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27

Drake caminó hacia la puerta lentamente, puso la oreja encima de la madera y escuchó por un momento hasta que se aseguró de que todo estaba en silencio adentro. Luego caminó hacia la puerta del fondo, giró el pomo antes de entrar a la habitación que estaba fría y olía como lo mejor en el mundo, como Dylan. Se deshizo de sus zapatos de camino a la cama, mirando la forma escondida bajo una gruesa cobija y después se sentó en el borde, sonriendo tontamente.

Con el cabello suelto, este caía a los lados de su cara y en la almohada, dándole un velo oscuro y angelical. Se inclinó sobre él presionando los labios encima de su suave mejilla. "Estoy aquí."

"¿Drake?" Su suave voz estaba ronca y lenta. Parpadeó lentamente, pasándose una mano por el rostro antes de mirarlo. Sus ojos avellana estaban más oscuros de lo usual, pero igual de cálidos y bienvenidos como siempre. "¿Qué hora es?"

"Es temprano. Pensé que sería mejor venir a esta hora, ya sabes, antes de que él despierte."

Dee se sentó con una mirada pesada todavía, ojos y labios hinchados. Drake se humedeció los labios, bajando la mirada por cuello delgado, su pecho suave y pálido hasta donde la cobija lo cubría en la cintura. "¿Sí? Bueno, Ryan es completamente inhumano. Le he escuchado despierto a las-"

El sonido de una puerta cerrándose lo calló. Los dos se miraron fijamente, sosteniendo la respiración. Maldición. Drake miró hacia la puerta, no le había colocado el seguro. Dee sostuvo su brazo con fuerza, ojos abiertos, muy despierto ahora y podía verle el pulso saltar bajo la mandíbula. Luego hubo un murmullo desde afuera, como un gruñido raro,  y después el sonido de un juego de llaves antes de que todo se quedara en silencio. 

Dee salió de la cama de un salto, saliendo al pasillo en solo ropa interior. Drake exhaló pesadamente, esperando en silencio sentado al borde de la cama hasta que Dee regresó. Cerró la puerta y se recostó en ella, suspirando. "Se fue. Eso intentaba decirte." Se acercó a la cama y tomó su teléfono. "Van a ser las seis. Sí, es más o menos la hora en que ha estado saliendo de casa casi todos los días. ¿Qué habrías hecho si te hubiera encontrado metiéndote a hurtadillas a la habitación de su hermano menor, huh? Debiste decirme que vendrías."

"No creí que estaría despierto." Lo miró a los ojos, dándole su mejor mirada de cachorro hasta que Dee entrecerró los ojos y se metió en el espacio entre sus piernas. Drake presionó el rostro contra su suave estómago, inhalando con fuerza su suave aroma, deslizando las manos por sus muslos hasta meter los dedos dentro de la ropa interior. Lo escuchó soltar un suave suspiro y una mano se metió en su cabello. "Solo te extrañaba. Me acostumbré a despertar a tu lado por tanto tiempo que ahora no puedo dormir bien."

"Solo ha pasado una semana."

"¿Quieres decir que no te hago falta?"

Dee tiró de su cabello, haciendo que levantara la cabeza. "Difícilmente puedo concentrarme en algo más que mis pruebas ahora mismo, pero sí. También te extraño, pero también me distraes demasiado."

Se rió antes de lamer una línea bajo su ombligo hasta el elástico de su ropa interior. "Si estás demasiado tenso, puedo encontrar la manera de relajarte."

"Ja, buen intento. Pero todavía no termino de estudiar." Dee desapareció en el baño por un momento, antes de regresar con el cabello húmedo y oliendo a menta y jabón. Se paseó desnudo por la habitación hasta ir al armario y ponerse una camiseta del equipo de fútbol de su universidad y pantalones deportivos. "Puedo invitarte el desayuno. De todas formas, ¿no deberías estar de camino al trabajo?"

"Puedo llegar un poco más tarde." Se levantó y lo siguió hasta la cocina, se paró detrás de él, mirándolo tirar huevos y tocino a una sartén. Se ofreció a poner el café y servir los platos en la mesa cuando Dee terminó, poniendo tostadas para los dos. Había estado trabajando en un pequeño gimnasio para boxeadores locales, amateurs. Y realmente lo amaba, pero no todos los días tenía que estar ahí tan temprano, en especial porque la mayoría de los chicos seguían asistiendo a la escuela. "A veces puedes ser tan frío."

