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25

El doctor le había dicho que estaría en el hospital dos días más solo para asegurarse de que su herida no se infectara y que todo funcionara correctamente. Lo que era algo bueno, porque el color blanco de las paredes del hospital ya le estaba comenzando molestar.

Pero al menos ahora podía salir de la habitación. El lugar era un completo hotel para millonarios, riquillos de la más alta clase y el servicio era estúpidamente bueno. Ryan sabía que Charlie estaba pagando por todos los gastos, lo que llevó a una pequeña discusión hasta que Charlie le dijo el costo total del hospedaje y la operación. Ryan entendió, que ni en veinte años, podría reunir el dinero total para pagar su estancia, incluso cuando su salario era bastante alto. Así que solo se mantuvo en silencio y dejó al otro hombre hacerse cargo. 

Entonces decidió que bien podría tratar de disfrutar de las comodidades del lugar en vez de quejarse todo el tiempo. Y había un increíble jardín con fuentes de agua y largos pasillos para que los pacientes y familiares pudieran caminar, era muy agradable porque era silencioso y privado.

Charlie envolvió su brazo con los suyos, la cara apoyada en su hombro, y los dos estaban sentados en una de las sillas de madera frente a una de las fuentes más pequeñas, lo suficientemente lejos del hospital como para solo estar los dos ahí. Lo miró cuando sintió su mirada en él. El color alrededor de su nariz y bajo sus ojos había comenzando a desaparecer, pero todavía era de un color amarillo extraño. Todavía tenía un rasguño en la mejilla, pero en general estaba bien. Ryan le dio una sonrisa antes de pasar una mano sobre su cabello, disfrutando la sensación de las suaves hebras en sus dedos.

"¿Qué pasa?"

Charlie se humedeció los labios antes de inclinar la cabeza hacia un lado, sin romper el contacto visual. "¿Hay algo que quieras hacer después de salir de aquí?"

"Tener una comida decente," dijo. Charlie puso los ojos en blanco y él tuvo que sonreír, porque él era demasiado adorable incluso cuando hacía gestos. "No lo sé, no he pensado en nada. ¿Qué tienes en mente?"

"Estaba pensando... podríamos ir a la playa, nosotros dos. Alejarnos un poco de todo el caos y disfrutar un tiempo a solas." Inhaló profundamente antes de cerrar los ojos. "Hay muchas cosas sucediendo todavía y Dean me dice que lo mejor que puedo hacer es mantenerme alejado de todos, incluso Chris me recomendó solo desaparecer del ojos público hasta que dejen todo claro ante las autoridades. Por otro lado, Tyler y su equipo están rastreando a Shawn para asegurarse de que no es un peligro, al menos por algún tiempo. Así que..." Abrió los ojos y le dio una suave sonrisa que iluminó sus ojos azules. "Quiero desaparecer por un día. ¿Vendrías conmigo?"

Asintió lentamente mientras envolvió su mano bajo el rostro de Charlie y lo acercaba para besarlo castamente en los gruesos labios. "A donde quieras," dijo contra su boca. Charlie suspiró antes de envolver los brazos alrededor de su cuello y abrir la boca, dejando que Ryan metiera su lengua dentro. Totalmente inapropiado para donde estaban, pero al demonio. Todo lo que podía pensar era en Charlie. "Haré lo que quieras."

Y justo como el doctor le había dicho, fue dado de alta junto a una lista de medicamentos tan larga como una de compras. Charlie las ordenó todas de inmediato y para cuando llegaron a la mansión, ya estaban ahí. Dean le ayudó a subir las escaleras mientras Charlie se quedó en la cocina, el hombre murmuraba algo como que sería una buena idea construir un elevador con el tiempo.

"¿Crees que es una buena idea que estés en el auto por tanto tiempo?" El guardaespaldas le preguntó después de dejarlo en un sofá reclinable que le colocaron en su habitación. "Los medicamentos pueden ayudarte a dormir un poco, pero recomendaría que descansaras un poco más antes de salir."

