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28

Tres meses después...

Drake estaba teniendo el sueño más dulce y excitante del mundo. Dee se metía debajo de la sábana mientras dormía, después de que Drake no despertara, una mano se metió en sus pantalones y sostuvo su dormido pene hasta que ya no lo estuvo. La presión y la forma en que otra mano acariciaba sus bolas se sentía tan real, tan bueno, pero no podía ver nada porque la sábanas cubría a Dee y él seguía pretendiendo estar dormido.

Pero quería verlo, ver esa dulce cara sonrojada mientras sus ojos brillaban con travesura y deseo. Drake gimió, llevándose una mano al pecho cuando la húmeda calidez de la boca de Dee lo envolvió y succionó con fuerza la punta. Su estómago se calentó y sus pies se aferraron a la cama mientras intentaba contenerse de embestirle la boca porque Dee se ahogaba fácilmente y sus ojos se humedecían con lágrimas... sus caderas se movieron por inercia hacia la mojada cavidad y él bajó la otra mano hasta tocar lo que se sentía como la cabeza de Dee.

"Se siente bien, Dee."

Un sonido húmedo explotó cuando Dee lo sacó de su boca. "¿Despertaste?"

"Sí. No pares."

"¿Realmente estás despierto?" Las sábanas desaparecieron y el peso de otro cuerpo lo cubrió. Drake frunció el ceño antes de parpadear rápidamente, encontrándose al hermoso rostro de Dee frente a él, algo de saliva escurriendo de su mentón que lo hizo gemir e inclinarse para lamerlo antes de besarlo profundamente, usando una mano detrás de la cabeza de Dee para mantenerlo en su lugar. Algo golpeó contra su abdomen y luego Dee gimió en medio del beso, empujando las manos en sus hombros. "Necesito respirar," se quejó mientras se lamía los labios con una mirada perdida. "Buenos días."

"Buenos días, increíbles en realidad. ¿Realmente no es un sueño?"

"Muy real." Los brazos delgados de Dee se envolvieron alrededor de sus hombros y él comenzó a besarle el cuello, lamiendo y mordiendo suavemente como un gatito hambriento. Drake tenía una idea de con qué podía alimentarlo. "No tienes que trabajar hoy, ¿verdad?"

Asintió, deslizando las manos en la espalda suave de Dee, bajándolos hasta que le acunó las nalgas y las apretó en sus manos, simplemente perfectas. "Soy todo tuyo. Puedes seguir adelante con tus planes."

"Sí, pero antes necesito revisar que Ryan no esté." Tomando una toalla de baño después de bajar de la cama, Dee se acercó a la puerta, pero Drake fue más rápido que él y lo envolvió con los brazos. Dee se rió. "¿Qué pasa?"

"No voy a dejarte salir así." Pasó los nudillos encima de la carpa que formaba la erección de Dee bajo la toalla, escuchándolo suspirar antes de desatar la toalla y pasar las manos sobre su sensible estómago, acariciándolo lentamente como a él le calentaba. Lo sintió estremecerse en sus brazos y su grueso pene se balanceó obscenamente. Drake gimió, bajando al cabeza para lamerle el borde la oreja, metiendo el lóbulo en su boca y chupándolo suavemente. Dee envolvió las manos alrededor de sus muñecas, apretándolo con fuerza. Drake miró la puerta, asegurándose de que el pestillo estuviera puesto antes de levantar a Dee y llevarlo de regreso a la cama. "Sea lo que sea que esté haciendo tu hermano ahora mismo, necesitamos nuestro propio espacio por un momento," dijo mientras buscaba en los cajones condones y el lubricante. "Probablemente ya se haya ido." Podía ver que detrás de las cortinas la luz ya estaba brillando. "Debe estar entrenando."

"Pero necesito hablar con él." Dee lo miró mientras Drake dejaba caer lubricante en su mano después de ponerse el condón. Con una expresión que no era de nada más que hambre, Dee abrió las piernas ampliamente, masturbándose con calma y sin apartar la vista del pene de Drake. "Supongo que puede esperar un poco."

