17
Apretado, suficientemente fresco como para no sentir que se estaba ahogando, con el agradable peso en su espalda y un brazo rodeando su cintura con una mano casi posesiva encima de su pierna desnuda. También había algo duro y firme presionado entre las mejillas de su trasero que parecía bastante animado en esta mañana.
Charlie parpadeó lentamente, bostezando largo y tendido antes de enterrar el rostro en el brazo bajo su cabeza, inhalando con fuerza antes de soltarlo, sintiendo que su pene pulsó solo por oler la piel del hombre. Ridículo. Habían pasado días desde que fue a la oficina, trabajando desde casa, porque en cada momento que podía, sus manos estaban encima de Ryan y viceversa. Así que por los últimos tres días solo trabajaba, luego sexo, comida, más sexo y luego una pacífica noche de sueño hasta que llegaba el siguiente día.
Solo que hoy tenía asuntos en su agenda que no podía atender desde su computadora, lo que le dejaba... algunas horas libres antes de tener que salir. Miró la mesita de noche donde había un montón de cosas regadas, y entre eso un paquete casi vacío de condones y el lubricante. Estiró un brazo y tomó ambas cosas para dárselas a Ryan, que sabía que estaba despierto por la forma en que estaba besando su cuello y hombros perezosamente.
"¿Tienes planes para hoy?" preguntó, cerrando los ojos cuando escuchó algo romperse y luego la botella del lubricante abrirse. Se mordió el labio y movió su pierna hacia arriba, encima de la cadera de Ryan. No hubo mucha más preparación que un par de dedos antes de que Ryan se presionara contra su agujero y comenzara a entrar, haciéndole exhalar con cada suave movimiento. Estaba bien. Lo habían estado haciendo tan seguido y durante tanto tiempo la noche anterior que todavía se sentía suelto y gratamente relajado. "Ah..."
Labios se frotaron contra su cuello mientras que una mano mantenía su pierna en alto y la otra estaba tocando su pecho, tirando de sus pezones y frotándolos con suavidad. "Acompañarte," murmuró sobre su oído antes de chupar el lóbulo en su boca y mover sus caderas a un ritmo lento y profundo que Ryan había encontrado para hacerle perder la cabeza. "Tengo que mantener tu bonito trasero con vida."
No pudo evitar sonreír. "Tal vez no hoy, es un asunto privado en un restaurante. Dean me llevará. Luego solo iré a la oficina."
Ryan estuvo en silencio por un momento sin detener sus embestidas lentas. "Entonces podría pasar por ti cuando termines." Lamió su cuello antes de morder la piel con un poco de presión, luego besó, chupó y abusó por completo de la piel de su cuello que ya estaba lo bastante mal al punto que tendría que usar un cuello alto para poder cubrirlas para la reunión. "También saldré," murmuró contra su cuello. "Voy a encontrarme con Drake."
Tirando de la cabeza hacia atrás, Charlie gimió en voz alta cuando Ryan golpeó su próstata repetidas veces. Demonios, se sentía tan bien. Ryan lo llevaba tanto que sentía que le costaba respirar, como si llegara tan profundo dentro de él que hiciera que su cuerpo actuara por cuenta propia. Debería estar avergonzado de lo lascivo que se había comportado en los últimos días, pero no, él realmente no lo estaba. Tomó la mano de Ryan que estaba en su pecho y lo hizo envolverla en su pene. El simple toque casi lo envió al borde, de por sí se había despertado con una furiosa erección, así que sería una sesión matutina corta.
"¿Estás cerca?" preguntó sobre su oído.
Asintió, empujando su rostro hacia la almohada. "Ve más rápido."
"Pero me gusta lento." Se rió, ronco, bajo, burlándose de Charlie, pero comenzó a embestirlo más rápido mientras usaba su mano para masturbarlo. Luego los giró haciendo que Charlie estuviera acostado boca abajo mientras él se subía sobre su espalda, aprisionándolo con el peso de su cuerpo, tan profundamente enterrado dentro de él que Charlie boqueó por aire cuando su próstata fue estimulada duramente. Podía sentir el aliento caliente sobre su mejilla mientras Ryan se empujaba dentro de él rápido, golpeando ese punto repetidas veces. "Mierda, maldición, carajo, sí..."
Ryan se rió. "¿Intentas invocar algo o...?
"Cállate y sigue empujando justo ahí." Presionó las rodillas sobre la cama y empujó su trasero contra Ryan, buscando más. "Más... ah... profu-profundo."
Él se movió, poniendo las manos sobre la espalda de Charlie mientras sus piernas estaban a sus lados. Carajo, solo de imaginarlo encima de él así tenía a Charlie manchando las sábanas. Oh, mierda, sus piernas de apretaron y por ende su agujero también alrededor del pene de Ryan mientras que él empujaba profundo y rápido, apoyándose en Charlie como si estuviera solo buscando su placer. Sus ojos se cerraron cuando las sensaciones lo abrumaron. "Me voy a correr," dijo justo antes de venirse contra las sábanas, sensible con la fricción contra la cama.
Ryan estaba jadeando con fuerza, maldiciendo en voz baja antes de salir de él de golpe. Confundido, Charlie intentó mirar sobre su hombro, pero Ryan presionó su cabeza contra la cama antes de levantar sus caderas con una mano y enterrar la cara entre las mejillas de su trasero. Gimoteó lastimeramente. Dios, estaba tan sensible, no era justo.
Podía escuchar algo húmedo golpeando y supuso que era Ryan masturbándose mientras chupaba y lamía su agujero como si estuviera hambriento. La punta de la lengua se deslizó dentro y él se sintió ponerse duro otra vez, así que solo tomó su pene y se masturbó sin poder contenerse. "Tan bueno. Mierda, no pares."
Ryan hizo un sonido gutural, empujando dentro y chupando alrededor a un ritmo que tenía a Charlie en las nubes. Amaba los besos negros, eran solo tan jodidamente buenos, los preferiría cualquier día en lugar de una mamada.
Ni siquiera tuvo que esperar demasiado. Ryan tomó ambas mejillas y las separó, lamiendo y mordiendo su piel, jodiéndolo con su lengua. Se corrió en menos de cinco minutos otra vez sobre su mano, jadeando como si hubiera corrido por una hora sin parar. Hubo una risita proveniente del otro hombre antes de recibir una nalgada amigable. Ryan se movió hasta que estuvo a su lado, frotando una de sus grandes manos sobre su espalda con suavidad, calmándolo del orgasmo que todavía lo estremecía. Sus ojos avellana estaban abiertos y con un brillo de satisfacción completa, una sonrisa ladina y el cabello desordenado, ni hablar de lo hinchados y rojos que estaban sus labios. Se veía como alguien que acaba de tener el mejor sexo del mundo.
"Dame un beso."
Sacudió la cabeza cubriéndose las boca con las manos, mirándolo. "No me he cepillado los dientes."
"Y yo acabo de comerme tu culo. Ven aquí."
Poniendo los ojos en blanco, Charlie accedió, envolviendo los brazos alrededor de los gruesos y duros hombros mientras que manos ásperas y grandes apretaban sus caderas con una deliciosa presión que dejaría más marcas de las que ya tenía en todo el cuerpo. Empujó su lengua en la boca de Ryan y envolvió la lengua del hombre con la suya, sonriendo cuando lo escuchó jadear antes de gemir y llevar el beso más profundo, sucio y húmedo, tan bueno que todo su cuerpo se soltó alegremente.
Cuando se separaron, Ryan tenía una mirada satisfecha, sonriendo un poco como si no luciera como el modelo de portada de una revista gay. Los chupones en su cuello y hombros no ayudaban, se veía sexy como el infierno.
