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Marinette

—Marinette, ¿En serio piensas en la posibilidad de que Adrien sea Chat Noir? —preguntó Tikki viéndome pasear por todo el cuarto en toalla, me acababa de bañar.

—Coño, chama. Ponte a pensar: ¿Quién más me dice My Lady? O, ¿No te parece mucha casualidad que ambos sean alérgicos a las plumas?

Me puse mi pijama y luego me fajé a desenredarme esas greñas. Maldito tinte, es arrecho peinarse teniendo el pelo pintado, se siente como un chicle.

—Estás siendo algo paranoica —insistió— Lady es un sobrenombre que los parisinos les otorgan a las chicas para cortejarlas y muchos son alérgicos a las plumas.

—¿Y qué me dices del cabello rubio? —inquirí.

Tikki entornó los ojos.

—Sí, Marinette. Adrien es el único chico rubio en toda la ciudad de París.

—Métete tu sarcasmo por el culo, mardita —me quejé— sólo estoy buscando pruebas. ¿Te imaginas tú que ése carajito sea Chat Noir? Nawebona de beta.

Y ahí volvió a porfiar la mardita.

—¡Son completamente diferentes! —insistió— Adrien es muy reservado, algo tímido. Y Chat es exactamente lo contrario.

Coño, la desgraciada tenía razón. Pero esa vaina no la iba a decir en voz alta porque después se la iba a tirar de la gran vaina.

Así que, sabiendo que no iba a ganar ésta discusión, dije lo siguiente:

—Ay, no Tikki. Yo no voy a discutir contigo —dejé el cepillo a un lado y subí a mi cama— me duele de toa' verga por andar brincando y saltando, necesito dormir.

—Bien, pero insisto: es imposible que Adrien y Chat sean la misma persona.

—Algún día lo voy a descubrir y cuando lo haga te lo voy es a restregar en la cara, mamagueva.

Tikki soltó un suspiro de cansancio y se fue a dormir. Nawebona, si yo era porfia' aquella lo era aún más.

Me metí bajo mis sábanas y agarré el teléfono porque hay que estar claros que uno a veces dice que va a dormir pero dura dos horas pegado al teléfono mariqueando antes de eso.

Diego si me envía webonadas, vale. Ahora ique se compró tres cestas de cambures con los cobres de la apuesta y se sentó en el porche de la casa con Christian a jartarse esa vaina. Lo más arrecho es que al pobre maracucho le terminó dando una cagueta bestial.

Número desconocido
En línea

Hola, Marinette😊
10: 45pm

Wejele
10: 45pm

¿Quién eres?
10:45pm

Escribiendo...
Escribiendo...
En línea.
Escribiendo...

Soy Adrien
10: 47pm

¡Catireeee!😍
10: 47pm

¿Cómo estás?
10: 47pm

Un poco cansado😪
10: 48pm

Acabo de llegar a casa
10: 48pm

La clase de esgrima se extendió
10: 48pm

Nawebona
10: 49pm

Ya van a dar para las once y tú apenas llegando a tu casa
10: 49pm

Al menos ya vas a descansar
10: 49pm

Nop, aún falta que practique mis lecciones de piano😭😭
10: 51pm

Que molleja, tú
10: 51pm

¿Acaso tu papá cree que sos de hierro? Que te deje descansar
10: 51pm

Descuida, ya estoy acostumbrado
10: 52pm

Prefiero esto que quedarme encerrado en mi habitación😞
10: 52pm

Podrás estar acostumbrado pero parece que te explotan. Sin ofender😕
10: 53pm

Lo sé
10: 53pm

Oye, no hablemos de mi aburrida agenda
10: 53pm

¿Porqué mejor no me cuentas qué tan emocionada estás por el desfile?
10: 53pm

nOJODA
10: 53pm

Emocionada es poco, mrk
10: 54pm

Es más, la vaina hasta se me había olvidado. Hoy no duermo😍
10:54pm

He sido fan del trabajo de tu papá desde que me empezó a gustar el diseñó de modas
10: 54pm

Es mi ídolo
10: 54pm

Me alegro mucho por ti😊
10: 55pm

Sólo espero que no te lleves una decepción con papá😕
10: 55pm

Fruncí el ceño y le respondí.

¿Decepción? ¿Porqué lo dices?
10: 56pm

Mi padre no es una persona muy... calida.
10:56pm

Es muy frío, reservado, apenas y puedes escuchar su voz
10: 56pm

No te preocupes, Catire
10: 56pm

Me ha tocado convivir con personas así antes y aún así les ha gustado mi trabajo.
10: 56pm

Tu papá no será mi excepción
10: 56pm

Adrien y yo nos la pasamos hablando mariqueras hasta alrededor de las tres, ahí fue que la cosa se puso como que rara porque empezabamos a tocar temas más personales e incluso hasta muy fuertes. En lo que llevábamos me había enterado que era virgen, nunca había tenido una novia, jamás en su vida había matado un queso y mucho menos había dado su primer beso. Ése carajito en teoría sudaba agua bendita.

