Ji-Tae se quedó sentado a un lado de la cama mirando al chico con cabello rosa dormir plácidamente en una almohada que le colocó en cambio de su brazo cuando tuvo que ir al baño. Tenía los labios rellenos separados, soltando suaves sonidos. No estaba usando una camiseta, por lo que sus hombros y pecho estaban completamente desnudos y fue suficiente para hacerle avergonzar y sentir el rostro rojo, recordando las cosas que habían hecho la noche anterior.

Nunca en su vida creyó sentirse tan bien haciendo algo así. Siempre pensó en ello como algo que los demás hacían y él no, y estaba bien así. Pero Rex quizás había despertado algo dentro de él, algo más oscuro y codicioso.

Dejando a un lado que ellos... um, bueno, hicieron eso. 

Estaban saliendo.

Un suspiro tembloroso se le escapó mientras se preguntaba si había aceptado demasiado pronto sin arreglar sus problemas personales primero. Pero ayer... cuando se veía tan feliz y orgulloso, Ji-Tae no pudo contradecirlo ni cambiar sus palabras y solo lo aceptó con los ojos cerrados, aunque le pateara el trasero más tarde.

Por el otro lado, no había forma en que pudiera soltar una respuesta negativa cuando su interior era un desastre y su tigre estaba volviéndose loco mientras más lo sostenía y más cerca estaban. 

Nunca en su vida había querido marcar a alguien tanto como lo hizo anoche.

Y eso lo sacudió con un pensamiento que casi no lo dejó dormir.

Se levantó del colchón con cuidado y fue a la sala para llamar a su alfa.

Se cubrió el rostro con el brazo y escuchó el teléfono sonar hasta que Ian contestó. 

"Otra vez, tus padres no han venido aquí."

Suspiró. "Solo necesito asegurarme," dijo pero no era lo que quería preguntar. "Oye, Ian..."

"¿Sí?"

"¿Cómo... cómo sabías que Theo era tu compañero?"

"¿Hm? ¿Cómo lo supe? Bueno... Conocí a Theo dos veces. La primera vez que lo vi solo era el lindo sobrino de Ryder que estaba de paso porque tuvieron problemas en la manada de su familia, y era alguien completamente distinto a quien es ahora. En ese momento, Theo era pequeño, delgado, desaliñado y olía como lo más delicioso en el mundo. Fue difícil no darle una mordida en ese momento." Se rió con el recuerdo y Ji-Tae hizo una mueca. No necesitaba los detalles más sórdidos. Su alfa continuó. "Nunca sentí que mi tigre me empujara cerca de una persona con tantas ganas como lo hizo al ver a Theo. Supongo que fue el primer indicativo. También me sentí sobreprotector hacia él, y quería asegurarme de que estuviera bien por cualquier medio. Y luego se fue. Estaba tan vacío en todo ese tiempo que no me sentí como yo mismo y fue cuando tuve el accidente. Theo volvió a aparecer una segunda vez como el hombre que es hoy en día y mis sentimientos seguían siendo los mismos, solo que más fuertes, más posesivos, más llenos de ansias de tenerlo conmigo. Lo que sientes cuando encuentras a esa persona hará que experimentes muchas cosas por primera vez y será intoxicante, pero nunca te cansarás de ellos. Siempre querrás más." Lo escuchó suspirar. "Es la mejor manera en que puedo explicarlo. Los demás chicos quizás hayan experimentado algo distinto."

Primeras veces, ¿huh?

Se golpeó la frente con la mano repetidas veces.

Estaba tan jodido.

Rex era su compañero, ¿cierto?

Olvidó que no había cerrado la llamada cuando soltó gruñidos e Ian tarareó del otro lado. 

"¿Alguna razón en particular para preguntar?"

"No..."

"Ji-Tae."

Su rostro se calentó y él se sentó de repente, tirando de su cabello. "T-te diré más tarde. Por ahora no es nada, ¿okey? Por favor, no le digas a los demás."

La risa de su alfa solo le hizo sentir más apenado. Quería cavar un agujero en el suelo y quedarse ahí para siempre.

"No les diré nada. Pero quiero que sepas que si es así, entonces estoy feliz por ti. Te mereces esto. Cuando estés listo, trae a esa persona a casa, ¿sí? Me gustaría conocerla."

Llevar a Rex a conocer a ese montón de animales. Ya tenía un dolor de cabeza con solo imaginárselo, y el escándalo que harían cuando llevara a su primera pareja. Sería demasiado incómodo para todos, así que podían seguir posponiendo eso.