"Charlie quiere ir," dijo. "Necesita una distracción, estaré bien." Se frotó el cuello antes de acostarse por completo en la silla. "¿Qué saben de Shawn?"

Dean tomó asiento en la silla de madera del escritorio y exhaló. "No mucho. Con todo lo que pasó, los medios han estado en nuestro cuello, buscando y preguntando por aquí y por allá. Además Piper está demasiado impactada todavía, y no puede dar declaraciones coherentes a la prensa, solo lo hizo con la policía y lo hizo bien. Chris estuvo ahí para ella, guiándola, así que en teoría no hay testigos. Aunque, por supuesto, están comentando mucho sobre Shawn. Saben que está en la ciudad, pero le extraña que siendo el hermano mayor, no diera la cara ante la prensa." El hombre sacudió la cabeza. "No es bueno. Queremos que todo se mantenga en silencio sobre la verdad, pero los medios no lo están haciendo fácil."

Asintió lentamente sin dejar de mirarlo. "¿Y tú?"

"¿Yo? Estoy bien." Frunció el ceño, haciendo una mueca. Se veía totalmente no bien. Ryan levantó una ceja hacia él. "¿Qué? Es una mierda, ¿de acuerdo? Toda esta situación es una jodida pesadilla que no parece acabar. A veces... a veces solo quisiera matarlo con mis propias manos. Así dejaría de arruinar la vida de todos los demás."

Sin poder contenerse, Ryan se carcajeó. 

"También quiero hacerlo. Es jodido que piense de esta manera sobre la vida de alguien más, pero no habrá paz para Charlie hasta que él no esté alrededor." Ni siquiera un día de su vida cuando peleó, llegó a desearle la muerte a alguien, pero ahora todo lo que podía pensar es que se arrepentía de no haber acabado con la vida de Shawn cuando tuvo la oportunidad. Definitivamente no estaba bien pensar así, pero era la verdad de lo que sentía. "¿Me dejarán saber cuando lo encuentren?"

"Sí, claro."

Charlie entró un segundo después, sosteniendo una bandeja. Sonrió dulcemente. "No soy el mejor, pero puedo preparar un emparedado decente. También traje algo de limonada del supermercado." La dejó sobre sus piernas y dio un paso atrás con las manos detrás de la espalda. Giró el rostro y miró a Dean. "¿Está todo bien?"

El hombre asintió. "También tengo hambre."

"Hay más pan en la cocina."

Ryan se rió mientras tomaba una mordida del emparedado. Dean se puso de pie, mirando a Charlie hacia abajo. "¿Ese es el trato que recibo después de salvarles la vida? También trabajo para ti, merezco el mismo respeto."

Charlie apretó los labios y miró a Ryan, pero Ryan apartó la mirada y se enfocó en comer antes de que terminara ahogándose con un trozo de pollo. Dean era mucho más inocente de lo que muchos podrían pensar. Incluso Tyler se había dado cuenta de que él y Charlie cogían, pero Dean seguía creyendo que todo era una actuación. Tragó un poco de su limonada e hizo una mueca. Estaba demasiado dulce. 

"No soy tan bueno como para cubrir tus sofisticados gustos, así que puedes ir y prepararlo tú mismo." Dean gruñó y Charlie exhaló con fuerza. "Bien, maldición. Puedes ordenar algo con mi tarjeta, pero no voy a cocinar para ti. Ahora largo de mi vista."

"Gracias. Y recuerda tomar tus medicinas. Ryan, tú también."

Levantó un pulgar al aire mirándolo caminar hacia la puerta y cerrar con cuidado. Charlie sacudió la cabeza antes de tomar el asiento que Dean usó y solo lo miró. Ryan masticó lentamente sin apartar la mirada de él, luego tragó y asintió. "Está delicioso, muchas gracias."