Oye
3: 58am

No oigo, leo
3: 58am

Pajua
3: 59am

JAJAJAJAJAJAJA
3: 59am

Iralo pues, aprendiendo
3: 59am 

¿Qué querías decirme?
3: 59am

¿Es verdad que tú y Chat Noir tienen algo en secreto?
3: 59am

Bueno, si te soy sincera ni yo misma sé
4: 00am

Porque ajá
4: 00am

Él es muy lindo y atento conmigo, no te lo voy a negar
4: 00am

Pero no sé, mrk. Aún no sé si patina o no patina
4: 01am

¿A qué te refieres con "Patinar"?
4: 01am

Me refiero a que no sé si él está dispuesto a hacerlo
4: 01am

¿Sabes qué vaina es calidad?
4: 02am

Que te roben un beso así, de sopetón
4: 02am

Obviamente si sabes que la persona a la que vas a besar también quiere hacerlo
4:02am

Sería un estúpido si no quisiera tener algo contigo
4: 02am

Eres una chica maravillosa, My Lady
4: 02am

Gracias, Catire
4: 03am

Epa, una pregunta random ahí
4: 03am

Sueltala
4: 03am

¿No sería calidad ser un superhéroe aunque sea por un día?
4: 03am

¿Qué superhéroe serías?
4: 04am

Última conexión 4: 04am
En línea
Escribiendo...
Escribiendo...
Escribiendo...
En línea
Escribiendo...

Me gustaría ser Capitán América
4:06am

Aunque sea por un día
4: 06am

Ufff ése es un catire que no sólo patina, hasta tiene su propia pista
4: 06am

Pero no sé, tú como que tienes más pinta a Chat
4: 06am


Tirandole esa punta ahí toda casual, ustedes saben.

¿Yo? ¿Parecerme a Chat?😂😅
4: 07am

Es una completa locura.
4: 07am

Él es mucho más apuesto que yo
4: 07am

Aaaaay vale, ¿Es que a ti te gusta el pipi?
4: 07am

Ahora sí es verdad, vale
4: 07am

Lo digo porque me ganó el lugar del chico más ardiente de esta semana en Teen Vogue
4: 08am

Ajá, tirame esa, pues
4: 08am

Marinette😕
4: 08am

No soy gay😕😕
4: 08am

Mano, usted tranquilo. Yo sé que es dificil aceptarse uno tal cual es
4: 08am

Pero yo te apoyo
4: 08am

Es más, para que veas que soy chévere te voy a cuadrar a alguien
4: 09am

Se llama Diego
4: 09am

¡Que no soy gay!
4: 09am

Deja de molestarme con eso o haré que sufras las consecuencias
4: 09am

Ay si, ¿Qué me vas a hacer, pues?
4: 09am

Estás a nada de sudar agua bendita
4: 09am

¿Quién sabe?😌
4: 09am

Dicen que los chicos buenos son chicos malos que no han sido descubiertos😌😌
4: 09am

No si, 5SOS pues
4: 10am

¿Qué vaina harás?
4: 10am

Ya te veo haciéndome cosquillas
4: 10am

¿Cosquillas? ¿Quién habló de cosquillas?
4: 10am

Yo hablaba de robarte un beso
4: 10am

A LA VERGA

¿ESTÁN LEYENDO LA VAINA?

¿Qué beso me vas a estar robando tú? Boca abierta
4: 13am

Aquí nada más dices, ya te veré mañana tartamudeandome el buenos días
4: 13am

Tal vez te lleves una sorpresa
4: 13am

Ajá
4: 13am

Última conexión 4: 13am
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Escribiendo...
Escribiendo...
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Escribiendo...

Ya debo ir a dormir😪😪
4: 16am

Te veré mañana, ¿Sí?
4: 16am

Dale. Descansa, Catire💙
4: 16am

Descansa, My Lady
4: 16am

Última conexión 4: 16am

Agregaste a "Número desconocido" a tus contactos.

Cambiaste el nombre de "Número desconocido" a Catire Picioso✨💚


Me le quedé mirando la pantalla al teléfono aún como que asimilando la vaina. Después pegué el grito.

—¡TIKKI!

La coquito despertó de coñazo y vino volando a mi cama.

—¿Qué...? ¿Qué pasó? —preguntó medio aturdida— ¿Hawk Moth ha liberado a otro Akuma?

—Más arrecho que eso —le mostré el teléfono.

Tikki leyó los mensajes de mi conversación con Adrien.

—¡A la verga! —soltó, después cayó en cuenta de lo que dijo y se tapó la boca. Me empecé a reír— esto es culpa tuya, me has contagiado tu marginalidad.

Me encogi de hombros.

—¿Qué puedo decirte? No importa en qué parte del mundo esté. El barrio siempre correrá por mis venas.

(…)

—¡Marinette, baja ya! —escuché a papi llamándome desde la cocina— ¡Volverás a llegar tarde!

—¡Que ya va! —le grité de vuelta mientras me terminaba de poner el bolso.  Tikki se escondió en mi chaqueta antes de que bajara— bendición.

Papi ya estaba abajo esperándome con la taza de la comida de más tarde y un cachito envuelto en una servilleta para ir comiéndomelo en el camino.