"Iré a casa pronto," murmuró antes de levantar la cabeza cuando los pasos arrastrados se escucharon cerca de él. Vio a Rex caminar con los ojos entrecerrados y una mano en el cabello. Se dejó caer a su lado en el sofá, las piernas encima del brazo del sofá y la cabeza sobre las piernas de Ji-Tae. Se acurrucó contra él y cerró los ojos. Sintió que su boca se estiraba con una pequeña sonrisa y pasó la mano libre por el suave cabello de algodón de azúcar. "Dime si tienen algo sobre los robos."

"Por ahora no hay nada. Ninguna motocicleta del pueblo coincidía con las marcas de la que usaron en el primer robo, así que Coker y Ford están en cero. Tampoco ha ocurrido nada nuevo. Quizás solo eran tipos de ciudad buscando causar problemas."

Lenta y perezosamente, Rex abrió los ojos y lo miró fijamente. Sus mejillas hinchadas de dormir estaba sonrojadas y lindas. Las frotó con los nudillos.

"Sí, tal vez."

"¿Estoy interrumpiendo?"

Parpadeó, sosteniendo el teléfono con fuerza. "No. T-te llamaré después."

Cerró antes de escucharlo responder con una risa y lanzó el teléfono a un lado. Rex levantó una ceja. "¿Está todo bien?"

"Sí," dijo con el rostro caliente. "Solo era mi alfa."

"¿Alfa? Ah, entiendo. Es tu líder." Rex se sentó a su lado y se estiró antes de voltear el rostro hacia él. "¿Irás a casa?"

"Debería hacerlo."

Había estado fuera por demasiado tiempo. Ian dijo que sus padres seguían sin aparecer y tampoco lo contactaron a él, lo que era muy extraño y no le hacía sentir bien.

"¿Hoy?" Sus ojos miel estaban grandes y rogándole que no se fuera. Ji-Tae no había visto ojos tan grandes antes. Se acercó a él, envolviendo los brazos alrededor del suyo. "¿Podemos hacer algo antes de que te vayas?"

¿Cómo podía negarse? Se apartó el cabello de la frente con un suspiro y lo miró a los ojos. "¿Qué tienes planeado?"

Su sonrisa fue suficiente para hacerle sentir como un tonto que aceptaría cualquier cosa que le dijera. Así es como veía a Evan, Grayson e Ian, como tontos que besaban los pies de sus compañeros. Entonces no tenía dudas de que se había encontrado a su compañero también y aunque no era la mejor persona para hacer feliz a alguien más, no le quedaba nada más que intentarlo.

Incluso si eso lo destrozaba de todos lados.

***

Rex entró al club después de estacionar su viejo auto afuera. Tal vez no era el mejor, pero funcionaba como tenía que hacerlo. 

Ji-Tae se ofreció dulcemente a dejarlo en el trabajo antes de irse a su casa, pero Rex se negó con el corazón acelerado. 

Quizás estaban comenzando lentamente a construir una relación, pero Rex no podía decirle dónde trabajaba, lo que era jodidamente gracioso porque nunca antes lo ocultó de nadie. No era una prostituta, no se vendía por dinero, solo salía con quienes quería y el club respetaba las decisiones de los bailarines. 

Era un bailarín y lo amaba, cada segundo en el escenario hacía que su cuerpo se sintiera con vida y su mente se liberara de cualquier tensión. Era la mejor terapia. 

Y quizás no estaba mintiendo, pero ocultarle esto a Ji-Tae se sentía igual de mal.

Estaba seguro de que no iba a tomárselo bien. Quizás no estaba de acuerdo con las vistas conservadoras de sus padres, pero esas palabras que escuchó por tantos años que le habían hecho daño también pudieron hacerlo ver algunas cosas de otra manera. 

Quería encontrar el momento correcto para decirle.

Se dirigió directamente hacia detrás del escenario cuando alguien salió vestido con un abrigo y capucha. La persona le golpeó el hombro al pasar a su lado, haciendo que se lastimara la cadera contra una mesa. Su hombro palpitó y él miró a la persona salir con pasos largos.

"¿Estás aquí? Es temprano." Se giró a ver a Jess y ella le sonrió. "¿Viniste a invitarme a cenar?"

"No lo creo a menos que quieras verme con una barriguita." Se frotó el hombro y señaló hacia la salida. "¿Quién era?"

