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30

Diez meses después...

"Muy bien, ahora intenta esquivar el golpe hacia el rostro. Recuerda usar tu brazo y posicionar tus pies. Sí, de esa manera." Ryan masticó el emparedado que Dee le entregó cuando vino a visitar a Drake. El chico en el ring haciendo sparring con uno de los entrenadores, tenía el espíritu y el entusiasmo, también era bueno. Por eso estuvo trabajando con él por el último mes después de que expresara cuánto quería ser un boxeador. Hizo una mueca cuando lo vio conectar un golpe en el pecho del entrenador. "Tranquilo, solo estamos practicando."

"Lo siento, Ryan." El chico sonrió apenado y se acercó al borde. "Lo siento, Max."

El entrenador asintió mientras se frotaba el pecho. "Está bien. Solo mantén esa energía para tu próxima pelea."

Daniel, el novato, miró a Ryan con una pequeña sonrisa. "Todavía me gustaría que tú pudieses pelear conmigo, al menos una vez. Sería todo un honor." La mirada brillante y llena de esperanzas le causó incomodidad y a la vez orgullo. "Sé que no soy el mejor, pero no lo estoy haciendo tan mal."

Max se rió mientras le lanzaba una toalla a Daniel. "Ryan te noquearía en el momento en que comience la pelea. Deberías estar agradecido de que solo sea tu mentor."

"Realmente no lo lastimaría, pero creo que tampoco me contendría demasiado," dijo, tomando una servilleta. Un movimiento a su derecha captó su atención hacia donde Dee estaba sentado, mirando a Drake entrenar. "En todo caso, ya terminaste por hoy, ve a descansar."

"Está bien. Hey, Max, ¿puedo ir a la pelea de esta noche?"

Max se cruzó de brazos. "Solo si tus padres te dan permiso."

"Oh, vamos, apenas los veo. Ryan..."

Riéndose, se encogió de hombros. "Tienes dieciocho años, pero tus padres todavía podrían preocuparse. Pero si te dejan, solo avísanos y te acompañaremos." 

La gran pelea de la noche era del hombre que Drake entrenó por meses. Era su gran debut en las peleas profesionales, así que todo el gimnasio estaba emocionado de ver a alguien representando el equipo después de que él se retirara luego de su pelea. La cual ganó sin muchos problemas, pero estaba cansado y posiblemente más deprimido después de esa llamada con Charlie.

Solo lo había hecho querer tener cerca con más necesidad. Si antes de eso, Dee y Drake le decían que parecía un vagabundo, después de la llamada se puso peor. Incluso perdió más peso del que le gustaría admitir, pero con un régimen estricto y la mano firme de Dee, él logró avances y ahora estaba mejor. Todavía extrañaba a Charlie, pero no había nada que pudiera hacer.

Tyler ignoró su existencia desde entonces. No lo había vuelto a ver ni a escuchar, era como si solo se hubiera olvidado de él. 

En resumen, había estado viviendo de la misma manera en que lo hizo antes de conocer a Charlie.

Vacío.

Al menos ahora tenía un trabajo digno y la paga era bastante buena. Dee iba a una gran universidad con todos sus gastos pagos, vivían en un apartamento decente y en una área segura. ¿Por qué se sentía tan miserable entonces? Ah, claro, le faltaba la mitad de su corazón.

Después de discutir un poco más con Max y Daniel sobre su futuro, él se reunió con Dee. Pasó un brazo por encima de sus delgados hombros y se dejó caer a su lado en el sofá. "¿Piensas quedarte todo el día mirándolo? ¿No tienes clases?"

"Mi clases terminaron temprano, puedo usar mi tiempo libre en lo que quiera."

"Pero mirarlo a él mientras entrena es un poco..."

Dee le dio un golpe en el costado. "No eres quién para hablar. Pero al menos dejaste de volverte loco al respecto."

"Auch, es fácil decir eso cuando lo tienes frente a ti."

