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Celos

Marinette

—Bien bello, pues —dije cruzandome de brazos al ver que los tres estaban instalados en mi cama— ¿Y dónde se supone que va a dormir la pajua?

—En el piso, por supuesto —contestó Diego abrazando la cabeza de mi tigre de peluche— no esperarás que alguno de nosotros vaya a dormir con las hormigas. Ilusa tú.

Que vaina tan arrecha.

—¿Y es que algunos de ustedes no trajo un chincorro? —pregunté inconforme con dormir en el piso.

—¿Y como para qué, pues? —preguntó Christian envuelto como el propio tequeyoyo en ese coñazo de sábanas que se trajo— para eso está la cama tuya.

Los fulminé con la mirada.

—No nos mires así, maldita —se quejó Fred— porque cuando te quedas a que Diego somos nosotros quienes duermen en el piso. ¡Exigimos igualdad de género!

—Así es —concordó Diego Alexander— pal piso, marditaaa.

Ahora si me jodi yo, pues. Lo peor de todo es que no fueron ellos los que se instalaron en mi cama, eS QUE PAPI LES DIO LA IDEA DE HACERME DORMIR EN EL PISO.

—Está bien —respondí resignada— pero mañana a uno le va a tocar dormir en el piso.

Los tres se echaron a reír. Mmaguevos.

Me despedí del maracucho con un beso en el cachete, del ladilla de Diego con un pico (desde carajitos nuestras mai's nos habían acostumbrado) y el Freddy que había puesto el pico, le metí un lepe.

—Buenas noches —Dije iniciando con la tradicional despedida.

—Descansa —respondió Fred.

—Dormí bien —Continuó Christian.

—Que aparezcan pulgas en tus sueños —concluyó Diego.

Teníamos una obsesión con The Lion King.

Bajé las escaleras de mi dormitorio hacia mi pequeña sala de estar en mi cuarto y vi el sillón rosado con una almohadita.

Esos mmaguevos ni una sábana me querían dar. Ojalá Tikki los muerda en la madrugada.

Estuve alrededor de media hora buscando una buena posición para dormir pero me resultaba casi imposible. Por otro lado, aquellos estaban ya roncando como taller de Volkswagen y echándose peos.

Tikki se escondió en su tarro de galletas pa pasar el olor de los peos maracuchos de Christian.

Reí para mi misma.

Decidí meterme a WhatsApp, fue entonces cuando noté que tenía un mensaje de Adrien. Miré la hora: 1:55am.


Catire picioso✨💚
En línea

Estoy aburrido😢
1:49am

Nawebona, Adrien Patricio, ¿Qué hacei despierto a ésta hora?
1:55am

Ya te dije, me aburro☹
1:55am

Eso no lo justifica.
1:55am

¡Mañana es viernes, Mouse!😭
1:55am

En nada me afecta que me quede despierto hasta tarde mirando Junior Master Chef con Plagg.
1:56am

Verga, ¿Hasta Plagg?
1:56am

De hecho, fue su idea😅😅
1:56am

El especial de hoy es queso
1:56am

Pero, ¡Igual, carajito! Vayan a dormir.
1:56am

Grabando audio...
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En linea
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Audio (0:04)

"No pudo el guardián de los Miraculous impedir que accidentalmente hundiera la torre inclinada de Pisa por un berrinche, mucho menos podrás tú mandarme a dormir, niña"

La voz de Plagg. Nawebona, gatito mala conducta en banda.

Hola, Plagg. Mardito
1:58am

Hazme el favor de irse a dormir, mañana Adrien tiene que levantarse temprano para ir a clases
1:58am

Audio (0:05)

"¿Y eso qué? La verdadera pregunta aquí es: ¿Qué haces despierta tú a ésta hora si, al igual que Adrien, tienes clase mañana?"

Gato coñoemadre, me la volteó.

Peo tuyo no es, ve
2:00am

No sabes si es por el cambio de horario, aún me estoy tratando de adaptar
2:00

Audio (0:06)

"Hagamos de cuenta que te creo, niña. Ahora, si me disculpas, volveré a ver mi programa, ¡Descansa!"

Descansa, Kitty
2:02am

Catire picioso✨💚 está escribiendo...
Escribiendo...
Escribiendo...

