•Capítulo 30•
Dylan...
El felino estaba en el cielo, nada de las miradas que estuvieron y aun están encima de el después de tremenda escena le estaban afectando o si quiera molestándolo, el gorila lo abrazó frente a todos de una manera más que cariñosa y le recitó esas palabras tan bellas en su oído.
Si, de verdad que este día comenzó demasiado bien.
-Así que... ¿Estas con Dylan papá?- La pregunta del hijo de su pareja ahora le saco de su burbuja.
Vio que Raymond asintió de inmediato respondiendo a la pregunta del chico.
-Sí, fue reciente, llevamos como sabes, ya varios años conociéndonos y por una situación que luego te contaré más a detalle, decidimos dar comienzo a algo nuevo.- Dijo Raymond de manera tranquila bajo la atenta mirada del chico y Dylan.
Dylan le extrañó que omitiera ciertos detalles y más que tomara la intención de contarle demás sin el estar presente como habían acordado.
-Hey, dijimos que ambos le diríamos todo a Joshua.- Reclamó al instante el felino mirando a Raymond.
El gorila mayor sonrió y le hizo señas con las manos que se calmara.
-Lo sé, pero hay cosas que quiero que sean solo entre Josh y yo, de padre a hijo y no es nada malo te lo prometo.- Dijo el gorila a lo que Dylan hizo un pequeño puchero y se acomodó en su silla nuevamente.
Joshua le hizo un poco de gracia la actitud del felino y volvió a mirar a su papá con más dudas en su cabeza.
-Yyyyy... ¿Mamá?- Con esa pregunta logro hacer que Raymond se tensara un poco, no en nada malo, ya ella sabe, solo que siempre descoloca porque sabe que es un tema complejo.
-Tranquilo, ella sabe, lo hable con ella antes de tomar la decisión y antes de que hablara con Dylan... Ella me apoyó y me dio unos buenos consejos, entre nosotros las cosas van bien hijo no tienes que preocuparte por eso.- Dijo Ray con confianza siempre manteniendo el contacto visual con Josh
-Ooh, ya veo...-
Luego de eso se presentó un silencio algo incómodo, Joshua miraba sus manos sobre la mesa donde hace unos momentos habían degustado su desayuno, el pensamiento de Raymond es que el chico estaba procesando todo y estaba en lo correcto, Josh estaba repasando todo desde que llegó, lo que había visto entendido, escuchado, hasta leido.
Le cuadraba a la perfección, ahora ya podía compreder la situación, bueno en parte, estaba muy nuevo en estos temas.
Miró a Dylan que en estos momentos ya parecía nervioso ante lo que tenía que decir el, luego miró a su papá el cual al parecer no estaba que le daba un paro de los nervios, más bien tiene una sonrisa en su rostro, confianza, abierto a lo que Josh tuviera que decir sobre toso esto.
El chico puede decir que su padre se veia, radiante, contento, tranquilo...
Feliz...
Aunque pronto para calificarlo claro, pero son pensamientos que estaban pasando en la mente del chico.
-Puedes decirme lo que quieras Josh, quería que fuera más adelante el decírtelo y que no te enteraras con lo de esta mañana, pero creo que así evitaré darle largas.- Dijo Ray aun mirando atentamente a su hijo.
Dylan aún seguía sin decir nada, aun no sentía que fuera momento de meterse y es que tampoco sabría cómo o si debería irse por qué se sentía muy muy fuera de lugar ahí... Creyó que sería algo que podría manejar, pero nada de eso.
-Bueno, no sé qué decir la verdad, solo que fue algo sorprendente y no esperaba que fuera Dylan, pensaba más bien que era la chica llamada Melissa de la cual me contaste el otro día pa.- Solo con eso el felino y Ray se pusieron tiesos.
Los ojos de Dylan se abrieron como platos girando a mirar a Raymond hablando con la mirada tipo "Mas te vale explicar eso" y Raymond con ojos respondiendo telepáticamente "Espera, te explico"
Esta charla telepática de miradas la notó de inmediato Joshua, que miraba a su padre y a Dylan, sintiendo la tensión entre los dos.
