•Capítulo 23•
Antes de comenzar, quiero que sepan que aun siguen abiertos los comentarios para que dejen sus preguntas, dudas, sobre todo lo que quieran que hare un PREGUNTAS Y RESPUESTAS, ya luego les diré que y no puedo jejej, cuando termine el tiempo se los haré saber, ahora si disfruten nenes!.
Raymond...
-Días atrás, Domingo luego de la charla entre Raymond y Joshua-
-¿Por qué no me lo dijiste Ray?- Más que sonar como un reclamo enojado o regaño, fue más que todo en tono triste pidiendo una explicación y hasta indignación.
Joshua en su charla con Carol dijo un toque de más, algo de más sobre cierta carta que leyó "Sin querer" que había escrito su padre a manera de respuesta y pidiendo conocer a alguien desconocido, hasta el momento a detalle sobre lo que Raymond le contó acerca de la historia de su separación.
Claro que después de escuchar que a su Ex marido le escribió una carta a alguien opacó su atención ante lo demás que estaba soltando su hijo tratando de desahogarse... Solo preguntas, dudas y varios sentimientos que creyó no llegar a tener ante dicha posible noticia que recibiría tiempo después de su separación oficial llegaron de golpe, y lo que le suma más es que llega la noticia de la personita que menos pensaba, su hijo, básicamente Joshua vendió a su padre.
En defensa del chico, contó todo, en modo de molestia y de desahogo necesario sobre la situación, cosa que Carol no culpó, solo siguió escuchándolo y guiar a su hijo en estos momentos.
Y como ahora, Carol personalmente le consultó a Ray ese temita.
-Bueno, no dije nada porque no se ha concretado ese tema, aunque he de decir que pronto lo hará.- Dijo tomando de su chocolate.
Carol copio la acción bebiendo de su te mañanero.
Una vez las dos tazas en la mesa, Carol tomo la palabra otra vez.
-Ya veo, pero, aun así, pensé que teníamos un grado de confianza aun para comentarnos esas cosas, yo te he contado sobre lo mío... Ya sabes, como amigo, como apoyo.- Dijo Carol con un rostro denotando tristeza.
Ray bajo la mirada...
-Lo tenemos, pero, ya sabes... Lo que pasó me hace sentir que no tengo, como decirlo, ¿derecho? Tú en cambio no tienes el pecado encima y me alegra que hayas podido comenzar a conocer, experimentar... Yo en cambio en parte siento miedo o pena al decirlo.- Dijo mirando a través de la ventana del café.
Carol lo miraba fijamente reposando sus brazos sobre la mesa.
-Raymond... -El gorila puso sus ojos en Carol y ella continuó. -Ya ha pasado bastante tiempo, 6, casi 7 años, tiempo en el que creo que has podido entender que fue lo que pasó, aprender, vivir, recapacitar, mejorar... Perdonar.-
Ray entendió por dónde iba el punto de Carol.
-¿Tú me perdonaste?- Preguntó directamente el gorila mayor.
Carol asintió de inmediato.
-Prueba de ello es que estoy aquí contigo, en este café hablando y tratando de darte apoyo, como una amiga y durante todo el tiempo que hablábamos por teléfono por la distancia no solo por Joshua...- Dijo sonriendo levemente. -El día que te perdoné... Pude finalmente soltarte y concentrarme en Joshua y en mi... ¿Y tu?.- Finalizó dando otro sorbo de su taza.
-¿Dices que tengo que perdonarme?- Dijo el gorilon moviendo su taza con chocolate.
-Digo que aun te sientes culpable... No perdonarte, esa disculpa me parece vacía... Superar y crecer.- Sentenció Carol con su mirada fija en su Ex marido.
-Entiendo... Heh, que corazón tienes, maravilloso tesoro que tenía. - Dijo el gorila con una sonrisa mirando a Carol.