"Mhm." Empujó dos dedos con facilidad, después de todo lo habían hecho la noche anterior varias veces hasta que los dos cayeron dormidos sin energía. Seguía suave y abierto por su culpa. Drake tragó con fuerza, contiendo las ganas de bajar y comérselo un rato, pero Dee casi nunca le gustaba, usualmente se avergonzaba demasiado y se enfriaba de golpe. Un día, un día Drake se lo comería hasta que Dee se corriera con tanta fuerza que todo su cuerpo explotara en placer. "¿Está bien así?"

"Sí, sí, solo entra."

Los labios apretados como un patito eran tan lindos que Drake no pudo evitar sonreír e inclinarse sobre él para besarle el rostro por todas partes. "Eres tan adorable." Lo observó con cuidado cuando posicionó su pene en la suave entrada de Dee y empujó dentro del abrasador calor. Hizo una mueca y apretó los dientes. Dee abrió la boca y aspiró profundamente, un bajo gemido saliendo de sus labios. "Se siente tan bien dentro de ti, Dee. La mejor jodida sensación del mundo."

Con un asentimiento rápido, Dee tiró de él hacia adelante, envolviendo los brazos por su espalda, aferrándose con las piernas alrededor de sus caderas cuando Drake comenzó a embestirlo profundamente a un ritmo rápido. Sus ojos se cerraron, tan bueno, solo tan jodidamente bueno que sentía que podría correrse en cualquier momento. Dee lo ponía tan caliente que ni siquiera era gracioso. Abrió los ojos para mirarlo, absorbiendo su expresión llena de placer.

"Bésame," dijo el chico debajo de él, ojos apenas abiertos, mejillas rojas y piel húmeda. Dios. Drake se movió más rápido, bajando la cabeza para besarlo. Fue duro, mojado y un completo desastre, pero tan bueno. "Voy a correrme."

"Sí." Envolvió una mano alrededor del pene de Dee. "Hazlo conmigo."

Después de terminar, cayó deshuesado encima de Dee, asegurándose de no aplastarlo bajo su peso. "¿Qué deberíamos desayunar?" Dee preguntó con una mano acariciándole la espalda y la otra jugando con su cabello. Drake suspiró, sintiéndose agradablemente suelto y satisfecho. "El restaurante de enfrente debe tener desayunos calientes todavía."

"Yo invito."

Después de una agradable ducha, fueron al restaurante que estaba en frente del edificio. Un lugar donde vendían todo tipo de comida, y no importaba lo que fuera, era sencillamente delicioso. Ordenaron panqueques con huevos, tocino y café. Dee estaba revisando su teléfono cuando la comida llegó y cuando la mesera se retiró, él lo miró con grandes ojos.

"¿Qué?" le preguntó.

"Me tomó mucho tiempo poder encontrar algo sobre lo de Ryan y Charlie, en realidad no he encontrado casi nada. Además de que el hermano mayor está como candidato a la alcaldía con una fuerte campaña." Dee hizo una pausa y comenzó a cortar sus panqueques sin prisa. Era cierto. Incluso si miraba fuera de la ventana, podía ver pancartas con la sonriente cara de Shawn Baldwin, futuro alcalde de la ciudad. "Y he visto sus entrevistas muchas veces, ya sabes, los medios parecer adorar al tipo. Pero hay algo raro en él, ¿no crees? Si lo comparas con Charlie, Shawn parece ser más..."

"Como si estuviera lleno de mierda," dijo.

Dee asintió. "Sí, exacto. Esa sonrisa no me convence, parece demasiado falsa, pero de nuevo, solo puedo compararlo con Charlie. Pero lo que quiero decir es que en todas las entrevistas le han hecho preguntas sobre Charlie, y él nunca parece muy seguro de qué decir. Solo pone esa sonrisa extraña y dice que su hermano está felizmente viviendo fuera del país por razones personales."

"Ryan no ha dicho nada. Y han pasado tres meses de ello." Masticó lentamente, pensando. "Suponiendo que su relación realmente terminó relativamente bien, sin problemas entre los dos, y Charlie tuviera que salir del país por alguna razón... hay algo que todavía no cuadra. Hay un espacio vacío en todo esto."