"Ah, ¿lo viste? Era Trey, pasó por un último pago." La mujer lo acompañó detrás del escenario con un suspiro cansado. "Legalmente, tenía que pagarle su último cheque y lo quería en efectivo. ¿Te dijo algo?"

Mierda. 

Rex se frotó el cuello, apartando la mirada. "No dijo nada. Solo parecía sospechoso."

"Lo sé. No me dijo mucho tampoco, pero claramente está pasando por un mal momento. Bueno, no puedo sentirme muy mal por él después de lo que hizo."

Cuando el acosador de Gabe había estado en todas partes molestándolo antes de que lo atraparan, había estado por aquí. Rex solo tuvo la suerte de escuchar a Trey dándole la dirección del lugar de Gabe al extraño hombre. Su odio por Gabe nunca lo escondió, pero Rex no creyó que llegaría tan bajo.

Entonces cuando las cosas se pusieron realmente peligrosas para Gabe... Rex le dijo a Jess lo que había escuchado y ella no dudó en despedirlo.

Había hecho lo correcto, pero ser un soplón se sentía terrible.

Trey no su pudo haber enterado de que él fue quien habló, ¿cierto?

Ni siquiera Gabe lo sabía.

"El vestuario está atrás, puedes esperar a que los demás lleguen antes de alistarte. O puedes tomar una siesta."

Lanzó su mochila al suelo y se tiró sobre un montón de colchones. "Siesta será."

La puerta se cerró con un suave sonido y él cerró los ojos un momento antes de buscar su teléfono y enviarle un mensaje a Ji-Tae.

Rex: ¿Llegaste a casa?

No tardó más de un minuto en responder: Acabo de llegar. ¿Estás en el trabajo?

Rex: Sí. Solo espero mi turno.

Ji-Tae: De acuerdo.

Se masticó el labio pensativamente antes de volver a escribir: Te avisaré cuando llegue a casa otra vez.

Ji-Tae: Eso me gustaría. Por favor, hazlo. No importa la hora.

Sonrió tontamente a la pantalla. Gracias.

La puerta se abrió de pronto y Jess se encontró con sus ojos al instante antes de levantar las cejas y mientras que su boca se estiraba. "¿Qué hacías?" Tomó un montón de ropa del rack con ganchos e hizo una cara molesta. Rex se sonrojó, apartando la mirada. "¿Acaso te encontraste una cosa sexy?"

"Algo así."

Los ojos de la mujer se iluminaron. "¿En serio?" Y de pronto se puso seria. "¿Y es bueno? Lidiaré con cualquier idiota que te haga pasar un mal rato, lo sabes."

Se rió, pensando el caballero que Ji-Tae era. "No es nada como los anteriores, este es un hombre real. Es encantador, es caballeroso, es calmado, incluso su voz ronca y tranquila es sexy." Su pene era una maravilla y el resto de su cuerpo una locura. La piel se le erizó solo con recordarlo. Suspiró soñadoramente. "Realmente me gusta y estamos empezando lentamente. Creo que es el indicado."

"Necesito verlo con mis propios ojos." Jess le sonrió con cariño. "Pero me alegra por ti. Si es posible, y si las cosas van bien, los invitaré un fin de semana a mi casa."

"Gracias, Jess. Se lo diré."

Los chicos llegaron justo después de despertarse de su siesta y comenzaron a prepararse para el show. Fue una noche tranquila, y a los chicos que se le acercaron después de terminar las canciones, los rechazó amablemente con suficiente firmeza para que dejaran de insistir pero bastante dulce para que quisieran regresar otra vez. El negocio necesitaba gente así y los generosos con las propinas eran más agradables que los que no dejaban un centavo. 

Le envió un mensaje a Ji-Tae cuando llegó a casa, a su vacío apartamento que se sentía diez veces más grande de lo normal, y no esperaba realmente una respuesta por la hora (eran pasadas de las cinco de la madrugada). Pero la obtuvo.

Ji-Tae envió un pulgar levantado y un: Descansa. Te llamaré más tarde.

Conservó una sonrisa en el rostro mientras se quedaba dormido en el sofá. 

***

Se sentó en la mesa al lado de Grayson. Coker, Ian y Ryder hablaban delante de ellos. Logan y Heath estaban de pie detrás de Ryder, escuchando atentamente la conversación.

Coker los llamó para hablar algunas cosas del caso de los robos a su casa.

Ji-Tae pensaba que se veía paranoico, mostrándoles fotos y documentos, pero con todo lo que el hombre tenía que hacer por su cuenta, parecía suficientemente cuerdo hasta ahora.