Ese gesto sí que tuvo efecto, haciendo que Carol tuviera un leve rubor en sus mejillas.
Ray tenía el toque de las palabras eso si no se le ha perdido con el tiempo al parecer.
Ray rio al ver la reacción de Carol sin dudar.
-Guárdate eso para tu pretendiente mejor.- Dijo haciendo un puchero en reclamo jugueteando con su taza ya casi vacía.
El gorila solamente pudo soltar una risita en respuesta, asintiendo afirmativamente ante la petición de su ex mujer.
-Pero Ray, en serio...- Ray paro de reír y prestarle toda su atención. -...Por favor, no cometas los mismos errores y valora lo que pueden ofrecerte. - En esa mirada Carol le rogaba todo lo que no hacían las palabras.
Ray asintió con seguridad, cosa que dejo tranquila a Carol en parte.
-Bien... Ahora cuéntame cómo es toda la película.- Pidió tranquilamente Carol.
Raymond suspiró tomando una gran bocanada de aire.
-Bien, la trama es larga, ponte cómoda...- Dijo acomodándose en su asiento con su taza en sus manos.
-Bien, soy toda oídos, tenemos tiempo, María cuidara de Josh esta tarde.-
Dicho eso, con lujo de detalle, obviamente omitiendo ciertas partes que en sí, el gorila aún no ha confirmado por su cuenta, comenzó a contarle todo sobre el tema de las cartas, lo que decían en parte, los temas que abarcaban, lo que transmitían y de la manera en la que estaban escritas... Carol solo se sorprendía con cada detalle que escuchaba y no hacia más que tratar de darle un rostro o personalidad de quien le envío todos esos poemas a Raymond, ya que estaba realmente intrigada en el cómo lo describía y lo que llegó a sentir dicha fursona por esa mole.
Así fue que una larga tarde, en charla y revelando, hasta conspirando, la ex pareja se le fue el tiempo, tanto así que en algún momento la charla se desvió de quien seria, hasta vivencias actuales y un montón de recuerdos gratos.
Sin duda tuvieron tiempo de sobra para retomar donde habían quedado...
-Presente-
El felino termino de escuchar atentamente a Raymond, tomado por sorpresa por lo bueno que Carol había tomado todo sobre dicho tema, mostrando apoyo según lo que había contado el gorila, cosa que realmente le hacía sentirse contento.
-Qué bueno que pudiste hablarlo con ella y que te diera su apoyo en esto.- Dijo Dylan esbozando una sonrisa hacia Ray.
-Sí, yo tampoco me lo esperaba, fue bueno haber podido tener esa charla, des atrasarnos en todo... Fue lindo.- Ray sonrió igualmente ya notándose más tranquilo que antes.
Dylan asintió.
-Me alegra... Y también me alegra que sigas adelante con esto...- Dijo el felino esta vez poniendo su vista al frente.
-En parte si, Carol tiene razón, ya ha pasado bastante desde que nos separamos, prácticamente por un continente y espero haber aprendido de mis errores.-
Dylan seguía viendo al frente escuchando atentamente lo que decía el gorila.
-¿Así que eso significa que?- Preguntó Dylan, que la curiosidad mate al gato.
-Heh, bueno pues que puede que me dé la oportunidad después de tanto de buscar algo más que una amistad, darme esa oportunidad de construir algo serio... Esta vez haciendo las cosas bien de principio a fin, o es lo que espero.- Dijo el gorila recostándose en espaldar de la banca mirando hacia el cielo.
Por su parte Dylan esbozaba una sonrisa ante lo escuchado, en parte alegre por el crecimiento del gorila, en parte alegre porque... ¿Qué más quiere el felino como señal de que ya debe de dar ese paso sin importar lo que pase? Si me lo preguntan, ya ha dejado pasar varias veces el momento, ya es justo y necesario.
Es molesto como dice su buena amiga Galina.
