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•Capítulo 35•


-Sala de reuniones del hotel-


Raymond...


El gorila junto con el jaguar habían ido a la sala de reuniones a paso acelerado, preocupados de que fueran a llegar tarde al llamado del jefe, que fueran a ser los últimos en llegar y llevarse una reprenda, ya que si, se pueden divertir pero también estar al tanto y no olvidar que están principalmente por la competencia y que el tiempo debe de ser aprovechado al máximo.

Más ahora que había perdido tiempo valioso, casi un día debido al vuelo, era momento de que se hiciera lo posible para recuperar lo que se pudiera en el tiempo que quedaba antes de que comenzara todo.

Cuando Ray y Stef llegaron a la entrada de la sala de reuniones, abrieron lentamente la puerta, revelando que no eran los últimos, pero que ya había compañeros sentados esperando a la llegada de los demás, el señor Iván estaba en el extremo leyendo unos documentos en silencio, así que entraron sin más llamando la atención de los que estaban presentes y del gran jefe.

-Qué bueno que llegaron, bien puedan siéntense, estamos esperando a los demás, o si no en cinco minutos comenzaremos sin ellos.- El tono en el que hablo el león fue neutro, serio y conciso.

Ray y Stef tomaron asientos uno al lado del otro a la espera de que los que faltaban llegaran, al parecer no fueron los únicos que se dispersaron en su llegada por tratar de conocer y disfrutar.

Así fue el tiempo, esos cinco minutos pasaron y ya estaban casi todos, llegaron en fila tomando asiento en los puestos que faltaban por llenar... El gran jefe miro su reloj y se paró de su silla.

-Que no se vuelva a repetir... Sé que el deseo de disfrutar es enorme, pero en estos momentos hay una prioridad...- Cuando dijo el gorila de inmediato pensó en el felino, la escena en su cabeza cuando Dylan se lo mencionó.

Quitó ese pensamiento por estos momentos para poner su atención en la reunión y escuchar al jefe.

-Ya hemos perdido un día debido a lo que sucedió con el vuelo, debemos de hacer lo mejor para recuperar ese tiempo, así que debemos que comenzar los entrenamientos y preparativos.- Dijo el león para tomar un papel entre todos los que tenía sobre la mesa. -Los reuní porque según las indicaciones de la federación, tenemos el tercer turno para pruebas en pista, el primer equipo fue ayer, el segundo en estos momentos se encuentra en la pista, tenemos el horario de mañana a primera hora... Así que quiero que lo que resta del día se prepare todo para mañana por favor.- Dijo el jefe recogiendo sus papeles y maleta, dispuesto a dar final a todo.

-Se viene una dura competencia y los quiero a todos en buen estado y preparados, así que comencemos aprovechemos el tiempo que tenemos ahora.- Dijo dando a entender la orden, haciendo que todos comenzarán a levantaste de las sillas y saliendo directo a prepararse.

Ray y Stef salieron juntos, dándose una mirada, ambos asintieron y fueron a prepararse rápidamente, es momento de hacer realidad dicha prioridad y venir a lo que deben.

Ray caminó animado y determinado, volviendo a tener ese recuerdo de Dylan diciéndole sobre la prioridad, en parte se sentía tranquilo...

Pero también un poco mal y apenado con el felino.

-Más tarde ese mismo día-

Dylan...

La pantera la pasó de maravilla aun sin la compañía del gorila, junto con Joshua y Gali visitaron, conocieron, se divirtieron en gran medida, les rindió demasiado el día, ooh y sin olvidar que también comieron como si no hubiera un mañana, probando todas las delicias que ofrecía dicho país en la culinaria, fue todo de digno recuerdo.

En estos momentos el atardecer era hermoso, con dicha vista hacia el mar, en esa costa haciendo que el resplandor naranja producto del sol escondiéndose poco a poco tenia hipnotizado a Dylan, quien se encontraba en el piso más alto del hotel, una plaza con piscina y miradores, junto con el dónde estaba sentado su libreta, dicha famosa libreta a la cual el viento estaba jugando con la hojas haciendo que fueran bailando suavemente.

El felino había terminado de escribir dichos recuerdos y de pegar fotos de todo lo que han hecho solo este día recién llegados.