Ryder se frotó el rostro con cansancio, mirando el documento frente a él. "¿La señora Dupond dijo que su computadora no fue lo único que se llevaron?" El oso frunció el ceño. "¿Sus discos duros también?"

"¿Qué tenía en esos discos?" Ian se reclinó a la silla haciendo a Ryder gruñir. cuando ambos se hicieron hacia atrás, casi cayendo. Ian solo apretó los labios y miró a Coker directamente, quien parecía demasiado cansado para sus payasadas. "¿Información personal?"

Coker se pasó la mano por la mejilla con barba, sus ojeras crecían más largas cada vez que lo veía. "No quiso decirnos," murmuró lentamente. "Lo que me hace preocuparme aún más por todo esto. Pude ver en sus ojos que sabía exactamente lo que tenía en los discos, pero solo dijo que no recordaba. ¿Por qué está escondiendo algo así? Sea lo que sea, podemos ayudarle a recuperarlo, pero..."

Ian entrecerró los ojos. "¿Sabemos qué hacía antes de jubilarse?"

"Tenía un trabajo de oficina, nada novedoso."

La mirada de Ryder se hizo más aguda.

"¿Y trabajaba para quién?"

Coker solo se rió sonando tan cuerdo como una cabra. "Le preguntaría pero podría mentirme otra vez, entonces debería investigarla, pero se supone que investigo sobre el robo. ¿Cuándo quieres apostar que la anciana me va a dar una bofetada?"

Grayson se rió a su lado, al igual que los demás osos. Ji-Tae también lo encontró divertido, pero era un problema para el caso. 

"Pero se puede investigar sin que ella lo sepa." Ryder se apoyó en la mesa, dándole una mirada a Coker. "Tengo a alguien que puede ayudar."

"Realmente quiero hacer eso, pero no puedo. Esta investigación está siendo coordinada por Ford, porque se supone que solo era un robo simple hacia humanos ancianos. Involucrar a personas alejadas del caso para investigar la privacidad de las personas es demasiado peligroso. Escucha..." La pantera golpeó el brazo en la mesa sin fuerza. "No puedo perder la confianza de Ford, es el único a quien tengo para tratar con las cosas humanas cuando estoy demasiado ocupado trabajando en problemas de shifters. Y el hombre es genial, sabe hacer su trabajo. Déjenme hacer esto de la manera legal, ¿sí?" Suspiró largo y pesado. "Solo si no funciona o si encontramos algo extraño, entonces... tal vez pida su ayuda. Por ahora sigan manteniendo un ojo en los residentes, por favor. Les agradecería tremendamente eso."

Ambos alfas asintieron. "Como prefieras."

"¿Qué hay sobre el señor Jansen y el robo en su biblioteca?"

"Su hija dice que no puede encontrar lo que robaron después de que la biblioteca fuera hecha un desastre. Esperaremos hasta que nos llamen, pero hasta ahora no tenemos nada." Se levantó de la silla con la mirada en otra dirección. Ji-Tae vio a un chico más delgado acercarse a ellos con una bandeja llena de comida. Nunca lo había visto. Delgado, delicado y con un toque agraciado en él. El chicos les regaló una sonrisa amable a todos. "Para los que no lo conoce, él es mi hermano, Scott. También es un shifter."

Scott se adelantó cuando su hermano tomó la bandeja de sus manos, y con las demás detrás de la espalda los observó. "Un placer conocerlos. Espero que sean lindos conmigo."

Los chicos sonrieron hacia él con amabilidad y nada más. Todos los hombres que estaban aquí, excepto Coker, estaban en una relación. Los colgarían de las bolas si intentaban coquetear por ahí, mucho menos con el hermano de Coker.

Ji-Tae se rió para sí mismo sabiendo que si fuera otra situación, todos ellos estarían encima de él.

Grayson le do un empujón en el hombro más tarde, después de terminar de comer y mientras bebían cerveza. Todos estaban sentados en un círculo alrededor de una fogata. Le lanzó una mirada.

"¿No te parece lindo?" Grayson señaló a Scott que hablaba animadamente con un muy tenso Logan. "Eres el único libre por aquí, ¿por qué no le hablas?"

"No estoy interesado," murmuró con fastidio. Y quizás no estaba libre de verdad, pero eso no se lo iba a decir. Levantó una ceja hacia su amigo. "¿Te parece lindo a ti?"

