orden que recibió de Charlie fue que se mantuviera a su lado y no respondiera las preguntas de los reporteros. Lo más movido de toda la noche, fue tener que mantenerse de pie por tres horas. Pero no hubo ningún incidente. Estaba casi cómodo ahora con todo eso. Además, el contrato tenía muchos beneficios, incluidos los gastos pagos de Dee y la universidad, incluyendo el nuevo dormitorio fuera del campus.
No había nada de lo que realmente pudiera quejarse. Era un buen trato.
Después de limpiar todo alrededor de ellos, comenzó a preparar el desayuno. Todavía tenía tiempo. Charlie dijo que uno de sus conductores iría por él alrededor de las nueve. Así que cuando tuvo los platos listos, comenzó a despertarlos.
"Maldición." Drake se sostuvo la cabeza con ambas manos mientras se quejaba. "¿Por qué bebimos tanto anoche?"
Dee se sentó el en borde del sofá, viéndose mucho mejor que Drake. "¿Hiciste desayuno?", preguntó mientras se frotaba los ojos.
"Sí. Pueden comer y tomar una ducha cuando terminen. Dee dale a Drake un cepillo de dientes nuevo."
Drake sonrió desde su lugar en el piso, su cabello rubio revuelto en todas direcciones. "¿Puedo tomar algo de tu ropa?"
"Como quieras. Pero ahora debo irme."
"Tengo que ir a la universidad más tarde." Dee se levantó del sofá y tomó asiento frente al desayuno. "Quieren mostrarnos el campus y los dormitorios."
Ryan apretó los labios. "No creo que pueda llevarte."
"Yo lo haré." Drake se estiró perezosamente después de ponerse de pie. "Está bien. Solo ve al trabajo."
"Gracias. Envíame un mensaje y fotos, ¿de acuerdo? Quiero muchas fotos. "
Dee solo levantó el pulgar al aire mientras masticaba. Ryan salió del apartamento y cuando llegó abajo, vio una camioneta oscura con un hombre vestido de traje. "Buenos días, señor Hale."
"Solo dime Ryan." Estrechó la mano del hombre. "No somos diferentes."
Fue un viaje en completo silencio. El hombre no dijo ni una palabra en todo el camino y cuando lo dejó en el garaje de la mansión, solo hizo inclinó la cabeza y se despidió. ¿Qué les había dicho Charlie sobre él? En verdad sentía que estaba teniendo un trato especial por alguna razón. Pero Charlie le dijo repetidas veces que no era el caso.
Después de buscar por unos diez minutos alrededor de la casa, lo encontró en la biblioteca. Un grueso libro en una mano mientras que sostenía un emparedado en la otra. Cuando cerró la puerta, Charlie bajó el libro. "¿Qué tal la celebración?"
"Estuvo bien. Mi hermano está realmente contento."
"¿Eso te hace feliz?"
Lo miró. "Por supuesto. Amo a mi hermano antes que a nada."
Charlie asintió y dejó el libro a un lado. "¿Ya desayunaste? Puedes tomar lo que quieras de la bandeja. El café sigue caliente."
"Gracias." Tomó una taza y se sirvió café humeante de la jarra. "Entonces, ¿hay para el día de hoy?" Tomó asiento frente a él y se dio cuenta de que Charlie estaba usando un polo blanco y pantalones de deporte. "¿Vas a entrenar?"
"No hay nada en la agenda para el día de hoy. Pero todavía quiero jugar tenis. ¿Sabes jugar?"
Sacudió la cabeza. "Ni un poco."
"Está bien. Lo hago más por diversión. Así que no importa la forma, solo inténtalo."
"¿Hoy solo jugaremos tenis?" Ryan bajó su taza, mirándolo fijamente mientras Charlie masticaba su emparedado. "¿Eso es todo?"
"Sí. A menos que surja algo del trabajo." Dejó el emparedado a medio comer sobre la bandeja y se puso de pie. "Así paso la mayoría de los días. Divertido, ¿cierto?" Charlie se rió entre dientes, comenzando a pasearse por en frente de los libros. "Y si soy honesto contigo, me siento ansioso cada vez que estoy fuera."
