Capítulo 17
"¿Qué demonios está pasando?"
Theo abrió los ojos de golpe, sus manos instintivamente llevando las sábanas más arriba para cubrir a Ian antes de que su mirada se enfocara. Su tío se veía de tres tonos distintos de ira. Y aun cuando lo vio ahí, su instinto de alfa lo hizo gruñir y ponerse a la defensiva, teniendo otro alfa en la misma habitación donde su compañero estaba desnudo.
"Aléjate," dijo entre dientes, pero la voz detrás de él lo dijo también al mismo tiempo. Le tomó un segundo darse cuenta de que Ian también estaba cubriéndolo protectoramente, con medio cuerpo encima de Theo mirando a la puerta y ojos oscuros, oliendo amargo, posesivo y molesto. No ayudó a Theo, su piel se sentía caliente y espinosa con una horrible sensación ácida en la boca. Miró a su tío y apretó los labios cuando él se dedicó a mirarlo con un profundo ceño.
"Debí imaginar que algo estaba sucediendo desde que pasaban tanto tiempo juntos. ¿Acaso tu madre sabe sobre esto?" Su tío dio un paso dentro de la habitación y ambos gruñeron, pero a él no le importó. "¿Qué está mal contigo?" señaló a Ian con dientes afuera y garras saliendo de sus manos. "Theo es apenas un niño, es mi sobrino. ¿Cómo pudiste hacer algo así?"
"No soy un niño, y quiero salgas de la habitación." Se deslizó hasta el borde de la cama, haciendo caso omiso a la mano en su cadera que le estaba impidiendo moverse. Si era así como debían hacer las cosas, las harían y todo estaría finalmente aclarado, sea que su tío no lo tomara bien o sí. Los ojos de su tío se estrecharon. Theo suprimió un guuñido con todas sus fuerzas, su oso estaba rasgando desde el interior para empujarlo lejos de su compañero. "Por favor, vamos a hablar de ello, pero necesito que salgas."
"¿Vas a atacarme por él?"
"Tal vez lo haga."
Las sábanas se movieron un poco, Ian suspiró. "Ryder..."
"Tú cállate."
Theo gruñó y se puso de pie. "Fuera," dijo señalando la puerta, su estado de desnudez le importaba muy poco como ver a su tío tratar a Ian así. Cuadró los hombros, completamente a la defensiva sin apartar los ojos de él, retándolo. "Sal ahora."
Escuchó un gruñido gutural y luego la alta figura de Byakko estaba parada detrás de él, mostrándole los colmillos del tamaño de su mano a su tío. Incluso eso no fue suficiente como para asustarlo, él cambió a su forma de oso destrozando toda su ropa en el proceso y saltó hacia ellos. Theo cerró los ojos con fuerza y cambió también antes de que la pelea iniciara...
"¿Estás teniendo una pesadilla?"
Parpadeó lentamente y su mirada se quedó fija en la ventana frente a él, la misma por la que había entrado la noche anterior. Estaba a un poco más de un metro de distancia del piso por lo que pudo deslizarse fácilmente dentro y ahora que podía ver de día, tenía una impresionante vista al bosque. Era tan espeso, y tan hermoso al mismo tiempo que era hipnotizante.
Solo regresó a sus sentidos después de sentir una mano en su abdomen, acariciándolo perezosamente como a un gato. Sentía un gran calor presionado en su espalda y algo duro empujando entre sus muslos. Tomó una pequeña bocanada de aire antes de darse la vuelta para mirarlo, luego asintió lentamente y puso una mano sobre su rostro para darle un pequeño beso en los labios.
"¿Podrías contarme?"
Ian, tan amable y considerado como siempre, sus ojos verdes brillantes lo miraban fijamente esperando su respuesta. Theo presionó los labios con fuerza antes de mirar al techo. "Es solo... con todo lo que está pasando hay demasiadas cosas en mi cabeza. Soñé que mi tío nos descubría y luego una gran pelea iniciaba." Se rió suavemente, exhalando una suave maldición antes de cubrirse los ojos con un brazo. "No quiero discutir con él. Quiero que solo lo acepte."
"Sabes cómo es..."
"Sí, lo sé. Pero todavía puedo desearlo, ¿no?"
