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Gato desamparado


CAPÍTULO I: Gatito desamparado

Wei Ying era una gatita traviesa.

Una vez perteneció a una feliz pareja casada. Siendo ellos quienes le dieron su nombre. Al menos así le llamaba su madre cuando le reprendía por ser demasiado glotona.

Cuando sus padres fueron a dormir bajo tierra , los Jiang le tomaron bajo cuidado. Mantuvo el nombre de Wei Ying como decía su cartilla de vacunas, y Jiang YanLi, la hija mayor de la familia, quien pasaba sus tardes después de la escuela mimando y consintiendo sus caprichos, la llamó A-Ying .

Ser traviesa era su mayor cualidad. Curiosa, energética y desordenada.

También era su mayor defecto.

"¡Nadie quiere a los gatos traviesos!" , decía la señora Yu.

Así que pronto dejó de ser querida por su familia.

Ella aprendió la lección, pero fue demasiado tarde para probar que podía ser un buen gato.

Una vez tuvo un hogar, hasta que fue abandonada. Ahora era un gato libre que podía vagar por el mundo sin ningún apego que la detuviese de explorar el vasto mundo y comer tanta comida deliciosa como deseara.

Pero no importó, los humanos apestaban y eran demasiado estrictos para su gusto.

¡No comas eso!

¡No arañes eso, gata malcriada!

¡Deja de maullar! ¡Eres tan ruidosa!

¡¿Quién te dijo que podías jugar con mis Jinzhu y Yinzhu?!

¡Gata ladrona!

¿Acaso lo que A-Li te da no es suficiente?

¿Por qué te comes la comida de Jinzhu y Yinzhu?

Llegó a la conclusión de que la vida en las calles era lo mejor. Una gatita callejera no debía rendir cuentas a nadie. Era dueña de su propio destino y eso estaba bien, porque Wei Ying era muy feliz siendo una vagabunda.

Durante el día robaba peces de la pescadería local, al atardecer perseguía palomas en el parque, disfrutaba ver a las personas correr de arriba a abajo cazando las ofertas del mercadillo de Yiling y por las noches saltaba de tejado en tejado hasta encontrar un sitio lo suficientemente cómodo para quedarse dormida.

Un día, en su camino a casa de la abuela Wen, quien siempre le daba bocadillos de gato, vislumbró una adorable bola de pelo tomando una siesta en el alféizar, cerca de la albardilla de una casa cercana.

Wei Ying detuvo sus pasos. La mota de pelo se destacó por un enorme y ridículo lazo azul pálido atado al cuello. Wei Ying inconscientemente pensó en un enorme listón de regalo.

Jiang YanLi solía atar esa clase de decoraciones a ella; eran estorbosas y causaban comezón. Pensó en lo desdichado que debía ser aquel gato mimado.

Decidió acercarse a saludar. Wei Ying era buena haciéndose amiga de los gatos del vecindario. Estaba ese gato remilgado, Meng Yao, en la familia Nie, y los gatos de la familia OuYang. Recordó brevemente a la iguana de los Cao, y en igual medida el gorrión de Nie Huaisang.

Wei Ying llegó al borde de la ventana.

Para su sorpresa estaba cerrada.

El otro gato pareció notar su presencia y abandonó su siesta bajo el sol. Pestañeó con somnolencia hasta que irguió su postura en algo más a la defensiva.

Entonces Wei Ying fue capaz de apreciar a la gatita en todo su esplendor. Era una gata de pelaje blanco como la nieve, era delgada y esponjosa. No demasiado delgada y no demasiado esponjosa. Probablemente un British shorthair, aunque Wei Ying solo conocía un puñado de gatos de esa raza. Tenía grandes y redondos ojos dorados, más como suaves limas y mejillas pronunciadas.

La gatita le observó con interés durante un segundo, antes de maullar en advertencia.

"Al tío no le gustan los gatos callejeros" Se pronunció.

Wei WuXian tuvo dificultades para escucharla, pues el cristal bloqueaba el ruido del interior.

Eso solo frustró a la pequeña gata blanca.

Wei Ying no pudo abandonar el pensamiento de que era una bonita gata doméstica; concluyendo en que deseaba ser su amiga.

