Capítulo 10
"¿Crees que esté bien?" Desde el asiento del conductor, Ryder podía escuchar que Eric estaba mordiéndose las uñas con nerviosismo escurriendo como un río. El aroma que desprendía era más amargo de lo que había sido en mucho tiempo, y Ryder no podía decir que le gustaba. La situación no era buena y se había negado con todas sus fuerzas a dejar a su compañero en casa, aun cuando los demás osos estaban ahí. No podía perder de vista a lo más importante en su vida. "No me gusta nada de esto, Ryder."
"Lo sé," respondió antes de poner una mano sobre la pierna de su compañero, dándole un suave apretón que esperaba lo hiciera calmarse un poco. Vio la casa de los tigres a unos cuántos metros más adelante. "No..." no tienes nada de qué preocuparte. No podía decirle una mentira, no a Eric. No podía simplemente asegurar que podía solucionar esto, porque no sabía por donde demonios empezar a buscar. Tragó con fuerza antes de sacudir la cabeza, entonces fue cuando vio al tigre que tenía cabello blanco a un lado del camino, bajó la velocidad mientras se acercaba a él. Miró a Eric mientras esperaba que el hombre se acercara al auto, y supo que no había manera en que pudiera ocultarle nada. Ya había sido suficientemente sofocante para él mantenerse en silencio sobre lo que estaba sucediendo en el pueblo. "Lo resolveremos. Lo prometo."
Eric asintió con una frágil expresión, una de sus manos cubrió la suya con suavidad. Era lo único que necesitaba. Saber que tenía a Eric con él. Todo lo demás pasaba a segundo plano.
"No sabía que eras tú, Ryder." Los ojos pálidos de Michael se veía un poco desenfocados mientras asentía y daba un paso atrás. Ryder se sentía mal por él, pero no creía que el tigre apreciara que se lo dijera. "Ellen y Jeremy están en la casa hablando con el oficial Coker. Siguen intentando encontrar algo sobre Grayson y..." los ojos del tigre se dirigieron a Eric antes de mirar a Ryder con pena. "Y sobre Jaden."
Ryder no podía comprender cómo dos desapariciones simplemente sucedieron en el mismo día.
El amigo y compañero de trabajo de Eric, Jaden, se encontraría con su padre después de cerrar la floristería como era costumbre. Ryder estuvo ocupado en una reunión con Adam White, su futuro candidato a alcalde en las elecciones, y no pudo pasar a buscarlo como normalmente lo haría para ir a casa. Solo porque su reunión se alargó más de lo esperado, Heath pasó por Eric antes de pasar a buscar a su compañero, Chase, de la clínica. Eric dijo que Jaden se veía normal, como todos los días, solo quejándose sobre sus clases universitarias. El chico estaba esperando a su padre cuando Eric lo vio por última vez, pero el encuentro jamás sucedió.
El padre de Jaden había encontrado su mochila y teléfono móvil tirados al costado de la floristería, y se comunicó con el último número con el que Jaden se había contactado, que fue Eric, y entonces se enteraron de la noticia. Eric había estado en un estado de shock por unas horas. Eran buenos amigos. Se habían conocido por casi dos años y se veía casi a diario, Ryder podía comprender la reacción de su compañero.
Ryder no podía soportar ver esa mirada en la cara de su compañero. Nunca otra vez.
Ni siquiera quería imaginar cómo se debía sentir el padre de Jaden.
Sea lo que sea, lo único que pasó por su mente fue que pudo haber sido Eric quien estuviera desaparecido en estos momentos. Y él perdería la cabeza si eso llegaba a suceder. Y no se disculparía jamás con nadie por lo que podría hacer.
Y estaba el otro caso.
El tigre de la manada de Ian, Grayson, había desaparecido alrededor de la misma hora.
