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5

Un mes más tarde...

No podía seguir ignorando el hecho de que Mason estaba molesto.

Podía sentirlo, podía verlo, y podía escucharlo en el tono de su voz.

Y lo estaba matando no poder darle una respuesta de lo que él quería saber. No podía... simplemente no podía volver a pensar en el pasado. Le tomó suficiente de sí mismo olvidarse de aquella experiencia, de aquella relación que tomó todo de él y que lo convirtió en un tipo cerrado a las emociones que creyó que jamás volvería a enamorarse.

Pero aquí estaba ahora. En una relación que estaba balanceándose tan solo por algo que no podía dejar ir por completo. Mason no se lo merecía. Pero Bishop no era lo suficientemente valiente como para abrir esa vieja herida. Ya estaba en el pasado, ¿por qué regresar a eso? Pero sabía que su relación con Mason estaba siendo condicionada por ese pequeño y desagradable asunto.

El último mes había estado más ocupado en la Academia que de costumbre al igual que Mason en su trabajo porque el juego que habían estado desarrollando estaba por salir al mercado y todo estaba tenso, lo que hizo que su novio trabajara horas extras y estuviera demasiado cansado para cuando llegaba a casa. Sobra decir que ellos no habían tenido una cita, y apenas se habían tocado más allá de los besos y un par de veces se masturbaron juntos, pero solo eso. Apenas se veían lo suficiente.

Tenía la esperanza de que todo mejorara en el próximo mes. Él finalmente se graduaría y comenzaría su trabajo como un bombero oficial y Mason no estaría tan ocupado con el trabajo porque el juego ya habría salido para entonces. Así que mientras ellos estuvieran ocupados, él se había encargado de ser el mejor recluta, dando lo mejor de sí mismo para obtener el más alto rendimiento posible. Por supuesto, también lo hacía como una manera de dejar salir toda su frustración, no solo sexual, sino porque estaba preocupado por su relación.

"Hombre, la graduación es pasado mañana, no tienes que esforzarte tanto ya," dijo Henry, uno de los chicos con los que había entablado una amistad en la Academia, desde su lugar en el suelo donde estaba completamente empapado de sudor y respirando con dificultad después de haber terminado su entrenamiento. Bishop continuó de todas formas. Estaba demasiado tenso y el ejercicio le ayudaba a liberar un poco del estrés. "Sabes que te darán el premio al recluta más destacado, el mejor alumno también. ¿Ya preparaste tu discurso?"

"No hay discurso," dijo cuando terminó con los burpees. Se dejó caer al suelo, jadeando pesadamente mientras miraba al techo del gimnasio, que en realidad era un cuartel viejo que ahora era el centro de entrenamiento para reclutas. "El capitán Ortega dijo que no era necesario, solo me darían una medalla o algo así." Finalmente se sentó, estirándose para tomar la botella de agua que estaba junto a Henry. Un certificado porque sus notas fueron sobresalientes, y una medalla, más exactamente, pero no le gustaba alardear de ello porque no le gustaba la atención en sí mismo. Ya bastantes chicos lo miraban mal cuando el capitán lo elogiaba porque pensaban que él era el alumno favorito del capitán porque tenía un ligero parecido al hijo menor del hombre. 

Henry soltó un sonido desde la garganta.

"Deberías hacerlo, es un gran logro."

Sacudió la cabeza. "Estoy bien."

Henry bufó. "Bien. Entonces, ¿traerás a una cita? Nunca hablas sobre eso ni sales con nosotros cuando vamos por tragos, pero te ves como un tipo popular que atrae fácilmente a la gente. Apuesto a que cualquier chica te diría que sí, ellas aman a un hombre en uniforme."

"Le diré a mi novio que venga," murmuró después de tomar un largo trago de la botella. Si es que Mason quería venir, la verdad no estaba seguro por como estaba yendo su relación por el momento. "Quizás lo haga..."

"Oh, está bien. ¿Por qué lo dices? No te oyes muy entusiasmado."