-¿Dije algo malo?- Preguntó inocente Josh.
Los dos adultos miraron al chico y negaron al mismo tiempo.
-No, tranquilo no es nada malo Joshua.- Esta vez tomó la palabra Dylan.
-Sí, no es nada malo, solo que yo no era de quien Melissa estaba interesada.- Dijo para de nuevo voltear a ver a Dylan. -Era de alguien más...- Con eso fue suficiente para que Dylan agarrara la indirecta.
El felino con eso fue como si un baldado le cayera encima con agua y todo... Melissa... ¿De el? Pero si estaba más que seguro de las señales, juro con todo y sin pruebas de que ella estaba detrás de ¡¡Raymond!! Esto fue realmente como una cachetada limpia en su rostro dejándolo sorprendido a gran medida.
-Me estás jodiendo...- Dijo Dylan sin filtro hacia Raymond a lo que el gorila lo reprendió con la mirada.
-¡Oye! Esa bocota.- Dijo señalando a Joshua.
A lo que el chico se indigna, Raymond se olvida a veces que ya es un adolescente, sí, eso ya tiene su peso en cuestión de ciertos temas, palabras y cosas que ya puede comenzar a escuchar y ver, pero Ray sigue tratándolo como un niño... Problemas comunes y normales de todo adolescente con sus padres...
-Paaaa, ya habíamos hablado, ya tengo 16.- Dijo de manera calmada el chico, ganándose la mirada de su padre.
-Y quedamos que 20 o más, punto.- Dijo Ray cruzándose de brazos.
Joshua soltó un suspiro, sabe que es imposible negociar en ese tema con su padre, así que lo que todo adolescente hace, a escondidas hace sus movimientos.
Pero volviendo a lo importante.
Otro silencio se presenció donde el primero en tomar la palabra fue Raymond.
-Sí, así está la cosa, Melissa no estaba interesada en mí, lo estaba de Dylan o está, aunque no sé, con lo que pasó imaginaria que ya se está regando la información y Joshua... Sé que es repentino y no de la manera correcta pero en serio quiero que cuando estés listo me digas lo que piensas, podemos hablarlo y que no genere conflicto entre nosotros y que menos le tomes algún rencor a Dylan, ya sabes por el tema de lo que fue mi relación con tu madre.- Dijo mirando fijamente a su hijo.
-Pa, no es como si estuvieras engañando a mamá... Bueno ahora, digo... Tú me entiendes y no siento enojo a Dylan, él me ha tratado bien y me agrada, antes veo que sonríes más con él, como el día que almorzamos y él nos invitó yo pude verlos abrazados y sonrientes en la cocina ese día jeje.- Terminó de decir eso haciendo que ambos abrieran los ojos sorprendidos.
Dylan sonrió recordando ese día con las mejillas calientes, Ray tosió aclarando su garganta para tomar la palabra.
-Oh, bueno, pero eso fue mucho antes, pero si tuvo incidencia debo decir.- Dijo Ray mirando al felino que aún seguía con su sonrisa boba en el rostro.
Joshua asintió.
-Bien, me alegra que lo estés tomando bien hijo y gracias por escucharnos, lo que sea que quieras preguntarme, adelante.- Dijo finalizando el gorila mayor.
-Sí, aunque si tengo muchas dudas, pero lo haré pa.- Dijo el chico dándole una sonrisa tranquilizando en gran medida a su padre.
Dylan iba a tomar la palabra cuando su teléfono sonó en llegada de un mensaje, reviso rápidamente viendo que era uno de su jefa, diciéndole que necesitaba que estuviera en una reunión de último momento a lo que resopló, estaba en un momento importante aquí y tenía que cortarlo.
-¿Pasa algo D?- la voz del gorila llamo su atención haciendo que lo mirara.
