•Capítulo 26•
Raymond...
Que días y eso que va apenas la mitad de la semana.
Luego de ese fin de semana lleno de altos y bajos en todos los sentidos de su vida, el domingo el gorila pudo descansar bastante bien, tratando que lo que había pasado esa noche y madrugada no lo agobiara.
Claro que pequeños encuentros con el felino durante ese día en la casa del jaguar no fueron inevitables, aunque no por mucho ya que luego de que desayunaran, Dylan se retiró para irse a su casa y también despejarse, más que todo de estar un tanto alejado del gorila por el momento ya que lamentablemente sentía esa dichosa incomodidad que tanto le daba miedo llegar a sentir entre ellos.
Ray no objeto como normalmente lo haría, con la propuesta de llevarle a casa y mejor que fue así, el gorila sentía que en estos momentos el espacio, la distancia sería mejor opción que forzar una charla, algo entre ellos, que puede volver más incómodo todo esto.
Así fue que Raymond quedo solo ese domingo junto con Stef, día en el cual no hubo mucha más charla o movimiento, solo hasta que Stef le dijo que tenía que pensarlo bien nuevamente y que no dejara que esto llegara a afectar de manera permanente su relación, sea cual sea que llegara a ser.
Raymond no dudo y le dio la razón al jaguar, él sabe que así es que están las cosas.
...
Así, incomodos saludos, muy cortos y no con muchas ganas de generar una charla al menos para saber del otro, uno que otro almuerzo en haciéndose compañía, en silencio hay que resaltar, pasaron los días hasta el miércoles donde nos encontramos actualmente, Raymond ha pensado en cada momento que ve oportuno y tranquilo, el cómo manejar la situación, que muchos dirían que es demasiado fácil, obvio solamente dile de frente al fin que es lo que el gorila ha decidido, pero en la mente del gorila no es así de fácil ni quiere tomar ese camino.
Porque de esa manera fácil que muchas veces es la que ha pasado por su mente acaba haciendo lo que menos desea en este mundo y vida...
Lastimar a Dylan, de una manera que puede dejar una fea marca, no visible, una marca que el felino es quien la cargará y solo él sabrá que la tiene.
Y también por que el gorila no es que tenga claro su respuesta...
Tiene dudas y nuevos sentimientos encontrados, todos derivados después de saber que alguien lo ama, si, que alguien lo quiere de esa manera y no cualquiera, es la persona que desde que llego a esta nueva vida fue tan especial para él, alguien que le ha demostrado la más noble y honesta de las amistades y ahora suponía Raymond, el más honesto amor.
Claro que sí, el gorila mismo lo ha dicho, esa noche lo dijo también, nada malo sale de ese felino.
El gorila no mentira...
Su corazón latió con fuerza cuando Dylan le soltó esas palabras en la cara... Para él se sintió...
Bien, muy bien.
Se imaginó unos escenarios peculiares de manera inconsciente mientras Dylan le soltaba todo.
Quiere, pero a la vez no...
Que encrucijada.
-Quiero saber qué piensas... De el- Dijo el gorila sentado reposando sus codos en sus rodillas, esperando que la fursona a su lado en el sofá le contestara.
-Bueno, me baso en todo lo que nos has contado en estos años y lo poco que lo he conocido personalmente desde que llegamos con Joshua... Dylan es un buen chico.- Respondió Carol sentada al lado de Ray, cerca de él dándole apoyo.
Ray soltó una risita que llamo la atención de Carol.
-Eso lo sé, lo tengo bastante claro...- Respondió aun con su mirada baja fija en sus manos.
-Mira, de verdad que me sorprendió saber que Dylan era quien te estaba enviando todas esas cartas, el saber lo que él siente por ti, la manera en la que se declaró por cómo me contaste, el tiempo que ha llevado ocultándolo y con eso represado, entiendo cómo se puede estar sintiendo, esa incertidumbre de si todo se fue a mal o a bien nunca es agradable, uno se da mucho castigo en estos escenarios.- Opino Carol calmadamente, aun viendo que el gorila nada que levantaba la mirada.
-¿Aun yo diciéndole que nada malo sale de el?- En eso el gorila se reincorporo, mirando a Carol.