"No es eso." Apretó la botella en su mano cuando se dio cuenta de que estuvo a punto de dejar salir sus problemas frente a alguien que apenas conocía. Se puso de pie y le dio una mirada suave antes de sonreírle amablemente. "Gracias de todas formas. Nos veremos el viernes. Descansa."

Henry le dio una sonrisa pequeña que no llegó a sus ojos. "De acuerdo. Y buena suerte."

Bishop hizo lo mejor para poder ignorar la mirada dolida de Henry mientras se dirigía al cuartel para bañarse e ir a casa para alimentar a sus gatos antes de lanzarse a la cama, estaba agotado. Quizás se excedió un poco con el ejercicio hoy, pero era lo único a lo que quería recurrir antes de que abriera su boca ante alguien. No podía evitar ser tan cerrado con las personas, él no confiaba tan fácilmente y tampoco se sentía de humor para ventilar sus problemas amorosos con alguien a quien apenas conocía. Henry era un buen chico, que claramente intentó no sonar sorprendido cuando él dijo que tenía un novio en lugar novia, lo apreciaba, pero no hablaría con él sobre eso.

Abrió su casillero y buscó un juego limpio de su uniforme de entrenamiento antes de ir a las regaderas, que solo eran un montón de cabezales colgando de la pared en un espacio abierto. Bishop juraba haber visto más penes, traseros y toqueteos juguetones en esas regaderas de lo que había visto en el club cuando trabajaba ahí. Era un poco raro y el hecho de estos hombres no lo notaran, decía dos cosas de ellos. Eran muy abiertos de mente, o estaban tanteando el área para intentar algo.

Usualmente lo ignoraba e iba a casa cuando ellos se volvían muy ruidoso con sus juegos, pero a veces no podía evitar observar en silencio, mientras su cuerpo reaccionaba naturalmente al ver hombres musculosos y mojados golpearse los traseros y jactarse de quien tenía la erección más dura después del entrenamiento. Como un hombre gay, eso no tenía sentido para él y no lo entendía. Pero para su suerte justo ahora, todo estaba vacío e incómodamente silencioso, por lo que terminó rápido y estuvo listo para ir a casa. 

Había conseguido una moto a bajo precio unos meses atrás, a pesar de la mirada de desaprobación de Mason. Solo tuvo que prometer conducir con cuidado y siempre usar su casco, y estaba bien con eso porque Mason con su cara de hablo-en-serio era muy lindo. No era como si pudiera costearse un auto con sus ahorros de todos modos, así que fue por la opción más barata. Y era una linda máquina que se sentía increíble. Mason no había subido, pero lo convencería en algún momento. Claro, si su relación seguía en pie...

Sacudió la cabeza y se negó a pensar negativamente en ello. Podían arreglarlo, dejar la tensión incómoda a un lado y volver a su dulce relación. Tampoco quería perder a Mason, estaba tan enamorado de él tan fuerte, y tan atado emocionalmente a él como juró que jamás volvería a estarlo de alguien después de su ex. 

Hizo una mueca cuando se detuvo en un semáforo. No volvería a pensar en él. No valía la pena.

Se sorprendió cuando llegó a su edifico y vio el auto de Mason estacionado en el espacio que había apartado para él. No se suponía que se reunieran, en realidad apenas habían hablado los suficiente los últimos días y supuso que simplemente él llamaría cuando estuviera libre, pero no había esperado que fuera tan pronto, carajo. Detuvo la moto y se quitó el casco antes de correr hacia el ascensor que no podía subir lo suficientemente rápido. 

Quiero verlo, quiero verlo, quiero verlo tanto justo ahora.

Chocó contra uno de sus vecinos cuando las puertas se abrieron, y se disculpó rápidamente con él ignorando la cara de reproche. El hombre de por sí lo miraba mal por sus tatuajes, no intentaba ponerlo de peor humor. Pero estaba a punto de llegar con Mason y no quería desperdiciar ningún segundo.