"¿No quieres jugar conmigo?" Maulló. La gata con el lazo no dio respuesta. No comprendió la serie de maullidos dirigidos en su dirección y eso solo le frustró.

Wei Ying pensó que era divertida de ver, así que regresó al siguiente día. Al siguiente y al siguiente hasta que se convirtió en una rutina.

En cada uno de sus encuentros Wei Ying trató de convencer a su nueva amiga de salir a jugar con ella.

También debes ser libre , le decía emocionada.

Voy a presentarte algunos buenos amigos.

¡Vamos, abre esa ventana!

¡Salta afuera!

La gatita le ignoró.

Wei Ying pensó que estaba ante un severo caso de gato mimado. Por suerte Wei Ying había aprendido lo divertido que era el mundo fuera de casa; solo quería mostrarle lo bueno que era el exterior a la gata doméstica, quien se daba la vuelta en su propio eje para continuar su siesta cuando Wei Ying terminaba con su paciencia.

Ridícula, Ruidosa, fue como le llamó la gatita.

La odisea de Wei Ying comenzó ahí. Ambos felinos se convirtieron en amigas a través del cristal de la ventana. Wei Ying podía maullar por horas y horas contando historias de sus aventuras en las calles, la gatita doméstica parecía ser más tímida. Si bien fingía dormir cada vez que ella se acercaba, Wei Ying no pudo ignorar la manera sutil en que la cola de su amiga se meneaba ante sus narraciones.

Wei Ying no estaba segura de cuanto lograba entender su amiga, ya que el cristal dificultaba la comprensión en ambos sentidos. Esperaba que la gatita mimada hubiese escuchado la cómica historia del día en el que ese amargo tío la arrojó a un contenedor de basura lleno de pescado.

Un día, por obra de arte, la ventana de la habitación se encontró medio abierta. Esa fue la primera vez en que ambas lograron conversar claramente. Wei Ying supo el nombre de su amiga esponjosa.

"Lan Zhan", dijo. "Así me ha nombrado mí madre "

La madre de Lan Zhan no era su madre real.

Era la humana que le acogió desde que era una recién nacida. Lan Zhan la describió como una mujer amable que tenía un aroma dulce y cálido como el talco.

Ella también se había ido .

"Nombre doméstico, WangJi " Le explicó.

XiChen, el humano que cuidaba de ella, le dio ese nombre tiempo atrás.

Lan WangJi era una gata doméstica. Estaba acostumbrada a interiores. El frío era demasiado fresco y erizaba su pelaje, los perros eran demasiado ruidosos para su gusto así que apenas disfruto los momentos en los que se vio forzada a socializar en el parque cercano. No salía de casa sino era en compañía de XiongZhang , Lan XiChen, en su paseo matutino, y nunca olvidaba su arnés; el tío acostumbraba llevarla a la estética para que cortaran sus garras cuando estas crecían y resultaban dolorosas. Así que la idea de salir fuera a juguetear con una gatita sucia y traviesa le resultó absurda.

A pesar de todo, la compañía de Wei Ying fue refrescante; y bien recibida la mayor parte del tiempo.

XiChen ayudaba a otros gatos de la calle, les daba un baño y algunas veces les daba comida para que no pasaran hambre. No todos podían ser tan afortunados como WangJi. Ella pertenecía a una buena familia. Wei Ying no tenía la culpa de pensar que las calles eran el lugar apropiado para una gatita sin garras como ella. Estando en el exterior solo se podía esperar hambre y bajas temperaturas, ser asediada por niños traviesos y crueles, ser arrollada por conductores intolerantes y perseguida por perros.

Pese a sus advertencias, la gata negra regresó cada tarde.

Su compañera de albardilla cambió su dinámica y comenzó a traer basura para ella. Wei Ying lo llamó premios . WangJi, que no conocía demasiado bien las costumbres de los gatos salvajes, difícilmente razonó en el porqué Wei Ying dejaba cucarachas y todo tipo de alimañas en su ventana.

