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29

Cinco meses después...

Recibió un paquete la mañana del último día del año.

Dee estaba con sus amigos y Drake estaban trabajando. Ryan terminó su carrera matutina, fue a entrenar donde vio a Drake llegar y comenzar sus clases, pasó por algo de comida de regreso y cuando llegó al apartamento, encontró una caja forrada con papel navideño. 

Limpiándose el frío de la nariz, Ryan la levantó y entró al apartamento.

La dejó en la sala, diciéndose a sí mismo que no era nada de lo que emocionarse, pero la ducha que tomó fue tan rápida que salió apenas en ropa interior y con el cabello goteando por todo el piso. Tendría que limpiarlo antes de que Dee regresara y comenzara a quejarse. 

Decidió comer primero. En la cocina, lejos de la sala donde estaba la caja, pero apenas pudo probar algo. ¿A quién quiero engañar? La casa estaba sola y nadie podría ver lo miserable que era, lo patético que una simple caja lo hizo sentir.

Así que después de limpiar la mesa y guardar las sobras, fue a donde estaba el paquete.

La rompió con las manos, tirando los pedazos de papel y cartón por todas partes. 

El nombre en la tarjeta de afuera estaba escrito a mano. Un Ryan escrito muy curioso, delicado y bonito, así que no lo tiró con el resto de la caja, lo dejó a un lado y continuó. Encontró un montón de snacks, de todo tipo de sabores, dulces, salados, amargos que eran bastantes para hacerlo quejarse, pero dentro de todo eso también había un suéter con un horrible diseño de un reno montando un arcoíris. Ryan se rió, frotando los dedos por encima de la tela tejida. Después lo puso a un lado y sacó lo que estaba al fondo. Una caja negra más pequeña y envuelta con un lazo.

Solo puedo imaginar que lucirá bien en ti

Te extraño

Sus labios se apretaron mientras leía la nota con la misma letra de la tarjeta con su nombre. La dejó encima de su nombre y miró el contenido de la cajita. Un reloj negro mate con números rojos y manecillas doradas. Eran lo suficientemente grueso para cubrir su muñeca bastante bien. Por supuesto que él elegiría algo tan impresionante, tenía buen gusto. Olía nuevo y costoso, pero no podía rechazarlo. Jamás podría.

Después de acariciarlo y mirarlo por un largo rato, comenzó a limpiar antes de ir a vestirse para salir.

Se miró en el espejo después de colocarse un abrigo encima. Había recortado su barba hace un par de días, después de que Dee comenzara a darle severas miradas fijas y Drake solo hiciera una mueca cuando Ryan se pasaba una mano por la barba. No era que le gustara, o que lo disfrutara, pero solo el pensar en cortarla se sentía como una gran tarea. Estaba deprimido, no era un secreto, pero después de cinco meses, estaba comenzando a sentirse como sí mismo otra vez. Muy, muy lentamente. 

Había ayudado que recibió una nota familiar el mes pasado. Tyler se negó a decirle de dónde había provenido, pero le aseguró que era real.

Charlie.

De donde fuera que estuviera, le había enviado a Ryan una caja llena de snacks igual que esta. Por alguna razón, Charlie había decidido enviarle la mitad de la caja con cosas ácidas, que no era realmente sus favoritas, pero sí las de Dee. Pero comía algunos de vez en cuando, solo porque no podía no hacerlo. Se sentía como un perro rogando por migajas. Lo que fuera, lo que Charlie deseara, él lo tomaría con hambre y necesidad, porque lo extrañaba como si no hubiera pasado un día desde que se fue. 

Pero había llegado en razón consigo mismo. Aceptó que era lo mejor para Charlie, por su seguridad y la de todos. Y estaba bien. Lo poco que podía sacarle a Tyler, decía que estaba bien, seguro y con Dean a su lado. Se dijo a sí mismo que entonces todo estaba bien.

Salió de la casa, mirando el reloj fijamente, sin poder dejar de tocarlo. Y en la otra mano, el feo suéter y las llaves del auto. Drake se había apiadado del auto de lujo, y lo limpió, le hizo un mantenimiento, diciendo que no podía dejar una belleza así solo morir en el estacionamiento. Tenía razón.

Así que hoy, finalmente después de varios meses, él estaba listo para conducir. Además estaba frío afuera, como con nieve y todo eso. Fue al centro comercial, aprovechando que los muchos compradores ya habían gastado todo su dinero en Navidad, así que el lugar estaba prácticamente vacío. 

Cuando llegó al lugar que buscaba, le cambió al feo suéter y esperó hasta que el flash parpadeó. Hizo su mejor esfuerzo por sonreír y parecer presentable, pero estaba dividido entre la tristeza y felicidad, así que su rostro estaba extraño. Al menos se veía más decente que hace unas semanas. Después, tomó las fotos y las guardó para ir a buscar otra cosa.

Algo que había llamado su atención cuando estuvo revisando su teléfono varios días atrás. Le había molestado cuando lo vio por primera vez, estuvo completamente disgustado y maldijo a todos los que se le cruzaron, pero el brillante anillo de oro jamás pudo salir de su mente. Sabía que la tienda estaba en el centro comercial, sabía que tienda y sabía el horario porque había revisado la maldita cuenta de la tienda varias veces al día por semanas. 

La chico del mostrador no parecía especialmente animado, probablemente porque era el último día del año y deseaba estar en otro lugar en vez de aquí, vendiéndole joyería a una sola persona. Ryan le dio una sonrisa y le explicó sobre el anillo. 

"¿Tiene la talla?"

Ryan apartó la vista del brillante anillo para ver al chico. "¿Talla?"

"Sí. Si no es para usted, entonces es para alguien más. Le aseguro que no hay una situación más incómoda que dar un anillo con la talla equivocada." El chico sonrió con suavidad. "Es un anillo de promesa, así que debe ser importante."

Asintiendo, Ryan miró las manos del chico y todo él con cuidado. Era delgado, no más bajo que Ryan, pero sus manos eran muy similares a las de Charlie. Sin pensarlo mucho, Ryan tomó una de sus manos y la acarició con sus dedos, frotando especialmente alrededor del dedo anular. Se sentían increíblemente similares, no duros, no tan suaves, podía sentir los huesos apenas un poco y estaban bien formados. 

"¿Podrías probártelo?"

Levantó la mirada cuando el chico soltó un sonido ahogado. Tenía la cara roja y apartó la mano mientras asentía con rapidez. "S-Sí queda bien," dijo mirando su mano antes de mostrárselo a Ryan. "En todo caso si no le queda bien, puede venir y buscar la talla junto a su novia. Con suerte ella no se enojará demasiado."

"Es mi novio." Tocó los bordes del anillo, una sonrisa extendiéndose en sus labios sin apartar la mirada. Se vería increíble en él, hermoso y brillante, justo como Charlie. "Voy a llevarlo."

Ignoró la mirada sorprendida del chico y se apartó mientras él hacía sus cosas antes de que tuviera que pagar. Ryan lo guardó en su bolsillo, sintiendo que su corazón latía con fuerza contra su pecho. No era mucho, pero todavía quería hacer algo interesante para él, darle algo como lo que recibió. Había pensando en enviar algo en Navidad, pero estuvo demasiado ocupado con Dee y Drake esos días como para poder deslizarse sin ser visto. 

La parte más difícil de todo esto era hablar con Tyler.

"No."

"Ni siquiera me dejas..."

"Te dije que no."

"Al menos-"

"La última vez que preguntaste, dije que no. ¿Qué te hizo creer que esta ves diría que sí?"

El hombre se cruzó de brazos, el cigarrillo colgando entre los labios y un ceño fruncido. Ryan apretó los dientes, pasándose una mano por el rostro. "Necesito enviárselo. Por favor." Le arrebató la caja de cigarrillos y el encendedor, prendió uno y tomó una larga calada antes de frotarse una caja con frustración. "Él pudo hacerlo sin problemas, estoy seguro de que puedes hacer lo mismo por mi. Sé que eres tú quien ha dejado las cajas, usas ese asqueroso perfume y dejas la caja impregnada como un zorrillo. Sabes donde está y sabes cómo enviar paquetes sin ser detectado."

"¿Por qué lo haría?" 

"Porque te lo estoy pidiendo, como un favor."

"¿Qué obtendré?"

Ryan gruñó. "¿Qué quieres?"

Los ojos de halcón lo observaron fijamente por un momento.

"Gana una pelea por mi."

"Tienes que estar jodiéndome."

"¿Qué?" Tyler hizo una mueca. "Tus peleas son tan aburridas que todos saben que vas a ganar, solo haces tanto tiempo como puedes para no avergonzar al otro sujeto. Vamos, apastaré por ti, tú solo tienes que ganas de la forma que necesito."

Exhalando el humo hacia él, Ryan lo miró. "¿Cómo?"

"Segundo round, knock out."

Levantó una ceja. "¿Por qué no en el primero?"

"Es demasiado aburrido."

Ryan tomó una larga calada, mirando el sucio suelo del callejón donde estaban. "Se supone que soy un amateur."

"Pero sé honesto conmigo, realmente no disfrutas las peleas, ¿o sí?"

"No tengo una razón para hacerlo. ¿Las peleas callejeras? Era una manera fácil y rápida de conseguir dinero y comida para mi hermano y para mi." Se encogió de hombros, inhalando el humor, disfrutando del desagradable ardor en la nariz. "Ahora la razón por la que lo hago es porque me siento como mierda la mayor parte del tiempo. Creí que podría conseguir ser golpeado hasta la inconsciencia alguna vez, pero... sí. Y las peleas callejeras están fuera, sin discusión. Me gustaría hacer otra cosa, pero por mientras terminaré el campeonato solo porque se lo prometí al dueño del gimnasio." Levantó la cabeza. "¿Entonces lo harás? Desearía poder hablar con él, al menos solo escuchar su voz. Sé que dices que está bien y seguro y todo eso, pero necesito comprobarlo por mi cuenta."

"Es tan triste ver a un hombre sufrir por un corazón roto." Tyler sacudió la cabeza, pero sacó su teléfono y se dio la vuelta. "Solo hago esto porque me caes bien y porque ganarás esa pelea de la manera en que acordamos. ¿Cierto?" Se detuvo y lo miró fijamente. Ryan asintió con una mueca. "Bien. Entonces, dame unos minutos."

Con una pequeña gota de esperanza, Ryan regresó al auto y fue por el paquete que había preparado. No pudo encontrar ningún papel ridículo, pero sí uno con copos de nieve bastante decente. Escribió una nota también y la guardó dentro. También puso algunos de sus snacks favoritos dentro. ¿Estaba siendo demasiado cursi? Probablemente. No le importaba. Ya no sentía tal cosa. 

Si tuviera a Charlie en frente, le estaría besando los pies.

Desearía estar bromeando, pero él estaba así de mal.

Tyler comenzó a tarde lo suficiente como para hacer creer a Ryan que el hombre se había ido, pero después de casi media hora regresó. Tomó el paquete de sus manos y le tendió un teléfono sencillo pero que pesaba una tonelada. El corazón de Ryan dio un vuelco. 

"No te emociones mucho," dijo Tyler. "Es de un solo uso, así que sácale tanto provecho como puedas esta noche, pero tómalo con calma. Esto no volverá a pasar, así que solo disfruta."

"Gracias." Ryan sonrió, una risa estúpidamente feliz saliendo de su boca. "Te debo una grande."

"Lo sé. Recuerda mi pelea. Te daré algo de lo que gane." Tyler le sonrió y le dio un golpe en el brazo mientras caminaba de espaldas por el callejón. "Esta noche. Tendrás un par de  horas y luego se acabó."

"Es suficiente." Apretó el teléfono contra su pecho, sintiéndose extraño y risueño por alguna estúpida razón. "Puedes quedarte con el dinero, esto es todo lo que necesito. Y déjame saber si recibió el paquete, por favor."

"Como sea, hombre. Feliz año nuevo."

Todavía era temprano. ¿Debería cocinar algo y tener una cena frente al teléfono? A Charlie probablemente le gustaría. Era un pequeño romántico de lo peor. Sintiéndose de tan buen humor, Ryan fue por comida, todo tipo de comida. Prepararía una decente cena y algo de vino. Compró postre y cualquier cosa que llamó su atención. No comería ni la mitad de todo eso, pero Dee de seguro sí.

Estacionó en el edificio, tocando que el teléfono estuviera en su bolsillo casi paranoicamente. Bajó todas las bolsas y corrió adentro. Estaba tan feliz, tan de buen humor, que su primera reacción al ver la escena dentro del apartamento no lo enojó tanto como sintió que debió hacerlo.

Drake se levantó rápidamente, buscando sus pantalones mientras que Dee bajaba su camiseta tanto como podía, pero Ryan ya había visto más que suficiente para su agrado. Sintiendo su mandíbula palpitar, él caminó silenciosamente hacia la mesa de la cocina y dejó las bolsas antes de cerrar la puerta. Tomó una profunda respiración y luego se dio la vuelta, poniendo las manos en las caderas.

Ni siquiera pudo hablar, estaban demasiado seguro de que algo malo saldría de su boca o quizás no. Pero... 

Dee se veía como un venado encandilado por los focos de un auto y Drake estaba mirando el suelo con demasiado interés para su agrado.

"Queríamos contarte," dijo Dee, estirando una mano para tomar su ropa interior del suelo. Drake se adelantó, parándose frente a él con la vista en Ryan. Lo miró fijamente, sintiendo su lengua picar. Pero al menos el otro hombre tuvo la decencia de sostenerle la mirada. Los ojos de Dee se asomaron por encima del hombro de Drake. "Pero te ibas a enojar."