Evan, un miembro de los tigres, esperaba por Grayson para recogerlo y llevarlo a la casa de la manada, pero cuando no apareció a la hora acordada, supieron que lago andaba mal porque, aparentemente, Grayson era conocido por ser estrictamente puntual. Y, por supuesto, así fue. Encontraron la camioneta vacía a un lado del camino, cerca de la oficina de correos, que estaba convenientemente una calle más abajo de la floristería. No había señales del tigre, y el teléfono que habían encontrado debajo de la camioneta estaba destrozado. Le pertenecía a Grayson, según lo que Ellen le había dicho.
Era un jodido desastre todo por aquí.
Michael hizo un sonido molesto que llamó su atención.
"Voy a matar a quien se lo haya llevado," gruñó, apretando los dientes, dejando a la vista sus colmillos descuidadamente. "Primero Ian, ahora Grayson. ¿Qué jodidos quieren de nosotros?"
Ryder apretó la mano que tenía sobre el volante, su vista en el tigre que derramaba ira. "Lo encontraremos," dijo con facilidad. Ni siquiera tartamudeó en decirle ese pequeño consuelo que no sabía si sería real. "Iré a hablar con Ellen."
Michael simplemente asintió y se alejó hacia el bosque.
Eric permaneció en un mortal silencio hasta que llegaron a la casa de los tigres. El calor de su mano era lo único que le recordaba que el pequeño ciervo seguía a su lado. Cuando detuvo la camioneta, se giró para mirarlo. Eric tenía la vista muy fija afuera de la camioneta, labios apretados y una mirada perdida.
"¿Crees que lo que querían era a mi?"
"No." Apretó los dientes antes de quitarle el cinturón de seguridad. Lo levantó y lo puso sobre sus piernas antes de envolverlo con los brazos, presionando su rostro contra el costado del cuello de su cuello, inhalando su marca ahí. "No pienses es eso, ¿de acuerdo? Todavía no sabemos qué pasó, tal vez algo surgió y Jaden tuvo que salir sin avisar." Sonaba tan tonto incluso para él. Nada apuntaba a esto no fuera un secuestro. Pero no podía dejar que Eric sintiera culpa por algo así. Besó su mejilla y se separó para poder mirarlo a los ojos, odiando el dolor que podía ver en el rostro de su compañero. "Haremos todo lo posible por encontrarlo. A ambos. ¿Confías en mi?"
Eric asintió rápidamente.
Ryder sonrió con suavidad. "Entonces, no tienes nada de qué preocuparte. Hablaré con los chicos ahí y empezaremos con la búsqueda pronto. Pero necesito que tú estés a salvo. ¿Lo entiendes?" Sostuvo su rostro con ambas manos y lo miró a los ojos, transmitiéndole todo lo que sentía en este momento. Eric era bueno para leerlo, así que sabía que él lo entendía. "Eres todo para mi, Eric."
"Tampoco quiero que salgas lastimado." Eric presionó un dedo sobre su pecho, su mirada dura. "Y estoy siendo muy serio, Ryder."
"Lo sé." Se inclinó para besarlo en los labios con suavidad, y suspiró cuando sintió que la tensión se aliviaba un poco del cuerpo de Eric. "Entremos."
Como lo supuso, el ambiente en la casa era todavía peor. Podía ver a Evan y Ryou merodeando como animales salvajes, mientras que Jeremy y Ellen, la hermana mayor de Ian, hablaban con el oficial Coker. No había tenido la oportunidad de entablar una conversación a solas con el oficial, y apenas lo conocía lo suficiente, pero el shifter pantera también quería que las cosas en el pueblo cambiaran, así que sentía que podía confiar en él. Al menos lo suficiente.
Las miradas se dirigieron a ellos cuando entraron. Eric se pegó a él apretadamente, su mano estaba húmeda y lo sostenía con fuerza. Ryder sabía que Eric no se sentía cómodo estando alrededor de los tigres, o de cualquier depredador, pero ellos no le harían daño. No si comprendían lo que iba a pasar después.