Solo que le hubiera gustado que ese relato y fotos tuviera más fotos con el gorila... Bueno, que se puede hacer, prioridades.

Poco a poco el sol se fue ocultando hasta que el tono anaranjado se dispersó dejando la noche a su paso, con esto el felino tomó su libreta y camino hacia el ascensor, dispuesto a ir a la habitación, el sueño ya le estaba empezando a atacar y eso que aún era temprano, así que mejor estar ya acostado en la cama por si se dejaba llevar por Morfeo.

Ya en su habitación, fue al baño, se dio su buena ducha, quedándose solamente en ropa interior y una camisilla se acostó, ya había visto en la otra parte del cuarto y Joshua ya estaba profundamente dormido y arropado...

Ahora solamente falta...

-¿A qué horas llegará?- Dijo al aire el felino, tomando su teléfono para darle respuesta a su pregunta.

Envió el mensaje con la pregunta, pero no hubo contestación, la última conexión de Ray fue hace ya casi 4 horas según lo que mostraba el chat.

Dylan dejo su teléfono en la mesita y volvió a acostarse, de ladito mirando a través del enorme ventanal hacia el balcón, viendo la hermosa noche, en silenció, como si eso ayudara a que el gorila llegara mas rápido, que Ray abriera esa puerta y poder recibirlo...

*Click*

Oh dios... El sonido soñado.

Con eso fue suficiente para que Dylan girara y fijara sus ojos en la puerta que lentamente se fue abriendo, dejando ver a esa imponente figura de su pareja entrando a la habitación a paso lento, ya que el gorila se había percatado de las luces apagadas, la hora y el silencio, solo que no contó con que Dylan estaba más que pendiente así sus ojos estuvieran batallando para cerrarse contra su voluntad.

Claro que cuando el gorila se percató de que el felino estaba mirándolo atentamente sentado en la cama y rodeado de esa tenue luz de la luna, se le hizo una escena tierna, una vista muy bonita, eso le hizo sentir a Ray un sentimiento hogareño que hace años no se había dado la oportunidad de experimentar...

El de alguien esperando por ti para recibirte...

Sin más espera Dylan se bajó de la cama y camino hacia el gorila sonriendo, Ray aún estaba estático en la puerta hasta que el felino acorto distancia abrazándolo cariñosamente.

Raymond reaccionó al tener dicho contacto y correspondió el abrazo de inmediato.

Su pecho...

En su pecho estaba sintiendo algo muy cálido, más que su corazón latiendo más rápido y con fuerza...

Sus labios...

Inconscientemente sus labios esbozaron una sonrisa...

Sus brazos...

Tenían aprisionado al felino que le estaba haciendo sentirse recibido en un hogar, sentirse querido, esperado, anhelado.

"Había olvidado este sentimiento... Por completo." Pensó Ray sonriendo de oreja a oreja aun abrazado al felino.

-¿Cómo te fue?- Dijo suave Dylan aun aferrado al gorila.

Ray soltó un suspiro, no quería que el silencio tan cómodo se rompiera.

-Bien... Estrés, presión, palabras arraigadas a la competencia... Mañana tenemos nuestro turno de prácticas.- Respondió Ray sintiendo como terminaban el abrazo, dejando que el gorila cerrara la puerta tras él.

Ya en más privacidad y en la oscura habitación, Dylan guio a su pareja a la cama, sentándolo y ayudándole a descargar todo, maleta, uniforme, dejando liviano a Ray.

-Sería bueno que te dieras un baño, no estoy diciendo que apestes, solo para que te relajes y refresques, la tina está de diez.- Dijo sonriendo Dylan ya en el armario tomando una de las toallas para dársela a Raymond. -Yo te espero para irnos a dormir.- Finalizó sonriendo sosteniendo la toalla en frente del gorila.

Al escuchar a Dylan decir eso nuevamente le hizo sonreír al gorila, tomó la toalla y la colocó alrededor de su cuello parándose de la cama.

-Bien, iré a darme un baño... ¿Vienes?- Dijo mirando a Dylan parado en la puerta del baño esperando respuesta de Dylan.

...

¿Cuantos BOOM llevamos en esta aventura? Pregunto por qué no es que lleve la cuenta clara la verdad...