La gorila asintió afirmando lo que estaba tratando de decirle a Ray.
-Aun así, en estos momentos él está donde tu estuviste cuando te me declaraste, ¿recuerdas? que me sorprendió tanto que me dejaste de fábrica y no fue hasta unos días después que pude responderte ya con la mente más clara.- Dijo Carol sonriendo recordado aquella bella época. -Esa incertidumbre, lo que me dijiste que sentiste, de no saber qué va a pasar, eso está sintiendo ahora Dylan y tu Ray, tienes el mango de la situación, como yo la tuve en su momento.-
-De dar mi respuesta.- Dijo respondiendo el gorila.
-Sí, y si esto paso el sábado, ya ha pasado un buen tiempo... Dime, ¿tienes en mente a Dylan como tu pareja?- Esa pregunta no alarmo a Raymond, hizo que se sumergiera de nuevo en esos pensamientos fugases que ha estado teniendo.
Unos pensamientos sobre como seria estar en una relación sentimental con Dylan, fugases escenarios donde sale con el felino le estuvieron invadiendo su mente estos días, pensando que se sentiría raro, pero no, sentía de todo menos incomodidad, le parecía hasta gracioso, de una manera tierna... Pero cada vez que un pensamiento de esos venía a su mente, tenía algo en común, la manera en la que ellos se trataban en esas imaginaciones, no es para nada diferente a como vienen llevándose a como lo ve Raymond.
Podría decir que ya estaban en algún tipo de relación sin estarlo oficialmente, es curioso para el gorila...
Y le gusta.
-Sí, estos días me he estado cuestionando eso, pensándolo y sí, he imaginado como seria si estuviéramos juntos... Pero...- Dijo haciendo una pausa llamando la atención de Carol.
-¿Pero?- Pregunto Carol dándole la señal al gorila de que continuara.
-... Es como si ya lo estuviéramos, desde hace ya bastante tiempo, como me lo imagino es como seria ahora, solo que añadiendo ya sabes, cosas más íntimas, pero la compañía, las sonrisas, los buenos momentos, el apoyo que ha sido, cosas no tan superficiales es lo que siento que Dylan ya me ha estado dando todo este tiempo y yo lo he recibido con gusto, pero no sé si lo he devuelto como él ha querido... Creo que no, no lo suficiente.- Dijo para recostarse de lleno en el espaldar del sofá soltando un pesado suspiro.
-Claro que no puedes darle algo que no sabes que él quería, mucho menos cuando Dylan primero tenía que confesártelo... Aparte, me alegra escuchar y me da ternura saber que ya has estado pensando y viendo como seria tu relación con él, lo que significa que en gran parte quieres estar con el.- Carol esbozo una sonrisa mirando a Ray, quien no pudo evitar sonrojarse, sobre lo que estaba diciendo su ex esposa.
-Tenía que pensarlo, en todo, porque lo que me evita dar una respuesta tan rápido y claramente es porque no quiero llegar a lastimarlo.- Dijo mirando a Carol, esta vez con una expresión preocupada. -Qué tal que no sea como el espera, o que yo no pueda y por intentarlo arruine las cosas y el termine decepcionado... Llegar a romperle el corazón y dañarlo y dañar la amistad que hemos estado llevando tan bien todos estos años...- Raymond soltó un suspiro, la montaña rusa de emociones lo estaba atacando nuevamente.
-... Perderlo... Perder a alguien tan especial para mí como lo es el ahora, como cuando te perdí.- Ray volvió a mirar a Carol quien estaba atenta a cada palabra y gesto de Ray. -Es algo, un dolor que no quiero sentir otra vez, ni hacerle sentir eso a alguien otra vez por mi culpa.- Termino por decir el gorila mirando fijamente su ex esposa, esperando por alguna palabra, consuelo, o consejo extra.
Carol estaba sorprendida, la última vez que el gorila se puso así fue cuando cumplieron su primer aniversario de casados, donde luego de un día maravilloso, en una de esas noches donde una conversación profunda sobre lo que sentían en secreto, el gorila le expreso dicho temor, de llegar a lastimar a quienes ama, como si estuviera advirtiendo de algo que en su momento llegaría a pasar y que le estaba pidiendo a Carol que le ayudara a evitarlo...
