♡彡 ━ desastre
- ¿Qué haces los domingos? - Jimin estaba recostado en el sillón, con los pies donde debería ir su cabeza.
-Dormir - contestó Yoongi desde la cocina, estaba de pie frente al refrigerador abierto, observando con ímpetu los espacios vacíos, esperando a que apareciera mágicamente la comida.
- ¿Es todo?... yo iba al parque porque mis amigos regularmente salen hoy con sus familiares porque tampoco trabajan... - Yoongi en realidad no estaba prestando mucha atención a lo que Jimin le decía tirado en el sillón. Estaba mirando los platos de comida que había hecho su mamá, anhelando que se transformaran en hamburguesas. - hyung, ¿podemos ir al parque?
-No molestes Jimin - Yoongi cerró la puerta del refrigerador y se recargó en la encimera soltando un suspiro. Él regularmente no comía por culpa de su extrema flojera, y terminaba buscando algo de comer cuando estaba a punto de morir de hambre, pero ahora tenía a Jimin y no podía hacer lo mismo con él. -no tengo nada qué darte...
- ¡Tengo galletas!
-No puedes comer galletas, Jimin por favor... - Yoongi hizo una mueca. No estaba en sus deseos salir de casa, a decir verdad ni siquiera los tenía de estar despierto, pero no podría dormir a sabiendas de que un gato moría de hambre a su lado. Bueno, sí podría.
- ¿Quieres que prepare algo?
-No, no hay nada qué hacer... - Yoongi salió de la cocina. Estaba tomando en cuenta la opción de salir a comer fuera, pero tenía encima el hecho de que tenía que mantener el dinero.
-Podríamos salir a comer... - sugirió Jimin, reincorporándose en su lugar cuando miró a Yoongi acercarse. Sabía que Yoongi no aceptaría, pero no perdía nada con preguntar. En realidad la idea le emocionó porque sólo una vez había salido a comer, Jin siempre lo atendía en casa y nunca faltaba comida, con Yoongi era otra historia.
-Uhm... - Yoongi pensó un poco, y al final cedió al ver cómo Jimin lo miraba ansioso. -Está bien, podemos salir a comer. -Jimin había soltado una risa, porque una sonrisa no le alcanzaba para demostrar su emoción. Se levantó del sillón.
-Pero necesito bañarme...
- ¿No puedes lamerte y ya?
- ¡No hyung! Yo no hago eso... - se quejó Jimin. Yoongi pensaba que escupía bolas de pelo, que se hacía pipí en el suelo, y que se bañaba con la lengua, parecía que no se le notaba que era mitad humano, hay hábitos que ha adquirido y otros que hay perdido al ser doméstico.
-Bueno, pues entonces vete a bañar... - Yoongi se sentó en el sillón, con su celular en manos -no tardes mucho, tengo hambre.
Jimin asintió lentamente, quedando un poco pensativo. Sus baños regularmente consistían en Jin lavando su cabello y sus orejas con un masaje, y Namjoon también lavaba su cabello algunas veces, haciendo que se quedara dormido en la bañera. Claro que él podía hacerlo solo, pero no era lo mismo para un gato consentido.
-Yoongi... - Jimin no estaba seguro de si sería lo correcto preguntar, en especial al Yoongi, si podría enjuagarle el cabello. Pero no había nada más que arriesgarse ahora que viviría con él. - ¿podría ayudarme a lavar mi cabello?
- ¿Qué? ¿por qué? - Yoongi había bajado su celular para mirar a Jimin con el ceño frunciendo -Namjoon dijo que eras un gato independiente, ¿por qué ahora quieres que te bañe?
-Porque no es lo mismo si lo hago yo, hyung... - Yoongi no iba a caer solamente por el gesto de bebé que Jimin había formado en sus labios -además, a parte de ser humano soy un gato y guardó ciertos privilegios de mi especie que he de satisfacer.
Yoongi suspiró y rodó los ojos.
-Que conveniente ¿no? - Yoongi negó, mirando como Jimin asentía con una sonrisa. Rió suavemente. -está bien, hablame cuando tenga que enjuagarte, ya vete.
Jimin despareció por el pasillo, feliz de haberse arriesgado y conseguido lo que quería. Siempre supo que al final, Yoongi no era tan mala persona como aparentaba ser, y le agradaba el hecho de saber que él estaba descubriendo eso. Cuando estuvo listo en la bañera, se había mojado completo y sentado en el suelo de la regadera, permitiendo que el agua le siguiera cayendo encima. Yoongi no tenía ducha como Jin pero el baño le seguía pareciendo igual de agradable.
- ¡Estoy listo! - Jimin exclamó, esperando por Yoongi. Tomó una de las botellas de shampoo que había en una esquina y olió, era el mismo olor de Yoongi, y su estómago se revolvió por la agradable sensación de saber que olería igual que él.
Cuando Yoongi entró al baño, miró a Jimin, sentado de espalda a él. Le pareció a un niño esperando por su mamá para que lo bañara. Se acercó un poco, unas gotas de agua le caían pero resignó ya que igual tendría que limpiar porque ya había más agua en el suelo.
- ¿No que a los gatos no les gusta el agua? - Yoongi recargó su mano sobre el hombro desnudo de Jimin, pidiéndole la botella de shampoo. Jimin se la dio, tallando su rostro con el agua que caía sobre él.
-A mi sí me gusta.
-De acuerdo, cierra los ojos y no los abras. - Cuando Yoongi empezó a enjuagar el cabello de Jimin, con unos suaves movimientos que hacían sentir bien al menor, se encontró sintiéndose estúpido, porque ni siquiera con su propio cabello se tomaba tanto tiempo y delicadeza para lavarlo. Suspiró -lava tu cola por mientras...
-Ah, sí... - Jimin abrió los pjos y buscó la botella de shampoo para sacar un poco en su mano y poder acariciar su cola, no podía concentrarse bien porque las manos de Yoongi rascándolo se sentían muy bien. - ¡hyung!
- ¿Qué?
- ¡Me entró jabón a los ojos!
Y lo siguiente fue un completo desastre en el pobre baño de Yoongi.
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