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5.

DOMINGO

Una bomba en el estómago lo dejó sin aire por unos segundos, jadeando y sentándose de golpe en la cama.

O así se sintió.

Sus ojos entrecerrados apenas podían ver algo más que un punto oscuro frente a él, pero las manos que lo sostuvieron eran muy familiares.

"¿Qué...?"

"Uh-oh, ¿demasiado? Lo siento." Fue empujado de regreso a la almohada. Jordan estaba demasiado confundido, pero comenzaba a recuperar sus sentidos. Los brazos de Silas lo envolvieron cómodamente y él también rodeó su cuello sin abrir los ojos. Su olor a limpio, ropa nueva y perfume eran muy claros también. Debió ser molesto a primera hora de la mañana, pero se encontró a sí mismo metiendo la cabeza en su cuello y apretándolo con más fuerza. No era tan malo, al menos ya tenía aire en los pulmones. "Quería despertarte antes de salir, pero caí con más fuerza de la planeada. ¿Qué harás mientras no estoy, uh?" Un beso en su cuello lo hizo estremecerse con sorpresa. Lo escuchó reír antes de que volviera a besarle el cuello húmedamente. "Sé que voy a poner la vibra oscura todo el tiempo, porque solo quiero estar aquí contigo todo el día."

Gruñó. "Sé bueno, tienes una reputación que proteger." Parpadeó lentamente y sus ojos fueron al techo inocentemente, solo para ver su reflejo desde arriba. Parecía como si Silas lo estuviera tragándoselo entero, su cuerpo entero y vestido formalmente era sexy. Tenía un traje gris y zapatos negros. Sus manos lo rodearon y él se movió, dejándolo meterse entre sus piernas mientras que Jordan era incapaz de apartar la vista de su reflejo. Tragó con fuerza y parpadeó rápidamente antes de mirarlo a los ojos. "Me pondré a trabajar con el resto del material. Um... Creo que terminará con cinco días porque no he tenido la oportunidad de grabar nada desde ayer."

Silas ladeó la cabeza con una sonrisa torcida.

"Lo sé." Le dio un beso en la frente y frotó sus mejillas perezosamente. La barba le dio comezón, pero no se quejó, iba a disfrutar de la quemadura más tarde cuando estuviera solo. "Tomé una de tus cámaras e hice una especie de vlog mientras me preparaba." Tenía un tinte de vergüenza que lo hizo esconder la cabeza. Jordan levantó las cejas con sorpresa. ¿De verdad? "Nunca lo he hecho, así que fue un poco incómodo, pero creo que es decente."

"Eso es grandioso, en realidad." Sonrió, frotándole las orejas y las mejillas. "No había pensado en ello, pero... creo que a todos les agradará, un pequeño detalle más personal que añadir. Buen chico."

Silas murmuró en su hombro, pero la punta de sus orejas estaba roja. "Intenté que no salieras ahí, pero... cada vez que te veía durmiendo tan cómodamente no pude evitar grabar un poco. Puedes editarlo después, pero, ¿envíamelo?"

"Estás loco." Levantó la cabeza para ubicar la cámara, haciendo una nota mental de revisar todo lo que grabó en 0.25 de velocidad. Ni uno de sus rubios cabellos podía salir en esa cinta. 

"No importa, igual tomé algunas fotos para mi." Jordan miró un punto fijo en la pared mientras se quedaron en silencio. Luego Silas levantó la cabeza, cejas fruncidas y ojos grandes. "No las usaré para nada raro, solo te veías tan lindo dormido que no pude evitarlo."

Jordan apretó los labios. "Te creo."

Lo hacía.

¿Por qué demonios?

No tenía una razón, pero estaba convencido de que Silas no las publicaría o haría algo extraño.

De hecho, si esta era su despedida, bien podían crear recuerdos. Le dio un beso en la mejilla, teniendo cuidado con no despeinar su corto cabello. 

"¿Deberíamos tomar más?" Acarició su mejilla mirando los ojos azules, cálidos y abiertos hacia él. "Sería mucho mejor con una Polaroid." Eso crearía menos evidencia que pudiera ser dejada en internet si alguien los hackeara. 

"Conseguiré una. Jeff lo hará." Se encogió de hombros antes de levantarse en sus rodillas, tirando a Jordan con él hasta que se sentó. No había visto los ojos de Silas tan juguetones nunca. Parecía una persona completamente distinta al chico de ojos cansados que tenía que entrevistar. Este chico tenía un corazón dulce y un alma alegre. Quizás es por mí. Su pecho se apretó con el absurdo pensamiento. Silas levantó su mentón con gentileza antes de rozar sus labios juntos. "Intentaré llegar aquí tan pronto como pueda, ni siquiera notarás mi ausencia."

Lo haré.

"El desayuno debe estar en camino y quizás dejé algo de ropa para ti en el armario." Meció la cabeza con un ojo cerrado. Jordan solo se rió con suavidad. "Es para el club en la noche."

Jordan bajó sus ojos hacia la corbata azul con líneas plateadas, atrapada entre un chaleco y una camisa blanca. El chaleco realmente hacía el look y el atraje se ajustaba perfectamente a sus hombros amplios. Carajo. Realmente era sexy.

Se sentía casi mal dejarlo salir así. 

Su estúpida posesividad era... estúpida.

Salió rápidamente de la cama y fue al baño para cepillarse los dientes. 

"¿Jordan?" Sacó la mano del baño mientras se cepillaba. Silas se acercó lentamente y luego se rió, cruzándose de brazos. "No me molesta un beso de buenos días." 

