♡彡 ━ melocotón
—Haremos algo, gritarás pepino si te duele, guanábana si quieres que pare y melocotón si te gusta mucho, ¿lo tienes? de acuerdo. — Yoongi evitó reír, no sería muy maduro de su parte seguir burlándose de Jimin cuando estaban a punto de tener sexo.
— ¿Q-qué?... — Jimin estaba intentando tomar todo el aire que le fuera posible adquirir, ahora ni siquiera podía recordar su nombre y Yoongi lo quería hacer decir frutas extrañas. Yoongi sonrió de lado, deleitado por la vista, porque Jimin abierto de piernas , sonrojado y sudado se miraba muy bonito.
—O solo grita mi nombre... — Yoongi bajó su mano, dejando de atender la erección de Jimin para internar sus caricias en un sitio más íntimo. El tacto hizo al menor jadear y removerse en el sillón, cubrió su rostro con sus manos porque mirar a los ojos a Yoongi mientras lo acariciaba con sus dedos en ese lugar lo avergonzaba, pero no quería que se detuviera, porque era una nueva sensación que lo estaba haciendo sentir increíblemente bien.
—Yoongi... — Jimin cerró sus ojos con fuerza cuando uno de los dedos de Yoongi hizo presión contra su entrada, lo que estaban haciendo era aún mejor que lo que habían hecho la noche anterior.
Su llamado buscaba pedirle aún más a Yoongi de lo que le estaba dando, perdón no sabía de que manera pedirlo sin sentirse tan alterado, su pene estaba doliéndole mucho y necesitaba que Yoongi lo tocara de nuevo. Lo que hizo fue levantar su cola temblorosa y acercarla a su virilidad, y entonces soltó un largo alarido de placer, porque estaba acariciando su miembro con su cola al mismo tiempo que Yoongi había metido su dedo lentamente en su cuerpo.
—Vas a manchar tu colita, gato malo — Yoongi retiró la cola de Jimin sin perder el tortuosamente lento ritmo que había empezado a tomar con su dedo dentro de Jimin, lo estaba apretando mucho, justo como lo había imaginado en el baño, después de que Jimin se había quedado dormido y lo había dejado en problemas.
— ¡Melón, melón, melón!... — Jimin no recordaba la fruta que debía gritar, pero necesitaba que Yoongi supiera estaba gustándole mucho todo lo que estaba haciendo en su cuerpo. Yoongi soltó una risa al escucharlo. Quitó sus brazos para poder verle el rostro completamente, desastroso pensó Jimin que seguramente se vería, pero para Yoongi no era nada menos que una nueva y perfecta imagen.
Yoongi se inclinó y acomodó el cuerpo de Jimin a su disposición, dejo un camino de besos por su cuerpo hasta llegar a su cadera, se dedicó a dejar besos húmedos en la pelvis de Jimin, sin perder el movimiento de sus dedos y unas caricias que estaba dejando con su otra mano en uno de sus muslos. Levantó la mirada un momento para cerciorarse del estado de Jimin.
—Jimin — lo llamó con voz grave, sin moverse ni un poco, su aliento había rozado con la sensible piel del miembro del menor, y este, perdido en la sensación se atrevió a bajar la mirada. Una vez que Yoongi se aseguro de que los ojos de Jimin estuvieran pegados a los de él, tomó su erección con la mano que no estaba dilatandolo, sonrió y llevó la punta goteante del miembro de Jimin a sus labios, acariciándolo sin moverse un poco.
Jimin gimió, tuvo que dejar de mirar a Yoongi a los ojos, porque ver sus labios rosas siendo rozados por la punta de su pene lo hizo arquear su espalda, no solamente por la sensación que la causó, era más porque se trataba de Yoongi haciéndole eso. Yoongi tomó el miembro entero Jimin entre sus labios, al mismo tiempo que apartaba su mano que había estado entre las piernas de Jimin.
Jimin gritó el nombre de Yoongi a la vez que levantaba su cuerpo un poco para alcanzar la cabeza de Yoongi entre sus manos, su interior se contrajo en un enorme placer, porque Yoongi lo tenía completo en su boca, acariciándolo con su lengua. Con sus manos intentó apartar a Yoongi, pues estaba sintiendo las mismas cosquillas que sintió ayer antes de caer agotado. Yoongi se levantó antes los forcejeos de Jimin, con su mano limpió un poco sus labios y sonrió al ver la expresión de Jimin, lo miraba cómo "¿por qué mierda has metido mi pene a tu boca?" o tratándose mejor adecuado a Jimin, con cara de "¡iba a hacerme pipí en tu boca hyung!".