"Ugh, lo siento. No eres la primera persona que me lo dice, es solo que desde que Ryan está aquí no sé cómo comportarme." Masticó su tostada con una mirada perdida. "Vivimos nosotros dos por tantos años, que pensé que no me sentiría extraño de volver a hacerlo ahora, pero creo que... de alguna manera comencé a pensar en este lugar como un espacio para nosotros dos. Con Ryan fuera de la imagen, y es tan incómodo." Su rostro se puso rojo y él frunció el ceño, apuñalando los huevos. "Y él no está haciendo las cosas más fáciles. Parece un zombi, apenas habla y cuando estamos viendo la televisión en el sofá, él solo mira la pantalla sin ningún tipo de emoción. Incluso si intento hacer una conversación él solo responde con mhms, ajás, mms. Es tan frustrante."

Drake tomó un trago de su café, pensando en el estado en que Ryan estaba cuando lo encontró en los estacionamientos. "Está deprimido, no se supone que esté feliz luego de terminar una relación complicada y perder su empleo."

"Lo sé. ¿Has hablado con él?"

"Nop. La última vez que intenté hablar con él para que me contara qué pasó, solo me dio una mirada fija y cambió de tema de inmediato. Así que no tengo idea, solo lo de los periódicos." Drake jamás estuvo interesado en leer periódicos ni en la política, pero cuando vio el rostro de Ryan en la primera plana de una revista de negocios en la farmacia, supo que era algo grande. "Ni siquiera sabía que Charlie era tan famoso."

Dee murmuró mientras masticaba. "Me agradaba. Realmente quisiera saber qué fue lo que pasó entre los dos para que las cosas terminaran de esa manera. Ryan está completamente miserable." Hizo una mueca. "Aunque si era un imbécil, entonces Ryan estará mejor sin él."

Drake asintió. Era cierto, pero también lo era que Ryan no había tenido una relación en tanto tiempo que ni siquiera podía recordarlo él mismo. Drake sabía muy bien cómo era enamorarse después de mucho tiempo. La idea de separarse de Dee no le sentaba bien, en lo absoluto. Solo imaginarse a sí mismo sin poder hablar con él o tocarlo, no poder besarlo otra vez, era doloroso. 

"Quizás deba intentarlo otra vez." Era su mejor amigo después de todo. Tenía que abrirse con alguien antes de que se hundiera todavía más. Terminó su café y llevó sus platos al fregador para lavarlos mientras Dee comía lentamente. El Señor sabía que lo había hecho paciente porque un día pondría a Dee en su camino, y el chico comía a la paz de una tortuga. Pero ya se había acostumbrado a ello. "Puedo llevarte a clases hoy."

"¿En serio?" Lo miró y asintió. Dee sonrió dulcemente, con las mejillas llenas y migajas en los labios. "¿También me recogerás?"

Secándose las manos con una toalla, Drake se le acercó. Puso la mano en el respaldo de su silla y comenzó a limpiarle la boca con el pulgar. "Solo tienes que decir a qué hora terminarás." Lo besó castamente mientras sonreía, sintiendo la risa de Dee contra su boca. Dios, era tan dulce y lindo. "Sé que te gusta presumirme con tus amigos."

"Por supuesto. Eres sexy." Dee envolvió los brazos alrededor de su cuello mientras separaba los labios, dejando a Drake entrar, chupar y morder a su gusto hasta que él tuvo los labios rojos y maltratados. "Todos se te quedan viendo, es tan satisfactorio cuando se dan cuenta de que me estás mirando a mí."

Había traído su motocicleta. Y sabía cuánto Dee amaba subir en ella, y si le gustaba alardear tanto, Drake estaba dispuesto a lo que su novio quisiera. "Entonces, ¿qué dices si..."

El sonido de llaves contra la puerta los asustó a los dos tanto que terminaron en lados distintos de la habitación, limpiándose los labios y escondiendo sus caras. Ryan los miró con un ceño fruncido y bolsas oscuras bajo sus ojos, además de una caja bajo su brazo. 

"¿Qué estaban haciendo?"

"Dylan está contándome sobre su prueba de hoy," dijo con una sonrisa inocente. Miró a su chico y señaló la mesa. "Termina de comer antes, no hay tanta prisa. Así que, ¿cómo estás?" preguntó, girándose hacia Ryan con las manos en las caderas. El hombre se encogió de hombros y caminó a largo, dejando al caja en la isla de la cocina. "¿Qué es eso?"