-Heh, es bueno escuchar eso, de verdad...- El felino no iba a mentir, estaba conteniendo su emoción por dicha declaración de parte del gorila.
-Yeah, bueno primero terminar el asunto pendiente y...- Dijo parándose de la banca llamando la atención del Dylan. -Finiquitar esto, quien sabe si quien me ha enviado todas esas cartas es con quien me daré esa oportunidad de usar mis encantos de nuevo heh.- Dijo sonriendo con mejores ánimos, mirando a Dylan que aún seguía sentado.
Dylan lo siguió con su mirada mientras el gorila se estiraba.
-Ven, no te quedes ahí, vamos por algo de beber, yo invito, como agradecimiento por haberme ayudado y escuchado.- Sonriendo el gorila señalo el camino al felino.
Dylan le dio una sonrisa y asintió sin decir más, parándose de la banca también y comenzando a caminar con Raymond siguiéndole el paso hasta caminar lado a lado.
¿QUE MAS SEÑALES QUIERES DYLAN? ¿QUE MAS PIDES DE MI? ¡¡ES EL MOMENTO COMO MUCHOS QUE HUBO ANTESSS!
Dylan solo esbozo esa sonrisa boba dejando que su imaginación diera rienda suelta a sus fantasías, en vez de vivirlas... Como cosa rara.
Raymond...
-Más tarde en la noche-
El gorila mayor se encontraba en casa finalmente después de un largo día, en estos momentos se encontraba en el comedor, cenando en silencio junto a Joshua, nada de palabras, solamente el sonido del ocasional choque de los utensilios con el plato, masticadas, nada más.
-Josh...- Con eso llamo la atención de su hijo, viendo que el chico fijo sus ojos en Ray. -Ahora que termines de cenar, cepíllate y ven a la sala, quiero decirte algo.-
Joshua se quedó un momento viendo a su padre y al final asintió.
-Si señor.- dijo para continuar cenando.
No tomo mucho hasta que ambos terminaron su comida, el chico lavo su plato usado y fue a su habitación, mientras que Raymond comenzaba a lavarla vajilla y todo lo utilizado.
Así fue hasta que, por el rabillo, vio a su hijo pasar y caminar hacia la sala... Secó todo y dejo ordenado y salió camino a la sala igualmente, viendo que Joshua ya estaba sentado en el extremo esperando por Ray.
Raymond tomo asiento a su lado, soltando un suspiro...
Ahora solo quiere ser directo nada más.
-¿Me odias?- Dicho eso Joshua giro su cabeza con brusquedad, no dando crédito a lo que estaba escuchando.
-¿Qu-Queee? ¿Qué dices papá?- Joshua negó con su cabeza antes de seguir hablando. -Nada de eso pa, para nada, ¿Porque preguntas eso?- El chico hablo un poco alterado sobre dicha pregunta tan osada.
Raymond le dio bastante gracia tal reacción que soltó una risa en la cara de su hijo, el cual ya estaba más que confundido, no estaba entendiendo nada del comportamiento de su padre.
-Tranquilo, tranquilo, sé que no es así, tu madre me contó todo lo que hablaron... Sé que no me odias, solo que estas molesto por la situación.- Dijo Raymond mirando a su hijo con una sonrisa. -Y te pido perdón Josh, por todo, pero eso no ha hecho ni hará que me aleje, eso sí que no.-
Joshua asintió soltó un suspiro recostándose en el reposabrazos.
-Si estaba molesto, nunca pensé que esa fuera la razón por la que tú y mamá ya no estaban juntos... El que la engañaras... Ya sabes... Me sorprendió.- Dijo en tono bajo
-Entiendo, sorprende créeme y decepciona también.- Respondió Ray.
Luego de eso los dos quedaron en silencio un buen rato y el primero en tomar acción fue Raymond, miro a su hijo y lentamente se acercó y fue cuando Joshua se dio cuenta que su padre ya lo tenía entre sus brazos en un cálido abrazo, el cual Joshua tomó un tiempo en responder, pero que al final se aferró a su padre correspondiéndolo cariñosamente, ambos, padre e hijo compartiendo ese momento especial.