-Mi jefa, me necesita en una reunión, tengo que irme lo siento, ¿nos veremos en el almuerzo?- Pregunto el felino.
Ray y Joshua asintieron.
El felino correspondió la sonrisa y le acaricio la cabeza al chico y seguido abrazo con un discreto beso en la mejilla al gorila mayor para despedirse e irse rápidamente a la oficina de su jefa.
"¿Que pasará ahora?"
-Bien chicos, para lo que los estoy reuniendo es primero para darles las gracias por su arduo trabajo en la gestión y organización de todo referente al evento, nos fue muy bien y sin inconvenientes, los felicito.- Dijo la gran jefa de Dylan Jessica comenzando a aplaudir, haciendo que los demás le siguieran. -Bien, la otra cosa que les quería decir es que... Ya hemos terminado toda nuestra labor, el equipo de logística del evento será el que se encargue a partir de ahora.
Luego de eso la sala quedo en silencio, nadie dijo nada más, Dylan abrió los ojos en sorpresa porque sus planes estaban siendo tirados a la borda sin remedio, estaba más que seguro que iba a disfrutar de viajar más que trabajar, conocer, pero más que todo, acompañar a Raymond y aprovechar esto para acercarse aún más y seguir avanzando con él.
Pero ahora simplemente con unas cuantas palabras todo eso se estaba viendo derrumbado.
No sé tomó mucho tiempo para que sus compañeros comenzaran a protestar ya que desde el principio se estaba previsto que ellos serían quienes hicieran dicho trabajo, ¿Qué mejor que el equipo logístico del propio equipo para organizar todo de manera correcta que unos desconocidos?
-Chicos, chicos lo se lo sé, en eso habíamos quedado al principio, pero la federación fue la que tomo la decisión, según ellos para dejar toda la gestión de una manera solamente y poder tener un control en general... El gran jefe protestó al igual que los demás equipos, pero la decisión fue decisiva, lo siento mucho a mí también me molesta.- Dijo Jessica, la cual se sentó en su silla frente a todos soltando un suspiro. -Eso sería todo, ya todos volverán a sus labores antes de haber entrado en este proceso de logística, gracias nuevamente por su trabajo, estoy orgullosa.- Finalizo Jessica sonriéndoles a todos.
Al ver que las protestas ni del gran jefe sirvieron en este caso, todos decidieron que es mejor dejar pasar, aunque otros si tenían la llamita de comenzar un golpe de estado, ese instinto revolucionario pero que irían en desventaja en contra de esta decisión.
Sin perder tiempo, Dylan fue el primero que se paró de su silla y seguido de sus demás compañeros salió de la oficina de su jefa a su puesto, donde se sentó de mala gana y con carita de pocos amigos y para tratar al menos de despejar su mente se concentró en sus obligaciones deseando que el tiempo simplemente pasara para irse a casa.
Cuando vio el reloj de su escritorio vio que apenas iban a ser las 11 de la mañana, hasta el hambre que se comenzaba a manifestar se le fue completamente después de dicha noticia y tampoco es que se sintiera de humor, así que tomo su teléfono para enviar un mensaje.
Dylan: Ray, lo siento, pero no podré almorzar con ustedes, lo siento.
El mensaje fue recibido, dos chulos, luego al rato leído y se vio que el gorila estaba escribiendo en respuesta.
Ray: Oh, no hay problema, ¿Pasó algo?
Dylan vio el mensaje y ahí lo dejo con la confirmación de lectura, la verdad es que no tenía ánimos de en estos momentos de platicarlo, sentía la cabeza demasiado caliente aun para contestar de una manera poco agresiva.
Así que ahí quedo el mensaje, bloqueó su teléfono y se concentró en su computador a seguir con sus labores, almorzaría cualquier cosa en su puesto, quería estar solito hasta que su cabezota se enfriara.
Raymond...