Lan Zhan estaba bien alimentada. Apreció el detalle pero le resultó difícil aceptarlo. Ella solo se alimentaba de la comida para gatos que su humano le proporcionaba. Los bocadillos que xiongzhang compraba para ella valían una pequeña fortuna , al menos eso dijo Meng Yao una vez.

Wei Ying se limitó a maullar en respuesta. Se mostró divertida de su ignorancia y la llamó gatita torpe. Se burló de WangJi cuando ella le confesó que jamás había cazado un ratón, ya que su hogar era limpio e impecable.

Los ratones no tenían lugar ahí, así que no tuvo necesidad.

Al día siguiente, Wei Ying apareció de un salto en la ventana entreabierta y Lan Zhan que ya le esperaba soltó un maullido de pavor. La gatita Bombay tomó aquella declaración como un desafío personal, y cazó un ratón para ella a modo de cortejo.

Wei Ying no entendió la reacción. Esperaba el asentimiento de la gata doméstica o un par de lamidas en los bigotes por su acto; en su lugar Lan Zhan maulló: " Ridícula " al ver la enorme rata.

Para suerte de WangJi, la rata aún estaba viva. Esta se retorció al recuperar la consciencia y WangJi se vio obligada a empujarla fuera de la ventana con pequeños toques de su pata. Los ratones eran asquerosos. Tan asquerosos, le daban gran pavor porque estaban sucios .

Wei Ying no comprendió.

La confusión se apoderó de ella.

Concluyó en que Lan Zhan era una gata mimada que había arruinado su instinto gatuno. Obviamente no entendía el cortejo entre gatos, solo sabía dormir, comer comida elegante y vestir ridículos lazos enormes.

Wei Ying luchó por no sentirse rechazada ante el desprecio de cada uno de sus obsequios.

Y en su lugar sintió pena por la pobre gatita ingenua.


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Wei Ying enlisto los defectos de su amada Lan Zhan:

Era una gatita doméstica, lo que hacía de su relación un imposible. Era mimada y delicada. Remilgada y odiaba los regalos del exterior porque los consideraba sucios.

En realidad era más como un bonito bebé humano que un gato.

Ella no estaba naturalizada como el resto de gatos. No arañaba las cosas, no tiraba objetos desde las estanterías ni cazaba ratones, no perseguía palomas y gorriones, se iba a dormir temprano y no disfrutaba de la actividad nocturna. Todo lo que hacía Lan Zhan era dormir en el regazo de su humano XiChen, y ronronear a su llegada.

Una decepción. Wei Ying también quería que Lan Zhan ronroneara a su llegada.

No se desanimó.

Wei Ying era una gatita energética. Era traviesa. Toda su vida le describieron así. Una gata traviesa que perseguía criaturas, cazaba y saltaba los techos. Solo necesitaba un poco más de tiempo. Convencería a Lan Zhan de ir con ella y le enseñaría de las cosas buenas. Le enseñaría a pedir comida a las viejas tías y a saltar los techos con ella. Entonces Wei Ying tendría una compañera con la cual vivir aventuras y en quien acurrucarse en las frías noches de invierno.

Le contó su predicamento al gorrión de Huaisang, y este la ignoró continuando su baño en su tazón de agua.

"¡Es que no lo entiendo!, ¿Por qué Lan Zhan es tan suave?" maulló imitando a su amigo pájaro, acicalándose con la lengua. "A ella le gusta que le den un baño cada dos o tres días... deberías olerla, su humano la perfuma y le pone esos lazos ridículos que la hacen ver esponjosa y bonita"

El gorrión se giró dando la espalda sin responder a sus quejas.

"Lan Zhan ni siquiera se acicala, le pregunté el otro día. Dice que eso solo le irrita el estómago" Wei Ying se burló. "¡No le gustan las bolas de pelo!, ¿Puedes creerlo? Si me lo permitiera yo le habría dado un baño. ¡Un baño de verdad!, ya sabes "

El gorrión le vio con irritación. Su piar fue lo suficientemente condescendiente para que Wei Ying interpretará un 'No, no lo hago, déjame tomar un baño tranquilo'

"De todos modos, Lan Zhan es la gatita menos felino que he conocido"


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Lan Zhan no comprendía el porque alguien tendría el corazón para abandonar a Wei Ying.