Empujó la llave en la cerradura y abrió la puerta de par en par solo para encontrarse un Mason exaltado con los gatos aferrados a sus brazos. "Mierda, Bishop, me asustaste."

Bishop soltó su mochila en el piso y fue por él, envolviendo los brazos alrededor de él al tiempo que los gatos saltaban fuera de los gruesos brazos de su hombre. Chocó sus bocas juntas de inmediato, tragándose el jadeo sorprendido de Mason, intentando que lo envolviera con los brazos también.

"Mierda, te extraño tanto," dijo contra su boca cuando se separaron para tomar aire. Sonrió y se separó un poco para mirarlo apropiadamente, notando las bolsas oscuras debajo de sus ojos. "Has estado trabajando duro."

Mason sonrió a pesar de su expresión cansada. "No es nada que no haya esperado, todo se vuelve más tedioso mientras más cerca está la fecha de estreno de los juegos. Mi equipo ha estado trabajando horas extras en la oficina, así que apenas duermo un par de horas antes de tener que regresar." Apretó los labios con una expresión contenta. "Empezaba a preguntarme si debía solo dormir en la oficina."

"Espera, estás hablando en tiempo pasado. ¿El juego ya salió?"

"No realmente, pero nuestro trabajo está casi terminado." Lo besó suavemente con lentos movimientos pesados. "Ya no tendremos que quedarnos pasada la hora de trabajo, pero todavía tenemos que estar ahí por si el juego presenta algún problema."

Bishop frotó sus orejas calientes, sonriendo contra su mejilla mientras tomaba profundas bocanadas del aroma de Mason. "¿No puedes pedir vacaciones después de que el juego salga? Has estado trabajando duro por meses."

"Tendré una semana libre, es lo mejor que puedo conseguir. No me quejo de cualquier manera. Tenemos un nuevo proyecto que empezará desde cero, y estoy bastante emocionado por ello."

"¿Sí, de qué trata?"

Mason sonrió como un niño pequeño, ojos brillando. "Zombies. Es todo lo que sé, pero estoy dentro completamente."

Asintió comprensivamente. Mason amaba su trabajo como pocas personas podían decir, y Bishop se sentía orgulloso de él por ser un hombre tan apasionado y entregado. Acunó el rostro de Mason, sus palmas cosquilleando encima de la barba que había crecido en poco tiempo porque a diferencia de él, Mason era ligeramente velludo por lo que su barba crecía rápidamente y usualmente mantenía un rastro oscuro incluso después de rasurarse, y eso era sexy como el infierno.

"¿Tienes hambre?" él preguntó en voz baja, mirándolo con suavidad y cariño que hizo que Bishop se sintiera cálido y amado por todas partes. "Quería sorprenderte con una comida, pero llegaste más pronto de lo que pensé. No corriste en esa cosa de camino aquí, ¿verdad?"

Sonrió mientras sacudía la cabeza. "Terminé temprano. No es como que ya hayan muchas cosas por hacer porque la graduación es el viernes, así que es solo entrenamiento en su mayor parte."

"Um, sí. Conseguí un lindo traje para eso que espero que te guste." Mason sonrió con una traviesa expresión mientras se separaba de él para ir a la cocina. Bishop lo siguió de inmediato como un cachorro perdido, así de enamorado estaba de este hombre. Mason comenzó a sacar sartenes y poner a cocinar algo de carne empaquetada que parecía haber traído consigo, papas y algunos vegetales también. "¿Voy a sentarme solo? Me siento raro en eventos llenos, solo quiero saber si necesito tomar algunas pastillas para el estrés."

"Mis abuelos también irán, puedes sentarte con ellos."

"¿Sí?" Mason dejó la carne en la sartén con un delicioso sonido y un increíble aroma llenando el aire. Después se giró, brazos cruzados en el estómago y una sonrisa extraña. "No lo habías mencionado. ¿Estás seguro de que es buena idea? No nos conocemos."