"Mhm." Dee lo miró fijamente por un momento hasta que Ryan levantó las cejas. Él sacudió la cabeza y volteó a ver a su novio. "No intento ser insensible, pero no crees que es tiempo de... abrir tus horizontes, al menos un poco. Ya sabes, todos pueden ver que le gustas a Jonathan y el chico es agradable. Intenta acercarse a ti y es bueno en lo que hace."

"No."

Quitó el brazo de encima de los hombros de Dee y cruzó ambos por encima del pecho.

"Ryan, estoy hablando en serio."

"También yo, Dee. No quiero una nueva relación." Apretó los dientes y sacudió la cabeza. "Jonathan es agradable y me gusta pasar el rato con él tanto como todos aquí, pero jamás lo he visto de otra manera y no he pensando en él como algo más que un buen amigo. Necesita a alguien que esté con él, cien por ciento, yo... no soy un buen hombre justo ahora."

"¿Estás diciendo que solo lo usarías para sexo?"

Le dio una palmada en la cabeza. "Lenguaje."

"Oh, por favor. No hay ningún virgen por aquí."

Ryan hizo una mueca.

"Como si necesitara el recordatorio. Qué asco."

Esa imagen lo perseguiría el resto de su vida.

"¿Crees que Jonathan no quiere hacer lo mismo contigo? Hace ojitos cada vez que te ve, se nota que está perdido. Dale una oportunidad."

Sacudió la cabeza. "Dije que no, Dee."

"¿Por qué?"

Porque todavía creo que él va a regresar.

"No estoy disponible emocionalmente, tú sabes eso." Giró el rostro y lo miró a los ojos. "Sigo siendo un desastre y no quiero lastimarlo." Sería patético admitir frente a alguien que esperaba que Charlie regresara y pudieran continuar sus vidas, una donde Shawn estaba, preferiblemente, muerto y ellos eran libres de hacer con sus vidas lo que quisieran. "Se le pasará. Hay otros chicos por aquí."

"Todavía sigues enganchado a Charlie, ¿huh?" Dee sonrió con suavidad, apartando la vista hacia Drake. "Creo que tenía la ligera esperanza de que lo estuvieras dejando ir. Sé que lo amas, que darías mucho por él y que estás dispuesto a esperar, pero... ¿qué pasa si no lo hace? Si pasan dos años y todavía no tienes noticias de él? ¿Permanecerás solo por el resto de tu vida? Solo quiero saber, porque bueno, soy tu hermano y me preocupo por ti." Dee suspiró lentamente. "Creo que Charlie es un buen chico, creo que las cosas entre ustedes eran reales y que te hizo sentir vivo. Pero no está aquí. Me siento como el peor tipo del mundo, pero elijo tu felicidad antes que la de nadie." Dee lo miró a los ojos con los labios apretados. "Aunque si regresa y le dices que te dije todo esto sobre dejarlo ir, dejarás de ser mi hermano. ¿Entiendes?"

Riéndose, Ryan le dio un beso en la cabeza. "Lo entiendo, mocoso."

Cuatro horas más tarde, ellos estaban tomando asiento en sus butacas dentro de la arena. La pelea del chico de Drake era la primera de la noche, la que abriría el espectáculo para la pelea más importante, pero el lugar ya estaba lleno. Había visto peleas de los boxeadores principales y casi estaba ansioso de poder verlo también. 

Dee y él estaban sentados junto a Max y Daniel, a quien sus padres dieron permiso de asistir, un unas cuantas líneas lejos del ring. Drake y el equipo estaban con el chico, preparando todo para él. 

"¿Alguien quiere una bebida?" Max preguntó.

"Yo sí," dijo Daniel.

Ryan lo miró. "No tomarás una gota de alcohol, tus padres te matarán y luego a nosotros." Sacudió la cabeza y miró a Max. "Una cerveza para mi."

"También para mi," dijo Dee sin apartar los ojos de su novio.

"Le harás un agujero si sigues mirándolo así."

"Eso espero. No me gusta la forma en la que esas mujeres lo están mirando."

Ryan se rió. "No pensé que podrías ser tan posesivo."

"Drake es solo demasiado perfecto para mi, tengo que cuidarlo y dejarle saber a esas víboras que está tomado."