"Ah." Charlie se sonrojó un poco, pero estaba sonriendo. "Me alegra. Realmente puedo preparar un emparedado sin problemas, lo demás es complicado. Es bueno. Um, ¿quieres dormir un poco después de terminar?" Se levantó y comenzó a andar por la habitación. Ni una vez de todo el tiempo que llevaban juntos, Charlie había dormido en su habitación. Ryan apenas lo hacía. "Eres muy prolijo. Y creo que nunca me di cuenta de cuán pocas cosas tienes aquí..." dijo.

Ryan terminó el emparedado y puso la bandeja a un lado antes de ponerse de pie. Aspiró una respiración y se impulsó rápidamente antes de que Charlie lo viera. La mirada de desaprobación que recibió fue suficiente para decirle que el movimiento no había quedado desapercibido. Bueno. "La mayor parte de mis cosas están con Dee. Tú compraste casi todo lo que está en el armario. Incluso los zapatos." Sus viejas zapatillas se veía tristemente horribles junto al par de mocasines brillantes que Charlie le dio. "Y lo que uso, está en tu habitación porque aparentemente vivo ahí y no aquí." Se acercó a él lo suficientemente como para poder tomar una respiración de su cabello, olía a menta fresa, limpio. Tenía un delgado suéter marrón con cuello en V, con las mangas recogidas, pero su cuello estaba tan expuesto que se veía indefenso y perfecto. "¿Por qué siempre te ves tan... deseable? Me hace querer poner mis manos en ti."

"¿Sí? ¿El parche en la nariz te enciende?" Girándose, Charlie lo miró con una sonrisita y puso los brazos flojos alrededor de sus caderas. "Eres raro, pero tomaré el cumplido. Por otro lado..." Charlie tocó su herida y Ryan aspiró un gemido. "Mhm, eso creí. Todavía tienes que descansar, Romeo."

"Puedo usar mis manos."

"Estoy seguro."

"Y mi boca está bien."

"Eso es bueno."

"Si me acuesto no debería haber problema."

"Y si tu herida se abre después de esto, le diré toda la verdad al doctor."

Ryan sonrió al tiempo que lo jalaba del borde de los jeans hacia la cama. Inclinó la cabeza y lo besó profundamente, gimiendo y jadeando en la boca del otro. "Como quieras, cariño. Pero necesito tu boca en mi." Charlie tomó un puñado de su cabello cuando Ryan metió la cabeza en su cuello y comenzó a lamer y besarle la piel desnuda. "También te haré sentir bien."

"¿Quieres una mamada?" 

"Lo que quieras. Pero la ropa... fuera, te quiero desnudo." Chupó una marca con un poco de fuerza, haciendo que Charlie tirara de su cabello con un gruñido. Ryan bajó las manos hacia su trasero, tocándolo y apretándolo bruscamente, pero estaba comenzando a sentirse desesperado y la dureza de Charlie contra la suya se sentía demasiado bien. Pero más que simplemente frotarse hasta correrse, él quería un poco más de intensidad. Hizo una mueca cuando Charlie tomó su erección encima del pantalón. "¿Por qué estoy tan caliente? Acabo de salir del hospital. ¿Estoy siendo demasiado? Dios." Dio un paso atrás y sacudió la cabeza. "También estás sanando pero yo estoy aquí solo pensando con mi pene."

Charlie se desabrochó el pantalón y lo tiró hacia abajo junto con su ropa interior blanca. Su pene saltó y se levantó orgulloso, duro contra su estómago cuando Charlie se quitó el suéter y lo lanzó sobre el resto de su ropa, después caminó hacia Ryan con mejillas sonrojadas y una mirada decidida. Soltó el primer botón con el labio inferior entre los dientes. "No lo sé. Quizás porque han pasado algunos días, y porque te he extrañado aquí, pero también estoy excitado." Dejó al pantalón caerle hasta los tobillos antes de tomar el borde de su ropa interior y mirarlo. "No solo físicamente, ya sabes, como sexual... te extrañaba a ti. Dormir por mi cuenta nunca se sintió tan solitario. Realmente te extrañaba." 