"Wallace quiso venir, pero todavía está recuperándose," dijo Jeremy. Estaban reunidos alrededor de la sala de estar, incluso Coker estaba sentado en uno de los sofás, usando ropa civil. Jeremy se aclaró la garganta. "Thomas no lo deja salir de la casa de Chase, así que no fue posible." Tenía una suave sonrisa en los labios que contrarrestaba la preocupación en sus ojos. "El pequeño coyote tiene corazón. Me cerró la puerta en la cara."
"¿Son compañeros?" preguntó, frunciendo el ceño. Thomas parecía ser bastante sobreprotector con Wallace, lo sabía muy bien. También podía ser solo el coyote preocupándose por el oso.
"No lo creo. Wallace lo trata como a un hijo. Es una dinámica bastante adorable."
Podía decir lo mismo. Había estado visitando a su amigo varias veces a la semana, solo para revisar cómo estaba sanando y se había dado cuenta de lo posesivo que Thomas era. También era muy cuidadoso y mantenía la mirada puesta en él todo el tiempo mientras hablaba con Wallace como si pensara que Ryder lo atacaría en cualquier momento. Pero todo era muy inocente. Tampoco quiso preguntarle a Wallace si eran compañeros, porque el oso solo miraba a Thomas de una manera completamente fraternal.
Ellen se aclaró la garganta. Su corto cabello estaba atado en una cola y su rostro estaba tenso. "¿Alguien se ha contactado con Ian?" preguntó.
Ryder sacudió la cabeza. "No creo que sea una buena idea," dijo, mirándola con compasión. "Si los que hicieron esto son los mismos que le hicieron daño, lo mejor será que no se entere y se mantenga tan alejado como sea posible. Por lo menos hasta que sepamos más." Lo último que querría decirle a su amigo es que uno de sus tigres desapareció. Ian tenía demasiados problemas en su mente. Estaba a cientos de kilómetros de distancia donde estaba seguro, o eso esperaba. "Creo que lo mejor sería decirle si..."
"Si no encontramos a Grayson," ella terminó por él con una voz plana, sin emoción.
Ryder asintió.
El oficial exhaló con fuerza. "Hice preguntas alrededor. Nadie vio nada extraño. Pero un chico dijo que vio un par de camionetas salir del pueblo a gran velocidad." Se pasó una mano por la frente y su mandíbula se tensó. "No vio las placas, así que no tengo nada. A menos que hayan visto camionetas así." Le tendió un folder de papel que tenía varios modelos de camionetas. "Según la descripción del chico, las camionetas se veían parecidas a estos modelos." Grandes, de color negro y vidrios polarizados. "Pero no es como si fuera un modelo exclusivo, así que esto es lo mejor que tengo para ustedes."
Ryder no podía reconocerlas. No creía haberlas visto antes, así que le devolvió el folder.
Jeremy asintió. "¿Alguien se ha comunicado con el padre de Jaden?" preguntó. Todos sacudieron la cabeza. El lobo suspiró, pasándose una mano sobre la espesa barba gris. Miró a Coker con un ceño fruncido. "¿No ha presentado una denuncia por desaparición?"
Coker sacudió la cabeza.
"No. Y tampoco es que podamos hacer mucho, no como oficiales. Se supone que debemos esperar de 24 a 48 horas antes de llamar a un equipo para que realicen las investigaciones pertinentes." Tragó con fuerza y levantó las manos cuando Ellen gruñó. "Lo sé. Pero es lo que podemos hacer acorde a la ley. Solo somos dos oficiales en todo el pueblo, y mi compañero es humano, así que no hay forma en que le diga lo que está sucediendo y por qué debemos buscar desde ya."
"Es extraño." Jeremy entrecerró los ojos, su mano deteniéndose mientras se tocaba la barba. Frunció el ceño y los miró a todos. "¿Alguien ha hablado alguna vez con el padre del chico? ¿Saben dónde vive? Me gustaría hablar con él."
Ryder miró a Eric.
Si alguien sabía más sobre la vida de Jaden, ese era su compañero. "¿Sabes algo?"
