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Capítulo 7

"¿Te lastimaron?" Theo apretó los dientes, una mano en su cabello mientras daba vueltas por la habitación. Ryder lo miraba desde una esquina con atención, listo para actuar si su sobrino lo necesitaba. Ian no estaba seguro de qué decir. Después de que Ryder lo llamara y le diera la noticia, habían salido de inmediato hacia la casa de los osos. "Iré. Estaré ahí pronto, solo mantente a salvo y no le digas nada a mamá, ¿de acuerdo? No quiero que se preocupe. Sí. Adiós."

Ryder fue el primero en hablar. "¿Qué tan mal está?"

"El tío Nathan dice que buscan sacarlo de ahí tan pronto como sea posible." Los ojos de Theo estaban oscuros, cualquier rastro de emoción fuera de ellos. La piel de Ian se erizó cuando lo vio así de enojado. "Esos bastardos no parecen aprender." Su mandíbula se tensó y el teléfono en su mano crujió cuando lo apretó las manos en puños. "Tengo que irme."

Ian solo lo miró fijamente. No había nada que pudiera decir, mucho menos con Ryder en la habitación. Pero esta vez no podía dejarlo ir así por así, eso era seguro. Se humedeció los labios y se aclaró la garganta mientras se cruzaba de brazos. "¿Puedo llevarte? Digo, puedo llevarte con tu manada."

Theo lo miró.

"¿No tienes una manada propia a la que cuidar?"

"Ellen se está haciendo cargo de las cosas por el momento." Miró a Ryder. "Todavía hay cosas que necesito solucionar antes de regresar a la cabeza de mi manada."

Ryder solo asintió con suavidad antes de ver a Theo. "Necesitas llegar pronto, así que será mejor que se den prisa. Me gustaría llevarte, pero probablemente mi presencia allí solo cause más problemas." Fue hacia su sobrino y tiró de él a sus brazos con una suave expresión. "Ten cuidado, ¿de acuerdo? Y si necesitas algo, déjame saber. Iré aunque eso signifique perder mi cabello otra vez."

Theo se rió y abrazó a su tío con fuerza antes de soltarlo. "Regresaré antes de que notes mi ausencia." 

"Siempre habrá un espacio aquí para ti."

Ian sonrió con suavidad antes de levantarse. "Te esperaré afuera."

No quería entrometerse en cosas de familia. Y aunque Theo no le había dicho nada sobre sus problemas en la manada, al menos nada en concreto, solo por encima, quería estar ahí para él. Tampoco volvería a enviarlo solo. No sabiendo que había vivido un infierno ahí. No dejaría que volvieran a lastimarlo.

Theo se tardó un rato y llegó con una mochila pequeña. "Quiero regresar," dijo cuando subió a la camioneta. "Me gusta demasiado aquí como para dejarlo atrás." Ian comenzó a conducir en silencio, pero podía sentir lo inquieto que Theo estaba. "Además, estás aquí. ¿Cómo podría solo irme y dejar a mi compañero solo?"

"No te dejaría hacerlo," respondió, con su vista fija en la carretera. "No otra vez."

"Lo siento por eso."

"No tienes que disculparte. Yo debí ir contigo." Se mordió el labio con fuerza mientras pensaba y trataba de ser cuidadoso con sus palabras. Theo era un alfa, y tenía un orgullo, no podía solo tomar las cosas como si estuviera hablándole a un miembro de su manada. "Pero no dejaré que vuelvan a hacerte daño."

"¿Quieres decir que irás ahí conmigo? Uh... no creo que sea una buena idea. Esos tipos tienen muy mal carácter."

"Soy bastante duro," dijo y lo miró por un breve momento. "Puedo con ellos."

"No puedes."

Theo exhaló una risa. "Está bien. Tendrán que comportarse cuando yo esté ahí de cualquier manera."

Asintió mientras tragaba con fuerza. Su cuerpo se tensó cuando volvió a sentir a esa cosa en su mente. "Vete," murmuró en su cabeza.

"Eso desearías."

Decidió ignorarlo. Era lo mejor que había conseguido desde que empezó sus sesiones de terapia con Aleksander. No había mucho que pudieran hacer hasta que entendieran que era eso que había en su cabeza, si era siquiera real, o solo era consecuencia de lo que le hicieron. Estaba a favor de eso. Parecía más probable que el hecho de que ahora compartiera el cuerpo con una criatura extraña con forma de tigre. Era bastante común al parecer.

"Soy muy real, pedazo de basura."

Se estremeció cuando sintió un golpe en su cabeza, desde muy adentro. La camioneta de desvió un poco, pero la regresó al camino en un segundo. "¿Estás bien?" Theo tomó su muñeca, mirándolo con preocupación. "¿Ian?"

"¿Quieres conducir?" 

Theo lo miró fijamente con preocupación en sus ojos pálidos. Apretó su mano mientras él se hacía a un lado de la carretera y se detenía. "No tengo una licencia. Sabes, es muy tarde. Creo que será mejor encontrar un motel en el camino. Saldremos en la mañana. ¿Te sientes bien? Estás sudando y te ves pálido."

Asintió antes volver a conducir. "Perdón. Esta cosa... va y viene." Se humedeció los labios e hizo una mueca. "Tienes razón, será mejor salir por la mañana."

"¿Por qué sigues disculpándote? Te dije que está bien." Theo puso una mano sobre su nuca, acariciándolo con los dedos. "¿Quieres que consiga algo de medicina? Aunque eso probablemente no sirva. Tu sistema va a deshacerlo en un segundo."

"Creo que solo necesito dormir." Suspiró con alivio al ver el gran letrero luminoso de un motel más adelante. "Lo si-"

Theo gruñó.

"Ian."

Se rió entre dientes. "De acuerdo."

Consiguieron una habitación para la noche. Y estaba sorprendido de que no fuera tan malo, considerando que era un lugar en medio del camino sin nada más alrededor. La habitación estaba limpia y brillante con una espaciosa cama en el medio. Simple, pero agradable.

"Tomaré una ducha," Theo dijo mientras se quitaba los zapatos. Levantó su camiseta y comenzó a desabrocharse el pantalón dándole la espalda. Ian tragó con fuerza mientras lo veía. "Puedo pedir algo de comer. Quizás tengan algo cálido que te haga sentir mejor. Sopa te caerá bien en el estómago."

"¿Puedo entrar contigo?"

Theo se giró para mirarlo. El pantalón colgando de su mano mientras estaba parado ahí, frente a él, solo en ajustada ropa interior. "¿Quieres tomar una ducha juntos?"

"Sí. Creo que podría hacerme sentir mejor." Hizo un puchero lastimoso que solo consiguió que Theo se riera de él. Pero después asintió. "Gracias," sonrió.

Encendió el agua en una cálida temperatura y metió la cabeza debajo, dejando que todo su cuerpo se emparara por completo. La voz se había callado después del golpe en su cabeza. No quería volver a sentir eso en toda su vida. Sintió que vomitaría todas sus tripas cuando sucedió. Fue como si su cerebro intentara salir de su cráneo. Fue horrible. Pero era aun peor saber que esa cosa era real. No le gustaba pensar en eso.

Extrañamente, pensar que estaba volviéndose loco era más reconfortante que saber que había algo más dentro de él. Se rió de sí mismo. Era un completo desastre que no podía entender y nadie parecía poder tener una respuesta para lo que le estaba pasando. Theo quería saber y estaba intentando no preguntar, lo podía sentir, pero, ¿cómo se supone que lo haría cuando no sabía que era lo que estaba pasando con él?

Un par de brazos lo rodearon y el cuerpo duro de Theo se presionó contra su espalda. "¿Te sientes mejor?"

"Creo que podría tener esa sopa de la que hablabas antes," dijo sonriendo.

Theo presionó los labios sobre su hombro y lo besó con suavidad mientras sus manos frotaban su bajo abdomen. Quizás creía que era su estómago lo que le molestaba. ¿No era lindo? "La conseguiré para ti," él susurró mientras pasaba los labios a lo largo de su hombro hasta que llegó a su cuello, pasando los colmillos rombos sobre su piel. Casi esperó que lo mordiera, pero Theo solo chupó sobre su piel antes de besar el área y frotar su rostro contra su hombro. "Realmente no tenías que venir conmigo. Puedo tratar con esto por mí mismo."

"¿Por qué te dejaría ir solo allí?" Giró el rostro para mirarlo y acunó su rostro con una mano. "Quiero estar contigo, Theo."

"Lo entiendo. También siento la necesidad de protegerte, justo en el medio de mi pecho. Quiero quitarte el dolor y todos los problemas que hay en tu cabeza." Theo lo besó con suavidad, frotando sus labios juntos inocentemente. "Quiero mantenerte seguro."

"Estaré seguro." Frotó al línea de su mandíbula con la punta de los dedos, sintiendo cada punto y detalle en su piel. "Tampoco me entrometeré."

"No es eso lo que me preocupa. Pero, gracias." Theo sonrió con suavidad, apretando sus brazos a su alrededor. Y no había forma en que pudiera ignorar la dura erección contra su trasero. Theo realmente tenía mucha energía. Después de todo, era un saludable alfa joven. Era bueno que él todavía fuera joven también. "Supongo que podremos hacerlo funcionar."

Asintió, su mirada fija en los labios del oso. "Funcionará."

Tiró de su cabeza hacia él hasta que sus labios estaban presionados juntos. Mordió y chupó sus labios y luego metió la lengua en su boca, tomando todo lo que podía. Theo sabía bien, y el olor de su excitación era tan bueno y picante que lo puso duro de inmediato. Solo tomó un rápido movimiento para tenerlo presionado contra la pared, su pierna en medio de las suyas.

"¿Vamos a hacerlo?" Theo preguntó cuando se separaron para respirar. Su cabello mojado cayó sobre su frente, el sonrojo en sus mejillas y la pequeña sonrisa traviesa solo lo excitaron más. Theo era hermoso en sí. Pero justo ahora... No pudo evitar volver a besarlo, sosteniendo su rostro con amabilidad mientras devoraba su boca con ansias, con necesidad que ya no podía ocultar.

Mordió su labio inferior cuando se separó y lo miró a los ojos antes de susurrar: "Te necesito."

Theo asintió y cerró la llave antes de tomar su mano y tirar de él afuera, a la habitación. Cayó de espaldas a la cama, mirándolo con atención mientras Theo caminaba alrededor de la habitación, completamente desnudo, mojado, y duro. Era toda una vista que no le importaría ver por el resto de su vida. Theo era sexy en todo el sentido de la palabra. Se mordió el labio, mirando el lindo trasero, envolviendo una mano alrededor de su propia erección. Estaba tan estúpidamente caliente solo con verlo. No podía esperar a tocarlo.

"Lo tomé de la habitación de Heath. No creo que le importe mucho, ¿verdad?" Theo levantó un juego de paquetes brillantes, probablemente lubricante. "Pueden conseguir más."

"Solo ven aquí." Se movió más arriba de la cama y esperó hasta que Theo se sentó sobre sus piernas. No pudo contener una sonrisa mientras sus manos recorrían sus fuertes piernas, deslizándolas hasta su trasero y apretando las mejillas en sus manos. "¿Estás seguro de esto? Lo que dije antes no es cierto. Puedes hacer lo que quieras. Está bien para mi." Si Theo realmente lo quería, él estaba dispuesto a tomarlo.

"Pero te quiero dentro de mi." Theo se inclinó hacia él y pasó la lengua sobre sus labios lentamente, mientras lo miraba de la más encantadora manera. "Intentaremos eso otro día, si es necesario. Pero por ahora, solo quiero esto."

Ian tragó con fuerza y asintió. "Sí."

Theo sonrió y besó la punta de su nariz. "¿Qué esperas?"

"Estoy al borde, casi me vine hace un segundo." Tomó el lubricante que Theo le tendió y lo rompió para regarlo en sus dedos mientras lo veía fijamente. "Dime si duele. Lo tomaremos con calma."

"Te lo haré saber."

Le tomó un tiempo, o quizás él solo estaba tomándoselo con tiempo porque no quería lastimarlo, pero Theo estaba bien. Seguía repitiendo que estaba bien y que podía continuar. Aún así, se tomó el tiempo adecuado hasta que tres dedos se sintieron sueltos y estaba seguro de que Theo no sentía mucho dolor. 

"Está bien," Theo jadeó pesadamente mientras se mordía el labio con fuerza. "Es suficiente." Estaba goteando sobre su estómago, frotándose contra su pene mientras él seguía empujando sus dedos. "Ian, es suficiente."

"Solo quiero asegurarme."

Theo abrió los ojos y lo miró sin diversión. "Ahora." Se movió un poco y estiró su mano hacia atrás, tomó la punta de su pene y lo presionó contra su entrada. Sus ojos cerrándose mientras siseaba. Ian lo miró sin parpadear, no podía dejar de ver su reacción, solo cambiando su vista hacia donde sus cuerpos se unían. Tomó a Theo en su mano y comenzó a masturbarlo mientras él gemía, deslizándose lentamente en su pene. "Es tan grueso... ugh, casi..."

"A tu ritmo, cariño." Se lamió los labios y volvió a mirar su cara. "No hay necesidad de apresurarse. Tenemos tiempo."

"Ah, ah... " Theo bajó la cabeza y lo miró, respirando con dificultad, sus piernas estaban temblando un poco hasta que se sentó por completo y un gemido roto salió de su boca. "Está dentro." Se meció un poco haciendo que Ian gimiera. Theo se lamió los labios mientras sonreía y seguía moviéndose. "¿Se siente bien?"

"¿Por qué te ves como si hubieras estado esperando por esto toda tu vida?"

Theo se encogió de hombros, sus manos presionadas contra su pecho mientras se mecía terriblemente lento. "Tal vez lo estaba. Por otro lado, me siento como un ninfómano cuando estoy cerca de ti. Me hace sentir mal." Cerró los ojos y jadeó al tiempo que sus caderas comenzaban a moverse de arriba y abajo. "Se siente tan bien, Ian."

Se sentía como si estuviera a punto de tener un sangrado nasal. Theo estaba siendo completamente seductor y sexy, y estaba disfrutando tenerlo dentro de su cuerpo, tomando el placer por su cuenta. Pero no podía evitar sacar su mente del momento por un segundo porque esa cosa podía salir en cualquier momento y arruinarlo todo, así que estaba debatiéndose entre dejarse llevar y mantener el control de su mente y cuerpo.

La voz estaba, en todo caso, misteriosamente silenciosa.

"Puedo interferir," Byakko respondió al segundo. "¿Quieres que interfiera, idiota?"

"No."

Theo lo miró con el ceño fruncido. "¿Ian?"

"Sé que lo complaceré mejor que tú."

"No." Su respiración comenzó a acelerarse. Respira, respira, respira. Estás bien. Theo está aquí. Seguía repitiéndose eso a sí mismo. Parpadeó rápidamente y se movió, haciendo que Theo quedara debajo de él. Tomó sus piernas y las puso sobre sus hombros y se empujó dentro de él de un golpe. Theo tiró la cabeza, su cuerpo tensándose mientras un alto y roto gemido llenó el aire. Ian cerró los ojos y solo pensó en Theo, lo húmedo, cálido y apretado que se sentía. En su compañero. Estaba haciendo el amor con su compañero. Theo era lo único en su mente. "Eres lo único que importa," dijo al abrir los ojos. Theo tenía los labios entreabiertos, gimiendo y jadeando mientras se sostenía de las sábanas. Sus ojos estaban húmedos y su rostro rojo, hermoso con el cabello húmedo sobre la frente. Se inclinó hacia él y atrapó sus labios mientras sus embestidas se volvían más duras y profundas. Se sentía tan jodidamente bien. "Solo mío."