"Está bien, ellos son geniales." Jugó con sus dedos mientras bajaba la cabeza. "Les he hablado de ti, así que ellos saben que estamos juntos."

"Eso es genial." Mason se aclaró la garganta con fuerza y Bishop lo miró, viendo al expresión contraída y tensa en el rostro del hombre. "Yo ni siquiera sabía de su existencia. Pensé que solo estas tú teniendo en cuenta de que jamás los mencionaste antes." Se rió sin emoción en el rostro. "De acuerdo."

Bishop se lamió los labios antes de asentir. "Hablo con ellos casi a diario, así que ellos saben sobre todo lo que pasa en mi vida." Se acercó a él y tomó sus manos, enredando sus dedos juntos. "Saben de ti desde hace mucho. Debí decirlo antes, lo siento."

"No, está bien." Mason lo miró y sonrió suavemente, su mirada era tranquila y calmada mientras sus dedos jugaban. "Entonces, ¿hay algo especial sucediendo ese día? Algo como un itinerario."

"Dijeron que llevarían a una banda, así que puedes bailar conmigo todo el tiempo que desees. Algunos presentaciones especiales del cuerpo de bomberos, nuestro capitán dirá unas palabras y luego entregarán algunas medallas." Suspiró y se encogió de hombros. "Me darán una medalla o algo así, no es la gran cosa, así que no tienes que ponerte nervioso porque vaya a dar un discurso vergonzoso."

"¿Una medalla?" Mason abrió los ojos mientras alejaba sus manos de Bishop. La mirada que le estaba dando era positivamente molesta, y le hizo preguntarse si había dicho algo malo. "Bishop... ¿por qué no me habías dicho? Esto es algo importante. ¿Tienes que dar un discurso también?"

Sacudió la cabeza, mirándolo confundido porque no podía comprender por qué Mason estaba actuando así. "No es la gran cosa," repitió. 

"Sí, sí es la maldita gran cosa." Mason tomó un tenedor y le dio la vuelta a los filetes cuando comenzó a haber algo de humo, luego lo dejó sobre el mesón de la isla y lo miró enojado. "¿Por qué no me dices estas cosas? Tu sabes todo sobre mi, lo que mis gusta, lo que odio, sobre mi pasado y mis planes para el futuro, mientras que yo apenas sé un poco sobre tu vida.  Me acabo de enterar de que tienes abuelos que llamas a diario y que has sido un estudiante sobresaliente que recibirá una maldita medalla. ¿No puedes ver por qué estoy molesto?" Su rostro comenzó a ponerse rojo y las venas de su cuello se hincharon mientras su voz subía de tono. "No sé nada sobre ti, siento... que no te conozco. ¿No confías en mi para decirme esas cosas?" Su voz bajó, un tono dolido y molesto mientras que lo miraba a los ojos. "Te he contado todo sobre mi, absolutamente todo, pero yo apenas sé quien eres."

Bishop se acercó a él, tomando sus manos. "Me conoces, mejor de lo que cualquier persona en el mundo, Mason. ¿De qué hablas?"

"No confías en mi," no era una pregunta, sino una declaración. "Pensé... pensé que teníamos ese tipo de relación. Pero veo que estuve equivocado todo el tiempo pensando solo en mi." Su rostro se cerró, un profundo ceño fruncido en su expresión. "Tal vez he sido egoísta y no soy un buen novio."

"No es así. Eres el mejor." Lo tiró a sus brazos, apretándolo con fuerza mientras su mentón descansaba sobre el hombro de Mason, meciéndolo suavemente. "Es mi culpa, solo mía. No he querido mantener secretos a propósito. Lo siento, amor." Cerró los ojos con fuerza y se forzó a sí mismo a abrirse un poco. "Pregúntame lo que sea, responderé. Lo prometo."

"Cuéntame esa historia," él dijo con voz dura.