"Es comprensible." Tomó un trago del café mientras seguía a Charlie con la mirada. Su piel realmente era así de pálida y sus brazos eran delgados, apenas algo de musculatura presente en él. Los shorts deportivos negros sobresalían tanto contra su piel, pero se ajustaban a sus piernas. ¿Dejaría marcas si presionaba los dedos encima? Parecía que sería así. "¿No sería mejor si atendieras todo desde casa?"
"Es aburrido." Charlie lo miró con un puchero. "Me gusta salir. Me gusta ver a las personas a la cara cuando hablo con ellas. Cuando vivía en el extranjero, mi vida era completamente diferente y tranquila. Tenía amigos, iba a citas... me divertía sin preocupaciones. Todo eso se detuvo de golpe y ahora tengo que mirar por encima del hombro al estar en público porque alguien podría, literalmente hablando, clavarme un cuchillo por la espalda. Además, no puedo dejar que un rumor se difunda con todo esto. Mis padres tenían una reputación y quiero mantenerla."
"Aunque sea tu propio hermano quien hace todo esto."
Asintió y se giró hacia él con las manos detrás de la espalda. "Pero él no es tan estúpido. Sabe que esto también es su herencia. Aunque yo habría deseado que mis padres se dieran cuenta de lo que podía ser capaz de hacer antes de que murieran." Charlie se aclaró la garganta. "Pero eso no es relevante ahora."
"¿No lo es? Charlie, es tu vida." Se mordió el labio antes de ponerse de pie, la taza la dejó sobre la bandeja. "No sé mucho sobre cómo proteger a una persona, pero daré lo mejor de mi."
Charlie sonrió, una suave expresión en sus ojos. "Gracias."
Lo siguió todo el camino hacia el patio trasero. Había una jodida cancha ahí, una red y todo eso. Tenía que recordarse que estaba al lado de un hombre con mucho dinero que vivía en una mansión. Pero no podía evitar sorprenderse con todo. No era algo que hubiera visto con sus propios ojos. Bajaron las escaleras hacia la cancha, donde otro gran y bien cuidado jardín rodeaba todos los bordes. Era tan lujoso y extravagante. Realmente bonito.
"¿Cómo mantienes todo esto tan limpio y cuidado?" Preguntó mientras caminaba hacia el otro lado de la cancha, mirando las rosas brillantes y vivas. Charlie tomó pelotas y las dejó alrededor antes de ir por unas raquetas y lanzarle una. "No veo a nadie más que a los guardaespaldas."
"Un día, cada dos semanas, el servicio viene mientras no estoy." Charlie lanzó una de las pelotas al aire y falló al intentar golpearla. No pareció importarle mucho, solo volvió a intentarlo... y falló otra vez. "Dean no deja que ninguno se me acerque, así que es él quien lidia con los contratos o cualquier cosa que ellos necesiten."
Asintió. Eso tenía sentido. Podrían ser personas enviadas por su hermano para hacerle daño.
"No sabes cómo jugar," dijo después de que Charlie fallara por tercera vez.
Él solo se encogió de hombros. "Soy más un nadador. Pero me gusta mantenerme en movimiento." Finalmente logró golpearla con fuerza y él la pudo golpear también, pero Charlie no la atrapó, así que la pelota terminó en uno de los arbustos. "Puedo correr y hacer yoga. Me gusta el yoga."
"Prefiero las pesas. En lo personal odio correr, pero hago ejercicios de flexibilidad."
"Puedo verlo." Charlie volvió a lanzar una pelota y esta vez la golpeó bien, pero fue demasiado alto y lejos. "¿Estás saliendo con alguien?"
"Sabes que no." Tomó la pelota y se la lanzó de vuelta. "¿Por qué?"
"Curiosidad."
"Mhm." Lo miró mientras él se estiraba a tomar más pelotas. "¿Tú? ¿Estás soltero?"
"Sí. Mi última relación se quedó en el extranjero." Sostuvo la pelota en su mano con una expresión serena, pero pensativa. "Fue toda una experiencia. Pero rompimos en buenos términos."
