•Capítulo 17•
Dylan.
El felino seguía mirando hacia el techo por un momento más, sin tener noción del tiempo y no es que le importara mucho ahora, hasta que finalmente bajo su mirada y se paró de la silla lentamente y camino hacia la puerta, tomo el pomo y la abrió de manera lenta dejándole en frente el pasillo a oscuras donde al fondo pudo ver una fuente de luz que suponía él es la sala donde estaba el hijo de Ray y obviamente debe de estar el gorila mayor.
Apago la luz del estudio haciendo que ahora si estuviera en completa oscuridad, cerró la puerta tras él y tomo el camino con paso lento por el pasillo acercándose más y más hacia dicha fuente de luz de varios colores.
Una vez llegó y estuvo lo suficientemente cerca de esto, se encontró con dicha sala de estar y viendo como estaban padre e hijo concentrados frente al TV en una partida de lo que parecía ser un juego de peleas, en el cual por lo que pudo analizar Dylan de lo que la pantalla mostraba, iban muy reñidos, y como se podría decir, el primero que cometiera un error seria el perdedor.
Dylan dejo que una sonrisa se mostrara en su rostro viendo dicha escena y notando un taburete en lo que era la barra, tomo asiento observando cómo estos jugaban con ánimo y desbordando competitividad con palabras que por muy poco podrían rozar la obscenidad, más que todo del gorila mayor cosa que el pequeño le reprocha de inmediato a su padre por las maldiciones que estaba soltando al aire sin vergüenza alguna por un solo momento en el que estaba quedando en desventaja, haciéndolo pensar que la derrota se acercaba.
-¡PAPÁ! ¡Vocabulario!- Grito una vez más el pequeño escuchando una barbaridad que se le salió al gorila mayor en dicho momento por poco saborear la derrota, cosa que hizo que Dylan sonriera y que casi soltara una carcajada.
-¡No me reprendas! ¡Yo soy el adulto aquí! - Dijo con voz alta en modo de reprocha por el regaño que le dio su hijo aun con su mirada hacia la pantalla, sin dejar atrás su concentración en el juego.
Y así siguió por unos minutos más, llenos de tensión en la partida entre ellos dos hasta que al final coronándose como ganador el gorila mayor, Ray solamente alzó la mano con el que tenía el control en signo de victoria y como si fuera su trofeo de reconocimiento, en cambio el pequeño Joshua se mostró molesto cruzándose de brazos tratando de no reventar en ira e intentando aceptar la derrota con un tierno puchero si se puede decir, cosa que se le hizo aún más tierno al felino que los observo durante todo este tiempo, sonriendo cálidamente, sí que le estaba agradando enormemente ver y presenciar estos momentos padre e hijo, le enternecen.
Le mueven el corazón, siente esa presión en su pecho, una muy pequeña que envía lo que pareciera ser una pequeña corriente eléctrica por todo su cuerpo...
-Bueno Josh, tu pierdes entonces ya sabes, como se acordó, hora de irse a dormir temprano hoy, el viernes y el fin de semana como apostamos.- Dijo el gorila mayor con tono de burla hacia el niño, el cual aún estaba con su puchero en su rostro que al final soltó un suspiro y asintió derrotado.
Y claramente el felino se quedó con la expresión y los ojos abierto llenos de sorpresa, ya que... "¡¿Habían apostado eso?!" ¿Qué el chico tenía que irse a dormir temprano o tarde estos días? eso sí que lo tomo por sorpresa al felino viendo como Joshua se paraba del sofá y comenzaba a caminar por el pasillo del que el vino del estudio, como el chico en la oscuridad de dicho pasillo se perdía finalmente, dejándolo a él y a Ray solos en la sala de estar, solo que el gorila parecía no darse cuenta de que él estaba ahí sentado detrás de él.