Si, era una gatita desordenada pero era tierna y cariñosa. A pesar de su excentricismo siempre aparecía meneando la cola felíz de encontrarse con aquellos que consideraba sus amigos.

Lan Zhan sintió gran pesar en su corazón al concluir que no todos los gatos del mundo tenían la suerte de ella.

Su humano era el mejor humano jamás. Su madre había dicho que era su hermano mayor y debía obedecerlo. Lan Zhan así lo hizo.


***


Lan Zhan aguardo el regreso de Wei Ying cada día pese su alborotador carácter.

Y perdonó faltas inconcebibles solo porque era ella. A Wei Ying le gustaba arañar y morder cosas. Eso no era ningún secreto. La pequeña gata bombay solía hurtar algunos de los juguetes de Lan Zhan para llevarlos a su refugio. Una vez regresó los restos hechos jirones de una vieja muñeca de trapo con la que Lan Zhan se acurrucaba.

Contuvo la incomodidad iracunda cuando Wei Ying tomó su lazo cian y lo enmarañó en sus garras como una bola de estambre. Lan Zhan era cuidadosa con sus lazos, XiChen siempre invertía gran parte de su tiempo arreglando sus nudos y ella disfrutaba del acicalamiento.

Cuando llegó el hombre esa misma tarde este rompió en carcajadas y le preguntó si el lazo no era de su interés. No se mostró molesto, pero Xichen se abstuvo de colocar el listón de organza de nuevo.

Lan Zhan perdonó la ofensa con bastante facilidad, esperando el regreso de su amiga.

Era una rutina compartida en la cual Wei Ying hacía acto de presencia pasada la hora del almuerzo, una vez saciado su estómago en el mercadillo local.

"¿Qué pasa, WangJi?" Preguntó el hombre.

WangJi maulló en respuesta y el hijo mayor de la familia Lan le tomó en brazos y les encaminó al estudio, ignorante de los anhelos de la gatita.

Era el día libre de XiChen. Eso solía decir él los días en que le llevaba al parque cercano a caminar y desperezarse toda la mañana; era la clase de días en que el hombre se quedaba una hora más tarde en cama y arrullaba a WangJi que dormía a su lado.

La gata bombay se mostró cautelosa ante la presencia de Lan XiChen.

No le gustaba ser vista. Le confesó a WangJi. Wei Ying era el pequeño secreto de Lan Zhan. Esa tarde la ventana se mantuvo cerrada para evitar que se filtrase el frío. Pese a ello, Lan Zhan se mantuvo atenta desde el regazo del hombre. Este la cubrió con una manta mullida, dando caricias detrás de sus orejas cuando detenía el tecleo en su computadora.

Wei Ying no apareció.


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El día lunes XiChen se despidió de Lan Zhan, anunciando cordialmente debía regresar a la oficina.

Alimento a WangJi, le sacó a dar un paseo en el vecindario para que estirara un poco sus piernas una hora después del mao-shi . La cepilló y colocó una manta cálida en su nido. El hombre acostumbraba calentar las mantas de WangJi con una bolsa de agua caliente todos los días, y Lan Zhan agradecía las atenciones con un ronroneo. XiChen acomodó a Lan Zhan en su cama, rehizo el lazo y le colocó el sombrero de conejo que había comprado en esa tienda en línea. Argumentando que estaba evitando se le enfriaran las orejas, no porque resultará cómica de ver.

Sola se dirigió a su lugar favorito de la casa; donde la luz era perfecta para un baño de sol y la contaminación auditiva nula. Lan Zhan ansió mostrar su sombrero a Wei Ying, pese a saber que la gatita se burlaría por ello.

Wei Ying apareció más entrada la tarde, y maulló algunas cosas desde la ventana cerrada. Relatando sus aventuras en las calles, describiendo las últimas mejoras a su refugio.

" Peligroso "

Cuando Lan Zhan saltó de la cama, Wei Ying se mofó.

" Aiya, Lan Zhan, eres demasiado mimada"

Wei Ying reafirmó su creencia: "¡Hay tanta diversión fuera, y te lo estas perdiendo todo ahí encerrada!"