"Sí..." Dee miró más allá de Drake y tragó con fuerza antes de moverse en su asiento. "Por eso necesito más información, si Ryan no piensa darla."

"¿De qué...?"

Un hombre alto, delgado y con cabello rubio a ras, usando una chaqueta negra, se dejó caer al lado de Dee. Drake frunció el ceño, este tipo era...

Dee sonrió inocentemente. "¿Qué mejor que un guardaespaldas para que nos ayude?"

"Oye, jamás dije que te diría algo." El hombre miró el plato de Dee con ojos llenos de emoción antes de lamerse los labios y estirar los brazos detrás del asiento. Miró a Drake a los ojos. "¿Y por qué está él aquí? Creí decirte que solo hablaría contigo. Ya estoy exponiendo mi vida lo suficiente con estar sentado a tu lado. Mi trabajo es vigilarte desde lejos, niño."

"Drake es tan cercano a Ryan como yo, está bien." Dee lanzó su teléfono a la mesa y lo desbloqueó, dándoselo a Drake. "Encontré esto hace unos días, no creo que Ryan lo sepa, pero su escondite no era el mejor." Tragó con fuerza y lo instó a revisar la pantalla. Drake lo tomó, mirando los documentos, leyendo un poco por encima. "Es sobre la muerte de nuestros padres, algo de lo que Ryan jamás ha querido hablar. Digo, puedo entenderlo, que le duela más a él de lo que a mi jamás me dolerá, apenas tenía un poco de consciencia cuando eso pasó."

Drake asintió mientras leía el documento sobre el accidente. "Creí que fue un accidente."

"Sí, también yo."

La autopsia decía que además de que los cuerpos se quemaran a un nivel mortal, tenían varios agujeros de balas en la cabeza. Su estómago se revolvió un poco y él tuvo que forzar la comida a bajar por su garganta. Habían sospechosos, una lista entera de apellidos que sonaban como si fueran importantes, Drake podía reconocer algunos nombres de políticos en ella, pero un nombre estaba tachado con lo que parecía ser bolígrafo.

"Ah." Levantó la cabeza cuando el rubio habló. Tenía una expresión incómoda. "¿De eso es lo que quieres hablar? ¿Para eso me llamaste?"

"Sí. Trabajabas para Charlie, ¿no?"

"Pero no tengo permitido hablar sobre esto." El hombre se inclinó sobre la mesa, poniendo los ojos en la pantalla del teléfono. Se rascó una ceja y exhaló. "Si tu hermano no quiere hablar sobre esto, ¿se supone que yo debo hacerlo?"

"O al menos dinos a dónde se fue Charlie y por qué."

El rubio soltó una carcajada. "Eres un sujeto gracioso. No puedo decirte nada. Ni siquiera Ryan lo sabe." Sus ojos tenían un tono serio que hizo que Drake le creyera. "Es por su seguridad y es todo lo que puedo decir, ya es demasiado."

"Entonces está en peligro." Dee se masticó el labio con una mirada pensativa. "Supongo que tiene que ver con lo que pasó en su oficina. ¿Fue su hermano?" Los ojos del rubio se abrieron con sorpresa antes de que él balbuceara y sacudiera la cabeza, pero Drake sabía que ya tenían una respuesta. Dee apretó los labios, ojos entrecerrados. "¿El nombre tachado es de un Baldwin también?"

"Suficiente con las preguntas." El hombre se puso de pie de golpe con una mirada nerviosa. "Me meteré en problemas si continúas, y este ha sido el trabajo más tranquilo que he tenido en años. Déjame en paz, ¿sí?"

Dee cruzó los dedos encima de la mesa. "Si no respondes, en realidad estás respondiendo. Ven aquí." Palmeó el espacio a su lado. "Te conseguiré algo de desayuno."

"¿En serio?"

Asintiendo, Dee volvió a palmear el espacio y el hombre se sentó y ordenó una lista enorme del menú. Dee le dio una mirada y Drake solo pudo sacudir la cabeza. Su chico era demasiado inteligente y persuasivo para ser bueno. A este punto no tenía dudas de que terminaría trabajando en algo importante y privado. 

