Cuando Jimin entró de regreso al departamento se encontró con Yoongi sentado en uno de los sillones, lo miró sorprendido, y en cuanto cerró la puerta se levantó hasta abrazarlo.

Jimin podía ver ahora por la ventana la luz del sol, había tardado un poco más de lo que había pensado, porque tuvo que tomarse un tiempo extra para limpiar sus lágrimas y esperar a que su nariz dejara de estar tan roja, no quería verse así porque Yoongi se daría cuenta de que había estado llorando.

— Jimin, ¿dónde estabas? ¿por qué saliste? ¿por qué no me dijiste? — Jimin se sintió un poco extrañado, pero no podía negarse, no podía negar que Yoongi era su completa debilidad y que en verdad le gustaba estar entre sus brazos, así que se dejó abrazar, escondiendo su rostro en el pecho de Yoongi y rodeándolo por su torso. —estaba a punto de llamar a Namjoon, y si le decía que te perdí de nuevo probablemente hubiera tenido muchos problemas, no vuelvas a hacer eso por favor.

—Lo siento — Jimin se limitó a disfrutar del calor y el aroma de Yoongi, esta vez su piel estaba más cálida que la suya, tenía impregnado el calor de la cama y le reconfortaba el sentirlo tan cerca.

—Ah... — Yoongi soltó un suspiro que había estado reteniendo por un rato, bajó la capucha de la cabeza de Jimin y acarició sus orejas que estaban un tanto frías —me asustaste, gato malo... — Yoongi estaba siendo un poco reservado en cuanto a lo que en realidad sintió. Ya estaba tan acostumbrado a Jimin que despertar sin él a su lado le resultaba inquietante. Y no quería admitir que no solamente era costumbre, sino algo más también. — ¿a dónde fuiste?

—Yo... — Jimin había pensado en una excusa, pero mentir jamás era una opción para él, no le gustaba hacerlo, no le gustaba que nadie lo hiciera, aún cuando se trataba de algo tan simple —salí a hablar por teléfono con Jin hyung.

— ¿Por qué saliste? ¿a las seis de la mañana? ¿qué pasó?... — Yoongi apartó un poco a Jimin para poder mirarlo a los ojos con su interrogatorio.

—Nada, era, algo que quería hablar conmigo... — decidió evadir a toda costa el tema aún cuando sabía que tenía que enfrentarlo tarde o temprano.

—Bien... — Yoongi frunció sus labios poco convencido, porque la forma en la que la boca de Jimin se curvó en la sonrisa más falsa que le hubiese dado jamás, no le permitió convencerse. Pensó que quizá tenía sueño, porque comúnmente los domingos ambos despertaban muy tarde. —Jimin, debo contarte algo...

Las orejas de Jimin se erigieron, mirando a Yoongi con atención. Su estómago se revolvió por diversas razones, porque había muchos significados para ese "algo" que Yoongi decía. El primero era el que más ansiaba, quizá Yoongi le explicaría lo que había pasado, quizá Yoongi le diría que se había besado con alguien más pero que fue una equivocación porque era a él a quien quería, probablemente no era muy centrado, pero era algo que podría soportar con más facilidad. Y la segunda opción, era la que más le dolería y la que definitivamente no podría controlar; ¿qué podría hacer si Yoongi le decía que ya no quería ser su novio porque había encontrado a alguien más?

— ¿Qué?... — Jimin siguió atento y ansioso a cada movimiento de Yoongi.

—Ven, siéntate... — Yoongi tomó a Jimin de su mano y lo guió hasta el sillón en el que anteriormente estaba sentado. Jimin no podía dejar pasar desapercibida la sonrisa tan bonita que Yoongi tenía, se miraba muy feliz, ¿eso era una buena señal? no podía saberlo, y eso lo desesperaba un poco.

— ¿Qué pasa, Yoongi? ya dime... — Jimin no logró ocultar su ansiedad, y Yoongi rió un poco ante ello. Jimin concluyó que si Yoongi fuese a rechazarlo, o a básicamente a decirle que ya no quería que fueran novios, no estaría riéndose en su cara, así que intentó calmarse un poco.

—Ayer mi jefa me dio una muy buena noticia, Minie... — Jimin soltó un suspiro y dejó caer su espalda completamente en el sillón, entonces Yoongi no lo había notado, pero su tensión había desparecido mínimamente —a ella le gustas mucho, ya sabes, gatitos y eso, y está muy agradecida de que ayudes en la tienda, así que te tiene una propuesta de trabajo, eso quiere decir que si aceptas trabajarás conmigo oficialmente y además tendrías un sueldo... — Yoongi sonreía ampliamente, esperaba ansioso la reacción de Jimin, una sonrisa hermosa como habitualmente lo hacía, un abrazo o mucha emoción, pero solo se encontró con Jimin mirándolo serio — ¿qué pasa?... ¿no te alegra?

—No, no es eso hyung, está bien, es genial... — Jimin se reincorporó sin cambiar su expresión, fingió una sonrisa, él esperaba que Yoongi hablara acerca de que se había besado con un chico. ¿Entonces no era importante? ¿era algo a lo que solamente él estaba dándole demasiada importancia? ¿no debería sentirse engañado porque Yoongi no estaba confiando en él?

—Oh, bueno... yo creí que te emocionaría más... — Yoongi sonrió un poco, calmando su emoción, porque él era el único emocionado ahí. — ¿qué tienes? — Jimin, entonces levantó la mirada y observó muy atento a Yoongi, podía notar el desconcierto en sus ojos, y es que estaba actuando muy extraño.

—No es nada, ah... — Jimin bajó un poco la mirada y tomó aire, sonrió de nuevo, con las pocas ganas que le quedaban de hacerlo, aún con la débil esperanza de que Yoongi hablara y le quitara todo el malestar que sentía. No sabía si él estaba sintiéndose demasiado mal por muy poco, o si estaba equivocado al sentirse así, pero sabía que si Yoongi le contaba por su cuenta lo que vio y le explicara, él podría sonreírle sinceramente de nuevo —eso... ¿eso es todo, hyung?

—Uhm... — Yoongi frunció su entrecejo y quedó pensativo durante un momento, un momento que Jimin ansió fuera el fin de la punzada que estaba sintiendo en su pecho. Lo único que quería era que Yoongi le dijera la verdad — ¡ah, no! también te traje comida, ella insistió en que la trajera para ti...

Yoongi se levantó rápidamente del sillón y fue hasta la cocina. Jimin no se movió de su lugar, en cambio se esforzó en retener sus lágrimas, y no concentrarse en el golpe invisible que sintió en su pecho.