♡彡 ━ no dejes de tocarme
—Yoongi hyung... ¿puedes acariciarme un poco? — Jimin tenía sus manos sujetas a la cobija, tenía los ojos bien abiertos, acoplado a la oscuridad, su cola se removía inquieta a su lado.
Estaba demasiado inquieto, porque no podía dejar de pensar en su medicina, y en lo mal que la pasaría si no la tomaba. El veterinario le había dicho que el medicamento no evitaría su celo, ni lo aminoraría, solo era una pequeña ayuda para su desgaste físico, pero aún así estaba asustado de no tomarla, porque a su mente llegaba el recuerdo de la chica gata que estaba en su celo cuando lo quiso atacar; la idea de que algo así pudiera ocurrirle lo ponía de nervios.
Yoongi se quedó inmóvil en su lugar, cubierto con la cobija hasta el cuello, y mirando hacia el techo. En realidad no miraba nada porque todo estaba obscuro. Podía sentir a Jimin a su lado, removiéndose un poco. Lo había notado inquieto durante el día, y no sabía por qué. Ahora después de lo de su medicina, probablemente le resultaría difícil, en especial para Jimin que todo complica.
—Jimin duermete ya... — Yoongi cerro sus ojos y se permitió ignorarlo.
Jimin en cambio, no estaba nada bien. Se quedó callado después de la respuesta de Yoongi, pero cada segundo que pasaba se le dificultaba más todo. No se sentía bien, y sabía la razón. Pero no entendía porqué su malestar era mayor ahora, había tomado su medicina e incluso un poco más de lo que usualmente tomaba, entonces recordó, tal y como el veterinario una vez le dijo... Mucho calor, incomodidad, y cierto deseo por estar cerca de alguien.
—Hyung... — Jimin se atrevió a insistir, con voz temblorosa, no quería molestar a Yoongi, pero necesitaba calmarse un poco, y estaba en verdad controlándose, porque el calor que Yoongi le transmitía a su lado le parecía increíblemente atrayente, y sobre todo, porque su olor lo estaba atosigando como si se tratase de una droga, lo estaba llenando y aún así quería más —Por favor...
Yoongi soltó un suspiro, le pareció extraño el tono de voz y la inquietud en Jimin, así que no pudo evitar levantar la mano hasta alcanzar la cabeza de Jimin y empezar a acariciar sus orejas. Jimin sintió algo como la gloria al momento de recibir los finos dedos de su hyung entre sus mechones, y rozando sus orejas. Soltó un suspiro de satisfacción y cerró sus ojos.
—Oye... — Yoongi había abierto sus ojos para alcanzar a mirar entre la penumbra, el perfil de Jimin, le causó curiosidad escuchar más alto de lo normal ese sonido tan usual en él, ese ronroneo de cariño, ahora sonaba diferente, incluso para alguien como Yoongi que poco sabía de cosas de gatos, podía saberlo con facilidad. — ¿estas bien?
—S-sí hyung... — Jimin contestó sin abrir sus ojos, sólo podía concentrarse en la sensación que su cuerpo creaba, los dedos de Yoongi estaban causándole escalofríos, y no podía concentrarse del todo bien. Pero necesitaba tranquilizarse, estaba comenzando a asustarse de sí mismo.
— ¿No te sientes mal? te escuchas... extraño — Yoongi insistió, dejando por un momento de lado las acaricias en el cabello de Jimin.
— ¿Eh?... — Jimin abrió sus ojos al momento en el que Yoongi apartó su mano, su cuerpo reaccionó rápidamente y buscó el contacto de nuevo, acortando el poco espacio que ya existía pero poco hacía entre Yoongi y él. —hyung, no dejes de tocarme...
Yoongi se levantó un poco, recargando sus codos sobre el colchón, extrañado del comportamiento de Jimin. Si regularmente le parecía extraño, está ocasión le parecía aún más extraño. Estaba a punto de ponerse de pie para prender la luz, pero Jimin se apresuró a evitarlo, haciéndolo recostarse en la cama nuevamente, debido a que se había sentado sobre su regazo, y puesto sus manos sobre los hombros de Yoongi para dejarlo inmóvil sobre la cama.
Jimin miró a su hyung con las orejas bien levantadas, estaba asustado de su comportamiento, estaba preocupándose ahora mismo de asustar o incomodar a Yoongi, estaba preguntándose porqué su cuerpo actuaba sólo y pedía solamente estar cerca de Yoongi, pero también había empezado a moverse suavemente sobre él, cediendo poco a poco al instinto de su deseo por sentirlo cerca.