Escupió y enjuagó. "Lo supuse, pero tengo algo llamado dignidad y es bastante frágil." Se secó la boca y entonces se giró hacia él. Silas lo atrapó contra la puerta de inmediato. "Ahora, bésame."

Ni un segundo después, estaba siendo besado como si sus vidas dependieran de ello. Jadeos, gruñidos, gemidos, suspiros rotos. Dios, ellos no podían tener suficiente. No era suficiente. Los dos estaban vibrando con necesidad de llegar más allá de la ropa, de ir a la cama y de darle un buen uso a ese espejo en el techo. Estaba comenzando a trepar encima de él, las manos de Silas frotando y agarrándose de su trasero con ganas... hasta que alguien golpeó la puerta.

"Silas, ¿qué estás haciendo? Se nos hace tarde."

O más específicamente, Jeff. Y sonaba con prisa.

Los dos gruñeron con molestia, pero no rompieron el beso. Silas lo sostuvo mientras caminaba hacia la cama y lo dejó caer de espaldas con suavidad, metiéndose entre sus piernas y frotando sus erecciones. Jordan jadeó cuando sintió dedos metiéndose bajo sus pantalones cortos de deporte.

"Espera," dijo con la voz entrecortada. "Jeff está esperando."

Silas maldijo en voz baja antes de levantarse y mirar hacia la puerta con la mirada más asesina del mundo. "Supongo que debo irme antes de que decida entrar." Se lamió los labios antes de ver su pantalón abultado. Tiró de la cinta de la cintura y miró dentro. Jordan jadeó pesadamente con la cara caliente. "Voy a comerte cuando regrese. Te pondré húmedo y suave para mi." Se inclinó sobre la cama como un depredador y lo besó húmedamente, chupando su lengua y metiendo la mano en su pantalón, apretándolo en un puño. Le dio unas cuantas jaladas antes de dejarlo ir. Jordan no podía creer que había pasado. 

Con un guiño, Silas se levantó, lamiendo sus dedos antes de ir al baño.

Jordan dejó caer la mandíbula incrédulo.

¿Quién era esta bestia sexual?

Jeff volvió a llamarlo y él regresó, con las manos secas y bien arreglado. Sonrió hacia él orgullosamente.

"Me llevaré una cámara conmigo y grabaré todo lo posible." Tomó la que estaba en el tocador que era la que probablemente había usado antes para el vlog. "Tenemos que hacer el último día productivo, ¿no?"

"Sí..."

Los ojos oscuros lo recorrieron con tanto deseo en ellos, que Jordan sintió un escalofrío recorrerlo hasta la punta de los pies. Su polla se sacudió también, la sensación de haber sido acariciado unos momentos atrás todavía colgaba en su carne caliente. Y se erizó con anticipación cuando Silas caminó hacia la cama, comenzó a levantarse con sus codos, pero él presionó la mano en su pecho y lo hizo acostarse completamente.

Luego lanzó una sabana sobre él.

"No necesito que Jeff te vea así." Un rápido beso en los labios y una caricia a su cabello antes de que se dirigiera a la puerta. "Te veo más tarde."

Y así, solo así, se fue.

Jordan miró al techo fijamente por más tiempo de lo que probablemente debería.

¿Cómo se suponía que iba a trabajar cuando todo lo que pasaba por su cabeza era masturbarse o no masturbarse? Y cuando quitó las sábanas de encima, todo se fue al infierno.

Era demasiada tentación.

Estaba bajando sus pantalones antes de si quiera pensarlo y envolviendo su hinchada polla con fuerza. Mierda, eso se siente bien. La mano de Silas fue más gentil, pero lo sostuvo con tanta seguridad. Quizás si hubiera tenido más tiempo le habría molestado el glande con el pulgar.

Su estómago se anudó cuando su mano siguió su imaginación y frotó la sensible cabeza. La otra mano envolvió sus bolas y las apretó con suavidad antes de tirar y volver a apretar. Estaba gimiendo y jadeando, el cuerpo caliente, sus ojos pesados y visión nublada, con la única fantasía en su mente de que su mano fuera la de Silas. Suave y grande, enorme con sus largos dedos que lo molestarían hasta que se corriera.

Sus helados ojos azules lo harían derretir y rogar por más, por finalmente sentir sus pieles desnudas contra la otra antes de que finalmente pudiera sentir la gruesa polla deslizarse dentro de él. Podía casi saborear el ardor del estiramiento y la anticipación de sentirlo golpear su próstata en cualquier segundo.

Se quedó sin aliento cuando se corrió sobre su estómago.

Sus ojos miraron su reflejo. Su piel pálida estaba sonrojada y brillante con una capa de sudor, sus piernas abiertas y su polla descansando media dura sobre su estómago manchado de semen. 

Tomó su teléfono y tomó una foto.

Se la envió y luego se metió al baño, ignorando el calor en sus mejillas cuando se dio cuenta de lo descarado e indecente que había sido eso, pero era culpa de Silas. Era el resultado de sus acciones antes de irse y dejarlo adolorido y sensible. Así lo pagaba.

No tenía ningún mensaje cuando el servicio llegó a entregar el desayuno, pero lo había visto. Quizás estaba ocupado, o quizás estaba demasiado avergonzado para responder. De cualquier manera, lo hizo sonreír.

No es que fuera la peor foto que había enviado a sus novios en el pasado, esta solo era sexy y provocadora.

Aún cuando dejó la habitación para hacer unas compras, no había recibido un mensaje de regreso.