Bishop no preguntó qué historia era de la que estaba hablando. Él lo sabía perfectamente porque fue desde esa noche cuando una tensión extraña se comenzó a construir entre ambos. Pero esa historia... esa persona lo rompió por completo.

"Yo..." aspiró una bocanada de aire y apretó a Mason contra él cuando lo sintió tensarse y comenzar a alejarse. Su corazón golpeó contra su pecho cuando se dio cuenta de que tenía más miedo de perder a Mason justo ahora que de contar esa historia que lo había perseguido por años. ¿Podría hacerlo, contarle lo que pasó y finalmente volver a su relación normal? "Es una historia triste," susurró, sin poder confiar en que su voz no se rompiera si lo decía en voz alta.

Los brazos de Mason lo envolvieron por los hombros ajustadamente, y eso fue suficiente para que pudiera respirar correctamente. "Estoy aquí para ti." Hubo un suave beso en su sien y una caricia rasposa en su mejilla. Eso no significaba que no contara la historia, era Mason diciéndole que lo sostendría si era demasiado para él. Y eso solo era más de lo que podía pedir. 

Asintió contra su hombro lentamente. Mason lo hizo ir a cambiarse de ropa y luego sentarse en el sofá mientras él terminaba con la con la comida. Si era honesto, había perdido un poco el apetito y cualquier rastro de emoción, pero tenía... carajo, tenía que ser honesto con Mason. 

Finalmente, él terminó y fue con Bishop al sofá, una taza de chocolate caliente le fue entregada. "¿Tenía chocolate en casa?" preguntó mientras la ponía en su regazo, antes de mirar a Mason sentarse justo a su lado con una piernas debajo de él.

"Compré un poco de camino. El clima comienza a ponerse frío, así que pensé que sería agradable." Mason tomó un trago de su chocolate antes de bajar su taza y poner una mano en la pierna de Bishop, ojos expectantes que definitivamente no iban a dejar que el momento se pospusiera.  "Si estás listo..."

Bishop tomó una profunda respiración antes de comenzar. "Fue antes de poder aceptar que me gustaban los hombres," murmuró. "Yo conseguí los tatuajes, entrené hasta tener músculos intentando verme tan rudo y masculino como fuera posible. Me mudé de las casa de mis abuelos para vivir por mi cuenta porque pensé que eso me ayudaría de alguna manera sin pensar que los lastimaría al irme así." Suspiró pensando en la cara de tristeza en sus rostros cuando les dijo que se iría. "Me negaba a aceptar que me se sentía atraído por hombres y comencé a salir con chicas, muchas de ellas y las llevaba a mi apartamento. Fue tanto al punto que una de ellas dijo que creía que estaba embarazada de mi." Sacudió la cabeza, recordando cómo su corazón se detuvo cuando ella le dio la noticia. "No fue cierto, su periodo solo se retrasó un poco. Pero ese fue el momento en el que dejé de buscar chicas para tener sexo cualquier noche."

Mason le dio un suave apretón en la pierna, un silencioso continúa.

"Hice muchas cosas, varios trabajos de medio tiempo en gasolineras y tiendas de comestibles después de eso, para obtener un poco de dinero y poder mantenerme ocupado, intentando alejar cualquier tipo de pensamiento gay." Se rió de sí mismo. "Claramente no funcionó, porque seguía mirando a los chicos que pasaban por el trabajo, y seguía teniendo pensamientos sucios sobre ellos." Levantó la cabeza para mirarlo, y apretó los labios. "Y visité algunos bares queer, solo por curiosidad, pero nada me llamó la atención en esos lugares. Entonces, una noche mientras trabaja en la gasolinera, este sujeto apareció."

Tomó un trago del chocolate, pensando en cómo contar lo siguiente, pero pensó que solo debía ser honesto y directo al punto.