Ryan exhaló mientras cortaba la caja a la mitad con un cuchillo. "Son guantes de boxeo."

Dee levantó la cabeza de su plato. "¿Vas a pelear? Creí..."

"Necesito ocupar mi tiempo en algo antes de que vaya a conseguir un nuevo trabajo." Dejó el par de guantes negros sobre la isla y los miró por un largo rato antes de rascarse la parte trasera de la cabeza y mirar a Drake. "¿Crees que pueda entrar a tu gimnasio? Pagaré lo que sea necesario."

Drake asintió. "Por supuesto, no tienes que pedirlo dos veces. El dueño me ha estado preguntando sobre ti, así que estará feliz de tenerte ahí. Pero... ¿es solo por diversión, verdad?"

"Seguro. ¿Hay buenos boxeadores ahí?"

Apretando la mandíbula, Drake asintió y se cruzó de brazos. "Algunos son más experimentados, creo que les gustaría tener algo de competencia sana. Nada de golpes duros."

"Entonces hablaré con ellos."

Tomó la caja y se dirigió por el pasillo. Dee lo miró hasta que desapareció dentro de su habitación con un golpe duro. "Maldición, no me gusta esto." Lo miró con ojos grandes, llenos de preocupación. "He visto a Ryan estar enojado y pelear, y jamás terminó bien para la otra persona. ¿Podrías solo mantener un ojo en él? No necesito que se meta en problemas, o a ti. Te gusta trabajar ahí."

"No tienes que pedirlo. También he visto ese lado de Ryan, pero quizás esto sea lo mejor para que saque su frustración." ¿Qué tan saludable era? No mucho, o quizás sí, pero necesitaba dejar salir todo eso antes de continuar con su vida. Se acercó a Dee y le puso la mano sobre el cabello, dándole una sonrisa. "Te dejaré en la universidad antes, así que no te preocupes, ¿de acuerdo? Enfócate en la prueba." Miró rápidamente hacia atrás antes de inclinarse para besarlo. "Y cuando hayas terminado con todas las pruebas, iremos a un lindo lugar y pasaremos el fin de semana solos los dos. Haciendo lo que quieras." Le acarició la mejilla sonrojada con los dedos antes de ponerle un mechón de cabello detrás de la oreja. "Sé que estás frustrado, así que te recompensaré muy bien."

Con ojos brillantes, Dee asintió. "Cuento con eso."

La puerta se abrió y ellos saltaron lejos. 

Vieron a Ryan entrar a la cocina y comenzar a golpear las sartenes. Tiró algunas rebanadas de pan en una sartén encima de los huevos y se sirvió el café, luego se dio la vuelta y regresó a su habitación.

Dee sacudió la cabeza. "No le puso azúcar."

"Combina con su humor. Está bien."

***

Para el final de día, Drake tenía el cuello adolorido por estar girándose a ver a Ryan mientras este subía al ring con uno, luego otro, después otro, hasta que había tenido una ronda con los diez peleadores senior del gimnasio. Y no era por herir los sentimientos de los demás hombres, pero Ryan estaba obviamente conteniéndose. Quizás porque no estaba acostumbrado al tipo de pelea que era el boxeo contra las peleas callejeras. 

El dueño por otro lado, estaba eufórico.

"¡Debiste traerlo antes!" El viejo de pequeña estatura, le golpeó el brazo repetidas veces sin apartar la vista de Ryan que hablaba con algunos de los hombres. Sus ojos brillaban con emoción. "Si tan solo hubiera estado aquí hace dos semanas, estaría entrenando para el torneo de la ciudad. Alguien con una fuerza bruta como la de él podría llegar lejos."

"Ryan no sabe nada sobre boxeo, podría herir a alguien por equivocación si subiera a un ring a pelear de verdad." Esos instintos eran difíciles de controlar. Él mismo había tenido problemas para adaptarse al cambio más limpio de pelea que era el boxeo. "Necesita mucho más entrenamiento."

El hombre bufó, dándole una mirada. "Yo lo puedo entrenar, he creado campeones desde cero. Ryan tiene experiencia y fuerza, solo necesita afinarse un poco. Pero es perfecto."

Drake levantó las cejas. "Creo que estás babeando."

"Cierra la boca, y búscalo. Quiero hablar con él."

Dios, Dee iba a matarlo por esto.

Se hizo camino entre los hombres hasta que llegó a Ryan. El hombre lo miró mientras se pasaba una toalla por la cabeza. Se cruzó de brazos. "¿Así que, te gustó?"