En su momento ella no le tomo mucha importancia, pero luego sabemos lo que paso.
Si era como en ese momento, lo que estaba diciendo Raymond ahora sobre ese miedo de llegar a lastimar al felino, lo puede estar tomando como una advertencia de algo que puede llegar a suceder, cosa que ella no quiere que pase... Carol confía en que todos estos años, el gorila ha tenido un gran cambio para bien, era mucho mejor hombre ahora que cuando estuvo con él, ella confía en el cambio que Dylan hizo en él.
-Es como esa noche cuando me lo dijiste.- Dijo Carol y Ray entendió a lo que se refería, asintiendo con tristeza, ella soltó un suspiro para seguir hablando. -Se honesto con él, en todo, como él lo fue contigo y por favor si sientes que le harás daño, dile y aléjate... La verdad duele, pero es mejor que lo escuche de ti.- Dichas palabras, consejo helaron a Raymond, mirando fijamente a Carol y asintiendo al final, entendiendo muy bien el trasfondo de dicho mensaje.
-Entiendo, gracias Carol.- Dijo para darle una sonrisa a ella, a lo que ella asintió.
-Él es un ángel... Todos merecemos a uno como el en nuestras vidas, él te escogió, ahora tú tienes que decidir si lo escoges a él o dejas que vuele.- Con eso Carol se acercó a Ray, dándole un fuerte abrazo. -Y date otra oportunidad para ser feliz.- Con eso, Carol le dio un suave beso en la mejilla separándose del abrazo dejando sorprendido a Raymond de paso.
El gorila sonrió.
-Dándome consejos, remarcándome mi errores... ¿Y aun así apoyándome para que siga y te deje volar ángel Carol?- Dijo el gorila haciendo que Carol riera.
-Claro que sí y mira lo alto que he volado, hasta me crecieron mucho más mis alas jajaj.- Soltó una risa finalmente la chica ante la mirada feliz del gorila.
EL gorila no pudo evitar soltar una carcajada, haciendo más liviano el momento, quedando más tranquilo con la ayuda de Carol, con los pensamientos un poco más en orden desde que todo esto comenzó, un poco más seguro de sí y de lo que quiere...
Ambos luego de las risas, los lloros y consejos, procedieron a cenar solo los dos en esta amena noche, charlando y exteriorizando más al respecto, Raymond contándole más a detalle sobre todo el tema de las cartas y sus sospechas y conclusiones, una larga charla por delante eso sí está seguro.
A altas horas de la noche, casi a media noche, el gorila acostado en plácidamente en su cama mirando al techo, ya con el sueño aproximándose, sonrió y dejo un suspiro salir, procedió a acomodarse nuevamente quedando de lado dejando que sus ojos lograran ver algo interesante en su mueble dispuesto de decoración, cierto regalo que estaba en el centro de todo, resaltando su importante frente a lo demás.
Brillando y llevándose toda la atención del gorila.
Ray estuvo un buen tiempo mirando aquella maqueta, aquello regalo que le había dado el felino con tanto cariño y que en un momento de ira casi destruye, vaya que todo que lo que ha pasado ha tenido un significado importante en dicha dualidad que el gorila ha reconocido que tiene en su interior y que ha hecho su mejor trabajo para mejorar.
"Puede que el exterior lo haya dañado, pero me encargare de cuidar muy bien su interior... Así sea con él o no" Se dijo a sí mismo en sus pensamientos, acercándose a su lámpara y apagándola, quedando en total oscuridad, acomodándose y finalmente dejar cerrar sus ojos ante el cansancio y el sueño.
Vaya semana en lo que va.
-Días después, Viernes-
El jueves y parte del viernes fueron un poco más diferentes a como fue el principio de la semana entre los dos involucrados.
Raymond tomo la iniciativa el jueves y esta vez el saludo entre él y Dylan fue como los que siempre el gorila le daba al felino antes de todo esto, un fuerte abrazo y una sonrisa deseándole que tuviera un buen día en todos los sentidos, aunque bueno, el gorila admitía que fue un poco de mas pero Ray no se sintió incomodo, admite que le gusto saludar a su manera al felino y más cuando noto como Dylan no sabía cómo procesar, su cara lo decía todo, le había tomado por sorpresa pero luego vio como una diminuta casi disimulada sonrisa se vio en el rostro de la pantera.
