🐱9🐱
Por fin se ha llegado el viernes de pijamada con Taehyung, el mejor día de la semana era ese. Además, para agregarle más felicidad, no habían dejado tarea para ese fin de semana, así que no tendrían por qué preocuparse en hacer primero los deberes.
Tal como Yoongi prometió, su madre Umji había preparado las fajitas de pollo picantes que tanto le gustaban a su amigo, y exclusivamente para él había preparado las sazonadas con limón pimienta. Antes de la cena, se dedicaban a acomodar las cosas en el cuarto del omega para estar más cómodos y tener una noche tranquila y divertida. Un cuarto de colores azul pastel y cortinas negras, puesto que, Yoongi tenía un problema con la luz. Tiene un proyector en una repisa sobre su cama, dando directo a la pared azul pastel, que simulaba ser la televisión. Yoon no es mucho de ver la televisión, pero si disfruta de películas de vez en cuando, por eso lo mejor fue instalar junto a su mami Sowon ese proyector que encontraron en una liquidación. Su cuarto en sí es bonito, y vaya que le gusta mucho, tiene muchas cositas pequeñas, amén de coleccionar tazas y figuritas, además de libros variados y comics revueltos entre las repisas. El escritorio también es pequeño, pero le gusta pues es funcional para las pocas cosas que hace en él. Taehyung entra por la puerta de su cuarto, con un plato lleno de fajitas y una jarra con limonada mineral.
- De verdad amo la comida de Mami Umji, y la limonada de Sowon. - Confiesa sonriente, tomando un pedazo de pollo para masticarlo con emoción.
Tae tiene razón en algo, su madre cocina como los mismos dioses, no por nada tiene su propio restaurante. Y es verdad que Sowon es experta en todo tipo de bebidas y jugos naturales, lleva años sin tomar algún jugo de mercado con conservador o refrescos llenos de endulzantes sintéticos, pero no es necesario extrañar ese tipo de bebidas, no cuando casi tiene la fábrica de coca cola en su casa. Hablando de las reinas de roma, Sowon y Umji, entran también a la habitación acarreando vasos y un bowl con papas fritas recién freídas.
- Señora Min, cásese conmigo por favor, prometo ser mejor alfa que Sowon.
- ¡Ey! - Aunque Taehyung diga todo eso sin malas intenciones, es imposible no reírse de sus ocurrencias y comentarios aduladores hacia su madre.
- Me halagas Taehyungie, pero no creo que a Yoongi le agrade tenerte de padrastro. - Tiene toda la razón. No hay manera de ver a Taehyung como un padre, la simple idea de considerarlo hace que le den escalofríos en el cuerpo y ganas de vomitar.
El matrimonio de lobitos sonríe enternecidas, dejando la comida en el escritorio de Yoongi y dejando solos al par de amigos que ya se ha instalado en la cama para ver una película. Taehyung apaga las luces y cierra bien las cortinas, brincando a la cama para acurrucarse junto a Yoongi. Es verdad que desde que se presentó como un omega, su olorcito dulce le encanta tanto que lo hacen quedarse dormido a mitad de la película, pero hoy piensa aguantar como campeón para ver todo el repertorio cinematográfico que Yoongi tiene preparado.
- Yoon, ¿si metieron a la cárcel al tonto alfa de la escuela? - Pregunta Tae antes de que Yoon ponga play a la primera película de la noche.
- Uhm, no. Pero si lo enviaron a un centro para menores, ya sabes... "para tratar su comportamiento".
Para ser totalmente honestos, se lo merecía, siempre que podía los molestaba al punto de hostigarlos, y no saben bien por qué, simplemente se ensañó con ellos y hacia bromas de mal gusto. En los almuerzos robaba su comida, en clases escondía su mochila, y otras travesuras infantiles que ya ni son capaces de recordar.
Por ahí una vez uno de los maestros les dijo que tal vez intentaba llamar la atención de Yoongi, por ser un omega, y que la realidad era diferente a lo que ellos creían. Sin embargo, con su pensamiento crítico, no se creía esa mierda. Si la verdad era que gustaba de Yoongi, ¿por qué molestarlo? Si te gusta alguien no vas y lo molestas al punto de hostigarlo, y que más de un maestro haya "romantizado" sus acciones solo era evidencia de la falta de profesionalismo en ellos. Estaba asustado, verdaderamente, tenía miedo de que un día lo acorralara en algún pasillo e intentara acosarlo como un pervertido, y que sus maestros no hayan hecho nada le causaba coraje. Al final sabe que hizo lo correcto, aunque su amigo haya quedado con un moretón en la cara.
- Oye Yoon...
- ¿Sí?
La película ya está rodando, y no han pasado ni 10 minutos cuando Taehyung ha tomado el control y puesto pausa para mirarle de una manera muy rara. Nunca lo había visto de una manera tan seria.
- Tú y yo... somos alfa y omega. - ¿A dónde va esta conversación? piensa Yoongi, mirando igual de serio a su amigo.
- No sé a dónde quieres llegar con eso.
El alfa sigue serio, con un semblante que delata nerviosismo, lo sabe por el temblor en sus manos y como muerde el interior de su mejilla.
- Hemos sido amigos desde que teníamos seis años y compartimos galletas en el recreo
Yoongi asiente, nervioso también, pues su amigo ha tomado su mano de una forma no tan amistosa. Aunque algunos se sentirían asustados, Yoon confía en su amigo y está seguro al cien por ciento que solo está siendo dramático. Lo conoce, el drama forma parte de su vida, pero sigue sin entender este repentino nerviosismo de su parte.