Ian tomó su brazo y lo bajó lentamente antes de inclinarse sobre él apoyando un brazo al lado de su cabeza. Besó el medio de su pecho suavemente, exhalando el caliente aliento sobre su piel. Theo suspiró, su mano subiendo a la cabeza rubia de su compañero, dándole lentas caricias mientras los labios de Ian recorrían su piel sin prisas, besando, chupando marcas, mordiendo la piel en su cadera haciendo que un gemido bajo se escapara de su boca. Los ojos verdes brillaban con diversión antes de que él apartara las sábanas por completo.
"Lo mejor que podemos hacer es intentar que piense razonablemente," él dijo como si no estuviera tomando su erección en la mano, acariciándolo de arriba abajo en un gentil agarre que se sentía demasiado bien. Theo cerró los ojos por un momento, dejándose llevar por la sensación del placer recorriendo su cuerpo. "Quizás ayude que Eric esté ahí, siempre parece tener un efecto calmante cuando están juntos." Abrió los ojos para mirarlo entre sus piernas, fuerte, duro al punto que la gruesa cabeza de su pene tenía una gota de pre semen, y lo suficientemente dominante como para hacer sentir a Theo suelto y listo para lo que fuera, pero Ian tenía otros planes más tranquilos esta mañana. Envolvió ambas erecciones con sus dos manos, cerrando los ojos y gruñendo suavemente. Theo sintió un chorro de líquido salir de su pene embarrando ambos, haciendo que todo fuera más resbaloso, mucho mejor a una frotada seca. Luego cuando volvió a mirarlo había un brillo diferente, sus pupilas estaban oscuras y grandes casi opacando el verde por completo. "Pero no dejaré que te separe de mi, jamás. Nadie lo hará."
Theo gimió, levantando las manos para empujarlo cerca y estrellar sus bocas en un lento y profundo beso lleno de pasión y sed que no parecían poder calmar ni aunque lo hicieran hasta el cansancio. Era una locura, pero se sentía increíble. Chupó su lengua dentro de su boca y lo escuchó gemir arrugando su expresión y moviendo sus manos más rápido.
Apenas se separaron para tomar aire. Su cabeza su hacia atrás cuando sintió una de las grandes manos acunar y jugar con sus bolas mientras seguía masturbándolos juntos. Ian sabía que era sensible, ni siquiera tuvo que decirle, él solo había encontrado por su cuenta los lugares más erógenos de todo su cuerpo. Sabía cómo encenderlo, sabía cómo llevarlo al borde.
"Quiero correrme," se quejó, apretando las manos en sus brazos. Lo miró fijamente. "Ian, por favor..."
"Por supuesto, cariño." Ian le sonrió, sonrojado y un poco sudoroso, músculos tensos y ojos oscuros. Se lamió los labios y miró sus penes juntos. "Córrete conmigo."
Ian después colapsó encima de él, ligeramente pesado, pero lo suficientemente cómodo como para que Theo se enredara en él como un pulpo. Tenía un lío húmedo en su estómago de sus corridas, pero no era nada que una ducha no arreglara. Por mientras solo se aferró a él, inhlando su piel y besando sus hombros. Su cabeza estaba ligera y habría sido la mañana perfecta si no hubieran sonado golpes en la puerta de la habitación. Ian levantó la cabeza de su cuello y miró en dirección a la puerta, frunciendo el ceño.
"¿Sí?"
La puerta se abrió lentamente, haciendo que ambos se movieran con rapidez, cubriéndose lo mejor posible. Theo miró con atención, recordando su sueño, preparado para una discusión, pero no era su tío. Era uno de los tigres.
Ian gruñó por lo bajo, empujando las sábanas encima de Theo. "No dije que podías entrar."
Los ojos oscuros del chico se posaron en él antes de que su rostro se pusiera rojo y mirara a Ian. "Todos se dirigen aquí. Ryder está por llegar." El tigre se pasó una mano por el cuello mirando a todas partes menos a Theo. No había forma en que no supiera lo que acaban de hacer, la habitación apestaba a feromonas de alfa y semen. Theo estaba igual de avergonzado. "Pensé que debía avisar en caso..."
Ian suspiró.
"Sí. Gracias, Ryou."
Sin decir nada más, el tigre se dio la vuelta y cerró la puerta suavemente. Theo miró a Ian, que ya lo estaba mirando. "¿Tu familia no lo sabe tampoco?"
"Quería decirles a todos por igual. Pero creo que será más fácil que les diga a ellos, ¿verdad?" Sonrió con suavidad pasándose una mano por el desordenado cabello. Theo sonrió también cuando Ian se inclinó hacia él y le dio un suave beso en la mejilla. "Podría acostumbrarme a las mañanas así," dijo sobre su mejilla antes de dejar un ruidoso beso ahí. "Buenos días, cariño."
Theo solo sonrió y le dio un último beso antes de que ambos saltaran de la cama hacia el baño. No sabía qué tanto podía todavía oler como Ian, pero no se arriesgaría tanto como para solo estar ahí cuando su tío llegara. Así que después de tomar una ducha, asearse y afeitarse un poco, sin demasiados toqueteos, ellos salieron.
"¿Cómo saliste anoche sin que alguien te acompañara?"
"Solo dije que saldría y nos reuniríamos temprano." Frunció el ceño y buscó su teléfono. Habían algunos mensajes de su madre y otros de su tío, diciéndole que se comunicara con él pronto, y el mensaje era de hace menos de media hora. Le respondió diciendo que se dirigía a la casa de los tigres y luego miró a Ian. "Tengo que irme."
"De acuerdo. ¿La ventana?"
Asintió caminando hacia ella. "Me siento como si fuera tu amante."
"¿Huyendo antes de que mi esposa llegue a casa? Qué travieso." Ian lo detuvo antes de que pudiera salir por la ventana, una sonrisa juguetona en el rostro mientras envolvía un brazo alrededor de su cintura, bajando lentamente hasta que acunó una de las mejillas de su trasero en su mano. "Pero no podría elegir a alguien más antes que tú. Eres el único para mi." Sus bocas se presionaron en un beso que hizo que los dedos de sus pies se curvaran. Dios, tan bueno.
Pero no tenían tiempo para esto ahora.
Saltó afuera y miró alrededor solo para asegurarse de que no había nadie, entonces lo miró.
Él estaba sonriendo con los brazos apoyados en el marco de la puerta. "Te amo," dijo.
Theo sonrió dándose la espalda para adentrarse al bosque, pero asintió mientras su rostro se ponía caliente. "Creo que también te amo."
"Escuché eso."
Antes de seguir su instinto de regresar con él, cambió y se adentró un poco en el bosque, solo trotando apenas lo suficientemente lejos como para desviarse un poco y entrar por el camino principal. Michael estaba todavía vigilando por ahí. El chico de cabello blanco lo miró fijamente con los brazos cruzados, un ceño fruncido, pero asintió hacia él reconociéndolo. Theo estaba de inesperado buen humor, su sueño casi olvidado y una grata sensación agradable en todo el cuerpo.
***
"Ninguno ha visto a Theo," dijo al entrar a la sala. Los tigres estaban reunidos ya, con comida y bebidas preparadas para los que estaban en camino. Todos lo miraron en silencio, parpadeando con confusión. Ian se aclaró la garganta y fue por un poco de café antes de hablar, decidiendo si era una buena idea decirlo justo ahora. Quería hacerlo con Theo a su lado, pero... Miró los ojos de sus muchachos y los de su hermana. "Es mi compañero," murmuró y levantó una mano cuando los rostros de ellos se iluminaron y comenzaron exclamar. "Solo lo dije para que estuvieran al tanto. Theo y yo todavía no diremos nada a los demás, en especial a Ryder."
Su hermana silbó largo y tendido. "Te va a matar."
"Lo sé."
Grayson sonrió como un niño pequeño antes de levantarse de la silla y atraparlo en un apretado abrazo. "Estoy feliz por ti, Ian."
Sonrió dándole suaves palmadas en la espalda. "Gracias."
Evan se rió más allá de la mesa, en la cocina con una sartén en la mano preparando panqueques. "¿Estás abriendo las puertas para que nosotros también encontremos a nuestros compañero?" El tigre siseó con una mueca. "No sé si estoy listo para ello."
"Madura," Ryou dijo desde su lugar en la mesa, mirando a Evan con labios apretados, aburrido. "¿Crees que puedes solo seguir metiéndote bajo faldas durante el resto de tu vida sin tomar a nadie en serio?"
"¿Quién dice que solo son faldas?" Evan lo señaló con la espátula, levantando una ceja. Ryou sacudió la cabeza con cansancio y masticó sus tostadas mientras Evan miraba a todos. "¿De verdad tienen esa impresión de mi?" Sus ojos se clavaron en Ian. "¿También tú?"
Ian se cruzó de brazos. "Para ser honestos, no te vemos lo suficiente. Y cuando viviste aquí te metías en problemas con alguien cada par de días porque no podías dejar las manos quietas." Ryou asintió hacia él con una expresión afirmativa. Le dio una sonrisa a Evan y se acercó a la puerta cuando tocaron el timbre. "Tienes que madurar un poco."
Fue como una estampida de shifters. Su sala de estar se llenó hasta el tope y cada asiento disponible estaba ocupado. Realmente no entendía por qué todos tenían que reunirse, pero supuso que sería mejor si todos estaban al corriente sobre la situación al mismo tiempo. Estuvo sorprendido de ver a Wallace entrar un poco más detrás del grupo con un chico bajo y delgado pegado a su costado como goma de mascar. Ian le sonrió con suavidad al chico y él asintió brevemente.
Wallace dejó caer su enorme mano sobre su hombro. "Ian."
"Ha pasado un tiempo, ¿huh?"
"Oh, definitivamente ha pasado un largo tiempo." Apenas podía ver sus labios bajo toda esa gruesa barba, pero parecía estar sonriendo por la manera en que sus ojos se achicaron. "Ryder me puso al tanto de todo lo que estaba pasando. Un gran trozo de mierda."
"Gigante."
"Está bien. Podemos lidiar con ello."
Asintió y se hizo a un lado para dejarlo pasar, notando el leve cojeo al caminar y que el chico a su lado parecía estar extremadamente consciente, como si fuera a sostenerlo si el oso tropezaba. Sería aplastado antes de que eso sucediera, pero era agradable ver que había alguien a su lado cuidando de él así. Sabía que no eran compañeros y que el chico veía a Wallace como una figura paternal, y era adorable a decir verdad. Por otro lado deseaba saber qué tan malo fue el accidente para dejar al gran oso en ese estado. Los shifters sanaban rápido, lo que le pasó fue hace semanas.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por las voces familiares de Ryder y Theo, además de una voz que jamás había escuchado antes. Vio al par hablando en voz baja mientras caminaban a la puerta, Ian notó de inmediato el estado de desnudez de su compañero y su cabeza comenzó a girar, ignorando el empuje desde adentro de Byakko para que cubriera a Theo de la vista de los demás.
"Es común para nosotros los shifters," dijo en su mente, para hacerle entender. "No puedo comportarme como una bestia."
Byakko gruñó, empujando haciendo saber que quería tomar el comando, pero Ian no lo dejó. Él retrocedió al control pacíficamente. "Haz algo o lo haré yo."
"No es el momento de hacer algo estúpido, compórtate."
"Entonces hazlo."
"¿Estás bien?" Ryder chasqueó los dedos frente a él, frunciendo el ceño. "Lamento haber cambiado el lugar de la reunión, debí avisar antes. ¿Es un mal momento?"
Sacudió la cabeza, empujando a Byakko hasta el fondo. Luego le dio una sonrisa. "Estoy bien. Solo pensaba en cómo limpiar el lugar después de que todos se vayan." Entonces giró la cabeza para ver a Theo. Los ojos de su compañero eran suaves a diferencia del resto de su duro cuerpo. "Theo," dijo. Tragó saliva y señaló por encima de su hombro. "Podría conseguir un poco de ropa para ti."
"Lo apreciaría."
Un humano entró un momento después, mirándolos fijamente con intensos ojos grises y una espesa barba del mismo tono oscuro de su cabello, en las mejillas, pero no encima del labio. Se detuvo al lado de Ryder y cruzó las manos detrás de la espalda silenciosamente. Ryder lo señaló. "Ian, este es Robert Norton un viejo amigo quien me ha estado ayudando a investigar sobre los hombres de James."
Estrechó su mano. "Gracias por estar aquí."
Robert solo dio una pequeña inclinación de la cabeza.
Theo tiró del hombro de Ian. "Regresaremos en un momento," dijo.
Ian lo guió a su habitación y buscó un juego de ropa suya que le quedó a la perfección a Theo porque sus complexiones eran similares. Lo observó vestirse a un lado de la habitación y luego lo envolvió por detrás, sin miedo a dejar su aroma en él porque Theo ya estaba usando su ropa, lo que era vergonzosamente excitante. Miró su cuello y deseó tanto poder ver su mordida ahí, pero los alfas sanaban diferente a los otros, y la marca de la mordida era apenas visible. Aún así...
"Eso hace cosquillas," él dijo.
Ian lamió y besó suavemente encima de la piel antes de hacerse a un lado. "Será mejor salir."
"Sí. Robert sabe un montón de cosas útiles, necesitamos estar presentes."
Ian sintió un golpe dentro de su pecho y su mente antes de sentir que estaba siendo deslizando hasta el fondo de su mente. Estaba confundido, dándose cuenta de que Byakko había tomado el control y estaba abrazando a Theo apretadamente. Quizo protestar, decir algo, pero... no se sentía correcto. Byakko debía sentirse mal por pasar tanto tiempo en el fondo de su cabeza, solo viendo a Theo a través de sus ojos. Pensó que podía darle un momento con él.
Pudo ver en los ojos de Theo duda, pero eso pasó rápidamente antes de que él lo abrazara de vuelta, diciéndole que todo iba a estar bien. Ian sonrió mientras lo escuchaba hablar como si estuviera explicándole algo a un niño de cinco años. Para ser una bestia tan molestia, realmente podía ser un pequeño bebé.
Lo escuchó gruñir y luego él habló. "No soy un bebé." Luego tomó la mano de Theo y la llevó a sus labios. "No puedo prometer estar tranquilo con lo que está pasando, y si tu vida corre riesgo iré por ti, de la manera que sea." Ian sintió un nudo en su garganta comenzando a formarse. Él debió decirle esas palabras también, asegurarle de que estaba cuidando su espalda. "Por favor, ten mucho cuidado. Tu vida es preciosa para mi."
Theo asintió con una expresión abierta y honesta. "Lo haré. Gracias, Byakko." Lo abrazó suavemente y dejó un beso sobre su cabeza. "¿Está Ian ahí, puede escucharme?" Se rió nerviosamente. "Creo que los tres tenemos que sentarnos a aclarar este asunto después de que todo esto pase, ¿no creen?"
Byakko asintió.
Y solo así, Ian estaba de vuelta, sosteniendo la mano de Theo en la suya. Exhaló lentamente y la besó, presionando su rostro en ella. Theo sonrió y tiró de él hacia la puerta. "Es hora."
Ese día aprendieron todo lo que podían sobre seguir y vigilar a una persona directamente de Robert Norton, quien tenía un pasado complicado, pero sabía las técnicas adecuadas. También les proporcionó un poco de información sobre lo que estaba sucediendo y quiénes eran los hombres de James, lo que se redujo de un número desconocido de individuos desconocidos con la habilidad de cambiar a distintos shifters, a diez sujetos. Entre ellos el nombre de Daniel sobresalía como un pulgar adolorido. Mitch, Brandon y Roderick, eran los otros nombres que había encontrado.
Ryder y él intercambiaron una mirada permaneciendo en silencio mientras Robert hablaba. Proteger al chico no era una idea descabellada, mientras pudieran seguir confiando en él.
Fue un pesado día de aprendizaje sin tener noticias sobre el oficial Coker.
Y no las tuvieron hasta unos días más tarde. La pantera incluso dibujó un mapa del lugar, las horas en las que estaba vacío, cuándo llegaban los trabajadores y cuándo se iban. Las horas de James tenían variaciones, pero nadie parecía quedarse en el lugar después de la media noche. James hacía muchos viajes a la ciudad y pasaba la mitad del día en el teléfono, con visitas regulares de sus hombres, pero nada parecía estar fuera de lo común. Y entonces decidieron poner su plan en marcha.
Estuvo cerca de protestas y exigir que Theo se mantuviera a su lado porque ellos apenas habían estado en contacto cara a cara desde esa mañana. Pero Robert dirigió la misión y los separó, sin siquiera darle la oportunidad de decirle una palabra. Intentando despejar su mente para enfocarse en la misión, miró la foto de Bryck que Theo les había proporcionado.
Su equipo constaba de Grayson que era un buen trepador, Evan tenía experiencia en combate cuerpo a cuerpo y también con armas por el tiempo que sirvió en el ejército, Michael era rápido y silencioso, y luego estaba él a la cabeza mientras se adentraban al bosque por el camino que llevaba a la mansión de James.
"¿Esto es una buena idea?" Evan preguntó caminando a su lado. Grayson y Michael estaban en sus formas de tigre un poco más detrás. "Pensé que solo lo seguiríamos, estamos yendo a su casa."