Después de que había despertado, Charlie lo puso al tanto de lo que había pasado desde ese día. Su cirugía fue rápida y sin complicaciones, así que pudo ir a la mansión esa misma noche. Y había hecho algunos comentarios sobre dormir solo, que Ryan no había dejado pasar, pero ahora confirmaba lo que había pensado. Y el pequeño desliz de Charlie en el hospital tampoco lo había olvidado. Dios, ni aunque tuviera un accidente fatal, él podría olvidar que Charlie iba a decirle que lo amaba. Su corazón saltó solo con el recuerdo. Y estaba tan tontamente emocionado, como si solo pudieran vivir un romance normal. Pero no podían.

Aun así, él no decidía cómo se sentía. Sus emociones hacia Charlie lo nublaban y le hacían olvidarse de que no era posible entre los dos. Solo lo hacía desear más y más, tenerlo en sus brazos por siempre y susurrarle que también estaba enamorado de él.

Su garganta se cerró y él se desenfocó por un segundo hasta que Charlie hizo un sonido. "Uh, está blando." Envolvió la mano alrededor de su erección y la apretó gentilmente antes de moverla de arriba abajo. Mirando hacia abajo, Ryan se dio cuenta de que metido en sus pensamientos, no se dio cuenta de cuándo Charlie le quitó la ropa interior. "Ahí está. Ese es mi chico."

"No estoy seguro de si estás hablando de mi pene o sobre mi." Envolvió un brazo alrededor de sus hombros y buscó su boca, lamiendo, chupando y mordiendo sus gruesos labios hasta que estuvieron rojos e hinchados. Charlie gimoteó antes de buscar su boca otra vez al tiempo que envolvía sus penes con las dos manos y los frotaba juntos. Ryan jadeó, moviendo sus caderas un poco. Mierda. Miró entre ambos y gimió antes de besarlo nuevamente hasta que los dos estaban mareados. "Se siente muy bien." Ambos estaban húmedos y lubricados con su propio pre semen, duros y sensibles, tan emocionados de tener las manos sobre el otro.

"Sí." Hizo su mejor esfuerzo por sacarse los pantalones y la ropa interior de los tobillos antes de tomarlo bajo las piernas y levantarlo. Charlie abrió los ojos como platos y lo empujó por los hombros. "Bájame ahora, tu herida. Ryan, demonios, detente."

"Estoy bien." 

Por ahora.

Lo dejó caer sobre la cama suavemente, pero él se derribó a su lado, jadeando mientras su vientre palpitaba y se sentía como si le hubiera echado alcohol a la herida. Hizo su mejor esfuerzo por ocultado, pero se acostó sobre su espalda.  Charlie se apoyó sobre un brazo y lo miró fijamente. "¿Seguro de que estás bien?"

"Sí."

"No estoy seguro de que estés diciendo la verdad." Entrecerró los ojos, pero movió hasta estar encima de sus piernas, pero sin sentarse en ellas. "Pero no puedo dejarte en este estado ahora. Creo que tampoco podría dormir sin antes de arreglar esto. Sin embargo, no haremos nada drástico, ni muy movido que pueda lastimar tu herida más. ¿Está bien?" Ryan asintió rápidamente, dejando las manos sobre las piernas de Charlie. "Bien. Me gusta cuando la gente escucha." 

"Y me gusta cuando das órdenes, pequeño monstruo sexy."

"¿De qué estás hablando?" Charlie se rió antes de estirarse hacia un lado de la cama, abriendo los cajones. Frunció el ceño y luego lo miró. "¿No tienes nada de lubricante aquí?" 

Le palmeó los muslos y sacudió la cabeza. "Nop. Todo está en tu habitación. Pero en el baño estoy seguro de que hay algo de aceite para el cabello. No es lo más práctico, pero..."

