Jimin estaba bastante feliz.

Después de haber sufrido un ataque al corazón por culpa de Yoongi y su "te amo", se despidieron con un beso más largo, uno de los que Jimin catalogaba como vergonzosos, mas sin embargo le gustaban demasiado. Se levantó de la cama y todo parecía haber recuperado su brillo. Su felicidad estaba ahí y lo hacía olvidarse de lo mal que se había sentido.

—Yoongi hyung dijo que me ama, ¡así que no tengo porqué preocuparme por ese chico! — era normal en Jimin el hecho de hablar solo, pero tenía el celular en sus manos con altavoz activado, estaba de pie sobre el sillón, brincando un poco, sin llegar a caerse. Yoongi lo regañaba por eso, pero le daba igual porque le dijo que lo amaba.

—Uhm, eso suena bien — Seokjin se escuchó inconforme, pero al parecer era reacio a demostrarlo.

— ¡Estoy feliz porque Yoongi me ama a mi, hyung! Ama a Jimin, ¿quién es Jimin? ¡yo soy Jimin! — Jimin cantó con emoción, la luz del sol iluminaba toda la sala de estar por el ventanal, el día le parecía perfecto para estar feliz.

—Me alegra escucharte tan emocionado... — Jimin sonrió para Seokjin a pesar de que no lo veía. —pero ¿estás consiente de que casi gasto en un boleto para ir por ti? — Jimin rió, dejó de saltar y se dejó caer en el asiento, con las piernas cruzadas. —y en armas de tortura avanzada.

—Hyung... — Jimin soltó un suspiro después de haber escuchado por un rato las diferentes maneras que tenía Seokjin para asesinar a Yoongi —gracias por preocuparte por mi — Seokjin suspiró, porque Jimin siempre encontraba el momento para agradecerle por eso.

—Está bien, Jimin, te quiero y es normal que me preocupe por ti. — Jimin iba a seguir dándole las gracias Seokjin por todo lo que ha hecho por él y a decirle lo mucho que también lo quería, pero el sonido de alguien tocando la puerta lo interrumpió por completo.

—Hyung, tengo que colgar, alguien toca la puerta... — Jimin se despidió y colgó la llamada, aún escuchando la voz de Seokjin, diciéndole algo acerca de que tuviera cerca algo con qué golpear en caso de emergencia.

Jimin abrió la puerta, esperando que se tratase de Namjoon o Jungkook, incluso esperaba a Taehyung, que le había prometido un regalo para la próxima vez que lo visitara, desde la primera vez que se conocieron. Eran las únicas personas que consideraba sus amigos, y también los únicos que iban a visitarlo.

—Hola — Jimin miró con atención la gran sonrisa que el chico desconocido frente a él le estaba dando, con el amable tono de voz que tenía. Oh, y de repente dejó de ser un desconocido.

—Hola — Jimin se percató de la sorpresa en el chico, se dio cuenta de que era por sus orejas y por su cola, y porque seguramente él esperaba que Yoongi fuese quien abriera la puerta y no él.

—Yo soy, Hoseok, mucho gusto... ¿está Yoongi? — Jimin cruzó sus brazos, porque no hacía falta que ese chico se presentara, él sabía muy bien quién era.

—No, él está trabajando — Jimin se limitó a contestar lo necesario, porque no podía ser amable cuando estaba sintiéndose un molesto de que Hoseok estuviera allí.

—Trabajando, es cierto... — Hoseok apartó la mirada pensativo —lo había olvidado...

— ¿Eres su amigo? — Jimin no estaba seguro de si se miraba amable con el ceño fruncido y los brazos cruzados, pero tampoco era como si quisiera serlo. A decir verdad, lo único que quería era saber porqué había vuelto este chico a buscar a Yoongi. No lo quería cerca, no de nuevo.

—Ah, sí, somos amigos... — Hoseok sonreía, quería verse amigable aún cuando podía notar cierta tensión por parte del chico con orejas y cara de enojado.

— ¿Quieres que le diga algo por ti?