"-Espero tengas un buen día, nos vemos en el almuerzo-" Fue lo que le dijo el gorila, dejando ahora a un confundido y feliz felino con una invitación pendiente por cumplir.
Así fue en el momento del medio día, cuando se juntaron para disfrutar un buen almuerzo, conversaron tranquilamente, fue como si nada hubiera pasado y se sentía esa aura de tranquilidad entre ellos nuevamente así hubiera sido por un corto tiempo.
Fue un jueves tranquilo.
Y ahora, en el frio viernes que ya estaba terminando, el gorila estaba saliendo de su sitio de trabajo, revisando sus mensajes, más que todo de Joshua que, debido a toda esta situación se había estado quedando con Carol, para primero solucionar todo esto y tener su tiempo a solas para acomodar todo en su mente.
Le debía una a Caritol.
Iba caminando hacia donde estaba su auto estacionado prestando poca atención a su alrededor hasta que sus ojos captaron cierta silueta muy familiar para él.
Era Dylan y estaba apoyado en su auto, al parecer esperándolo, no paro el paso y siguió hasta acercarse a él, hasta que el felino se dio cuenta de ello para levantar la mirada haciendo que ambos finalmente chocaran miradas.
-Hola Ray...- Habló el felino y no fue el típico saludo terminado en "Tu" cosa que llamo la atención de Ray.
-Hola tu D.- Respondió el gorila. -¿Cómo te fue hoy? ¿Todo bien?- Preguntó el gorila.
Dylan asintió ante la pregunta de Ray. -Sí, todo bien hoy, tranquilo en sí, solo quería preguntarte... ¿Sigue en pie lo de mañana?- El felino le miró expectante a Ray esperando su respuesta.
-Claro que sí, mañana en tu casa como me pediste.- Respondió de inmediato haciendo que el felino sonriera.
-Dale, entonces nos vemos mañana, cuídate.- Dijo el felino comenzando a caminar en dirección opuesta bajo la mirada del gorila.
El felino dio solo unos cuantos pasos antes de que la voz de Ray lo detuviera en seco.
-Te gusta siempre hacerme detenerte antes de que te vayas así, ¿Me equivoco?- Raymond miró como el felino se tensaba y paraba su caminar. -Desde que nos conocemos te apena pedirme que te lleve, cuando sabes que lo haría sin dudar...- Vio como el felino lentamente volteaba para quedar de frente de nuevo a él.
-No es... Que me dé pena... Tu sabes...- Dijo el felino apenado tratando de no hacer contacto visual con Ray.
-Lo sé, solo que me da gracia el saber y entender la razón de muchas cosas que hacías y haces.- Dijo el gorila soltando una risita ante un más apenado felino.
-Ya, ya n-no te rías.- El gorila podía decir que el color rojo estaba por inundar la cabeza del felino.
Ray rio ante la indignada mirada de la pantera y se dispuso a subirse a su auto.
-Ven, sube.- Con eso y un movimiento de su cabeza fue suficiente para el felino.
Dylan subió al auto de Ray en silencio y mirando hacia la ventana la mayoría del camino, se fue sonriendo, disfrutando del trayecto que se le estaba haciendo largo más que de costumbre.
Y se estaba haciendo largo por que Ray iba a menos velocidad de lo que normalmente iba, solo iba disfrutando el camino de igual forma, aunque tratando de pescar alguna reacción del felino o sonrisa, ahora más que nunca estaba realmente al pendiente de cada gesto o señal que diera el felino.
Así fue el camino hasta que llegaron a la residencia de Dylan, el felino se dispuso a salir e ir finalmente a descansar para afrontar lo que se venía el día de mañana.
-¿Puedo quedarme?- La voz del gorila irrumpió en su cabeza.
¿Escucharon otro BOOM? ¿o solo fue en la mente de Dylan al escuchar a Raymond preguntándole eso de manera inesperada y salvaje? Quien sabe, pero el felino tenía un pie en el suelo fuera del auto cuando Raymond le lanzo dicha pregunta dejándolo tieso a medio camino.