"Buenos días."
Asintió, frotando los músculos ondulados de su espalda. "Digo lo mismo." Presionó el rostro contra su mejilla rasposa y suspiró. "Tengo que irme. Deja de distraerme o jamás llegaré hasta el baño."
"Te llevaré al restaurante, luego iré con Drake," murmuró sobre su oreja antes de chupar el lóbulo en su boca. "¿Nos vemos en la oficina?"
"No es necesario," dijo con un suspiro. "Ve con tu hermano y arregla las cosas, Dean estará todo el día conmigo." Parpadeó mirando al otro lado de la habitación. John le había enviado un mensaje diciendo que tenían que encontrarse para conversar sobre algo que estaba pasando con Shawn y que tenía que ser solo entre ambos. Después del restaurante se encontrarían en la oficina para hablar. Una parte suya no quería saber nada sobre los asuntos de su hermano, pero el otro lado sentía curiosidad. Palmeó el hombro de Ryan y se movió hasta que salió de sus brazos y se puso de pie, caminando directamente al baño mientras bostezaba. Miró brevemente su teléfono y se dio cuenta de que tenía solo una hora para llegar a la reunión.
Tomó una ducha y lavó su cabello, afeitándose y cepillándose los dientes de paso antes de salir.
Un Ryan todavía desnudo sostenía un traje azul con un suéter negro de cuello de tortuga colgando del brazo, inspeccionando la tela con cuidado. Se la tendió cuando lo vio sin decir una palabra. Charlie se visitó, echando un vistazo a través del espejo al hombre paseándose desnudo por su habitación limpiando el desorden que habían hecho en los últimos días. No podía quejarse, y Ryan no parecía tener prisa en colocarse una pieza de ropa encima. Era una agradable vista que no le importaría ver a diario.
Cuando terminó de arreglar su saco y poner su cabello en orden, se dio la vuelta. Ryan había desaparecido en el baño y salió vistiendo vaqueros y una camiseta negra que se ajustaba a su cuerpo. Una chaqueta de motociclista se vería increíble a juego con eso. Charlie hizo una nota mental para conseguirle una en algún momento del día.
"Puedo preparar algo rápido para que comas," dijo mientras se ponía las botas. ¿Cómo tenía tanta ropa en la habitación de Charlie? ¿Desde cuándo? Se pasó una mano por el cabello y lo miró, frunciendo el ceño. "¿Charlie?"
"Oh, lo siento." Sacudió la cabeza, saliendo de su ensoñación antes de tomar su teléfono y billetera. "Es demasiado tarde ya, pero gracias."
Ryan asintió con una mirada que decía que no le agradaba mucho la idea, siguiéndolo cuando Charlie abrió la puerta de habitación. Dean estaba listo en la planta baja, mirándolo con las manos en los bolsillos.
"Yo lo llevaré," dijo Ryan detrás de él. Dean solo asintió. Su "relación" había llegado a tal punto que su guardaespaldas ni siquiera pestañeó cuando Ryan habló. Eran casi dos meses desde que todo comenzó, era increíble que Ryan y Dean llegaran a tener tal confianza entre los dos si tenía en cuenta que Dean era bastante desconfiado y usualmente prefería hacer todo a su manera. Una pesada mano lo empujó hacia el garaje. "¿Estás bien? Te ves un poco fuera de ti hoy," le preguntó al tiempo que abría la puerta del auto para él.
"¿Qué?"
Ryan presionó los labios con fuerza, apoyándose en el auto para verlo. "Justo de eso estoy hablando. ¿Te sientes bien?" Miró hacia abajo, revisándolo con cuidado antes de darle una suave mirada. "¿Fui demasiado duro? Compraré algunas pastillas para el dolor..."