Wei Ying no se detuvo en su diatriba anunciando que si Lan Zhan le acompañara la llevaría al techo de una pizzería cercana.

"El techo siempre es cálido por los hornos encendidos y el basurero siempre tiene sobras de pizza y acompañamientos" le dijo la gatita callejera.

Además mencionó a una chica conocida como MianMian que alimentaba a Wei Ying con una lata de comida para gatos cuando era su descanso. Ante el favor ella le permitía acariciarle.

Lan Zhan saltó a la albardilla de la ventana cerrada y le mostró su juguete.

Era un ratón de goma, y una zanahoria de peluche. Wei Ying bromeó y le preguntó si era un conejo .

A Lan Zhan le hubiese gustado prestarle el peluche de zanahoria; era suave y olía a frutas. A Wei Ying le hubiese gustado.

Era un buen regalo en respuesta a los obsequios que Wei Ying cazó para ella.

Desafortunadamente, la ventana sellada les dividió. Cuando el oscurecer de la tarde se hizo presente y el cielo se agitó, Wei Ying declaró que debía irse.

Lan Zhan le invitó a quedarse dentro, con ella, porque el mal tiempo anunciaba la lluvia.

Wei Ying ya fue abandonada una vez y no quería eso de nuevo, en su lugar invitó a Lan Zhan a acompañarla. Lan Zhan quería mucho a su humano XiChen, siendo incapaz de abandonarlo. La simple idea causó gran dolor en su corazón, y Wei WuXian lo notó.

Su madre , la madre de XiChen, estaría triste si ella se fuera. Le cuidó desde que era un cachorro, y la nombró. Besaba su nariz; permitiéndole dormir a su lado. Cuando la mujer enfermó y no tuvo fuerzas para cepillarla, ni jugar le pidió en un susurro amoroso que cuidara de XiChen cuando ella ya no estuviese ahí.

Wei Ying se enojó ante la verdad, pero no fue cruel de ninguna manera.

"¿Por qué mantienes tú promesa? Tú madre también se fue"

"Ella me quería, mí xiongzhang me quiere" se defendió Lan Zhan.

"Mí A-Jie también me quería. ¡Y aún así me abandonó! No le importe tanto, Lan Zhan . Tú humano te quiere porque eres obediente. Si rompieras un jarrón por accidente o arañaras las cortinas podrías enojarlo y ya no querrá verte"

" Eso no es cierto "

"Eres una gatita muy buena, Lan Zhan. No quiero que te dejen sola, así que ven conmigo antes de que te traicionen"

WangJi dudó. Lo considero solo durante un instante, pero fue firme en sus sentimientos.

Maulló por lo bajo y los ojos de Wei Ying se aguaron.

" Lo siento, Wei Ying " La gata bombay corrigió su expresión y se pronunció: "Tú te lo pierdes, Lan Zhan"

El silencio consumió el ambiente hasta que resultó incómodo.

"Debo irme. La tía tercera saldrá a tirar la basura pronto, y siempre hay baos frescos para mí. Si no me doy prisa se los dará a alguien más"

"¿Wei Ying, se va?" La cola de Lan Zhan se paralizó y su atención volvió a cielo nuboso.

"¡Nos vemos, Lan Zhan!"

Mañana ven a visitarme, también, no dijo.

Estaré esperando..., deseo decir.

Lan Zhan trato de comprender. Debió ser doloroso para ella ser abandonada. Le fue difícil confiar en las personas de nuevo. Pero no todos eran como sus antiguos dueños. Su XiongZhang era bueno. Él la cuidaría mucho. La querría y velaría por su integridad si Wei Ying se permitiera confiar.

Inquieta, se retorció en su manta y se quedó dormida esperando la llegada de XiChen.


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Wei Ying no regresó.

Wei Ying no regresó durante cuatro días seguidos. Lo cual fue extraño para Lan Zhan. Primero pensó que se trataba de la lluvia. Temió que su refugio en las cajas de cartón se hubiese arruinado, y más tarde teorizó que era debido a la presencia de XiChen en casa. Al cuarto día sin respuesta supuso que Wei Ying pudo enojarse con ella por su última conversación.