"Empezamos a tener una relación, si puedes llamarlo así." Su mano libre se apretó en un puño. "Fue bastante normal al inicio, supongo. Salíamos y hablábamos, luego vino el sexo y nuestros problemas comenzaron ahí. Él fue quien sugirió estar abajo la primera vez, y lo ambos lo disfrutamos, o al menos eso fue lo que pensé. Pero él cambió después de eso, comenzó a decir que no se sentía bien, que cuando lo hacíamos sentía nauseas y que quería parar porque cuando era el que recibía eso lo hacía sentir como una mujer." Se humedeció los labios, tomando una profunda respiración. "Tal vez pensarías, sí, lo mejor habría sido separarnos después de que las cosas se volvieron incómodas, pero no fue así. Yo me había enamorado de él. Lo sé, tonto."

"No es tonto..."

Le dio una suave sonrisa.

"De cualquier manera, yo sugerí que dejaría que él me lo hiciera a mi porque tal vez se sentiría menos culpable si era de esa manera. Fue una mala idea. Porque después de eso, él jamás se detuvo y lo hacía cada vez más duro y sin cuidado a pesar de que le pedía que usara lubricante. Después de un tiempo me había acostumbrado a que él lo hiciera de esa manera, al dolor, así que comencé a prepararme antes de vernos porque en el momento en que nos veíamos, él quería hacerlo sin importar donde estábamos." Tragó con fuerza y envolvió las manos alrededor de la taza que ahora estaba tibia. "Comenzó a burlarse de mi, llamándome nombres despectivos. Él decía que yo era su... mujer, y que tal vez debería comenzar a usar maquillaje y lencería cuando los hacíamos, así no sentiría tanto asco de tocar a un hombre." Su voz se quebró a lo último sin poder contenerlo. Mason maldijo antes de tomar sus tazas y dejarlas sobre la mesa. Lo rodeó con sus brazos, enterrando su cabeza en el cuello. Bishop se aferró a él, sintiéndose tenso pero seguro a la vez, así que continuó. "Lo pensé muchas veces, realmente consideré hacerlo porque lo amaba y solo quería hacerlo feliz de cualquier manera posible. Ahora me alegra nunca haberlo hecho, porque descubrí que él había comenzado a verse con mujeres a pesar de haber dicho que era gay cuando él se acercó a mi primero. Eso me destrozó, sentí toda la ira y traición que jamás pensé que podía sentir, y terminamos por un tiempo donde todo fue bastante tranquilo cuando regresé al ritmo de mi vida. Pero él regresó semanas después, se disculpó diciendo que su familia lo estaba presionando para que se casara, y él se asustó y solo comenzó a llevar chicas a casa esperando que sus padres estuvieran felices."

Mason metió la mano en su cabello y comenzó a acariciarlo. Bishop cerró los ojos, inclinándose hacia su toque buscando confort.

"A pesar de que se disculpó por haberme engañado, nuestra relación nunca cambió. Él seguía siendo igual, incluso más agresivo cuando lo hacíamos, como si me odiara y ese momento era el que usaba a dejar salir todo su resentimiento contra mi. Tuve muchos moretones que fueron cubiertos por los tatuajes, pero todavía tenía algunos más por todo el cuerpo que solo podía cubrir con ropa." Empujó la nariz contra la piel caliente del cuello de Mason y aspiró con fuerza. "Conocí a mis amigos alrededor de ese tiempo, y me ayudó mucho poder hablar con otras personas sobre lo que estaba pasando. Pero cuando él se enteró de que les había contado todo, explotó contra mi, diciendo que jamás debería abrir mi maldita boca otra vez porque a nadie le importaban mis problemas. Compórtate como un hombre, fue lo que dijo antes de golpearme en el estómago con una de sus manoplas."

Mason frotó sus brazos, su voz tensa y baja. "Ya puedes parar.... no es necesario..."

Sonrió suavemente antes de sacudir la cabeza. "No, creo que me siento mejor si lo dejo salir. Lo siento si te incomoda."

"Si es lo que necesitas, entonces hazlo." Hubo un suave beso depositado en la cima de su cabeza y gentiles manos frotando su espalda con movimientos circulares. "Estoy aquí."