¿Qué haces despierta?
2:03am

Tuve una visita inesperada y hace un rato terminé de desocuparme
2:03am

¿Tuviste un día pesado?
2:04am

Pesado es poco😕😕
2:04am

Luego de que regresaras a casa, Natalie pasó por mí para llevarme a una sesión de fotos.
2:04am

Estuve alrededor de cuatro horas posando con la nueva línea de papá.
2:05am

Luego de eso, tuve práctica de esgrima. Y hablando de eso, el entrenador me pidió que te invitara a la siguiente práctica.
2:06am

Dice que le encantaría verte peleando contra una de las mejores oponentes de la academia del centro de la ciudad.
2:06am

¿De pana? Pero, ¿Porqué a mi?
2:08am

¿Hablas en serio? ¡Eres increíble!
2:08am

Además, quiere hacerle escarmentar a esa academia de mimados . No nos abandones, Mouse, ¡Por favor!
2:08am

Bueno, está bien
2:09am
Pero no me vengan a tirar ese muerto a mi si me ganan, nojoda
2:10am

Palabra de Chat
2:10am

Vendras conmigo mañana al entrenamiento para que empieces a practicar, ¿Puedes?
2:11am

Me parece chévere
2:11am

Mientras que Chloe no se nos pegue como una garrapata
2:11am

¿Aún sigues con eso?
2:14am

Sabes que ella no me interesa en lo absoluto, Mouse 😕😕
2:14am

Eso no lo parecía ésta tarde cuando se te encaramó como un gorila a saludarte y no hacías nada al respecto
2:17am

No iba a tirarla al suelo, soy un caballero, no un bruto
2:17am

Muy tu peo, después no te vayas a quejar de alguna vaina porque por ahí dicen que lo que es igual, no es trampa😒
2:17am

Te dejo, si no me duermo ya, no querré levantarme para ir a clases
2:19am

Está bien, Mademoiselle😊
2:20am

Dulces sueños, Mouse😘❤
2:21am

Dulces sueños, boca abierta😘❤
2:21am


Realmente no estaba de acuerdo con esa webonada de Chloe queriendose imponer como la dueña de Adrien así como si el carajito fuese un objeto. Pero lo que más me estresaba era que él no le decía sus cuatro vergas a la catira, o sea, ¿Qué tanto le costaba decirle?: "¡Coño, vale! Deja tu ladilla, maldita".  Pero él no, él prefiere hacer todo civilizadamente. Gafo.

Puse el teléfono a cargar y luego de moverme mil veces en el sillón, consegui una buena posición para dormir.

. . .


Mueve ese culo, Christian Alessandro… —la voz de Diego se escuchaba lejana.

¿Y es que acaso vos creei que ésta olla no pesa, malayo?  ¡Yo estoy haciendo todo el trabajo sucio!

—¡Shh...! —lo mandaron a callar dos voces más.

Mis ojos se abrieron de coñazo cuando medio saco de hielo fue vaciado sobre mí y aunandose a él, una olla con agua.

Aparté mi fleco de la cara para ver a los tres mmaguevos en pijama sonriendome con inocencia.

—Buenos días, maldita —Diego me extendió una toalla— a mover el culo porque vas tardisimo.

—¡¿A ustedes les pica el culo, verdad?! —los regañé.

—Regañanos luego, mami —Fred me tiró una toalla a la cara— tienes media hora de retraso, o te apuras o vas a tener que mamarle el pipe a tu profesor para que te deje pasar.

Al escucharlo, pelé los ojos. Busqué algún reloj cercano y vi el de la pequeña alarma. 8:15am. Maldita sea.

Corri a los muchachos del cuarto y sin bañarme, me tiré encima la ropa. Tikki salió del tazón de galletas soltando bostezos mientras yo intentaba desenredarme el pelo.

—¿Podrías decirle a tu apestoso amigo que echarse gases a mitad de la noche teniendo a personas a su alrededor es de mala educación? —revoloteó sobre mi cabeza.

—Ahora no, nojoda —respondí forzajeando con el nudo que tenía en la cabeza gracias a la combinación del agua fría y mi tinte de color.

—Vas a arrancarte ése mechón —me advirtió.

Forcé un poco más el peine hasta que cedió.

—Se supone que esto se hace con tiempo. ¿Porqué crees que nunca me mojo el cabello para ir a clases? —ironicé mientras seleccionaba unas colas en mi peinadora.

—Ah, ¿Y es que tú te bañas?

La miré feo.

—Mira, maldita...

—¡Vai tarde, maldita! —escuché a Christian desde abajo.

Terminé de apretarme las colas, me tiré el bolso encima y luego de asegurarme de que Tikki se haya escondido en mi bolso, pegué la carrera escaleras abajo.

De vaina no atropellé a Diego en el camino.

—Tus zapatos, chaqueta, el morral y una manzana —Freddy me encajó la manzana en los dientes mientras me iba pasando toda esa calembera.

Christian me arrastró hacia la puerta y los otros dos nos siguieron hasta bajar las escaleras del edificio y al llegar a la entrada principal, Freddy abrió la puerta y Diego me metió mi patada para echarme a la calle de vaina haciendo que dejara la mandíbula en el suelo.