Viendo que el gorila tomo su teléfono y comenzó a revisarlo sin darse cuenta todavía, Dylan se paró del taburete y se acercó lentamente y con paso suave a Raymond y estando ya a una corta distancia, extendió su brazo para poner su mano en el hombro del gorila mayor, lo cual hizo que Ray se sobresaltara en el sofá, haciendo que casi salte de donde estaba sentado y dándose la vuelta de inmediato, dicha acción hizo asustar un poco a Dylan por como el gorila reaccionó, llevando su mano hacia su pecho y sujetándola como si fuera a ser atacado, después de unos momentos de mirarse en silencio directamente, Dylan fue el primero en sonreír seguido de Ray quien soltó un suspiro de alivio y una risa, recuperándose del susto que el felino le acaba de dar.
-Lo siento, no quería asustarte.- Dijo Dylan con tono calmado y bajo aun mirando al gorila.
Ray seguía con su sonrisa para luego hacerle señas con la mano, palpando a su lado en el sofá para que el felino tomara asiento, Dylan al notar este gesto sin pensarlo negó lentamente con la cabeza, esto le sorprendió a Ray el cual aun con la mirada fija en Dylan casi que telepáticamente le estaba preguntando el porqué, solamente con su mirada, cosa que Dylan captó de inmediato.
-Es hora de que vaya a casa Ray, ya es muy tarde.- Dijo tomando su morral y colgándolo en su hombro ya listo para caminar hacia la puerta y partir con una sonrisa en el rostro, calmada y pacífica.
Sin más el felino comenzó a caminar hacia la puerta dándole la espalda a Raymond... Dylan no podía mentir que, en su mente en un escenario perfecto, estaba esperando que el gorila lo detuviera, pero al notar que ya estaba a pocos pasos de la puerta y nada que Raymond hacia o decía algo esa expectativa cayo rotundamente, ya con el pomo en su mano, abriendo la puerta ya estaba listo para salir de ahí e ir a su hogar.
-Sabes que puedes quedarte, no es necesario que te vayas, es muy tarde para salir.- La voz de Raymond hizo que parara su accionar de salir por la puerta y volteo a mirar a su amigo. -Además sabes que no te voy a dejar, la única forma de que te iras es si decido y quiero llevarte en auto hasta tu casa, cosa que no voy a hacer... vas a quedarte esta noche aquí. - Todo eso decirlo con una sonrisa de oreja a oreja que casi parece una amenaza.
Dylan simplemente después de dichas palabras, que en sus adentros sabe que son ciertas, además de que su escenario perfecto de cuento de hadas había sucedido, cerró lentamente la puerta tras él y caminó de nuevo hacia el taburete del mini bar, para tomar asiento nuevamente en él y dejar su morral en el mesón.
En su interior el felino tenía una sonrisa de oreja a oreja como el gorila en estos momentos pero por obvias razones no quería expresarlo tanto, no es lo mejor ahora.
-Bien, ya que no te vas a ir, podemos cenar algo, ¿no? supongo que no has comido algo.- Dijo el gorila parándose del sofá yendo a la cocina bajo la atenta mirada de Dylan, el cual aún sigue sin decir ni mu.
El felino simplemente negó con la cabeza con un suave movimiento.
-Te pusiste en mute tan de repente, no es como si te hubiera regañado o algo malo haya pasado D... si es por lo de hace rato, te lo dije, no quiero que esto vaya a poner las cosas complicadas e incomodas, hagamos de cuenta que esa charla no ha pasado, cada uno sabe a qué se llegó al final.- Dijo ya una vez cerca de Dylan poniendo suavemente su mano en el hombro de la pantera, el cual esta vez sí dejó salir una sonrisa al sentir el suave tacto, haciendo que el gorila contestara con una igualmente. -Así que ya puedes decir algo, vamos.- Insistió nuevamente Raymond.
Dylan sentado en el taburete se puso en modo pensativo con su mano en su barbilla y todo, ya un poco más tranquilo con la situación, tomándolo con un poco de broma como si estuviera escogiendo las palabras para un momento importante en su vida, cosa que le hizo bastante gracia a Ray el cual lo mira expectativo.
Finalmente, la mente de Dylan se iluminó con algo por decir.