"Jaden es muy reservado," murmuró Eric detrás de él. "Solo sé que su padre tiene un viejo sedán rojo y que el resto de su familia es bastante peculiar. Oh, su tía es dueña de la floristería, pero nunca la he visto." Levantó la mirada y frunció el ceño. "No creo haber visto a su padre muy bien. Usa gafas y está alrededor de los cuarenta. Es todo lo que sé. Lo siento."
Ryder dejó un beso en la cima de su cabeza. "Está bien."
"De todas formas, quiero hablar con él. Gracias." Jeremy le dio una suave sonrisa a Eric antes de ver a Ellen y asentir. "Tenemos que comenzar esta misma noche."
Ellen miró a Ryder. "¿Podrías enviar a algunos de tus chicos a ayudar? Quiero recorrer la mayor cantidad de terreno posible tan rápido como podamos. Hay una posibilidad de que estén todavía aquí. Eso quiero pensar." Ella apretó los dientes y miró a Evan y Ryou. "Avísenle a los demás y luego reúnanse aquí."
Los dos asintieron antes de cambiar y correr hacia la salida de la cocina.
Jeremy también se movió. "Traeré a mis chicos también." Abrió la puerta y asintió hacia ellos. "Estaremos de regreso en un momento."
El oficial se quedó en el sofá. "Los acompañaré, así que me quedo aquí."
"Haré que Logan y Dominic vengan conmigo," dijo.
Después de lo que el oso había pasado, siempre dudaba en enviar a Heath por problemas como este. Y decirle que se quedara con los compañeros, siempre era una mejor opción para todos, aunque sabía que al oso le molestaba, la seguridad de uno de sus chicos era más importante. Y Heath no era frágil, pero había pasado por un gran bache. Dos veces. No necesitaban una tercera definitiva.
Condujo rápidamente de regreso. Ambos saltaron de la camioneta en el momento en el que se detuvo y entraron a la casa. Dominic estaba comiendo su cena en la cocina. Lo miró cuando entró. "Dom, prepárate."
Heath, que estaba en la sala viendo la televisión con su compañero, frunció el ceño mirando a su dirección. "¿Por qué yo no?"
"No voy a discutirlo," dijo y corrió el camino hacia las habitaciones. Logan estaba vestido, discutiendo algo con su compañero al final del pasillo. Ryder los miró, sintiendo la tensión en el aire. Cuando su mirada de encontró con la del humano, sabía que no era bueno. Se cruzó de brazos y esperó hasta que el gran hombre llegara a donde él estaba. "Necesito que Logan venga conmigo."
"¿Quieres que algo malo le pase?" Reid estuvo cara a cara con él, sus pechos chocando. "¿Perdiste la cabeza?"
"Cuida tu tono," dijo, apretando las manos en puños. "No me hagas olvidar que eres el compañero de uno de mis osos."
"Basta." Logan se metió entre ambos y tiró de Reid lejos, dándole una mirada de disculpa a Ryder. Lo llevó al otro lado del pasillo y lo tomó del rostro. "No tienes que preocuparte por mi. Puedo cuidarme. Tú te quedarás y cuidarás de los demás mientras nosotros hacemos nuestro trabajo." Lo besó en los labios antes de separarse de él. "Te prometo que estaré bien."
Cuando la expresión del humano se suavizó, Ryder se dio la vuelta y casi chocó con su compañero. Eric lo estaba mirando con ojos brillantes llenos de preocupación. Suspirando, lo tomó en sus brazos y lo llevó a su habitación, cerrando la puerta detrás de ellos. Estampó sus bocas juntas, empujando su lengua contra la de Eric, buscando el consuelo, algo de serenidad que solo podía conseguir con él.
Y la necesitaba justo ahora.
* * *
"No puedo soportar pensar que algo malo pase," dijo Reid. Le tomó la mano y la apretó con fuerza, su mandíbula tensa y ojos decaídos. "No me gusta. Lo siento. Si pudiera envolverte en algodón y nunca dejarte ir, lo haría." Tomó la mano de Logan y la puso sobre su mejilla, mirándolo inquietantemente fijo. "Te amo."