Asintió, sonriendo un poco mientras recibía la pelota. "Así que siguieron teniendo sexo."
"Já. No." Charlie se rió entre dientes. "Pero somos amigos, o algo así."
Continuaron jugando por un largo rato. Charlie tenía, increíblemente, una excelente resistencia, incluso cuando el juego se volvió un poco más serio un tiempo después. Estaba teniendo problemas para alcanzar la pelota mientras que Charlie celebraba con una enorme sonrisa en el enrojecido rostro, ligeramente brillante por el sudor. Se preguntó si tendría tanta resistencia cuando tenía sexo. Algunos sujetos se dormían justo después de tener un orgasmo, otros podían seguir por un largo rato.
Él fue el primero en pedir un descanso y caminó a un lado de la cancha, dejándose caer sobre su trasero. El día no era particularmente caliente, pero su ropa estaba pegada a su cuerpo por el sudor, además de que se sentía como si hubiera corrido una maratón. Charlie le lanzó una botella de agua antes de sentarse a su lado, estirando las piernas.
"¿Estás bien? Te ves como si estuvieras a punto de desmayarte."
"Tengo que practicar mi resistencia," respondió mientras abría la botella y tomaba un largo trago. "¿Sabes jugar o no?"
Charlie se rió. "He jugado algunas veces, pero no soy bueno. Apenas lo suficientemente para jugar un par de rondas decentes." Exhaló lentamente, su respiración apenas un poco agitada. Pero todo su cuerpo estaba caliente. Incluso desde donde él estaba podía sentir el calor salir de Charlie. "Podemos jugar más seguido. Ayuda a tu resistencia y yo mejoro."
"Deberías encontrar un entrenador."
"Lo haría, si no pensara que me golpeará con la raqueta hasta la inconsciencia." Se rió como si eso hubiera sido divertido. Lo miró de reojo y lo encontró mirándolo, así que giró el rostro hacia él. Charlie sonrió. "Lo siento. Mi humor puede ser un poco oscuro."
Le sonrió de igual manera. "Creo que estás traumado."
"Es probable, sí." Charlie se humedeció los labios e inclinó la cabeza, todavía mirándolo. "¿Por qué estás soltero?"
"¿Por qué debería estar en una relación?" Levantó los hombros y los dejó caer suavemente. "Estar solo es tan malo como las personas lo hacen sonar."
Charlie sonrió. "Eres un tipo apuesto. Del tipo que piensas "su novia es realmente afortunada". Así que solo me preguntaba."
"Gracias," dijo, conteniendo su sonrisa. "No lo sé. Solo no tengo interés en una relación. Tú eres lindo." Se aclaró la garganta cuando Charlie levantó una ceja hacia él. "Quiero decir, tu rostro es bonito. Es..." Suspiró mientras apartaba la mirada. Charlie tenía una sonrisa divertida en el rostro, burlona, pero lo estaba mirando fijamente. Giró la cabeza hacia él. Los gruesos labios estaban entreabiertos en una sonrisa y sus ojos azules se veían pálidos bajo el sol. "Es solo que es..."
Charlie se rió con suavidad. "¿Te gustan las caras bonitas? Está bien. Lo entiendo." Se pasó la mano por el cabello. "Me gustan los tipos duros. Usualmente han sido grandes idiotas llenos de testosterona, pero otros son agradables." Lo miró a los ojos. "Muy agradables."
Quiso reírse. Pero también quiso hacer otra cosa. Algo completamente fuera de los límites, pero otra vez, era débil por las caras bonitas y Charlie realmente tenía una bonita cara y grandes ojos azules de bebé, con una expresión completamente abierta.
Ryan se lamió los labios, mirando fijamente su boca antes de sacudir la cabeza. "No..."
"Charlie." Ambos levantaron la cabeza hacia la casa. Dean estaba ahí, vestido con su traje, mirándolos seriamente. "John está aquí. Quiere hablar contigo."