Charlie se rió antes de acercarse y darle un beso rápido en los labios y entrar al auto. Cuando Ryan se metió en el asiento a su lado, Charlie lo miró mientras él salía y comenzaba a conducir. "Eres lindo." Su cuerpo estaba un poco adolorido, pero no era incómodo ni nada que no fuera a pasar en algún momento del día, pero era agradable ver lo considerado que el hombre estaba siendo con él. "Estoy bien. Es solo... no lo sé, me siento raro." Miró a través de la ventana mientras Ryan conducía. "Tengo una rara sensación encima. No lo sé..."
"¿Tal vez es porque no has comido? Debí preparar algo de todas formas, pero me distraje..."
Charlie lo miró, levantando una ceja, riendo suavemente. "Oh, ¿te distrajiste?"
"Sí." Ryan apretó los dientes y le dio una mirada rápida. "Eres una gran distracción."
Sonrió. "Está bien, solo comeré el almuerzo en el restaurante."
Apenas les tomó un par de minutos llegar a la ciudad, Ryan se detuvo frente al restaurante y esperó a que Dean llegara detrás de ellos. Solo cuando lo vio bajar del auto, se giró hacia Charlie. "Avísame si necesitas que venga y o si algo pasa, ¿de acuerdo? Vendré de inmediato. ¿Con quién te reunirás?"
"Alfred Moskiev, es un bien conocido magnate de petróleo. Mi papá invirtió mucho en su negocio cuando apenas empezaba y ahora genera millones. Es un socio grande, no me sorprende que quiera reunirse conmigo para conversar sobre el asunto de Shawn." El hombre de cincuenta años no era la persona con la que pensarías en pasar una velada, solía ponerle la piel de gallina cuando el hombre estaba con su padre. Habían pasado años desde la última vez que lo vio, así que esperaba que la sensación no fuese la misma. No iba a preocuparlo diciéndole eso a Ryan cuando él ya tenía asuntos que atender. Hubo dos golpes en su ventana que lo sacudieron un poco, pero solo era Dean. Le sonrió a Ryan mientras se quitaba el cinturón. "Buena suerte con los chicos."
"Gracias. Ten un buen día."
Tuvo un impulso de inclinarse y darle un beso de despedida, pero se detuvo a sí mismo y solo salió del auto. Los besos de despedida ya eran demasiado íntimos, para parejas reales, no ellos.
"¿De verdad quieres reunirte con ese sujeto?" Dean le preguntó mientras entraban al restaurante. Brillante, dorado, lujoso, nada que no hubiera visto antes. Habían muy pocas personas también pudo notar. Su guardaespaldas se aclaró la garganta bruscamente. "No me agrada. Estuve haciendo una búsqueda sobre él y hay muy poca información. No es nada bueno cuando hay poca información sobre una persona de su tipo."
No podía negar eso, era sospechoso teniendo en cuenta lo muy conocido que el hombre era. Cosas así usualmente sucedían cuando alguien intentaba ocultar cosas. Charlie no dejaría que eso lo intimidara. Tragó saliva con fuerza cuando lo visualizó al otro lado de la habitación, ojeando el menú perezosamente. Se detuvo y miró a Dean antes de asentir. "Lo tomaré desde aquí."
Los ojos del hombre lo miraron fijamente, sus mejillas apretadas como si estuviera conteniéndose fuertemente de decir algo. Luego exhaló con fuerza y meció la cabeza, mirando alrededor antes de poner las manos delante del cuerpo. "Estaré esperando afuera, si algo pasa dame una señal." Deslizó algo dentro de su saco tan rápido que Charlie no tuvo la oportunidad de ver qué era, pero supuso que era un audífono de emergencia. "De todas formas, tengo algunos hombres cerca para mantener un ojo en ti."
"Está bien."
Charlie se dio la vuelta y tomó una profunda respiración antes de comenzar a caminar hacia Moskiev. El hombre solo levantó la cabeza del menú cuando Charlie arrastró la silla para tomar asiento. Una sonrisa abierta con dientes de oro lo recibió junto con una mirada de hielo, el cabello corto con mechones plateados le hacía ver exótico junto con la piel bronceada. "Charles."