Le preguntó a Meng Yao, el gato siamés de los Nie, por su amiga; mientras su dueño, XiChen, pasaba el rato con Nie MingJue en el mercado local.

Ni MengYao, ni los otros gatos del vecindario la vieron.

Debido a su preocupación la posibilidad de salir de casa y buscar a su amiga se asentó en ella. XiChen se acercaba curioso todas las tardes y le preguntaba qué observaba, (o esperaba) desde la ventana. Incluso de noche montó guardia a la espera de una visita nocturna. Pero Wei Ying siguió sin aparecer.

Se debatió durante un tiempo la ruta de acción a seguir; a mitad del quinto día en que Wei Ying no se presentó decidió ir a buscarla.

Ella no solía desaparecer por tanto tiempo. Lo máximo era el fin de semana en el que XiChen estaba en casa. Y aún así se paseaba cerca de la ventana para saludar desde la distancia o dejando pequeños obsequios en la ventana para anunciar su presencia.

Pensó en las palabras de Meng Yao sobre la posibilidad de Wei Ying siendo atrapada por control animal.

'Tal vez se mudo a otro vecindario'

'Probablemente la arrolló un auto' , dijo él.

Lan Zhan dejó la casa esa misma tarde, mientras el tío se adentraba con algunas bolsas de comestibles.

Cuando XiChen se enteró perdió la cabeza.

La amarga bilis subió por la garganta y luchó por no hiperventilar al imaginar a WangJi incapaz de defenderse en el frío del exterior, perdida y hambrienta.

¿Cómo podría defenderse una gatita sin garras que nunca ha estado fuera de casa? , se preguntó.

Ella nunca abandonaba la casa. La puerta de la entrada principal podía estar abierta por horas y ella no pondría una pata fuera. Estaba esterilizada así que era difícil suponer que el celo ganó fue la razón; lo cual resultó extraño para XiChen.


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Lan XiChen era un hombre de naturaleza gentil y diplomática. Vivía en una zona residencial acomodada, destacada por mercadillos orgánicos y parques recreativos para el esparcimiento. Su familia constó de su tío Lan QiRen, un director de escuela en su retiro y su hermosa gata WangJi.

XiChen amaba a WangJi. Era su mayor tesoro, le considero un miembro más de su familia y le consintió en demasía ante el afecto que le tuvo. Después de todo ella fue un obsequio por parte de su madre antes de perecer a su enfermedad.

"Mí A-Huan, tengo una sorpresa para ti. Espero que con ello no me extrañes tanto" Le había murmurado su madre con una caricia suave.


***


Lan Zhan lidió contra la confusión y sus temores. Los primeros pasos fueron difíciles, los primeros metros fuera de casa hicieron flaquear su confianza. Cuando se encontró fuera del vecindario la estabilidad regresó a ella.

Sus patas la guiaron al distrito comercial local de Yiling a pocas cuadras de casa. Wei Ying pregonaba que su refugio se encontraba ahí. Había un montón de cajas en el callejón de una vieja panadería.

Después de maullar por un tiempo obtuvo respuesta. Wei Ying se pronunció con un maullido débil y dubitativo. Lan Zhan estaba sucia y pérdida, pero lo ignoró para ir a acurrucarse al lado de Wei Ying en su pequeña caja de cartón.

Solo después de mucho tiempo Wei Ying reveló la verdad. Se mostró cautelosa y asustadiza. El perro de Wen Chao, el mocoso lunático del vecindario, persiguió a Wei Ying en su camino a su refugio. Tal persecución terminó en una pata herida y una mordida no mortal en sus costillas. Wei Ying se atrincheró en su nido de cartón debido a su herida, que le convirtio en una criatura vulnerable ante los perros salvajes.

Lan Zhan, que no acostumbra lavarse, se acercó a lado de Wei Ying para lamer sus heridas. Le lamió los bigotes y le acicaló en búsqueda de consuelo. La gatita bombay cedió y ronroneó a su compañera de refugio hasta quedarse dormida.