"Sí. Dile que iré en un momento, . Llévalo a la biblioteca." Dean asintió y se dio la vuelta. Ryan miró a Charlie mientras el hombre se ponía de pie. "Tomemos una ducha antes." Le tendió la mano para que se levantara y luego comenzaron a caminar hacia la mansión. "John es policía. Me ha estado ayudando a mantener la pista de mi hermano por un tiempo," dijo mientras entraban por la puerta trasera e subían directamente a las habitaciones. "Ponte algo lindo. Y ven a mi habitación cuando estés listo."
"¿Por qué?"
Se detuvieron frente a sus habitaciones. Charlie le dio una mirada divertida. "No es nada malo. Date prisa," dijo antes de entrar a su habitación, cerrando la puerta detrás de él.
Confundido, se dio la vuelta y fue a tomar una ducha. Algo lindo, Charlie dijo. Claro. Supuso que eso quería decir "ponte la ropa que compré para ti". Lo que era el entero armario. Era ridículo. Lo había llenado en una sola noche con ropa de diseñador y de marcas costosas. Incluso había una línea de zapatos completamente nuevos que eran demasiado brillantes y de su exacta talla. Tomó una camisa azul sin mangas y pantalones negros junto con un par de zapatos marrones antes de salir y tocar la puerta de Charlie.
"Entra." Estaba vestido con una camisa blanca y jeans ajustados en sus piernas, descalzo. Además de que su cabello estaba hacia abajo, cubriendo su frente. Se acercó a él sosteniendo algo en la mano y lo roció antes de que pudiera ver lo que era. "Es un perfume que pensé que iría bien contigo. Además esto. ¿Te queda bien? Puedo hacer que lo hagan más grande o más pequeño."
Miró fijamente el reloj en silencio antes de verlo a él. "¿Cuánto cuesta esto?"
"No lo sé." Charlie solo se encogió de hombros y lo tomó de su palma para ponerlo alrededor de su muñeca. "Quizás uno de correa sea mejor. Pero, por mientras, usa este. Parece que queda bien."
"Charlie, esto demasiado," dijo, siguiéndolo por la habitación mientras que él terminaba de arreglarse. El reloj se sentía demasiado pesado en su muñeca y no tenía nada que ver con el peso del reloj mismo. "¿Puedes decirme por qué todo esto es necesario? Solo es un policía."
"¿Por qué te preocupa? No es nada." Se puso zapatos y se acercó a él, poniéndose de puntillas para tocarle el cabello. Lo dejó, con su vista fija en el borde de su camisa. La parte superior de su pecho estaba expuesto, los ligeros músculos y las clavículas justo frente a su rostro. El aroma de su perfume se metió en su nariz, y era suave, un aroma realmente agradable. "Ya está. Vamos."
No dijo otra palabra. Estaba confundido y podía oler que había algo más ahí. ¿Qué era? No parecía poder poner el dedo en eso. Pero no había nada que pudiera decir. No es como si estuviera siendo atacado, solo estaba recibiendo cosas demasiado caras.
Entraron a la biblioteca y ahí estaba el oficial. Alto, cabello corto y bien formado. Le sonrió a Charlie en el momento en que entró, después lo miró. Se veía curioso antes de que apartara la mirada de él.
"John, no sabía que vendrías." Charlie le dio un corto abrazo. "Lamento haberme tardado. Debes estar ocupado."
El oficial sacudió la cabeza. "Salí de mi turno esta mañana, así que pensé en pasar y ver cómo estabas. Dean dice que has estado... ocupado últimamente." El oficial miró a Ryan otra vez. "Creo que no nos conocemos."
"Lo siento." Charlie lo señaló. "John, él es Ryan. Ryan, John Williams, oficial de policía. Un buen amigo."
Sonrió tensamente, estirando su mano para estrechar la del policía. "Un placer conocerlo."
"¿Tienes algo para mi o solo viniste a saludar?"
El oficial sonrió y miró a Charlie. "¿No puede un hombre hacer ambas cosas? Pero respondiendo a tu pregunta, sí. Hay algo. Pero, me gustaría hablar en privado."