Al gorila le pareció extraño así tan repente que el felino le dijo que desistía del almuerzo junto con él y Joshua, pero más de la manera que simplemente en que Dylan leyó el mensaje donde él le estaba preguntando que si había pasado algo, pero le dejo en visto y se desconectó, dejándole con la gran duda y preocupación sobre qué le habían dicho, por saber y tiene bien claro que tiene que ver con la reunión a último momento que le citaron.
Bien, no es que pueda dedicar mucho ya que no estuvo en esa reunión y no es como que Dylan de señales que quiere hablar de eso ahora, así que se concentró en su almuerzo con su hijo, el cual estaba degustando su comida sin importarle más, así que siguió dicho ejemplo y despejo su mente para seguir disfrutando de su plato.
Luego encontraría el momento para hablar con D.
-Pa, ¿Todo bien? ¿Dylan iba a venir cierto?- La voz de su hijo lo saco de sus pensamientos.
El gorila negó con su cabeza.
-No, lamentablemente no, surgió un imprevisto y me dijo que no vendría, luego podemos ir a cenar o a algo más con él, no te preocupes.- Dijo Ray sonriendo comenzando a comer de nuevo.
-Que mal, quería preguntarle sobre ciertas dudas que tengo.- Mas bien chismosear pensó Ray sonriendo y negando con su cabeza.
Con eso siguieron su almuerzo, aun con el pensamiento intrusivo sobre que pudo pasar con el felino.
El día había terminado, al menos el día laboral, Ray ya estaba listo, cambiado, bañadito, oliendo rico y todo porque todo un día de prácticas en ese traje que le hacía sudar como loco y más en este día que el sol atacó con todo lo que tenía, le tenía realmente fastidiado, en especial cuando tienes que lidiar con tu pelaje, por lo que siempre se tomaba su tiempo en las duchas.
Ya al lado de su hijo salieron del enorme taller para finalmente ir a su hogar.
Una vez que llegaron al auto, antes de que entraran al auto el chico le llamo la atención.
-Pa, ahora que recuerdo, ¿No ibas a ver qué pasó con Dylan?- Ambos se quedaron viéndose a los ojos, hasta que el gorila mayor reaccionó.
-Mierda, cierto...- Dijo para darse un face palm.
Casi que se va sin si quiera despedirse del felino también.
-Josh quédate en el auto, ya vuelvo, no me demoro.- dijo Ray retirándose a paso apresurado, esperando que el felino siguiera en su oficina.
Y es que como lo conocía, cuando se pone de dicho humor la pantera tiende a quedarse demás para desorejar su mente, como si auto recargarse de cosas que hacer le ayudaran en sí.
No le tomó mucho llegar a rápido paso hasta donde es la oficina de Dylan, preocupado ya que todo el piso ya estaba a oscuras, una tiene luz le dio esperanza, viendo que esta fuente de luz venia precisamente del puesto de felino, así que se acercó hasta estar frente a la puerta, siguiendo lo que aprendió por situaciones anteriores procedió a tocar antes de entrar como pedro por su casa.
*Toc* *Toc*
Y abrió, dándose paso a la oficina.
Y ahí lo vio.
Dylan ya había recostado sobre sus brazos en el escritorio, solamente la lámpara que tiene en su sitio es la que daba esa tenue iluminación cálida, el gorila lentamente se acercó sin hacer ruido tomando una silla para colocarla cerca al lado de Dylan y sentarse mirándolo detenidamente.
Pero nada estaba completamente dormido, con su carita en paz, cosa que le enterneció a Ray así que sin dudar llevo su mano hasta el rostro de Dylan, dándole unas suaves caricias en silencio y como era de esperarse, dicho tacto hizo que el felino reaccionara de manera inconsciente ya que comenzó a ronronear y a sonreír bajo el suave y cariñoso tacto de Ray.
-Jeje~- El gorila no pudo evitar soltar dicha pequeña risita al ver cómo reaccionó Dylan antes sus cariños.