Logan exhaló lentamente, inclinándose para presionar su rostro contra el de su compañero, inhalando su aroma con fuerza. "También te amo."
"Te esperaré despierto."
Sacudió la cabeza. "No es necesario. Solo cuida de los demás. Estoy seguro de que Heath se quedará, así que estarán bien." Tampoco tenía idea de cuánto tardarían.
Reid asintió de malagana.
"Está bien."
Se negó a soltar su mano mientras bajaban las escaleras. "Tienes que dejar de chocar con Ryder de esta manera," lo regañó con suavidad. "Nos va a patear fuera de la casa uno de estos días."
Reid lo envolvió con sus brazos por detrás, mandíbula en su hombro mientras entraban a la cocina. "Podemos quedarnos en otro lugar." Logan gruñó y Reid se rió antes de besarlo en la mejilla. "Lo siento. Me disculparé con él más tarde."
"Ya parecen tener una rutina."
Estaba comenzando a dudar si a Ryder realmente le molestaba la presencia de Reid o si lo encontraba entretenido. Porque el oso ya había sido jodidamente paciente con su humano.
"Sé que le caigo bien. Pero todavía." Presionó los labios con su oreja, haciéndolo quejarse un poco. "Yo soy tu alfa, bebé."
Su rostro ardía mientras buscaba algo de tomar en el refrigerador. Quería decir que no, pero en lo profundo sabía que si tenía que elegir entre Ryder y Reid para seguir una orden, seguiría a Reid sin pensarlo dos veces. Agh, eso sería problemático. No deseaba que el momento llegara.
Sacudió la cabeza después de tomar un trago de agua.
"No digas tonterías."
Reid solo se rió.
* * *
"Ten mucho cuidado."
Dominic asintió mientras Calvin llenaba su rostro de besos. Era un blandengue por su compañero. Amaba cuando Calvin le daba tanta atención de esta manera, le hacía sentir como un cachorro hambriento de contacto y afecto. "Estaremos de regreso más pronto de lo que imaginas," dijo mientras pasaba las manos sobre el hermoso cuerpo de Calvin. Tan suave y lindo, su aroma tan dulce. Cuando Calvin detuvo la lluvia de besos, él se quejó y lo tiró más cerca. "No dije que pararas."
Calvin se rió, un sonido tan dulce y lindo como todo él, y continuó con sus besos, manos en la cabeza de Dominic, acariciando la punta de sus orejas con dulzura. Ah, su conejito era bueno. Sus hermosos ojos verdes lo miraban con tanto cariño y calidez, que Dominic pensó que podría explotar de amor en cualquier segundo.
"Pero hablo en serio, Dom. Ten mucho cuidado. Te necesito por mucho, mucho tiempo todavía." Besó su frente sin prisa y frotó la nariz contra la suya, el cabello rubio de Calvin cayendo entre ambos casi logró esconder el sonrojo en sus pálidas mejillas. "Tu postre favorito estará esperándote aquí para cuando regreses."
"Mm. Lo sé." Tiró de su cabeza hacia abajo y atrapó sus labios, besándolo lentamente y profundo, como sabía que le gustaba a Calvin. "Será mejor que esté listo para comer en el momento en el que vuelva a poner un pie en la habitación."
Sabía que debía estar más preocupado por la situación, pero jamás dejaría a Calvin con una bolsa llena de preocupación. Lo haría cuando el problema se volviera más real.
Y sus instintos le decían que todavía era muy pronto para eso.
* * *
Las firmes manos de Chase le frotaban los hombros, como si fuera una bestia a la que tenía que calmar. No se sentía como una bestia. Pero estaba molesto. "Ryder solo se preocupa por ti."
"Pero ya han pasado dos años," dijo, cruzándose de brazos. "Estoy bien. No he tenido ningún problema después de lo que pasó, pero él sigue tratándome con cuidado. Como si fuera un cachorro. Soy un hombre, un shifter oso adulto, que puede cuidarse la espalda solo."
Chase suspiró antes de que un beso cayera encima de su cabeza. "Lo hace porque no quiere que vuelvas a pasar por eso. Podría despertar un caso de estrés post-traumático, lo sabes. Ya hemos hablado sobre eso," Chase soltó sus hombros y rodeó el sofá para dejarse caer su lado. Tomó su brazo y lo envolvió con los suyos antes de besar su hombro, sus bonitos ojos azules lo miraron, y le hizo recordar a un gato por alguna razón. Un hermoso gato negro con brillantes ojos azules. "Y, aun cuando te molesta, me alegra que estés a salvo, conmigo. No puedo vivir sin ti, Heath."
"Chase..."
Envolvió su mano en la nuca de su compañero, buscando sus labios. Le dio un suave beso amoroso. Tenía que recordarse que Chase sentía lo mismo que él, sentía el mismo miedo de perderlo que Heath sentía todos los días. No podía ser tan ciego y egoísta con el tema. Acarició el lóbulo de la oreja de Chase cuando se separaron.
"Tampoco puedo vivir sin ti a mi lado, lo siento. Me quedaré en casa." Le dio un beso en la frente y lo tiró encima de él, haciendo que las piernas de Chase quedaran a los lados de sus caderas. Deslizó las manos sobre la espalda de su compañero hacia su bonito trasero y le dio un suave apretón antes de dejarlas descansar encima. Besó la firme mandíbula antes de lamer una línea hacia su marca, frotándola con sus labios, amando el estremecimiento que recorrió a Chase. Sonrió contra la piel de su cuello. "Estoy seguro de que podemos escabullirnos a una habitación por unos minutos." Levantó la cabeza del cuello de Chase y miró hacia la cocina, donde Reid estaba colgado de la espalda de Logan mientras el oso caminaba alrededor y les preparaba algo de comer. "Reid mantendrá un ojos en los demás."
Chase asintió, una sonrisa atrevida estirándose en sus labios mientras se mordía el inferior más grueso. "Puedes apostarlo."
Lo único que le quedaba por hacer, era proteger a los compañeros con su vida. El más preciado tesoro que todos ellos tenían.
***
Sus planes no se suponía que resultaran así.
Tenían que conseguir al maldito compañero de Ryder.
"¿Qué parte de todo eso fue tan difícil de entender?" Se pasó una mano por el cabello mirando los dos bultos tirados en el suelo de la vieja mansión abandonada que estaba en medio del bosque. Ambos cuerpos atados de manos y pies, ojos vendados, con un tipo de cinta adhesiva americana que cubría sus bocas apretadamente. No se movían y podía ver un poco de sangre en la tierra seca que parecía ser del tipo más grande. Se giró hacia H, el único nombre que había obtenido del gorila después de casi tres años. "No puedes ser tan imbécil como para creer que esto es lo que te pedí."
El hombre lo miró con lo brazos cruzados, ojos duros sin emoción que lo miraban con pereza. Su cabeza calva y piel oscura le daban un aspecto peligroso. "Es lo que tienes. Uno de sus amigos se llevó al chico antes de que pudiéramos ir por él." Miró más allá de él y vio a los cuerpos tendidos antes de encogerse de hombros. "El chico te servirá como una amenaza. Y haz lo que quieras con el otro, solo se metió en donde no debía."
James tiró de su cabello con fuerza, pateando la tierra con frustración.
"¡Necesito al jodido compañero de Ryder!" gritó, acercándose a la cara de H. Los ojos oscuros lo miraron sin inmutarse. James estaba harto de tener a todos estos inútiles en sus manos que no lo respetaban. Deberían estar mirándolo desde abajo, no como si pensaran en él como un insecto. "Ese hijo de puta está poniendo a todos en mi contra, quiere sacarme del puesto y no se lo permitiré. Se supone que ustedes están aquí para hacerme la vida más fácil, no para complicarla. ¿Cómo demonios crees que puedes tomar a dos residentes así y esperar que nadie haga nada?" Tomó el cuello de la camisa de H y lo tiró hasta que estuvieron a centímetros del otro. Estaba tan jodidamente furioso que podría matarlo con sus propias manos. H lo miró a los ojos en silencio. James apretó los dientes, sacudiéndolo. "¡Ahora tengo dos desapariciones que explicar! Y los estúpidos policías estarán detrás de mi como ratas." Lo empujó con tanta fuerza como pudo, pero solo se golpeó contra una pared de músculos. Gruñó, tan molesto que su cabeza se sentía como si estuviera a punto de explotar, y golpeó la palma de su mano contra la cara de H antes de pensarlo mejor. "¡Bastardo inút-"
"Fue suficiente."
James jadeó, sus manos cerrándose alrededor del brazo estirado hacia él, cuando una mano se envolvió alrededor de su garganta, tan apretada y firme que sintió como si el aire hubiera sido cortado con una tijera.
H gruñó, bajo y lento. Un sonido que no era humano. "No olvides que trabajas para alguien más." Los dedos se clavaron más profundo en su piel, más apretado al punto de hacerlo boquear por aire mirando a los duros ojos que lo miraban sin ningún tipo de compasión. "Podría matarte justo aquí y nadie le importará, porque todos te odian." H se acercó a él, susurrando sobre su oído. "Todos te quieren muerto," se rió roncamente. "Eres un ser despreciable y asqueroso."
"No eres... mejor que y-yo," se las arregló para decir, mirándolo fijamente. "Ustedes... agh, son abominaciones." Aspiró con fuerza, intentando llevar un poco de aire a sus pulmones. "Ugh... nos iremos al inf- agh... agh... infierno juntos."
H lo miró fijamente, estudiándolo como a una criatura extraña que veía por primera vez. Después lo soltó, y lo lanzó conta el suelo. Se cruzó de brazos y levantó la mandíbula. "Es muy posible," dijo con una pequeña sonrisa socarrona. "Pero ese lugar es muy tranquilo para mi, prefiero el infierno de aquí arriba." H inhaló con fuerza antes de dejar caer los hombros. "Te daré un consejo que necesitas, James. No intentes matar a demasiados pájaros de un tiro si no sabes cómo usar un arma."
"¿Qué se supone que significa eso?" preguntó mientras se pasaba una mano por la garganta y se ponía de pie. De seguro tendría moretones que cubrir si no quería que alguien preguntara sobre ello. "¿Ahora crees que dar palabras motivacionales evitará que te reporte por lo que acabas de hacer?" Se movió un poco tambaleante y lo señaló con una mano. "Mide bien tus siguientes palabras."
H lo miró con tal diversión en los ojos, que decía que no le importaba. James ni siquiera sabía qué tanto podría pasar si lo reportaba. H era el líder del grupo al que le pagaba después de todo.
"¿Quién irá a reportarme cuando no estés?" H le dio una mirada fija. "Una vida no es nada para mi. Viste lo que le hice al oso. El tigre solo tuvo suerte de poder escapar." Apretó la mandíbula y se encogió de hombros. "Tanta suerte como la tuvo el compañero de Ryder. Pero esos dos no tienen uso más que ser una advertencia." James siguió la mirada fija de H, encontrándolo viendo al sujeto más delgado y pequeño. Había algo de interés en su mirada, pero la borró tan rápido que James creyó haberlo imaginado. "Será mejor que desaparezcas tu trasero de aquí. Ese tipo es un tigre, su manada debe estarlo buscando." H señaló al cuerpo más grande y se dio la vuelta, caminando directo hasta su camioneta negra. Saltó dentro y la encendió, luego lo miró. "No hagas nada de lo que te puedas arrepentir, James. No eres el único que puede hacer un reporte. Conseguiré que tu cuerpo desaparezca antes de que lo imagines."
Y se alejó, dejándolo solo en medio de la nada con dos cuerpos en una mansión que parecía que iba a derrumbarse en cualquier minuto.