"Hace el trabajo. Regresaré pronto." Ryan solo movió la cabeza, viéndolo bajar de un salto y correr hacia el baño. Su lindo trasero se movía tan bien. Esas caderas delgadas iban a ser su perdición, demonios. Cuando regresó, tenía una sonrisa, la botella en una de sus manos la dejó sobre la cama antes de moverse un poco abajo. Ryan levantó una ceja, pero no dijo nada incluso cuando Charlie tomó sus tobillos y lo hizo poner los pies sobre la cama. Su estómago se apretó y su rostro se calentó, incapaz de apartar los ojos de él. "Ryan, ¿alguna vez has jugado con tu trasero?" Tenía las manos cálidas, pero suaves. Cuando las deslizó bajo sus piernas y tocó sus nalgas, se sintió como si estuviera a punto de prenderse en llamas. Charlie le dio un suave beso en el interior del muslo, lamió cerca de sus bolas y exhaló el aire caliente encima de ellas. "Esa mirada en tu rostro... ¿lo has hecho?"

Parpadeó rápidamente, tragando con fuerza. "Yo... no completamente. Solo lo hice una vez, porque la otra persona quería intentarlo. Nunca lo hice otra vez."

"¿Te sentiste incómodo?"

¿Incómodo?

Era una de esas experiencias que a veces se colgaba en su mente, como un extraño recuerdo que no podía olvidar. Decir que había sido incómodo... sería mentir. Raro, sí, pero no malo.

Negó con la cabeza lentamente. Su pene palpitó contra su estómago, a su pesar de querer mantenerse tranquilo. "Fue una experiencia."

"Una experiencia... ¿solo así?" Envolviendo la mano en su pene, Charlie sonrió como un gatito travieso. Su suave mejilla se frotó en el costado de su erección, haciéndolo jadear en suaves golpes. "¿Se sintió bien, entonces?"

"Eso creo."

"¿Fue una mujer u otro hombre?" 

"¿Importa?"

Charlie hizo un puchero. "Quizás."

"Una mujer. Ella tenía interés en cosas un poco extremas. Que no me interesaban, o interesan."  

"No dije nada, pero te estás sonrojando como una niña enfrente de su enamorado. Te ves adorable desde aquí." Su húmeda y esponjosa lengua recorrió el largo de su pene lentamente, el aliento caliente sobre su carne igual de caliente le erizó la piel en todo el cuerpo. Sus piernas se tensaron y Charlie lo miró fijamente antes de chupar el grosor, lamiendo y prestando gran atención a las venas alrededor y cerca de la base. "Me gusta tu sabor," murmuró antes de besar la punta. Sus ojos estaban húmedos y brillantes, con el cabello cayéndose sobre la frente. "Debería chupártela más seguido."

"Realmente no me quejaría."

"Apuesto que no."

"Abre un poco las piernas para mi, ¿sí? Necesito espacio o me aplastarás la cabeza con esos muslos de gorila." Hizo tan cual le ordenaron y Charlie se movió hasta que tuvo los brazos alrededor de sus piernas y la cabeza justo frente a su pene. Le dio una lamida a la punta sin apartar la mirada de él. "¿Sé un buen chico?"

Ah.

Maldición.

Ryan asintió lamiéndose los labios.

Todo su cuerpo se estremeció, no hubo ni una parte de él que no se retorciera, y los sonidos que dejó escapar... no los habría podido contener ni aunque lo hubiera intentando. Charlie lo tragó y chupó como si fuera una fantasía. Tan jodidamente bueno, profundo, húmedo y apretado. Lo escuchó ahogarse cuando movió la cabeza hacia abajo lentamente, intentando tragarlo por completo y luego maldecir sin aliento, solo para volver a intentarlo. Ryan solo podía tomar, con mucha resistencia pudo mantener los ojos abiertos cuando todo lo que quería era cerrarlos y solo disfrutarlo, pero la visión de Charlie en medio de sus piernas era simplemente demasiado excitante y estimulante.

Sus manos se movieron por cuenta propia, enredándose en las hebras de su cabello, manteniendo su cabeza ahí. "Mierda, lo siento, lo siento," dijo, soltando su agarre cuando lo escuchó balbucear. Le acarició la mejilla sana con suavidad. "Se siente muy bien."

"Pensé que serían tus piernas las que me acabarían, pero no era así." Su voz sonaba extraña y nasal, ronca. Charlie usó una mano para masturbarlo lentamente mientras se limpiaba la boca con la otra y se lamía los labios. "Solo para estar seguro, ¿podría intentar...? Si es demasiado, pararé o si no quieres, solo terminaré con la mamada."

"Es algo bastante íntimo," dijo. Y luego pensó en las veces que se lo había hecho a Charlie. Tan íntimo como para ser algo que los amantes oficiales harían, pero... Lo miró a los ojos. "Puedes hacerlo, pero no a todas las personas les gusta hacerlo. ¿Estás seguro?"

Charlie asintió con el labio inferior entre los dientes. Sus manos le apretaron las mejillas del trasero duramente. "Realmente me encantaría hacerlo." Ladeó la cabeza con los ojos entrecerrados. "Lo he hecho antes. No siempre estoy arriba porque es agotador y demasiado demandante y porque prefiero sentir un grueso pene dentro de mi. Pero he hecho esto, y no me disgusta para nada. Y por supuesto, me lo han hecho, y realmente me gusta. Que seas tú, en especial... me hace sentir que podría correrme en cualquier segundo." Aspiró con fuerza antes de besar su pene con labios abiertos. "Quiero hacerlo."

"Entonces, hazlo."

La sensación extraña, pero no molestia lo encontró nuevamente. Ryan apretó los dientes con la mirada en la cima de la cabeza de Charlie, que era lo único que podía ver. Besos suaves y lentos en sus nalgas lo hicieron suspirar con anticipación, todo el juego previo era una verdadera tortura, porque realmente no podía admitir en voz alta que quería el acto real de inmediato. Era demasiado vergonzoso. Se movió un poco, lo que hizo que su estómago palpitara un poco con ardor, pero fue borrado rápidamente cuando el húmedo músculo suave se deslizó sobre sus bolas y encima del perineo. Hizo un sonido ahogado y sus manos tomaron puñados de las sábanas, intentando mantener sus caderas quietas. Charlie tomó cada uno de sus testículos y los metió en su boca, chupando y moviéndolos en el apretado calor mojado.

Ryan dejó salir un extraño sonido, algo en medio de un gemido y un gruñido. Charlie levantó la mirada, una ceja arriba y ojos brillantes con diversión y lujuria. Juró que vio estrellas. Tenía que ser la mamada más alucinante que había recibido en su vida. Y por supuesto, Charlie es quien lo hizo.

La mano alrededor de la cabeza de su pene, apretándola y soltándola mientras su boca se movía más al sur, lamiendo y chupando su camino abajo, con eventuales besos ruidosos que le hacían gemir y ya no podía contenerse. 

Jodeerrrrr

"Charlie, ah, ah, ah..."

El sonido húmedo de la carne contra su agujero le puso la piel de gallina, su pene soltó un chorro caliente sobre su estómago y sus bolas se apretaron. Un tipo de placer que solo había sentido una vez en toda su vida, le hizo sentir como si estuviera a punto de explotar. Su espalda se curvó y su abdomen se estiró, pero no podía contenerse, no cuando podía sentir sus piernas temblar y su orgasmo acumularse en lo bajo de su estómago. Charlie puso una mano sobre su pecho, intentando tranquilizarlo, pero no podía quedarse quieto.

La lengua se empujó contra su entrada, jodiéndolo suavemente con lentos movimientos, luego estaba chupando alrededor, gimiendo, murmurando cosas que Ryan no podía comprender. "Voy a correrme. Charlie, detente un momento." Sus dientes dolían de lo fuerte que los había estado apretando, y había tenido los ojos cerrados, pero se las arregló para mirarlo. "Por favor, por favor..."