"Señor Moskiev." Extendió su mano hacia él para un suave apretón.
El hombre se rió después de estrecharle la mano. "Ya no eres un niño, no tienes que llamarme señor. Solo Alfred está bien." Charlie tomó asiento mientras Alfred levantaba una mano al aire y chasqueaba los dedos. "Me hace sentir viejo cuando la gente me llama señor, apenas tengo cincuenta, no soy un anciano."
Charlie le dio una sonrisa tensa. "Lo lamento, es un hábito."
"No hay problema. Entonces, dime, ¿qué tal han estado las cosas desde que tu padre no está?" Se humedeció los labios y se frotó la barbilla, mirándolo fijamente. "Disculpa si sonó insensible, pero tu padre y yo solíamos hablar de ello con humor todo el tiempo. Cuando sucedió no podía creerlo, pero pensé que él debió tomárselo con diversión en algún punto porque él no le temía a morir. Tu padre era un hombre lleno de valor, algo difícil de encontrar estos días."
"Me tomó un tiempo adaptarme a la idea de que ya no está aquí, pero creo que lo he llevado bien." Asintió con labios apretados, frotando la tela de sus pantalones con las manos por debajo de la mesa. "Estoy seguro de que fue una sorpresa para usted también, pero es cierto. Era un hombre valiente."
Moskiev solo lo miró fijamente. "¿Y tú? ¿Tienes el valor para afrontarte a nuestro mundo? Es un lugar donde sobrevives si sabes adaptarte." Un mesero se acercó a ellos con un carrito que contenía dos botellas de algún tipo de alcohol que Charlie no reconocía, sirvió dos copas hasta la mitad y las dejó frente a ellos después, luego se retiró con una suave reverencia. Moskiev se llevó la copa a la nariz e inhaló con fuerza antes de sonreír al exhalar. "Tu padre era un muy inteligente hombre de negocios, un político excelente. Tal vez demasiado, ya sabes cómo son los políticos y sus promesas." Se rió con diversión. Charlie se quedó quieto, mirándolo. "Pero es parte del juego, ¿no? El poder, dinero, la política es el camino más fácil para llegar a todo eso. Tu padre de seguro supo sacarle provecho."
Charlie se aclaró la garganta, apretando los dientes antes de hablar. "Los medios se encargaron de esparcir mentiras para dañar su reputación, él no hizo nada malo en su campaña."
"¿Él te dijo eso?"
"¿Qué quiere decir?"
"Vamos, Charles, recuerdo que eras un niño muy inteligente, un poco tímido, pero nada que el tiempo no pudiera arreglar. Entiendes que la política es un negocio, ¿no es así? La gente hace cualquier cosa para llegar al mando, involucrarse con... personas influyentes en el ámbito. Tu padre no era distinto."
Charlie apretó los labios, bajando la mirada a la copa frente a él que todavía estaba intacta. "¿Me hizo venir aquí solo para hablar sobre mi padre? Si ese es el caso, creo que hemos terminado."
"Oh, lo siento. Disculpa mi boca insolente, a veces simplemente me dejo llevar por el pasado y las palabras fluyen antes de que pueda detenerlas." Moskiev se enderezó, estirándose sobre la mesa para empujar la copa hacia Charlie con una sonrisa. "En realidad quería hablar sobre nuestro acuerdo. Los rumores sobre tu hermano..."
"Son solo rumores," dijo mientras envolvía los dedos alrededor de la copa antes de dar un trago que le quemó la garganta y dejó su boca caliente. "Shawn no puede hacer nada que vaya a incumplir nuestro contrato, eso si estuviera él alrededor."
Moskiev lo miró fijamente antes de recostarse a su asiento, inclinando la cabeza hacia un lado. "¿Es así?"