Así fue durante unos minutos hasta que se separaron del cariñoso abrazo.
-¿Todo bien?- Dijo Raymond en tono bajo a su hijo.
Joshua asintió con una pequeña sonrisa.
-Si todo bien, como dije, gracias por haberme dicho y a mamá también le agradecí, ella también pensaba que estaba molesto con ella.- Dijo rascándose el brazo.
Ray rio al escuchar eso, ya lo sabía.
-No hay lio, me alegra que este todo claro ahora.- Dijo para pararse del sofá con la mirada de su hijo en el aun.
-Eehm, ¿Pa?- Esto llamó la atención del gorila mayor
-¿Si?-
-Sobre tu respuesta, ¿entonces seguirás con ello?- Preguntó el chico con bastante curiosidad, Ray lo miro con una sonrisa.
-Sí, lo haré, creo que tu viejo ya está en su momento nuevamente para darse esa oportunidad con alguien.-
Joshua esta vez sonrió y se paró del sofá y estando frente a su padre asintió y le dio otro cariñoso abrazo.
-Buena suerte.- Dijo Josh al abrazar a su padre.
El gorila mayor correspondió el abrazo sin dudar sonriendo.
-Gracias hijo, de verdad significa mucho.-
Con eso padre e hijo terminaron su día, solucionando su situación y dejando en claro todo sobre la mesa...
Y con un hombre listo para abrirse a sentir de nuevo ese sentimiento llamado amor y darse esa hermosa oportunidad y quien sabe, revivir esos momentos de lujuriosa juventud.
Esperemos que su respuesta llegue a su destinatario y que sea el comienzo de algo bello...
Dylan...
-Días después... Viernes-
Final de la semana, una mañana tranquila, luego de un miércoles y jueves movidos e interesantes en la vida del felino.
El miércoles finalizando esa charla tan personal con el gorilon, recibiendo la noticia de boca de Raymond que su amado ya está listo para conseguir pareja y que quiere finalmente lograr construir algo serio nuevamente en su vida amorosa.
Que más notición que eso.
Y el jueves si fue algo más inusual es la palabra que el felino usaría en este caso, ya que sin si quiera imaginarlo, Melissa volvió, según ella que estaba por fuera de la ciudad, entendió el como parte de un pequeño receso...
Dylan no tenía ni idea que eso había pasado, pero bueno, el punto fue que ese jueves precisamente Melissa le invitó a cenar, los dos solos... Si... El felino sintió lo mismo que cuando ella llegó a su lado ese día a medio día que le invitó a que almorzaran juntos, esas repentinas apariciones de esa chica en su vida le estaban sacando de lugar a manera de sorpresa.
De manera buena, esa noche de jueves fue tranquila y divertida, a pesar de las primeras impresiones que Dylan había tenido de Melissa, en esta ocasión dándose la oportunidad de conocerla su idea sobre ella estaba cambiando para bien, tenían cosas en común y era fácil entablar conversación de muchos temas con ella.
"Quien lo diría... Me equivoqué con ella" Pensó el felino en su puesto de trabajo mientras repasaba sus recuerdos de estos días, y sí que se equivocó con Melissa, como con la mayoría en su primera impresión, lo mismo fue con Galina y mira, como uña y mugre.
Sobre Galina, obvio que el felino le contó todo el chisme de lo que había pasado con lujo de detalles, en especial haciendo énfasis en la última parte donde Raymond declaraba que estaba listo para darle amor al mundo, recibiendo la advertencia de su amiga que lo iba a castrar si llegaba a fregarla en estas alturas del partido, advertencia que fue recibida y anotada por Dylan tragando grueso ante ello.
Si... Vaya días.