Lo que le hizo creer que quizás se había pasado de raya.

Tomó la libertad de usar la camioneta que lo llevaba a cualquier sitio, y visitó varias tiendas de ropa. Consiguió algunas cosas para sí mismo y aunque sabía que no era nada especial, también encontró algo que lo hizo pensar en Silas de inmediato. Era tonto y probablemente demasiado cursi para su situación, pero al menos por hoy, quería imaginar que esto era algo más y quería que el día fuera algo romántico que no iba a olvidar ni en cincuenta años.

Un día al que recordaría en un día cualquiera que le haría sonreír como un idiota.

Brazaletes a juego parecían una buena opción.

Cuando regresó al hotel era un cuarto para las doce y su cuerpo zumbó con emoción mientras subía en el elevador. Todavía no tenía una respuesta, ni señales de vida de Silas. De hecho, era extraño y le hizo sentir algo confundido... quizás se estaba echando para atrás y no quería seguir adelante. 

Tal vez cayó en cuenta de lo ridículo de sus diferencias y lo distintos que eran sus mundos.

Eran honestamente... 

Una risita se le escapó mientras ponía el código de la habitación.

Era una fantasía. Era imposible que esto se convirtiera en algo más que solo una tensión incómoda.

Sintiéndose deprimido, fue al baño y llenó la bañera al tope antes de lanzar sales aromáticas en el agua. Consiguió algo de vino y se dejó hundir en el agua tibia con olor a cítricos. 

Bien podría aprovechar las amenidades del lugar ya que estaba aquí.

Pensaría en trabajo cuando pusiera los pies en casa otra vez.

Cuando todo esto terminara.

Miró por la ventana por un largo tiempo hasta que sus ojos ardieron y él necesitaba un sorbo de vino. Patético. Estaba siendo ridículo y pegajoso, entusiasmado como un adolescente con su primer crush.

Después un largo rato decidió que su piel ya estaba lo suficientemente suave, mucho mejor y menos tensa que una hora atrás. Limpió su cabello con el oloroso champú y lo secó con la secadora del baño antes de ponerse una bata y salir a la habitación.

Sus ojos fueron a la puerta de la habitación de inmediato cuando vio a Silas entrando. Tenía la corbata en la mano y desabrochaba los botones de su camisa con prisa antes de cerrar la puerta detrás de él.

Tenía la vista oscurecida y los labios rojizos. Lo miró de pies a cabeza antes de caminar hacia él con largas zancadas. 

Jordan se quedó muy quieto, mirándolo, sintiéndose falto de aliento. 

Los brazos completamente vestidos de Silas lo rodearon y lo levantaron sin decir una palabra. Lo besó con dureza, profundo y sin compasión, chupando y mordiendo como si no pudiera contenerse. Jadeando, Jordan se sostuvo con sus piernas envueltas alrededor de él, aferrando sus brazos por su cuello y abriendo la boca para tomar todo lo que Silas tuviera para dar.

Ni siquiera era tan liviano, pero él se las arregló para llevarlo a la cama y tumbarlo a su merced. Jordan le quitó el sacó con desesperación, sus dedos temblando cuando comenzó a desabotonarle la camisa y finalmente la deslizó por sus hombros. Silas ya había soltado su bata y tocando su pecho y costados con necesidad.

Estaba duro y su polla goteaba en su estómago sin vergüenza cuando él trabajaba en sus pantalones y los tiraba con fuerza hacia abajo con todo y ropa interior, hasta que pudo verla frente a él. Gruesa y larga, de un oscuro color y con vello en la base, sus bolas parecían pesadas y calientes, y su boca estaba llena de saliva. 

Lo tumbó en la cama, con los pantalones todavía por las rodillas, y lo tomó en su boca. Ni siquiera le importó el ardor en las esquinas de su boca cuando lo tragó hasta la mitad. La polla de Silas estaba caliente, palpitando en su lengua y sabía tan bien, olía incluso mejor, y todo lo que podía hacer era mecer la cabeza y babear encima de ella mientras que manos fuertes y pesadas sostenían y lo empujaban más sobre su polla, como si quisiera que lo tragara entero, pero Jordan solo era humano y tenía límites, aunque eso no lo detuvo de intentarlo un par de veces.

Los gemidos y maldiciones de Silas eran el mejor estímulo para él.

Podía sentirlo en sus músculos tensos y la forma en que sus bolas se apretaban en su mano, que estaba cerca y Silas ni siquiera podía pensar en algo que no fuera tragárselo. Quería probarlo. Necesitaba conocer su sabor, recordarlo y apreciarlo.

Levantó los ojos para verlo.

Quería sentirlo bajar por su garganta.

Silas dio una embestida tensa antes de abrir la boca y que todo su cuerpo se arqueara cuando se corrió. Era espeso, quizás demasiado, pero el sabor salado que explotó en su palador lo hizo sentir mareado y deseoso de más. Pero quizás había estado chupándolo demasiado después de que se corriera, intentando probar hasta la última gota, porque Silas le levantó la cabeza, dejando caer su polla exhausta de sus boca.

Podía sentir que sus labios estaba hinchados y que debía verse como un desastre, pero él lo miró con tanto afecto que su aspecto no pudo importarle menos. 

Silas le indició que subiera y Jordan se acostó sobre su cuerpo, limpiándose la boca. Él sonrió, mirándolo fijamente.