—Dios te bendiga, date vuelta —me pasó el cachito e hice lo que me pidió, estaba metiéndome la taza en el bolso mientras Colette me pasaba un Cooler con jugo— deberías empezar a madrugar, carajita. Siempre llegas tarde.

—Claro que no —me defendí.

—Naciste a los diez meses, te tardaste hasta para nacer.

—Eso es porque la belleza nunca llega tarde, son los feos los que llegan temprano aka Jack Harries 2015 —cité.

Papi rodó los ojos y me dio un beso en la cabeza en forma de despedida.

—Adiós, Colette —le grité antes de salir. Le pasé la mitad del cachito a Tikki— jartate rápido esa vaina porque hoy nos toca correr.

Empecé a bajar rápidamente las escaleras.

—No tendrías que hacer esto todos los días si te dignaras a despertar más temprano.

—No vas a empezar tú también, vale —rodé los ojos mientras salía a la calle. Me estiré un poco— el liceo está ahí mismito, además correr es saludable para el cuerpo.

Tikki se terminó de comer el cachito y luego de que se escondiera pegué esa carrera. Nojoda, Forrest Gump me dicen.

Lo más arrecho fue que en lo que pisé la puerta del salón ahí medio botando un pulmón por el culo, sonó el timbre.

—Que raro tú llegando tarde —Me dijo la Alix pasando junto a mí— Hola, latina.

—Háblame, europea.

Hicimos nuestro saludito marginal ahí antes de subir las escaleras. Pasé frente al primer escritorio y el catire quien estaba encadenado beteando con Nino, se cayó inmediatamente cuando vio que le pasé por un lado.

—Hola, Adrien —lo saludé intentando disimular mis ganas de reírme al notar que los cachetes se le estaban poniendo rojos.

—Ma-Mam-Marinette, hola —tartamudeó.

—¿Viste que yo tenía razón? —le recordé.

Gruñó por lo bajo.

—Cierra la boca —reprimió una sonrisa.

Le di una última mirada antes de ir a sentarme a mi lugar. Alya me miró.

—¿Qué? —le pregunté.

Negó para sí misma.

—Nada, mejor me callo.

Miss Bustier empezó con la clase de matemáticas pero realmente no le estuve parando mucha bola por estar pensando en si mis sospechas eran ciertas y Adrien era realmente Chat. Es que ajá, mrk. A todas éstas supongamos que sí sea, pero hay algo que está llamando aún más mi atención.

Si Adrien era realmente Chat Noir eso quiere decir que el catire boca abierta estaba empepado, no, empepado no, EMPEPADISIMO por mí.

Le di una rápida mirada a Adrien. Estaba resolviendo tranquilamente el ejercicio que Miss Bustier había puesto en la pizarra y que se suponía que yo también debería tratar de resolver en vez de estar pensando en pajaritos preñados.

Fruncí el ceño.

No creo, chama.

¿O sí?

El catire como que sintió mi mirada porque volteó. Me hice la loca y rápidamente miré a la pizarra.

Algún día iba a descubrir esa vaina.

(…)

Al salir del salón Alix se nos acercó a Alya y a mí con una cara de fastidio.

—¿Esa es la cara o el culo?

Alix me miró.

—Podría ser todo lo que quisieras.

Ésta si es marica.

—¿Kim y sus apuestas otra vez? —inquirió Alya preguntando si ése era el motivo de la arrechera de Alix.

La de cabellos teñidos rodó los ojos dándole la razón.

—Ésta vez apostó a que sus malditos pies podrían superarme a mí y a mis patines en una carrera —dijo— me enfurece que siempre se la pase alardeando sobre lo rápido que es y que puede dominar cualquier deporte que se proponga. Yo practico patinaje desde que era niña y he tenido que entrenar duro para lograr todo lo que he logrado hasta el día de hoy.

—Pero metele su coñazo y fin del asunto —le aconsejé.

Alya me miró mal.

—No le hagas caso a Marinette —le dijo Alya— sólo ignoralo, ya se cansará.

Entramos a la cafetería y las acompañé a que se compraran el desayuno.

—No soy la única que se ha quejado de él, Alya —bufó— primero esta la apuesta con Iván sobre quién era más fuerte, luego con Nino sobre quién tenía más ritmo en el break dance, con Chloe sobre cuál de los dos era mejor en gimnasia y ahora conmigo —caminamos a la mesa de las muchachas— sólo me gustaría que se tragara sus palabras, al menos una vez.

—¿Tan ladilla es? —le pregunté.

—¿Porqué Alix está molesta? —preguntó Mylene cuando todas nos sentamos.

—¿Kim y sus apuestas otra vez? —preguntó Juleka.

Alix la señaló y me vio.

—¿Ves a lo que me refiero? —me dijo y luego miró a las chicas— dice que es mil veces más rápido que yo usando mis patines.

Varias de las chicas bufaron o rodaron los ojos. Nawebona, así sería de ladilla el Kim.

—Ay vale —dije yo metiéndome donde no me llaman— yo siendo tú le digo que hagamos una carrera para que se acabe éste peo.