-¿E-eh? ¿Co-commo?- Dijo finalmente sentándose otra vez mirando al gorila.
-Quedarme a dormir esta noche, quiero que hablemos, hemos alargado mucho la espera.- Dijo Ray apagando el auto afirmando su intención de quedarse ante Dylan.
Viendo esto el felino con los nervios de punta asintió.
-Puedes guardarlo donde siempre, te espero adentro entonces.- Dylan bajó del auto y fue a la entrada del edificio.
Así durante el camino hacia su apartamento, Dylan se fue tranquilizando, llegó a paso lento desde el ascensor, abrió la puerta de su hogar dejando sus cosas en la sala de momento y fue a la cocina a buscar algo para preparar rápidamente en lo que llegaba el gorila.
Ray llegó cerrando la puerta tras el en silencio, acercándose al felino en la cocina.
Dylan se dio cuenta, mientras estaba preparando unos pequeños aperitivos para dar tiempo al hambre por el momento.
-Ven...- Raymond dijo tomando de la muñeca a Dylan alarmando al felino.
-Espera, termino esto y podemos...- Pero le fue permitido continuar ya que el gorila lo estaba halando fuera de la cocina dejando todo a medias.
-... ¡Hey Raymond!.- Protestó caminando tras el gorila quien lo estaba llevando hacia su habitación.
-Luego comemos, no te preocupes.-
Así fue el felino arrastrado hasta su habitación cerrando la puerta tras ellos, como si ya fuera obvio que en el apartamento en estos momentos solamente estaban ellos dos solos, el gorila quería la extrema privacidad... Quien sabe, las paredes escuchan también.
Así fue, uno al lado del otro se encontraban en silencio en el borde de la cama.
Raymond sujetando suavemente la mano de Dylan quien estaba disfrutando de dicho tacto...
-¿Y bien?- Dylan fue quien rompió el silencio.
Ray miró al felino y se puso nervioso rascándose el cuello... No era tan fácil como estaba pensando.
-Lo siento, no sé cómo comenzar.- Dijo Ray haciendo más firme el agarre sobre la mano de Dylan.
-Yo ya dije todo ese día... Ahora quiero escuchar lo que tengas que decir.- Esta vez fue el felino quien afirmó el agarre a la mano de Ray.
Ray sonrió y asintió.
-Dylan... Primero quiero darte a entender el agradecimiento tan enorme que quiero darte, porque desde que llegué y me topé por casualidad en mi primer día de trabajo contigo, fuiste un apoyo incondicional, una mano, un hombro, una voz... Tú me diste una muy linda amistad y a pesar de que soy mayor que tú, tu eres más maduro que yo y me enseñaste mucho e hiciste que diera un cambio para bien...- Ray tomo aire, soltó un suspiro y siguió con lo que tenía que decir. -... Ahora, después de tantos años de tu compañía, me confesaste que, de esa bella amistad, ahora me has estado dando por todo este tiempo un amor incondicional que no sabía y que cada gesto que recibía de ti lo tomaba con todo el gusto, sin saber que en el fondo tu querías algo de todo eso de vuelta, cosa que estoy seguro que llegaba a lastimarte y que de verdad lo siento, siento si llegué a lastimarte...- El agarre en la mano de Dylan siguió aumentando en firmeza.
Raymond quedo en silencio, dándose un momento para seguir organizando las palabras que quería dejar salir a continuación.
-No lo hiciste, no me lastimaste, yo sabía a lo que me enfrentaba y al final decírtelo no importa que era lo que realmente deseaba.- Fue lo único que dijo el felino, con tono bajo y melancólico bajando la mirada evitando un poco el contacto visual con Ray.
-Y lo cumpliste, con los pantalones bien puestos.- Dijo con un poco de gracia el gorila, soltando una risita, que Dylan imito.
Raymond lentamente en un movimiento repentino tomo el rostro de Dylan en su mano libre, haciendo que la pantera lo mirara fijamente a los ojos, dicha acción sorprendió al felino fijando sus orbes a los del gorila fijamente esperando el siguiente movimiento de Raymond.