"Ahora, esa es una bienvenida." Lo besó con gentileza, tan suave y dulce que apenas pudo sentir el roce de sus labios mientras los dedos le frotaban las orejas. "¿Sabes lo loco que me estaba volviendo mientras trabajaba? Tú solo me enviaste ese mensaje, ¿huh? Esa maldita foto, Jordan." Silas gruñó con una expresión adolorida que fue casi graciosa. "Quería regresar a la habitación de inmediato, pero Jeff no se comió mi excusa barata de que había olvidado algo. Fue un idiota todo el tiempo, apenas sonreí cuando me lo pidieron, pero sabes qué, lo amaron. Querían que me comportara como un idiota sin emociones. Ellos no sabían que estaba pensando en oraciones para poder controlar mi cuerpo." Le besó las mejillas repetidas veces, los labios y todo el rostro antes de deslizar la lengua sobre su boca. "Estaba tan excitado que ni siquiera fue divertido, no puedo recordar la mitad de las cosas que hice hoy."

Sonriendo, Jordan apoyó las manos sobre su pecho desnudo y el mentón encima de ellas. "¿En serio? Yo fui de compras."

"Hah... después de esa foto, supongo que estabas bastante relajado." Silas metió la mano en su cabello y lo besó profundamente, lento y apasionado. Sus ojos fueron arriba antes de que sus manos se movieran hacia abajo, acunando sus nalgas. Las separó y apretó, jugó con ellas a su antojo sin quitar la vista del espejo. Jordan se mordió el labio, suspirando con suavidad. Eso se sentía bien. "Amo ese espejo, en serio. Jamás pensé que ese ángulo sería sexy, pero verte chupándomela desde allí fue increíblemente estimulante. Y tu trasero es más suave de lo que parece, rebota fácil y se siente perfecto en mis manos."

"¿Crees que se verían igual de bien cuando esté montándote?"

Recibió una nalgada ardiente. Los ojos de Silas estaba oscuros y llenos de deseo otra vez cuando asintió. "Probablemente se vean incluso mejor con mi polla en medio de ellas."

"Tendremos que probar esa teoría." Lo besó otra vez, incapaz de contenerse o de pensar con claridad cuando tenía las manos de Silas moviéndose por toda su piel desnuda. Gimió cuando un dedo se frotó en su entrada y apoyó sus frentes juntas. "Se siente bien," jadeó, cerrando los ojos y abriendo más las piernas para darle más espacio. Silas maldijo antes de soltarlo, luego algo se rompió y lo siguiente que sintió fue un líquido espeso y frío sobre su entrada. Dos dedos lo masajearon en su agujero antes de que se deslizaran dentro. "Carajo, ha pasado un tiempo." Sus dientes se apretaron mientras intentaba acostumbrarse a la sensación. Apenas se había dedeado luego de su último novio, y el escozor se sentía familiar y emocionante. Su corazón latía como loco. "Dime que no solo pasaste a una farmacia a comprar lubricante y condones." Sus ojos miraron la bolsa transparente al lado de ellos en la cama que no vio al inicio. 

"No. Le dije a Jeff que lo consiguiera."

Jordan se tensó. "¿En serio?"

"Claro que no. Lo hice cuando pasó a comprar medicinas para el vuelo de regreso. No me vio, lo sé. Tranquilo." Silas le dio un beso en la mejilla. "No sospecha nada. Ahora mismo debe estar en la playa disfrutando de unas margaritas con unas mujeres que conoció durante la filmación."

Entrecerró los ojos.

"¿Cómo puedes estar tan seguro?"

"Es Jeff. Ya me habría tirado de la oreja y dado un sermón entero, demandando saber quién es, pero no lo hizo."

Jordan levantó una ceja en silencio.

Silas apretó los labios.

"No es algo regular. Solo lo hizo una ve- Sabes, mejor cierro la boca en este momento." Le dio una amplia sonrisa y ojos inocentes. "Puedo sentir que te estás enojandoooo. ¿Si te la chupo te pondrás de mejor humor?"

Jordan sacudió la cabeza, aunque su polla se animó con la idea. "No me molesta..."

"Mhm, claro."

"Lo digo en serio." Se rió con un sonido extraño que solo hizo que Silas acentuara su mirada. "Nosotros no somos nada. No hay nada de lo que-hump."

La mano de Silas le cubrió la boca, sus cejas apretadas y labios hacia afuera como un patito molesto. "Deja de pensar. No sé si realmente debemos vocalizar nuestros pensamientos hoy. Solo necesito..." Soltó su boca y deslizó las manos por sus hombros y espalda, asentándose con seguridad sobre la curva de su trasero. "Que estemos en la misma página. Hoy eres todo lo que importa."

"Oh."

"Sí." Silas se aclaró la garganta al tiempo que sus mejillas se pintaban de color. "Nosotros dos, haciendo lo que nos de la gana y siendo felices. ¿No suena como una gran idea?" Un beso en su mejilla, labios desplazándose libertinamente sobre su mentón hasta sus labios y la punta húmeda de su lengua jugando con su boca. "Tomaré una ducha para quitarme el olor a mar, y luego te encontraré aquí."

Comenzó a levantarse, pero Jordan se tensó, apretando los labios. Silas lo miró fijamente y él bateó sus pestañas descaradamente. "¿Tienes que hacerlo? Hueles bien para mi, y terminaremos ensuciándonos más, así que..."

"Me gusta esa voz," Silas dijo sin dejar de verlo. "Quizás demasiado."

"Uh, sí, puedo... sentirlo."