La pelea comenzó más lento de lo que esperó, pero era bueno. Las peleas cortas no le gustaban a nadie. Para el cuarto round, las cosas comenzaron a ponerse serias y los golpes comenzaron a dejar huellas. Max estaba en el borde del asiento mientras el chico de Drake estaba siendo golpeado sin piedad contra las cuerdas. Ryan levantó su cerveza y tomó un largo trago antes de ver alrededor cuando las personas comenzaron a gritar. Tal vez había más dinero en esta pelea de lo que imaginó.

Una figura captó su atención. De hecho eran dos. Ambos vestidos de negro, usando gorras oscuras y gafas extrañas. Ryan los miró con atención, pero no estaba seguro de qué fue lo que le atrajo. Apenas podía ver sus rostros...

Un par de ojos azules lo miraron directamente cuando uno de ellos se quitó las gafas por un instante. Ryan apartó la mirada y vio su vaso. Era el cuarto vaso de cerveza que tomaba. ¿Estaba comenzando a afectarle? ¿Qué cantidad de alcohol tenía esa cosa? Sacudiendo la cabeza, él volvió su atención al ring, convenciéndose de que estaba viendo cosas.

No hay manera.

"Oye, Max, ¿qué tan fuerte es esto?"

Max ni siquiera lo miró, sus ojos estaban en el ring.

"¿Ah? No lo sé, hombre, solo compré la más barata."

Dee chasqueó los labios. "Creo que es bastante suave."

"¿Suave?"

Parpadeó rápidamente, intentando regresar su atención a la pelea, pero no podía. Simplemente... volteó a ver otra vez al lugar donde los dos hombres misteriosos estaban. Y esta vez su corazón se detuvo.

Por una jodida mierda, juró que su corazón dejó de latir por completo.

La pequeña sonrisa tímida, esos ojos azules de bebé y la piel tan bonita como la porcelana. Dejando a un lado la barba extraña, Ryan lo reconocería donde fuera. Era él. 

Era Charlie.

Carajo.

Mierda.

Se pasó una mano por la boca, conteniendo sus maldiciones, listo para ponerse de pie e ir con él, pero Charlie se levantó primero. La otra figura lo siguió de inmediato, y por lo grande que era y lo estúpido que se movía, debía ser Dean. Se levantó de golpe, ignorando las voces detrás de él preguntándole a dónde iba. No, no, no, si era una alucinación entonces estaba comenzando a perder la razón de una vez por todas, pero si no lo era...

Su pecho se apretó mientras se hacía camino hacia los baños, casi corriendo para no perderlos de vista. Estaba casi sin aliento para cuando finalmente se alejó de la multitud y entró a un pasillo silencioso donde solo podía escuchar sus pasos y el latido de su corazón.

Los vio doblar en una esquina y casi se choca con la mujer de la limpieza cuando intentó alcanzarlos. La figura más alta se detuvo frente a los baños mientras que el otro entró y aunque vio al hombre más grande levantar una mano para detenerlo, Ryan lo empujó de su camino y entró, cerrando la puerta con seguro detrás de él. Todavía no se daba la vuelta, se estaba sosteniendo del pomo con todas sus fuerzas.

Estoy loco.

Finalmente pasó.

"¿Vas a sostener esa cosa toda la noche?"

Un sonido extraño salió de su garganta cuando esas palabras se deslizaron por sus oídos. Todo su cuerpo se rindió y él se dio la vuelta con los ojos húmedos. Charlie se quitó la gorra y la lanzó al lavamanos antes de abrir los brazos. Como un hombre sin razón, Ryan se movió hasta ir con él. Sus cuerpos se estrellaron con tanta fuerza que temió haberlo lastimado, pero cuando las manos se aferraron a su chaqueta y tiraron de ella cuando Charlie metió la cabeza en su cuello, Ryan se rompió.

Lo sostuvo como loco, con miedo de que se lo quitaran. Si alguien intentaba separarlos en este momento, Ryan haría una locura. Estaba dispuesto a matar a quien se atreviera a ponerse en medio.