- Los demás en la escuela piensan que estamos saliendo, pero... no puedo verte con esos ojos y lo sabes.
- Me estas asustando, ¿qué mosco te picó?
- A lo que quiero llegar es... nunca hemos descubierto "eso".
- ¿Okay? No entiendo Tae. - En este punto quiere regresar a reproducir la película, ignorar el tema que su amigo está intentando tratar, pero tampoco puede ser grosero. Taehyung sigue tomando su mano, dando una caricia suave en el dorso de esta que solo lo ponen más nervioso en vez de calmarlo. Puede sentirlo acercarse, como sus ojos siguen desviándose por el terreno de su rostro hasta llegar a sus labios.
- ¿Podemos besarnos?
Tan pronto como Taehyung lanza la bomba en territorio enemigo, Yoongi lo empuja de su cuerpo y lo separa asustado, quedándose él a la orilla de la cama con una cara que dice más que mil palabras. Tae está igual de impactado que él, precisamente por la fuerza descomunal de su amigo, pero respeta la distancia y se mantiene quieto de pie al lado de la cama.
- ¡Yoon, perdón! Olvida lo que dije, no volvamos a tratar el tema. Perdón.
Yoongi sigue en silencio, mirándole con ojos bien abiertos en un vago intento de tratar de analizar qué demonios acaba de pasar. Bien, esto lo vieron en la clase de educación sexual, no tiene por qué estar tan avergonzado, no cuando Tae y él tomaron esa clase juntos. Hay algo que le dice que debería intentarlo, pero también el miedo de que nada vuelva a ser igual y pierda a su amigo. Taehyung parece igual de avergonzado que él, pero no tiene nada que reprocharle, no cuando ha sido lo suficientemente amable y "humano" para preguntarle si podían en vez de simplemente lanzarse como un animal. Punto para su amigo, piensa, palmeando nuevamente el espacio junto a él sobre la cama. Por accidente ha regresado a darle play a la película, pero ahora es un simple adorno de fondo cuando ellos deciden que lo mejor es darse un abrazo y respirar tranquilos.
- Lo siento mucho...
- Shh, tranquilo.
Nunca había pensado en la imagen que él y Taehyung dan a otras personas cuando pasean tomados de la mano, comparten el almuerzo o tienen estas noches de película donde alfa y omega comparten la misma cama y duermen como gatitos que acaban de beber leche tibia. No existía posibilidad de verse envueltos en algo más que amistad, pero Yoongi sabe que nunca debes decir nunca, porque al final puedes terminar ahogado con tu propia saliva. Taehyung parece un animalito arrepentido, pues lo abraza de una manera tan desesperante y se esconde en su cuello como hace cada vez que se siente triste. Yoongi acaricia despacio su espalda, y deja que suelte todo aquello que lo está atormentando entre sus brazos. Pasa sus manos a su rostro, solo para darle un poco más de consuelo y que deje de tener esa cara triste que no se ve bien en alguien tan alegre como él.
De pronto la idea de responder su pregunta se hace presente, cuestionándose si debería aceptar o no.
- ¿Tae? - Le llama Yoongi, recibiendo un ruidito de afirmación en señal de que lo está escuchando. - Supongo que podemos... - Rápidamente su amigo alza la cabeza, viendo si Yoongi solo trata de jugarle un abroma, pero es bien sabido que Yoongi no es del tipo que le guste hacer o recibir bromas.
- ¿Estás hablando en serio? - asiente tímido, desviando la mirada para que no vea lo rojizo de su cara.
- Solo es para "probar" ¿no? - Taehyung asiente emocionado, sentándose mejor sobre la cama para quedar frente a frente con Yoongi.
Bien dicen que el tiempo es relativo, que para algunos el reloj avanza más rápido que otros. En su caso, el reloj a parado su andar y les ha permitido tomar las cosas con calma. Solo es un beso, piensa Yoongi, uno donde va a descubrir si verdaderamente siente algo más que una fuerte amistad por Taehyung, y parece ser que Tae piensa lo mismo que él. La película sigue avanzando, pero ya ninguno de los dos le presta atención. Taehyung se acerca despacio, como el "alfa" que es, decide tomar las riendas del asunto y sostener entre sus manos la cara blandita de Yoongi. El omega siente su rostro arder, y antes de procesar si hizo bien aceptar la propuesta Taehyung ya está tocando sus labios rositas con los propios. Es verdad que nadie nace sabiendo, pero Taehyung parece ser un experto, es un movimiento suave y delicado, sin intenciones más allá que el descubrimiento. Desgraciadamente él no tiene experiencia alguna, por lo que termina con algo de saliva manchando su barbilla y la comisura de sus labios, pero no deja de sentirse bien, a fin de cuentas. Aprieta entre sus manos la camisa de su amigo, quién se separa despacio para mirarlo a los ojos en busca de arrepentimiento, sin embargo, hay una sonrisa cómplice en los labios de Yoongi. Ambos se ríen de pronto, soltando toda esa tensión de antes en un par de carcajadas que los tiene con dolor en el estómago. Ahora sí que están cien por ciento seguros que no se quieren de ese modo. Se pierden unos minutos en su mirar, con los ojos vidriosos por el esfuerzo de tanto reír, reconociendo una vez más que no tienen esa clase de sentimientos el uno por el otro.
Y antes de cambiar de película, Taehyung susurra despacio recargándose en su hombro.
- Gracias por ser mi primer beso y mi primer amigo.
- Gracias a ti... por no abandonarme.
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