Así siguió por un rato más o más bien siguió hasta que vio que el felino comenzó a moverse más y abrir los ojos lentamente, viendo que esos orbes le miraron aun con sueño en ellos, lagañosos.
Ray detuvo las caricias dejando su mano reposada en el hombro del felino del cual no se había movido de su posición, solamente mirando a Raymond fijamente a sus ojos.
-Hmmm, ¿Qui-quieen te dijo que pa-pararas?- Con voz adormilada fue lo que pudo escuchar el gorila mayor.
Con esto el gorila no pudo retener su carcajada, haciendo que resonara en toda la oficina, haciendo sonreír igualmente al felino quien comenzó a estirarse después de su siesta, qué, a decir verdad, no recordaba ni en qué momento ni cuánto tiempo fue el que se quedó dormido.
-Puedo seguir después si quieres, pero ahora hay algo más importante y es que quiero saber ¿Qué pasó? Me dejaste en visto todo el día y tampoco te vi, sé que tiene que ver con esa reunión de última hora.- Dijo tranquilo Ray cerca de Dylan, ayudándole con sus dedos a limpiarle las lagañas de los ojos del felino mientras hablaba.
Dylan dejo de sonreír de inmediato siendo notado por Ray, el gorila detuvo su acción en el rostro de Dylan y fue directamente a tomar sus manos.
-¿No quieres hablar de ello aún?- Y es que Raymond le respetaba si aún no quería.
Pero es mejor ahora, no darle largas como cierta cosa que le dio por mucho tiempo.
-Si quiero, es solo que de verdad que me dejó desconcertado y triste, sin añadirle que molesto también.- Respondió Dylan afirmando el agarre en las manos de Ray.
-¿Y qué es?- Preguntó el gorila.
Dylan soltó un suspiro.
-Jessica, mi jefa dio el anuncio de que la logística estará a cargo del personal de la federación de la competencia... Lo que significa que ya nosotros terminamos nuestro trabajo y por consiguiente...- Antes de que dijera lo último el gorila le interrumpió.
-Ya no iras... ¿Con... Conmigo? - Con eso el felino asintió con mirada y sonrisa triste.
Sí que le pareció tierno el hecho de que Ray hiciera énfasis en el solamente.
-En serio que estaba tan feliz y mucho más ahora que tú y yo, estamos comenzando nuestra relación, hacía esto una enorme oportunidad para pasar más tiempo los dos, pero ya no tristemente...- Terminó el felino con la mirada baja aun sosteniendo sus manos en las de Ray.
Ray igualmente bajo su mirada, desde el principio cuando dijeron que el equipo de Dylan estaría con ellos le gustó bastante la idea, más que todo porque Dylan estaría ahí, ahora no, pero no quería quedarse con ese simple no, recién juntos de una mejor manera y ahora aparece lo que se puede definir como un obstáculo... La distancia.
-No estés triste, déjamelo a mí, puedo encontrar una solución, además de que me prometiste que me verías competir no importara qué, y sí que me molestaría no verte ya sea en las graderías o en los pits gritando por mi.- Dijo Ray guiñándole a Dylan y sonriendo.
Eso hizo que el rostro de Dylan se iluminara, correspondiente la sonrisa que le estaba dando su novio.
Dylan se inclinó pasando sus brazos alrededor del cuello de Ray atrayéndolo a él en un cariñoso abrazo que fue correspondido de inmediato.
-Vamos, te llevo a casa.- Dijo suave Ray parándose aun con Dylan apegado a el antes de terminar el abrazo.
Dylan asintió, tomando su morral, apagando todo y dejando todo en orden para luego salir detrás de Raymond.
-Si, vamos y gracias- Dijo Dylan pasando al lado de Ray por la puerta.
Cuando el felino pasó rápidamente el gorila depósito un beso en su frente para una vez tomados de las manos, fueron camino de nuevo al parqueadero, además de que tiene a su hijo esperando en el auto también, es hora y más que justo de irse a descansar a casa.
Dylan.