"Lento... ah... no puedo..." Theo envolvió los brazos a su alrededor y tiró de él, sus bocas enredadas en la otra en un húmedo y desastroso beso donde comían los gemidos del otro. Ian jamás sintió algo tan intenso. Jamás se enfocó tanto en una de sus parejas, pero con Theo... carajo, no podía apartar la vista de su rostro. Necesitaba saber que lo estaba disfrutando. Que estaba tomando todo lo que tenía para darle. Quería verlo hecho un desastre por él, solo él. Nadie más. No una estúpida voz en su cabeza. Theo gimoteó, garras afuera, enterrándose en la espalda de Ian, pero apenas podía sentirlas. Estaba demasiado alto en el placer como para que eso le importara. Theo se corrió un momento después, tan intenso que sus pechos se mancharon de semen y su compañero comenzó a temblar. "Es demasiado..."

Sus paredes se apretaron por un momento haciéndolo jadear e ir más lento. Pero estaba en una nube de excitación tan alta que lo único que pudo hacer fue salir de él y darle la vuelta hasta que Theo estuvo sobre sus manos y rodillas, y entonces comenzó a golpear en él nuevamente. Tan cerca, tan cerca...

"Muérdeme." Theo miró por encima de su hombro antes de hacer el cuello hacia un lado. "Muérdeme," repitió en un bajo susurro.

No necesitó escucharlo otra vez. Enterró sus colmillos en la marca que ya había hecho, al tiempo que su orgasmo lo golpeó. Sintió cada estremecimiento de su cuerpo mientras lamía y limpiaba la herida. Carajo. Eso fue... intenso. Parpadeó pesadamente, saliendo de la nube en la que estaba. Miró a Theo. Y notó que tenía los ojos cerrados, respirando con los labios entreabiertos. En algún punto lo había empujado tanto que ahora estaba completamente acostado sobre él mientras que Theo descansaba sobre la almohada. 

"¿Theo?" Se movió y salió con cuidado de él, mirando con una mueca el desastre que había hecho. Después salió de la cama para mirarlo. "Oye, ¿estás dormido?"

Theo solo movió la cabeza sin abrir los ojos, sus manos aferrándose a la almohada.

"Mhm." 

Ian sonrió y besó la cima de su cabeza, metiendo la mano entre el cabello suave y húmedo. "Está bien. Descansa. Mañana tendrás un día pesado." 

Lo dejó sobre la cama mientras él iba al baño y humedecía una toalla para ir a limpiarlo. Theo estaba roncando cuando regresó a la habitación. Ni siquiera se quejó ni dijo nada mientras pasaba la toalla por su cuerpo y lo limpiaba con cuidado antes de ir a tomar un rápido baño y volver con él. Apagó las luces y se metió en la cama, tomando una sábana para cubrirse. Lo abrazó por detrás, cerró los ojos y suspiró largo y pesado. 

Se sentía increíble.

Fantástico, incluso.

Había pasado un tiempo desde la última vez que su cuerpo se sintió tan relajado y no había vuelto a escuchar la voz en su cabeza. Era perfecto. Sonrió, hundiendo la cabeza en la espalda de Theo. 

Tal vez su compañero era lo único que necesitaba para mantenerse cuerdo y en todos sus sentidos. No podía explicarlo, pero se sentía como un hombre nuevo. Casi normal, como su viejo yo. 

Con suerte sería así de ahora en adelante.

***

Holaaaaa. Capítulo 7 listo!!!!! Espero que hayan tenido un lindo fin. Esta semana no subiré capítulo, lo siento por eso. Probablemente la próxima actualización sea en junio, alrededor d ela primera semana. Pero necesito recuperar mi energía para el siguiente semestre y enfocarme en eso por unas semanas. Volveré!! Eso sería todo, nos leemos pronto xx

Si tienen alguna pregunta, pueden dejarla aquí 🤓

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