Grayson apretó los labios, mirándolo fijamente. Sí, exacto. Esa era la reacción que esperaba. Se rió en su cara y el tigre volvió a empujarlo. 

"Sabes a lo que me refiero. Lewis es todo para mi, es el único para mis ojos. Solo digo que Scott tiene una apariencia..." Se detuvo en seco y pensó por un largo rato con una mirada lejana. ¿Quién era este hombre con correa en el cuello? Lewis había hecho un muy buen trabajo en él. Era impresionante. Luego suspiró y se apoyó en sus rodillas. "De cualquier manera, deberías al menos hablarle. Es un shifter, podrías llevarlo a casa a pasar el rato. Sin compromisos."

"Sabes que no es lo mío." Odiaba que insistieran en eso. No todos pensaban tan libremente como ellos. Grayson hizo un puchero. "¿Puedes dejarlo así?"

"Está bien." El tigre suspiró. "Es solo que detesto verlos solos cuando cenamos juntos. Me hace sentir mal."

"¿Michael y yo?"

"Sí. Tal vez no somos tan cercanos, pero les deseo lo mejor a ambos. Pero respetaré tus palabras y dejaré de insistir."

Más tarde cuando la reunión terminó y ellos estaban caminando a la camioneta, Scott se les acercó. Por supuesto, se detuvo primero en Grayson. 

"Solo por curiosidad..."

Grayson se cubrió el pecho con las manos en una equis y le dio una sonrisa pequeña. "Lo siento, estoy en una feliz relación con un lobo muy territorial." Le lanzó una mirada a Ji-Tae sin decir nada, pero fue suficiente para que los ojos celestes de Scott se posaran sobre él, causándole escalofríos. Grayson tomó un largo paso y señaló a donde estaba Ian. "Yo... tengo que irme. Nos vemos después."

Scott se rió con suavidad, brazos detrás de la espalda antes de girarse a verlo. Ji-Tae casi dio un paso atrás, pero sería demasiado extraño, así que solo lo miró.

"¿Finalmente encontré a uno soltero?" Scott le lanzó una sonrisa coqueta. "Para ser un montón, ustedes están casi todos emparejados. ¿Tu nombre es Ryou?"

Pero quién...

Se guardó el gruñido y le lanzó una mirada a Grayson que se escondía detrás de Ian. 

Volteó a ver a Scott, quien seguía esperando una respuesta, y exhaló entre dientes. "Lo siento. Mi nombre es Ji-Tae, y no..." No podía ser demasiado cruel con él por ser hermano de Coker. Si dejaba a su hermano menor llorando, el policía le daría una bala en un pie. Tragó pesadamente. "Realmente no estoy soltero." No era una mentira. ¿Cierto? Salir con alguien significaba tener una relación. ¿No? "Estoy viendo a alguien justo ahora."

"Ah, entiendo. Es una pena, pero supongo que esa persona es la que gana. Eres muy apuesto."

Se sonrojó y apartó la mirada. "Gracias. T-tú también." Odiaba los halagos, pero su cuerpo actuaba por inercia. Especialmente porque este era un omega. Un omega como Gabe y Ji-Tae era débil ante ellos. Carraspeó, sintiéndose pesado por dentro y con ganas de hablar con Rex. "Espero que tengas más suerte."

"Ah, eso dicen todos. Pero Andrew suele asustarlos." Andrew era el nombre de Coker. Con una mirada vencida, Scott le sonrió por última vez. "De todas formas, fue un placer conocerte también..."

"Puedes llamarme como quieras."

"Bien, Ryou, nos vemos."

"Adiós."

Ian se subió en el lado del conductor, lo que dejó a Grayson desprotegido. Antes de que lograra subirse a la camioneta, Ji-Tae envolvió el brazo alrededor de su cuello y luchó con él para lanzarlo al piso, pero el hombre tenía tanta fuerza como él y se mantuvo de pie, gruñendo y luchando.

El claxon de la camioneta los hizo detenerse. Ian suspiró. "Fue suficiente. Suban al auto."

"Idiota," murmuró entre dientes antes de subirse.

Grayson subió adelante, frotándose el cuello. "Tienes que relajarte un poco." Avanzaron en el auto y minutos después, él se giró para mirarlo con sus estúpidos ojos grandes. Le gruñó. "¿Estás saliendo con alguien? Te escuchamos."

Ian lo miró por el espejo retrovisor y asintió lentamente.

Ji-Tae se maldijo internamente. Carajo. Se frotó la frente con fuerza, gruñendo.