Hay que añadir otro a la lista, Dylan quedó tieso y rojo, viendo que Ray ya no tenía camisa encima, solamente faltaban sus prendas inferiores...

"Oh diablos, esto va en serio" Se dijo a sí mismo el felino tragando fuerte y asintiendo tímidamente.

-Eh bueno, ya me había bañado para acostarme, ¿pero no me haría mal otra no?- Dijo divertido y sonrojado Dylan, quitándose la camisilla, quedando en interiores solamente.

Ray sonrió, y con la cabeza la indico que le siguiera para luego entrar al baño, haciendo que Dylan escuchara la llave abrirse.

El felino a paso lento entro al baño cerrando la puerta tras él y cuando miro hacia la bañera... Dios mío...

Vio a Ray de espaldas entrando a la bañera obvio que, sin nada de prendas, notando como el gorila se relajaba al sumergirse en su mayoría.

El corazoncito de Dylan estaba al máximo, un momento y contacto tan íntimo como este, un paso muy importante que desencadenarían más y de otra índole, la verdad estaba tieso no sabía que hacer o como seguir.

-Ven, metete, el agua esta deliciosa.- Escucho el llamado de Ray, así qué cubriéndose con la toalla, retiro su última prenda, para acercarse a la bañera.

Lentamente fue metiéndose y cuando estaba ya sentándose y sumergiéndose retiró la toalla, ahora ya estaba en la bañera con Ray, desnudos... Sentado en el extremo contrario al del gorila y en silencio se quedó ahí, tratando de no llegar a tocar algo con sus pies bajo el agua.

Estaba nervioso y tenso y eso lo estaba notando Raymond y el gorila no mentiría diciendo que no estaba también un poco nervioso, sería la primera vez que está cerca de Dylan de esta manera más íntima, pero quería experimentar y digamos que estaba en el momento y se sentía bien para ello.

-Tranquilo, para los dos esto es nuevo, pero se siente bien...- Dijo Ray moviéndose para acercarse al extremo del felino.

Dylan suspiró tratando de relajarse un poco, pero cuando vio a Ray acercándose así de repente le fue difícil.

Fue cuando Ray se hizo espacio al lado de Dylan, apegándose lo más que pudo, rodeando al felino con su brazo por sus hombros, haciendo que ambos casi dejaran que sus cuerpos se hundieran en el agua.

Dylan se aferró a Raymond y dejándose llevar, recostándose en el cuerpo de su pareja y así comenzaron a disfrutar el relajante momento, a oscuras, solo una tenue luz de un pequeño bombillo y la luz de la luna que entraba por la ventana, solo con el sonido ocasional del líquido que los rodeaba.

Con este nivel de relajación los ojos del felino comenzaron a cerrarse, estaban ganando la batalla que hace ya horas estaba en proceso, tanto así que al final se quedó dormido en los brazos del gorila.

Ray tenía los ojos cerrados igualmente pero consciente, fue cuando comenzó a sentir unas leves vibraciones en su pecho, fue cuando miró de donde provenían y se percató de que Dylan ya estaba bailando en sus sueños.

Sonrío acariciando más al felino, decidió que se quedaría ahí un poco más, disfrutando de esa tranquilidad antes de tener que despertarlo, sabiendo que eso sería un crimen, pero... Hay que hacerlo.

Nuevamente volvió a mirar el rostro pacífico de la pantera, y con su mano libre sostuvo su cabeza y acerco sus labios a la frente del felino, dándole un suave y largo beso, dejando que sus labios reposaban sobre el pelaje de Dylan.

Claro que eso hizo que comenzara a ronronear aún más causándole gracia y no pudiera evitar soltar una risita.

-Hmmm bien, me gustaría quedarme más pero no quiero volverme una pasa.- Dijo dejando de acariciar a Dylan y comenzando a moverlo para que este despertara.

El felino renegó apegándose mas, pero luego de unas sacudidas más Dylan se resignó a despertar finalmente, saliendo los dos de la enorme tina, en silencio ambos secándose dándose la espalda, un poco de privacidad, aunque Dylan quería ver a morir.

Una vez secos, esponjados más que todo el felino, ya estaban en cama arropados y claro que si, arrunchados en la cama, al felino le había gustado eso de estar de cucharita, obvio que de manera que Raymond estuviera tras el abrazándolo, se sentía bien, protegido, acunado...