"¿Cómo?" preguntó con un hilo de voz, sosteniéndolo apretadamente contra su cuerpo. "¿Por qué estás aquí?" Dejando que la razón se le colara en la cabeza. Se separó de golpe, sosteniéndole los brazos. "Charlie, ¿qué demonios? No es seguro para ti."

"Ya lo sé. Lo sabemos." Charlie suspiró y sonrió suavemente, ojos brillantes y terriblemente bonitos. Ryan apretó los dientes y se mantuvo quieto. "Estamos aquí porque sabemos cómo terminar con todo. Era inútil mantenernos escondidos por más tiempo, pero necesitamos hablar. De hecho, necesito que nos reunamos lo más pronto posible. Creo... creo que finalmente pasará, Ryan. Todo va a terminar."

"¿Él sabe que estás aquí?"

"Shawn está demasiado ocupado para eso. Con las elecciones tan cerca, no tiene mucho tiempo. Según lo que Tyler ha conseguido de información, hace unos meses sus matones dejaron de seguirte. Supongo que creyó que nos habíamos separado de una vez por todas." Charlie levantó las manos y las acunó en su rostro, frotando los pulgares sobre sus mejillas. "Muy pronto esta pesadilla llegará a su fin. Es lo que importa, ¿no crees?"

"Importa que salgas a salvo de todo esto. Dios." Presionó frente contra la de Charlie, inhalando el caro perfume y el champú de su cabello corto. "Está tan corto," murmuró, pasando los dedos sobre la parte trasera donde estaba casi a ras. "Crecerá." 

"Sí," Charlie jadeó.

Ryan lo miró fijamente antes de deslizar las manos sobre su espalda hasta dejarlas sobre la elegante curva de su trasero. "¿Tienes idea de cuánto te extrañé? ¿Lo sabes? Estaba muriendo sin ti."

"También te extrañé, tonto. Creo que si aprendí algo durante este tiempo es que estoy terriblemente apegado a ti al punto que me sentía como un zombie cada día, preguntándome si esto valía la pena. Pero..." mostró su mano, el anillo... carajo, el maldito anillo. "Tenía que regresar contigo. Hay algo que tenemos que hacer, ¿no?"

Ryan buscó su boca con desesperación, soltando un sonido parecido a un sollozo cuando sus lenguas se encontraron. Metió las manos bajo sus piernas y lo levantó, presionándolo contra la pared mientras intentaba tragárselo entero y que todas sus heridas sanaran, que todo el dolor y todo lo que sintieron en estos meses simplemente se desvaneciera, como si jamás hubiera pasado.

"Te amo," dijo entre besos, casi inentendible, manos apretadas en Charlie. "Dios, te amo tanto. Te extrañé."

Charlie gimoteó, manos aferrándose a Ryan con tanta fuerza que probablemente dejarán marcas después. No importaba. Se sentía vivo por primera vez en mucho tiempo.

"También te extrañé, Ryan." Mordió su labio inferior y lo chupó con los ojos fuertemente apretados. Luego los abrió y lo miró, sus ojos estaban rojos y húmedos. "Jamás pensé que podría extrañar tanto a alguien y que me sentiría tan vacío en mi propia piel. No quiero estar separados otra vez. Nunca más." Envolvió las piernas a su alrededor mientras frotaban sus rostros juntos con sollozos y sonidos bajos. "El amor es terrible, pero creo que es lo que me mantuvo trabajando para regresar." Sonrió con una mirada llena de emoción que me apretó el corazón. "Para regresar a ti."

Ryan exhaló, presionando su nariz contra la mejilla de Charlie, inhalando profundamente su aroma. Era increíble que siguiera usando el mismo perfume, pero era algo bueno, porque olía familiar y cálido, nostálgico...

"Gracias," murmuró.

"¿Qué? Solo lo hice porque te amo."

"Pero yo no hice nada para ayudar." Le dio una sonrisa sin emoción. Dios, era tan inútil. "Solo... yo..."