— ¡Jimin! — Yoongi sintió las manos del menor aferrarse a él con más fuerza, podía ver mejor el rostro de Jimin, porque justo ahora podía sentir su respiración demasiado cerca de la suya. Sus ojos bien abiertos se miraban brillosos, y su pecho subía y bajaba con demasía frecuentemente, se miraba agitado, y Yoongi sabía porqué. — ¿qué estás haciendo?
—Lo siento... — su voz aniñada estaba sonando un poco rasposa, y Yoongi estaba ahora un ppco asustado —Lo si-siento hyung... pero necesito... — Jimin ni siquiera sabía lo que necesitaba, no sabía cómo interpretar las inexplicables ganas de acercarse todo lo que le fuera posible al cuerpo de Yoongi.
Sus manitas bajaron por los hombros de Yoongi, hasta aferrarse sobre su pecho, dejó ir un suspiro, Estaba temblando sobre el cuerpo de Yoongi, estaba acelerado, y no podía hacer nada, no le gustaba sentirse así de ansioso. Miró a los ojos a Yoongi, se inclinó hasta dejar escondido su rostro avergonzado en la curva de su cuello, y entonces se dio cuenta del error que cometió, porque su aroma era irresistible esa ocasión.
—Perdón Yoongi... — acarició su piel con la punta de su nariz, provocando un escalofrío en Yoongi, que estaba desconcertado. —hueles muy bien... — hizo un movimiento brusco para acercarse más a Yoongi, y se permitió dejar besitos sobre la piel suave del cuello de Yoongi.
Yoongi abrió su boca para decir algo, pero su voz se perdió cuando Jimin se atrevió a moverse más notablemente. Empujó hacia adelante su cadera sobre la de Yoongi, y el resto de los movimientos fueron totalmente involuntarios porque su mente ya no controlaba lo que su cuerpo hacía. Se sonrojó, se avergonzó demasiado, porque estaba restregándose sobre Yoongi, y jamás se había sentido tan bien. Los pelos de su cola se erizaron, y sus orejas se agacharon, ya no podía parar.
— ¡Jimin!... — Yoongi tomó las muñecas de Jimin sobre su pecho. No podía pensar claramente, estaba sorprendido, y no sabía qué pensar. Intentó mirar a los ojos a Jimin, pero él mantenía su cabeza oculta en su cuello. Además estaba empezando a reaccionar. —Ji-Jimin...
—Lo, lo siento hyung... — Jimin había encontrado el ritmo perfecto, y en serio no quería detenerse. Sus disculpas eran palabras huecas porque no podía arrepentirse de sentirse tan bien haciendo algo tan vergonzoso. —Yoongi...
Y Yoongi no podía decir que tener Jimin restregándose sobre su pene era desagradable, porque justo ahora estaba teniendo una erección que Jimin se encargaba de seguir alimentando con cada roce, y cada gemido que dejaba sin intención cerca de su oído. Yoongi dejó ir sus manos hasta la cintura de Jimin, todo lo que Jimin estaba haciendo, ahora junto con los besos que seguía dando en su cuello, que ya no eran tan inocentes sino lentos. Yoongi suspiró, sus pulgares levantaron la tela de la camiseta que tenía puesta Jimin, y se conocieron con la ardiente piel, dibujando círculos suaves que crisparon cada centímetro del cuerpo del menor.
Jimin no podía soportarlo más, su cuerpo estaba exigiéndole algo que no sabía cómo conseguir, pero sentía que con Yoongi lo obtendría, y esa idea lo hizo seguir con sus movimientos, sin detenerse ni un poco, porque le gustaban los suspiros de Yoongi tan cerca de él. Instintivamente, acercó aún más su rostro al cuello de Yoongi, su nariz se deleitó, porque el olor de Yoongi lo llevó a un punto de placer que jamás hubiese creído sentir.
—Mierda Jimin, hazlo más rápido... — Yoongi acompañó el ritmo de Jimin con sus manos, sentía cosquillas porque las orejas de Jimin se movían cerca de su rostro, y sentía en su cuello los suspiros calientes envueltos de gemidos del menor.
Yoongi cerró sus ojos con fuerza, y sintió el cuerpo de Jimin caerse sobre el suyo después de haber soltado un gran gemido, que se alargó casi como un maullido.
— ¿J-Jimin? — Yoongi lo envolvió entre sus brazos sobre sí, porque ahora estaba inmóvil sobre él, y entonces se dio cuenta de que se había quedado dormido.
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