Lan Zhan nunca la había visto tan asustada, mucho menos tan silenciosa. La gata doméstica se posó sobre Wei Ying y le proporcionó tanto calor como le fue posible, cuidando de no herir su cuerpo.

Ambas se mantuvieron juntas acicalándose, acurrucadas entre ronroneos a espera de que XiChen las encontrará.

Lan Zhan se aventuró a cazar, intentando conseguir algo para comer; consciente del temor de Wei Ying quien se limitaba a temblar ante la idea de dejar su refugio.

Afortunadamente, la pizzería cercana tenía algo de pizza fría en los contenedores así que tomó tanto como sus dientes permitieron llevar y se lo presentó a Wei Ying.


---


Lan XiChen estuvo preocupado, nervioso e inquieto. Los hermanos Nie y algunos familiares le ayudaron a repartir afiches de WangJi a sabiendas de cuanto significaba la gatita para él.

XiChen fue contactado por una de las tías del mercadillo, y más tarde por una joven Luo QingYang de la pizzería local, quien advirtió haber visto a su gatita en los callejones cercanos.

XiChen salió de casa a toda prisa con nada más que su juego de llaves y la transportadora de WangJi. Cuando llegó al lugar señalado descubrió a su hermosa gatita con una expresión cansada y su bello pelaje ceniciento ennegrecido.

"Vamos a casa WangJi, ya estás a salvo" le llamó el hombre. La gata abandonó su refugio dentro de la torre de cajas, cuando XiChen intentó alzarla la gata comenzó a maullar con desesperación y angustia. Lo cual alertó al hombre.

Al pasar sus dedos sobre WangJi notó que en su pelaje inmaculado había manchones sangrientos. Buscó heridas de algún tipo pero WangJi no se quejó en absoluto. La gatita doméstica siguió maullando en dirección a la caja, tentada a saltar de brazos de su humano.

Un ronroneo bajo, sofocado por el sonido de las cajas humedas se hizo presente y XiChen se arrodilló en el suelo para ver de qué se trataba.

Empequeñecida y temerosa se encontró una gatita negra. Delgada y de pelaje sucio. En un análisis mucho más exhaustivo se percató del rastro de sangre en la pata trasera del animal. El gato no reaccionó a él más allá de la cautela y maulló inteligible a WangJi en un juego de ronroneos.

"Ah, WangJi ¿es este tú amigo?"

XiChen había notado las arañas, cucarachas y aves muertas en el alféizar y en el tapete de la entrada principal, al inicio pensó que se trataba de una broma por parte de los niños del vecindario hasta que Huaisang mencionó que los gatos solían cazar cuando consideraban a otros demasiado desprotegidos y con pocas habilidades de caza, por lo que sentían la responsabilidad de abastecer de alimento.

XiChen supuso que WangJi estuvo cuidando a ese otro gato todo ese tiempo. Consciente del estrés de su mascota optó por tomar a la gatita callejera bajo su cuidado en igual medida. Colocó a WangJi en su caja transportadora y enrolló a la gata bombay en la manta de WangJi antes de colocarlas juntas para llevarles al médico.


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Wei Ying no pudo evitar la timidez los primeros días en casa de Lan XiChen. Ella temía que se le lanzará a la calle y la alejaran de Lan Zhan para siempre. Fue silenciosa y retraída. Si el hombre no se acordaba de ella no encontraría razones para enojarse. A pesar de ello se presentó con una sonrisa y la mantuvo caliente, atendiendo todas sus necesidades.

Los Jiang la habían abandonado porque era muy traviesa. Aunque solo era un cachorro. Así que comprendió que debía ser una buena gata. Cuando ella se recuperase se iría. No volvería atrás, pese a que Lan Zhan la había declarado su compañera.

Temía que la lanzaran a la calle, y le daba miedo encariñarse de Lan Zhan para que nunca la dejaran volver a estar con ella como ocurrió con su humana YanLi. El dolor de la separación era algo que Wei Ying conocía bien, y también lo que más temor le causaba.

Era tímida, y nunca dejaba el lado de Lan Zhan, se limitó a estar en su cama, y a comer solo después de que Lan Zhan le hacía compañía y la invitaba a hacerlo.