"Esto es más divertido de lo que imaginé, pero eres tú." Silas les dio la vuelta y se quitó la ropa de las piernas con los zapatos antes de subirse a sus piernas. "Es divertido estar contigo haciendo cualquier cosa, por supuesto que también tendríamos diversión en la cama. Perfecto..." Silas lo besó profundamente, metiéndose entre sus piernas y tomando la parte trasera de sus muslos para unir sus entrepiernas. Jordan suspiró en medio del beso, aferrándose a sus hombros y abriendo la boca para tomarlo completo. "Simplemente perfecto."

Era como si fueran amantes desde hace tiempo. 

Las caricias, las palabras tontas, las risitas y los besos sin sentido...

Quizás se besaron por más tiempo del necesario. Quizás solo se encontraban cómodos sintiendo la piel desnuda del otro mientras hablaban y sonreían, tocándose y explorando el cuerpo del otro. 

Era perfecto.

El tipo de conexión que jamás había encontrado a pesar de tener muy agradables relaciones en el pasado. 

Una semana viviendo solo con este hombre le había jodido la cabeza.

No podía haber otra razón.

Demasiado malo que le gustara tanto.

"Ah, sí." Su voz se ahogó cuando la cabeza redonda entró en su agujero con gentileza. Sus ojos permanecieron abiertos con la vista puesta en su reflejo. Los hombros de Silas se veían enormes y las manos presionándole las rodillas contra su pecho lo sostenían como si estuviera colgándose del último hilo de razón. Podía ver su rostro rojo y sus labios separados dejando escapar gemidos y gruñidos mientras más y más profundo esa polla llegaba dentro de él. Los ojos de Silas lo estaban viendo directamente. Jordan le acarició el pecho y el abdomen, rozando con sus dedos la base de su polla y su agujero húmedo con el lubricante. "Estás tan profundo."

"No puedo llegar lo suficientemente profundo, Jordan." Su mandíbula tensa se relajó cuando exhaló con fuerza y sus bolas le tocaron las nalgas. Lo vio tirar la cabeza hacia arriba y soltar un grave gruñido. "Carajo. Te sientes perfecto, estás apretándome tan bueno."

Jordan se estremeció y su agujero se apretó inconscientemente lo que lo hizo gemir. "¿Ah, sí? ¿Te gusta esto?" Lo hizo un par de veces más, tragándose su expresión por completo. Su propia polla goteó sobre su estómago y pulsó violentamente. Estaba tan lleno y se sentía tan bien, su cabeza en las nubes y todo su cuerpo vibrando con placer. Silas se erizó, lamiéndose los labios antes de retroceder un poco. Jordan sonrió, colocando las manos detrás de sus rodillas. Esa mirada salvaje lo estaba volviendo loco. "¿Así de bueno?"

Silas apretó los dientes y lo embistió con fuerza.

"Así de bueno," jadeó con una sonrisa torcida. Jordan se arqueó, ojos cerrándose por un momento. "Se siente increíble, ¿cierto, amor? Somos perfectos juntos. Te haré sentir tan bien."

Jordan gimió, sus dientes tan apretados que le dolía, pero las embestidas profundas y rápidas le estaban volando los sesos y la voz profunda de Silas zumbados en sus oídos eran demasiado estimulantes. Apenas podía verse en el espejo y era vergonzoso y vulgar, pero Dios...

"No puedes correrte todavía." Silas salió de él un momento antes de ayudarlo a moverse. De un momento a otro estaba sobre sus piernas. Sus frentes se tocaron y Silas sonrió, sonrojado y sin aliento. "Tienes que hacerlo mientras me montas, dulzura."

Jordan parpadeó lentamente. "Pervertido."

"Sí, quiero verte moviéndote encima de mi polla y tener los mejores ángulos posibles. Siéntate en mi, sí... ah... justo así." Jordan gimió en su mejilla y Silas lo sostuvo apretadamente. "Ahora levanta las rodillas y reclínate un poco. Puedes apoyarte en mis piernas." Era una posición extraña y vergonzosa, pero pudo entender a qué quería llegar cuando lo vio mirar hacia arriba. 

"Mierda..." susurró.

"Sí."

Podía ver sus piernas abiertas y la polla de Silas en su agujero. Su propia polla estaba hinchada y roja sobre su estómago. Era erótico como el infierno. Y sensual. Sus caderas se movieron por inercia, lentamente, haciéndose hacia atrás y abajo antes de volver a su posición inicial. Era demasiado profundo. Con esta posición casi podía sentirlo frotar todo su interior como un delicioso masajeador.

El pensamiento lo hizo reír mientras seguía moviéndose. 

Silas le palmeó las piernas haciendo que lo mirara. "Hey," tenía las cejas fruncidas y los labios separados. "¿Qué es tan divertido?"

"Es solo que se siente tan bien que no puedo creerlo." Se apoyó por completo en sus manos sobre las rodillas de Silas, sus bíceps estaban tan estirados que ardían, pero al sensación de estar arriba y controlar sus movimientos era demasiado buena. Podía ver el deseo correr de los ojos de hielo que miraban el lugar donde sus cuerpos se unían. Silas estaba amando esto también. Y era cierto, se estaba divirtiendo en medio del sexo. No podía ser real. "Debo estar soñando. Esto es demasiado perfecto."

Silas lo miró fijamente mientras jadeaba, apretando sus dedos en su piel. "Lo es," murmuró antes de moverse hasta estar encima de Jordan. Tomó sus manos y las subió por encima de su cabeza con una mientras la otra la usó para volver a entrar en él y ayudarle a subir las piernas. "Debe ser mi más bonita fantasía."

Su corazón hizo una cosa tan desagradable mientras se miraban a los ojos.

Esto quizás era demasiado íntimo.

Rozando lo peligroso.

Lo besó como nunca antes había besado a alguien. Mordió, chupó y abusó de sus bocas hasta que estaban sensibles y todo lo que salían de ellas eran sonidos rotos y gemidos llenos de placer. Se corrieron al unísono, sosteniéndose del otro con besos a medias y manos por todas partes. No sabía qué se sentía mejor, si la nube del orgasmo en la que ambos estaban o las caricias y palabras tontas susurradas en su piel.

"¿Por qué esto se siente tan bien?" Lo oyó decir escondido en su cuello. Jordan le acarició el cabello lentamente. "Te quiero aún, te necesito."

Jordan cerró los ojos, sonriendo tontamente. Escuchar esas palabras se sentía tan bien.

"Soy todo tuyo," susurró sobre su oreja. Silas levantó la cabeza. "¿Crees que puedes levantarla otra vez?" Sonrió cuando Silas hizo un puchero. "La tercera es la vencida."

"Estoy perfectamente bien." Se movió un poco y Jordan jadeó. Sí, está bien. Muy bien. "Siento que podría quedarme en la cama contigo todo el día y vernos en ese espejo como un pervertido, pero la ducha no está mal."

Lo hicieron en la ducha también.

Ni siquiera pudieron llenar la bañera y hacerlo ahí. No... ellos estaban demasiado hambrientos para eso. 

Silas lo jodió contra la pared de la ducha tan duro y profundo que sintió que estaba babeando sobre sí mismo y sus piernas colgaban de sus brazos como una muñeca. Tuvo un poco de fuerza para sostenerse, pero no para hacer nada más. Estaba demasiado avergonzado para admitir su derrota, pero Silas no se burló.

Le dio el trato de príncipe del que sus exs podían aprender un poco. 

Comieron langosta en sus batas, champaña y algunas fresas con crema que eran quizás demasiado, pero cuando Silas untó su boca de ella y luego lo besó como un demente... valió la pena. 

Usaron la cámara que Silas compró. Y tomaron demasiadas fotos que dejaron descansando en la habitación. Eran muy bonitas y serían un perfecto recuerdo. Y si ellos se tomaron muchas fotos besándose, enredados y medio desnudos en la cama, bueno... era asunto de ellos.

"¿Qué es todo eso?"

La camioneta llegó por ellos después de que el sol se pusiera. Era una hora de viaje hasta el club y ellos solo tenían algunas horas antes de irse al aeropuerto, entonces su fiesta tenía que ser temprano y breve.

El conductor cerró la puerta y él miró a Silas. "¿Qué cosa?"

"La gorra y las gafas. Podrías ponerte una mascarilla y decir que es un asalto." Silas se recostó en su hombro, sonriendo y mirándolo divertido. "Ya, en serio. ¿Es necesario? No te ves mal, pero..."

"Iremos a un lugar demasiado público," dijo, pasando el brazo detrás de él. "No quiero que me reconozcan a tu lado. Conozco a los medios, investigarán mi vida entera y me culparán con PETA por darle mi gato a mis padres." 

Silas asintió, estirándose para un pequeño beso. "Supongo que es cierto. A veces olvido que eso pasa. Tiendo a salir por mi cuenta y solo me encuentro con amigos en lugares." Frunció el ceño y colocó la mano en su pierna con un toque protector y firme. "No quiero que te metas en problemas por mi culpa. Eres tan inteligente." Él suavizó su expresión otra vez. "Eres la otra mitad de mi cerebro."

"Tal vez nadie nos note," dijo, entrelazando sus dedos juntos. Silas era bastante popular por el momento, sería raro que nadie los notara, pero podrían mezclarse. O al menos intentarlo. "En todo caso, veremos."

Estaba ridículamente lleno para cuando llegaron. Eran cerca de las ocho pero ya habían personas ebrias bailando y cantando, descalzos con sus pies enterrados en la arena. 

En la entrada les dieron copas de bienvenida que los dos bebieron como peces antes de juntarse para bailar. Perdieron sus zapatos en algún punto también. Entre besarse y frotarse juntos al ritmo de la sucia música, los vasos que no dejaban de llegar, no habían demasiadas cosas que le importaran o que tuvieran sentido, y solo después de mucho tiempo, se dio cuenta de que Silas tenía su sombrero y que se estaba riendo tontamente antes de darle una vuelta con el brazo.

Lo rodeó con los brazos, besando su cuello desnudo bajo la camisa blanca. Su piel humedecida por el sudor y la brisa de la playa olía tan bien que solo pudo presionar los labios en ella y enterrar los dientes.

No debería hacerlo, pensó mientras tomaba la piel y chupaba antes de aliviarla con la lengua. Se meterá en problemas por ello, pero... al menos por hoy, es mío. Y quiero que todos lo sepan.

Silas presionó sus cuerpos más cerca, jadeando y frotando sus entrepiernas. Tan mal, tan mal. Pero tan bueno. Estaban en público y no podían comportarse menos indecentes. Tendrían suerte si todos estaban borrachos como para ignorarlos.

Tal vez habían algunas sustancias en aire que se mezclaron con el alcohol, porque nada más explicaría que ellos irrumpieran en los baños y comenzaran a tener sexo en un cubículo.

"Consíganse una habitación, mierda."

Alguien golpeó la puerta, aunque no estaba seguro de si era la suya u otra cerca, porque no eran lo únicos divirtiéndose en los baños, pero eran los menos silenciosos.

Sus piernas ardían por el esfuerzo de saltar sobre la polla de Silas y su cuello dolía por las mordidas y chupones. Silas tenía dientes particularmente afilados. Sus manos metidas en los densos mechones negros solo buscaban algo a lo que aferrarse mientras su agujero estaba sensible y su polla goteando en medio de ellos.

Por Dios, seguían vestidos, solo bajaron sus pantalones y lo hicieron así con un condón lubricado. Probablemente no fue suficiente, pero descubrió que le gustaba la sensación de estiramiento y el sentir a Silas entrar y salir de él con deseo, maldiciendo y gimiendo en voz alta.

Jordan metió la cabeza en su cabello, jadeando, sintiendo su abdomen contraerse cerca del orgasmo.

"Vamos, dámelo, cariño. Quiero sentirte correrte en mi interior." Con sus últimas fuerzas, se movió un poco más. Las manos de Silas le apretaron las caderas con fuerza y sus gemidos se volvieron más graves. Jordan gimoteó cuando se corrió, su cuerpo tensándose por su propia cuenta. Silas lo hizo justo después y Jordan se relajó, dejando caer la cabeza sobre sus hombros. "Tan bueno."

"Carajo." La voz de Silas se oía como algo lejano en sus oídos ensordecidos. Bajó la cabeza para mirarlo. Sus ojos estaban oscuros por las luces tenues del baño. Pero su sonrisa satisfecha era hermosa y abierta con sus bonitos labios. Jordan lo besó con suavidad, lento y apasionado. Silas lo abrazó por la cintura, juntando sus vientres. "Eres tan hermoso."

Sonrió, moviendo la cabeza cuando Silas le comenzó a besar el rostro en todas partes. "Lo hicimos en el baño," susurró después de que su consciencia regresara a su cuerpo. "Dios, Silas... ¿qué vamos a hacer? ¿Qué pasa si alguien nos tomó una foto?"

"Bueno, ¿qué podríamos hacer?" Lo besó otra vez, moviendo las manos de arriba a abajo en su espalda. "Si sucede, entonces, diré que eres mi novio." Jordan lo miró a los ojos, y Silas fue muy bueno en sostener su mirada. "Hablaré con Jeff y encontrará una manera de proteger tu información. Pero eso solo es un caso muy extremo. Nadie me dijo una palabra en toda la noche, lo que es un buen indicio. Vamos, deja de verme así, siento que estoy cavando mi tumba." Le dio un besito y frotó su espalda con más firmeza. "¿No te divertiste?"

"Creo que estoy drogado."

Silas asintió, parpadeando rápidamente. "Sí, también yo."

"Pero lo hice."

Con un suspiro, él revisó la hora en su reloj. "Todavía tenemos un par de horas. Deberíamos salir de aquí." Jordan asintió antes de besarlo con suavidad en sus labios hinchados. "Podemos ir a la playa."

Estaba oscuro y todo el lugar apestaba a alcohol. Caminaron hacia la salida sin que nadie los detuviera o dijera una palabra en su dirección, así que tomaron eso como algo bueno.

Con sus pies un poco inestables, encontraron el camino hacia la playa donde habían camas justo en frente. Cayeron sobre ella y solo descansaron por unos segundos, tan enredados que ni siquiera era divertido. Jordan no podía mover una extremidad sin tirar de una de las de Silas.

Muy agradable.

La mano de Silas estaba envuelta en su muslo, justo bajo su nalga, manteniendo la pierna encima de las suyas. "Jordan," él susurró sobre su cabello. "No quiero que esta noche termine."

Su pecho se apretó incómodamente y él soltó una risa sin emoción, parpadeando hacia la oscuridad del mar. 

"¿En serio?" Preguntó, masticándose el labio. "¿Soy tan buena compañía?"

"Lo eres," respondió de inmediato. "Bastante bueno besando, también. Me siento un poco celoso. ¿Quién te enseñó tan bien?"

Empujó el rostro en su cuello. "He tenido muy buenas relaciones."

"¿Pero yo beso mejor que ellos, cierto?" Un dedo metió su cabello detrás de la oreja cuando su voz se volvió baja y ronca. Un beso en la frente y Silas empujó sus cuerpos más cerca. "Y lo hago mejor."

Silas era bueno. Realmente bueno. En tamaño y habilidad, no tenía ningún tipo de quejas. Era bueno saber que había un hombre allá afuera que podía hacer buen uso de su regalo divino y complacer a su pareja satisfactoriamente. Aunque había tenido un ex con un regalo más pequeño una vez. No fue un impedimento para hacerlo sentir bien. 

Pero en este momento nada de eso importaba.

Lo único que importaba era ser honesto.

Así que lo besó lentamente, jugando con su lengua un poco antes de separarse y aliviar sus maltratados labios con la lengua. "Eres bueno," respondió con un suspiro. "Me hiciste sentir muy bien."

"Deberíamos hacer esto otra vez." Silas se mordió el labio antes de ver hacia el mar. Jordan descansó la cabeza en su pecho, en silencio. "Más tiempo para los dos, para hacer cualquier cosa y explorar todos los lugares para turistas."

"Sí, deberíamos."

Eran palabras vacías.

Eso no iba a pasar.

"Lamento haber estado fuera tanto tiempo," dijo con la voz baja en un tono extraño. "La próxima vez..."

La próxima vez.

Jordan solo asintió a sus palabras una por una, sonriendo y dándole la razón sin poner su mente en ello.

Dejó que el sonido de las olas lo hiciera sentir mejor, que alejara los pensamientos profundos y que solo lo mantuviera en donde estaban justo ahora. En su burbuja. Felices e insatisfechos. Hambrientos por más.