Lo más arrecho fue que me pararon bola porque la Alix fue hasta la mesa de Kim y le dijo que esta misma tarde harían una carrera, él a pata y ella a rueditas. Si él ganaba ella tendría que entregarle sus patines y si ella ganaba él tendría que dejar las apuestas todo lo que quedaba de año escolar. Todos los demás escucharon la vaina y estuvieron tan de acuerdo que hasta se iban a llegar a ver la carrera.

Lo peor es que yo había usado sarcasmo y terminaron haciéndome caso. Menos mal que no le sugerí que agarrara a balazos a Kim.

Luego de comer les dije a las muchachas que después las alcanzaba en el salón porque iba a dejar unos libros a los casilleros. ¿A que no adivinan a quién me conseguí?

El pelirrojo me sonrió.

—Me enteré de que ganaste el concurso de Gabriel's, felicidades.

—Gracias, vale.

—En verdad te lo has ganado, ése bombín era precioso —éste si es jala bolas.

—Ya sé, vale. Bastantes canas verdes que me sacó —rodé los ojos— Nate, me gustaría seguir hablando contigo pero tengo que ir a dejar unos libros a mi casillero antes de entrar a física.

—No hay problemas —le sonreí— yo te acompaño, vamos.

Borré la sonrisa.

Nojodaaa.

Papi, entendei: sos muy bello, metible y todo pero tenei esa lengua der diablo, no te callai.

Nathaniel frunció el ceño confundido.

—¿Qué?

—Que si quieres puedes venir —bufé.

El carajito me siguió al salón cerrado donde se encontraban los casilleros hablando y hablando de un nuevo comic que estaba dibujando y del superhéroe principal, Ilustrador. El nombre fue lo único que escuché porque realmente no le estaba parando mucha bola.

—Y ¿Qué me dices?

Dejé de ver el candado de mi casillero para pararle bola al pelirrojo.

—No escuché bien, ¿Qué dijiste?

—Que si te gustaría ir a almorzar una hamburguesa para celebrar saliendo de clases.

Hamburguesas, suena tenta...

¡No! Así me había hecho caer la otra vez con lo del helado y terminé hasta con dolor de cabeza por la lengua suya.

Hice una mueca.

—Verga, pana. No sé —chasqueé la lengua— lo que pasa es que yo...

—Marinette ha prometido venir a mi práctica de esgrima después de clases —Adrien cerró la puerta de su casillero.

Ni sabía que estaba ahí.

Frunci el ceño y lo miré.

—¿Ah, sí? ¿Cuándo pasó esa vaina?

Adrien entornó la mirada.

—Ayer me lo prometiste, ¿Lo has olvidado ya? —me peló los ojos tipo: capta la vaina, mamagueva.

—¡Ah! Si, si —señalé al catire— si es verdad, Adrien me pidió que lo acompañara y yo acepté...

—Lo siento, ¿Nathaniel, verdad? —el pelirrojo asintió— será para la próxima. Ella vendrá conmigo.

—Ah... bueno, está bien —el chamo sonrió un poco apenado y luego me miró— creo que será mejor que me vaya al salón, Rose tiene mis lápices de colores.

—¿Seguro que no hay peos? —le pregunté.

Por más que sea, chama, me daba cosita pues.

—No. Tranquila, preciosa —dijo— será para la próxima. Adiós.

El pelirrojo salió dejándome con el catire. Me volteé a mirarlo.

Levanté una ceja.

—¿Qué ha sido eso? —le pregunté.

Él se giró a su casillero para seguir guardando libros.

—¿Qué ha sido qué? —se hizo el loco.

—Eso. Le has mentido a Nathaniel.

Él reprimió una pequeña sonrisa.

—No, no lo hice.

—Pero si...

Cerró su casillero y llevó la correa de su bolso a su hombro.

—¿Te gustaría venir a la práctica de hoy? —preguntó de golpe— claro, si no tienes nada mejor que hacer.

—¿De pana quieres ponerme una espada en las manos?

—Se llama sable —corrigió— además, podría enseñarte algunos trucos. ¿Qué me dices?

Me estaba invitando a hacer algo sólo nosotros dos sin siquiera tener una pizca de aweboniamiento. Me gustaba la forma en la que trataba de ser más confiado, me hacía sentir cada vez más orgullosa de él.

—Sólo con una condición.

Dio un par de pasos hacia mí y su mano se apoyó del casillero a mi espalda quedando así, ve, ASI de cerca.

—La que sea.

Toqué la punta de su nariz con mi dedo alejandolo de mi espacio personal.

—Ven a mi casa a almorzar después.

Adrien me sonrió.

—Tenemos un trato.

(…)

—Deberías usar el casco —me advirtió por quinta vez— vas a hacer que te saque un ojo.

—Tú te callas, nojoda porque te estoy ganando es la vaina —me burlé esquivando el coñazo.

Nada más tuvo que explicarme las reglas, darme un uniforme de mi talla y en menos de media hora ya tenía al catire pidiéndome la bendición y los demás viendo el peo.

—¿Cómo diablos te adaptaste tan rápido? —preguntó subiendo a una de las bancas intentando estar fuera de mi alcance mientras se defendía.