"¿Tuvo que escucharlo el más bocón?"

Grayson se quejó. "En serio..."

"Solo cierra la boca."

"Hey, si hubieras sido honesto conmigo, jamás lo habría lanzado en tu dirección. Esto es genial." El tigre estiró el puño hacia atrás con una estúpida sonrisa. "Me alegra por ti, hermano."

Con el rostro caliente, chocó puños y se cruzó de brazos. "Sigues siendo un idiota."

"Lo sé. Eso es lo mío." Se señaló la cabeza. "Lewis es el cerebro, yo soy la fuerza."

Se rió cuando él se sentó correctamente. 

Rex probablemente se pondría feliz si él le contaba que sus amigos ya lo sabían. ¿Debería traerlo de visita?

Recostó la cabeza a la ventana y miró su teléfono. Rex le dijo que estaba en casa de su jefa ayudándola con algo, y que lo extrañaba terriblemente.

Dios.

Su interior se calentó y la urgencia de verlo le hizo casi imposible respirar. 

Quería ir a verlo.

*       *

Ian vio a los chicos entrar a la casa entre bromas y se quedó atrás, cerca de la camioneta hasta que la puerta frontal se cerró.

Miró los mensajes en su teléfono y apretó los dientes.

Byakko bufó. "¿Quién se creen que son?"

"Bueno, son algo antiguos para estos tiempos modernos." Miró alrededor mientras hablaba en voz alta con su ser interior. "Deben tener casi mil años. Han vivido recluidos en las montañas como animales salvajes, pero tienen teléfonos y son muy molestos con ello."

Le había mentido a Ryou.

Sus padres sí vinieron al día siguiente como lo dijo, pero Ian no tenía la paciencia para tratar con ellos cuando llegaron aquí exigiendo ver a su hijo o empezarían una pelea. Sus chicos estaban en casa. El bebé Jo también al igual su sobrino, lo que hizo inaceptable soportar su comportamiento cuando él les había dado la bienvenida a la manada cuando trajeron a Ryou para que se formara como un hombre de verdad cuando el chico tenía no más de quince años y parecía aterrorizado del mundo. Ian lo acogió en su pequeña manada solo para separarlo de ellos de alguna manera.

Venir a su casa a causar un escándalo cuando claramente no veía a su hijo como una persona real, como solo su marioneta que comenzaba a revelarse, sobrepasó sus límites, así que les prohibió regresar aquí o contactar a Ryou si no querían ser echados de las montañas. Los cazaría hasta que huyeran si era necesario para que lo dejaran en paz.

"No he visto un matrimonio arreglado desde hace mucho tiempo," Byakko habló con un aire nostálgico como si pensara en el pasado. "Y los pocos que presencié no terminaron bien. Se odiaban a muerte y eran miserables hasta el último de sus alientos."

"No me hace sentir mejor," Ian exhaló.

Los mensajes seguían exigiendo que les devolviera a su hijo.

Sí...

Ian no iba a hacer eso.

Ryou era más que una pertenencia, era familia. Y no iba a perder una parte de su familia porque sus padres eran unos anticuados idiotas. 

Ryou merecía encontrar a esa persona por su cuenta, y al parecer ya la había encontrado. Esperaba lo mejor para él, pero temía que sus padres arruinaran esto con su insistencia y que Ryou terminara cediendo solo para evitar problemas.

"Es un buen chico," Byakko murmuró. "Es mi favorito."

Ian frunció el ceño, comenzando a caminar a la casa. "No puedes tener un hijo un favorito. ¿Puedes pensar en qué hacer? No puedo dejarlo irse con sus padres. Si encontró a su compañero, entonces..."

"Lo sé. Pensaremos en algo. Por ahora, tienes que hacer que se vaya de aquí." Entró a la casa y miró a los chicos conversando en la cocina tranquilamente. Justo como debería ser. Ian sonrió hacia ellos con el corazón lleno. "Lo mejor para él es que no esté alrededor hasta que veamos qué hacer con sus padres."

Suspiró pesadamente. "Lo sé."

Entonces lo mandó de vacaciones. Como 'tiempo de calidad para conocer a su compañero'.

Funcionó.

***

Holaaa!!

Feliz inicio de año para todos nosotros 🥳

Hagamos que sea uno productivo y que lo disfrutemos de la mejor manera. Espero que realmente sea así para todos. Estoy siempre agradecida por el apoyo y sus lindos mensajes. Continuemos este universo 😎

Nos leemos pronto... xx