Después de un rato, recordó lo que había conseguido más temprano. Los había traído en el pantalón que Silas le dio porque sabía que era el mejor momento.

Aunque ahora se sentía un poco tonto.

"¿Qué es eso?" Silas lo descubrió cuando intentó volver a guardar la cajita en su bolsillo. Jordan sacudió la cabeza, pero Silas insistió con enormes ojos de cachorro. "Vamos, déjame ver."

"No es nada especial," murmuró antes de sacar los brazaletes de su caja. "Solo las vi más temprano y pensé que lucirían bien." Apretó los labios viéndolo sacar ambos brazaletes y mirarlos con atención. "Como brazaletes de amistad," añadió un poco después cuando el silencio fue demasiado para él.

Estaba conteniendo la respiración, se dio cuenta, avergonzando. Hasta que Silas lo miró con una suave sonrisa en los labios. Le dio un beso en la punta de la nariz antes de tomar una de sus manos.

"¿Brazaletes de amistad, eh? Eso es tierno." Lo besó en los labios y asintió. "Me gustan. Gracias."

Silas le colocó uno en la muñeca con suavidad y lo miró por un largo rato antes de darle su propia muñeca. Con una risita extraña, Jordan lo hizo, y el cosquilleo que sintió en el estómago y el pecho no hizo nada para hacerlo sentir mucho mejor, ni menos nervioso. Todo su cuerpo estaba en una extraña bruma de emociones que solo incrementó cuando se abrazaron por el resto de su noche con el sonido de las olas rompiendo muy cerca de ellos..

Sentía que debía decir algo.

Que tenía que expresarse mejor y quizás tener una conversación con él.

Quizás...

Quizás necesitaba más tiempo.

Pero después de que Jeff llamara para que comenzaran a preparar sus cosas, regresar al hotel, arreglar sus maletas y dejar la habitación medianamente decente, subieron otra vez a la camioenta y estaban en el aeropuerto otra vez.

Jeff no se separó de ellos, así que no tuvieron tiempo para estar a solas hasta que subieron al avión y Silas lo empujó de inmediato a la habitación. Estaba cansado y con ojos pesados, pero de todas formas sonrió al caer en la cama.

"Yo-" comenzó, pero el teléfono de Jordan sonó en alguna parte de su maleta.

Era su jefe.

Contestó de inmediato.

"Hey, Jordan. ¿Ya estás de regreso, cierto?"

Murmuró, sentándose al borde de la cama. "Sí. Ya subí al avión."

"Perfecto. Entonces, ¿te espero mañana en la oficina? Tenemos algunas cosas que discutir sobre nuestro trabajo anterior y detalles que la producción quiere cambiar después de que recibiéramos una llamada del equipo legal de ya-sabes-quién. Una reina del drama. No queremos cambiar demasiado lo que ya tenemos listo para lanzar, pero quizás sea mejor que tú le eches un ojo primero. Tienes mejor talento para detalles que nadie en el equipo."

Llegaría en la mañana a la ciudad, pero si dormía un poco, entonces quizás lograría verse humano para ir con él. Mierda. Su cabeza dolía solo con pensar en revisar cintas por horas, y apenas recordaba de quién estaban hablando. Pero aceptó.

"Te dejaré saber cuando llegue."

"Genial. Y, por cierto, ¿ya tienes lista la cinta de Jacoby? Tenemos dos semanas para trabajar en ella, quizás un poco menos."

"¿Las cintas?" Claro que no. Todavía había un cuarenta por cierto que revisar, incluyendo los nuevos videos tomados por Silas. "Estoy en ello, no tomará demasiado tiempo."

"Bien. Eso me gusta. Recuerda, tenemos que aprovechar su ola de popularidad."

"Lo sé."

"Hablemos con calma mañana en el trabajo. Ten un buen vuelo, J."

Un largo suspiro se le salió antes de que brazos lo rodearan por la cintura. 

"¿Todo está bien?"

"Sí," murmuró, girándose para abrazarlo apropiadamente. Todavía era domingo aquí, tenía tiempo. "Tengo que trabajar."

"Puedes descansar un poco antes," él dijo desde su pecho. "Debes estar cansado."

Lo estaba. Sus pies lo estaban matando también y su cuerpo estaba cansado increíblemente demasiado, y ni quería preguntarse por qué. Pero quizás fue por las rondas de sexo sin parar durante el día.

Al parecer tenía un límite. Y lo alcanzó.

"Dormiré cuando termine de trabajar. Tengo una reunión importante mañana, así que necesito avanzar lo antes posible." Le dio una sonrisa. "Tú descansa."

Silas lo miró fijamente por un largo minuto antes de acostarse sobre su pecho. Jordan acarició su cabello, mejillas, orejas y cuello con sus manos, comiéndoselo entero con los ojos por tanto tiempo como podía. Tenían las horas contadas y se negaba a dejarlo terminar tan fácil. Pero era casi doloroso al mismo tiempo, porque al final esto solo sería un bonito romance de fin de semana.

Un hermoso recuerdo.

No quiero pensar en qué va a pasar después de este fin de semana.

No quiero pensar qué haré con el vacío que siento desde ya al solo pensar en nuestra despedida.

No quiero pensar en ti de esta manera con alguien más.

Si tan solo no tuviera esos pensamientos tan tontos e irracionales, si tan solo pudiera recordarle a su corazón que esto no era real...

Sería mucho menos doloroso dejarlo ir.

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