—Me crié entre puros hombres por mis primos, a esos les encantaba sacarles los palos a los cepillos y ponerse a hacer éstas vainas —le expliqué— claro está que le perdieron el encanto porque cada vez que yo jugaba les sentaba un palazo en la cabeza a cada uno cuando me hacían arrechar.

Adrien hizo una mueca de dolor.

—Tenías un mal carácter desde pequeña, ya me doy cuenta —se burló.

—Era más madura que todos ellos lo cual es muy diferente —corregí y me agaché esquivando su espada. Le toqué el pecho ganando otro punto— dos a uno. Consigo otro y tú invitas los jugos.

Adrien intentó hacer que tirara el sable atacando de frente. Utilizaba fuerza, pero yo era aún más rápida que él. Subí a la banca donde estaba él y ataqué una, dos, tres veces. Él retrocedió un par de pasos, al tercero tuvo que bajar de un salto de la banca. Golpeó mi sable y en una rápida distracción ocasionada por la luz, ganó un punto más.

Se levantó el casco.

—Si hubieses tenido el casco puesto no te hubiese molestado la luz.

—Ay, mámate un huevo, Agreste.

El catire se volvió a bajar el casco. Fui la primera en atacar. Adrien no tardó en recibirlo y luego devolverlo con aún más fuerza.

De vaina y no me tocó el brazo de no ser porque me hice a un lado. Retrocedi un par de veces y en un rápido movimiento volví a tocar su pecho. La máquina que otorgaba los puntos volvió a sonar. Los compañeros y su entrenador empezaron a aplaudir.

Sonreí burlonamente hacia Adrien.

—Gané.

Adrien se subió el casco.

—Excelente jugada, teñida —me felicitó.

—Muchísimas gracias, oxigenado.

Adrien entornó los ojos.

—Pajoua.

Reprimí una enorme carcajada de vaina y no soné como un marrano. Si de por sí era raro ver que lo escribía, lo era aún más escucharlo decir aquello.

Escuchamos el sonido del timbre indicando que el entrenamiento había acabado. Adrien se acercó a ayudarme a quitar las protecciones cuando su entrenador se acercó a nosotros.

—Magnífica pelea, señorita —me felicitó.

Sonreí un poco apenada. Al man todos aquí le pagaban y yo había venido de rochelera a vacilarme un entrenamiento de gratis.

—Muchas gracias, monsieur —respondí.

El tipo miró a Adrien.

—¿Ha venido contigo?

El catire asintió.

—La invité a venir, espero que no haya sido problema para usted, entrenador.

El tipo hizo una seña indicando que no le parara bolas a la vaina.

—Eres uno de mis mejores estudiantes. Puedes traer a quien quieras —le informó— lo que si ha llamado mucho mi atención es tu amiga.

—Epa, epa, epa, soy menor de edad y el único Sugar Daddy que aspiro tener es Gabriel Agreste —aclaré. No si, chancero.

Ambos fruncieron el ceño.

—¿Qué? —preguntó el catire, yo me hice la Willy Mays.

El entrenador como que entendió la vaina porque se empezó a reír.

—No me refiero a eso, señorita —dijo— ¿Te gustaría entrar al equipo?

Le miré la cara a Adrien.

Maginate, yo era un peligro a mano pela' dígame si tuviese un sable y me hicieran arrechar.

Ay papá.

De paso que con la vaina de que tengo mis responsabilidades del liceo, ayudar a papi en la panadería, mis diseños y Ladybug no me da tiempo ni de averiguar cuantos pelos ya me han crecido en la totona.

—Me temo que no puedo aceptar —hice una mueca— estoy muy ocupada, perdón.

El entrenador sonrió ligeramente.

—Descuida. Pero cualquier otro día que quieras venir con o sin Adrien, eres bienvenida.

Sonreí.

—Coooño, gracias.

—Los dejo, debo guardar el equipo —se despidió.

Acompañé a Adrien a quitarse la corotera de encima y luego salimos del liceo. Bajo la pepa e' sol.

—Te toca brindar los jugos, ¿Tas oyendo? —le recordé.

El catire sonrió pasando su brazo por mi hombro con total confianza. Mira nada más, vale.

—Podría hacer eso o...

—Sueltalo.

—¿Oiste acerca de la competencia entre Kim y Alix ésta tarde frente al Ayuntamiento?

Cómo no voy a saber, papi si andai hablando con la mente maestra del peo.

—Se podría decir, ¿Porqué?

—Estaba pensando que camino ahí podríamos pasar por unas paletas heladas en el parque —sugirió— ¿Te gustaría?

Asenti.

—¿Y la Nathalie esa no te va a formar tu peo por no pedir permiso, carajito? —inquirí abriendo la puerta del edificio para que entraramos los dos.

Le pedí que me siguiera escaleras arriba.

—No si no se entera.

Lo volteé a mirar pelando los ojos.

—¿Estás escapado es la vaina? Cuidao tu papá me mete presa por ique retención. Aunque tendría que ser bien caretabla para hacerlo —murmuré eso último.

Adrien negó.