"Desde entonces yo solo decidí mantener mis asuntos para mi. Creo que ni siquiera había notado cuánto me afectó eso hasta ahora. Y realmente lo siento, Mason." Besó su cuello con suavidad, suspirando cuando Mason murmuró que no tenía que disculparse por nada. No lo sabía, pero se sentía correcto disculparse con él porque Mason no tenía la culpa de nada. 

"¿Qué pasó después?"

Aspiró una respiración. "Estuvimos juntos por años de alguna manera, sin apego emocional porque todo se convirtió en una relación física donde apenas hablábamos con el otro. Y todo se volvió tóxico y volátil... al punto que mis amigos llamaron a la policía cuando comenzaron a notar los golpes en mi rostro. No presenté cargos contra él, les dije que había sido una pelea en otra parte. Pero el hecho de que mis amigos estuvieran tan preocupados, fue suficiente para darme cuenta de que era hora de terminar todo. Ponerle un punto final a esa relación. Él no estaba feliz, por supuesto, se enojó mucho y comenzó a amenazarme de hacer algo estúpido si no volvía con él." Tragó con fuerza el nudo que tenía en la garganta, conteniendo el picor en sus ojos. "Para mis amigos, ese fue el fin de nuestra relación, pero para mi no lo fue. Él comenzó a buscarme al trabajo al punto que perdí el de medio tiempo en la gasolinera porque mi manager también fue amenazado por él." Aspiró lentamente antes de exhalar entre dientes. "Me negué a regresar con él por completo y solo me aparté, me mudé del lugar en donde vivía con la esperanza de que él realmente me dejara en paz."

"¿Funcionó?"

Bishop lo apretó con fuerza, limpiándose la garganta. "Mi antiguo casero me llamó una noche, y me dijo que un hombre se había suicidado en mi antiguo apartamento." Mason se tensó y Bishop solo pudo sostenerlo firmemente. "Para cuando la policía llegó al lugar, la cuerda no había soportado el peso y había caído al suelo en un charco de sangre." Cerró los ojos con fuerza, apretando los dientes tanto que su mandíbula dolió. "Encontraron una marca hecha con navaja en su brazo que decía te amo, B. Y eso... eso..."

"No, es suficiente." Mason suspiró con fuerza, inclinándose sobre él para rodearlo con los brazos y levantar su cabeza. Bishop parpadeó lentamente, ignorando el hecho de que sus ojos estaban húmedos y apenas podía ver a Mason claramente. "Jamás debí preguntar, no quería que recordaras algo así. Lo siento, es mi culpa."

"No es tu culpa," dijo, su voz se quebró. "Eres lo mejor que me ha pasado en la vida, y te amo tanto. Estoy agradecido todos los días por tenerte a mi lado, Mason."

Los ojos de Mason estaban húmedos también, se dio cuenta un momento después. "No tuviste la culpa de nada. ¿Lo entiendes? Fuiste abusado, eres la única víctima."

"Pude ayudarlo," dijo al tiempo que las lágrimas caían por sus mejillas. "Debí hacerlo ir a terapia, no solo huir, quizás hablar con sus padres..."

"Jamás habría funcionado. Él no quería otra cosa más que controlarte y mantenerte como una posesión sin cambiar nada más en su vida." Mason frotó su mejilla con la mano, limpiando las lágrimas con suavidad. "Eras mucho más que eso. Merecías ser tratado con respeto y amor."

Bishop tragó y asintió lentamente. "No quiero que algo igual te pase, ni a ti ni a nadie. Después de lo que pasó, yo solo me aislé, y me dije que jamás volvería a involucrarme con alguien emocionalmente otra vez. Pero no pude evitarlo cuando te vi." Acunó su mejilla y lo besó en los labios con suavidad, con el salado sabor de las lágrimas en la boca. "Sabía que quería protegerte cuando te vi con esa mirada solitaria y perdida, no podía solo dejarte así porque jamás me lo perdonaría. Jamás podría vivir sabiendo que podrías terminar de la misma manera... Debí ser honesto contigo desde el inicio, pero creo que una parte de mi todavía sigue atascada en el pasado." Frotó su mejilla con suavidad, viéndolo a los ojos directamente. "No lo haré otra vez, te lo diré todo."