—¡Ten un buen día! —los tres me cerraron la puerta en la cara.

Les juro que empecé a correr pero en lo que le pasé a un lado al negocio de papi, noté que el viejo apenas estaba subiendo la Santa Maria.

Papi al verme, peló los ojos.

—¡Vergación! Esos malditos si lograron que te arreglaras para llegar temprano a la escuela —dijo a través del vidrio— les debo una torta a cada uno.

Ya va, ¿Qué?

Fue ahí donde miré pal cielo.

Mrk, apenas estaba amaneciendo.

Miré la hora en el teléfono.

5:57am.

M A L D I T O S.

—¡¿LAS CINCO DE LA MAÑANA?! —pegué ése grito ostinada. Papi se empezó a reír mientras me apuntaba con su dedo, burlándose de mi desgracia. Viejo desgraciado— ¡Tú sabías ésta vaina! ¿Verdad?

—¡Quién crees tú que les dio la idea! —exclamó. Se iba a mear.

Que bolas. QUE BOLAS.

—¡PAPI, QUÉ MOLLEJA CON VOS! —me queje golpeando el vidrio con él puño, arrecha.

—Chacha, hazte pa atrás o prendo el circuito eléctrico de la panadería, maldita —me advirtió. No si.

—¡Al menos déjame entrar! —exigi— hace un frío bestial aquí afuera.

—Los muchachos ya te dieron una chaqueta y una manzana, no exijas —se cruzó de brazos.

—¿En serio vas a dejarme aquí afuera muriéndome de frio? —le hice ojitos mientras hacía pucheros— ¿Cómo puedes estar parado ahí bajo la calefacción mirándome cómo me congelo aquí afuera?

Aló, ¿Broadway? Ya voy.

—Tienes razón, no puedo quedarme aquí mirandote en ése estado —admitió y justo cuando se acercó y creí que me abriría la puerta, el muy maldito bajó las persianas— mucho mejor. Que tengas un buen día, nena.

Achiné los ojos mirando fijamente las persianas intentando pensar que él NO habia hecho eso.

Suspiré irritadamente.

—¡A la verga, papi! ¡Tú y mi mamá no sirven! —me quejé— ¡Maldigo la marca de condones que tú y mami usaron la noche en la que me hicieron!

—¡No seas ridícula! —lo escuché desde adentro— ¿Quién te dijo a ti que yo traía condones en la billetera, ah?

Es que no lo aguanto, mrk. No Lo AgUaNtO.

Decidí dejar de perder mi dignidad aquí y crucé la calle para ir a la escuela. Tikki salió cagada de la risa.

—Amo a tu papá —dijo entre risas.

Levanté las cejas ante tal traición.

—Anda a picarle una torta, pues.

—Dos le voy a picar, ve. Dos —me respondió.

Mirenla, pues. Salió bien bicha la bicha ésta.

Mordi un par de veces la manzana y el resto se lo di para que desayunara. Me senté en el respaldo de las escaleras de la puerta de la escuela a la espera de que llegara el primer boca abierta a parte de mi que asistiera temprano.

Decidí sacar mi cuaderno de bocetos y mis lápices para poder matar un poco el tiempo mientras la gente iba llegando. Say you're just a friend de Austin Mojón... digo, Mahone, se repetía constantemente en mi aleatorio de canciones para dibujar y si no era esa, era la Live While We're Young de los mentirosos... digo, los One Direction, pura tiradera de puntas cargaba en esa cabeza, a la mieeerda. Intenté no pensar directamente en el catire y cambié la canción. Empezó a sonar la Señorita de los Señoritos Shawn y Camila.

Todo iba chill, se los juro.

Hasta la parte esa de There's just some things that never change, you say we're just friends, but friends don't know the way you taste la la la...

Desconecté los audífonos de un jalón.

—Ahora si que te terminaste de volver loca —observó Tikki cómo metía arrecha los audífonos de regreso al bolso.

—¿Tenei algún peo con eso o qué? —le respondí de coñazo.

Tikki peló los ojos.

—¡No vengas a desquitarte conmigo! —me regañó.

Intenté respirar hondo luego de notar que de pana me estaba pasando con ella.

—Coño, Tikki, es verdad, discúlpame, vale —pedí dejando el cuaderno a un lado— es que cuando me paran así bien temprano yo no funciono.

—Aún no veo la diferencia a la de todos los días.

La miré.

—¡mIRA, MALDITA...!

—¿Marinette? —la voz de Alya me interrumpió. La volteé a ver y la loca me miró horrorizada como si se tratara de un fantasma— ¡Oh por Dios! ¡En verdad eres tú! ¿Qué demonios haces aquí tan temprano? ¿Te dejaron toda la noche fuera de casa?