Sus ojos estaban tan oscuros que el azul parecía haber desaparecido. Charlie lo masturbó con una mano y usó la otra para jugar con sus bolas, haciéndolo gimotear. Estaba tan jodidamente sensible. Su cabeza cayó hacia atrás y él apenas pudo sostenerse antes de que su orgasmo lo arrasó. 

Podía sentir su cuerpo estremecerse con las réplicas. Y lo único que pudo hacer por sí mismo fue cubrirse el rostro con los brazos, en un punto entre avergonzado y demasiado emocionado todavía. Sus piernas se sentían de gelatina y su abdomen dolía como una perra. Pero se sentía...

Una risa se escapó de él.

Se sentía jodidamente bien.

"¿Fue así de bueno que estás enloqueciendo?" Charlie preguntó con una risilla. Algo húmedo le recorrió el estómago y la ingle, limpio su pene y entre sus piernas también. Dios. Ryan sentía que su rostro iba a explotar de lo caliente que estaba. "Hey, vamos. Comienzas a preocuparme." La cama se hundió del lado derecho cuando Charlie se sentó a su lado. "Ryan, ¿es la herida?"

"Estoy bien," dijo antes de bajar los brazos, pero no podía verlo a los ojos todavía. "Eso fue... increíble." Se movió lentamente hasta estar sentado y exhaló para ver el desastre que habían hecho de la cama. Entonces lo miró al rostro. "¿Qué hay de ti? Si te acercas, podría ayudarte."

"Oh, ya..."

"¿Mm?"

Charlie se sonrojó y asintió. "Lo hice antes que tú. Fue demasiado erótico, supongo." Tenía los labios hinchados y el parche de la nariz torcido. "Así que se sintió bien."

"¿Qué intentas sacarme? Ven aquí." Levantó un brazo y lo dejó recostarse en su costado, metiendo la cabeza bajo su barbilla. "Hiciste que mis piernas temblaran, ¿no es suficiente para tu ego?" Volteó a verlo. "Deja de verte tan orgulloso de ti mismo."

"Jamás. Yo hice eso. Fue un buen orgasmo, ¿no es así?" Charlie se movió hasta estar de rodillas, brazos alrededor de los hombros de Ryan. "Siempre estaré orgulloso de ello." Lo jaló a un beso largo y perezoso, porque toda su energía fue drenada por completo y ahora solo era un montón de masa inservible. "¿Tomamos un baño juntos? Tenemos que irnos pronto si queremos alcanzar el atardecer."

Asintió hacia él, y con su ayuda pudo salir de la cama. Charlie fue muy atento al quitarle la venda del estómago mientras que Ryan le ayudaba con el parche de la nariz. Era un equipo a medias, pero funcionaban bien. 

Apenas tuvieron un rato para comer algo justo después de ducharse cuando Dean entró a la habitación diciendo que el auto estaba listo y que era hora de partir hacia la playa. Estaba feliz de haber abierto las ventanas para ventilar la habitación, o el hombre finalmente habría atrapado el asunto que estaba sucediendo. De cualquier forma, Charlie le ayudó a empacar algunas cosas y las suyas antes de dárselas a Dean, mientras que él le ayudaba a bajar las escaleras.

En el auto se permitió dormir en el asiento trasero mientras que Charlie iba al frente con Dean.

Se sentía relajado y bien, con la mente clara. Dee le envió un mensaje de que estaría el fin de semana en casa de Drake y que no debía preocuparse. De todas formas Tyler tenía ojos en él, así que todo estaba bien. Casi demasiado bien.

Casi demasiado perfecto.

***

Bueno, bueno. Regalito antes de que comience la sufrición ❤

En realidad era una de las cosas en mi lista desde el inicio de la historia, me alegra que se pudo dar :)

Gracias por todo nuevamente y nos leemos pronto xx 

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