—Le dije a Nathalie que la práctica se extendió porque pronto se acerca un torneo interescolar, luego iría a comer algo a la panadería del padre de mi amiga Marinette y aprovechariamos en terminar una muy importante maqueta.

—Entonces le mentiste.

—No le mentí, fue una pre-verdad —aclaró.

—Es la misma guevoná.

—No lo es. Técnicamente —dijo— la práctica se extendió por nuestro mini espectáculo, vine a almorzar no en la panadería de tu padre sino en tu casa pero en teoría es el mismo edificio y si hicimos la maqueta, pero no específiqué el día —se tocó el coco— no es mentira si todo lo que contaste lo hiciste, a medias pero lo hiciste.

Me le quedé viendo.

Le aplaudi.

—De pana que por un tiempo llegué a pensar que eras un boca abierta, te lo juro —me burlé abriendo la puerta del apartamento e invitandolo a pasar— resulta que eres una mente.

Adrien rió.

—No me subestimes, My Lady.

Chat. Les juro que hago que lo repita mientras cierro los ojos y al que me imagino es al michi.

—¡Papi...! —pegué un grito— ¿Dónde andai metido, viejo endemoniao'?

—¡Aquí en la sala, carajita satánica! —me regresó el grito.

Adrien me miró.

—¿En serio así eres con tu padre? —preguntó sorprendido por la vaina.

Frunci el ceño.

—Claro que no, chico ¿Qué te pasa? Hay visita, hay que respetar, pues —lo señalé. Le indiqué que dejara el bolso botao' junto al mío en el piso y tiré de su mano para que me siguiera.

El catire nada más que veía y veía la casa, tipo yo cuando me llevó a su rancho de lujo, igualito al meme de Will Smith en el taxi mirando por la ventana, bueno así. Conseguimos a papi instalado en el mueble viendo Riverdale con una caja de conflei.

—Bendición, pure —llamé su atención.

—Dios te bendiga, ¿Cómo te fue hoy?

—Verga, es que si te cuento... —me le atravesé en el televisor para encadenarme a hablar y a hablar, incluso interpretandole el brollo y todo pero ni bolas me estaba parando porque intentaba ver tras de mi al televisor— ¡Papi!

—Coño, bebé. Cuando uno pregunta cómo te fue es para que digas "Bien" y ya, más tarde me echas tu brollo porque estoy viendo la novela, no puedo perderme ésta vaina porque o sino no podré desgraciarle la vida a tu mamá contándole el final —me movió.

Suspiré pesadamente.

—Ojalá se te vaya la luz, nojoda... —murmuré por lo bajo pero de igual forma no me paró bolas— por cierto. Él es Adrien.

—Ajá... —respondió automáticamente.

—Si no te importa, estaremos arriba tirando en mi cuarto y pensando en qué parte del cuerpo me podría hacer el tatuaje que quiero —le tiré esa a ver si me iba a parar bolas.

Tomé a Adrien de la mano para que me siguiera escaleras arriba.

—Ajá, diviertete, cariño... espera, ¡¿Qué?! —lo escuché.

Me empecé a reír. Ya arriba asomé la cabeza por la buhardilla.

—Es jodiendo, viejo. Nada más estaremos en la terraza, llamas cuando la comida esté lista, ¿Sisa?

Papi soltó un gruñido y me hizo señas con los dedos de que me estaba vigilando antes de regresar a la sala.

—Me gusta tu habitación —comentó el catire mirando el lugar— es muy espaciosa.

Nawebona. Su cuarto es del tamaño de un estadio.

—Gracias. Aunque para nada se compara con la tuya —me quité los zapatos antes de empezar a subir las otras escaleras.

—Tienes razón. Ésta es muchísimo mejor —dijo— tienes todo lo que necesitas y no tienes un enorme espacio lleno de eco a pesar de estar cubierto con lujos innecesarios como una pista de patinaje o un muro para escalar.

Sonreí ligeramente.

Me gustaba la forma en la que Adrien veía las cosas y las apreciaba, sean pocas o todo lo contrario, para él siempre serían igualmente valiosas.

—Ven, sigueme.

Le pedí que me siguiera por las escaleras hasta llevarlo a mi terraza. El sol gracias a Guaidó ya no estaba tan pepuo por lo que decidimos quedarnos ahí. Aunque había algo que no podía ignorar: el carajito tenía una silla cerca y la otra como a dos metros, en éste caso la que estaba más cercana a mi. La que tenía cerca de él era mi favorita, el culo mío como que ya se había acostumbrado era a esa tipo Sheldon con su asiento, y ¿Saben lo que hizo? Agarró la mía y no sólo se acercó sino que me la ofreció y él se sentó en la otra.

Vacié.

Traté de ignorar la vaina y dejé que me preguntara lo que quisiera, porque algo que si le gustaba a él era que yo le hablara de vainas que me gustaban bastante. Quien lo viera diría que podría escucharme sin parar día y noche y no cansarse.

—¿Porqué te me quedas mirando tanto? —le pregunto luego de un rato.