"Tenemos que revisar el lugar por Bryck, esa es nuestra misión aquí." Habría deseado seguir a James como Theo, Ryder y el resto de los osos, pero también estaba agradecido de buscar al chico por su cuenta. Sabía que Theo no quería realmente lastimarlo y Ryder ni siquiera dudaría en hacerlo. Era mejor así. "No le hagan daño, solo deténganlo," les recordó mientras cruzaban el río, lo que le dijo que estaban cerca. Era un buen rastreador, raramente olvidaba un camino por el que ya había pasado.
Caminaron unos minutos más antes de que Evan lo detuviera. Ian lo miró, agudizando sus sentidos. "Escucho voces," el tigre susurró extremadamente bajo. Grayson y Michael cambiaron, quedándose muy quietos. Evan los miró a los ojos. "Creí que habías dicho que el lugar no estaba reguardado."
Ian maldijo para sí, recordando que habían sido vistos y eso probablemente hizo que James trajera seguridad al lugar. Carajo, nadie pensó en revisar el lugar porque ellos ya lo habían visitado. Piensa, piensa, piensa.
"Sube a los árboles, vigila desde ahí." La voz de Byakko resonó gentilmente en su cabeza. Ian miró hacia arriba a los árboles y comenzó a pensar qué tan cerca podrían acercarse antes de que los notaran. Con el oído monstruoso de Evan ellos tendrían una ventaja, pero todavía tenían que estar lejos para evitar que su olor llegara hasta ellos. "El chico probablemente esté aquí todavía, habrían notado si se movía."
Ian repitió las palabras de Byakko a los demás y ellos avanzaron lo suficiente hasta que Evan dijo que sería demasiado arriesgado acercarse más. Entonces ellos treparon lento pero seguro tan silencioso como pudieron. Y la vista a la mansión era sorprendentemente buena, podía ver la entrada vacía y las luces encendidas de las habitaciones. Los perros jugaban tranquilamente a lo largo del enorme patio, y todo se veía tranquilo.
Tomó su teléfono y le envió un mensaje a Ryder con la información.
James se dirige ahí, recibió como respuesta.
Ian maldijo. ¿Qué hacemos ahora?
Jeremy tiene a la vista tres hombres de James, Jaxon a dos. Eso nos deja con dos frente a la mansión. Con un poco de suerte, los otros tres estarán lejos. Es hora.
Miró fijamente la última parte del mensaje y suspiró entre dientes. Ian no estaba muy seguro de querer enfrentarlos ahora mismo. Ellos ganaban en número, pero se enfrentaban a algo desconocido. No podía oler armas de fuego en los dos protegiendo la entrada, pero eso no significaba que no tuvieran otro tipo de armas. Ellos solo estaban por su cuenta con manos y garras.
Suprimió las ganas de preguntar por Theo, y confió en que estaba bien.
Entendido. Esperaremos hasta que James llegue.
Sus chicos estaban mirándolo. Ian suspiró y les contó el plan. Los vio asentir y lucir duros y seguros de sí mismos, pero sabía que estaban nerviosos. Ian también lo estaba. Las probabilidades de que alguien saliera lastimado eran grandes y odiaría haber arrastrado a sus chicos hasta aquí para que sufrieran. Grayson lo miró fijamente con una mueca. "Estaré bien," dijo.
"Lo sé," murmuró, sabiendo que el tigre necesitaba saber que Ian confiaba en él.
Estuvieron ahí por unos quince minutos, vigilando la entrada y dentro de la propiedad. Ian había comenzado a preocuparse de que se hubieran equivocado en algo, que James no estuviera involucrado y que Bryck ni siquiera estuviera en el pueblo. Quizás algo le pasó y se había comunicado con alguien que se mudó a North Hill desde la manada. 'Qué si habían estado sobrepensando el asunto? Mierda. Su cabeza era un desastre, pero no podía perder la concentración. Había demasiado en juego.
Así que cuando las luces de la camioneta de James comenzaron a iluminar el camino, él asintió a los chicos y comenzaron a bajar, preparados para lo que estaba a punto de suceder.
***
Holaaa!!! Capítulo 17 aquí. No tengo mucho que decir, solo espero que hayan disfrutado. Puedo decir que faltan manos o menos 4-5 capítulos y la historia finalizará. Gracias por todo, y nos leemos pronto xx
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