Y ahora, se daba el lujo de relajarse este día en su mayoría, ya tenía de antemano todo listo para este fin de semana de la segunda y última fase de eliminación, a comparación de los demás que estaban a todo dar para dejar todo al pelo.
El felino gozaba de darse su tiempo, con ingenio simplemente replico el mismo protocolo de la semana pasada, ningún cambio, si salió bien la primera, nada de hacer cambios y complicar las cosas.
Así fue hasta casi las 11 de la mañana, donde ya aburrido de estar sentado ahí y con el ruido de papelerío y de sus compañeros corriendo de lado a lado, se paró de su silla dispuesto a darse un paseo y salir de este tornado de apuros.
Y con salir y cerrar la puerta tras él fue que pudo gozar de un poco más de silencio...
Pensó hacia donde ir a saciar su aburrimiento, cosa que no fue muy difícil ya que obviamente su primera opción era ir donde Raymond estaba, el taller, pero... Había un inconveniente y es que siendo hoy debe de estar igual de atareado que los demás y más el siendo el piloto principal junto con Stef, deben de estar más que ocupados con los preparativos para mañana.
Pero bueno, debe de intentarlo primero e ir a ver cómo van las cosas por allá, igual de todos modos ante todo su curiosidad felina lo llevara instintivamente al santuario automovilístico de Ray aunque no quisiera... Que quiere.
No tomó mucho, fue un paseo agradable y lento hasta llegar a la entrada del gran recinto dispuesto como taller y área del equipo de carreras, no es como que tenga que tocar ya que la enorme compuerta siempre está abierta mientras estén aquí, así que a paso firme entró como siempre mirando hacia todos lados, presenciando y admirando los vehículos, equipos, fotos, herramienta... Siempre este lugar le sorprende y le hace sentir respeto hacia él y quienes trabajan aquí.
-¿Ray?- Llamó el felino casi que escuchando como se generó un leve eco.
¿Eco? Y nada de respuesta, esto le tomó por sorpresa al felino, era raro que no hubiera nadie alrededor y sabiendo el día que es mañana más raro aun para Dylan.
Miro su reloj, aun no era el momento del almuerzo, miro hacia los alrededores nuevamente si es que paso algo por alto, pero nada, de verdad no había nadie, así que decidió adentrarse hasta el puesto de Ray a ver si obtenía alguna pista de donde estaba...
La curiosidad como siempre ya sabemos que les hace a los felinos, no hace falta decirlo cada vez que se ponen a husmear.
-Hmmm nada, ¿bueno y donde se metieron todos?- Dijo pensando en voz alta.
De verdad que estaba vacío, así que asumió que habían salido ya sea a la pista de pruebas y estarán en la sala de conferencias, quien sabe...
Pero para el felino que siguió haciendo que sus ojos recorrieran el lugar donde Ray trabajaba, dichos ojos curiosos se toparon con algo que hizo que le saltara la alarma de inmediato, casi como una alerta de bomba inminente.
-Ray...- Fue lo único que dijo en tono suave al aire.
Se quedó un buen tiempo parado ahí viendo hacia la dirección en la que sus ojos habían captado ese objeto preciado que le había llamado la atención.
Sobre el banco de trabajo del gorila, justo en la esquina derecha inferior bien colocado alineado, reposaba dicho sobre que el gorila le había mostrado esa noche donde le entrego el regalo, el sobre que contenía la respuesta a sus cartas y no solo eso.
La propuesta de finalmente conocerse cara a cara.
Dylan sonrió, dio un paso... Dos pasos... Parecía en cámara lenta, cada vez más acercándose al banco y cada vez más cerca de tomar el sobre...
Tres pasos... Cuarto paso y ya estaba frente al banco con su mirada posada en dicho sobre, que curiosamente el gorila imitó la manera en la que Dylan la había dejado en primer lugar, de verdad que Raymond se lo tomó en serio esto de dejarlo en el sitio que sabía, ya habían aparecido las cartas.