Nawebona. Papi si sería capaz.

—Me paré temprano.

—¿Porqué tu papá te dejó dormir en la calle? —la loca no creía que yo me paré temprano— eso no está nada bien.

—Marica, me pararon temprano —repetí.

Alya parpadeó confundida un par de veces. Me miró, me analizó, me escaneó y luego fue que se lanzó a reír. Ésta mmagueva.

—Lo veo y no lo creo —repitió intentando retener las lágrimas de la risa.

—¡Ay, vale! ¿Vas a seguir, Abigail? —me crucé de brazos ostinada, de pana que Diego, Freddy y Christian me habían cagado mi mañana— los desgraciados de los amigos míos llegaron anoche de Venezuela e hicieron una apuesta con papi a ver si me podían parar temprano.

Eso como que le dio más risa.

—¡Aún no puedo creerlo! —habló calmando las carcajadas pero después le bajó a la vaina al ver mi cara de arrechera en ascenso— mejor dime, ¿Hay algún motivo a parte de tus amigos por el que estés de ése humor?

Frunci el ceño.

—¿Qué?

—Tú sabes a qué me refiero —me insinuó.

—Cesaire, vos me hablai con nombre y apellido porque ahorita no tengo cabeza para nada, ¿Oiste? —remarqué recogiendo mis corotos para seguirla al interior de la escuela.

Alya como que no aguantó la vaina porque me echó un jalón para acercarse a mi oído.

—Todas vimos el beso que te dio Chat Noir ayer antes de que peleara contra Alix —recordó con mucho entusiasmo.

Verga, se me había olvidado meterle su coñazo a Adrien por esa vaina. Gracias, Alya.

—Ahhh.... el beso —repetí— digo, no es que haya sido un beso así que digamos que nAWEBONA E' BESO, MARICA —exclamé— es más, no fue realmente un beso, a lo mejor lo vieron fuera de contexto.

—¿Fuera de contexto? El webo. ¡Te beso! ¡Admitelo, Marinette! —me zarandeó por los brazos. La loca estaba hasta más emocionada que yo— no puedo creer lo lindos que se miran juntos, ¡Definitivamente la pareja perfecta! ¿Puedes creer que llegué a pensar que Ladybug y él tendrían algo en secreto? ¡Qué disparate!

Frunci el ceño.

—¿Porqué sería un disparate?

Alya bufó como si fuera la cosa más absurda del mundo.

—Es obvio que Ladybug no es precisamente de su tipo. La rechaza constantemente.

Si, pa luego venir a jalarle bola a mi alter ego.

—¿Cómo lo sabes? Quizás no lo estás viendo desde otra perspectiva —respondí a la defensiva.

—Marinette, él la rechaza en cada oportunidad que tiene, ¿No debería ser eso algo bueno para ti? —preguntó— digo, después de todo, a nadie le gusta sentirse la segunda opción, es completamente horrible.

—¿Cómo podría alegrarme de eso? —seguí— ¿Acaso no te has detenido a pensar que Ladybug se quiere pichar a su gatubelo pa ella sola y yo sólo soy un estorbo? También hay que entenderla a ella.

Alya frunció el ceño.

—Entonces, ¿Me estás queriendo decir que prefieres que él le preste atención a Ladybug en lugar de a ti? —preguntó tipo que queriendo unir los puntos.

—¡De bolas que no! —respondí— aún no ha nacido la primera desgraciada que me tumbe a un macho.

Alya me miró sin entender la vaina.

—Hoy definitivamente no te comprendo, latina —se acomodó los lentes— dime, ¿Se está acercando tu periodo?

Rodé los ojos para mí misma.

Hoy no había amanecido de buenas, eso era evidente, por ésta razón siempre evitaba hablarles a los demás, siempre termino pagandola con el primer pajuo que se me atraviesa, en éste caso, Tikki y Alya habían sido mis primeras víctimas del día.

La campana sonó a las ocho en punto y nosotros entramos directamente al aula. Miss Bustier nos saludó con una radiante sonrisa que para mi parecer, me causó irritación. Ni la pobre mujer podía mejorarme el humor, nawebona.

En la clase de arte, nos pidió un dibujo de libre albedrío así que tuve mucho tiempo para poder distraer la mente y bajarle dos a mi vaina. Dibujé los ojos de Adrien con su antifaz de Chat y traté de hacer un contraste con el color gris y el color esmeralda en ellos, para el final de la clase había quedado perfecto y mi humor ya no estaba tan irritable. Esa era una de las razones por las que adoraba dibujar, me relajaba por completo y mirándole el lado positivo a la vaina, ya Hawk Moth no se aprovecharia de mi arrechera mandandome una bandada de akumas para destruir la ciudad entera.