James maldijo en voz alta. ¿Por qué todo tenía que ir tan jodidamente mal? Todo estaba conspirando en su contra para hacerlo perder la cabeza. Se giró para irse a su auto cuando vio un movimiento venir del cuerpo más grande. Estaba molesto y quería golpear algo, así que se acercó al gran bulto que se sacudía y le dio un fuerte patada en el estómago cuando el tipo de rodó de costado.
"¡Muere!¡Muere!¡Muere!" gritó con cada patada que le soltó. Solo se detuvo cuando se sintió un poco mejor, más calmado. Tomó una profunda respiración y se acomodó el cabello antes de mirar al sujeto, ahora se había quedado quieto, pero podía ver los movimientos que hacía al intentar respirar. James se rió antes comenzar a alejarse. "Me aseguraré que todos mueran," murmuró al silencio ensordecedor del bosque.
Comenzó a murmurar su canción favorita hasta que llegó a su auto. Lo encendió y salió hacia el camino, asegurándose de que estaba completamente vacío, y luego condujo hacia la ciudad. Con suerte encontraría un club de prostitutas baratas.
Así se olvidaría de esta estúpida noche.
***
Cuando llegaron, las voces estaban levantadas y la hostilidad de los shifters estaba opacando el aire del lugar.
Era Coker.
El pobre oficial realmente tenía las manos repletas mientras fuera el único policía shifter que podía manejar el caso.
"¡Te arrestaré!"
Evan levantó una mano y le mostró el dedo de en medio al oficial. "Inténtalo."
Coker gruñó por lo bajo y caminó hacia Evan. "Ven aquí."
Ellen suspiró. "Caballeros, por favor." Golpeó sus manos juntas y se giró hacia el tigre. "Evan, compórtate de una vez por todas."
"Que no me diga qué hacer." Se cruzó de brazos, mirando a Ellen con suavidad y respeto. Ella era su alfa provisional después de todo. "Grayson es mi mejor amigo. Solo quiero encontrarlo."
"Lo haremos. Pero necesitamos seguir un plan, no podemos dejar que los residentes humanos vean a tantas criaturas salvajes en una sola noche. De vez en cuando es normal, pero si nos estamos moviendo en grupos, lo mejor será alejarnos lo más posible."
Jeremy asintió. "Ellen tiene razón. Los que cambiarán se irán más a los límites y al corazón del bosque. Los demás, recorrerán el pueblo tan naturalmente como puedan, pero atentos a cualquier cosa extraña que encuentren. Intentemos no alarmar a las personas. Me llamarán a mi a Ellen o a Ryder si encuentran algo."
El oficial exhaló con fuerza mientras se pasaba una mano por el cabello. "Los grupos están divididos. Ryder," el oficial dijo y lo miró con ojos cansados. "Envía a tus muchachos al bosque y límites. Necesitaremos shifters grandes si hay algún grupo de hostiles que pongan una pelea." Tragó y se giró para mirar al resto de los shifters en la habitación. "Los lobos aullarán si encuentran algo, solo concéntrense para oírlo. Si escuchan un aullido, encontraron a uno. Si escuchan dos, ya saben, tendremos ambos. Volveremos a reunirnos aquí justo después." Se frotó el puente de la nariz con una mueca. "Intentemos buscar tanto como podamos, ¿de acuerdo? Solo he pasado algunos meses en este lugar, pero realmente me gusta. Y espero que pueda llegar a convertirse en una comunidad donde las personas no sientan miedo, que estén seguras, humanos y shifters por igual." Muchas cabezas se movieron de acuerdo, Ryder incluido. Coker chasqueó los dedos y se movió hacia la salida. "Empecemos."
***
Hola!!! Capítulo 10. Se está poniendo interesante. Me pregunto a dónde nos llevará esto. Una vez más, gracias por todo. Nos leemos pronto!! Por cierto, espero estar subiendo una historia corta en las próximas semanas, nada relacionado con esto, solo yeah, eso. Eso sería todo. Nos leemos pronto xx
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