♡彡 ━ ridículo
— ¿No crees que estás siendo un mal ex-novio, ardido y ridículo? — preguntó Jungkook, cruzado de brazos y mirando a Yoongi con la esperanza de que recuperara un poco de la cordura que los tintes le habían quemado.
— ¿No se supone que eres mi mejor amigo, y debes apoyarme en cada estupidez que haga? — le respondió Yoongi a la defensiva, cruzando sus brazos también, intentando verse a la par del menor más alto que él.
—O sea sí, pero... — suspiró. Jungkook se quedó callado y formó un puchero, sin más qué decir.
Probablemente Yoongi tenía un buen punto en su contra, porque son amigos y están en las buenas y en las malas, y tratándose de Yoongi también en las peores, pero eso no significaba que le guste la idea de tener que entrar a la habitación terrorífica de su primo Namjoon, y pedirle ayuda para invocar a algún ente.
Y por supuesto que tampoco significa que se acostumbre a quedar en ridículo, avergonzado, manchado, golpeado, o con cualquier signo de agresión física por culpa de Yoongi y sus tonterías, que han sido muchas a lo largo de su amistad.
‹ ¿Por qué soy su amigo? › pensó el menor después de mirar a su amigo Yoongi por un momento.
Oh, sabía la razón. Yoongi no tiene muchos amigos, y no se desenvuelve totalmente con las personas, él tiene la suerte de tenerlo como realmente es y ciertamente no puede arrepentirse de nada, porque a pesar de todo, lo quiere.
—Sí sabes que Nam está loco, ¿verdad? Y que no existen tales cosas como los demonios y esas cosas, y que estamos perdiendo tiempo de mi valiosa y joven vida...
—Jungkook, tenemos diez minutos discutiendo frente a la puerta del cuarto de tu primo, ¿podemos sólo entrar? — Yoongi señaló la puerta frente a ellos, levantando sus cejas con intención de que Jungkook dejara de darle advertencias, parecía una mamá, una muy fea y narizona.
—Esto no me convence, ¿y si terminas poseído o algo así? Es que mierda, eres tan idiota...
—No me insultes, mocoso — Yoongi se quejó, golpeando el hombro de Jungkook —Pero sí que soy un idiota y por eso vine aquí. Y adivina quién lo es más por ayudarme.
—Seguro que yo... — se lamentó Jungkook. — ¿No quieres un muñeco vudú, alguna poción? Algo menos estúpido...
—Quiero ser satánico, quiero un demonio malvado y terrorífico que haga que mi vida sea menos fracasada.
—Puedes adoptar un gato, una cacatúa...
—Jungkook, ¡quiero mi demonio!
— ¡Callate! Mi tía te va a escuchar... — Jungkook cubrió la boca de de Yoongi y suspiró rendido.
Sabía que nada bueno saldría de evitar que Yoongi hiciera lo que tenía en mente, porque siempre lo hacía, como un burro terco y necio; así como también sabía que todas esas cosas no eran reales y que Yoongi no conseguiría un demonio.
Yoongi ni siquiera conseguía una nota mayor de siete en educación física, cómo obtendría algo paranormal, de ninguna forma.
Ahora, también sabía que él era medio idiota por hacerle caso. Pero, eran amigos, no había más que hacer. Ni nada de qué preocuparse, ¿que podría salir mal?
Jungkook tocó la puerta de la habitación de Namjoon, para segundos después escuchar su voz grave preguntando quién llamaba.
—Hola Namjoon hyung, soy Jungkook ¿podemos platicar un momento?... — habló Jungkook bajo la atenta mirada de Yoongi. Esperaron un momento pero no recibieron contestación, Yoongi golpeó el brazo de Jungkook para que dijera algo más —Eh, mi amigo Yoongi quiere tu ayuda, para... Para una estupidez... — Yoongi golpeó con fuerza a Jungkook —Auch, digo, ah, para una tarea, sí, y le dije que tú podrías ayudarlo...
Un instante después se escuchó el sonido del pestillo siendo liberado. Jungkook y Yoongi se miraron durante un segundo.
—Hay que entrar... — murmuró Jungkook mirándolo.
—Abre — le ordenó Yoongi con el mismo tono de voz bajo.
— ¿Por qué yo?... — susurró.
—Porque es tu primo, entra primero...
—Pero es por tu pendejada, vas tu primero.
—Abre tú, mierda... — Yoongi y Jungkook habían empezado a golpearse inútilmente, hasta que fueron interrumpidos por la puerta siendo abierta frente a ellos. Ambos miraron al frente, a Namjoon mirándolos indiferente de su idiotez.
—Hola Nam — saludó Jungkook con una sonrisa nerviosa. Golpeó a Yoongi con su codo, para que se presentara.
—H-hola... — saludó inclinándose levemente frente al mayor. —Soy Yoongi.
Namjoon los miró sin cambiar su expresión imperturbable.
—Entren — Namjoon se dio media vuelta para dejarlos entrar dirigiéndose a alguna parte de su obscuro recinto.
Yoongi tomó la mano de Jungkook y entraron a pasos lentos. Cerraron la puerta detrás de ellos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro