𝐌𝐚𝐲𝐛𝐞 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐛𝐥𝐮𝐞 𝐦𝐨𝐨𝐧
El pelinegro frunció ligeramente el ceño al sentir su celular vibrar como loco en su bolsillo trasero. viendo los mensajes de su novio, al leerlos le parecía algo extraño que el menor le preguntara a él, debía decirle a su madre.
Jungkook trago duro y comenzó a sudar frío, sus mejillas enrojecieron.
Ese pequeño era manipulador y sabía su punto débil.
guardó el celular en su bolsillo antes de ver los mensajes de emoción y con muchos emojis que su novio seguramente había mandado.
Jimin no estaba en la escuela así que volvió solo en la moto, llegó a su casa y se encontró a su novio con una sonrisa digna del niño más feliz del mundo y en sus brazos una caja, a la cual ya desde lejos jungkook miró con el ceño fruncido.
—¡Mira kook! —Jimin se le acercó con la cajita en manos, mostrando el peludo animalito de pelaje rubio claro y blanco por partes—. es un gatito tan pequeño, como tú.
Jungkook frunció la nariz con desaprobación.
—Jimin, soy más de perros, lo siento.
Jimin rodó los ojos y suspiró de forma dramática.
—lo mismo decías de las vaginas y mírate, ahora andas comiéndome la polla.
—¡Jimin!
—¡Jungkook! —imitó el rubio—. no voy a dejarlo… es un bebé, no puedo dejarlo.
—No tendrías que ni haberlo agarrado.
—Con solo verlo ya me lo hubiera llevado. —dijo el menor—. no voy a dejarlo por más veces que lo digas, así que lo aceptas o me voy a ofender muchísimo y no voy a volver a hablarte. —hizo un puchero.
Jungkook se sintió atacado.
—Bien… te ayudaré. —miró al gato y acercó una mano con lentitud e inseguridad lo tomó, el felino maulló bastante fuerte—. shh, no hables rata. —
Jungkook hizo una mueca, acercó al pequeño animal maullante a su pecho mientras lo miraba con desconcierto—. n
Nunca tuve gatos.
—Siempre hay una primera vez para todo, y tú lo sabes mejor que nadie. —Jimin se encogió de hombros—. Ahora, ¿Me acompañarás con mamá a decirle? me estuve escondiendo a fuera hasta que llegaste, no sabe nada.
—Claro, amor. —Jungkook dejó unas caricias con su mano libre sobre la pequeña mano de jimin, quién sonrió, antes de tomar distancia y caminar hacia la casa del rubio, porque aún su madre no sabía nada de su relación.
Ambos entraron juntos a la casa del menor, jungkook con el gatito abrazándolo a su pecho.
—¡Mami! ¡Encontré a un gatito! ¿Puedo quedármelo?
—No. —contestó la señora park.
—Pero…
—Meow. —el gatito maulló de forma aguda y chillona.
—Jimin deja de hacer ruido. —habló Jungkook bromeando.
—Eres un idiota. —el rubio le quitó el animalito de sus brazos y lo cargó él, yendo hacia su madre quien estaba en la cocina.
La mujer miró al gatito con ternura y jimin se lo extendió para que ella lo tomará.
—Aww mi amor, es muy pequeño…
—¿No que no? —dijo el pelinegro, y recibió un golpe de parte de Jimin sobre su estómago, haciendo que se doblara sobre si mismo con dolor.
—Jimin, un gatito es una gran responsabilidad, quizás necesita alimentarse con biberón. —Su madre le daba caricias al pequeño animalito, lo mecía ligeramente como si fuera un bebé humano—. Y lo voy a terminar cuidando yo, Jimin, como siempre que traes un animal a casa.
—Con Jungkook nos vamos a hacer cargo. —aseguró Jimin, a lo que su novio asintió—. Lo vamos a cuidar y mantener entre los dos.
Su madre levantó una ceja.
—¿Y Jungkook que sería de él?
—El padre, duh.
Su madre rio un poco y miró al gatito, acariciando su cabecita, hasta llegar a su nariz, donde el pequeño abrió su boca y mordió su dedo. aunque ni dientes había para que le doliera algo.
—Es lindo. —confesó la mujer—. si se hacen algo se pueden quedar, pero le enseñan a cagar a fuera.
—Si mamá. —respondió Jimin.
—A la orden, suegri. —contestó Jungkook feliz.
La mujer frunció el ceño hacia ambos, y tardaron dos segundos completos en caer en cuenta de lo que el mayor había dicho.
—Ya no exhibiste, cabrón. —Jimin habló bajo, pero molesto, mirando al mayor a los ojos.
—Al menos disimula, maldito. —respondió Jungkook en el mismo tono que él.
—¿Qué disimular con qué, idiota?
—Que, no sé, que me tiro a tu hermana Jimin.
—No tengo hermanas, bruto, y lo sabes. y que yo me entere de que te tiras a alguien que no sea..
—Ya, ya. —su madre los detuvo.
—… yo te lo corto, jeon y te la meto por el culo. —finalizó el rubio, dejando al pelinegro con los ojos abiertos de sorpresa.
—¡Jimin! —la mujer le llamó la atención, haciendo que su hijo la mirará con vergüenza.
—Lo siento, mamá. iba a decirte en algún momento, pero no… —Jimin apretó sus labios al sentirlos temblar, de forma sutil. Jungkook tomó su mano, ocultándola un poco detrás de él y la apretó con firmeza, el menor le devolvió el apretón—. no quiero que me odies.
—No te odio, tonto. —la mujer limpió con su pulgar debajo de sus ojos, donde unas pequeñas lágrimas se asomaban—. Jimin, siempre lo dudé… quizás no me lo esperaba de Jungkook… bueno, en realidad sí, desde que los vi besarse cuando tenían cuatro… pero ese no es el tema.
—¿Cuatro?
—Jungkook fue tu primer beso. —comentó su madre con gracia.
—No recuerdo.
—Yo sí… —confesó Jungkook mirando el suelo con las mejillas teñidas de rojo.
—Eran adorables. —dijo su madre—. Lo siguen siendo. —se corrigió—. Mientras sean felices, yo estoy bien con eso. pero si me lo hubieran dicho lo hubiera apreciado un poco más, Jiminie.
—No sabía como ibas a reaccionar, y esperaba tener un novio para decírtelo. —se excusó el rubio—. Por si acaso.
—Después me cuentas cómo pasó, cielo. —dijo su madre, con una sonrisa tierna—. Ahora, ya tienen su primer gato juntos, es un gran paso. —le extendió el felino, Jimin lo tomó con cuidado entre sus brazos, y su madre comenzó a hablar de los cuidados de la pequeña criatura, que tendrían que comprarle leche maternizada, una jeringa para darle de comer, que tendrían que alimentarlo cada dos o tres horas inclusive, pero a pesar de que lo escuchaban, solo podía sentir el alivio de no tener que esconderlo y estar felices de sentirse a salvo los dos.
Resumen del cap en una imagen JAGSHAHA
Ay el amor, el amor homosexual 🥳
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