-Hmmmmmmm bueno, que puedo decir ya que dices cena... ¿Joshua no ha comido tampoco? y lo enviaste a dormir, así que enviaste a tu hijo con hambre a dormirse...- Después de eso el rostro del gorila quedó en completa sorpresa y como si la culpa le hubiera dado tremenda cachetada, se dio una en todo su rostro por la idiotez que había hecho.
-...-
-Aquí viene la parte donde le digo que esto no se le mencionará a su madre...- Dijo soltando un suspiro de molestia con vergüenza.
Dylan comenzó a contener la risa, viendo como el grandioso padre ya sabía lo que se avecinada en esta cagada que había cometido, pequeña a comparación con otras cosas pero que aun así no se puede llegar a saber.
-Diría que sí, aunque eso te costará algo a cambio, tal vez que la apuesta de acostarse temprano sea anulada.- Dijo con tono de burla viendo como Ray lo miraba con fastidio.
-¿Estas de su lado entonces?- Dijo finalizando con un puchero de indignación.
-No tengo la culpa que el grandioso padre aquí presente, apueste con su hijo y que luego lo arruine por algo tan sencillo como alimentar a TU hijo.- Dylan esta vez con la sonrisa aun en su rostro se cruzó de brazos como si lo estuviera regañando.
El gorila ya tenía su boca abierta para contestar, pero como puede renegar si el felino tiene razón al final, así que solo cerró la boca y tomó asiento en el otro taburete al lado de Dylan resignado y reprendido.
-Iré a llamarlo para que cene con nosotros...-
-Debes, te ayudaré a alistar todo en la cocina...-
Esa noche al final todos terminaron con sus estómagos llenos y con sonrisas.
Un padre avergonzado, una pantera burlándose de él y un chico que no sabía muy bien que estaba pasando.
Completamente normal.
-Al día siguiente-
Un viernes calmado, un viernes con un clima frio, un viernes tan tranquilo de esos que te dan armonía y no solamente porque sabes que el fin de semana está a solamente un paso...
En esta parte diría que no es el caso para Dylan... Pero es el caso de el precisamente, mientras todos a su alrededor corren, se encuentran moviéndose a una velocidad mayor, con miles de llamadas, trabajo, tareas pendientes, imprevistos de último momento por parte del área logística, mientras que todo el equipo técnico están dando sus últimos detalles para la competencia, inventario, cronogramas, organización, revisiones de ultimo momentos a las máquinas y los pilotos repasando toda la información...
El felino simplemente estaba tranquilo en su escritorio leyendo con calma el cronograma que su jefa le había enviado sobre la logística del evento, que pareciera que estuviera en su burbuja ya que el felino juraría que la oficina se encontraba en completo silencio y paz, pero la verdad es que había mil y un ruidos de voces y sonidos electrónicos que distraerían a cualquiera.
Dylan estaba en su mundo, cerrando el libro del cronograma sobre su escritorio y recostándose en su silla rápidamente en su mente quito cualquier pensamiento sobre lo que acaba de leer y rápidamente recordó la noche de ayer, como todo comenzó tranquilo, luego dio un pico de adrenalina y de un remolino de sentimientos, para luego bajar a la calma absoluta a convertirse en una noche divertida, tanto en tan poco tiempo... Para el felino solo hay una razón y tiene el nombre de Raymond.
Dylan solo iba a irse anoche a su casa y ya, dejar todo ahí, posiblemente hacer de cuenta para el que no había pasado nada, aunque eso le había afectado, pero el gorila evitó esto y se podría decir que ayudo e hizo que la situación fuera llevadera por los dos al menos luego de la charla, no solamente recargando todo ese peso ya sea en el Dylan o Ray.
Cosas que hacen que Dylan lo quiera aún más de lo que ya admite... Siempre ahí para el...
Siempre dándole apoyo, un hombro donde reposar...
-¿Todo bien niño?- Esa voz lo saco de su trance, no de manera abrupta, solo giro su cabeza a mirar quien le había llamado la atención era su jefa Jessica.
Dylan asintió y se acomodó en su silla. -Sí, todo bien aquí, acababa de terminar de leer el cronograma.- Dijo tomando el libro entre sus manos para pasárselo a su jefa.