"No tienes que contarme todos tus secretos, a menos que estés cómodo con ello, no porque te sientas obligado a hacerlo." Mason le dio una suave sonrisa gentil. "Pero quiero saber todo lo que quieras decirme, todos las cosas que te apasionan, quiero saber de todos tus logros, y los que estoy seguro, están por venir." Presionó sus frentes juntas y suspiró. "Yo también te lo diré todo."

Bishop se rió, sintiendo el pecho agitado y las entrañas cálidas mientras frotaba su rostro contra el de Mason. "¿Es demasiado pronto? Creo que quiero casarme contigo, Mason."

Mason lo besó, profundo y lento, perfecto, justo como lo necesitaba en este momento.

"Aceptaría sin pensarlo dos veces," él respondió después del beso, mirándolo fijamente con una hermosa sonrisa llena de sinceridad y algo de vergüenza. "Te amo así de mucho."

"Nos hemos conocido por un poco más de medio año," murmuró con diversión. "Tu madre me va a matar."

Mason se rió y tocó su mejilla con un dedo. "Nah, estoy segura de que se hace una idea de que estamos juntos. Cuando llama pregunta por ti y dejó de decirme que encontrara una novia desde hace meses. Así que fue eso u Olivia le dijo algo. De cualquier forma, ella te quiere, quizás incluso más que a mi. Va a estar bien."

"Tal vez debemos enfocarnos en el presente por ahora." Sonrió hacia él. "Y si todavía estás interesado más tarde, podemos ver anillos de compromiso en línea."

"Estoy de acuerdo contigo." Mason lo besó otra vez, más suave y tierno, tan dulce que su pecho burbujeó cálidamente. "Si estás bien, podemos cenar, o quizás solo quieres descansar..."

Bishop lo miró fijamente, labios presionados. "No quiero que esa historia te haga verme de una manera diferente, solo quería que lo supieras porque era importante para que nuestra relación no se sintiera ligada a algo que está atrás. No me afecta, ya no lo hace. Y sí, es una historia triste, pero está en el pasado. Y tú eres mi presente y mi futuro, y lo único que existe en mi mente ahora."

Mason sonrió suavemente antes de asentir con una expresión cálida. Se puso de pie y le tendió una mano. "Entonces, acompáñame a cenar. Conseguí algo de vino también."

Se levantó, siguiéndolo hacia la cocina, entrelazando sus dedos juntos. "Solo un sorbo, tengo que ir a la Academia mañana por un momento."

"Lo prometo, solo un poco."

Durante la cena, Bishop hizo su mejor esfuerzo por contarle a Mason todo lo que no le había dicho sobre su vida, todos los detalles que había estado manteniendo para sí mismo. Ya no sentía la necesidad de mantenerlos en secreto, solo los dijo y contó sobre sus abuelos, sobre el resto de su familia, y se sintió genial. Se sintió conectado a Mason de una manera que no había sentido antes, y fue asombroso.

De alguna manera, Mason lo convenció de que preparara un pequeño discurso porque era un logro importante para él, y estaba orgulloso de Bishop, y quería verlo todo avergonzado y nervioso en el podio.

El viernes llegó más rápido de lo que pudo imaginar, sus palmas estaban sudorosas mientras la asistente de evento hablaba con él, diciéndole en qué momento ir al podio y dar su discurso. Fue tan raro tener todos esos ojos sobre él, casi como una sensación vacía en el estómago como si estuviera en un barco en aguas turbulentas. No fue hasta que se encontró a un par de ojos familiares y llenos de orgullo en la multitud que se sintió más cómodo y seguro de sus propias palabras.

Fue como un sueño, pero fue perfecto y real.


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