—No, sólo venía a hablar con él, no es nada importante, está bien... — Hoseok se encogió de hombros y sonrió. Jimin se preguntó si alguna vez dejaría de hacerlo. Estaba mal de su parte verse tan huraño, en especial cuando Hoseok solo se mostraba amable, pero no podía pretender que estaba feliz de verlo, en especial cuando recordaba que se había besado con Yoongi.

—Tu te besaste con Yoongi, la otra noche... — Jimin desatendió sus brazos y soltó directamente, tomando de sorpresa a Hoseok, quien se quedó callado y con la boca entreabierta al escucharlo, sin saber qué decir. — ¿por qué?

Jimin estaría por meterse en algo que no tenía salida, ni siquiera estaba seguro de la respuesta que deseaba escuchar, pero si estaba seguro de que tenía que dejar claro las cosas, de que tenía que proteger lo suyo. Para él era tan obvio el interés de Hoseok, ahora, no le gustaba ese hecho, que alguien apareciera con ganas de estar con Yoongi. Estaba celoso y no estaba esforzándose en ocultarlo.

— ¿Por qué?.... pues, no lo sé... — Hoseok estaba un poco avergonzado, porque la respuesta a eso era simple y penosa, sólo necesitó hacerlo, lo pensó y llegó a la conclusión de que fue algo imprudente de su parte, pero no podía decir que se arrepentía de ello.

—Yo soy su novio — Jimin habló, levantando un poco su rostro, porque se sentía bien diciéndole aquello a la cara. Recibió la mirada de Hoseok sorprendido, se sintió satisfecho de ello —y no sé porqué se besaron, pero no quiero que vuelva a pasar, por favor.

—L-lo siento, yo, yo de hecho venía a disculparme, en serio no sabía... — Hoseok bajó un poco la mirada, tomando aire, entonces estaba bien, debía aprender a llevar aquello. Las posibilidades se terminaron en su optimismo. —traje pastel, sólo, como una pequeña disculpa... — Hoseok levantó un pequeño domo con un pastel cubierto de fresas frescas, no sabía qué más decir, estaba un poco incómodo.

— ¿Es de chocolate?... — las fresas parecieron tomar un efecto mágico, puesto que el rostro de Jimin perdió todo rastro de enojo o molestia, ni siquiera había visto que traía un pastel en las manos.

—Sí, con mermelada en medio... — Hoseok sonrió y disimuló una risa cuando miró al chico de orejas naranjas soltar un suspiro con emoción, como si hubiese recibido una gran noticia, le causó gracia porque era como si el gato gruñón de hace un momento hubiese sido intercambiado por uno demasiado tierno, solo a causa de un pastel de chocolate.

— ¡Ah! muchas gracias, estas disculpado — Jimin tomó el pastel con una enorme sonrisa en sus labios —vamos, entra, Yoongi no está y podré comer todo el pastel que quiera. —Jimin corrió con el pastel hasta la cocina, solo había dos cosas que podían poner a Jimin así de feliz, y eran Yoongi y el pastel.

Hoseok entró tras él y cerró la puerta, para después mirar cómo el menor buscaba y sacaba cosas de la cocina, moviéndose por todos lados.

—Se supone que no debo comer chocolate, ¡pero es muy difícil para mi! es más fácil dejarme sin oxígeno. Así que comeré todo lo que pueda antes de que alguien llegue y me regañe... — Hoseok sintió estar hablando con un niño, porque no sabía cómo el chocolate podía emocionar tanto a alguien.

—Supongo que seré el culpable de que te haga daño... — Hoseok mantenía su sonrisa, mirando cómo Jimin partía un trozo de pastel.

—Pero no importa porque es chocolate y me hace feliz — Jimin recogió con la punta de su dedo un poco del dulce de chocolate y casi se desmaya al probarlo. Alzó la mirada y se dio cuenta de que Hoseok lo miraba divertido, por un momento había olvidado todo lo que pasaba con él —oye... — Jimin se cruzó de brazos, componiendo una postura firme, caso intimidante si no se tratase de él —pero esto no significa que comparta a Yoongi contigo.

— ¿Qué? No, eso no...

—Pero sí puedo compartir pastel contigo. — Jimin sonrió y le ofreció a Hoseok el trozo de pastel que había partido.