Asintió firmemente. "Sí, señor."
El hombre se mantuvo en silencio por un incómodo momento, mirando a Charlie a los ojos. Y luego se carcajeó con fuerza. "Entonces esto va a ser incómodo."
Charlie frunció el ceño. "¿A qué se refiere?"
"¿Debí haber avisado?" Charlie sintió que su sangre se heló, el corazón comenzó a latirle tan rápido que pensó que se desmayaría en cualquier momento cuando su cabeza se sintió ligera. Una pesada mano se apoyó en su hombro, apretándolo con fuerza al punto de causarle dolor y encogerse. Shawn se rió antes de soltarlo y darle una dura palmada en la espalda. Se dejó caer en el asiento a su lado y tomó una profunda respiración sin quitar los ojos de Charlie. Su sonrisa era grande, amplia, casi contenta de verlo, si no fuera por sus ojos sin emoción. "¿Fui demasiado duro? Estarás bien." Se giró para ver a Moskiev y le tendió la mano. "Lamento la tardanza, Alfred, tuve algunos problemas para entrar. Nada que no pudiera solucionar."
Charlie intentó mirar hacia la puerta, buscando a Dean, esperando que Shawn no le hubiera hecho daño, pero una mano en su nuca lo obligó a ver al frente. Un temblor lo recorrió y fue tan vergonzoso que sus ojos picaron por las lágrimas.
"No seas mal educado y mira a tu compañía." Shawn apretó la mano alrededor de su nuca con fuerza sacándole un quejido cuando se dobló ante el dolor. "Te criaron mejor que eso."
Moskiev se rió. "Siempre me ha fascinado la dinámica entre hermanos, fui hijo único así que jamás tuve a alguien que me atormentara al crecer. Es interesante."
"Lo sé. Charlie siempre fue el pequeño de la familia, casi delicado, era imposible no querer meterse con él. Es demasiado fácil."
"Bien, bien. No los reuní aquí para hablar sobre su relación de hermanos, los reuní porque las cosas se están agitando mucho últimamente. Demasiado, para mi gusto." Moskiev se aclaró la garganta. "Tengo socios que no se sienten cómodos con la administración que la empresa de su padre está teniendo justo ahora. No es que Charles lo esté haciendo mal, es solo que... algunas transacciones no han sido completadas. Importantes transacciones."
Charlie lo miró fijamente, intentando pensar en ello. Lo único que él había dejado a un lado era una línea de mercancía sin información que provenía de Sur América. No había nada que dijera qué traían los contenedores, así que simplemente no podían pasarla por Aduanas. Entonces la canceló hasta esperar una respuesta. No sabía que era de Moskiev. ¿Qué tan importante debía ser para que el hombre los citara a los dos? Pero en lugar de preguntar, se quedó en silencio, simplemente escuchando.
"¿Qué tipo de mercancía?"
"Armas."
Charlie abrió los ojos sin poder contener su sorpresa.
"¿Pensé que lo único que transportabas eran drogas?"
El hombre se rió. "Sí, bueno, fue tentador. Y sencillo, y estaba funcionando a la maravilla hasta hace unos meses." Su expresión se volvió seria, mirándolos a los dos con labios apretados. "Quiero ver mi mercancía pronto. Tengo una lista de clientes molestos porque sus armas no han sido entregadas en el periodo establecido. Pensé dejarlo pasar y esperar pacientemente, pero me encuentro con la noticia de que los contenedores siguen en el mismo puerto del que se supone que debieron salir hace dos meses."
Charlie apretó los dientes cuando Shawn lo miró, ajustando el agarre en su nuca. "¿Tuviste que ver con eso?"
Inhaló con fuerza, mirando a Moskiev antes de apartar la mirada y cerrar los ojos. "No sabía lo que eran, no podía hacerlos entrar porque no podían ser revisados." Tragó con un fuerte sonido cuando los dedos de Shawn comenzaron a enterrarse en su piel. Mierda, odiaba esto tanto. "Yo... no creo que sea una buena idea."