-¿Y en qué piensas?- Dijo la loba mirando fijamente a Dylan.
-Bueno, solo corregir la hora de transporte, es mejor que todo el equipo salga junto, no por grupos separados, solo eso.- Dijo el felino de manera calmada y con expresión neutral, cosa que estaba llamando mucho la atención de Jessica.
-Ok, anotado, pero no preguntaba por el cronograma...- La pregunta hizo que Dylan pusiera expresión de confusión.
-¿Cómo?- Pregunto el felino con su confusión en su rostro.
-Te he notado muy tranquilo, como en tu mundo a diferencia del caos que hay hoy previo al evento.-
-Oww, es eso.- dijo Sonriendo con un poco de pena.
-Cambiaré mi pregunta... ¿Te sientes bien?- Esta vez Jessica se sentó en el borde del escritorio mirando fijamente a la pantera.
-Sí, y estoy bien, solo que... Esta semana he tenido una montaña rusa de emociones que, creo que ya hoy no sé cómo o que quiero expresar.- Dijo mirándola con una expresión neutral nuevamente.
-Entiendo.- Contestó su jefa y Jessica al escuchar esto, se paró y le hizo señas para que este le siguiera, cosa que Dylan obedeció sin dudar.
Salieron de la oficina, Jessica cerrando la puerta tras ellos y con la atención de Dylan esta se dispuso a hablar nuevamente.
-Ve a darte un paseo, despeja esa mente, camina, piensa, no sé, pero necesito que revivas, aun en automático trabajas muy bien pero no me sirves a ese ritmo tan tranquilo y disperso.-
Dylan solo la miraba sorprendido por lo que le estaba diciendo, más bien la orden que le estaba dando como su jefa.
-P-pero jef...-
-No te veo caminando Collins..- Dijo interrumpiéndolo, dándole la orden de que se fuera caminando a donde fuera. -Cuando despejes esa cabezota, ve a mi oficina y dejaremos listos los detalles finales para pasarlo al gran jefe, buena suerte.- Y con eso si más Jessica tomo la dirección contraria, dejando a Dylan solo en el pasillo del recinto.
Raymond...
¿Recuerdan que les dije que este viernes estaba de locos? ¿Y que la mayoría se encontraban en un ritmo muy acelerado?, aunque había una excepción a esta situación y es el cual en estos momentos se encuentra dando un paseo obligado...
Bueno en el área de taller hay otra excepción que se puede apreciar, está tranquilo, inalterable ante todo el ajetreo.
Si, Ray se encontraba probándose el traje que utilizaría, ajustando cada centímetro bien a su cuerpo, analizando todo el conjunto y haciendo varios movimientos de sus extremidades con tal de sentir cualquier posible incomodidad generado por este, como si estuviera solo y que ese enorme taller fuera su vestier privado.
-¿Que tal? Los detalles que nos mencionaron del modelo anterior se corrigieron, ¿lo siente bien?- Preguntó una chica del grupo encargado de la indumentaria esperando la respuesta del gorila.
Si no es porque la chica prácticamente estaba a 2 pasos del gorila atenta a cualquier comentario, no la hubiera escuchado preguntándole ya que este también estaba en su propia burbuja.
-Hmmmm, sí, me gusta y se siente bien y más flexible que el otro... Gracias.- Dijo con una pequeña sonrisa mirándose una vez más en el espejo, bien paspi se veía.
La chica asintió y con una sonrisa comenzó a recoger todo para llevarlo y preparar todo.
Ray se quitó el traje para dárselo a la chica y ver como esta se fue casi corriendo hacia el resto de su grupo.
Miró alrededor... Todos con prisas, haciéndolo sentir...
Tan fuera de lugar...
Se colocó su camisa, y lentamente y como si fuera invisible caminó saliendo del enorme y ruidoso taller esperando que sus pies lo llevaran a no sabe dónde, solo sabía que necesitaba despejarse un poco...
Y así fue, paso a paso por todo el recinto, en cada intersección de pasillos o caminos, escogía a dedo por donde girar a veces yendo en círculos lo que le causaba risa.