De manera lenta Dylan tomó el sobre, detallándolo y sintiéndolo entre sus dedos, quedándose un momento suspirando e inevitablemente sonriendo.
-Gracias por tu respuesta...- Dijo suave guardando el sobre en su bolsillo con cuidado.
En ese momento recordó un leve detalle, así que levanto giro su cabeza y miro hacia arriba, mirando hacia una dichosa cámara de seguridad que estaba en la esquina del taller a lo alto, la cual tenía buen ángulo de visión del puesto de Ray.
Sin darle importancia, sonrió y ya terminando su improvisada visita al taller giro y comenzó a caminar hacia la salida del taller, ya que Ray no estaba, tras de eso de que encontró algo realmente interesante ya sentía que no tenía nada más que hacer aquí por el día de hoy.
"Vine por cobre y encontré oro... Quién lo diría" Pensó el felino a sus adentros más que contento.
Ya tenía grandes planes esta noche...
Un buen chocolate caliente con estos fríos que hacen en dichas épocas, cubierto en su camita, leyendo dicho papel con toda la emoción del mundo.
Mejor plan imposible para un viernes...
Raymond...
Fue un largo viernes para el gorilon, luego de que casi todo el día estuvo en entrenamiento previo a la competencia, ultimando detalles con todo el equipo, y algunas pruebas de vuelta y de funcionamiento de todos los vehículos al fin pudo volver, aunque algo tarde a su puesto de trabajo en el taller para poder cambiarse, dejar todo en orden e ir a su casa con Joshua para darse un buen descanso reparador para el día de mañana.
-Ufffff al fin podemos ir a casa Josh.- dijo el gorila sobándose el cuello mirando a su hijo, quien caminaba a su lado dando uno que otro bostezo.
-Sí, pero fue increíble ver como pilotabas pa.- Dijo el chico soltando otro bostezo.
Como Ray, Joshua quien lo acompañó todo ese viernes sintió el cansancio de un día tan movido y eso que el chico fue más que espectador, quien se llevó más fue su padre.
-Gracias y espero que te hayas divertido, mañana iremos por esa victoria esperada hijo.- Dijo el gorilon poniendo su puño para chocarlo con el de Josh.
Su hijo respondió al gesto chocando sus puños sonriendo alegremente y asintiendo.
-Bueno, ve y toma tus cosas, yo me iré a cambiar y nos iremos. - Dijo Ray caminando a su banco de trabajo para dejar en orden todo.
-Si señor.- Dijo en modo militar, yendo a los locker a paso firme.
Ray sonrió viéndolo caminar y volvió su atención a su banco...
Revisando que todo estuviera en orden, de inmediato se percató que algo faltaba en ese lugar... Y que más, la carta ya no estaba donde el la había dejado, ningún rastro de ella en las cercanías como para decir que alguien la había tomado por curiosidad y la había dejado en otro sitio... Nada.
-Vaya, tomó menos tiempo del que pensaba... Heh.- Sonrió y en ese momento paso algo curioso.
En su cuerpo comenzó a sentir las famosas mariposas en el estómago, se podrían decir nervios, o que también estaba comenzando a sentir esa ansiedad de no saber cómo fue que eso explotó, no saber nada de eso sí que le ponía inquieto, de buena manera eso sí.
"Bueno, sigue sorprendiéndome como hasta ahora" Dijo en su mente, pero fue algo así como un mensaje telepático que ojalá le haya llegado a quien en estos momentos...
Tiene la carta en sus manos, con una sonrisa en su rostro y planes de lectura con chocolate caliente.
Si... Ese mismo.
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Uuuufff uuiufffff que escritura más inspiradora que estoy teniendo, y que mejor que extensos capítulos llenos de datos e información reveladora, espero les guste porque nos acercamos al final de este tercer paso.
Los amo!!!! Cuídense y nos leemos la próxima!!
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