"No lo ocultaríamos para siempre." Drake tragó con fuerza. "Pero después de lo que pasó, no creímos que fuera el mejor momento para darte otra noticia. No te enojes con Dee."

Ryan chasqueó la lengua antes de hablar.

"Yo realmente no puedo estar enojado justo ahora. No." Sacudió la cabeza, frotándose las mejillas antes de reírse. En realidad no era gracioso, pero... mierda. "Es mi hermanito," dijo entre dientes. "Tú eres como diez años mayor. Es jodidamente raro y lo digo en serio, pero hoy no voy a hablar sobre eso. Mañana sí. Mañana," dijo señalando a Drake con un dedo. "Tú y yo tendremos una conversación."

Dee lo miró. "Ryan..."

"Tú haz silencio. Los dos pueden irse por el resto del día." Se giró hacia la cocina y comenzó a sacar las cosas de las bolsas. "No voy a tratar con ustedes hoy, tampoco voy a discutir. Pero no voy a verles la cara todo el puto día y pretender que no los vi cogiendo en mi jodido sofá. Largo."

"Toma algunas cosas," escuchó a Drake decir en voz baja. "Está bien. Mañana hablaremos con calma, ¿sí?"

"Está bien."

Cuando escuchó una puerta cerrarse, se dio la vuelta. "¿A dónde irán?"

Drake tuvo la decencia de verse avergonzado. 

"Un hotel. No necesita estar más estresado, así que le haré pasar una agradable noche." Se encogió de hombros. "Una linda cena. No seas tan cruel con él."

"Lo sé. Él no tiene la culpa." Abrió un tubo de yogurt y comenzó a beberlo. "Eres mayor que él, lo suficiente como para saber lo mal que esto está por muchas razones. Y sí, Dee no es un niño, pero todavía es más inocente de lo que tú alguna vez fuiste."

Drake frunció el ceño. "Dijiste que no vas a discutir hoy, está bien. Pero lo que dices... no tienes idea de lo que Dee ha pasado. No sabes cómo nuestro asunto surgió, así que no tienes el derecho de hablar sobre mi relación con él. Incluso si eres su hermano." El rubio apretó los labios. "No nos puedes juzgar en tu situación."

Pasos se acercaron y Ryan miró a su hermano. 

Los ojos de Dee estaban brillantes, llenos de preocupación y algo parecido al miedo. 

"Hablaremos mañana con calma. Solo promete que no te convertirás en un animal y que vas a escucharnos."

Ryan solo levantó el mentón, cruzándose de brazos mirándolos tomar sus cosas y comenzar a salir.

"¿Al menos es algo oficial?"

Dee lo miró por encima del hombro. "Es mi jodido novio, imbécil." Cerró la puerta con tanta fuerza que las pinturas en las paredes se estremecieron. 

"Supongo que al menos eso está bien," dijo al silencio.

Pasó el resto del día manteniéndose ocupado en lo que pudo. Limpió todo, todo de verdad antes de comenzar a cocinar la cena. Para cuando eran las siete, todo estaba listo y él estaba viendo una película en el sofá mientras masticaba uno de los dulces ácidos de Charlie. La cosa era terrible.

Pero no tan terrible como el segmento de noticias de última hora.

"El hijo mayor y heredero de la familia Baldwin, ha dado el día de hoy su primera conferencia como candidato a la alcaldía de la ciudad. Ha presentando sus propuestas y ha hablado especialmente sobre el tema del crimen organizado, algo con lo que nuestra ciudad siempre ha batallado."

El rostro arreglado y familiar de Shawn se presentó en seguida.

"Prometo acabar por completo con todos los criminales que manchan el nombre de nuestra ciudad día a día. Personalmente, junto con nuestra fuerza policial, me encargaré de desmantelar cada negocio y contribuyente que ayude a estos criminales a llegar tan lejos. Es imposible que sigamos viviendo de esta manera tan mediocre, sin transparencia y sin seguridad. Regresaré el orden y el-" 

Ryan apagó la televisión y lanzó el control al sofá. No tenía ganas de escuchar a ese bastardo hablar tantas estupideces sin sentido. Acabar con el crimen, una mierda. Shawn era el problema. Si el idiota ganaba, sería el final de la ciudad. Se convertiría el en epicentro de todos los mafiosos, crearían tanto caos como pudieran y finalmente lograría su propósito de obtener toda la fortuna de su familia. 

Algo que debía ser solo para Charlie. 

Era quien lo merecía.

Su vista fue hacia el reloj por encima de la televisión. Faltaban unos pocos minutos, pero se sentía como una eternidad. Sus uñas habían desaparecido y su pierna no dejaba de saltar, ni siquiera iba a hablar de lo rápido que latía su corazón. ¿Qué le iba a decir? Donde fuera que estuviera, ¿también estaba nervioso? Ryan se masticó el labio pensativamente. ¿Y si solo era él quien estaba tan ansioso por verlo? Tal vez Charlie...