Cuando bajé a mostrarle mi dibujo a Miss Bustier, le pasé por un lado a Kim por lo qué llegué a alcanzar a ver su dibujo.

—¡Mialma, Kim! —exclamé— te quedó calidad el dibujo.

Kim sonrió.

—¿En serio te gusta?

—Sí, me encanta la forma en la que dibujaste a Satanás —admiti mirando el dibujo más de cerca— es algo muy oscuro, yo diría que siniestro y enfermizo... pero te quedó muy bien.

Kim intentó no reír por mi comentario.

—No es Satanás, es Chloe —me corrigió.

Me encogí de hombros.

—La misma vaina, sólo que Satanás es menos coñoemadre —respondí y seguí mi camino al escritorio ganándome carcajadas con mi hilarante mamadera de gallo.

Chloe me fulminó con la mirada.

—Ya te gustaría a ti dibujarme así de bien, Dopaint —se defendió.

—No gracias, creo en Jesús para estar haciendo invocaciones del más allá.

Si no se rió alguno con lo que había dicho anteriormente, ésta vez absolutamente todos estallaron en carcajadas. Le hice un guiño a Chloe y le fui a dejar mi dibujo a Miss Bustier.

—¡Vaya! —exclamó la profesora con asombro.

Yo dejé de prestarle atención a los muchachos y me volteé a ver a la profesora.

—¿Qué sucede, Miss Bustier? —pregunté esperando que no haya encontrado falla alguna en el dibujo.

—Sabía que había un gran talento en ti, Dupain para que Gabriel Agreste te haya escogido como su aprendiz pero... —balbuceó aún sin apartar la vista de la hoja— jamás imaginé que fuera tan impresionante.

—¿Qué dibujaste, Marinette? —preguntó Alix.

Inmediatamente mis mejillas se tiñeron de rosado al imaginar lo obsesiva que pareceré si llegaran a saberlo.

—¡Nada! Miss Bustier sólo está exagerando —reí nerviosamente tratando de quitarle mi vaina a la profesora pero la loca se rehusaba a darme mi mierda— ¿Podría por favor regresarme mi dibujo, Miss Bustier?

—¿Regresartelo? —repitió como si yo estuviese loca— ¡De ninguna forma, niña! ¡Al terminar la clase mandaré al profesor Lacoste a que lo vaya a enmarcar! —mielda— es impresionante cada detalle exacto que has trazado, el mejor retrato de una figura histórica en años en ésta institución. El director Damocles estará encantado.

—¿Figura histórica? —repitió Alya mirándome— ¿Qué has dibujado, niña? ¿A Napoleón?

Varios rieron.

Intenté hacer que la profe me regresara mi mierda pero en lugar de eso, lo volteó hacia la clase entera.

—Marinette ha hecho un retrato exacto de los ojos de Chat Noir —mostró la Miss Bustier a toditos.

Marica, en lo que Adrien la escuchó, levantó la vista de coñazo.

Traguenme tierra.

MALDITO CHÁVEZ, VE. ¿VES CÓMO SOI VOS?

Adrien me miró fijamente y justo antes de que yo misma le apartara la mirada, noté cómo sus mejillas se iban tiñendo de rosado al igual que sus orejas.

Ñuelamadre.

—En verdad, niña —Miss Bustier me miró con orgullo— puedo asegurarte que si el mismo superhéroe de París pudiese verlo, se sentiría más que halagado.

Sonreí con los dientes cerrados en una sonrisa sarcástica.

—Gracias, Miss Bustier... —respondi entre dientes y obligandome a irme con la poca dignidad que me quedaba, a mi asiento.

Alix se inclinó al escritorio que compartía con Alya.

—Ése gato te tiene pasandole la lengua al suelo —se burló.

Le lancé mi borrador a la cabeza para que me dejara en paz. Crucé los brazos sobre el escritorio y enterré mi cara entre ellos para simular desaparecer del mundo por el resto de la clase.

La campana sonó unos minutos después y yo piqué cauchos del salón antes de que Adrien viniera a joderme la existencia.

Fui al salón de los casilleros a dejar mis corotos ahí y a sacar mi uniforme de deporte para la siguiente clase. Mientras Tikki se quedaba vagueando entre mis cosas del casillero, yo me fui a cambiar al baño.

Mientras me quitaba el pantalón, escuché a alguien entrar. Esos tacones junto a ése andar lo reconocería en el acto, después de todo, ella era la única drogada que vendría en tacones a ésta mierda.

—¿Puedes creer que tuvo el descaro de no devolver ninguna de mis llamadas? —se quejó en el cubículo de al lado mientras se cambiaba— ¡Insólito! ¡Totalmente insólito!