Tranquilo, la mayoría en silencio escuchando la música.
Así fue el viaje hasta la casa de Dylan, el felino al llegar se despidió dando las gracias tanto a Joshua como a Ray, sin más bajo del auto para caminar hasta la entrada del edificio despidiéndose a lo lejos de los dos gorilas que le miraban atentos desde el auto.
Volteo para abrir la puerta hasta que la voz que tanto ama le detuvo de nuevo... Como a él le gusta.
-Dylan... Espera.- Al escuchar su voz volteó sin dudar.
Ray ya estaba a unos pasos de el ya ambos cerca Ray tomó su mano dejando un papelito bien doblado en su palma, Dylan miro a Raymond a los ojos pidiendo sin palabras una explicación a lo que el gorila solo le guiño el ojo y se retiró sin más, para verlo montarse en el auto y arrancar.
Dylan analizo el papelito doblado en su mano y decidió que lo leería en casa, casi como si entendiera la petición silenciosa del gorila de hacerlo precisamente cuando ya esté cómodo en su apartamento.
Así que siguió dicha orden y fue a su cómodo sitio seguro.
Cambiado, bañado, comido, ya cómodo en su cama y habiendo recibido el mensaje de texto en su teléfono de Raymond, donde este le avisaba que había llegado bien y que tuviera unas buenas noches con un emoji de corazón, Dylan ya estaba lleno de energía y casi sin sueño listo para desplegar esa nota que su amor le había entregado con poco disimulo.
El felino ya hacía en su cama, solo con su luz de noche encendida y finalmente como aquella vez que recibió o más bien robó la respuesta de Raymond a las cartas, ya estaba más que listo para leerla.
Abrió la pequeña nota y leyó con detenimiento...
"Confía en mí, quiero tenerte cerca cuando esté en la pista... Haré que eso pase"
"R"
El felino sonrió de sobre manera, le puso contento el leer esto, saber que ahora ese terco gorila tiene en mente hacer que Dylan fuera, que fuera parte de dicho viaje estaba por realizar, sentir esas ganas de Raymond por no dejar que su ánimos y deseos caigan simplemente sin ninguna repercusión... Eso, eso es parte de lo que ama de ese primate.
La leyó una y otra vez por unos cuantos minutos hasta imaginándose esa voz varonil diciéndosela al oído, diooooos mío si seguía así tendría que atenderse ahí mismo y no, no no no ahora no es momento para eso.
Más bien tuvo otra idea, se paró de su cama y fue a su armario, más específicamente donde tenía cierto baúl con sus secretos y cosas que ya con la situación actual no es que tenga tanto misterio guardarlas ya que la mayoría de esto ya lo sabe Raymond por boca de Dylan, solo que cabe a aclarar que la mayoría, no todo.
Aún falta que sepa sobre el diario, ese famoso diario por el cual casi que perdió toda su dignidad frente al gorila y gran parte del orfanato de su madre... Endemoniado libro si le ha hecho pasar las verdes y las maduras.
Una vez encontrado dicho librito regreso a su cama para abrirlo, pasando por todas las paginas donde ha escrito poemas, los borradores de la cartas y ciertos dibujos privados que ya habíamos mencionado antes, hasta llegar más allá de la mitad del libro, llegando a una página vacía, tomando el pegante y de manera delicada pegó dicha nota en el centro de la hoja dejando ver el mensajito dando a entender que era un punto y aparte, para que las próximas paginas sean de recuerdos y momentos que vendrán entre ellos dos.
El felino se quedó admirando el papelito bien pegado en la hoja presumiendo el mensaje, sonriendo para así mismo.
"Qué lindo recuerdo para escribir en ti nuevamente" Pensó cerrando su diario y dejándolo en su mesita de noche, se arropó y finalmente apagó la luz para caer dormido...
Ya estaba esperando como le saludaría Raymond mañana.
El felino tiene la expectativa alta después de lo de hoy.
Raymond...