-¿Estuviste escribiendo?- Pregunto suave el gorila.

Dylan al escuchar eso miró de inmediato a la mesita donde estaba precisamente su libreta, miro a Ray y asintió.

-¿Cuándo podre ver lo que escribes ahí?- Pregunto esta vez, de manera casi de reclamo con puchero el gorila.

Esa pregunta dejo helado a Dylan, son muy personales... Algunas puercas...

-Es que... Bueno... Me da pena que veas lo que está ahí...- Dijo Dylan pensando si debería pararse y guardarlo para asegurarse de que su curioso gorila no aprovechara tremenda oportunidad.

-Si lo sé, recuerdo el día que casi te infartas cuando me acerqué sin que supieras, es solo que quiero saber que sale de esa mente tuya aparte de todas esas cartas que me diste.- Menciono el gorila jugando con una de las orejas de Dylan mientras charlaban.

Al escuchar eso, Dylan giró para mirar a Ray interrumpiendo el juego con su orejita.

-¿Aun las tienes? ¿Todas?- Preguntó el felino.

Ray asintió sonriendo.

-¿Por qué no he de tenerlas? Aunque he de admitir qué antes de que botara la primera y la segunda, apareció la tercera, entonces decidí guardarlas ya que me estaba dando cuenta que cada vez más llegaría al momento de conocer a mi admirador y preguntarle.- Respondió firme el gorila.

Dylan sonrió y se apenó.

-Quisiera leerlas contigo algún día de nuevo, cuando la terminaba y la "entregaba" no la volvía a leer y eso que las tengo guardadas en mi laptop, supongo que no me quería arrepentir de lo que escribía ahí.-

Ray río ante lo dicho por el felino.

-Puedo decir que tienes una imaginación tremenda y alma de poeta.- Dijo Ray depositando un suave beso en el cuello de Dylan, haciendo a este que se estremeciera.

-Heh, eso me dijeron Galina y Stef.- Dijo el felino haciendo que Ray riera cerca de su cuello.

-Le hice el reclamo de no haberme dicho, inclusive el día que te declaraste, el dejó todo listo para eso.- Dijo burlón el gorila.

-Fueron de mucha ayuda y apoyo, solo, me habría acobardado como siempre estuve haciendo.-

-Pero valió la pena...- Más que una pregunta era una afirmación de Ray.

-Y mucho.- Con eso Dylan se arruncho más en Ray.

-Gracias por guardarlas.- Dijo el felino.

Ray no dijo nada, solo acarició más a Dylan lenta y suavemente.

-No es que ya asumiera que las hubieras desecho de ellas, solo que... Me agrada y me hace sentir feliz de que las conserves, después de todo es una descripción de lo que sentí y siento por ti.- Dylan giró para quedar frente a frente a Ray, para abrazarlo.

El gorila correspondió el abrazo en silencio aún, en su pecho sentía que se encogía ante el sentir las palabras de Dylan.

-Me gustó mucho... Cuando llegué y... Te vi esperando por mí... En ese momento me hiciste sentir que llegaba a mi hogar, había olvidado ese sentimiento de calidez de saber que alguien espera por ti a recibirte.- Dijo Ray, sosteniendo cerca a Dylan.

El felino quedó sorprendido, pero al final sonrió al escucharlo de Ray, así que como buen felino se aferró mucho más a él.

-Es gracioso, porque siempre esperé por ti, solo que no te dabas cuenta.- Dijo el felino soltando una risita.

-Sí, puedes declararme culpable entonces heh.- Respondió el gorila.

-Y la sentencia es que me abraces toda la noche, me parece un precio justo...- Sí que Dylan estaba presionando los limites, diablos señorito.

El gorila no pudo evitar reír y apretó sus brazos alrededor de Dylan aún más, haciendo que el felino se quejara que le aflojara, entre risas Raymond estrujando a la pantera juguetonamente y el felino víctima de su anhelo estaba intentando escapar de esos musculosos brazos...

Con eso y más jueguitos terminaron por quedarse dormidos arrunchados, al fin dándole el descanso que el cuerpo tanto estaba pidiendo después de un largo y laborioso día.

Por qué los días que vienen sí que serán caóticos...