—Tal vez se quedó sin batería, Chloe —escuché la voz de la Jalabrina, digo, Sabrina— Adrien no es capaz de no contestarte a propósito, ¿Quién haría eso?

Amiga, todo el mundo.

Ésta carajita es bien mojonera, vale.

Me puse mi short deportivo y me cambié la camisa.

—Desde que se empezó a juntar con esa panadera ya no es lo mismo —se quejó— ya no hablamos hasta tarde por mensajes, siempre está ocupado, se ponen juntos en los proyectos y le da su total atención, ¿Cuándo dejé de ser yo el centro de atención de mi Adrien boo? —Desde esa vez que lo guindé de las greñas— es mi mejor amigo desde que tengo uso de razón, ¡Adrien debería estar dedicándome todo su tiempo! No dándoselo a esa.

Y justo cuando creí que debería empezar a sentir lástima por ella, me da motivos de sobra pa no hacerlo.

—Quizás deberías esperar un poco y darle su espacio —le sugirió la pelirroja— Adrien es nuevo en esto de hacer amigos y de venir a la escuela como todos nosotros, quizás sólo es cuestión de acostumbrarse.

Me cambié las zapatillas por mis Tommy's.

—¿Pero qué hay de malo en acostumbrarse conmigo? —reprochó la catira— hacemos todo juntos desde niños, Sabrina. ¿Qué tiene esa de especial que no tengo yo?

Talento, carisma, pecas en la punta de la nariz y una fancy nacionalidad.

—Bueno... tal vez... —Sabrina dejó la oración a medias, quizás temiendo ante la reacción de Chloe.

—¿Tal vez? —repitió— ¿Tal vez, qué, Sabrina?

—¡No vayas a enojarte conmigo! —se apresuró a decir— sólo es una loca suposición.

—Habla.

—Pues... tal vez exista la posibilidad de que Adrien sienta algo por Marinette.

—¿Qué? ¿Lástima?

Estoy de que quiebro la puerta de una patada pa ir a meterle sus coñazos.

—Me refiero a... —corrigió Sabrina—... a que tal vez esté empezando a gustarle Marinette.

Aquello si le hizo gracia a Chloe.

—¡Tonterías, Sabrina! ¿En qué mundo vives? —la regañó— ¿Sabes qué? Mejor deja de estar suponiendo estupideces y ayúdame a cambiarme.

Escuché cómo Sabrina entraba al mismo cubículo así que rápidamente tomé mis cosas y salí sin hacer mucho ruido como si nunca hubiese estado ahí.

Chloe quizás tenga razón en una parte acerca de que Adrien si la estaba dejando un poco de lado por mi, pero ajá, eso no era culpa mía del todo, él estaba en todo su derecho de tener cuantos amigos él quisiera, ella no podía pretender que lo iba a tener amarrado a ella hasta que nos graduaramos. Loca e' mierda.

Regresé a mi casillero, guardé mi ropa y dejé a Tikki viendo videos en mi teléfono mientras tanto. Al regresar a la cancha, ya había más o menos gente pero el profesor no había llegado. Me fui a sentar en los escalones de las escaleras de acero que daban al segundo nivel y me puse a ver hacia ningún punto en lo absoluto. Tenía sueño, eso era evidente, pero no podía dormirme ahí o le daría ventaja a Chloe de estrellarme pelotas en la cara para despertarme a jugar.

—Parece que alguien tuvo una mala noche —su voz ligeramente ronca la reconocí al instante. Mis mejillas se tiñeron de rosa una vez más.

—Querrás decir: una mala mañana —bostecé— no soy de madrugar, gatito.

—Pero bastante que te encanta desvelarte hasta altas horas, Mouse —tomó asiento junto a mí y dejó un par de pequeños y tiernos besos en mi mejilla izquierda— luces fatal.

—¡Oh, gracias! —ironicé— ¿Sabes, Agreste? Puedes meterte tu "luces fatal" por el forro del culo. Hoy no es mi día.

—Vaya, en verdad Alix no mentía. Hoy tienes un humor de mierda —reprimió una sonrisa.

—¿Y ahora porqué sonríes?

—¿Qué? —levantó las cejas— ¿Acaso sonreír es ilegal?

—Lo sería si estuviese prohibido ser sexy.

Mi comentario le hizo reír.

—Sabes que no es el lugar apropiado para agarrarte a besos, Mouse —tocó la punta de mi nariz— no me provoques.

—A ver, repite "provocar"  tus labios lucen más sexys mientras lo haces.

—¡Vaya! —admiró y luego trató de recordar— ¿Acaso eso no es de Patch Cipriano?

—Posiblemente...