—Es que... no lo sé —se sonrojó ligeramente— me gusta la forma en la que tu mirada brilla cuando hablas de algo que en verdad te importa.

—Ayyy, valeee. ¿Ves que eres mariquito? —lo fastidié.

Adrien rodó los ojos tratando de disimular sus cachetes rojos.

—¿Tiene algo de malo? Tú hiciste la pregunta, yo sólo fui honesto.

Mierda. Notre Dame. Ésta misma conversación.

Tas delatao, papi.

—¿Ahora me dirás que eres la persona más honesta que jamás he conocido? —levanté una ceja con diversión.

El catire frunció el ceño.

—¿Porqué lo diría? Se supone que es algo obvio —se señaló.

—¿Alguna vez te han dicho que eres muy echón?

—No, ¿Alguna vez te han dicho que eres muy curiosa?

—Millones de veces.

Se inclinó un poco hacia mí.

—Dicen que la curiosidad mató al gato.

Me incliné hacia él.

—Al igual que dicen que el gato murió sabiendolo.

Alejé su rostro tan cercano al mío tocando la punta de su nariz y echándolo hacia atrás luego de darme cuenta de sus intenciones.

—No tan rápido, Kitty —le avisé. En lo que Adrien escuchó aquel sobrenombre se puso fue pálido y fue ahí donde terminé comprobando que él era Chat Noir— te descubrí, nojoda. Y tú jurabas que no me iba a enterar, iluso.

—¿D-de qué se sup-po-pone que hablas? —balbuceó.

Llevé mi mano a su nuca y acaricié su cabello en esa parte. No escuché ronroneos pero sí logré que cerrara los ojos.

—Tú eres mi Chat, ¿Verdad?

De sólo verlo así tan vulnerable frente a mí me hacía morir de ternura. ¿Si tanto le movía el piso porqué no lo había dicho desde un principio?

Adrien abrió poco a poco los ojos.

Asintió lentamente afirmando mi pregunta.

Dejé de hacerle cariñitos en el pelo.

—Espera, ¿Adónde vas? —preguntó. Parecía un poco asustado por mi reacción.

Yo estaba chill, mrk. Lo que iba a hacer era una pajuez completamente necesaria.

—Ya vengo, ya va —le pedí que me esperara. Caminé a la buhardilla, la abrí, lancé mi bolsito a la cama desde ahí y luego grité— ¡VISTE QUE YO SÍ TENÍA RAZÓN, MAMAGUEVA! ¡TE LO DIJE!

Cerré la buhardilla dejando a la Tikki allá adentro y regresando con el catire así de lo más rela sentándome frente a él.

—¿Cómo te diste cuenta? —preguntó luego de un laaaargo silencio.

—Tú de boca abierta fuiste muy obvio —me encogi de hombros.

—Yo... Marinette, realmente me siento apenado —hizo una mueca mientras se rascaba la nuca— no pensé que te enterarías de ésta forma o si me sentía listo para decírtelo. El punto es que... —suspiró pausadamente— el punto es que Chat sólo es mi antifaz. Pero a fin de cuentas es mi verdadero yo, no éste Adrien tímido. Chat es todo lo que quiero ser sin temer a que alguien me juzgue.

Puse mi mano sobre su rodilla, justo donde estaba su otra mano.

—De cierta forma te entiendo, tranquilo —le di un ligero apretón— pero no necesitas cambiar quien eres por alguien, ni siquiera por mí, Adrien.

—Tenía miedo a cómo fueras a reaccionar.

—¿Y porqué, pues?

Él reprimió una sonrisa.

—Creí que ya era obvio que estoy loco por ti.

N O J OOOOOOO D A

AAAAAAAAAAAAA

¿ESCUCHARON ESA VAINA?

—Sólo un poquito —tiré esa, por parte de Chat si me había dado cuenta, por parte de Adrien ni sus luces— pero ajá. No te mortifiques la vida por eso.

El catire frunció el ceño.

—¿Porqué lo dices?

—Porque se podría decir que a mi también me gusta Chat... tú, a mi también me gustas. Gato maricón.

El catire sonrió.

MARICA QUE BELLO

QUE BELLO LO BELLO, VALE

Tipo que de un momento a otro, se dio la vaina y ya estábamos pero ASI de cerca.

—¡Marinette, vengan a comer! —escuché el grito de papi cagandonos el momento.

Ambos soltamos un profundo suspiro. Adrien fue el primero en levantarse.

—Adelantate —le pedí— yo ahorita te alcanzo, ¿Si va?

El catire asintió y bajó por la buhardilla. A los segundos cuando ya más o menos calculé de que Adrien estaría con papi, bajé a mi cuarto.

Tikki se estaba jartando sus galletas sentada sobre la rueda de teipe donde siempre se sentaba.

La miré con una sonrisa de autosuficiencia mientras ella me devolvía la mirada con arrechera.

—Di algo acerca de que tenías razón y ni el Lucky Charm te salvará de la mordida que te daré, fastidiosa.

Me reí.

—Irala, pues. Después dices que la picada soy yo.

Tikki me fulminó con la mirada.

—Mámalo.

Levanté ambas cejas de la impresión.