El teléfono sonó desde la mesa de la cocina. 

Ryan saltó del sofá tan rápido que apenas podía creer su propia velocidad. Miró la pantalla por un momento, una videollamada de un número privado. Tomando asiento lentamente, contestó. Tragó con fuerza, dejando el teléfono recostado en una botella de cerveza y esperó hasta que la pantalla se aclaró.

Esos hermosos ojos azules lo estaban mirando con una sonrisa.

Ryan pensó que podría llorar. Su vista se nubló y la garganta se le cerró. Los ojos de Charlie se suavizaron, también poniéndose un poco rojos y húmedos mientras permanecía en silencio. Se aclaró la garganta, poniendo el teléfono más lejos de manera que Ryan podía verlo mejor. Y tenía el cabello corto. Demasiado corto. Y sus mejillas estaban bien afeitadas y de aspecto suave.

"Hey."

Su voz era un poco más ronca, pero el mismo tono suave y dulce que recordaba. "Creo que comenzaba a olvidar cómo se escuchaba tu voz," dijo.

"¿En serio? Yo pienso en tu voz todos los días. No hay manera de que pueda olvidar cómo suenas." Una suave sonrisa se estiró en sus labios. "¿Cómo has estado? Tu rostro se ve más delgado. Por favor, dime que estás comiendo bien."

"Sí, pero también estoy entrenando. ¿Has escuchado algo de eso?"

"Mhm." Su expresión no era completamente feliz. "Pasan las peleas por un canal en internet que Dean conoce. Creo que también está apostando."

"Tyler también. Entonces, ¿no has visto ninguna?" Pasó un dedo encima de la madera de la mesa. "Solo han sido tres, pero gané."

"Lo sé. Pero verte por una pantalla de esta manera es suficientemente doloroso. Verte peleando es demasiado para mi. Aunque estoy orgullo de tus victorias."

"No voy a hacerlo para siempre," dijo rápidamente. "Le prometí al jefe de Drake que lo haría, así que solo terminaré el campeonato y..."

"Ryan, respira." Charlie inhaló lentamente y Ryan lo siguió. "No estoy enojado, es solo que no es mi cosa favorita, tampoco lo es verte de esa manera, sabiendo que podrían hacerte daño. Pero es la manera en la que has pasado el tiempo, ¿no? Escuché que es algo amateur, nada serio, así que estoy seguro de que puedes ganar con facilidad."

Asintió lentamente. "Creo que... creo que me gustaría entrenar a los chicos. Las peleas solo fueron una manera de distraerme de lo que estaba pasando. Debiste verme hace unas semanas." Se rió mientras pasaba una mano por sus afeitadas mejillas. "Dee no paraba de decirme que parecía un vagabundo."

"Entonces eres el vagabundo más sexy del mundo." Charlie sonrió. "Me habría gustado verlo. No puedo imaginarlo."

"No era agradable, así que me alegra que no lo hicieras." Miró su muñeca y sonrió antes de levantarla frente a él. "Recibí esto hoy. Gracias."

"Pensé que no llegaría hasta el próximo año. Luce tan bien como lo imaginé."

"Tienes un buen ojo para las cosas."

"Por supuesto, mis gustos son los mejores." El brillo travieso en sus ojos hizo a Ryan reír. "Se suponía que llegaría para Navidad, pero al parecer necesitaba pasar por demasiados lugares antes de ser seguro. No lo sé, es lo que Dean dice. La mayor parte del tiempo no le presto atención."

"Entonces lo que te envié debería llegar en unos días." Sonrió con suavidad. "Realmente espero que esté bien."

"¿Qué es?"

"Una sorpresa."

"Oh, vamos. Esta es probablemente la última vez que vayamos a vernos por un tiempo. No tendremos otra oportunidad así para hablar." La diversión en sus ojos se apagó y Ryan estaba seguro de que su rostro no estaba mejor. Correcto. "Pero no pensemos en ello, ¿de acuerdo? Así que dime."

Ryan presionó los labios. 

"Un anillo." Los ojos de Charlie se abrieron con sorpresa, fue casi divertido. Su rostro se sonrojó y los ojos comenzaron a brillar. Ryan sonrió, completamente enternecido. "Eres tan bonito."

"¿Un anillo?" Charlie se humedeció los labios. "¿Estás...?"

"No. Haré eso cuando estés aquí conmigo otra vez. Pero quiero que lo conserves, que pienses en mi cuando lo veas."

"Entonces tú quieres..."