"Te mantuviste a salvo," él dijo con un tono firme. "También mantuviste a Dylan y Drake sanos y salvos. ¿Eso no es suficiente? Eso fue todo lo que pedí que hicieras." Charlie acarició sus mejillas y lo besó con suavidad y dulzura. "Estoy orgulloso de ti."

Tenía la cara caliente, tanto que era incómodo verlo a los ojos, pero su cuerpo estaba tonto y quería frotarse por todo Charlie como un gato. "Hice lo que tenía que hacer."

"Exacto.  Pero ahora tendrás que ayudarme y temo que no te gustará."

Ryan se separó un poco de él para mirarlo, frunció el ceño y ajustó sus manos en la cintura de Charlie. "¿Por qué? Mientras no sea algo que te lastime, no hay ningún problema."

"No. Es algo más. Tendremos que hablar de eso en otro momento." Con una mueca triste, Charlie se bajó del lavado y alcanzó su gorra otra vez. "Tengo que irme."

"¿Qué?" Su corazón dio un salto y él tomó la muñeca de Charlie. Esta historia ya la había visto, había pasado por ella hace apenas algunos meses y no era agradable. Lo odiaba. "¿Otra vez? Dijiste que... tú no..." Su pecho comenzó a subir y bajar rápidamente y él sintió que su garganta se cerraba. "Por favor..."

"¿Ryan? ¿Estás hiperventilando?" Charlie lo sostuvo como si temiera que Ryan fuera a caerse. "¿Estás teniendo un ataque de pánico? Respira, por favor. Mírame, Ryan." Sus ojos buscaron los de Charlie mientras su respiración continuaba errática. Se aferró de sus costados, mirándolo fijamente mientras Charlie tomaba profundas respiraciones y las soltaba lentamente. "Eso es, vamos, puedes hacerlo."

Ryan lo miró, sosteniendo una mano de Charlie con fuerza. Apenas podía verlo a través de las lágrimas.

"¿Vas... a irte... otra vez?"

"No, no, no. Lo siento, debí explicarme mejor." Charlie lo tiró contra su cuerpo, dejando a Ryan presionar la cabeza contra su pecho. "¿Te sientes bien ahora?" Una mano suave frotaba su espalda y otra acariciaba su cabello. "Le diré a Dean que te consiga un poco de agua."

"¿A dónde irás?" preguntó con suavidad ahora que su respiración comenzaba a asentarse. "¿Tienes que salir del país?"

"Ya no. Tenemos casi todo lo necesario para presentar una denuncia pública hacia Shawn, y lo último de eso está aquí." Charlie inhaló con fuerza. "Y te necesito para eso. Pero ahora no es el momento de hablar. Se suponía que estaríamos aquí no más de una hora, solo para ver el panorama y porque... yo quería verte. Pero solo conseguí que tuvieras un ataque de pánico por mi culpa. Lo siento mucho por eso."

Sacudió la cabeza. "No, yo... no lo sé. Me volví extraño después de que te fueras. Aunque es la primera vez que tengo un ataque de pánico. Supongo que eso dice algo de mis sentimientos hacia ti." Lo abrazó con fuerza. "Entonces está bien. No es seguro que estés aquí."

"Me reuniré pronto contigo. Así que no tienes de qué preocuparte. Estamos a salvo, Shawn no tiene idea de que regresamos. Tengo tanto que contarte."

"Pero no es el momento."

Charlie asintió lentamente. "Sí."

Ryan se enderezó. "Entonces ve. Pero regresa pronto, ¿sí? O comenzaré a preocuparme." Se rió como un demente. "Ni siquiera estoy seguro de que esto sea real. Tal vez bebí más cervezas de las que conté y me desmayé."

"Te juro que soy muy real." Pasó las manos por todo su pecho y hombros, envolviendo los brazos detrás de su cabeza. "Y vamos a recuperar todo el tiempo perdido lo más pronto posible, ¿hm? Haré que te sientas muy bien."

"Detente," dijo, pero estaba sonriendo como un idiota. "Sal de aquí antes de que algo se complique." Le dio una suave nalgada y lo llevó hacia la puerta con las manos en sus hombros mientras Charlie se reía. Le dio un suave beso en la nuca y suspiró. "Ten mucho cuidado."