(…)

—Tu padre es muy amable —comentó el catire ya cuando íbamos caminando por el parque.

—Sí, él es así y mami también, el peo es que son muy competitivos —rodé los ojos para mí misma.

—Al menos tienes a quien salir —se burló.

Le metí un coñazo.

—Gato mamaguevo —le dije.

Él simplemente mostró una sonrisita tan característica de Chat, tan propia de él.

—¿Emocionada por mañana? —preguntó.

—Nojodaaa, ¿Que si no? —ironicé— aún no sé qué coño me voy a poner para esa vaina pero de que me ves allá, me ves.

—Ayer Nathalie me obligó a probarme miles de Armani's y luego de elegir uno perfecto que hiciera juego con tu bombín hicimos una sesión de fotos —me comentó— mañana luego del desfile serán publicadas en Teen Vogue para darte aún más reconocimiento.

Pelé los ojos.

—¡MARICO, JURAMELO! —grité. Grité horrible.

—Te lo juro.

Ve, chama... a mi me dio fue una vaina, no sé. Empecé a hiperventilar, a gritar, a ahogarme, de todo.

UNO DE MIS DISEÑOS IBA A ESTAR EN UNA REVISTA.

—A mi mamá le va a dar la menopausia de la sorpresa cuando se lo diga —me reí ignorando que se me habían salido algunas lágrimas. Me las limpié.

De pana que me emocionaba full que mis sueños por fin se estuvieran haciendo realidad y no gracias al perico.

—Te mereces eso y mucho más —admitió.

En ése momento hice algo que no había hecho desde esa vez que lo hice nada más para que Chloe se arrechara. Abracé a Adrien.

Él al principio quedó tieso por la sorpresa pero ya después me correspondió.

Su colonia inmediatamente se sintió. Olía buuuuuurrrrrrde rico.

—Eres un buen amigo —dije en su pecho— no tienes idea de lo mucho que aprecio eso.

Sentí un beso en mi cabello.

—Haría cualquier cosa por ti, My Lady —admitió— cualquier cosa.

Sentí que algo me empezó a vibrar en la nalga. Mi teléfono.


Alya📱
En línea

La carrera queda pospuesta hasta pasado mañana😭
4:01pm

¿Y ése beta?
4:01pm

Alix está indispuesta gracias al pastel de carne de la cafetería😕
4:02pm

Nawebona, y yo creí que tenía mala suerte😕😕
4:02pm

Le dices que la quiero con todo mi sarnoso corazón
4:02pm

Y que espero que se cague durmiendo
4:02pm

JAJAJAJAJAJAJA
4:02pm

Está bien. Hey, los chicos preguntan que si estás dispuesta a hacer un banderín en representación.
4:04pm

Sisa
4:04pm

Yo se los llevo
4:04pm

Sin esperar a que me respondiera, volví a guardar mi teléfono. Adrien me miraba espectante.

—Alya dice que la carrera la han pospuesto para pasado mañana porque a Alix le dio diarrea —le informé.

Hizo una mueca.

—Que mal por ella.

—De pana.

Ambos dejamos de caminar. ¿Qué caso tenía ir al Ayuntamiento si no íbamos a hacer un coño? Preferimos quedarnos en el parque a vaguear. Adrien me compró una paleta de limón como lo había prometido saliendo del liceo y nos fuimos a sentar en la orilla de la fuente.

Estaba todo chill así vos sabéis hasta que por allaaaaaá se escuchó tremendo coñazo de algo caer, como un temblor. Miré al catire y éste hizo una mueca de disculpa.

—Yo debería... ehm... —empezó a decir.

Sonreí ligeramente.

—Anda, ve a hacer tu deber.

Se levantó de la banca.

—¿Estás segura?

Me encogi de hombros y le di un mordisco a mi paleta.

—París no se salvará solo, ¿O sí?

Sonrió y se acercó a dejar un beso en mi frente.

—Eres genial —susurró— ve a un lugar seguro, por favor. Ladybug y yo nos encargaremos de esto. Cuando termine pasaré a tu balcón.

—Dale. Ahora sal de aquí y ve a echarle sus coñazos a los malos.

El catire corrió a unos arbustos y luego de transformarse, me dio una última mirada. Asenti ligeramente en señal de que no se preocupara por mí.

Ya cuando se fue, Tikki salió de mi bolsito.

—Es un chico muy dulce.

Sonreí internamente.

—Ya lo sé —sacudi mi cabeza para centrarme en la situación. Me levanté de la orilla de la fuente— andando, tenemos trabajo que hacer, mariquita.

—Sólo di las palabras.

🔴⚫🔴⚫🔴⚫🔴⚫🔴⚫🔴⚫🔴⚫🔴⚫

Weeeenas.

¿Quién amó éste capítulo?

¿Sólo yo?

Epa, vuelvo a hacerles la misma pregunta del capítulo pasado, ¿A qué shipp de ésta fic pertenecen?

#Marichat

#Adrienette

Dependiendo al número de fans que vote y comente su shipp favorito, actualizaré, y dependiendo a cuál shipp gane, haré el capítulo.

¡Besos! La yocsy se despide...

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