"Está bien." Charlie asintió y miró a Ryan. "¿Puedes esperar afuera un momento?" Se inclinó hacia él, susurrando sobre su oído. "Lo conozco, así que no es nada de lo que preocuparse."
"De acuerdo," susurró de vuelta, ignorando el cosquilleo en su oreja.
Pudo sentir los ojos de ambos hombres sobre él hasta el momento en que dejó la biblioteca. Afuera cerró los ojos y se apoyó contra la pared, exhalando un pesada respiración.
"¿Qué te pasa?" La voz de Dean lo hizo abrir los ojos. Tenía las manos metidas en los bolsillos del pantalón. Mirándolo con el ceño fruncido. "¿Estás enfermo?"
"No," respondió y se apartó de la puerta. Bueno, quizás un poco nauseoso. "¿Algo sucedió?"
"No lo sé. Supongo que Charlie lo dirá después de hablar con John. Es un buen amigo. Una de las pocas personas en las que podemos confiar."
"Entiendo."
Dean lo seguía mirando fijamente. "¿Qué te pasa? Estás verde."
"Solo intento comprender... cómo debo comportarme. No soy un buen mentiroso."
"Has lo que creas correcto. No tienes que ser un buen mentiroso, solo debes estar alerta y responder lo que crees que las personas quieran escuchar." Se encogió de hombros, como si no fuera la gran cosa. "No es difícil."
"Sería más fácil si Charlie solo me dijera qué está pasando. Me siento como un juguete."
"Sabes que si vuelves a ponerle una mano encima, yo pondré una bala en tu frente, ¿verdad?" Tenía la mandíbula firmemente apretada, incluso había una vena sobresaliendo en su frente. No parecía molesto. Solo estaba intentando intimidarlo. "Y Charlie no me detendrá esta vez."
No le tenía miedo. En todo caso, ser amenazado no le sentaba bien. "No tengo una razón para lastimar a Charlie. Lo que pasó... fue algo más. Tocó un tema delicado para mi." Chasqueó la lengua. "Y no me tomo bien las amenazas."
Dean bufó. "No me interesa lo que pienses. Charlie es mi única prioridad aquí. Y todo es plan me parece inútil, pero él cree que es una buena idea."
"¿Crees que no lo sé? Solo sé pelear por mi, no sé cómo defender a alguien más."
"Espera." Dean lo miró con un profundo ceño fruncido. "¿Charlie no te ha dicho el plan todavía?"
"¿El plan?"
El hombre torció la boca mientras sacudía la cabeza. "Entonces dejaré que él lo haga." Dean se rió con diversión, burlándose de él. "Será divertido."
¿Qué demonios?
Fue un largo e incómodo silencio hasta que la puerta se abrió. Podía sentir que él y Dean no iban a llevarse como los mejores amigos, pero después de todo esto era trabajo. Nada más. Parecía que realmente tenía que recordarse eso muy seguido.
"Vendré la próxima semana. Con suerte, podré encontrar su ubicación. Mientras tanto, ten mucho cuidado." El oficial asintió hacia ellos cuando salió, Charlie detrás de él con una expresión pensativa. "Tengan un buen día caballeros."
Dean se acercó a Charlie. "¿Está todo bien?"
"John cree que lo vieron en el centro de la ciudad, pero no es nada seguro." Charlie se frotó el brazo sin mirarlos. "Pero si es el caso, está cerca. Creo que... iré a recostarme un rato." Levantó la cabeza y parpadeó antes de mirar a Ryan. "Puedes recorrer la casa por tu cuenta. Si tienes hambre, ya sabes donde está la cocina."
Charlie los pasó a ambos y se dirigió a las escaleras sin decir otra palabra. Sea lo que sea que el oficial le hubiera dicho, obviamente lo afectó. El asunto de su hermano claramente no era fácil y no era bueno ocultándolo tampoco. Pero antes de preguntar algo, le daría tiempo.
Él lo necesitaba.
***
Holaaaaaa :DDD parte 4 lista!! No hay mucho que decir. Gracias por todo, nos leemos pronto xx
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