—Jimin, ¿puedes prometerme algo?... — Yoongi se recostó sobre Jimin sin aplastarlo demasiado, puso su mano sobre una de sus orejas acariciándolo, y recargó su frente en la de él. Jimin tragó saliva y asintió, no tenía qué saber qué era lo que Yoongi quería hacerlo prometer, pero no le importaría si fuese que se quedara con él para siempre. Intentó mirarlo a los ojos y concentrarse, porque tenerlo sobre él sólo le sugería algo, y su cuerpo aún no terminaba. —promete que no le dirás a Jin lo que estamos haciendo.
—Lo prometo hyung — Jimin sonrió, volviendo a asentir. Yoongi jaló un poco la oreja de Jimin, devolviéndole la sonrisa.
— ¿Melocotón?
—Ah... — Jimin intentó recordar lo que esa clave significaba —melocotón, sí — Yoongi rió y besó a Jimin en los labios.
—Muy bien gatito, ahora abre tus piernas y pide que te folle.
Jimin rodeó a Yoongi con sus brazos y ocultó su rostro en su cuello cuando éste se había acercado incluso más a él, dejó un besito en su hombro y cerró sus ojos, suspiro ansioso porque Yoongi había rozado sus miembros placenteramente. Así como estaba, cubierto con el cuerpo de Yoongi, se sintió cómodo, como si no necesitara nada más para ser feliz.
—Follame Yoongi... — Jimin obedeció lo que Yoongi le pidió, cerca de su oído, sabía lo que eso significaba porque el veterinario y Jin le habían explicado muchas cosas, aunque jamás hubiese pensado que lo pediría. Ahora sin embargo, Yoongi quería que lo dijera, y él no tenía objeción alguna en pedir lo que quería. Yoongi tomó con firmeza sus muslos, intentando mantener un toque de suavidad en la suave piel.
—Dime si quieres que me detenga — Yoongi alineó su miembro en la entrada de Jimin, ejerciendo una presión delirante para él y extraña para Jimin. Yoongi murmuró algo sobre su oreja que no pudo entender, y ya no pudo detenerse a pensar en qué fue, porque Yoongi se había empezado a deslizar por completo dentro de su cuerpo.
Las manos de Yoongi buscaron las de Jimin, y las sujetó a cada lado de su cabeza, observando con atención cada expresión que el menor dibujaba en su rostro sonrojado. Se mantuvo quieto, inmóvil sobre él, sintiendo cómo Jimin lo acogía ardientemente y con una estrechez que lo tentaba fuertemente.
— ¿Te duele mucho?... — Yoongi sintió las manos de Jimin apretar las suyas, sus ojos estaban cerrados con fuerza, y sus labios entreabiertos, dejando salir constantes jadeos agudos. Jimin pudo mover su cabeza afirmativamente repetidas veces, porque le estaba doliendo mucho a pesar de que Yoongi no se movía dentro de él. —dime... dime cuando pueda moverme... — Yoongi apretó su mandíbula y suspiró.
—Hyung... — Jimin se removió un poco, acostumbrándose a la sensación, su cola se movió acariciando la espalda de Yoongi, abrió sus ojos brillosos y miró a Yoongi —dame un beso... — pidió con voz temblorosa.
Yoongi soltó las manos de Jimin para tomarlo de sus piernas, el menor lo rodeó por el cuello con sus brazos y dejó que los gemidos ruidosos que empezó a soltar cuando Yoongi se deslizó dentro y fuera de él, se perdieran entre sus labios.
La sala fue invadida por la sincronía de sus respiraciones entrecortadas, y ese obsceno sonido de sus cuerpos chocando. El cuerpo de Jimin estaba aún más sensible, y aunque al principio había sentido un intenso dolor, parecía que su cuerpo había estado esperando eso siempre, y ahora que lo tenía, no podía hacer nada más que rogarle a Yoongi por más, aún cuando con cada estocada sentía que ya lo tenía todo.
—Y-Yoongi... hyung, siento, yo... — Los sonidos que Jimin estaba dando habían aumentado de volumen, su espalda se arqueaba por el placer que estaba sintiendo, y tener a Yoongi maldiciendo en su cuello no lo ayudaba. Yoongi podía saber a lo que se refería, y por eso se erigió, para poder acercar a Jimin aún más a él y embestirlo más profundamente.
Todo se terminó para él cuando bajó la mirada para encontrarse con Jimin, porque la vista simplemente se llevó lo mejor de él, no logró resistirlo más, y dejó caer su cuerpo nuevamente una vez que terminó, su vista se nubló cuando su cuerpo afrontó la ola de placer que lo atacó. Escuchó después a Jimin gemir su nombre, y aflojar el agarre que tenía en su torzo.
Tuvo que morderse la lengua para no reír, porque Jimin al parecer había vuelto a ver inconsciente, ahora debajo de su cuerpo.
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