"¿Casarme contigo?" Se frotó el mentón con los dedos. Se encogió de hombros. "Supongo que sí."

"Ja. Vaya forma de decirlo, no suenes tan emocionado."

"No es lo mismo si no estás aquí. Te molestaría mucho más hasta que solo puedas pensar en mi poniendo ese anillo en tu dedo." Lo miró fijamente. "Por supuesto que quiero hacerlo. Te quiero conmigo hasta el final. Es solo difícil pensar que es una opción real cuando la situación es esta." Se rió sin humor. "Una llamada que no volverá a repetirse y cajas que tardan días en llegar. Te lo preguntaré un día, si volvemos a estar juntos."

Charlie asintió lentamente.

"Entonces no hay ninguna dama o tal vez un caballero..."

"¿Tu crees que tengo tiempo de hacer algo más que pensar en ti?" Pasó un dedo sobre la pantalla, imaginando que podía tocarle la mejilla de verdad. "Eres lo único que quiero, Charlie. Nadie es lo suficientemente bueno para llenar tu lugar."

Charlie lo observó con cuidado por un momento. "Sabes, si esto no funciona y mi tiempo aquí se alarga, no quiero que estés solo." Su mandíbula se tensó y él comenzó a jugar con sus dedos. "No tienes que estarlo, necesitas que alguien te apoye y que alguien esté a tu lado de una manera cercana, íntima."

"¿Entonces tienes a alguien más?"

"No. No. Dios, no." Charlie frunció el ceño. "¿Por qué...? Oh, entiendo lo que dices. Pero nuestra situación es diferente. Tú eres libre."

"Así no es como se siente."

"Ryan..."

"Lo intento, ¿sí? Pero te extraño." Se rió pasándose una mano por el rostro. "Por eso detesto las relaciones. Los sentimientos son una mierda, te hacen sentir terrible."

"Lo tomaré como que me extrañas y no como que odias tus sentimientos hacia mi. También te extraño, una ridícula cantidad. Pero eso es como sé que es real." Charlie miró hacia otro lado, pero sonreía con tensión. "No me he sentido así por alguien más nunca. Jamás." Volteó el rostro, mirándolo fijamente. Se humedeció los labios lentamente. "Entonces, sigues sintiendo lo mismo por mi."

Ryan se rió. "¿Crees que hubiera preparado una cena completa para comer frente al teléfono si no fuera así?" La risa de Charlie se sintió bien, incluso cuando su rostro estaba caliente por vergüenza. "¿Es demasiado? Creo que me emocioné un poco, pero aunque sea de esta manera, quiero pasar la última noche del año mirándote a los ojos. Me convertiste en un estúpido."

"No. Es romántico," dijo seriamente. "Eres un romántico. Si tuviéramos una relación normal, habría conocido este lado tuyo desde hace tiempo. ¿Cuál sería el plan si estuviera ahí contigo?"

Ryan sonrió.

"Después de la cena te tendría a ti como postre. Te haría el amor lentamente toda la noche hasta el amanecer, dormiríamos enredados el uno con el otro y pasaríamos el primer día del año nuevo bebiendo como peces mientras vemos la televisión." Se frotó la mejilla caliente con un suspiro. "El resto sería historia. Nuestra historia."

"Dios, eres un gran romántico," Charlie se rió, pero sus mejillas rojas y ojos brillantes decían que le gustaba mucho la idea. "Suena como un verdadero plan, me encantaría poder estar ahí para eso."

"Podemos soñar."

Charlie asintió. "Soñaré contigo esta noche, igual que todas las noches desde hace meses. No eres el único que se convirtió en un estúpido, soy un desastre. Pero me gusta porque siento que me da esperanzas para el final de esto, me hace codicioso y más hambriento por ti." Ryan se inclinó más cerca del teléfono y Charlie también lo hizo. "¿Así que preparaste una cena? ¿Solo para nosotros?"

"Sí."

"¿Qué pasa con Dylan?"

Soltó un gruñido. "No lo menciones justo ahora. ¿Sabes qué descubrí?"

Le contó, sintiéndose traicionado y excluido, como un tonto en su propia casa. Y todo lo que Charlie hizo fue reír.

"¿No lo habías notado?"

"¿Tú lo sabías?"

"Solo para confirmar, ¿cuánto sabes?"

"Lo que vi en el sofá." Cerró los ojos con fuerza, intentando poder borrar esas imágenes de su mente. "No estaba de humor para tratar con ellos. Hoy no."