Charlie boqueó con fuerza cuando su rostro fue golpeado contra la mesa con tanta fuerza que sus oídos pitaron mientras su cara comenzaba a palpitar de dolor. Se quedó quieto, inmóvil, incapaz de hacer un sonido ni mover un solo músculo. Estaba aterrado, podía sentir que su boca se llenaba del sabor cobrizo de la sangre y él quería solo llorar. Ryan. Quería a Ryan aquí, protegiéndolo. Cerró los ojos y trató de no llorar mientras pensaba en Dean, rogando que su amigo se encontrara bien. Si no era así, Charlie jamás se lo perdonaría.
"Me encargaré de revisar el asunto por mi propia cuenta." Shawn tocó la parte trasera de su cabeza como si estuviera acariciando a un perro. Charlie clavó sus propias uñas en las piernas, mordiéndose el labio con fuerza para evitar decir algo, o gritar. "Espero que es pequeña situación no afecte nuestros planes."
¿Planes?
Escuchó una silla arrastrarse y luego un suspiro. "Primero arregla mi problema, luego hablaremos sobre ello. Demuéstrame que sabes cómo hacer funcionar las cosas y entonces tomaré una decisión."
"Gracias, Alfred. Me comunicaré contigo pronto."
"Eso espero." Hubo un silencio y luego el hombre se paró frente a Charlie. Sacudió la cabeza y metió las manos en los bolsillos del pantalón antes de comenzar a alejarse. "Nunca entenderé a los hermanos."
Hubo un sonido de voces provenientes de alguna parte y luego Charlie estaba siendo levantando con cuidado. Los ojos de Shawn se quedaron en él mientras bebía el resto de su copa. "¿Estás bien?" Las manos de Dean comenzaron a revisar con cautela, sus ojos preocupados no hicieron que Charlie ignorara el moretón en la mejilla izquierda y el labio roto. "Iremos al hospital." Se dio la vuelta con Charlie bajo su brazo. "Lo siento, lo siento tanto, Charlie."
"¿Estás bien?"
"Eso no importa, mira tu rostro." Su voz sonaba al borde, delgada y molesta. "No tardaremos."
Estaban frente al auto cuando la voz de Shawn se escuchó detrás de ellos. Dean no lo dejó mirar, solo lo empujó dentro del auto, pero Charlie oyó cada palabra. "Si por culpa tuya, llegas a arruinar mis planes, no serás el único que muera. Todos alrededor tuyo sufrirán la más lenta y dolorosa tortura frente a ti. Incluso tu novio de juguete sufrirá por tu imprudencia."
Las ruedas del auto chirrearon cuando Dean salió disparado del estacionamiento. Charlie cerró los ojos, sintiendo el cuerpo débil y pesado, mientras escuchaba las maldiciones y el sonido del claxon a lo lejos. Estaba cansado. Solo quería descansar.
Quería a Ryan.
***
Estaba listo para disculparse apropiadamente con Dee y explicarle todo el asunto de sus padres de una vez por todas. Era algo que sabía que no podía seguir posponiendo más, Dee ya no era un niño y merecía saber la verdad. Charlie tenía razón, era egoísta mantener la información solo para si mismo.
Llegó al apartamento y entró con su llave, notando un enorme silencio... y una maldición. Frunció el ceño, cerrando la puerta detrás de sí antes de ir por el pasillo, escuchando el murmullo de voces provenientes de una habitación. Por un segundo pensó que había llegado en el momento en que Dee trajo a alguien a casa y estaba a punto de darse la vuelta al ver la puerta de la habitación abierta, hasta que una de las voces volvió a escucharse y era familia.
Ryan miró dentro del cuarto antes de acercarse.
"¿Qué demonios está pasando?"