"Escucha, no sé si el nombre es de un Baldwin. Pero mi jefe cree que es posible, porque todos los políticos en esa lista trabajaron en el mismo periodo que el padre de Charles y Shawn, y es el único que no está en la lista. Al menos no visiblemente." Se encogió de hombros y su voz era baja. "Lo más curioso del caso es que tu madre trabajaba en la oficina de un político del que no se tiene un nombre, y tu padre también estaba involucrado con políticos." La mirada del hombre se volvió cautelosa, como si no quisiera ser grosero. "Al parecer los ayudaba con los asuntos de contrabando y contaminaba evidencia en algunos casos."

Dee asintió. "Era el jefe de la estación," dijo lentamente. "Tenía todo el poder para hacer lo que quisiera. El informe dice que había sido señalado por obstrucción a la investigación en casos de narcotráfico." Dee lo miró con una expresión neutral. "Iban a llevarlo a juicio una semana después de que muriera."

"Quien quiera que fuera, estaba intentando evitar que tu padre hablara." Drake tomó una profunda respiración. "Ryan sabe todo esto, ¿realmente no creyó que fuera importante decirlo?"

"Ustedes no son policías," el rubio dijo después de meter un gran pedazo de panqueques a la boca. "Les recomiendo que se alejen de todo esto si no quieren que Shawn vuelva a molestarlos. La única razón por la que los dejó en paz es porque Charles terminó con Ryan y salió del país." Tenía las mejillas llenas y una mirada indiferente, la vista al frente. "Están tan seguros como se puede. Dejen las cosas así."

No es realmente pudieran hacer algo al respecto. Tenían información, pero nada que culpara a alguien directamente. Quizás si pudieran hablar con Ryan...

"Puedes investigar." Drake miró a Dee cuando él habló, mirando al rubio fijamente. 

"No voy a hacer eso."

"¿Por qué no?"

"Porque no hay una razón para que lo haga." Dee abrió la boca para protestar, pero el hombre lo detuvo. "¿Quieres un consejo real? Habla con tu hermano. Dile que deje de ser una perra y sea honesto contigo." Hizo una mueca. "Parecía un tipo tan duro cuando lo conocí, pero solo tuvo que terminar su relación para convertirse en un desastre. Ni siquiera era una relación real." Drake lo miró fijamente y los ojos del hombre se abrieron cómicamente como si las palabras se le hubieran escapado. "Mierda."

¿No estaban juntos de verdad?

Drake todavía podía recordar la última vez que vio a Charlie. Acostado plácidamente al lado de Ryan sobre la camilla, ambos dormidos, enredados con el otro. No había nada más que afecto y cariño en ese momento. No podía creer que fuera una relación falsa. 

Vio como el hombre metía tanta comida dentro de sí mismo a una velocidad impresionante, luego se limpió la boca y terminó su café antes de ponerse de pie. "Ya dije demasiado. Gracias por el desayuno, y no creo que sea necesario decirlo, pero jamás digas que yo te dije algo. Tú tampoco." Entrecerró los ojos hacia ellos y levantó el labio. "O le diré a Ryan que te estás cogiendo a su hermanito."

"Oye," gruñó.

Dee se encogió de hombros, empujando los trozos de tocino frío de su plato. "Quizás es hora de decirle."

"¿En serio?" Su expresión se suavizó y él miró a Dee a los ojos, luego sonrió. "Está demasiado sensible últimamente."

"Como sea, me voy. Cuiden sus traseros y manténganse lejos de los problemas, me gusta que mi trabajo sea tan pacífico." Sacudió la mano en el aire sin ganas. "De todas formas, gracias."

Drake miró a Dee fijamente. "¿Vas a hablar con Ryan?"

"Puedo intentarlo." Se masticó el labio nerviosamente. "No estoy seguro de mencionar que encontré esa carpeta, pero podría persuadirlo con algo de lastimera hermandad." Puso ojos de cachorro y suavizó los labios. "No haría llorar a su hermanito otra vez."

"Está bien. No hay mucho que yo pueda hacer, aun así estaré cerca si lo quieres."