"Es agradable. Un poco ético, pero no está mal. Creo que tampoco lo hice tan mal. ¿Qué piensas?"

"Lo hiciste bien, por supuesto. Tienes un talento natural."

"Entonces, ¿por qué me miras así?" Se quitó la toalla de la cabeza y la metió en su bolsa. "No pensaste que iba a noquear a alguien aquí, ¿o sí?"

Se encogió de hombros. "No lo sé. Ha sido difícil hablar contigo estos días y no es como que hayas estado de buen humor, tampoco."

"Lo sé." Ryan se dejó caer en la banca de metal y exhaló mientras se frotaba las muñecas. "Pero todavía no estoy listo para hablar sobre eso. Lo único que necesitaba era sacar algo de frustración, y no voy a regresar a las peleas callejeras. Lo prometí." Hizo una pausa, con la mirada en sus propias manos antes de que exhalar. "De todas formas, lo disfruto. Nunca dije que no me gustara pelear, pero esto es distinto. Se siente legal, y limpio."

"¿Quieres seguir viniendo aquí?"

Él asintió. "Sí. Yo... lo necesito."

"Maldición." Apretó los dientes y señaló hacia donde el viejo estaba. "Quiere hablar contigo. Quiere... quiere que pelees, pero no tienes que hacerlo si no lo quieres, entendido. Podrás seguir asistiendo aquí solo como un miembro."

Ryan frunció el ceño. "No sé llevar una pelea entera de esta manera. Me siento como un robot moviéndome y siendo honesto, estuve cerca de lanzar algunos codos y patadas en algunos de los rounds."

"Sí, lo sé. Lo vi, pero te contuviste. Eres naturalmente bueno para esto."

Con una mirada hacia donde estaba el viejo, y luego a él, Ryan se levantó. "No lo sé. Pero debería hablar con él." Hizo una mueca que parecía una sonrisa sin humor. "A Dee no le va a gustar esto."

"Para nada." Voy a ser privado de sexo por un tiempo. Mierda. "Pero si solo lo harás por diversión y para relajarte, no veo el problema."

Ryan se fue a hablar con su jefe mientras que él se quedó esperándolo, asegurándole a Dee que todo estaba bien y que Ryan estaba más tranquilo ahora. Le faltaba al menos una hora para terminar su prueba, pero algunos de sus amigos irían por algo de comer. "No debería ir, tengo otro examen mañana por la tarde y será difícil estudiar si paso tanto tiempo afuera, porque no querré despertar temprano. Solo quiero terminar todo esto pronto, saldré con ellos después."

"¿Estás seguro? Sea donde sea, iré por tí cuando terminen." Sonrió con suavidad. Dee trabajaba tan duro. "También necesitas relajarte un poco, al menos una hora donde no tengas que pensar en estudiar."

"¿Debería? No lo sé. ¿Qué harán tú y Ryan?"

Miró hacia donde su amigo estaba, conversando profundamente con el viejo antes de encogerse de hombros. "Probablemente iremos a casa. Debe estar agotado." Dee dijo algo del otro lado de la línea, algo como que prefería comer pizza. Drake sonrió con suavidad, por alguna razón siempre se sentía así cuando Dee interactuaba con sus amigos. Le gustaba saber que no estaba solo allá afuera. "¿Ya decidiste?"

"Iremos a un pub cercano al campus. Te llamaré en menos de dos horas, ¿de acuerdo? Te enviaré la dirección."

"Diviértete."

"Lo intentaré. Cuida de Ryan."

"Como siempre."

Ryan se acercó a él después de terminar su conversación. Se colocó su gorra y colgó la bolsa de su hombro. "Creo que seré un regular."

"Realmente caíste por lo que dijo." Salieron al estacionamiento, y Ryan se dirigió a su auto. Drake fue hacia su moto, sacó el casco de su mochila de trabajo y lo miró mientras él metía sus cosas en el auto. "Vayamos por algo de comer, ¿te parece? Yo pago."

Ryan asintió. "Lidera el camino."

Los dos podían comer lo suficiente como para recibir miradas de las personas del restaurante. Y este lugar tenía los mejores panqueques del mundo, así que ni siquiera iba a negar que quería comerlos para la cena. Junto a una hamburguesa y una malteada de fresa. Ryan pidió lo mismo, sacando los panqueques y papas fritas a un lado de su hamburguesa. 