Pero XiChen se comportó como un dueño espléndido. Él también le hablaba con ternura como hacía con Lan Zhan. La cepillaba y le permitía compartir la cama con él y Lan Zhan los días libres.

No le reclamaba si hacía un desorden con su comida ni la asustaba para que se bajara del sofá. Ni siquiera el tío, que era más huraño, la trato mal.

Poco a poco comenzó a confiar en las palabras de Lan Zhan de que su familia era buena y la iban a cuidar bien.

Hubo una tarde en la cual Lan QiRen estaba viendo la televisión en la sala de estar, y dejó caer su mano sobre el pelaje de Wei Ying mientras la misma ronroneaba en confianza. Cediendo a los afectos por primera vez en mucho tiempo, mientras su adorada gata mimada, Lan Zhan estaba siendo bañada por Lan XiChen.

Wei Ying era vulnerable, no podía moverse y temía ser abusada. A Madam Yu no le gustaba cuando ella tomaba la siesta en el sofá, a veces le arrojaba cojines o revistas enrolladas para que se bajara; pero el anciano fue gentil y le envolvió con una manta, cubriendo su vendaje del frío.

A Shufu le gustan los gatos, confesó Lan Zhan.

Aprendió a dejar ir la regla de no mascotas en la familia Lan, cuando WangJi llegó. Especialmente porque fue un regalo de su cuñada y XiChen encontró consuelo en WangJi cuando perdió a su madre. Así comenzó la travesía para encontrar adorables a los animales.

El tio, no queria mucho a Wei Ying, nombre doméstico WuXian , en un inicio. Pensó que era una gatita de la calle que podría traer problemas en el futuro. Con el tiempo cambió de opinión ya que Wei Ying no fue sino espléndida y cariñosa.

Lan Zhan y ella dormían y se acurrucaban juntas en su cama compartida; y nunca se apartaban una de la otra.

Aunque era traviesa Wei Ying no arañó las cortinas ni la madera, tampoco tiró los objetos de las repisas; los Lan fueron amables y jamás se molestaron. Al igual que Lan Zhan fue llenada de regalos y juguetes; vestida con ropa ridícula, fotografiada y presumida.

Fue reconocida parte de la familia Lan cuando le pusieron un lazo a juego con el de Lan Zhan. Y llegó a la conclusión en que probablemente, no todos los humanos eran malos y había algunos que valían la pena considerar familia.


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Extra.

Algunos meses más tarde, Wen Popo del mercado local encontró al cachorro de felino en una bolsa de basura detrás de su tienda.

Ella no sabía de gatos. Su nieto A-Niang era alérgico a ellos por lo cual no pudo llevarlo a casa.

XiChen pertenecía a un grupo de entusiastas de los gatos y apoyaba campañas de esterilización y refugio.

Probablemente él sabría de un lugar bueno para el cachorro , pensó la anciana.

Conmovido por la trágica historia decidió tomarlo bajo su cuidado; prometiendo a la anciana el llevarlo al refugio el día martes que reabriesen sus puertas, ya que el día lunes era feriado nacional y no habría nadie para recibirle.

La anciana agradeció la dedicación y le regaló algunos caquis.

Cuando XiChen se anunció en casa, este apareció con un pequeño bulto envuelto en una manta para bebé.

Lan Zhan que descansaba en su rascador a lado de Wei Ying, saltó para recibir al hombre como hacía diariamente.

El joven Lan explicó la situación a WangJi como si ella fuese lo suficientemente inteligente para comprender el discurso humano, y le presentó al cachorro.

Los ojos de Lan Zhan resplandecieron como estrellas.

Tras un maullido, Wei Ying salto del árbol de juegos; abandonado todo indicio de somnolencia y se dedicaron a oler al bebé.

XiChen evaluó la reacción de la pareja y una vez que Lan WangJi comenzó a lamer al bebe supuso que todo estaría bien.

Más tarde encontró a los tres juntos anidados en la cama de Lan Zhan cerca del calentador y se debatió si era una buena idea comenzar a considerar la adopción de un nuevo integrante a la familia.

Notes:

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