"¿Pero no se ven lindos juntos? Vamos, son adorables. Drake cuida mucho de él, y puedes ver en sus ojos cuán enamorado está de Dylan. Déjalos ser felices. ¿A quién le importan un par de años de diferencia? Si se aman, entonces no hay problema. Ryan." Levantó el labio cuando Charlie le dio una mirada seria. "Promete que serás un buen hermano mayor y los escucharás, porque te aseguro que Dylan no será nada menos que miserable si lo haces romper con Drake. El chico está de cabeza por tu amigo."

"Lo pensaré."

"No seas tan duro con ellos."

Suspirando, Ryan cambió el tema. "Entonces, ¿tienes alguna nueva información? Oh. ¿Esta línea es realmente segura? ¿Podemos hablar sobre...?"

"Según lo que Dean dice, sí. Ni siquiera Tyler y su equipo pueden interferir la conexión. Creo que dijo que funcionaba bien por algunas horas hasta que dejaba de ser seguro." Miró algo en la habitación con ojos pequeños. "Debemos tener hasta un poco más de la media noche según el horario que tienes." La punta de sus labios se levantaron. "Aquí ya es enero desde hace tres horas, pero le dije a Dean que no comería su comida hasta que fuera el mismo horario. Preparó toda una cena, así que iré por algo en un momento para comer juntos, ¿eh?"

Se rió. 

"¿Él está bien?"

"¿Dean? Creo que mejor que yo. Intenta bastante duro hacerme sentir cómodo aquí, así que me siento un poco mal por él, pero trabaja la mayor parte del tiempo con algunos de sus hombres. Parece ocupado, pero todavía revisa mi estado."

"¿Y hay alguna novedad?"

Charlie tomó una profunda respiración.

"¿Recuerdas que había alguien que faltaba cuando intentaron buscar el lazo entre Shawn y los italianos? Lo encontraron." Presionó los labios con fuerza. "Y antes de que preguntes, sí, ya lo sospechaba. Pero jamás creí que llegaría tan lejos."

"¿Quién es?"

"Mi madre."

Ryan abrió la boca y luego la cerró.

"¿Cómo...?"

"Sabía que había dejado el país y que se había vuelto a casar, que se embarazó y estaba feliz viviendo una vida lejos de nosotros. Al menos de mi padre y de mí. Ella siempre tuvo un tipo de favoritismo por Shawn que jamás ocultó. Lo que la policía no sabía, o al menos eso fue lo que John dijo, es que ella se había casado con la cabeza principal de la organización." Soltó una risa sin emoción. "No puedo creer que haya sido capaz de hacer algo como eso. Ella... ¿era tan miserable con nosotros?"

El rostro decaído de Charlie no le sentó bien.

"Las personas cambian. Que sea tu madre no significa que sea una santa," lo dijo tan suave como pudo, pero en realidad estaba furioso. "¿No ha intentado contactarte?"

"Nah. Debe estar muy ocupada con sus hijos donde sea que esté, aunque creo que está en la ciudad. Dándole apoyo a Shawn." Charlie se frotó el rostro con una mano. "Pero es algo. Solo tomó cinco meses averiguarlo," dijo con labios apretados. "Faltan siete meses para las elecciones. Con suerte tendremos más información útil para entonces."

"No te ves tan enojado."

"Creo que no lo estoy. ¿Sorprendido? No mucho. Pero sí decepcionado. Ella sabe todo lo que Shawn ha hecho, no hay forma de que no lo haga, pero no le importa. También quiere el dinero que papá, todas sus propiedades y la empresa. No tengo familia en qué apoyarme, no tengo nada."

"Me tienes a mí," dijo lentamente. "Tienes a Dean, que es como un hermano para ti."

"Supongo que sí."

Charlie le dio una sonrisa y Ryan se sintió un poco mejor. 

"¿Hay algo que quieras hacer?"

"No me molestaría intentar algo de sexo telefónico."

"¿En serio?"

Charlie tuvo la decencia de sonrojarse y parecer avergonzado. "Ha pasado un tiempo. Me puse caliente solo con verte. Pensé que comenzaba a tener un problema allá abajo, pero resulta todo lo que necesitaba era ver tu rostro."

"Dices las palabras más románticas."

"Lo sé. Quítate la camisa."

"Charlie..."

"¿Solo un poco?" Hizo un puchero, ojos suaves y brillantes. Ryan sacudió la cabeza pero estaba sonriendo. "Estoy muriendo aquí."

"Podemos hacer eso después. ¿Cena primero?"

"Oh." Charlie se levantó, dejando el teléfono en una superficie. "Dame un segundo, iré por un plato. Estoy seguro de que hay algo de vino en alguna parte también."