-Al día siguiente... Etapa de entrenamientos-

Raymond...

Nos encontramos en la etapa de entrenamiento, todo el proceso por el que pasa el equipo completo frente al circuito para así conocerlo a fondo, más que todo cuando es nuevo para ellos, cuando es la primera vez que están pisando ese asfalto y verlo ante ti en vez de a través de la pantalla.

Ese proceso precisamente lo estaba viviendo en estos momentos el gorila en carne propia, ya que se encontraba en pista, exprimiendo lo más que podía el auto y cada parte de la pista, pero aun así su venita de la frente ante la frustración y enojo estaba brotando, porque aun sentía que iba demasiado lento y los tiempos que estaban en las tablas confirmaban esas sospechas...

Y es que no se encontraba en ese trazado, no tenía nada que ver en donde tuvieron la primera carrera oficial, la pista ahí era más ancha, curvas más abiertas, con mucho más espacio para maniobras, aquí es un circuito constituido por las mismas calles de la ciudad costera, por lo tanto, había más irregularidades que en una pista oficial, curvas el doble de cerradas, desniveles impredecibles, básicamente un reto enorme para cualquiera que estuviera comenzando recién en esto...

Y ese era Raymond en estos momentos.

-Raymond, trata de seguir el trazado en el exterior antes de tomar la curva, así mejoraras el tiempo y cuidado con el acelerador, noto que estás fraccionando de más a la salida.- Dijo el jefe del equipo por el comunicador hacia el gorila.

-¡Eso estoy intentando desde hace 3 vueltas! Aun no logro llevarme bien con esta pista...- Dijo gritando y un poco alterado el gorila respondiendo al jefe.

Ray escucho un bufido a través del comunicador nuevamente.

-Sí, lo estas intentado tan bien que cada vuelta vas más lento chico... ¿Otro intento?- Dijo Magnus con voz más severa.

El gorila se quedó callado, y trato de tranquilizarse y concentrarse en la pista antes bajo el regaño del rhino.

-Con esa cabeza así de revuelta no me sirves Raymond, termina esta vuelta y deja que Stefano haga su práctica de nuevo.- Dijo el jefe antes de cortar la comunicación en su totalidad.

Dicha solicitud, hizo que de inmediato dejara de pisar el acelerador con la adrenalina con la que venía hace ya vueltas atrás, haciendo que cada vez fuera más lento hasta ir a ralentí, entrando a boxes, viendo como el auto de Stef salía listo para seguir entrenando...

De verdad que, hasta este momento, no estaba siendo su día.

Llegó a su lugar y bajó frustrado y con expresión enojada, siendo notada por todos en el equipo, ya que habían escuchado lo dicho por Magnus a Ray y de la voz severa que se cargaba en estos momentos, y es que el rino ni volteo a mirar a Raymond ni por un segundo, dándole toda su atención al jaguar ahora en pista.

Raymond la verdad no se dio cuenta de esto, solo camino a paso furioso dentro del cubículo del equipo, yendo hasta el fondo y alejado de todos, a la sombra, sentándose y respirando de manera pesada y prolongada, tratando de calmarse, siente su cabeza caliente, casi que al punto de soltar vapor por las orejas... Debía de calmarse.

Pasaron unos minutos en silencio, dentro del que se podía recordando que estaban en prácticas, hasta que sintió el latir de su corazón más lento, ya sentía su frustración irse con el mal humor que estaba cargando, aunque si la molestia perduraba en su interior, se sentía mal y decepcionado de sí mismo por su actuar el día de hoy frente a las dificultades, no era propio de sí, pero siempre la presión puede hacerte tropezar.

En busca de algo de distracción fue a donde estaban sus pertenencias, tomando su teléfono viendo si tenía mensajes nuevos, algo para despejar su mente y claro que lo encontró.

Un mensaje de su hijo...

Rápidamente abrió la aplicación de mensajería para leerlo.

"¡¡Buena suerte hoy Pa!! ¡Demuéstrale a Stef que tú eres el mejor!"

Dicho mensaje le hizo sonreír bastante, había olvidado esa rivalidad que habían generado Stef y su hijo, los dos discutiendo quien era mejor de los dos pilotos, eso le ayudó bastante a mejorar su humor, así que sin dudar contestó a su hijo, aun con su sonrisa en sus labios.

Se sentó donde estaba y siguió ojeando los mensajes y vio uno que le llamo la atención y que la verdad no estaba esperando llegar a ver.

Carol: ¡Buena suerte hoy! Joshua me dijo que ya estaban en Italia, sé que lo harás bien! Cuéntame mas cuando puedas.

Sonrió al leer ese mensaje, a pesar de la distancia le gustó mucho que pudieran tener una linda amistad con Carol, ya todo más aclarado y resuelto entre ellos, se sentía como ese peso se iba volando, dejándolo liviano y contento.

Si... Cada vez más ya estaba mejorando su estado de ánimo.

Bloqueo su teléfono sin revisar más mensajes recostándose en la pared cerrando un momento sus ojos respirando profundo relajándose y alejando todo sentimiento de ira y frustración, funcionó, un poco, aún estaba molesto, pero ya más tranquilo y sentía la cabeza más fría.

Abrió los ojos se levantó de la silla donde estaba, yendo hacia la habitación principal de control dentro del cubículo del equipo, viendo a todos concentrados en los monitores, revisando el desempeño de Stef, el cual estaba destrozando la pista en buen sentido, se estaba luciendo, viendo como en los tiempos marcados hasta el momento lo dejaban virtualmente en 2 en la clasificación, cosa que sorprendió a Ray y que le alegraba por ver como el felino le estaba yendo bien.

-Bien hecho Stef, haz una última vuelta, estas marcando buenos tiempos, unos reglajes más y podrías ir por esa primera posición en la clasificación.- escuchó decir a Magnus quitándose la diadema sonriendo.

El jefe de mecánicos volteo y con Ray hicieron contacto visual

-¿Ya se te enfrió la cabeza?- Pregunto de inmediato Magnus acercandose al gorila.

Ray soltó un suspiro y asintió lentamente.

-Bien, así me gusta, habla con Stef y que el té de las indicaciones y consejos sobre la pista y en 10 minutos entras de nuevo, tienes más que dar, no puedo creer que te vaya a derrotar ese trazado.- Dijo finalizando con algo de broma, entrando al cubículo con los demás mecánicos.

El gorila sonrió un poco, escuchando como se acercaba el auto de Stef, viendo este frenar en frente de él, saliendo el felino eufórico y sonriente.

-Uuuuff eso fue emocionante, esa pista sí que te da una adrenalina increíble, no te deja pensar ni respirar.- Dijo el jaguar quitándose el casco frente al gorila.

-Lo hiciste increíble.- Dijo Ray con un tono algo bajo pero sonriéndole a su amigo.

Esto lo noto de inmediato el felino, dándole unas palmadas en el hombro a modo se apoyó y reconfortante.

-Hey, tranquilo, día malo, pista mala, ven, escuché al jefe, te diré los puntos estratégicos y tips de la pista, no te pongas así ya vas a mejorar.- Dijo llevándose al gorila el cual ya estaba soltando una que otra sonrisa.

Ray atendió a cada uno de los consejos de Stef, donde apretar, donde soltar el pedal, los puntos justos de frenado y de entrada a curva óptimos, aprovechando el poco espacio que da la pista al máximo para evitar perder tiempo y claro está, evitar un error que costaría muchos daños.

Esos 10 minutos se fueron volando, se fue todo en explicación y en clases del jaguar, donde al final el gorila ya estaba pista, repasando mentalmente todas las indicaciones que Stef le dio, cosa que se estaba viendo una mejoría, ya que no estaba perdiendo tanto tiempo a comparación de sus intentos anteriores, aunque aun iba lento en tiempos al analizar y compararlos con los de Stef, aún le faltaba mucho para llegar a dominar y familiarizarse con la pista en su totalidad...

Pero sus frustraciones se estaban yendo, viendo que estaba logrando sobrepasar este muro que tenía en frente.

Superar este reto...

Lo que restaba del tiempo en pista lo aprovecharía al máximo, no puede dejar que esto le derrumbe...

No ahora.

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Eeeeyyyyy jejejej ya comenzamos con la competencia, aunque es tanto en la pista como por fuera jejejeje, ya sabrán por que se los digo!!!

Los amoooo y gracias leer!

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