Ya había pasado casi media hora de estar caminando en su cabeza, cosa que era correcta, siguió hasta que una brisa lo acarició dándose cuenta que estaba pasando por la zona verde del lugar, así que sin pensarlo mucho siguió su camino por ahí buscando una banca donde reposar.
No pasó mucho para verla a lo lejos, aunque no esperaba verla parcialmente ocupada por alguien... Y menos esperar ver que conocía muy bien a ese alguien.
Lento y con paso firme se acercó a la banca y ver si realmente sus ojos no lo estaban engañando.
-Hey tu. - característico saludo que tiene con él.
El giro su cabeza hacia tan reconocible llamado quedando la mirada de ambos conectadas por un buen tiempo, donde de parte de Raymond sonrió...
Dylan devolvió la sonrisa y con la mano palpó a su lado en la banca, invitándolo a sentarse.
-Hey tu.- Respondió el felino una vez que el gorila tomó asiento a su lado.
-¿Qué haces aquí tan apartado?- Soltó Ray con su mirada hacia el frente, observando el mini paisaje de la zona.
Dylan soltó un leve suspiro al escuchar la pregunta. -Hmmm... Tengo la mente nublada... O eso me dice mi jefa, aunque desde que me lo dijo y lo pienso, siento que así es.- Dijo el felino con su mirada fija en la zona verde al igual que Ray. -¿Y tú? ¿Qué te trae aquí?- Preguntó el felino girando su vista hacia Ray.
-Tengo nervios por lo de mañana, así que necesitaba distraerme, caminé y caminé y cuando me di cuenta ya estaba aquí...- Dijo para girar su mirar y conectar nuevamente con la mirada de Dylan. -Y te encontré en la banca donde me quería relajar un rato jajaj.-
Dylan rompió el contacto visual con una leve sonrisa apenada.
-Que coincidencia...-
-Sí, es como si algo me dijera que viniera o, que me llevara a ti para tranquilizarme...- Dijo Ray...
-...-
Después de eso fue como si el ruido del ambiente se haya ido completamente quedando en un vacío total, al menos para Dylan que aún no daba crédito a lo que había escuchado, aun con mirada al frente evitando a toda costa ver al gorila sintió como su rostro se calentó poco a poco, sabía que debajo de su pelaje un violento sonrojo se quería asomar.
¿Qué decir o qué hacer ante eso? Ya tenía su cabeza hecha un remolino con toda esta semana y para remate Raymond le suelta dicha bomba sin miseria...
Y precisamente cuando tiene la guardia completamente abajo.
-B-bueno, la vida... Te sorprende ¿Sabes?- Ya ni sabía que estaba diciendo.
-Hmmmmm... No es la primera vez que, ya sea voluntario o no, te busco para desahogarme, o pidiendo por tu apoyo...- Dijo Ray de manera tranquila con tono bajo que el felino aun podía escuchar perfectamente.
Dylan decidió callar en el momento.
En ese momento sin que Dylan se enterara de ello, Ray lo miró y acercó su mano al felino para posarla suavemente sobre la cabeza de Dylan dándole una acaricia de manera cariñosa, llamando la completa atención del felino quien aún no cedía a su impulso de querer mirar a Raymond a la cara.
-Heh, supongo que nos apoyamos y necesitamos el uno al otro...- Dijo para parar las caricias y dejando otra vez su mano en el hombro de Dylan.
El felino sonrió, esta vez conectando su mirada con la del gorila nuevamente.
"Más bien diría que soy yo quien más necesita de ti... Desde que comencé a conocerte y desde que comencé a aceptar lo que siento por ti... Créeme que hay días en los que simplemente verte o saludarte no basta... Cada día necesito más"
-Yo te necesito más de lo que tú a mi Ray...-
¿Pensó eso en voz alta? Si... Lo hizo.
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Quuuueeeeee hiatus con este capítulo sí que me costó bastante pero así me gustó, tenía muchas ideas de cómo seguir, pero creo que escogí la mejor dirección
Espero les guste los amo!!!!.
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