El gorila se encontraba lavando los platos usados en la cena mientras tarareaba una alegre tonada, luego de llegar a casa y avisarle a Dylan se concentró completamente en su hijo, cenaron, vieron una película y hasta jugaron un rato hasta que Joshua comenzó a sentir sueño, cosa que le sorprendió al gorila mayor ya que él es el anciano, al que debería de darle sueño primero sería a él, en fin...
Terminó de dejar todo limpio y fue a su habitación no sin antes pasar a ver como estaba Josh, tocando la puerta y abriéndola lentamente, viendo como su hijo estaba acostado viendo su teléfono.
-Pensé que ya estabas dormido.- dijo Ray entrando a la habitación de Josh, sentándose a su lado en el borde de la cama.
El chico dejo su teléfono a un lado sonriendo culpable sé que lo habían descubierto.
-Bueno, revisé unos mensajes y, una cosa llevo a otra y así que ni me di cuenta del tiempo- Algo normal la verdad hasta a Ray le pasa.
Raymond río, acariciando la cabeza de Josh, tomando su teléfono y dejándolo en la mesita de noche al lado de la cama.
-Bien, duérmete mañana hay que levantarse temprano.- Dijo para pararse pero la mano de Josh lo detuvo.
-Oye pa, quería preguntar, ¿Cómo supiste que gustas de Dylan?- Ay, vaya pregunta, eso dejó sin barrera a Raymond, de todas las preguntas tenía que preguntar eso.
Raymond carraspeó, volviendo a sentarse en el borde de la cama mirando a su hijo.
-Bueno Josh, más que gustar, cosa que se basa solo en su físico, es algo más sentimental, no estoy diciendo que Dylan no sea atractivo, que lo es, lo que digo o trato de decir es que siento que hay y siempre ha habido una conexión, desde que somos amigos...- En eso la risita de Josh hizo que parara su discurso.
-Pa, ¿no tienes claro eso cierto?- Ray lo miró y se rascó la nuca.
-Lo estoy descubriendo, pero si tengo cosas claras, hay muchas cosas que me gustan de él, cosas que han hecho buenas cosas en mi.- Dijo Ray bajando la mirada pensativo.
-Lo siento no quería hacerte dudar.- Dijo el chico con mirada preocupada, sentándose en la cama.
Ray negó y le acarició la cabeza gentilmente.
-No, tranquilo, son dudas sí, pero quiero que funcione y estoy trabajando para resolverlas.- El gorila mayor sonrió a su hijo quien se tranquilizó un poco. -Bueno, es mejor que te duermas, descansa, te amo.- Dijo para levantarse de la orilla de la cama caminando hacia la puerta.
-Yo también pa, descansa y lo siento en serio.- Dijo Josh arropándose.
Ray asintió y salió de la habitación, dejando a un Josh reprendiéndose mentalmente por lo que había dicho y preguntado.
Ya afuera de la habitación, Ray suspiró y fue a la suya, cambiándose y arropándose en su cama quedándose mirando al techo, la pregunta de su hijo si le quedó resonando en la cabeza y si que le había dejado fuera de lugar, durante esa semana entera si que estuvo pensando sobre cómo sería la relación con Dylan pero rebobinando todo, la verdad no llegó a pensar sobre que le gustaba del felino, solo pensó en como de bien se sentía y veía el estar juntos.
Le faltaba definir esa parte sobre que le gusta del felino, eso que le hace sentir que quiere tenerlo cerca y lo que desde el principio siempre le mantuvo a su lado.
"Mierda... Había olvidado todas estas luchas internas en el amor..." Pensó para así pasando una mano por su rostro antes de apagar la luz de su mesa, para acomodarse y cerrar los ojos y descansar.
Y que luchas que se vienen...
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Me alegra que estén conmigo y que hayan llegado a este punto, los quiero de verdad y que sigan este proceso sobre algo lindo comenzando, que se encuentra dando sus primeros pasos.
Los amoooo!!!!
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