Y parecía estar de vuelta a ser él mismo, claro, si no fuera por la mirada perdida en el vacío mientras masticaba lentamente. Drake tragó el último de sus panqueques y suspiró. "¿Estás listo para hablar de ello ahora?"

"Drake..."

"No puedes guardarte las cosas para siempre." Levantó las manos, alzando las cejas. "¿No confías en mí? Hemos sido amigos por años, siempre te conté todo sobre mí, nunca he guardado..." tragó con fuerza, bajando la mirada su hamburguesa. Bueno, quizás no era la mejor frase que decir cuando le estaba ocultando la relación que tenía con su hermano menor. "Lo que quiero decir, es que estás preocupando a Dylan lo suficiente como para que no duerma bien. Si no quieres hablar de ello conmigo, entonces hazlo con él." Ryan lo estaba mirando fijamente con ojos cansados. Drake se encogió de hombros y alcanzó su malteada. "Nos preocupamos por ti, es todo."

Dejando a un lado su hamburguesa a la mitad, Ryan apretó los labios e hizo una mueca.  "No es que no quiera hablar de ello, es que no puedo." Se pasó una mano por el cuello y exhaló lentamente. "Es complicado y difícil de explicar. Solo no puedo."

"¿Por qué?"

"Duele menos si no pienso en él."

"Entiendo, pero no es suficiente para nosotros." Entrecerró los ojos. "¿Te engañó y por eso no quieres hablar de ello? O tal vez tú..."

"No." Ryan le dio una fría mirada. "Jamás le haría algo así, y él tampoco a mi. Está fuera de mis manos decirlo. Y no hay nada que pueda hacer para cambiar las cosas, tampoco las puedo arreglar, pero si pudiera poner las manos alrededor del cuello de su hermano..." Inhaló con fuerza, sus manos tan apretadas que las venas sobresalían. "Donde sea que esté, Charlie está mejor de lo que estaría a mi lado alguna vez." 

Drake murmuró con la vista en él. Se veía tenso, molesto e irritado, como todos estos días anteriores. ¿Poner las manos alrededor del cuello de su hermano? ¿Charlie tenía un hermano? 

"¿Ustedes terminaron o mantienen comunicación?"

"Terminó. No hay comunicación, no hay nada." La mirada en su rostro casi parecía que diría algo más, pero solo que quedó callado después de eso.

Asintió lentamente. "Vi en una revista algo sobre eso, dijeron que salió del país."

"Sí. Se fue."

"Vamos." Hizo una mueca, bufando. "Todavía estás enganchado, ¿no puedes solo ir y pedirle otra oportunidad? Eres como una nube oscura robándole la alegría a los demás estos días. Si no tuvieron un problema de un tercero, entonces no pudo ser tan malo como para que los dos no se hablen."

Ryan bajó la mirada a su comida con una sonrisa extraña. "Sí, sí puede. Lo es. Tal vez algún día en el futuro podremos volver a vernos y hablar, quizás intentar regresar, pero por lo pronto eso no sucederá." Levantó la cabeza con la misma sonrisa y se encogió de hombros. "La vida continúa. Estoy bien, solo necesito... un tiempo para adaptarme a esto y creo que me enfocaré en el boxeo por mientras. Es divertido."

"Deberías intentar trabajar con adolescentes, toda esa ira bruta es una gran motivación para ir a trabajar con ellos." Le dio una última sonrisa antes de dejar el tema por la paz. No iba a sacarle nada más, pero al menos consiguió que el hombre dejara salir algunas palabras. Dee estaría aliviado de saber que Charlie no era un idiota, al parecer. "Solo tómatelo con calma, ¿sí? Necesitas mucho trabajo antes de entrar en una pelea real."

Ryan se recostó a la silla, metiendo la mitad de la hamburguesa en su boca. "No soy tan idiota, sé que podría matar a uno si pierdo la concentración."

"De acuerdo."

"Oye, ¿sabes dónde está Dee?" Drake apretó los labios. Ryan sacó el teléfono de su bolsillo y lo miró con un ceño fruncido. "Le envié un mensaje hace un rato, pero no lo ha leído."

"Ah." Miró su plato y metió los restos de su hamburguesa en la boca. "Creo que mencionó algo sobre salir con sus amigos después de clases."