-Quiero que me digas esas palabras, mirándome a los ojos como esa noche...- Pidió Ray suavemente sosteniendo el rostro de Dylan con su mano.
Dylan sabe a qué se refiere, sabe muy bien lo que le está pidiendo... Pero que Raymond le esté pidiendo eso casi como rogando por escucharlas es lo que estaba generando un nudo gigante en la garganta del felino, que estaba amenazando con hacerlo quebrar nuevamente.
-Es muy, muy di-difícil si me lo pides así...- Dijo Dylan tragando con fuerza, como si ayudara a que el nudo bajara y desapareciera.
-Por favor...- Pidió suavemente Raymond de nuevo, haciendo que el nudo en la garganta de Dylan amenazara con salir a la fuerza.
Dylan respiro profundo sin mover mucho su cabeza para evitar perder el suave tacto de Ray en su mejilla y aun haciendo contacto visual con él.
-T-Te... Amo...- Respiro profundo de nuevo e intento de nuevo. -Te amo.- Dijo con más fuerza mirando Ray directo a los ojos.
El pecho del gorila al escucharlas mirando a esos orbes que estaban a punto de inundarse hizo que su corazón saltara de emoción, si, se sintió como esa noche cuando Dylan se confesó ante él, solo que esta vez podía decir que se sintió mucho mejor.
Raymond esbozo una enorme sonrisa, enternecido por lo que estaba viendo y sintiendo, mantuvo el agarre en la mano de Dylan y de manera suave llevo la mano del felino hacia su pecho, haciendo que Dylan sintiera el corazón bailante del gorila.
-Está bailando heh.- Dijo Ray sonriéndole al ya llorón felino.
Dylan no pudo más y poco a poco dicho nudo fue saliendo, haciendo que sus ojos se inundaran, mojando sus mejillas e inclusive la palma de Raymond... Poco a poco comenzó a dejar salir ese llanto.
-Dylan, he de confesarte que toda esta semana he estado pensando... imaginando, considerando el cómo sería si estuviéramos juntos...- Ray limpio el rastro y unas cuantas lágrimas de la mejilla donde tenía posada su mano. -... Admito, que me gusto lo que pude ver... Y es pensando en eso cada que podía o se me venía la idea a la mente sobre lo que te hable que día, sobre darme otra oportunidad de querer, amar, sentirse parte de algo y permitirme sentir toda esa bella experiencia de nuevo, que...- Ray bajo su mano y tomo ambas manos del felino.
-...¿Qué tal si me doy esa oportunidad contigo?.- Confeso el gorila. -Quiero llegar a decirte esas dos palabras de manera sincera, no por ningún otro motivo.
El rostro de Dylan estaba completamente en shock, su mirada estaba borrosa por las lágrimas derramándose y sin más se abalanzo a Raymond abrazándolo con fuerza, como aquella vez que deseaba que esto no fuera una maldita ilusión, un sueño del cual no quería que lo despertaran.
Raymond no dudo y correspondió el abrazo estrujándolo, acercándolo lo más posible y por primera vez disfrutando de otra manera dicho abrazo, un abrazo y contacto diferente después de lo confesado por ambos, más privado e íntimo.
Así estuvieron por varios minutos, Raymond acariciando la cabeza de Dylan y su espalda, el felino aferrándose a Ray lo más que podía, ya con el llanto más calmado, gozando de dicha cercanía.
-Sé que, no será de la noche a la mañana... Escogerme, me hace feliz...- Dijo Dylan con tono suave en su voz en el oído de Ray.
-Eres un ángel que se cruzó con este gran desastre... No voy a dejar que te vayas volando así sin más...- Ray afirmo más su agarre en Dylan.
"Prefiero aprender y algún día poder volar contigo" Se dijo a sí mismo el gorila sonriendo.
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Al final de todo, son pasos que se deben dar juntos...
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Si normalmente lloro cuando escribo cosas así, ahora con una canción que me tiene loco con esa aura melancólica y de amor sí que se me derritieron los ojos mis niños, me encanto como salió, ahora entramos a una etapa hermosa, los quiero y gracias por llegar hasta este punto.
¡Gracias de verdad, los amo y espero lo disfruten!!
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