"Siempre te quiero cerca." Con una sonrisa suave, Dee estiró una mano sobre la mesa y entrelazó sus manos juntas. "Podríamos aplazar un poco más nuestro anuncio, no necesito que se enoje con nosotros y lo tome como una ventaja para no decir nada. Lo siento."

Drake le besó la parte trasera de la mano. "Has lo que creas necesario, confío en ti."

"Te amo."

"También te amo."

Por el resto del día, hizo todo lo que Dee quiso, fue a todas las tiendas y lo dejó comprar toda la ropa que le gustó, después vieron una película y cuando regresaron al apartamento, Ryan ya estaba ahí. Con una toalla alrededor del cuello y solo con pantalones cortos. Por el cabello mojado, parecía que acababa de tomar una ducha.

Drake asintió hacia él cuando Ryan lo miró. "Todavía no me acostumbro a esa barba extraña," dijo antes de dejar las bolsas de comida de su restaurante chino favorita en la mesa de la cocina. Ryan había estado dejándose crecer una barba de depresión, así Dee y él la llamaban. Era gruesa, y cubría sus mejillas hasta debajo de su mandíbula. "Pareces un..."

"Vagabundo." Dee dejó su chaqueta en el sofá y se sentó junto a Ryan. "¿Tuviste un buen día?"

Su relación había mejorado mucho en los últimos meses. Ya no era tan incómodo verlos interactuar. Ryan estaba de regreso a su cariñoso ser con Dee, era refrescante de ver.

El hombre asintió, cerrando los ojos. "Cada día es mejor y más fácil, pero entrenar por tanto tiempo es un dolor en el culo. Es demasiado ético para mi gusto, pero al menos me mantiene enfocado." Se rascó la mejilla barbuda y exhaló. "¿Estaban juntos?"

"Nos dejas solos la mayor parte del día, tenemos que hacer algo."

Ryan sonrió, levantando una mano para revolverle el cabello a Dee. "Lo siento. Intentaré pasar más tiempo en casa de ahora en adelante. Me siento excluido."

Drake sonrió con tensión. "¿Quieres comida?"

Viendo como Ryan apenas mantenía los ojos abiertos después de la cena mientras veían la televisión, Drake pensaba que podría volver a pasar la noche con Dee. Era algo que solo podían hacer cuando Ryan estaba tan cansado que se iba a la cama antes de las diez, y dormía como un tronco solo para despertar temprano al día siguiente para correr todo el camino hasta el gimnasio. Drake se había dado cuenta de que estaba utilizando el auto cada vez menos al punto que la hermosa máquina comenzaba a acumular polvo en el estacionamiento. Era una pena, pero cuando le preguntó, Ryan puso de excusa que prefería correr hacia el gimnasio en lugar de conducir porque así hacía más ejercicio, y apenas iba a otro lugar además del gimnasio.

Después de que Ryan se fuera a dormir, Dee y él esperaron un rato antes de escabullirse a la habitación de su novio. Cerró la puerta con el pestillo y comenzó a desnudarse mientras Dee ya había su camino hacia el baño. 

"¿Crees que está preparado para una pelea?" Dee le preguntó mientras ponía jabón sobre el pecho de Drake. "Solo han sido tres meses de entrenamiento. Me preocupa que algo salga mal."

"Ryan es mejor de lo que dice ser." Sonrió hacia él con seguridad. "Y solo será una pelea de práctica, nada serio. Será una buena primera imagen de su condición y de su progreso. Te conseguiré una entrada, le gustará que estés ahí también." Le dio un besito en la punta de la nariz. "Confía en Ryan."

"Lo hago."

*  *  *

Una semana más tarde, Ryan ganó su primera pelea oficial con un knock-out en el primer asalto.

Incluso el viejo de su jefe se quedó con la boca abierta cuando la campana sonó después de unos segundos. El referee levantó el brazo de Ryan, declarándolo campeón mientras el otro boxeador era sostenido de los brazos por su equipo. El tipo estaba consciente, solo un poco sacudido.

Basta decir, que eso solo lo incentivó más a seguir boxeando.

***

Holaaa. Parte 28 aquí. Sin más que decir, gracias por todo y nos leemos pronto xx

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