"Creo que no lo escuché. Agh, maldición." Se pasó una mano por el rostro. "Debo prestarle más atención. Siento que está incómodo conmigo, probablemente no soy buena compañía por el momento, pero tengo que intentarlo. ¿Tal vez quiera que pase por él? Es bastante tarde para que esté por su cuenta." Su teléfono vibró y él lo miró antes de que su expresión se oscureciera un poco. Respondió algo y dejó el teléfono sobre la mesa con un golpe. "Tengo que ir a otro lugar ahora. Mierda, Dee..."

Drake se limpió las manos con unas servilletas. "Está bien, yo lo buscaré." Lo miró con cuidado, notando la tensión en su cuerpo. Se preguntó si era algo relacionado a Charlie. "Tú ve a hacer lo que tengas que hacer."

"Lo siento. Y gracias." Tomó su chaqueta del respaldo de la silla y se levantó de golpe. "Te debo una."

Solo asintió mientras lo miraba irse con prisa. Lo vio saltar en el auto, retroceder y perderse en la carretera en un instante. Fuera lo que fuera, esperaba que no fuera algo peligroso.

Después de terminar de comer, llamó a Dee. Fue a la dirección que le había enviado y esperó afuera, encima de su moto tranquilamente hasta que la puerta del pub se abrió y un grupo de chicos en sus veintes salieron, entre ellos brillando y destacando, estaba su hermoso novio. Le dio una sonrisa cuando sus ojos se encontraron. Dee le dijo algo a sus amigos antes de moverse hacia él, con el cabello atado en una cola alta y mejillas sonrojadas. Apestaba a alcohol. Drake se rió cuando Dee se estrelló contra él.

"¿Estás borracho?"

Murmuró algo inentendible contra su pecho. Una chica de cabello corto negro le dio una sonrisa suave. "Dylan no está borracho, pero bebió lo suficiente como para sentirse divertido."

"Sí. No estoy borracho. Mañana tengo una prueba." Levantó la cabeza rápidamente, envolviendo los brazos alrededor de su cuello y estampando sus labios juntos. El grupo de chicos silbó y gritó hacia ellos mientras Dee intentaba meterle la lengua. Drake le acarició la espalda, sonriendo antes de separarse para mirarlo a los ojos, vidriosos y felices. 

"Dee, será mejor que te detengas aquí." Metió el mechón colgante de cabello detrás de su oreja y le susurró: "Tus amigos están mirando."

Uno de los chicos se rió en voz alta. "Mañana será divertido. Descansa, Hale."

"Sí, como sea." Dee movió la mano en el aire sin muchas ganas mientras el grupo se iba. "Viniste por mí."

"Por supuesto."

"Bien." Dee lo tiró a otro beso, pero ahora sin público, Drake lo dejó besarlo tan húmedo y profundo como quiso hasta que estuvieron sin aliento. Luego Dee le dio unas palmadas en el pecho con una sonrisa y abrió la mochila de Drake para sacar el segundo casco, negro con líneas rojas que Dee había elegido para sí. Se subió en la parte trasera y colocó los brazos alrededor de su cintura. "Te la voy a chupar cuando lleguemos a casa."

Su mano se resbaló del manubrio un poco y su respiración se atoró antes de que se riera, sacudiendo la cabeza antes de ponerse su propio casco. "Dijiste que tienes prueba mañana. Debes descansar."

"Nunca estaré demasiado ocupado como para no chupártela." Como probando su punto, una de sus manos bajó hasta que estaba encima de su pene, lo masajeó un poco con los dedos. Drake no estaba duro, pero si él seguía haciendo lo que estaba haciendo, de seguro pronto lo estaría. "Aunque podría intentarlo ahora mismo."

"Está bien, está bien. Iremos a casa. Sostente fuerte. No, ah... no de mi pene, Dee."

"Lo siento."

Sacudiendo la cabeza, Drake se dirigió al apartamento a una velocidad prudente. 

Y cuando llegaron, Dee estaba demasiado mareado como para hacer algo más que tomar una ducha e irse a la cama luego de tomar algunas píldoras que evitaran un dolor de cabeza cuando despertara. Y tanto como quería dormir con él, fue al sofá de la sala y se acostó.

Ryan no regresó hasta la madrugada.

No dijo una palabra y solo fue a su habitación.

Y por alguna razón, Drake se estaba comenzando a preguntar si había algo más, mucho más grave sucediendo para que el hombre actuara tan extraño.

Tal vez Dee podía encontrar algo.

***

Holaaaa. Parte 27 aquí. No hay mucho que decir, solo gracias por seguir aquí. Se les aprecia un mundo. Nos leemos pronto xx

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