Estaba usando pantalones de pijama, se dio cuenta cuando lo vio alejarse corriendo. Mientras tanto fue a la cocina y se sirvió un plato junto con una cerveza del refrigerador. Charlie regresó, con una montaña de comida y una botella de vino. Dijo que Dean sirvió tanto porque probablemente tendría más apetito si estaba con Ryan. No era mentira. Los dos pasaron una velada tranquila, sonriendo y riéndose, ignorando que estaban hablando frente a una pantalla. No importaba cuán malo era, Ryan simplemente estaba disfrutando poder verlo otra vez, aunque fuera por un corto tiempo. 

Estaba sano y a salvo.

Y era el mismo Charlie de siempre.

Su Charlie.

"Te amo," dijo después de que terminaron de comer. Lo miró fijamente mientras Charlie se limpiaba la boca con una servilleta. "Te amo tanto que duele."

Charlie apartó su plato y se inclinó hacia la pantalla. "También te amo. Y  te entiendo perfectamente. Después de esta noche, solo voy a extrañarte más." Cerró los ojos con un suspiro. "Te añoraré más y desearé aun más estar contigo. Pero solo para que no te sientas tan mal, trabajaré duro para que esto funcione. Lo juro."

"Desearía poder hacer algo para ayudar."

"Manteniéndote a salvo, eso es suficiente para mí."

"Lo mismo va para mí, pero desearía ser útil." Apoyó en mentón en una mano, pasándose una mano por el cabello. "¿Todavía no hay suficientes pruebas? ¿Qué tanto necesitan?"

"Lo sé, también creí que saber quién es su mano derecha ayudaría, pero al parecer no. Porque todavía no hay nada que lo conecte directamente a la organización. Pero según la información que Tyler le ha enviado a Dean, Shawn está cayendo lentamente en el negocio de construcción. Es bastante sucio ahí, así que es una buena opción para inculparlo de lavado de dinero." Charlie suspiró. "Pero mientras tanto, no hay más que hacer que esperar hasta que cometa un gran error."

Asintió. 

"Entiendo. Entonces..."

La pantalla del teléfono se volvió negra de pronto. Ryan la miró fijamente por un largo rato, diciéndose a sí mismo que estaba bien. Así se suponía que debía ser. Miró el reloj encima de la televisión, dándose cuenta de que eran un poco pasadas de las doce. Era año nuevo. 

Afuera, por la ventana de la cocina, los fuegos artificiales comenzaron a explotar, iluminando el cielo y el interior del apartamento. Apretando los labios, Ryan dejó el teléfono sobre la mesa y fue a su habitación por su paquete de cigarrillos. Tomó su encendedor y luego salió a la terraza para sentarse en una de las sillas de plástico que Dee consiguió de alguna parte.

Encendió el cigarrillo y tomó una larga calada que lo hizo toser y sus ojos ardieron de pronto, pero era por el humo del cigarrillo.

Eso es lo que se hizo creer.

***

Charlie miró la pantalla del celular sin poder pensar correctamente. 

Bien. 

Iba a pasar, pero pensó que al menos tendría un pequeño aviso de alguna parte. 

Salió de la habitación, bajando las escaleras rápidamente para buscar a Dean.

Lo encontró viendo un partido de beisbol en la televisión con una cerveza en la mano y los pies encima de la mesita de café. Giró la cabeza hacia él cuando se dio cuenta de su presencia. "¿Terminó?"

Lanzó el teléfono en el regazo del hombre y fue por una cerveza para sí mismo. "Pudiste decirme que estaba por terminar."

"Tampoco estaba seguro de cuánto tiempo tendrías. Si terminó es porque Tyler encontró algún problema con la seguridad." Se dejó caer a su lado, sintiendo la mirada del hombre en él. "¿Ryan está bien?"

"Perdió peso," dijo antes de llevarse la botella a los labios, mirando la pantalla sin prestarle atención. "Pero está seguro."

"Pudiste haberme dicho desde hace mucho tiempo lo que estaba pasando, sabes." Dean giró la cabeza hacia la pantalla. "Quizás... no lo sé, algo sería diferente. Habría arreglado las cosas para que también viniera y no te vieras tan patético."

"Tiene un hermano que cuidar." Se mordió la mejilla interior con fuerza hasta que sintió sangre en la boca. "Y no puedo dejar que una vez más, mi madre le quite a alguien de su familia."

Dean gruñó. "Tu madre es una maldita perra."

"Lo sé. Por eso vamos a acabar con ese problema de raíz. Derribar a Shawn y encerrarlos por un largo tiempo." Una sonrisa tiró de sus labios. "No puedo esperar a que ese momento llegue."

***

Holaaa. Capítulo más largo hoy. Gracias por todo, por leer y por estar aquí como siempre. Se les quiere un mundo y nos acercamos mucho al final. Nos leemos pronto babiesssss xx

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