"También tú."

Envolvió los brazos alrededor de sus hombros y se inclinó para besarlo por detrás. Charlie suspiró, sosteniendo sus brazos y abriendo la boca para llevar al beso de despedida a algo más profundo y apasionado. Ryan se separó, usando toda sus fuerza y razón. "Ahora ve," susurró contra sus labios. "Pero no tardes demasiado en buscarme, ¿de acuerdo? Te necesito."

"Te encontraré muy pronto. Piensa en mi mientras tanto."

Ryan asintió, dejando caer sus brazos. "Siempre pienso en ti."

Charlie se sonrojó con fuerza. "Dios. Olvidaba lo suave que eres con las palabras. Mierda, te extrañé tanto." Se rió, frotando sus mejillas. "Te veo pronto."

Cuando abrió la puerta, Dean les estaba dando una mirada fija. "Pensé que jamás saldrían." Se cruzó de brazos y lo miró. "Es bueno volver a verte."

"Supongo que digo lo mismo," sonrió y miró a Charlie otra vez. Ya se había puesto la gorra y también lo estaba mirando fijamente. "Todavía no me acostumbro a esa barba extraña," se frotó las mejillas, ardían un poco por la quemazón después de besarse y probablemente estaba algo irritado. "Pero supongo que ayuda a camuflajearse."

"Así es. Fue idea de Dean, así que puedes imaginar que no me agradó mucho. Es curioso porque esto es todo lo que ha crecido en un mes."

Dean solo rodó los ojos. "Es hora de irnos. Tenemos que movernos con Tyler."

Charlie asintió y comenzó a seguir a Dean, pero se detuvo y se giró. Ryan le dio una suave sonrisa cuando él sonrió abiertamente y corrió hacia él. Se estrellaron a la mitad, besándose como si fuera la última vez. Pero, el señor sabía que no podían contenerse. Se necesitaban a un nivel que rozaba lo insano. 

Era un caos.

Pero es perfecto.

Fue más difícil dejarlo ir de lo que esperó, pero después de que desaparecieran por una puerta al final del pasillo, Ryan se sintió fuera de sí. Incluso cuando volvió a sentarse, Drake ya estaba ahí y él y Dee lo miraban extraño.

"¿Por qué estás sonriendo así?" Drake le preguntó.

"¿Qué?"

Dee asintió. "Sí. ¿Estás borracho?"

"Tal vez lo estoy," dijo y pidió otra cerveza. Sí, estaba sonriendo como un imbécil, pero estaba feliz. "Tal vez finalmente enloquecí."

"Sí." Dee apretó los labios y sacudió la cabeza antes de recostarse en su novio. "Solo no hagas ninguna locura."

No puedo prometer eso.

***

Un par días después, alrededor de las tres de la madrugada, un sonido lo despertó. Eran pasos arrastrándose lentamente por el piso. Sabía que no eran Drake y Dee, porque ellos solo eran ruidosos sin importar la situación y se fueron a la cama temprano. Ryan tomó el arma que había estado conservando desde que Tyler se la dio, la sacó de la gaveta de su mesita de noche y salió de la cama lentamente. 

Le quitó el seguro al arma y se paró al lado de su puerta, esperando... esperando...

La puerta se abrió de golpe y él saltó, levantando el arma listo para disparar cuando la luz se encendió y un par de ojos azules lo miraban con sorpresa y miedo.

Ryan le puso el seguro al arma y la lanzó al suelo.

"¡¿Qué demonios?!"

***

Holaaa. 

Soy una víctima del trabajo no remunerado y la universidad. No he abandonado la historia, ni he pensando en ello jaja. Solo denme tiempito, ya me anda mejor en mis horarios, pero ya estamos cerca de terminar la historia. Y pronto subiré una historia corta en la que he estado trabajando lentamente. Creo que les podrá gustar jeje. Y después de eso, continuaré con las historias de shifters que son los amores de mi vida.

Eso sería todo

Nos leemos pronto xx

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