—Ahora citas una de mis historias favoritas, estás llena de sorpresas —sonrió— a ver, ¿Qué más sabes hacer?

—Me desvisto para impresionar.

Soltó una carcajada.

—¡Basta, Mouse!

—Ayyy, valee —me burlé— mira lo rojito que te me pusiste.

—Más que tú hoy en clase de arte, imposible.

Éste mmaguebo.

—Mira, maldito...

—¿Qué? ¿Ahora vas a decirme en mi cara que miento?

Achiné los ojos y lo miré fijamente.

—A ti si te gusta inventar vainas.

Se encogió de hombros.

—Todas las historias son ciertas. ¿Alguna vez escuchaste eso? —se levantó de su lugar.

Yo procesé la vaina tratando de averiguar de dónde había sacado esa frase, en cuál de los libros de Hush, Hush hasta que caí en cuenta tarde de que aquello no era de hush, Hush.

Era de Cazadores de Sombras.

Lo miré tipo: mARICO, TÚ TAMBIÉN TE LEÍSTE ESA VAINA?

Él me hizo un guiño coqueto y fue para que los muchachos a calentar.

Adrien me sorprendía con algo nuevo cada día, realmente no se veía como el tipo de chamos que leía ése tipo de libros, ni siquiera sabía que le gustaran las historias de amor, su estilo parecía ser más de comics o de esos aventureros. Nojoda, al fin voy a tener a alguien para matar mi fiebre y leer cada libro nuevo que saque la Cassandra Clare aquella, ya a los muchachos los cargaba ostinaos de tanto Malec.

El profesor llegó unos cinco minutos después porque estaba resolviendo un peo en dirección y nos mandó a darle diez vueltas al patio. Coñoelamadre, yo iba ya por la tercera y ya las tetas de tanto rebotar se me habían caído. No, mentira, ¿Qué tetas voy a estar teniendo yo?

Cuando el timbre del receso sonó, el profesor nos dejó ir a cambiarnos. Tikki tenía un hambre que a la verga, tuve que darle mis galletas de emergencia que tenía metidas en el bolso y bueno, yo iré a comer aire por culpa de los malditos aquellos que ni una taza con cinco panes me metieron en el morral.

Salí del salón de los casilleros y con mi cuaderno en la mano me fui a sentar nuevamente en las escaleras a pasar mi hambre sola mientras todos estaban en la cafetería o comiendo por los alrededores.

Estaba aburrida. Incluso hasta llegué a pedirle mentalmente al mariposón que liberara otro zamuro pa ir a echar yoyasos un rato pero nawebona, ni eso.

Consideré volver a escuchar música pero lo descarté de inmediato porque el maldito aleatorio era bien traicionero. Lo que menos necesitaba ahora era ponerme a pensar en Adrien como si estuviese pensando en la inmortalidad del cangrejo, así en mood boca abierta.

—¿Aburrida? —webo, Adrien no tiene a nadie más a quien irle a joder.

—¿Te parece? —ironicé.

Tomó asiento junto a mi.

—¿Porqué no estás allá con los demás? —preguntó— ¿Estás peleada con las chicas?

—No, es sólo que... —me encogí de hombros— quería estar un rato a solas para dibujar.

—Entiendo... ¿Te... te estoy molestando? —rascó su nuca algo incómodo— si necesitas espacio puedo verte en clase de literatura.

—Tranquilo, tú no molestas —le di una ligera sonrisa y me eché para allá para poder darle un ladito junto a mí— además, de algo tienes que servirme, estoy dibujando un traje para diseñarlo luego y mostrarselo a tu papá a ver qué opina.

—Déjame ver... —inclinó su cabeza hacia un lado para poder ver el saco y el chaleco que ya llevaba a medias. Lo examinó un largo tiempo antes de darme su veredicto— papá no es fan de las rayas, te recomiendo que las sustituyas por cuadros y que el chaleco lo hagas con tela escocesa.

Frunci el ceño.

—¿Tela escocesa? —repetí— ¿No se vería muy fuera de lugar?

—Sólo es una sugerencia. Has un prototipo y luego escoges entre él o tu idea anterior —sugirió— no diseñes para que sólo le gusten a mi padre, diseña para que te gusten a ti.

—Pero no quiero defraudarlo...

Me interrumpió.

—Mouse, si mi padre te escogió para ser su aprendiz es porque vio una parte de tu potencial —sonrió ligeramente— tienes su completa atención sin importar el qué, no desperdicies esa oportunidad. Ya quisiera yo tenerla.