Dos pares de ojos lo miraron con sorpresa. Dee sacudió la cabeza antes de presionar una mota de algodón en la ceja de Drake, obteniendo una maldición tan brusca que hasta Ryan se sorprendió. No fue solo hasta que Dee se apartó con un plato lleno de motas de algodón rojas que Ryan pudo ver bien la escena. Drake levantó la ceja sana mientras presionaba una bolsa de verduras congeladas contra el costado de su cara.
"¿Alguien puede decirme lo que está pasando?"
Dee caminó a su lado sin decir una palabra. Ryan miró de nuevo a Drake y esperó.
"Tuve una pelea," dijo.
"No, mierda, ¿en serio?"
Su amigo hizo una mueca. "Relájate, no fue la gran cosa. Estoy bien."
"De seguro no te ves así." Se acercó a él y miró con cuidado las heridas antes de maldecir. "¿Qué demonios pasó, Drake?"
"BigDog lo hizo."
Ryan se giró para ver a Dee parado bajo el marco de la puerta con los brazos cruzados, mirando a Drake.
"¿Qué?" Miró a su amigo de nuevo confundido. "¿Por qué?"
"Desde que dejaste las peleas, él ha estado intentando encontrarte para que regreses. Eras su mejor peleador, las personas apostaban por ti todas las noches, solo asistían para verte golpear a un pobre diablo. Así que cuando ya no estabas..."
"¿Por qué no me lo dijiste antes?"
"¿Y qué? ¿Dejarte arruinar la mejor oportunidad de tu vida, consiguiendo un trabajo decente, un trabajo que no hace que tu hermano se preocupe todas las noches de si saldrás con vida o no? No te iba a dejar pensarlo." Drake hizo una mueca y se frotó la mejilla con una mano, tirando la bolsa de vegetales a un lado. "No tienes que preocuparte por él, estoy entrenando a un nuevo chico. Todo saldrá bien."
"¿Y entonces por qué estás así?"
Él se rió. "Sabes que no puedo mantener la boca cerrada. El hombre puede ser bastante sensible de vez en cuando."
"Por favor, dime que no estás peleando."
"¿Crees que soy tan estúpido? Apenas puedo sostenerme por mi cuenta, no puedo pelear."
"Hablaré con él."
"Ni se te ocurra aparecer frente a él, Ryan. Lo digo en serio. Todo está bajo control, déjame a mi enfrentar esto."
Apretó las manos en puños antes de inhalar con fuerza y dejar salir el aire lentamente. "Si vuelve a hacerte daño..."
Drake rodó los ojos. "No lo hará."
"Si lo hace, iré por él. Es mi problema, yo debería estar solucionándolo."
"En teoría, fui yo quien te hizo un peleador. Es mi culpa también, por eso estoy arreglándolo." Movió una mano en el aire con desdén. "No te preocupes por él. Solo quiere un peleador, eso le estoy dando." Drake se levantó de la cama y tomó su teléfono. "¿Quieren algo de comer? Podría ordenar comida china del restaurante de enfrente, es muy bueno."
Ryan sabía que lo mejor era dejar el tema en paz porque Drake no iba a seguir diciéndole más si lo presionaba. Tendría que investigar por su cuenta qué quería BigDog con él. Asintió y buscó su billetera, lanzando unos billetes en la cama. "Ordenen lo que quieran."
Salió por el pasillo para usar el baño, y su celular vibró en su bolsillo. Se detuvo para ver el mensaje de Dean y su cuerpo se heló cuando lo leyó.
Charlie está en el hospital. Quiere que vengas.
***
Holaaaa!!!! Ufff, cuánto tiempo. Bien, no hay mucho que decir. Esta es la historia en la que me enfocaré por un tiempo, así que continuemos después de ese break. Espero hayan disfrutado del capítulo. Problemas, problemas, problemas... ni modo, así son las cosas por aquí.
Nos leemos pronto xx
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