El pobre Todoroki ya no sabía que hacer con su vida, estaba entre la espada y la pared ahora mismo.

Disfrutar su soba o llegar temprano a clase.

Difícil decisión para un adolescente de 17 años con traumas infantiles, una quemadura en el ojo y que ha puesto su vida en peligro más veces de lo cualquier madre quisiera oír.

Pero es que su soba... y sus promedios...

Guardó lo que quedaba en un tupper, lo metió en su bolso junto a un tenedor y salió de su habitación hacia el salón de clases, llegando apenas sonó la campana de primera hora. La clase fue yendo bien, Aizawa como siempre contagiaba su sueño a los demás alumnos, para luego ser despertados por Present Mic con su típica voz gritona.

Ya en la segunda hora de Inglés, al quemado se le empezaron a gruñir las entradas por lo que, cautelosamente, sacó su merienda y empezó a degustar de su amada.

—¿Por qué huele a comida? —

La voz del profesor le asustó, sus compañeros lo voltearon a mirar discretamente, tampoco querían ponerlo en problemas pero sería difícil poder esconder el aroma y la suciedad alrededor de la boca del hijo de Endeavor.

En especial cuando el profesor iba para su dirección.

Crunch crunch.

Se escuchó con descaro en la habitación, el docente repentinamente volvió su atención a dicho sonido, encontrándose con un Bakugō tragándose una galleta crugiente.

—Soy yo, me muero de hambre, no pude desayunar. —
—¡El problemático de la clase! —exclamó el rubio dirigiéndose a su dirección. —¡Me temo que es una falta grave de respeto! ¡Si tiene tanta hambre, salga del salón!

La distracción fue suficiente para que el bicolor pudiera guardar su comida y limpiar sus comisuras con una servilleta de tela que le regaló Tsuyu.

—Vale, igual me aburre su clase. —

Respondió cansado el rubio, levantándose de su lugar y tomando sus cosas para marcharse.

Pero, Todoroki lo había notado, como este se había volteado a él y le había dado una sonrisita coqueta antes de irse, estaba seguro que fue real por que si no...

No habría razón para que su corazón lata tan rápido.

—¡Te lo digo Aizawa! ¡Disciplina mejor a tus tutoriados! —

El pelinegro estaba rodando los ojos.

—De su educación me encargo yo, gracias. —Digan lo que sea, pero él no era mal tutor. —Es que no me cabe en la cabeza que Bakugō haya hecho algo así, es rebelde, pero no a ese punto. —

El conocía perfectamente a cada uno de sus estudiantes, no por nada había pedido quedarse junto a esa promoción durante todos los años de la Academia, él confiaba en ellos y ellos en él.

Y justamente por eso es que no le cabía lo que su compañero le decía.

»Debe haber otra razón escondida.«

Me gusta mucho que Aizawa sea como una figura paterna para todos, es simplemente maravilloso.

Btw, últimamente estuve con ganas de rolear, pero la mayoría de grupos tienen ships que no me agradan so

¿Les gustaría crear uno? Ya que aquí hay pura gente con gustos parecidos, sería buena idea, cualquier cosa háblenme al interno.

Puede ser por WhatsApp, Twitter o Telegram idk