Él intentó hacer una broma con eso, pero su sonrisa chueca le jugó en contra. Debía sentirse horrible no tener la atención de tu papá siendo la única figura que te quedaba, yo que tenía a los dos, nunca llegué a necesitar de su atención como tal a pesar de la distancia porque yo me contaba casi todo con papi y mami era una que me hacía sentir una más de su grupo de locas solteras de amigas, ninguno de los dos llegó a verme como una carajita que no sabía un coño, la confianza era asi de arrecha, pues.

Me acerqué a él y le di un sonoro beso en la mejilla tomandolo un poco de sorpresa.

—Tienes razón, gracias —le sonreí aún acariciando su mejilla— y, Adrien...

—¿Qué?

—Siempre contarás con mi total atención —revolví ligeramente su cabello— sin importar el qué.

Él me dio una tierna sonrisa agradeciendome por el gesto.

—Entonces, ¿Vendrás a la práctica luego de clases? —se paró frente a mí recobrando el ánimo con el que se había acercado anteriormente.

—Podrías apostarlo...

¡Aquí estás, muchacha e' la verga! —la voz de Diego Alexander llamó mi atención. El loco venía llegando y en su mano traía una bolsa de pan mientras que en la otra traía un juguito de cartón con el pitillo en los dedos— llevo rato dando vueltas como un trompo en ésta vaina buscándote y nada.

Frunci el ceño.

¿Qué hacei aquí, malayo intruso? —me crucé de brazos— aún sigo ostinada con ustedes por...

Diego rodó los ojos.

Ya sé, ya sé. Es por eso que el marico de Freddy te hizo unas empanadas y tu papá te mandó un pan dulce pa que no pasaras hambre —me dio la bolsa en plan de: toma tu vaina, nojoda— el jugo te lo compré yo. Me debes cinco euros.

Lo fulminé con la mirada.

Diez es que te voy a dar, maldito, diez —rodé los ojos.

¡Ayy, valee! ¿Vas a seguir arrecha conmigo, gafa? —se acercó a mi pa darme un abrazo— si tu sabes que yo a ti te amo con todo mi sarnoso corazón, mi monita piciosa.

Éste me va a pedir algo.

¿Qué me vai a pedir?

Diego me achinó la vista.

—Kike interesado, ¿Como porqué vienes a insultarme, Marinette Olivia? ¿Ah? —se ofendió.

—Porque te conozco —le recordé— ahora, echa el beta.

—Bueno, ya. Era pa ver si cuando salías te llevabas a la negra bella que nos presentaste por skype la otra vez, la de los lentes.

Frunci el ceño.

¿A Alya? —él asintió— ¿Y vos no ique estabas atrás de la Wanda?

—La loca dejó ir a éste papi. Ni modo, ni falta me hace la mardita.

—Bastante que le jalabas bola, oite.

—¡Pero bueno, nojoda! ¿Me vai a ayudar o qué?

Suspiré pesadamente.

Está bien —cedi— pero ésta noche tú dormirás en el piso.

Diego sonrió alegremente.

Hecho —volvió a abrazarme efusivamente antes de soltarme— me voy. Les dije a los muchachos que vendría rapidito a traerte tu vaina para después irnos a Louvre a ver a la mona rústica, digo, a la mona Lisa —rió como el gafo que es por su pésimo chiste.

Seguido de eso, el carajito me agarró la cara y me dio un pico efusivo antes de largarse pal quinto coño. Vaina normal entre nosotros dos desde que éramos carajitos.

¡Te me cuidas ése dulce! —pidió.

—¡Me le cuidai el dulce a Fred! —le devolví el grito.

Me giré con el desayuno en la mano entre risas por lo marico que era Diego y cuando le vi la cara a Adrien, se me quitaron las ganas de reír.

El loco estaba mirando serio y con el entrecejo fruncido hacia donde se había ido Diego. Parecía... ¿Arrecho?

—¿Qué? —pregunté— ¿Porqué tenéis esa cara?

Su atención ahora estaba puesta en mí, al parecer, mi pregunta como que le disgustó más.

—Es la misma de todos los días —se acomodó la correa de su bolso sobre su hombro dispuesto a irse— luego te veo.

—¡Esperate ahí, chico! —le agarré la mano. Frunci el ceño al ver que evitó mi agarre— ¿Qué? ¿Hice algo malo?

Levantó una ceja.

—Bromeas, ¿Cierto?

Levanté los hombros dándole a entender que de pana no sabía a qué coño se refería. Él aún molesto, negó para sí mismo y se liberó de mi agarre.

—Ya me tengo que ir. Excucez moi —se despidió dejándome ahí como la propia boca abierta confundida.

¿Y ahora qué le picó a éste gato maricón?

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FELIZ NAVIDAD, MMAGUEBAAAS! Cómo la están pasando?

Capítulo dedicado a mi bebé @Alquisrodriguez7 te adoro!

¡Besos! ¡Nos leemos en 2020!

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